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Conversatorio Voces del Exilio

Conversatorio del CNMH con víctimas en el exilio

Conversatorio Voces del Exilio

Autor

CNMH

Foto

Daniel Sarmiento

Publicado

4 junio 2020


La memoria, un regreso a casa

Conversatorio del CNMH con víctimas en el exilio

  • El próximo jueves 4 de junio a las 2:00 p.m., el Centro Nacional de Memoria Histórica realizará un conversatorio con víctimas en el exilio.
  • El Centro Nacional de Memoria Histórica trabaja por la visibilización de las problemáticas que afectan a la población exiliada y la creación de espacios de diálogo e intercambio con esta comunidad.

El próximo jueves 4 de junio a las 2:00 p.m., el Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH) realizará un conversatorio con tres integrantes del Foro Internacional de Víctimas (FIV) para hablar sobre el exilio, los procesos organizativos y las reivindicaciones de las víctimas del conflicto armado en el exterior, así como de la manera en que han vivido la pandemia en sus países de acogida.

Será un espacio para visibilizar un fenómeno que, de acuerdo con las cifras del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), afecta a cerca de 400.000 colombianos que han buscado protección internacional en los países fronterizos, Norteamérica y Europa. Esta magnitud lo convierte en el segundo hecho del conflicto armado con más víctimas después del desplazamiento forzado interno, como lo señala el informe “Exilio colombiano. Huellas del conflicto armado más allá de las fronteras”, publicado por el CNMH en 2018. 

Para el CNMH es importante abrir espacios que permitan avanzar en el proceso de reparación simbólica a través de la visibilización de las problemáticas de las víctimas en el extranjero, quienes, además de vivir sus pérdidas, daños e incertidumbres desde otras latitudes, han sufrido los obstáculos propios de los procesos migratorios en los lugares donde han buscado protección.

“Lo más duro del exilio es tener el cuerpo en el lugar de residencia y el corazón en Colombia y tener que desaprender y reaprender las costumbres. Nuestra situación es diferente a la de un emigrante económico, pues dejamos el país para salvaguardar nuestra vida y la de nuestra familia”, cuenta John Jairo Romero, líder y defensor de derechos humanos y de la comunidad Lgtbiq en Colombia y en España.

Estos rigores de la distancia y el exilio se acentúan frente a situaciones como la pandemia del covid-19. Elizabeth García, indígena arhuaca y abogada refugiada en Canadá, desde 2009, cuenta que esta contingencia ha sacado a flote los dramas en los que viven inmersos cientos de connacionales, como la violencia intrafamiliar o la falta de alimentos.

“Ha sido un tiempo de reencuentro con otras luchas; de hacer visible lo invisibilizado, pero también la oportunidad de unir esfuerzos y buscar soluciones conjuntas y creativas”, explica García.

El conversatorio, que se realizará a través de la cuenta de Facebook del Centro Nacional de Memoria Histórica, será un espacio para conocer cómo los procesos organizativos de esta población han sido un mecanismo de resistencia para reivindicar sus derechos y desarrollar una agenda que les permita tener una mayor incidencia social y política. Procesos que, en el caso del FIV, les han permitido ser reconocidos por parte de la Mesa Nacional de Víctimas.

Por último, este espacio servirá para reflexionar acerca de la importancia de la memoria histórica como una herramienta para avanzar en el esclarecimiento de lo ocurrido durante el conflicto armado, pero también para reflexionar sobre el impacto y la dimensión de este fenómeno. Para Elizabeth García “este tipo de espacios son muy importantes para que el exilio no gane. El exilio gana cuando gana el olvido”.


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Reafirmamos nuestro compromiso con las víctimas de violencia sexual

Reafirmamos nuestro compromiso con las víctimas de violencia sexual

Día de la Afrocolombianidad

Autor

CNMH

Foto

Daniel Sarmiento

Publicado

2 junio 2020


Reafirmamos nuestro compromiso con las víctimas de violencia sexual

El pasado 25 de mayo se conmemoró el Día Nacional por la Dignidad de las Víctimas de Violencia Sexual, una fecha que, desde 2015, busca visibilizar los impactos de todas las formas de violencia de género que se reconocen como violencia sexual. Según el Registro Único de Víctimas, en el 91% de los 32.000 casos asociados a estos delitos las víctimas fueron niñas, adolescentes y mujeres.

Como parte nuestro trabajo para hacer memoria histórica con enfoque de género, participamos en cuatro espacios virtuales en el marco de esta conmemoración. Aquí repasamos algunos de los temas abordados y los compromisos adquiridos:

El 22 de mayo participamos en el conversatorio Tejiendo actos de visibilización y dignificación de las víctimas de violencia sexual, en el que participaron la lideresa Yolanda Perea, la comisionada María Ángela Salazar, y María Fernanda Posada, directora departamental de DD. HH., DIH y Víctimas de Antioquia. En ese espacio, Marlon Acuña, líder del Enfoque de Género del CNMH, invitó a la reflexión respecto a cómo la memoria histórica aporta a la reparación simbólica de las víctimas y a la generación de espacios para la configuración de redes de apoyo comunitarias.

Además, recordó algunas de las investigaciones producidas por el CNMH que abordan temas relacionados con violencia sexual: el informe nacional La guerra inscrita en el cuerpo, El vuelo del Fénix —que fue el resultado de una iniciativa de memoria con la organización Ave Fénix—, Mujeres y guerra, Aniquilar la Diferencia y La masacre de Bahía Portete, entre otros. Estos trabajos han permitido que se conozcan y divulguen las voces de distintas víctimas y han contribuido a denunciar y prevenir la violencia sexual.

