Etiqueta: Cine

Las migraciones: XVII Festival de Cine de Santa Fe de Antioquia

Noticia

Autor

CNMH

Fotografía

CNMH

Publicado

01 Dic 2016


Las migraciones: XVII Festival de Cine de Santa Fe de Antioquia

El XVII Festival de Cine de Santa Fe de Antioquia, del 7 al 11 de diciembre de 2016, explorará las “Migraciones”, temática social que se ha  convertido en un fenómeno mundial de grandes proporciones. La movilidad de personas entre países ha crecido considerablemente en las últimas décadas y seguirá en aumento. Los migrantes son  llamados los nuevos ciudadanos del siglo XXI. El cine como reflejo de la realidad ha sabido documentar este fenómeno  y lo ha  hecho de manera recurrente en las producciones mundiales de los últimos años. Estas obras retratan las implicaciones políticas, sociales y económicas del fenómeno: El desarraigo, la identidad, la vulnerabilidad de tantos seres humanos, la distancia, el desplazamiento. Son muchos los ejemplos de películas que han abordado este tema desde cientos de historias personales que le dan voz y rostro al drama de tantas personas, de tantos grupos humanos en desventaja.

Exilio en Colombia: primer puesto en América Latina y noveno en el mundo

Estos son los deshonrosos lugares que ocupamos en la lista de 10 países con mayor número de refugiados, ubicándose por encima de República Centroafricana y casi al mismo nivel de Irak, Myanmar y Siria

Este año el Centro Nacional de Memoria Histórica se suma a la propuesta del Festival y queremos extenderles la invitación a asistir y seguirlo a través de sus publicaciones y eventos y a reflexionar sobre la temática de este año, un flagelo que ha golpeado con fuerza a nuestro país como consecuencia directa del conflicto armado y con el que el CNMH ha venido trabajando desde 2015 junto con el Foro Internacional de Víctimas, para recuperar la memoria de exilio, de las voces que han retornado y garantizar el ejercicio de sus derechos civiles y políticos.

¿Qué peso tiene el desplazamiento forzado en la migración? Es una pregunta que vale la pena plantear si se tiene en cuenta que cerca de la tercera parte de la población migrante es desplazada forzosamente. 6.941.212 personas desplazadas internas por el conflicto armado registra ACNUR en Colombia. Pero además un gran porcentaje de estas, cerca de 413.325, han tenido que abandonar el país.

De acuerdo con la investigadora Rocío Londoño, en los datos de migración forzada y desplazamiento es claro que las tendencias migratorias mantienen las lógicas del siglo XX: la población que migra está compuesta predominantemente por mujeres y niños y las razones principales son búsqueda de trabajo y de oportunidades de estudio. Ahora, y especialmente en Colombia, se suman a ello las razones de protección de la vida -el desplazamiento forzado- obligando a familias enteras a dejar sus territorios. Y claro, todas las consecuencias que trae, como que la migración de jóvenes debilita el mercado laboral rural al irse buscando oportunidades donde con la minería y el petróleo o al enrolarse en lo grupos armados, que, como dice la investigadora, “Para muchos jóvenes es una opción de vida que puede ser más atractiva que el hacha y el machete en la casa de los padres sin remuneración y trabajando la tierra  solo por la alimentación”.

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Conoce los testimonios de las víctimas colombianas de exilio, cifras, noticias y el proyecto de investigación que está trabajando el CNMH. 

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Cine


Cine

¿Y dónde es el partido?

Noticia

Autor

Harold García

Fotografía

CNMH

Publicado

01 Jun 2018


¿Y dónde es el partido?

El próximo 5 de junio se estrena por Señal Colombia la serie documental “¿Y dónde es el partido?”, donde se relata las historias de ocho comunidades del país  y sus resistencias en la guerra a través del fútbol.


Juan Reyes hace lo posible por ir gran parte de la semana al barrio Miramar, en Buenaventura, donde se desempeña como profesor deportivo, una labor que, advierte, “puede minimizar la violencia”. Porque a los jóvenes “se les inculca principios, valores y amor al deporte, para que puedan tener una oportunidad más adelante por medio de la disciplina deportiva”. Este hombre afro y sonrisa ancha, que fue jugador profesional en los años 90, reconoce que la ciudad de Buenaventura, una de las más violentas en el país, se puede transformar al crear espacios deportivos dignos donde los jóvenes puedan practicar y fomentar sus capacidades. “Si no tenemos escenarios donde los niños, niñas y adolescentes puedan jugar fútbol es muy difícil”.

