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III encuentro del CNMH con cooperación internacional

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CNMH

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CNMH

Publicado

14 May 2015


III encuentro del CNMH con cooperación internacional

Este miércoles se llevó a cabo el tercer encuentro del Centro Nacional de Memoria Histórica con los cooperantes internacionales. Estos encuentros son el espacio mediante el cual el CNMH le presenta a los cooperantes sus metas y objetivos para continuar el trabajo colaborativo.   


El evento fue convocado y dirigido por Gonzalo Sánchez, director del Centro Nacional de Memoria Histórica, y por Alejandro Gamboa, director de la Agencia Presidencial de Cooperación Internacional; y acompañado por Tatyana Orozco, directora del Departamento para la Prosperidad Social.

En el encuentro, Alejandro Gamboa resaltó cómo el Centro Nacional de Memoria Histórica hace parte de la estructura institucional del G8, un grupo de entidades estatales que no solo trabajan para construir la paz, sino que pueden “hacer un ejercicio de coordinación muy importante y dar señales de priorización claras a los cooperantes sobre la prioridad de la construcción de paz”.

Luego Tatyana Orozco propuso analizar en conjunto la hoja de ruta que han trazado las instituciones y sus cooperantes, sobre la construcción de la memoria histórica en el país. “Sabemos que estamos en un momento histórico, único, y que tenemos que utilizar todos los recursos para poder lograr la paz estable y duradera”. Finalmente, resaltó cómo la comunidad internacional ha sido fundamental en la elaboración de proyectos, políticas públicas e iniciativas que contribuyen a la construcción de la reconciliación en Colombia.

Gonzalo Sánchez habló de tres ejes centrales de la cooperación internacional: el museo y los lugares de memoria, los temas de esclarecimiento histórico y la territorialización de la memoria. A pesar de la importancia de cada eje, el énfasis se puso en el Museo Nacional de la Memoria como respuesta del Estado en su deber con las víctimas del conflicto y de toda la sociedad.

María Emma Wills, asesora del CNMH y miembro de la Comisión Histórica del Conflicto y sus Víctimas de la Habana, planteó que la memoria histórica sí es pertinente al ser una plataforma de ciudadanía capaz de dignificar y humanizar a las víctimas para que puedan reclamar todos sus derechos.

 


CNMH, Cooperación Internacional, Encuentro, internacional

“Nuestro compromiso es acompañar a las víctimas en su búsqueda de la verdad”

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CNMH

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César Romero para el CNMH

Publicado

29 May 2015


“Nuestro compromiso es acompañar a las víctimas en su búsqueda de la verdad”

El jueves 28 de mayo, en el Centro Cultural Gabriel García Márquez, fue presentado el informe Textos corporales de la crueldad. Gonzalo Sánchez, director general del Centro Nacional de Memoria Histórica, fue el encargado de darle apertura a este sentido evento en el que organizaciones, víctimas y el público asistente reflexionaron y recordaron a las miles de víctimas de desaparición forzada en Colombia. A continuación compartimos sus palabras:

“Hoy vamos a hablar aquí en Bogotá de una historia dolorosa pero poco conocida. Debemos hacerla pública, para cumplir con el compromiso que tiene el CNMH y el compromiso que tenemos como sociedad con todas las víctimas, y muy especialmente con aquellas que fueron las más duramente golpeadas, pero que han sido las menos visibilizadas y reconocidas. Con este informe titulado Textos corporales de la crueldad: memoria histórica y antropología forense, pretendemos romper el silencio sobre uno de los muchos crímenes que afectaron a la población caqueteña, hace ya 13 años.

El informe es un ejercicio de memoria histórica que tiene como escenario la Inspección de Puerto Torres, perteneciente al municipio de Belén de los Andaquíes  . No obstante, estas páginas esclarecen una historia atroz: la que subyace a la muerte, el rastreo y la exhumación de 36 cuerpos hallados por el CTI de la Fiscalía  en 2001 en Puerto Torres,. Y relata las acciones del Frente Sur Andaquíes del Bloque Central Bolívar de las Autodefensas Unidas de Colombia, que se instaló en el año 2000 en medio de una población con poco más de 500 habitantes para crear allí lo que por su estructura y funcionamiento puede ser designado como una “escuela de la muerte”: un lugar cuya existencia estuvo atada a otros modos de violencia no menos infames: el confinamiento y amedrentamiento de la población, la tortura, el asesinato y la desaparición forzada de personas.

Durante el proceso de paz del presidente Pastrana, al tiempo que se abrió una “zona de despeje” que para muchos entregó el norte del Caquetá al control de la guerrilla durante las negociaciones, el sur del Departamento fue literalmente “tomado” por el paramilitarismo, por varios frentes cuyos miembros provenían de Urabá y de otras regiones del norte del país. De tal manera, la región sufrió una nueva Conquista, que la dividió en dos, sin que se produjera un enfrentamiento directo entre ese norte “despejado” para la guerrilla y ese sur “tomado” por el paramilitarismo, sino a través de la población civil, que en medio de tan peligroso escenario fue duramente estigmatizada y victimizada, como le ha sucedido a tantas otras poblaciones en medio de la guerra.