En la mañana del 25 de mayo, el director del CNMH, Darío Acevedo, participó de un acto simbólico junto al director de la Unidad para las Víctimas, Ramón Rodríguez, la vicepresidenta Martha Lucía Ramírez, la consejera para la equidad de la mujer, Gheidy Gallo, y representantes de varias organizaciones sociales. “Reafirmamos nuestro compromiso por la recuperación de sus memorias, liderando procesos participativos y concertados con diversos sectores, con mujeres indígenas, afrocolombianas y campesinas, y otras personas que sufrieron esta violencia”, dijo el profesor Acevedo.

En la tarde de ese mismo día, Marlon Acuña conversó con Lorena Mesa, subdirectora de la Unidad para las Víctimas, y Mary Luz López, lideresa y escritora, en el evento De lo indecible a lo inaudible: violencia sexual en el marco del conflicto armado colombiano. Allí presentó las ideas principales de La guerra inscrita en el cuerpo y de la cartilla Memoria histórica con víctimas de violencia sexual: aproximación conceptual y metodológica.

Algunos de los temas en los que se centró esa charla fueron la necesidad de dar una mirada diferencial a la violencia sexual, la importancia de que la reparación de las víctimas se haga con enfoque psicosocial y desde el reconocimiento de su capacidad de resistencia, así como el valor de la escucha como un ejercicio liberador, dignificante y en algunos casos incluso reparador.

El 26 de mayo, en el evento Justicia integral para mujeres víctimas de violencia sexual: reflexiones y aprendizajes de la investigación desde los enfoques de género y étnico-racial, Acuña conversó con la docente Ochy Curiel, la historiadora Estela Simancas, la directora de  Humanas Colombia, Adriana Benjumea, y la subdirectora de la misma organización, Piedad Caicedo, y Claudia Erazo, de la Jurisdicción Especial para la Paz.

En ese espacio se habló sobre los impactos diferenciales que ha tenido la violencia sexual sobre mujeres rurales, afrodescendientes, indígenas, niñas, adolescentes, personas con identidades de género no heteronormativas y con discapacidad. Acuña resaltó el esfuerzo que ha hecho el CNMH por indagar en las huellas dejadas en esos cuerpos y en las características que han hecho que algunos sectores sean especialmente vulnerables.

La articulación con distintas entidades y organizaciones en esta conmemoración reafirmó nuestro compromiso con las víctimas de violencia sexual, con el apoyo a iniciativas de memoria histórica, con el abordaje de este tema desde una perspectiva interseccional
—en esta línea, el Enfoque de Género adelanta la elaboración de una serie de crónicas con mujeres afrocolombianas víctimas de violencia sexual—, y con la generación de espacios de diálogo con las víctimas y la institucionalidad para dar apertura a voces que no han sido escuchadas, y, al mismo tiempo, crear para ellas estrategias de dignificación y reparación.


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Por la dignificación de las mujeres víctimas de violencia sexual

Día de la Afrocolombianidad

Autor

CNMH

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CNMH

Publicado

25 mayo 2020


Por la dignificación de las mujeres víctimas de violencia sexual

  • El Centro Nacional de Memoria Histórica, en ocasión del Día Nacional por la Dignidad de las Mujeres Víctimas de Violencia Sexual en el Marco del Conflicto, conmemorado este lunes 25 de mayo, rindió homenaje a las personas que fueron violentadas y presentó un panorama sobre los procesos de reparación y memoria llevados a cabo.
  • Actualmente, la entidad lleva a cabo un proceso participativo y concertado con mujeres afrocolombianas víctimas de violencia sexual, trabajo con el que se han conocido sus experiencias, así como las maneras a través de las cuales lograron enfrentar lo que resulta indecible o inaudible.

El Centro Nacional de Memoria Histórica, CNMH, con el antecedente de la expedición de la Ley 1719 de 2014, ha venido desarrollando esfuerzos por visibilizar y reparar simbólicamente a las víctimas de violencia sexual. Han sido decenas de voces de niñas, adolescentes, mujeres, entre otros grupos de víctimas, las que a través de relatos compartidos en distintos procesos de memoria histórica han hecho visible las distintas modalidades de violencia sexual y de género.

Estas violencias se expresan a través de formas de dominación violentas y arbitrarias para someter a las víctimas a actos sexuales en contra de su voluntad. Se trata de repertorios de violencia tales como: coerción de tipo sexual, violación, explotación sexual, actos sexuales abusivos, tortura y sevicia sexual, así como aquellas violencias sexuales que restringen derechos sexuales y reproductivos.

De acuerdo con datos del Observatorio de Memoria y Conflicto del CNMH, OMC, entre los años 1958 y 2018 se registraron 14.201 casos de violencia sexual contra mujeres, de los cuales, 14.180 fueron cometidos contra civiles y 21 contra combatientes.

Así mismo, el OMC revela que entre las modalidades de violencia más recurrentes están: la violación sexual, con 778; mutilación de órganos sexuales, 252; abuso sexual, 250; desnudez forzada, 156; acoso sexual, 138; tortura sexual, 125; embarazo forzado, 45; y aborto forzado, 22 casos.

Rubén Darío Acevedo Carmona, director del CNMH, señala que la entidad reconoce el quehacer de la memoria que persiste en comunidades y personas que no han sido escuchadas, y a las que se viene acercando a través del Enfoque de Género, que lidera procesos participativos y concertados con diversos sectores, etnias, indígenas, mujeres afrocolombianas, comunidades de campesinos, y personas que individualmente sufrieron.