Y es que el barrio Miramar, como muchos otros en el país, le otorgó a un rectángulo improvisado lleno de arena y polvo el nombre de cancha. Allí los niños corren tras la pelota aprendiendo de la mano del profesor Reyes cosas como el compromiso, el compañerismo y la amistad, obvio sin dejar nunca de divertirse, porque el fútbol es diversión, así sea sobre un tierrero asfixiante. Pero no siempre ha sido solo esparcimiento, o negocio, también el fútbol es utilizado, así como lo hace Juan Reyes, en una herramienta de organización comunitaria. Y sino que lo diga la serie documental ¿Y dónde es el partido?, que se emitirá entre el 5 al 15 de junio, de martes a viernes con repetición del 18 al 27 de junio a las 8:30 p.m. por Señal Colombia. Una producción audiovisual sobre ocho comunidades del país, donde se relatan sus historias de supervivencia en la guerra a través del fútbol.

Aquí los televidentes encontrarán en estas ocho historias soluciones alegres, porque el fútbol es felicidad, a problemas insolubles en la cotidianidad de las regiones: problemas de salud, falta de carreteras, exigencias de vías públicas, educación y justicia. Redimir las ausencias que les ha dejado el conflicto armado por medio de la organización social, que se ve catapultada en escenarios de integración como el fútbol, una adicción, patear la pelota como niños, que los ha llevado a construir procesos de concertación y unión.

Ocho capítulos conmovedores donde se ven las fortalezas de los sobrevivientes al conflicto armado por medio de un deporte tan popular como el fútbol. Hay dos capítulos de comunidades indígenas (Atshintujkua de la Sierra Nevada de Santa Marta y Bocas del Yí en Vaupés); dos de mujeres (Corocito en Arauca y Buenaventura); otro de la Asociación de Trabajadores Campesinos del Carare (ATCC), comunidad ganadora del Premio Nobel Alternativo de Paz en 1990; uno de un árbitro en El Tambo (Cauca); y otro sobre la Fuerza Pública en Bogotá. Un recorrido geográfico a través de la importancia del fútbol para hacerle frente a la violencia. 

Ni el fútbol se salvó de la guerra

A pesar que el mundo cada cuatro años, por esta época, entra en la fiesta del fútbol a causa del Mundial, en estos territorios el fútbol nunca deja de ser un motor de empuje en la resolución de los problemas, pero también ha sido un punto de ataque por parte de los grupos armados. Por ejemplo en Corocito (Arauca) la guerra llegó vestida de infamia la noche del 8 de febrero de 2003. Los paramilitares del Bloque Vencedores de Arauca, al mando de alias el ‘Cantante’ y ‘Cero Tres’, se tomaron el pueblo y –amenazando, golpeando sembrando miedo- desplazaron a la comunidad dejando a su paso 12 personas asesinadas, entre los que se encontraban, en su mayoría, integrantes del equipo de fútbol de Corocito. “La idea era clara: fragmentar la comunidad y acabar con lo que más nos unía”, dicen los sobrevivientes que retornaron de nuevo a sus tierras.  

Algo parecido, desgraciadamente, sucedió con 12 jóvenes en Punta del Este, Buenaventura, a pocos metros del barrio Miramar. Una masacre que enlutó a la comunidad el 19 de abril de 2005. Los muchachos fueron engañados para jugar un partido de fútbol, por el que le pagarían 200 mil pesos a cada uno, pero en vez de encontrar un balón para patear y divertirse, hallaron la muerte. Según un vídeo de la Fundación Rostros & Huellas, “esta masacre fue llevada a cabo por estructuras de la estrategia militar encubierta de tipo paramilitar cuando se aplicaba la política de Seguridad Democrática”. 

Los indígenas de Bocas de Yí, en Vaupés, también se vieron afectados. Su comunidad era un lugar de paso constante por parte de la guerilla de las Farc. Así aprovecharon su poder violento para reclutar a los jóvenes de la zona, lo que, de paso, generó que se creara el estigma de que esa comunidad indígena era afín al grupo armado.

Tal vez la guerra ha sacado los momentos más degradantes de nuestra historia. Masacres, violaciones a los derechos humanos, desapasiones forzadas, secuestros, niños que han dejado su infancia por empuñar armas. Pero tanto dolor y resistencia impulsó a comunidades como la ATCC en La India (Santander) a promover la paz, a dejar a los civiles fuera de la guerra: “Ni con ustedes, ni con ellos; nosotros solos”, es el lema que han difundido desde el 24 de mayo de 1987, que se reunieron con la guerrilla de las Farc, con el objetivo de dejarles claro que ellos no harían parte de su guerra. Acto que después repitieron con los paramilitares al igual que con el Ejército Nacional. Esta gesta los llevó a recibir el Premio Nobel de Paz Alternativo en 1990. 