En Puerto Torres —uno de los lugares afectados por la violencia paramilitar que se desencadenó en ese entonces en el sur del Caquetá—, toda la población fue vulnerada por parte de los paramilitares del Frente Sur Andaquíes. La suya fue una incursión prolongada que, en contra de lo aducido por este actor armado en otros territorios del país, no estuvo asociada a la expulsión de otro actor armado preestablecido o al previo señalamiento de sus habitantes como colaboradores de la guerrilla, sino al aprovechamiento de la condición marginal de este pueblo en la guerra para instalar con libertad oprobiosos mecanismos de terror. El confinamiento y el silencio impuestos a los habitantes de Puerto Torres, la convivencia forzada en sus casas con los verdugos, el desfile de la muerte por sus calles, la profanación de la escuela que de espacio de enseñanza ciudadana fue convertida en una escuela de la crueldad y la conversión en calabozo de la casa cural, son solo algunos de los hechos que dan cuenta de la violencia cotidiana sufrida por los belemitas de esta zona, en donde un pequeño caserío terminó “convertido en un gran cementerio con iglesia, escuela y campo de fútbol”, como lo refiere la investigadora Helka Quevedo, relatora de este informe.

La deshumanización, en un contexto de guerra degradada, llegó a extremos casi inimaginables en Puerto Torres, tanto por el carácter despiadado de los perpetradores como por el daño infligido a las víctimas. Allí, la tortura y la desaparición forzada fueron convertidas en rutina por parte de los emisarios de la muerte.

El perfil y el talante del victimario se revelaron en esta investigación, y de qué manera, en los cuerpos mismos de sus víctimas. La violencia ejecutada con crueldad y sevicia dejó huellas indelebles sobre los cuerpos o lo que quedó de ellos. Pero en este caso no solo hablaron los cuerpos. También la figura del victimario fue escuchada directamente en esta investigación, en la medida en que contribuyó a reconstruir, a partir de su propio conocimiento, el mapa de las atrocidades cometidas. Es uno de esos pocos casos de colaboración efectiva en el esclarecimiento por parte de los perpetradores.

Los 36 cuerpos exhumados en 2001 corresponden a 36 personas desaparecidas, de las cuales solo se han podido identificar plenamente 9. Lo que nos lleva a indagar acerca del significado de la desaparición forzada, ese reto enorme de vivir a la espera de respuestas, o a vivir en una altísima proporción de casos sin respuestas.

En primer lugar, hay que decir que la desaparición forzada es un evento con resonancias comunitarias: los amigos, los parientes, los vecinos… todo el mundo termina afectado. Obliga a las personas del entorno familiar a cambiar sus proyectos de vida. La desaparición forzada, pudiera decirse, es una especie de herida abierta en la sociedad, en la familia, en los círculos sociales, políticos y culturales de los sobrevivientes.

En segundo lugar, y por más doloroso que sea reconocerlo, la desaparición forzada dificulta la construcción de empatías sociales. La sociedad reacciona con cierta diligencia frente a la certeza, pero no frente a la incertidumbre. El desaparecido es socialmente una categoría difícil de precisar. Se configura como un no lugar: no está entre los vivos, no está entre los muertos. ¿Qué es entonces para la sociedad un desaparecido? El desaparecido es un sujeto “puesto bajo sospecha”. Para muchísimas de las personas que no han vivido el conflicto armado, que lo observan desde la distancia, el desaparecido es alguien que huye, es alguien que se esconde, o es alguien que abandona su hogar. Es una figura cercana a la del ilegal… No se inscribe claramente en el horizonte de las víctimas, puesto que carece de los criterios usuales de reconocimiento de una víctima; a saber: la materialidad del cadáver y la evidencia de una acción violenta cometida contra él.

Sin embargo, a partir de múltiples experiencias internacionales se ha podido establecer “la triple condición que implica la categoría desaparecido: la falta de un cuerpo, la falta de un momento de duelo y la de una sepultura” (Ludmila Da silva, “Sin cuerpo, sin tumba. Memorias sobre una muerte inconclusa”). Por años se extiende el dolor en el círculo cercano de la víctima, que espera, busca, espera, busca… (Ludmila Da Silva). La indeterminación dificulta la elaboración y el cierre del duelo.

En este contexto, el acompañamiento de la memoria se propone romper esa imagen distorsionada e interpelar a la sociedad o a la institucionalidad ausente o cómplice a hacerse cargo de su responsabilidad y solidaridad con quienes a menudo quedan solos en su ansiedad y su sufrimiento.

(Como lo ha dicho Sylvia Karl en “Rehumanizing the Disappeared”): En los discursos y prácticas de la desaparición forzada todavía predomina, más que una memoria colectiva o nacional, una contramemoria: la negación. De ahí que los objetos, las huellas, las pancartas, las fotos con los rostros de los desaparecidos, las siembras de árboles… cobren tanta importancia como elementos de recomposición de la identidad perdida o suspendida. El clamor por la verdad y la memoria, por la rehumanización, es la exigencia más vigorosa de esta forma de victimización. Cremar, enterrar, despedir, son rituales social y psicológicamente necesarios en la narrativa de los sobrevivientes.

La desaparición forzada es un crimen de lesa humanidad muy asociado a las dictaduras; por eso, en un país como Colombia —internacionalmente identificado como país de democracia— ha sido muy difícil visibilizarlo, pese a que su grado de ocurrencia y magnitud es totalmente comparable con esas experiencias extremas.