“El CNMH, en el marco de esta fecha de dignificación de las mujeres víctimas de violencia sexual, rinde homenaje a las personas que fueron violentadas, que además muchas de ellas perdieron la vida o a sus seres queridos. Seguiremos trabajando por la recuperación de sus memorias, de su integridad y de su dignidad y para decirle al mundo y a nuestra sociedad que nunca más deben ocurrir este tipo de hechos”, enfatiza el funcionario.

Antecedentes institucionales

Precisamente, el informe nacional “La guerra inscrita en el cuerpo”, publicado por el Centro Nacional de Memoria Histórica en el año 2017, se consolida como uno de los esfuerzos institucionales para contribuir con la reparación simbólica y la dignificación de las víctimas de violencia sexual. Allí se presentan desarrollos conceptuales y metodológicos, así como cifras desagregadas para contribuir con la reparación integral y las lecciones aprendidas para una atención efectiva a las víctimas de violencia sexual.

Entre los hallazgos y contribuciones de esta publicación, urge destacar seis lecciones aprendidas en particular: primera, que la violencia sexual se manifiesta a través de lógicas y objetivos específicos en escenarios del conflicto armado; segunda, que existen condiciones sociales y culturales que requieren intervenir los hechos de violencia sexual presentes en territorios dominados por actores armados; tercera, la necesidad de brindar una mirada diferencial a las víctimas de violencia sexual, en el caso particular de la niñez, las mujeres afrocolombianas, las mujeres indígenas, y las personas LGBT, así como otras con discapacidad y en condición de indefensión; cuarta, que seguimos presenciando retos particulares ante las consecuencias de la violencia sexual, así como la capacidad institucional para ofrecer justicia y reparación integral; quinta, la urgencia por reconocer la dignidad con la que las víctimas de violencia sexual han venido afrontando y resistiendo a las huellas que han quedado en sus cuerpos y sus memorias; y sexta, el aumento de cifras que refieren denuncias por hechos victimizantes relacionados con violencia sexual.

Para CNMH cobra importancia el trabajo articulado con otras instituciones, organizaciones sociales y liderazgos que trabajan a favor de los derechos humanos de las mujeres, la niñez y las personas LGBT, que han sido víctimas de violencia sexual. Fruto de esta reflexión, en el año 2019 pusimos a disposición la publicación: “Memoria Histórica con víctimas de violencia sexual: aproximación conceptual y metodológica”, con el objetivo de brindar herramientas a funcionarios, profesionales y comunidades para comprender la violencia sexual, invitarles a desarrollar procesos de reconstrucción de memoria histórica sobre violencia sexual, y advertir sobre la importancia de cuidar a las personas que investigan o atienden a las víctimas de violencia sexual.

Compromisos actuales

Sin duda alguna, reconocemos que para el quehacer de memoria histórica aún persisten otras voces que no han sido escuchadas y tienen mucho que decir frente a sus experiencias con la violencia sexual. Actualmente, el equipo del Enfoque de Género del Centro Nacional de Memoria Histórica lidera un proceso participativo y concertado con mujeres afrocolombianas víctimas de violencia sexual, de tal forma que podamos conocer sus experiencias, así como las maneras a través de las cuales lograron enfrentar lo que resulta indecible o inaudible. Tenemos el convencimiento de que no es hora de callar, es un derecho de las víctimas denunciar y ser reparadas en ocurrencia de actos de violencia sexual por parte de actores armados.

El CNMH sigue brindando espacios para que, desde otros procesos de reconstrucción de memoria histórica, las víctimas de violencia sexual y de género puedan ser escuchadas, reparadas simbólicamente y partícipes del quehacer de memoria histórica.

A través de los actuales avances para la construcción del Museo de la Memoria de Colombia, el apoyo a Iniciativas de Memoria Histórica, así como otros procesos específicos liderados por el Enfoque de Género de nuestra entidad, esperamos ofrecer apoyo permanente a las víctimas de violencia sexual.


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Día de la Afrocolombianidad

Celebramos la Afrocolombianidad, acompañamos a las víctimas afro

Día de la Afrocolombianidad

Autor

CNMH

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CNMH

Publicado

21 mayo 2020


Celebramos la Afrocolombianidad, acompañamos a las víctimas afro

  • El Centro Nacional de Memoria Histórica se suma a la celebración del Día de la Afrocolombianidad, una fecha para exaltar a la población afro en nuestro país.
  • Más de cuatro millones de colombianos afrodescendientes se consideran víctimas del conflicto armado en Colombia.

El Centro Nacional de Memoria Histórica se suma a la celebración del legado afro en nuestro país. Colombia, definido como una nación pluriétnica y multicultural, tiene entre su población afrodescendiente numerosos ejemplos de colombianos destacados por logros y aportes intelectuales, culturales o deportivos, entre otros. Entre el 20 y el 25 por ciento de nuestra población desciende de ancestros africanos, según estudios que avala la Conferencia Nacional de Organizaciones Afrocolombianas.

Sin embargo, más de cuatro millones de colombianos afrodescendientes han sido víctimas de violaciones a los derechos humanos durante el conflicto armado en el país, según denuncias presentadas por organizaciones de víctimas ante la Justicia Especial para la Paz —JEP—. El desplazamiento forzado es la forma de victimización más común, con una afectación de alrededor de 2 millones de personas pertenecientes a esta población.

