Etiqueta: Memoria

Tuluá: un mensaje de memoria y paz

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Autor

Ricardo Robayo Vallejo

Fotografía

Ricardo Robayo Vallejo

Publicado

02 Ago 2016


Tuluá: un mensaje de memoria y paz

En la ciudad de Tuluá, en el Valle del Cauca, se llevó a cabo la IV Conmemoración de las Víctimas del Paramilitarismo de este departamento. Hace 17 años en julio, el bloque Calima de las AUC realizó su primera incursión, allí el líder comunal Orlando Urrea y su hija Sandra Patricia fueron asesinados.


Desde hace cuatro años el campesinado de Tuluá, organizados en la Asociación de Trabajadores Campesinos del Valle del Cauca  (Astracava) y la Coordinación Campesina del Valle del Cauca, han hecho del 31 de julio una fecha para no olvidar a sus víctimas. Una investigación de la Consejería de Paz del departamento, mostró que 771 personas fueron asesinadas, alrededor de 800 fueron desaparecidas forzadamente y se cometieron 60 masacres.

Esta sentida conmemoración inició en horas de la mañana con una misa en la plaza cívica de Tuluá, luego de la llegada de la diferentes delegaciones de campesinos que venían desde las veredas Santa Lucia, Monteloro, El Bosque, Tochecito, Alejandría, Venus, Sevilla y de Cali.

Posteriormente se hizo un homenaje simbólico a las victimas a cargo del grupo ¨Gestos Teatro¨ de Cali, en donde los familiares escribieron los nombres de las víctimas y mensajes contra el olvido, que fueron depositados en el ¨Cofre de la Memoria¨. Luego iniciaron las intervenciones de la Asociación de Campesinos del Valle del Cauca, del Personero de Tuluá y de la Asociación de Trabajadores Campesinos del Valle del Cauca.

El encuentro se enmarcó en un contexto de esperanza motivada por la cercanía del acuerdo final del fin del conflicto con las Farc, gracias a los diálogos del Gobierno con esta guerrilla donde en el centro están las víctimas. Igualmente se presentó la campaña ¨Por la paz de la Nación, el campesinado le pone el corazón¨ y del Comité Pedagógico por la Paz.

Esta conmemoración tuvo el apoyo de la Personería de Tuluá y del Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH) quien hace la invitación a no olvidar los hechos ocurridos en esta comunidad con una perspectiva de reconciliación y paz.

 


Memoria, Paz, Tuluá

Alabaos, cantos de resistencia y memoria

Noticia

Autor

César Romero

Fotografía

César Romero

Publicado

28 Mar 2016


Alabaos, cantos de resistencia y memoria

En la Catedral Primada de Colombia las luces se apagan, al fondo, una fila de mujeres con una batea en la cabeza entonan versos que retumban hasta el techo. Los alabaos son cánticos que desde distintas zonas del pacífico colombiano crean un puente entre los muertos que se van y los vivos que quedan.


Las mujeres que conforman el grupo Oro y Platino son nueve, todas nacidas y criadas en Condoto, Chocó, un municipio a tres horas de Quibdó, la capital del departamento. Una de ellas, María Jesucita Mosquera, de 47 años, siempre pensó que la vida no le alcanzaría para lograr cantar en la catedral más importante del país. En el momento en que mostraron Canto para no olvidar, presentación que hizo parte del Festival Iberoamericano de Teatro de Bogotá, la emoción la invadió por completo. “Nuestra cultura es vida, para nosotros visibilizar lo que hacemos los afro es muy importante, es un aporte que le hacemos al desarrollo del país a través de nuestra cultura”.