Por otro lado, la presencia cotidiana de los actores armados o de actores sociales o políticos involucrados en la violencia, y las tensiones comunitarias, son factores que inciden en la posibilidad de romper o no el silencio. El miedo a la violencia reiterada genera autocensura. El escenario regional tiende, por tanto, a ser mucho más limitante sobre la acción y la palabra que el espacio nacional, en el cual se encuentran variados recursos de conocimiento, de contactos y apoyos legales o políticos, incluso internacionales. El lanzamiento del informe en Florencia y Puerto Torres nos mostró lo importante que es para los familiares poder compartir las emociones y sentir el apoyo de organizaciones o instituciones de otras regiones. Una de las familias comentó allí: “nos sorprendió que hubiera gente de otros lugares que sin conocernos se interesara por nosotros, por nuestro dolor”.

El propósito del CNMH al hacer la triple presentación pública de este informe,  en Florencia,  en Puerto Torres, y hoy en Bogotá, responde al anhelo de fortalecer la capacidad de denuncia de la población que se ha visto afectada por el conflicto armado en la dimensión de la desaparición forzada de personas, y un intento por recuperar los lazos sociales e institucionales trastocados por la violencia y la indiferencia. Frente al silencio forzado, la recuperación de las condiciones para el ejercicio de la palabra es una tarea ineludible de dignificación comunitaria. Volver a hablar o comenzar a hablar es un derecho que todos debemos contribuir a proteger.

Los japoneses tienen la bella y elocuente costumbre de reparar con oro sus cerámicas rotas, resaltando con ello que la historia de los objetos queridos no es algo que se pretenda ocultar sino resaltar. A semejanza de esa práctica, el ejercicio de memoria realizado en Puerto Torres a través de la investigación forense no desaparece ni oculta las heridas sufridas por su población, aquellas que convirtieron a esa inspección en un sitio fantasmal y en un cementerio clandestino, sino que, por el contrario, la memoria de las exhumaciones reconstruye las heridas, las relieva en su sanación como una muestra de resiliencia: esa capacidad que tienen los seres humanos de recuperarse y hacerse más fuertes tras los quebrantos sufridos.

Las exhumaciones realizadas en Puerto Torres han tenido una fuerza desencadenante de investigación y esclarecimiento insospechada. Las instituciones y organizaciones aquí presentes dan cuenta de ello.  Se trata de una reconstrucción forense que irradia en el campo judicial, en el de los derechos humanos y en el personal. De hecho, las exhumaciones allí realizadas han sido una oportunidad para desenterrar la violencia y brindarles a sus víctimas la verdad que intentó ser ocultada por los perpetradores; una oportunidad para encontrar la identidad y con ello la historia de los restos inertes; una oportunidad para exhumar a esos seres humanos y darles una sepultura más digna. Las exhumaciones han sido, en ese sentido, una oportunidad para las familias de mitigar el dolor. Lo que sucedió en Puerto Torres sucedió en otros muchos sitios de Colombia que también están en la búsqueda de su cuerpo 36. Nuestro compromiso aquí y allá es acompañar a las víctimas en su dolor, en su coraje y en su búsqueda de la verdad que hoy todavía permanece enterrada.”

Gonzalo Sánchez Gómez

Publicado en Noticias CNMH



CNMH, Verdad, Víctimas

Experiencia de Sudáfrica visita al CNMH

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CNMH

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César Romero

Publicado

15 Jun 2015




Experiencia de Sudáfrica visita al CNMH

El pasado 27 de mayo, el señor Roelf Meyer, exministro sudafricano de Defensa y Asuntos Constitucionales de los gobiernos de Frederik de Klerk (último del apartheid) y Nelson Mandela, se reunió con Gonzalo Sánchez, Director General del CNMH. El objetivo de la reunión fue intercambiar impresiones sobre las experiencias de Sudáfrica y Colombia, particularmente en relación con el rol de la Fuerza Pública durante la construcción de paz y el posconflicto, y revisar la posibilidad de iniciar un proceso de asistencia técnica de Sudáfrica al CNMH. La delegación sudafricana insistió en señalar que en este momento Colombia está viviendo un momento crucial.

Publicado en Noticias CNMH

CNMH, Sudáfrica

En defensa de Carmen Fince Cuadrado

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CNMH

Fotografía

CNMH

Publicado

26 Jun 2015


En defensa de Carmen Fince Cuadrado

El Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH) rechaza el intento de asesinato contra Carmen Fince Cuadrado, -según versión directa de la comunidad recibida por el CNMH- líder de la organización Wayuumunsurat, Mujeres Tejiendo Paz, de Bahía Portete, y quien recibió de manos del presidente Juan Manuel Santos, en 2013, el informe ¡Basta Ya! Colombia: memorias de guerra y dignidad.

El pasado 23 de junio (en horas de la noche y frente a la casa de su hija, la abogada y defensora de derechos humanos Telemina Barros) un hombre de contextura joven se bajó de una motocicleta accionando un arma de fuego en contra Carmen. Los disparos los recibió su escolta, designado por la Unidad Nacional de Protección debido a las múltiples amenazas que ha recibido esta mujer. El pasado 18 de abril había manifestado estas intimidaciones. El esquema de seguridad reaccionó y se presentó un cruce de disparos. Uno de los atacantes resultó herido en una pierna y el otro, a bordo de la motocicleta, se fugó del lugar con rumbo desconocido.