Algo en común que tienen estas cuatro regiones del país es que han encontrado en el fútbol la manera de afrontar las dificultades que impuso la guerra. Se han reunido alrededor del balón para fortalecer sus organizaciones sociales y para solucionar las indiferencias porque siempre será mejor que lleguen balones para divertirse que armas para matarnos. Y esto es lo que veremos este año en la serie documental ¿Y dónde es el partido?

“Llegar a esta zona cargado de balones no cargado de armas, si yo pongo a escoger a los jóvenes ellos van a escoger el balón”, concluye Juan Reyes.

Publicado en Noticias CNMH



ATCC, Buenaventura, Cine, Fútbol

Cine para entender y defender nuestros derechos

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Autor

Jairo G. Sarmiento Sotelo

Fotografía

CNHM

Publicado

14 Ago 2018


Cine para entender y defender nuestros derechos

Estos son nuestros recomendados en la quinta versión del Festival Internacional de Cine por los DDHH de Bogotá. Entre ellos, “Voces Incómodas”, la historia de resistencia de la población LGBT de Chaparral, Tolima, violentada por todos los grupos armados.


Hace cinco años un grupo de cineastas decidió abrir un espacio para promover y exponer las luchas por los derechos humanos en Bogotá. Así nació el Festival Internacional de Cine por los Derechos Humanos, el fruto de una incansable búsqueda por darle ventana a otro tipo de historias y de reflexiones, que estaban quedando relegadas en los circuitos comerciales.

Hasta el 16 de agosto el Festival estará en seis ciudades (Bogotá, Soacha, Medellín, Cartagena, Barranquilla y Pereira) y cinco municipios con 60 películas, 30 invitados nacionales e internacionales, conciertos, talleres de formación, actividades culturales. La entrada a todas las actividades es gratuita.

Según Diana Arias, directora del festival, explica que en esta quinta versión el festival le está rindiendo un homenaje a los líderes sociales, a quienes han perdido sus vidas por defender sus territorios y sus causas, los mismos que los inspiraron para fundar el festival.  Puede consultar la programación aquí.

Estos son nuestros recomendados:

Martes 14 de agosto

Mujeres del caos venezolano

Dirección: Margarita Cadenas
Largometraje documental internacional – 93 minutos – Venezuela

Este largometraje retrata la situación en Venezuela a través de las historias de cinco mujeres, sus miedos, sus penurias y su odisea diaria. El documental se ha presentado en Praga, Ginebra, Londres, La Haya, Frankfurt y  Copenhagen.

Hora y lugar: 7:00 pm en Uniandinos (Calle 92 # 16-11) de Bogotá. Después de la función habrá un conversatorio entre la Directora y Daniel Lineros, Director del IEPRI de la Universidad Nacional de Colombia y posteriormente habrá un cóctel.

Miércoles 15 de agosto

El síndrome del vinagre

Dirección: David Aguilar Iñigo · Pello Gutiérrez Peñalba
Largometraje documental internacional – 60 minutos · España

Este largometraje muestra la lucha de las mujeres de las comunidades indígenas de Guatemala, quienes buscan los restos de las aproximadamente 200.000 personas que desaparecieron y fueron ejecutadas durante la guerra civil, al mismo tiempo que buscan a los responsables del genocidio.

Hora y lugar: 6:00 pm en el Auditorio Fundadores de UNITEC (Calle 73 #20A-52) de Bogotá.

 

Jueves 16 agosto

Dr Diaz

Dirección: Benoit Desjardins
Cortometraje internacional – 27 minutos – Canadá

Este cortometraje es la historia de el Dr. Díaz, un médico que fue expulsado de Colombia por su participación en la defensa de los derechos humanos y ambientales. Ahora vive en Canadá y trabaja en el Hospital General. Sin embargo, su lucha persiste en la distancia.

Hora y lugar: 1:00 pm en la Cinemateca Distrital de Bogotá.

 

Recomendado especial

Voces Incómodas

Dirección: Asociación Chaparral LGBT Diversa
Cortometraje documental nacional – 19 minutos – Colombia

Este largometraje le da la voz a la población LGBT de Chaparral, Tolima, que fue víctima de una violencia direccionada y sostenida, por parte de todos los grupos armados. Este  proceso ha sido acompañado y documentado por el Centro Nacional de Memoria Histórica.

La proyección irá acompañada de un conversatorio titulado ““La comunidad LGBT como sujeto de reparación colectiva”, donde participarán: Alejandra Vera, mujer trans miembro de la Asociación Chaparral LGBT Diversa; Alanis Bello, investigadora del CNMH; Camila Esguerra Muelle, investigadora posdoctoral cider de la Universidad de Los Andes. Modera Natalia Herrera Durán, editora de Colombia 2020.