Declarado Patrimonio Inmaterial de la Nación desde 2014, los alabaos son cantos que reúnen a una gran cantidad de personas entorno a la muerte de un ser querido. De acuerdo a la edad del muerto, los cantos cuentan historias narradas por una voz líder y un coro de mujeres que responde. Si la persona murió en edad adulta los versos resultan románticos, se exalta la alabanza a Dios, se crean plegarias para que lo acoja, lo perdone, lo cuide y le abra las puertas del cielo. Por el contrario, si muere entre los 12 y los 18 años se cantan arrullos porque eran jóvenes que habían cometido pecado. Cuando muere un bebé el velorio es totalmente distinto, es una fiesta llamada gualí.  Como dice Jesucita “son niños que van derecho al cielo, es una fiesta, Dios los acoge inmediatamente”.

 

El interés por el canto en Jesucita nació desde muy pequeña cuando asistía a los velorios. Se emocionaba al escuchar las voces roncas y profundas de las mujeres más viejas del pueblo que cantaban y se contoneaban alrededor del difunto. Cuando alguien muere toda la comunidad se solidariza con las personas que han perdido a un ser querido. La tradición, que se remota a la colonia, en que los esclavos cantaban festejando que aquel muerto no sería más esclavo, ha perdurado de generación en generación. En el velorio mientras unos preparan el muerto, lo bañan y le ponen sus mejores ropas, otros cocinan para los asistentes. Mientras unos alistan y decoran la tumba, otros se congregan a rezar y cantar.  

Actualmente, las mujeres de Condoto reconocen el valor simbólico que tienen los alabaos en la construcción de memoria histórica. Los alabaos también contienen cantos sociales dedicados a la historia de su pueblo, a la violencia sufrida por el conflicto armado, al perdón y a la reconciliación. Los alabaos son el ejemplo de una manifestación tradicional de la cultura chocoana que resiste y que se niega a desaparecer, “ahora imagínese el aporte que nosotros traemos a la paz con nuestros cantos –afirma Jesucita con la emoción en los ojos- quién no se conmueve con un alabao, imagínese si todos los colombianos escucharan la lombriz o santa azucena. Nosotros en el Chocó somos ejemplo de solidaridad y unión”.

El Centro Nacional de Memoria Histórica realizará un evento de alabaos protagonizados por mujeres de la comunidad de Pogue, Chocó, el 9 de abril en el Museo Nacional.  Próximamente más información en el sitio web.

Publicado en Noticias CNMH


memoria


Memoria

Así hacen memoria los colombianos

Noticia

Autor

Carolina Moreno

Fotografía

César Romero

Publicado

09 Ago 2016


Así hacen memoria los colombianos

Conozca los procesos de memoria de la sociedad a través del arte, intervenciones públicas, prácticas pedagógicas, propuestas de comunicación, elaboración de archivos, investigaciones y construcción de lugares de memoria.


Por décadas, amigos y familiares de las víctimas del conflicto armado en Colombia han emprendido acciones para dignificar la memoria de sus seres queridos, exigir verdad sobre lo que les ocurrió, y luchar contra el olvido. El desarrollo de plantones, galerías de la memoria, cantos, obras de teatro, les ha permitido a las personas afectadas por el conflicto construir nuevas relaciones con su pasado y con el futuro, mientras sensibilizan a la sociedad civil sobre lo ocurrido en Colombia. (Vea también Iniciativas de memoria, apuestas por el fin del conflicto)

En Colombia este tipo de iniciativas de la sociedad civil han sido generalmente una respuesta a la necesidad de verdad, justicia y reparación que no ha resuelto el Estado colombiano. A partir de 2012, como mandato de la Ley de Víctimas, el Centro Nacional de Memoria Histórica asumió el acompañamiento y fortalecimiento de las iniciativas de memoria de la sociedad civil, implementando estrategias pedagógicas y comunicativas, con enfoque diferencial, para la difusión y apropiación de memorias no oficiales de carácter local, regional y nacional, por parte de diversos públicos. Promoviendo así la participación de las víctimas, las organizaciones sociales y la academia, en el diseño, desarrollo y difusión de iniciativas de reconstrucción de memoria histórica.