El 21 de mayo de 1851 se puso fin, legalmente, a la esclavitud en Colombia. Por ley, los esclavos en el país serían libres a partir del 1 de enero de 1852 —y los amos serían indemnizados con bonos sobre los cuales se reconocerían intereses—. Como un homenaje a los 150 años de aquella fecha histórica, la Ley 725 de 2001 estableció que cada 21 de mayo se celebre en el país el Día de la Afrocolombianidad.

Esta ley busca promover la recuperación de la memoria histórica de la población afro, en sintonía con la conmemoración del Día Internacional para la Celebración del Bicentenario de la Abolición de la Trata Trasatlántica de Esclavos y el Día Internacional de la Eliminación de la Discriminación Racial, ambas fechas establecidas por la Asamblea General de las Naciones Unidas y ratificadas por el Estado Colombiano.

El CNMH ha contribuido a construir memoria histórica con comunidades en las que predomina la población afrocolombiana y han sido afectadas profundamente como consecuencia del conflicto armado. Informes como Buenaventura, un puerto sin comunidad; Mujeres y Guerra, víctimas y resistentes en el Caribe, y Bojayá, la guerra sin límites, dan cuenta de las formas de violencia contra su integridad y su cultura.

Durante el proceso de reparación simbólica en la comunidad de Bojayá, el Enfoque Diferencial Étnico del CNMH ha promovido el fortalecimiento del grupo de cantadoras del Consejo Comunitario de Pogue, apoyo que derivó en la producción, publicación y divulgación de la cartilla Pogue: un pueblo, una familia, un río, del cancionero El oficio de cantar memoria y el documental Las musas de Pogue, en alianzas con la Corporación Pasolini de Medellín, la Universidad de Columbia y la Organización Internacional para las Migraciones. El pasado 2 de mayo se publicó el documental Renacientes, que narra el encuentro de varias generaciones para hacer memoria, resistir y construir paz defendiendo el territorio.

El trabajo con comunidades en las que predomina la población afrocolombiana ha servido además para comprender el significado de los procesos mortuorios, afectados por la violencia y la mala muerte que implica la afrenta contra sus tradiciones religiosas y los rituales propios de su cultura.

La Estrategia de Comunicaciones y el Enfoque Étnico del CNMH trabajan en la construcción de un micrositio que recoge diversos productos comunicativos elaborados a partir de los saberes ancestrales, valores y humanidad de esta población de la región del Medio Atrato. La presentación de este espacio multimedia, dedicado a la comunidad de Bojayá, está programada para el presente mes, mayo, mes de la Herencia Africana y la Afrocolombianidad.


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Conversatorio: Museos, arte y reparación simbólica

Conversatorio: Museos, arte y reparación simbólica

Conversatorio: Museos, arte y reparación simbólica

Autor

CNMH

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CNMH

Publicado

18 mayo 2020


Conversatorio: Museos, arte y reparación simbólica

  • El Museo de Memoria de Colombia lidera un conversatorio que analiza los caminos para la preservación de la memoria histórica.
  • Facebook Live desde la cuenta del Museo de Memoria de Colombia, hoy lunes a las 3:00 p.m.

Por primera vez en este año, el Museo de Memoria de Colombia abre un espacio virtual para el diálogo sobre el papel de los museos, el arte y la reparación simbólica, tres aspectos fundamentales en la construcción de la memoria histórica del conflicto armado.

El conversatorio denominado “Museos, arte y reparación simbólica. Caminos hacia la construcción de memoria”, se transmitirá por facebook Live a partir de las 3:00 p.m., en el marco del Día Internacional de los Museos, que se celebra cada 18 de mayo en todo el mundo.

La memoria, el punto de encuentro

De acuerdo con lo estipulado en la Ley 1448 de 2011 —ley de víctimas y restitución de tierras— en su artículo 141, “la reparación simbólica se entiende como toda prestación realizada a favor de las víctimas o de la comunidad en general que tienda a asegurar la preservación de la memoria histórica, la no repetición de los hechos victimizantes, la aceptación pública de los hechos, la solicitud de perdón público y el restablecimiento de la dignidad de las víctimas”.

Con este preámbulo y propiciando un espacio de libertad de expresión, pluralidad y participación, el conversatorio contará con los aportes de cinco expertos en museología, arte y reparación simbólica. Ellos son:

Yolanda Sierra.

Abogada, restauradora del patrimonio cultural mueble y doctora en Sociología. Docente investigadora del Departamento de Derecho Constitucional de la Universidad Externado de Colombia y coordinadora del Grupo de Derechos Culturales: Derecho, Arte y Cultura.

Esteban Sánchez:

Maestro en Artes Plásticas y Visuales de la Universidad Nacional de Colombia y recipiente de la beca de arte ofrecida por el servicio alemán de intercambio académico (DAAD). Trabaja como artista independiente e investigador experimental en las áreas de filosofía, arte y ciencia, enfocándose en reflexiones en torno a los medios, el dibujo como pensamiento, la escultura como paisaje, el sonido como materialidad y el lenguaje como dicotomía de la realidad y lo imaginado. Actualmente reside y trabaja en la ciudad de Colonia, Alemania.

Ricardo Arcos –Palma.

Profesor de la Universidad Nacional de Colombia, con maestría en Filosofía del Arte y Estética y doctorado de la Universidad de París en Estética y Ciencias del Arte.

Filósofo, teórico y crítico del arte y la cultura. Miembro del Asociación Internacional de Críticos de Arte (AICA), de la Sociedad Colombiana de Filosofía (SCF) y coordinador del Observatorio de Arte, Cultura y Política.

Fabio Bernal Carvajal.