Hora y lugar: 6:00 pm en Uniandinos (Calle 92 # 16-11) de Bogotá.

 


Cine, DDHH, LGBTI, Venezuela

Representando el conflicto: Noche de Estrellas

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Autor

Pablo Burgos

Fotografía

Pablo Burgos

Publicado

16 Ago 2018


Representando el conflicto: Noche de Estrellas

Noche de Estrellas, que se estrena el próximo 18 de agosto, es un corto audiovisual dirigido por Pablo Burgos, el cual personifica uno de los temas más crueles del conflicto armado en  el corregimiento de Puerto Venus,  municipio de Nariño, Antioquia: el asesinato, por parte de las FARC, de José Bianey Montoya uno de los jóvenes más queridos dentro de la comunidad.


En el transcurso de dos años se realizaron talleres de formación actoral con los habitantes del corregimiento de Puerto Venus. La dedicación, ganas y convicción por representar lo que la guerra había hecho con ellos, los llevó a convertirse en los protagonistas de este corto audiovisual que retrata una historia sobre lo que la guerra provocó en el municipio de Nariño. Y es que según el Registro Único de Víctimas, entre 1997 y 2005 fueron asesinadas 907 personas en Nariño, Antioquia.

Hablar del municipio de Nariño, en Antioquia, es relatar la crudeza de la guerra. Es escuchar los relatos de sus habitantes recordando cómo la violencia se apoderó del municipio. En 1999, por ejemplo, la guerrilla de las FARC cometió una toma, a sangre y fuego, donde cerca de 300 hombres fuertemente armados atacaron al pueblo y destruyeron la Alcaldía, la estación de policía y asesinaron a 16 personas entre el 30 de julio y el 1 de agosto. Elda Neyis Mosquera García, alias ‘Karina’, ex jefe guerrillera del frente 47 de las FARC fue la responsable de esta masacre.

El dolor de los habitantes de Nariño se ha transformado en esperanza. Un ejemplo de ello es Noche de Estrellas que surge de una iniciativa de creación colectiva de la comunidad del corregimiento de Puerto Venus, dentro de su proceso de reparación colectiva. En el documental actúan jóvenes de Nariño mientras de fondo se va escuchando la voz de Roberto Montoya a quien la guerrilla le asesinó su hijo José Bianey Montoya en el año 2002. Su voz pausada relata lo que la guerra nos ha quitado, pero al mismo tiempo es la esperanza por un nuevo país. “A mí me tocó ayudarle a mi hijo al buen morir”, dice Roberto, “mi Dios me dio valor”.

De este modo del 17 al 19 de agosto se llevará a cabo la muestra audiovisual “Noche de estrellas”, en Puerto Venus, Antioquia. Una iniciativa propuesta y realizada por la comunidad y la Corporación Cinema Realidad, con apoyo del Centro Nacional de Memoria Histórica. Allí será presentado oficialmente el corto que relata esta historia del municipio de Nariño, además de otras piezas audiovisuales realizadas a nivel nacional que dan cuenta del conflicto y la memoria en el país.

Vea la programación completa de la muestra de cine en Puerto Venus, Antioquia

 

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Cine, Farc

Primer Plano: conversación sobre cine y memoria en Cali

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Autor

CNMH

Fotografía

CNMH

Publicado

07 Nov 2017


Primer Plano: conversación sobre cine y memoria en Cali

Cali

Lugar: Universidad del Valle – Meléndez, 
Auditorio Luis Ángel Zapata, Biblioteca Central
Fecha: miércoles 8 de noviembre de 2017 
Hora: 2:30 p.m. a 4:00 p.m. 
Entrada Libre

El próximo 8 de noviembre, como parte de la programación del noveno Festival Internacional de Cine de Cali, se llevará a cabo el último Primer Plano de 2017. Esta vez la conversación será sobre la relación entre cine y memoria. 

Primer Plano es un espacio de diálogo creado por el Museo Nacional de la Memoria del Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH). Buscamos profundizar la relación del arte con la memoria histórica en el contexto de conflicto armado en Colombia y el proceso de construcción de paz que vive el país. 

Cada conversatorio reúne a representantes destacados en distintos campos del arte para que expongan y debatan sus planteamientos sobre los retos que hoy les plantea el contexto colombiano a los procesos de creación. Este año, Primer Plano estuvo en Bogotá hablando sobre teatro, y en Medellín, con una conversación sobre artes plásticas. 