Con gran preocupación el CNMH evidenció esta situación, que desde años atrás retratamos en el informe “Bahía Portete”, donde aproximadamente 40 paramilitares entraron a esta región del país, en La Alta Guajira, y con lista en mano torturan y asesinan a por lo menos seis personas, cuatro de ellas mujeres; profanaron el cementerio, saquearon y quemaron varias casas, generando así el desplazamiento forzado de más de 600 indígenas wayuu.

Este caso ilustra un patrón de violencia y tortura sexual contra las mujeres como mecanismo para arrasar y doblegar a miembros de un grupo étnico. Sin embargo, este es sólo un punto de partida para empezar a comprender las variadas formas de vinculación y afectación, desde una perspectiva de género, en el escenario del conflicto armado interno.

Desde hace seis meses la organización Wayuumunsurat y Carmen Fince, junto con la autoridad tradicional indígena Wayuu de Portete, lideran, impulsan y participan de un proceso de retorno a su territorio ancestral, luego de la masacre el 18 de abril de 2004 y el desplazamiento forzado de la comunidad.

Pero este año denunciaron más amenazas contra ellas. “Ahora hay muchas amenazas para que el retorno no se dé, y ya nosotros estamos dentro del territorio y de ahí no nos movemos, porque nosotros somos de ahí”, expreso Carmen en abril en entrevista con el CNMH. 

El CNMH insiste en su deber como precursor de memoria, comprometido con el derecho a la verdad y a la no repetición, y se une al clamor de todos los defensores de derechos humanos que son perseguidos en el país, para continuar gritando todos juntos: ¡Basta ya!

Publicado en Noticias CNMH



Carmen Fince, CNMH, Muerte, Mujeres

Paula Ila, la mirada internacional del CNMH

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CNMH

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CNMH

Publicado

29 Jun 2015


Paula Ila, la mirada internacional del CNMH

La construcción de memoria histórica de un conflicto armado puede parecer un tema bastante local en principio, propio de un país o un territorio. Sin embargo es un trabajo complejo, con muchas aristas y que requiere de diversas miradas, acercamientos y aprendizajes de experiencias internacionales.

Paula Andrea Ila es un buen ejemplo de esto. Esta argentina, de Buenos Aires, que tiene una larga trayectoria trabajando con organizaciones de Derechos Humanos, es asesora de la Dirección General del Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH) y tiene fuertes lazos profesionales y personales que la unen con Colombia y la reconstrucción de memoria. Desde los años 90, época en la que se sabía todavía muy poco del conflicto colombiano en otros países, Paula Ila empezó a estudiar  e investigar sobre el tema aún bajo las miradas escépticas de colegas y profesores. Sin embargo persistió en su empeño y hasta el día de hoy trabaja con memoria histórica del conflicto en Colombia, derechos y reparación de las víctimas, además de prestar su asesoría y coordinación en materia de cooperación internacional.

Y justamente por su buena labor y sus aportes es que ha sido seleccionada para recibir el reconocimiento que promueve el Gobierno a través del Departamento Administrativo  para la Prosperidad Social en el  Día Nacional del Servidor Público que se celebra este 30 de junio, con la presencia del presidente Juan Manuel Santos.

“La ética del servicio en lo público, la actitud de servicio, el buen desempeño y el compromiso  contribuyen cada día a la construcción de un mejor país”, así destaca el documento oficial las cualidades por las que un servidor merece dicho reconocimiento y por las que Paula Ila será homenajeada.

¿Qué hace entonces una argentina trabajando por la memoria histórica en Colombia? ¿Cómo es trabajar un tema tan complejo? ¿Cómo aportan los aliados y cooperantes internacionales al proceso de la reconstrucción de la memoria? ¿Qué perspectivas, retos y logros hay en este asunto? Paula Ila responde en esta entrevista especial.

Publicado en Noticias CNMH



CNMH, Construcción de la Memoria Histórica

Una gran alianza con la Casa de las Ciencias del Hombre de París

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CNMH

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CNMH

Publicado

29 Jun 2015


Una gran alianza con la Casa de las Ciencias del Hombre de París

Con la presencia del primer ministro de Francia, Manuel Valls, el Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH) y la Fundación francesa Casa de las Ciencias del Hombre (FMSH), firmaron el convenio para crear el Observatorio Internacional de Salida a la Violencia.


En la tarde del pasado jueves, en las instalaciones del Centro de Memoria Paz y Reconciliación del Distrito de Bogotá, donde el primer ministro francés, Manuel Valls, dio un recorrido para observar las diferentes exposiciones que tienen lugar allí, se dio la firma del convenio entre las dos entidades para la creación de dicho observatorio internacional: un programa científico de cooperación e investigación que busca conformar una plataforma de difusión y articulación de memoria histórica de conflictos armados, dictaduras y genocidios en el mundo. 

El director general del CNMH, Gonzalo Sánchez, compartió los objetivos y funciones principales de la entidad al Primer Ministro Francés, quien atento escuchó sobre el proceso de diseño del Museo Nacional de la Memoria, la recopilación y administración de los archivos de la memoria histórica y la difusión de las memorias de las víctimas del conflicto armado. 

Luego de la presentación, Gonzalo Sánchez y Michel Wieviorka, representante legal de la FMSH, dieron lugar a la firma del convenio en presencia del embajador francés en Colombia, Jean-Marc Laforêt; el Alcalde Mayor de Bogotá, Gustavo Petro; y Soraya Bayuelo, del Colectivo de Comunicaciones de Montes de María.