Es abogado conciliador en Derecho, diseñador industrial con énfasis en objeto, ciudad y cultura; magíster en Museología y Gestión del Patrimonio. Actualmente es el director técnico del Museo de Memoria de Colombia.

En la moderación del conversatorio estará Ángela Erazo, restauradora y conservadora de bienes muebles de la Universidad Externado de Colombia.


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¡No a la discriminación por orientación sexual o identidad de género!

¡No a la discriminación por orientación sexual o identidad de género!

¡No a la discriminación por orientación sexual o identidad de género!

Autor

CNMH

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CNMH

Publicado

17 mayo 2020


¡No a la discriminación por orientación sexual o identidad de género!

En el Día Internacional contra la Homofobia, la Transfobia y la Bifobia, el CNMH reafirma su compromiso con el desarrollo de procesos de reconstrucción de memoria histórica incluyentes y respetuosos de los derechos humanos.

El conflicto armado ha afectado de manera diferencial a las personas que se reconocen como lesbianas, gays, bisexuales, transexuales y otras que se apartan de las normas de género y sexualidad. Como dijo un participante del informe nacional Aniquilar la diferencia: esta guerra nos ha impedido amarnos. El conflicto armado no solo limitó los ideales de amor romántico: también castigó el amor propio y la posibilidad de expresarse libremente ante la sociedad.

Este 17 de mayo, en el marco del Día Internacional contra la Homofobia, la Transfobia y la Bifobia, reafirmamos nuestro compromiso con el desarrollo de procesos de reconstrucción de memoria histórica incluyentes y respetuosos de los derechos humanos.

Según el Registro Único de Víctimas, el conflicto armado en Colombia ha dejado al menos 3.923 víctimas LGBT. Los principales hechos fueron amenazas, desplazamiento forzado, asesinatos selectivos, violencia sexual y distintas formas de sevicia y tortura. Estas cifras, sin embargo, tienen altas tasas de subregistro, en parte porque muchas veces, para sobrevivir, a las víctimas les resultó más fácil hacerse invisibles y guardar silencio.

Desde el año 2014, hemos desarrollado aportes conceptuales y metodológicos para la reconstrucción de memoria histórica con perspectiva de género y orientaciones sexuales. También hemos acompañado procesos participativos que fortalecen y dignifican sus organizaciones, expresiones culturales y otras formas de hacer frente a la guerra.

En las publicaciones Aniquilar la diferencia (2015), Un carnaval de resistencia. Memorias del reinado trans del río Tuluní (2018) y Ser marica en medio del conflicto armado. Memorias de sectores LGBT en el Magdalena Medio (2019) profundizamos en los contextos, los repertorios de violencia y las maneras en que las víctimas LGBT le han hecho frente al accionar de actores armados.

Este año continuamos desarrollando estas líneas de trabajo. Marlon Acuña, líder del Enfoque de Género, explica que “se han adelantado dos procesos: el primero, es un audiovisual que permite mostrarle al país las afectaciones y las maneras de resistencia de personas LGBT en diferentes territorios. Y el segundo, es un acompañamiento a iniciativas de memoria histórica que muestran cómo, a pesar de la violencia, los sectores LGBT han hecho acciones comunitarias para la reivindicación de sus derechos”.

Este domingo nos sumamos a esta conmemoración internacional, y reivindicamo el testimonio de Yesaira Torres, una lideresa trans de Barrancabermeja, cuando dice sobre este día que “es una oportunidad de reflexionar sobre la capacidad que tenemos de resistir y decir no a los diferentes tipos de violencia y discriminación en contra de la comunidad LGBT”.

Para conocer más testimonios e información del trabajo que hacemos con personas LGBT, los invitamos a consultar nuestras redes sociales.


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“Antes la paz era un tema innombrable en las aulas”: Yennided Castiblanco

“Antes la paz era un tema innombrable en las aulas”: Yennided Castiblanco

“El maestro es un líder social”: Ménderson Mosquera

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CNMH

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CNMH

Publicado

15 mayo 2020


“Antes la paz era un tema innombrable en las aulas”: Yennided Castiblanco

En este Día del Maestro queremos reconocer las diversas formas de hacer pedagogía de la memoria histórica. Yennided Castiblanco, licenciada en Lengua Castellana y Literatura, y especialista en Innovación Educativa, nos cuenta en esta entrevista cómo ha cambiado la educación para la paz en una región afectada por el conflicto armado como Caquetá. También nos habla sobre la iniciativa Hechos de paz, con la que reconstruye memoria histórica en las aulas.

Si quieren conocer más historias de maestros y maestras que trabajan por la memoria, los invitamos a visitar nuestras redes sociales.

¿Cómo es ser maestra en una región golpeada por el conflicto armado?

“Es ser una joven que, al hacer memoria, regresa a su pasado, despierta su sensibilidad y se reconoce como parte de la historia de su territorio. Es abrir el corazón para que los estudiantes vean en su docente un reflejo de sí, y creen un vínculo afectivo que motive a buscar estrategias que trasciendan de los salones de clase a la sociedad”.

¿Qué imaginarios se pueden cambiar desde la pedagogía de la memoria histórica?

“Por años, el conflicto silenció a los docentes que le apostaban a transformar la educación desde sus comunidades, haciendo de la paz un tema innombrable en las aulas. Así crecimos muchos, creyendo que la paz era un tema prohibido y normalizando lo que sucedía a nuestro alrededor. Hoy, gracias al esfuerzo de los estudiantes y los docentes, la pedagogía de la memoria se ha convertido en un camino para lograr la desnaturalización de la violencia, buscando siempre la identidad y, sobre todo, dándole valor a la educación y a la vida”.