En 2017, quien conduce las conversaciones es Sandro Romero Rey, autor, escritor y dramaturgo caleño, director del programa de Artes Escénicas de la ASAB en Bogotá. 

Primer Plano: cine busca abrir la discusión sobre la representación audiovisual en el terreno de la memoria. Nos interesa abordar temas que van desde la dimensión ética y estética de las imágenes que narran el conflicto armado hasta las formas de generar compromiso político por parte del espectador, pasando por los dilemas alrededor de las narrativas periodísticas y su posible incidencia en las dinámicas de violencia y construcción de paz. 

Los invitados a esta conversación son Guillermo Pérez La Rotta, filósofo y documentalista interesado en la identidad latinoamericana, y Manuel Silva Rodríguez, docente e investigador de temas relacionados con el cine, la estética y la literatura. 

Para aportar más elementos a la conversación, se proyectará el corto documental “La última trinchera”, de Ramón Campos Iriarte, que explora las razones, preocupaciones y contradicciones del ELN, la última guerrilla que sigue en armas en el continente y con quien el Gobierno colombiano adelanta un proceso de diálogos que logre la dejación de sus armas. 

Publicado en Noticias CNMH



Cali, Cine, Memoria

“The forgiven”: detrás de la justicia transicional

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Cortesía

Publicado

20 Nov 2018


“The forgiven”: detrás de la justicia transicional

Imagínese tener enfrente a su verdugo, quien le causó un daño irreparable a usted y su familia. Sentir el rencor y el odio corriendo por sus venas al ver esa persona, verla caminar impune, como si nada, culpable de los mayores vejámenes, o por el contrario encerrada en una cárcel, sin el más mínimo sentimiento de culpa o arrepentimiento. ¿Usted qué haría?


Por: Jairo Gustavo Sarmiento Sotelo

Ahora imagínese que ese verdugo decide hablar, después de tantos años de sufrimiento e incertidumbre. Decide darle la cara y confesarle qué ocurrió con las personas desaparecidas, el paradero de sus restos óseos y el porqué de estos crímenes. ¿Usted qué haría?

Para aproximarse a este escenario, la película “The forgiven” se remonta a los años posteriores al “Apartheid” y a la labor de la Comisión para la verdad y la Reconciliación en Sudáfrica. Allí, el arzobispo Desmond Tutu, director de esta Comisión, se reúne con un exoficial de la Fuerza de Defensa, quien siendo culpable y testigo demúltiples crímenes de lesa humanidad le escribe una carta al cura desde la cárcel, pidiendo una amnistía a cambio de confesar todo. Sin embargo, el propósito de Piet Blomfield, el ex oficial, no es más que insultar al Padre y recriminarle por su labor, además de vanagloriarse y justificar sus crímenes. Así, transcurren diferentes reuniones entre los dos, hasta que Blomfield, en un suceso inesperado, decide tomar en consideración confesar los hechos.

Hace poco los familiares de los diputados del Valle del Cauca, secuestrados y años más tarde asesinados, hablaron en la JEP, manifestaron el alivio que sintieron cuando las FARC les pidió perdón. Sin embargo, exigen que se haga justicia y se sepa la verdad, que los conocedores del secuestro declaren en este caso y señalen quienes están detrás de este crimen. Mientras tanto, el colectivo de las Madres de Soacha ha asistido en repetidas ocasiones a la Comisión de la Verdad a resaltar la importancia de una verdad profunda, que no señale solamente a las instituciones responsables sino a los seres humanos detrás de cada caso.

Ahora más que nunca “The forgiven” es un reflejo de la situación que se vive en Colombia. Esta película nos muestra cómo a las víctimas poco les importa que sus perpetradores estén libres o en la cárcel mientras la verdad no se sepa. Lo que más desean las víctimas es la verdad, en la cara, así duela y desgarre el alma, pero que les quitará una carga de años de incertidumbre y martirio.

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Cine, Cine+Memoria, Comisión de la Verdad, JEP, The Forgiven

¡Este mes estrenaremos cuatro documentales!

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Publicado

07 Feb 2019


¡Este mes estrenaremos cuatro documentales!

A partir de este viernes 8 de febrero lanzaremos un documental semanalmente, a través de nuestros medios y redes sociales. Este primer ciclo de “Cine + Memoria” está dedicado a producciones realizadas con las comunidades del Canaán (Magdalena), El Tigre (Putumayo), El Palmar (Nariño) y El Rosario (Nariño). ¡Prográmense con nosotros!


El lenguaje audiovisual ha sido clave en nuestra misión de reconstruir las memorias del conflicto armado colombiano. Formatos como el documental y el reportaje nos han permitido recoger lo que dejó la guerra, pero también narrar a las comunidades que creen y están trabajando por la vida, la reconciliación, la reparación, la memoria.