El Observatorio Internacional de la Salida a la Violencia busca también ser un referente para organismos públicos y privados en la investigación social de la memoria histórica.

La FMSH cuenta con más de 50 años de apoyo al sector educativo e investigativo público y privado en Francia, y con el CNMH viene desarrollando actividades conjuntas como la presentación, traducción y difusión del informe ‘Basta ya! Colombia: memorias de guerra y dignidad’ en Francia, tal y como se hizo entre el primero y el 10 de marzo de 2014

Es importante destacar además del Convenio que en la reunión entre Gonzalo Sánchez y el Primer Ministro se presentó el Museo Itinerante de Montes de María que apoyan conjuntamente el CNMH y Francia.

Luego de presenciar la firma del convenio, el primer ministro Manuel Valls escuchó a varias víctimas del conflicto armado colombiano que estuvieron en el lugar, donde admitió que conocer las historias de vida, de dolor y de resistencias de estas personas, le da más razones para apoyar los diálogos de paz como salida al conflicto armado en Colombia. 

 


alianza, CNMH, Francia

Medellín conversó sobre su ¡Basta Ya!

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Autor

Tatiana Peláez

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CNMH

Publicado

14 Jul 2015


Medellín conversó sobre su ¡Basta Ya!

Cerca de 250 personas asistieron el pasado 10 de julio en el Museo Casa de la Memoria de Medellín al evento de presentación del proyecto Medellín, ¡Basta Ya!, una iniciativa de la Alcaldía de Medellín y Corporación Región apoyada por el Centro Nacional de Memoria Histórica y el Ministerio del Interior.


A las 3:30 p.m. inició al evento con la intervención del vicealcalde Luis Fernando Suárez, quien inició disculpando la ausencia del Ministro de Justicia y del Ministro del Interior. Posteriormente recalcó que Medellín, a pesar de sufrir durante años una de las violencias más abrumadoras, ha sido capaz de entender que sí es posible superar las dificultades. “Para seguir avanzando y soñando necesitamos saber qué pasó y es eso lo que nos convoca hoy aquí”, señaló.

Gonzalo Sánchez, director del Centro Nacional de Memoria Histórica, destacó tres puntos claves sobre el sentido de esta investigación que se encuentra hoy en el desarrollo de la primera fase: es un reconocimiento de una ciudad como víctima, pero también de su resignificación; es un reconocimiento a las organizaciones sociales, de víctimas y de derechos humanos que han realizado una labor impresionante. Y es un reconocimiento a la institucionalidad local por impulsar y tomar la delantera para propiciar espacios de reconstrucción de memoria. Además, señaló la importancia que tiene esta investigación para conocer la complejidad del conflicto ocurrido en Medellín, pues “cuando se conoce la complejidad del conflicto se rompe con la simplicidad de las soluciones”.

Luego se dio paso a un conversatorio que lideró Daniel Botero, de Corporación Región. Allí Fabiola Lalinde narró desde su experiencia personal, a raíz del desaparecimiento forzado de su hijo Luis Fernando Lalinde, las formas como la violencia y el conflicto armado ha golpeado a miles de familias paisas.

Marta Inés Villa, directora de Corporación Región y coordinadora de esta investigación, explicó que en esta primera fase del proyecto, que irá hasta diciembre, se pretende lograr un acercamiento a los relatos y memorias de la población para poder vislumbrar qué es lo que ya se sabe del tema en la ciudad. Esto se debe a que el proyecto no inicia desde cero, explicó, pues Medellín ya cuenta con un acumulado importante de información y conocimiento. El próximo año, en una segunda fase, el objetivo será identificar aquellos hitos de memoria en la ciudad en términos de conflicto armado y relatarlos.

Lucía Gonzalez, directora del Museo Casa de la Memoria, insistió en la importancia de hacer memoria en medio del conflicto. “Las víctimas con sus relatos nos salvan. Advierten que ese dolor no se puede volver a repetir más. No es posible continuar de la misma manera y es necesario decir ¡Basta Ya!”, afirmó.  Además, señaló que en el informe que resulte de esta investigación no se va a contar la historia, sino que será un relato que deberá seguir enriqueciéndose en el tiempo.

Finalmente, Rafael Grasa, miembro del Comité Asesor que acompañará esta investigación, habló sobre las cosas que deben pedirse y esperarse de un ¡Basta Ya!: “reconocibilidad” y reconocimiento; dignificación; construir polifonía de narrativas y relatos; ser un elemento de garantía de no repetición y ser un mecanismo para crear políticas públicas y privadas de construcción de paz.

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CNMH, Medellín, Violencia

Memorias del Pacífico visitan el CNMH

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CNMH

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CNMH

Publicado

23 Jul 2015


Memorias del Pacífico visitan el CNMH

Líderes del Pacífico colombiano y representantes de la Corporación Manos Visibles visitaron el Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH) para conocer los trabajos, los procesos y los proyectos que se tienen con diferentes poblaciones que han sido afectadas por el conflicto armado colombiano.

Desde Tumaco, Quibdó, Buenaventura y otros lugares del Pacífico, 15 líderes de diferentes organizaciones visitaron el pasado jueves las instalaciones del CNMH para conocer el trabajo que se adelanta en sus regiones. 12 nuevos proyectos del enfoque étnico; los informes Bojayá: la guerra sin límites y Buenaventura: un puerto sin comunidad; la obra de teatro Tocando la marea; así como el apoyo a 11 iniciativas de memoria de Tumaco y Buenaventura fueron algunos de los principales logros destacados.