¿Por qué es importante que la memoria se haga con niños, niñas y adolescentes?

“Partimos por reconocer que los niños no solo son el futuro, sino el presente. Aunque algunos no han presenciado los horrores del pasado, todos llevan en su sangre la historia de sus padres y abuelos. Gran parte de la vida de niños y jóvenes se da en un contexto educativo, junto a los docentes que acompañan el proceso de formación. La memoria es importante con todo tipo de persona, pero iniciar con ellos es una gran posibilidad para romper con las desigualdades existentes entre historia, escuela y política social”.

Cuéntenos sobre Hechos de paz, historias para construir.

“Como respuesta a la necesidad de transformar la educación, nace en el 2017, en un salón de clases de San José del Fragua, en Caquetá, una experiencia pedagógica llamada Hechos de paz, historias para construir. Se propone una estrategia didáctica para reconstruir la memoria desde las bases de la identidad, a partir de la cultura, la educación y la cátedra de paz.

Para la época, debido a las condiciones del territorio, era muy poco lo que se sabía de pedagogía de la memoria, pero esa motivación por lo poco conocido impulsó la búsqueda de información y el apoyo para dar respuesta a sus interrogantes”.

¿Qué otras herramientas pedagógicas ha usado para incluir a niños y niñas en la construcción de memoria?

“Usamos la radio como difusión de una cultura de paz, la transversalización con otras áreas de aprendizaje y el tejido para expresar emociones, identidad y memorias corporales”.

¿Cuáles han sido sus mayores aprendizajes como maestra?

“Vivir y ser docente en un país tan afectado por el conflicto da temor a veces, pero mi mayor aprendizaje, gracias a la memoria, fue ir a mi pasado, reconocerme como parte de la historia de mi territorio, lograr despertar esa sensibilidad que me hizo reflexionar desde mi disciplina. No ha sido un camino fácil, Hechos de paz es un niño que llevo de la mano, me ha secado las lágrimas y me ha enseñado a convertir cada dificultad en un impulso para continuar”.


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“El maestro es un líder social”: Ménderson Mosquera

“El maestro es un líder social”: Ménderson Mosquera

“El maestro es un líder social”: Ménderson Mosquera

Autor

CNMH

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CNMH

Publicado

15 mayo 2020


“El maestro es un líder social”: Ménderson Mosquera

En este Día del Maestro queremos reconocer las diversas formas de hacer pedagogía de la memoria histórica. En esta entrevista, Ménderson Mosquera, un profesor de Bolombolo, corregimiento de Venecia, Antioquia, nos habla sobre lo que tienen en común los maestros y los líderes sociales, y de cómo ese compromiso con la comunidad evita que los niños, niñas y adolescentes repitan ciclos de violencia.

Si quieren conocer más historias de maestros y maestras que trabajan por la memoria, los invitamos a visitar nuestras redes sociales.

¿Cómo es ser maestro en una región golpeada por el conflicto armado?

“Es tener esperanzas de contribuir en la transformación de la sociedad, donde los niños, niñas y adolescentes fortalezcan su autoestima para en encauzarse en sus proyectos de vida. Es trazarse muchos desafíos como persona, para que, desde el ejemplo, la vocación, el espíritu colaborador y el trabajo comunitario, podamos generar conciencia, construir memoria y fomentar valores ciudadanos.

También es vivir con miedo de que debiliten a la sociedad, apagando la voz del maestro que busca sacar lo mejor de los estudiantes para crear conocimiento desde el contexto y vivir las experiencias”.

¿Cómo se combina el oficio de maestro con el de líder social?

“Desde la experiencia personal, el maestro es un líder social, porque tiene la osadía de traspasar los saberes impartidos en las cuatro paredes del aula a lo externo de la institución educativa. Un maestro líder social asume los problemas de la comunidad como suyos, quiere dejar una huella que permanezca en el tiempo y sea referente para los demás.

El maestro líder social no tiene horario determinado, porque está dispuesto a entregar su esencia para ayudar a resolver los distintos aspectos de la sociedad. Prioriza entre todas sus responsabilidades la solidaridad, servir a los demás desde las orientaciones, charlas, talleres y seminarios para multiplicar el conocimiento, pero aplicándolo constantemente en la defensa de derechos humanos”.

¿Cuáles han sido los mayores obstáculos para ejercer su labor y cómo los ha enfrentado?

“Cuando un maestro pone su profesión al servicio de la comunidad, fomentando que los habitantes del territorio participen en las decisiones administrativas, políticas, económicas, sociales y culturales, lo que genera es que se limite el autoritarismo en lo público, la corrupción y las distintas formas de rayar con los postulados constitucionales y legales de nuestro ordenamiento jurídico.

Es ahí donde ya no se es apetecido para los amigos de lo indebido. Por ejemplo, en la vigencia anterior de la administración municipal de Venecia, en Antioquia, desde la Mesa Municipal de Víctimas, hicimos varias recomendaciones y propuestas para incidir en la política pública de víctimas y la administración brillaba por su ausencia. En 2018, por denunciar acciones criminales de estructuras organizadas que les gusta lo ilícito, recibí varias amenazas contra mi vida”.

¿Por qué es importante que la memoria histórica incluya a niños, niñas y adolescentes?