Este mes lanzaremos en “Cine + Memoria” cuatro documentales que nos llevan a regiones del país muy diversas: el Canaán (Magdalena), El Tigre (Putumayo), El Palmar (Nariño) y El Rosario (Nariño). Los invitamos a recorrer sus paisajes, los rastros que dejó la guerra en esos lugares, y las historias valientes de sus pobladores que trabajan incansablemente por una Colombia más justa y digna. Estos documentales fueron realizados como medida de satisfacción del Plan Integran de Reparación Colectiva de estas comunidades.

 

8 de febrero: “El Tigre no es como lo pintan”

Al ingresar en los buscadores de internet las palabras “El Tigre, Putumayo”, ninguno de los primeros resultados está relacionado con sus fiestas patronales, ni las playas del río Guamúez, ni la figura de un jaguar amazónico o “tigre”, como sus habitantes le llaman. Lo primero que identifica internet, en relación con estas palabras, es la masacre que tuvo lugar en aquella inspección el 9 de enero de 1999. Por eso este corto documental, elaborado por el CNMH dentro del Plan Integral de Reparación Colectiva de esta comunidad del Putumayo, presenta el “nuevo color” de El Tigre. En este corto el espectador podrá acercarse a una población que después de ver la guerra de frente, logró fortalecerse y crear una identidad más allá de los estigmas que quiso imponerles el conflicto armado.

15 de febrero: “Esmeraldas, la fe que persistió a pesar de la guerra”

¿Cómo vive una comunidad a la que la guerra le dejó la marca de “auxiliadores de la guerrilla”? En este documental los habitantes del corregimiento de Esmeraldas, ubicado en el municipio de El Rosario, Nariño, cuentan cómo el sentido comunitario y sus creencias, celebraciones y lugares religiosos, fueron esenciales en tres etapas de su historia: la conformación del pueblo, la resistencia al conflicto armado, y la reparación de los daños, luego de la salida de los paramilitares y la guerrilla de las Farc de su territorio. El corto fue realizado por el CNMH y la comunidad de Esmeraldas, en el marco de las medidas de satisfacción del Plan Integral de Reparación Colectiva.  

22 de febrero: “Los colores de El Palmar”

En el Palmar, corregimiento de Leiva, Nariño, siempre hay niebla. Y a veces es tan espesa, que es imposible ver la montaña de colores que vigila a esta población. Allí históricamente han estado presentes grupos armados de todas las denominaciones. Y esas dinámicas de la guerra llevaron a algunos habitantes a sembrar hoja de coca para subsistir en el territorio y, al mismo tiempo, poder mantener sus cultivos tradicionales de café y lulo. En este documental, realizado por el CNMH y la comunidad de El Palmar como parte de su Plan Integral de Reparación Colectiva, los habitantes de esta población nos hablan de sus sueños, de sus propias ideas para que la sustitución de cultivos sea una realidad, y de la manera en que están reescribiendo su historia.

1 de marzo: “Canaán, templo y cuna de campesinos”

“Los que nos quedamos aquí no supimos lo que sufrieron los que se fueron. Y los que se fueron no supieron lo que vivimos los que nos quedamos aquí, aguantando la violencia”, dice un habitante de Canáan, municipio de Chibolo, Magdalena, quien también es protagonista de este cortometraje documental realizado entre la comunidad y el CNMH dentro del Plan Integral de Reparación Colectiva. La voz de este poblador del Canaán, es al mismo tiempo la voz de decenas de personas que fueron víctimas de desplazamiento forzado. Y la voz de aquellos que, a pesar del miedo, se resistieron a dejar su territorio. Todos ellos se encuentran en este documental para narrar a la Canaán de hoy: una tierra de abundantes flores que ellos mismos demoninan “templo y cuna” de campesinos.  

 

Publicado en Noticias CNMH

 



Cine, Documental, El Tigre, Magdalena, Memoria, Nariño, Putumayo

Tres iniciativas de excombatientes que están construyendo paz con arte

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Autor

Camilo Ara

Fotografía

Camilo Ara

Publicado

18 Feb 2019


Tres iniciativas de excombatientes que están construyendo paz con arte

Los invitamos a recorrer tres proyectos de memoria histórica, que nacieron en los Espacios Territoriales de Capacitación y Reincorporación para exmiembros de las Farc. Un documental, una obra de teatro y unos murales, que narran tres visiones de la vida después de las armas.