“Si algo ha caracterizado el trabajo del CNMH, es que las investigaciones y en general todos los productos se hacen desde las voces de las víctimas y por eso hoy nos alegra que están acá, para que conozcan más de lo que hacemos y saber sus opiniones” destacó Patrick Morales, coordinador del enfoque étnico.

Igualmente, durante el encuentro se destacó el acompañamiento para la renovación museológica a la Casa de la Memoria del Pacífico Nariñense y el trabajo con las iniciativas que se apoyaron desde el programa de Alfabetizaciones Digitales: Memorias del PacíficoFundescodes y Memorias del Río Atrato.

“Lo que nos han contado hoy nos parecen procesos muy importantes y que tienen que ser continuos porque la guerra no ha parado, especialmente en nuestra región que ha sufrido el conflicto armado por tantas décadas” destacó Luz Mary Rosero líder de Tumaco.

La importancia del enfoque de género en los procesos de memoria histórica, darle importancia a estas iniciativas en el Museo Nacional de la Memoria, llevar estos proyectos a los colegios, universidades y otros espacios de formación y trabajar otros casos de poblaciones victimizadas en el Pacífico fueron algunos recomendaciones que los integrantes de la corporación Manos Visibles dieron a la comitiva del CNMH. Sugerencias que sin duda ayudarán a seguir creciendo y mejorando nuestros procesos de memoria.

 


CNMH, Memorias, Pacífico

CNMH lanza informe nacional de desplazamiento forzado

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Autor

CNMH

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CNMH

Publicado

07 Oct 2015


CNMH lanza informe nacional de desplazamiento forzado

En el contexto de la violencia contemporánea, más de seis millones de personas se han visto forzadas a desplazarse dentro y fuera del territorio nacional, lo cual las ha obligado a abandonar sus hogares, sus tierras, sus bienes, sus costumbres, sus comunidades y sus medios de vida.

Esta cifra posiciona a Colombia, después de Siria, como el segundo país a nivel mundial con la mayor cantidad de desplazados internos.

Para entender la dimensión de la cifra: es igual a imaginar el éxodo de dos terceras partes de los habitantes de Bogotá, o la sumatoria de todos los habitantes de las ciudades más pobladas del país como Medellín, Cali y Barranquilla; o de manera más dramática en el escenario internacional, basta con imaginar el éxodo del total de la población de países como Dinamarca, Finlandia, Singapur o Costa Rica.

Asimismo, de acuerdo al Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), Colombia se ha convertido en el país de origen con el mayor número de solicitantes de refugio en las Américas, con aproximadamente cuatrocientos mil personas. 

 

Una nación desplazada, la nueva serie del Centro Nacional de Memoria Histórica y la Unidad para la Atención y Reparación Integral a las Víctimas, surge como respuesta a los requerimientos elevados por la Corte Constitucional a partir de los autos de seguimiento a la Sentencia T-025 de 2004, en especial del Auto 219 de 2011, en torno a los derechos de verdad y justicia de las víctimas de desplazamiento forzado. Esta serie se compone de cuatro informes, que analizan el fenómeno del desplazamiento forzado desde distintos enfoques y regiones diferentes del país. 


una nacion desplazada portadaUna nación desplazada

El desplazamiento forzado permaneció inadvertido e invisibilizado durante la mayor parte del siglo XX, e incluso a comienzos del siglo XXI, bajo la justificación de que se trataba de una consecuencia o “efecto colateral” de las cinco décadas continuas de conflicto armado interno.

Este informe contrarresta esta justificación simplista y explica los motivos por los cuales el éxodo de millones de mujeres, hombres, niños, niñas, adolescentes, adultos mayores, indígenas, negros, palenqueros, raizales y gitanos, predominantemente de origen campesino y rural, no puede explicarse exclusivamente como consecuencia de la guerra y las lógicas de confrontación entre diferentes actores armados. 

Así, este trabajo profundiza en la manera como el desplazamiento de la población también ha sido el resultado de múltiples prácticas violentas provocadas y promovidas por empresas criminales conformadas por alianzas entre distintos actores –narcotraficantes, empresarios y políticos–. Lo anterior debido a motivaciones ideológico-políticas, y también puramente rentistas funcionales a un modelo de acumulación y apropiación de poder y riqueza. 

Como consecuencia de lo anterior, esta forma de violencia ha resultado funcional a un modelo de desarrollo económico y social excluyente, inicuo, concentrador de la riqueza y discriminatorio, el cual ha sido impuesto a través de la violencia y ha transformado los territorios a partir de la expulsión de sus habitantes tradicionales y ancestrales. 

 

con licencia para desplazar portadaCon licencia para desplazar

Desde 1980 a 2013 los habitantes de la región de El Catatumbo, ubicada en el departamento de Norte de Santander, han sufrido 66 masacres que incidieron en el desplazamiento de más de 120 mil pobladores. De ellos, cerca de 47 mil fueron expulsados de Tibú; región de enorme importancia geoestratégica por ser zona de frontera con Venezuela y por contar con innumerables riquezas naturales.