“Los niños, niñas y adolescentes deben conocer la historia de su país y su territorio, porque con ello se genera conciencia colectiva, se trazan valores y principios en la formación humana para evitar que se encaminen por acciones indebidas. Deben comprender que el conflicto ocasionó que otros niños fueran víctimas de reclutamiento forzado, secuestro, asesinatos, desplazamiento forzado.

Desafortunadamente, en algunos territorios continúan operando grupos o estructuras ilícitas. Pero desde la escuela, las mesas de participación y las organizaciones sociales estamos dispuestos a enseñar la memoria histórica como una herencia de las vivencias de nuestros antepasados y de nosotros mismos para que no se repita la violencia, pero revestidos de la protección del Estado”.

¿Cómo ha sido su trabajo con ellos y ellas desde las prácticas artísticas y culturales?

“La música es una competencia que desarrollé y me ha servido para impartirla a niños, niñas y adolescentes del corregimiento de Bolombolo, Antioquia. Con el grupo de estudiantes montamos varios temas musicales y con ello animamos las actividades culturales de la institución educativa, las fiestas patronales del corregimiento y del municipio, y también nos invitaban a otros municipios.

Este tipo de acciones culturales y artísticas se convirtieron en oportunidades para los estudiantes, porque aumentó la concentración en la academia, la disciplina personal y el interés de proyectarse en ser músicos. Contribuimos a alejarlos de actividades como el consumo, las ofertas inescrupulosas que incitan a la delincuencia o a pertenecer a grupos criminales”.

¿Qué ha aprendido de niños y niñas?

“El aprendizaje para mí es continuo, y de la experiencia con los chicos me quedaron varias cosas. Primero, que el maestro debe dejar huellas transformadoras en los estudiantes que le asignan. Segundo, que el maestro, como líder social, debe entregar lo mejor de sí y sacar lo mejor de sus estudiantes. Tercero, que prima el servicio a la comunidad.

La experiencia más significativa para el maestro líder es vivir cada instante contribuyendo en la construcción del tejido social; esto es, aprender y enseñar a vivir juntos desde nuestras diferencias, haciendo memoria de la enseñanza que nos dejó la historia”.


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Jorge Sánchez: “La memoria hay que trabajarla con niños, jóvenes y adultos”

“La memoria hay que trabajarla con niños, jóvenes y adultos”: Jorge Sánchez

“La memoria hay que trabajarla con niños, jóvenes y adultos”: Jorge Sánchez

Autor

CNMH

Foto

CNMH

Publicado

15 mayo 2020


“La memoria hay que trabajarla con niños, jóvenes y adultos”: Jorge Sánchez

En este Día del Maestro queremos reconocer las diversas formas de hacer pedagogía de la memoria histórica. Jorge Sánchez es un profesor de español que llegó a Caicedo, Antioquia, en 2013. Como les contamos en el especial dedicado a este municipio, su comunidad ha tenido que vivir en medio de la disputa de actores armados, y por eso se identifican con la no violencia. En esta entrevista, Jorge nos habló de la importancia de la memoria con niños y niñas, los retos de la educación rural y las posibilidades de la lectura y la escritura.

Si quieren conocer más historias de maestros y maestras que trabajan por la memoria, los invitamos a visitar nuestras redes sociales.

¿Por qué es importante que la memoria histórica incluya a niños, niñas y adolescentes?

“Es importante la pedagogía para fortalecer la memoria histórica porque los jóvenes de estas nuevas generaciones corren el riesgo de olvidar y volver a repetir una historia tan dolorosa que sumió a este municipio durante años en el atraso y en el olvido por parte del Estado.

La memoria histórica hay que trabajarla obligatoriamente con niños, con jóvenes, con adultos, porque un pueblo que olvida su pasado está condenado a repetirlo y no nos podemos dar el lujo de volver a caer en los errores del pasado, que han devastado no solamente este municipio, sino todo el país”.

Usted es maestro de español. ¿Cuál es la importancia de fortalecer la lectoescritura en los jóvenes?

“Los ayuda a pensar otras ideas, a compartir más, a recrear lo que se ha aprendido y a proponer nuevas formas. Yo estoy completamente convencido de que eso no solamente pasa con la lectoescritura, sino con el arte en general”.

¿Creé que a través de la escritura se puede hacer catarsis sobre los hechos violentos en su territorio?

“Es una de las mejores formas que existen para que un pueblo haga catarsis, pues Colombia, desafortunadamente, ha demostrado que tiene muy mala memoria. Inclusive, hechos como la masacre de las bananeras: a pesar de que García Márquez lo saca a relucir en Cien años de soledad, hoy en día hay muchas personas que dicen que no pasó, que eso es sencillamente algo macondiano, como quien dice, no existe”.

¿Cuáles cree que son los retos más grandes que tiene la educación rural?

“Los retos de la educación rural son bastantes. A los docentes nos toca ingeniárnoslas todo el tiempo, porque hay muchos aspectos que no son fácilmente superables. La infraestructura, el tiempo de los chicos —porque Caicedo es un pueblo cafetero y a muchos les toca ausentarse durante la temporada de cosecha—, lo lejos que quedan las mismas escuelas o que muchos de ellos tienen que sostener a sus padres, en fin… Si nos ponemos enumerar la cantidad de retos, creo que no acabamos”.

¿Y qué oportunidades ve en la educación rural?

“También tiene sus ventajas, sobre todo que son jóvenes que no están contaminados todavía, como los jóvenes de las grandes ciudades, por el estrés y el afán acumulativo que prácticamente nos ha llevado al país entero a la debacle”.