Los Espacios Territoriales de Capacitación y Reincorporación (ETCR), para excombatientes de las Farc, se han convertido en lugares de encuentro y creación. Allí, algunas personas han dado, literalmente, un paso de las armas al arte para contarle al país que es posible convivir sin hacernos daño, sin matarnos los unos a los otros.

El Centro Nacional de Memoria Historia (CNMH), por medio de las Iniciativas de Memoria, acompañó durante 2018 tres proyectos artísticos desarrollados por excombatientes de esa guerrilla. Con cámaras de video, brochas, pintura y danza, estas personas narraron su pasó de la violencia a la convivencia.

Un documental

  • Yorli, excombatiente de las Farc, es una de las protagonistas del documental “Nunca invisibles, mujeres farianas, adiós a la guerra”.

  • Yorli, excombatiente de las Farc, es una de las protagonistas del documental “Nunca invisibles, mujeres farianas, adiós a la guerra”.

  • Yorli, excombatiente de las Farc, es una de las protagonistas del documental “Nunca invisibles, mujeres farianas, adiós a la guerra”.

  • Mural en el parque central de Orito, Arauca.

Una mujer joven sonríe, alza un bebé. Es un niño. También sonríe. Son madre e hijo. Ella relata su historia de vida: el antes, el durante y el después de ingresar a la guerrilla de las Farc, las circunstancias que la llevaron a tomar esa decisión. Sentada, ahí, ahora como excombatiente, comparte sus relatos y hace memoria.  

—Nosotras que somos las protagonistas de esta lucha, que hemos estado allí… además de ser mamás también podemos ayudar a construir una sociedad nueva.

Es Yorli. Habla sin disimulo, mirando fijamente a la persona que la está entrevistando. Su relato, junto al de otras cuatro compañeras y la hija de dos exintegrantes de las Farc, hacen parte del documental “Nunca invisibles: mujeres farianas, adiós a la guerra”. Seis historias de vida y un único propósito: visibilizar las distintas experiencias y trayectorias de las mujeres en la guerra y su paso a la vida civil. El adiós a las armas. Un documental hecho por ellas, producto de un proceso de encuentro, escucha y conversación.

Los acentos marcados, las diferentes entonaciones, dejan ver que son de latitudes distintas. También sus rasgos muestran la diversidad de Colombia: indígena, afro, mestizas. Todas coinciden en que quieren convivir como iguales. Ese mensaje también lo han enviado otras decenas de mujeres que pertenecieron a esa guerrilla. Según el Censo socioeconómico de las FARC, realizado en el 2017 por la Universidad Nacional de Colombia a 10.015 exguerrilleros, las mujeres representaban el 23% en ese grupo armado.

Las memorias de Mariana, Patricia, Esther, Nancy, Yorli y María Alejandrareflejan los deseos de muchos, que vivieron inmersos en confrontaciones armadas. De mujeres que desean convivir en un país en paz, donde quepan las diferencias, donde no se extermine al que piensa diferente. “Nosotras como mujeres nos interesa mucho aportarle la verdad desde lo que fue nuestra vida militante. No todas las mujeres que hicimos parte de las Farc nos alzamos en armas, otras cumplían más unos papeles de tipo político y clandestino, entonces también decidimos que estas mujeres merecían ser reconocidas… Por eso decimos ‘adiós a la guerra’, dejar atrás las armas y hacer política por las vías legales”, explica Liliany Obando, gestora de la iniciativa “Nunca invisibles”.

Vea el documental “Nunca invisibles: mujeres farianas, adiós a la guerra”.

A 750 kilómetros al norte del Espacio Territorial de Capacitación y Reincorporación (ETCR) Antonio Nariño (Icononzo, Tolima), donde estas mujeres grabaron “Nunca invisibles”, se encuentra otra experiencia de arte realizada por excombatientes. Está en Arauquita, municipio de Arauca. Allí se escucha en coro decir:

Comenzamos esta noble historia
que pasó en la vida de Colombia.
De la guerra venimos
y a la paz caminamos,
pero para ello reclamamos
nos presten toda su atención…
y al final sólo esperamos
que al comprender lo sucedido,
logremos entre todos…
la reconciliación.

Se trata de la iniciativa de memoria “Desde el arte araucando caminos de reconciliación”, realizada por miembros del ETCR Martín Villa. “Araucando” es un neologismo: una palabra creada por los integrantes de este proyecto, para nombrar lo que hacían en búsqueda de la reconciliación. Una metáfora basada en dejar las armas para empuñar guitarras, tambores y pinturas, que invitan a trabajar desde la diversidad y el reconocimiento del otro a pesar de las contradicciones. “A través de la cultura hemos ido a muchas partes y hemos dado a conocer qué clase de personas somos y no como la humanidad creía que éramos. No somos inhumanos”, dice Alcides Silva, un afro con mostacho y mirada perdida.