Este informe describe la magnitud del desplazamiento forzado y las masacres cometidas en El Catatumbo, especialmente en Tibú. El equipo de investigadores buscó, a partir de las memorias de las víctimas, aportar al esclarecimiento de los impactos del desplazamiento en ellas y en los territorios; las causas, motivaciones y repertorios empleados por los responsables, y los contextos estructurales y coyunturales que propiciaron el éxodo forzado.

Finalmente, concluyeron que el desplazamiento violento de la población en Tibú no puede explicarse exclusivamente como efecto de la guerra y el accionar de los armados, sino que se debe a intereses políticos y económicos legales e ilegales vinculados a conflictos por la tierra y los recursos naturales. Todo ello refleja un carácter rentista en el desplazamiento y su funcionalidad para perpetuar un sector rural concentrado, inequitativo, excluyente e improductivo. 

cruzando la frontera portadaCruzando la frontera

En el contexto de la violencia contemporánea en Colombia, miles de ciudadanos se han visto forzados a migrar fuera del territorio nacional, cruzando las fronteras internacionales en búsqueda de protección o refugio en los países vecinos. Estas personas, además de abandonar su hogar y sus actividades económicas, huir de su país dejando atrás sus costumbres y sus formas de vida en Colombia, son víctimas de una modalidad de desplazamiento forzado: el éxodo transfronterizo. 

El alarmante número de víctimas del éxodo transfronterizo ha convertido al desplazamiento forzado en una problemática humanitaria de carácter regional, puesta en evidencia por la prolongación de los efectos del conflicto armado y la violencia generalizada en Colombia hacia los países vecinos. Con el objetivo de contribuir al proceso de reconstrucción de la memoria histórica sobre el desplazamiento forzado, este informe da cuenta del éxodo ocasionado en la frontera entre Colombia y Venezuela, escenario donde se estima el mayor número de víctimas de esta forma de violencia, son 204.340 colombianos refugiados o en situación similar de refugio en Venezuela según Acnur. Pretende visibilizar la prolongación de un fenómeno que trasciende las fronteras con la reconstrucción de los desplazamientos que han tenido lugar en el río Arauca, frontera natural que separa al departamento de Arauca y al estado venezolano de Apure. El informe espera aportar en la reconstrucción de los vínculos existentes entre el desplazamiento forzado en Colombia y la situación de los colombianos desplazados en territorio venezolano. 

pueblos arrasados portadaPueblos arrasados

El desplazamiento forzado ocurrido en el municipio de El Castillo, Meta, que primero fue silencioso e invisible y luego generalizado, ocasionó también el arrasamiento de diferentes expresiones de vida, cuando por lo menos 19 de sus veredas, y cuatro de sus centros poblados, quedaron vacíos luego de las operaciones de retoma de la zona de distención y de la militarización y toma del territorio por parte de los paramilitares. A esto se suma el acumulado de violencia sociopolítica padecida por los habitantes del municipio desde los años ochenta, al fraguarse el exterminio de la Unión Patriótica y del Partido Comunista Colombiano, y la perpetuación de diferentes acciones por la guerrilla de las Farc.

Lo ocurrido en El Castillo ilustra una realidad que la sociedad colombiana está en mora de reconocer y abordar. Así, como consecuencia de la violencia y del desplazamiento forzado no solo se han vaciado territorios enteros (municipios, veredas, corregimientos, centros poblados, barrios, resguardos indígenas) sino que, en silencio y en una penosa impunidad, se han desestructurado proyectos sociales, políticos, económicos, familiares, espirituales, ambientales y culturales.

El presente informe es una invitación a descubrir qué ocurre en los lugares que quedaron vacíos como consecuencia del conflicto armado, tanto desde el punto de vista de los daños y desestructuraciones, como de las resistencias y resiliencias ejercidas por las personas y comunidades que se han visto enfrentadas a este fenómeno. El objetivo es comprender que pasó y explicar cómo y por qué sucedió, con la esperanza de que hechos como estos jamás vuelvan a acontecer en Colombia. 

Lanzamientos de los informes:

Cúcuta // 2 de octubre

Lanzamiento de “Cruzando la Frontera”.
Hora: 8:00 a.m.
Lugar: Aula Máxima de la Universidad Libre – seccional Cúcuta.
Con presencia de Nicolás Montero, Jineth Bedoya, Patricia Ariza y César López.
Entrega del libro.

Desandando los pasos del éxodo. 
Hora: 11:00 a.m. a 1:00 p.m.
Lugar: Barrio Villa del Rosario (frontera de Colombia con el estado de Táchira).
Acto símbolo en La Playita.

Foro Fronteras Solidarias.
Hora: 4:00 p.m a 6:00 p.m.
Lugar: Universidad Francisco de Paula Santander.
Entrega del libro.

Tibú // 3 de octubre

Lanzamiento de “Con licencia para desplazar”.
Hora: 10:00 a.m. 
Lugar: Club Barquito.

La Gabarra // 4 de octubre

Socialización Informe “Con licencia para desplazar”
Hora: 10:00 a.m. 
Lugar: Polideportivo.

Bogotá // 7 de octubre: 

Lanzamiento de la serie completa “Una Nación Desplazada”.
Hora: 6:00 p.m. 
Lugar: Centro Cultural Gabriel García Márquez (Calle 11 No. 5 – 60).
Entrega de los libros.