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Diana Yucuma: “Biblioteca y memoria casi son sinónimos”

“Biblioteca y memoria casi son sinónimos”: Diana Yucumá

Diana Yucuma: “Biblioteca y memoria casi son sinónimos”

Autor

CNMH

Foto

CNMH

Publicado

15 mayo 2020


Maestros y maestras: historias del territorio que inspiran

En el Día del Maestro queremos reconocer las diversas formas de hacer pedagogía de la memoria histórica. En esta entrevista, Diana Yucumá, quien ha sido profesora en la Universidad Javeriana y hoy está al frente de la Red de Bibliotecas de Colsubsidio, nos habló sobre el papel de las bibliotecas como lugares de construcción de memorias colectivas.

Si quieren conocer más historias de maestros y maestras que trabajan por la memoria, los invitamos a visitar nuestras redes sociales.

¿Por qué es importante la pedagogía para fortalecer la memoria histórica?

“Nos permite aplicar metodologías para lograr que las personas puedan conversar sobre sí mismas, generando espacios de confianza en donde se sientan reconocidas y valoradas, y así conocer su historia personal, sus alegrías, tristezas, miedos, recuerdos.

También nos ayuda a sistematizar la información, extraer los asuntos relevantes, organizarlos, registrarlos y dar paso a la construcción de las memorias colectivas. También nos permite, proponer procesos de socialización de esta memoria histórica, como la creación de productos culturales: libros, videos, podcasts, exposiciones, entre otros, que quedan como legado para las actuales y futuras generaciones”.

¿Qué estrategias de apropiación de la memoria histórica ha usado en su labor?

“Cada ejercicio parte de generar espacios de diálogo con la comunidad. Consultamos documentos para conocer problemáticas e intereses, y ahí afloran temas como el desplazamiento, las migraciones, las violencias de género, los conflictos entre vecinos, una infinidad de situaciones. Hacemos mesas de trabajo, entrevistas, visitas, identificación de personas, registro audiovisual, entre otros, para tener suficiente información que nos permita pasar a procesos de construcción de y sistematización de memoria.

Allí iniciamos con la sistematización y análisis de esa información: qué queremos decir, cómo lo vamos a presentar, cómo queremos que quede este legado. Y, finalmente, pasamos a un proceso de producción, que en algunos casos ha terminado generando libros, exposiciones, mapas, conversatorios, en fin, son variadas y diversas las formas para hacer esta producción”.

¿Por qué debemos promover que las bibliotecas sean espacios para la memoria histórica?

“Biblioteca y memoria casi se pueden considerar sinónimos. Las bibliotecas, desde que se crearon, conservan la memoria y el conocimiento. Nuestras bibliotecas están llenas de valiosísimos y fundamentales documentos de ciencia, matemáticas, historia, geografía, literatura de carácter universal que, por supuesto, deben estar, pero también han hecho un esfuerzo muy necesario por registrar la memoria local, que hace parte de esas pequeñas comunidades y que va a perderse si no se registra.

La biblioteca tiene una gran ventaja y es que acoge a todos sin excepción: escolarizados, no escolarizados, adultos y niños, personas que quieren ir a la biblioteca, personas a las que no les interesa ir a la biblioteca, y en esa medida puede tener tantas voces como públicos o personas que viven en una comunidad y construir y registrar historias y memorias diversas”.

¿Cómo incluir a todas esas personas desde sus tradiciones, necesidades y capacidades?

“Los procesos de construcción de memoria no son válidos si no participan las comunidades. Las bibliotecas proponen herramientas, pero quienes hacen el proceso son ellos. Por supuesto, no siempre las personas están dispuestas a participar, entonces nosotros buscamos que entiendan la relevancia de registrar y participar en este tipo de asuntos. Así identifican de qué quieren hablar, qué memoria es la que quieren construir, qué saberes quieren poner sobre la mesa.

Nada de esto se puede imponer desde la biblioteca. Para motivar la participación tiene que haber una posición muy humilde de parte del equipo que hace la mediación, muy respetuosa de esos saberes locales, que realmente tenga la posibilidad de establecer cuáles son esos hitos, esos asuntos clave que pueden abrir un camino hacia la memoria colectiva”.

¿Qué ha aprendido usted de sus estudiantes?

“Quien más ha aprendido en estas posibilidades de compartir el aula soy yo. Para establecer conversación con mis estudiantes necesito estar actualizada, conocer sus inquietudes, sus intereses, de tal forma que la clase no responda simplemente a un currículo, sino que esa información que yo traigo, desde la perspectiva de esas inquietudes y expectativas, empiece a cobrar sentido. No hay una posición de ‘yo enseño y tú aprendes’, sino que hay una posición de construcción de conocimiento colectivo.

Lo otro que aprendo es que ellos, al igual que todos nosotros, tienen unas luchas diarias. Muchas de las estudiantes son madres cabeza de hogar o ya tienen sus familias y además trabajan; entonces, enseñar también me permite reconocer estas situaciones propias del día a día y cómo cada uno se esfuerza por hacer de su vida algo más gratificante. Aprendo de ellos la disciplina, las ganas de seguir siempre adelante, de buscar un mejor futuro, de aportar a una sociedad”.

¿Alguna enseñanza o anécdota que nos quiera compartir?

“La que más contenta me pone es cuando me contactan estudiantes, luego de mucho tiempo de haberles dictado clase, y me hacen consultas, a través de un mensaje de WhatsApp, una llamada, un correo electrónico, y me piden que les ayude con una asesoría o que sea su evaluadora en algún proceso. Eso implica que algo pasó en esa relación de seres humanos. Se generó confianza y un reconocimiento con esa persona”


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