Luego de un proceso de formación y reflexión sobre memoria histórica, nació la idea de una obra de teatro. “El montaje es una alegoría de vivencias de la guerra y la paz, en la que se muestran acontecimientos claves de la vida de tres excombatientes en el tránsito hacia este camino: dejación de armas, entrega colectiva de elementos u objetos de guerra y encuentro con sus familias. A través de ellos, van narrando sus vivencias en el marco del conflicto armado, mientras se ven enfrentados al dilema de continuarlo o tomar el camino de la paz”, explican los autores de este proyecto en el cuaderno “Desde el arte araucando caminos de reconciliación”, que también surgió en este proceso.

Richard Díaz, gestor de esta iniciativa de memoria, asegura que “a través del arte podemos aportar a la transformación política y social de país, en este caso de forma coyuntural al proceso de paz que estamos llevando a cabo. El arte ayuda a desinhibirnos; ayuda a terminar con temores de vernos al interior, de reflexionar, de acercarnos al otro. Nos ponemos en los zapatos del otro”.

Vea el vídeo en el siguiente enlace sobre esta iniciativa.

Unos murales

Al otro extremo del país, pasando de norte a sur, en Putumayo, está la fundación Caracolas de Paz. Allí, un grupo de mujeres viene trabajando (de la mano de la fundación Inty Grillos y habitantes del ETCR Heiler Mosquera de La Carmelita) en la iniciativa “La ruta del color y la memoria”: una intervención del espacio público a través de murales, que narran las historias de las personas LGBT en la guerra y que invita a los caminantes a hacer una reflexión sobre la reconciliación y la convivencia. Parte de las mujeres de este grupo se reconocen como mujeres lesbianas víctimas del conflicto armado.

Esta iniciativa posibilitó encuentros entre habitantes del Espacio Territorial de Capacitación y Reincorporación “Heiler Mosquera” de La Carmelita, y miembros de los sectores LGBT de Orito, Puerto Asís y Sibundoy. Diálogos que por décadas se pensaron imposibles, que permitieron reconocer los dolores y sufrimientos vividos en la guerra. En esos encuentros se exaltó, principalmente, la apuesta común por construir “una sociedad sin discriminaciones por razones de género, orientación sexual ni ideología política”, explica un cuadernillo que realizó la iniciativa.

Estas galerías a cielo abierto son otra prueba del arte como vehículo sanador de los odios y las marcas de la violencia, como una herramienta para la transformación social. “Este fue el escenario de un encuentro impensado en años atrás, de miradas que se cruzaron en un principio desde los recelos acumulados por la guerra, pero que terminaron en abrazos y sonrisas después de jornadas de trabajo que, desde el juego, el arte y la creatividad, activaron memorias individuales y colectivas que se entrelazaron en la construcción de cuatro murales pintados a múltiples manos”, explica La Ruta del Color y la Memoria.

Las enseñanzas

Durante décadas el país se dividió a causa de la violencia. La guerra nos envolvió en odios, rencores y muerte. Y muchos creyeron que el único camino para lograr sus objetivos, era el exterminio inequívoco de la diferencia. Pero hoy, después de que la guerrilla más longeva de Sudamérica dejó las armas, se abrieron nuevos caminos. Y ejemplo de ello ha sido el trabajo realizado con las experiencias artísticas de los excombatientes por medio de las Iniciativas de Memoria del CNMH.

Estas iniciativas nos han permitido tener “la certeza de la humanidad de los excombatientes y las excombatientes”, como explica Vladimir Melo, coordinador de las Iniciativas de Memoria del CNMH. Y continúa diciendo, que estos proyectos son una oportunidad para “reconocer a los guerreros como seres complejos en sus motivaciones, experiencias, expectativas. La importancia de construir una memoria plural, que integre las voces y los relatos de las distintas personas que han participado en el conflicto armado, para poder escucharnos y hacer viable la paz”.  

La semilla ya está sembrada y depende de la voluntad activa de la sociedad en general, para que ese proceso de germinación llegue a buen puerto. “Debemos darnos la oportunidad de escuchar las voces de quienes vivieron la guerra desde el otro lado. Por eso la memoria debe ser una aliada para la paz y la reconciliación; debe ser un puente que permita acercar a las víctimas y a los excombatientes en el propósito de comprender lo que pasó, y así aportar a la verdad, a la justicia, a la reparación simbólica y a la no repetición de los sufrimientos y crímenes que marcaron el doloroso camino del conflicto armado”, concluye Helga Bermúdez, investigadora del CNMH.

 

Publicado en Noticias CNMH

 


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