ENTRADA LIBRE. A los asistentes se les entregará los informes en el evento. 
Inscríbase al evento de BOGOTÁ haciendo click aquí

El Castillo, Meta // 10 de octubre: 

Lanzamiento de informe “Pueblos arrasados”.
Hora: 10:00 a.m. 
Lugar: Institución Edicativa Ovidio Decroly.

Puerto Esperanza, Meta // 11 de octubre: 

Presentación de informe “Pueblos arrasados”.
Hora: 10:00 a.m. 
Lugar: Salón comunal.

 


CNMH, Desplazamiento, Informes

Las investigaciones del CNMH ahora en una APP

Noticia

Autor

CNMH

Fotografía

CNMH

Publicado

11 Nov 2015


Las investigaciones del CNMH ahora en una APP

A las 10 de la mañana del 2 de mayo de 2002, un cilindro-bomba lanzado por
la antigua guerrilla de las Farc perforó el techo de la iglesia San Pablo
Apóstol, en Bojayá. En el lugar se refugiaban centenares de personas. El
resultado: 79 fallecidas (48 de ellos niños y niñas), alrededor de 100
lesionados, el desplazamiento de 1.744 familias y grandes fracturas sociales.

Las publicaciones del Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH) ahora podrás llevarlas siempre contigo gracias a Memoriapp [Ver sitio de Memoriapp], la aplicación para teléfonos móviles y tabletas con sistema operativos Android y IOS, que contiene 21 investigaciones sobre casos emblemáticos del conflicto armado colombiano.

¿Cómo nace Memoriapp?

En diciembre de 2014 MinTic realiza en Cartagena ‘Apporta a la paz’, una maratón de desarrollo en la que participaron más de 100 desarrolladores y entidades relacionadas con asuntos de víctimas, actores y posconflicto. De este encuentro nace la idea de crear una aplicación para el CNMH y luego de un año de trabajo con MinTic y Gobierno en Línea,  Memoriapp es ahora una realidad.

“Memoriapp será una herramienta muy útil para acercar, a través de las nuevas tecnologías, la historia del conflicto armado colombiano a las nuevas generaciones. Además, a través de esta aplicación las memorias de las víctimas y resistencia podrán ser conocidas desde cualquier lugar del mundo” expresa Giselly Andrea Mejía, coordinadora del desarrollo de la APP.

Descargar los libros, agregarlos a tu biblioteca de favoritos, resaltar con colores los fragmentos del libro que te parezcan interesantes, agrega Bookmarks para pausar tu lectura, compartir fragmentos interesantes en Facebook o Twitter y busca palabras desconocidas en el diccionario son algunas de las funciones de esta nueva aplicación con la cual desde el CNMH queremos seguir avanzando para que la memoria histórica, las memorias de las víctimas del conflicto armado y sus iniciativas y resistencia puedan ser conocidas por más personas.

A continuación te explicamos paso a paso cómo utilizar Memoriapp.

 

1-     Lo primero que debes hacer es buscar e instalar Memoriapp desde App Store o Google Play.

2-     Luego de descargarla y abrirla, en el extremo superior izquierdo de tu móvil o Tablet está el menú principal, en el cual podrás encontrar la información acerca del CNMH, las colecciones y los informes disponibles para descargar, así como los libros y fragmentos que puedes añadir a tus favoritos.

3-     Al ingresar a la sección Colecciones del menú principal, podrás encontrar los libros que hemos incluido en Memoriapp, entre los cuales se encuentra el informe ¡Basta ya! Colombia: Memorias de guerra y dignidad, al igual que los informes sobre los casos de violencia en Bahía Portete, Bojayá, El Salado, El Placer, Trujillo, Segovia y Remedios, y Comuna 13, entre otros.

4-     A continuación debes seleccionar el libro que quieras leer y aceptar abrirlo en la aplicación.

Una vez abierto podrás agregarlo a los favoritos de tu biblioteca y compartirlo en tus perfiles de Facebook y Twitter, Whatsapp o por correo electrónico. Luego de descargarlo la primera vez, ya no necesitarás acceso a internet para leerlo desde la aplicación.

5-     También podrás poner un Bookmark en alguna página del libro, de este modo quedarán señaladas las páginas que consideres interesantes durante tu lectura o señalarás la última página que leíste, así si quieres hacer un receso empezarás nuevamente desde esta página.

6-     Igualmente, dentro de los informes de Memoriapp podrás seleccionar frases que consideres pertinentes o importantes para recordar, y así tener siempre en el radar cifras, nombres, estadísticas o testimonios que hagan más comprensible la lectura de uno de nuestras investigaciones.

7-     Estos fragmentos seleccionados también podrás agregarlos como favoritos, para acceder a ellos de una manera más sencilla desde el menú principal de la aplicación. Para utilizarlo debes seleccionar la palabra o frase de tu interés y posteriormente presionar el ícono con la estrella en el menú que se abre en la parte superior del texto seleccionado.

8-     Memoriapp también cuenta con un diccionario para consultar las palabras o expresiones que te generen dudas. Para utilizarlo debes seleccionar la palabra y luego presionar en el logo de diccionario (al lado de favorito) que aparece arriba de la palabra escogida.

Sigue estos sencillos pasos y podrás usar Memoriapp, una aplicación que poco a poco estaremos actualizando con nuevos informes, más contenido y más opciones para navegar y conocer la memoria del conflicto armado en Colombia.

 


CNMH, Memoria, Memoriapp

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