Otras expresiones de memoria son el resultado de procesos de reparación que promueve el Estado. El CNMH ha registrado y caracterizado cerca de 150 iniciativas de memoria histórica que realiza la sociedad colombiana, mediante diversos lenguajes y dimensiones expresivas. Muchas de estas iniciativas pueden contener 2 o más dimensiones (un proyecto de investigación puede concluir en una cartilla o un documental para su difusión; o una obra de teatro puede ser una herramienta pedagógica en colegios u universidades). La caracterización busca potenciar el apoyo que se le brinda a la iniciativa, así como permitir elementos de encuentro con otras iniciativas del mismo tipo.

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    Semana de la memoria de Pasto, 2015. Fotografía por César Romero para el CNMH.

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    Día del detenido desaparecido, 2015. Fotografía por César Romero para el CNMH.

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    Semana de la memoria de Pasto, 2015. Fotografía por César Romero para el CNMH.

Artísticas y culturales

Son aquellas que realizan ejercicios de memoria a través de expresiones musicales, teatrales, plásticas, literarias, fotográficas, rituales, gastronómicas o acciones relacionadas con el patrimonio inmaterial. El CNMH ha identificado alrededor de 70 iniciativas de memoria de este tipo, entre las que se encuentran obras de teatro como “La ausencia de nuestros seres queridos” de la Compañía El Tente (Meta); también “Huir y Ricardo” del Teatro La Cortina Roja (Bogotá); “Mayo a través de la ventana” de la Centro Cultural Horizonte (Barrancabermeja), que trabajan alrededor de la desaparición forzada.

Existen también expresiones plásticas como “Memorias diversas” que da rostro a las víctimas LGTBI de Medellín a través de esculturas y piezas gráficas; y exposiciones fotográficas como “Mi cuerpo, una zona de guerra”, que reconstruye las historias de vida de mujeres víctimas de violencia sexual del Magdalena.

La poesía es otra de las expresiones utilizadas por las personas afectadas por el conflicto. En el departamento de Bolívar, la comunidad de Las Brisas publicó un libro de poemas sobre la masacre del 10 y 11 de marzo del 2000; en el Pacífico, poetas de Tumaco y Buenaventura produjeron un disco musical “Y yo levanto mi voz”, que reúne relatos sobre las vivencias de la comunidad afro en medio del conflicto.

Archivísticas

Son aquellos esfuerzos por acopiar, restaurar y proteger documentos e información relacionada con el conflicto armado, realizar registros testimoniales y procesos en hemeroteca, crear bancos de datos y centros de documentación. El CNMH ha identificado 28 iniciativas de tipo archivístico, entre las que se encuentran el “Archivo digital de la memoria” de la Asociación Municipal de Víctimas por la Paz y la esperanza de Sonsón (Antioquia); el Centro de documentación de la violencia del Caquetá; el proceso de identificación de hechos victimizantes y catastróficos en Samaniego (Nariño); el proceso de memoria histórica de la Asociación de Mujeres Campesinas e Indígenas de Norte de Santander; el Salón de la memoria de Aquitania (San Francisco, Antioquia) y el Centro de Memoria del Conflicto en Valledupar (Cesar), entre otras.

Comunicación

El Centro de Memoria ha identificado alrededor de 50 iniciativas de memoria cuyo objetivo principal es la visibilización y sensibilización de memorias a través de programas radiales, plataformas virtuales y piezas audiovisuales, entre las que se encuentran los documentales “Laceraciones en el cuerpo, huellas en el alma” sobre la violencia de género en el conflicto armado (Medellín). También “Otras caras de la luna” sobre el desplazamiento forzado de mujeres en San Diego (Cesar); “Algún día es mañana” que narra el desplazamiento de Las Pavas (Bolívar); “Memorias vallenatas”, que rescata las prácticas culturales perdidas como consecuencia del conflicto armado y “Una puñalada en el corazón”, la documentación de un caso de falso positivo en Antioquia.

Algunas iniciativas han generado plataformas de comunicación. Entre ellas encontramos a “Memorias Nariño”, “Lluvia de Orión”, “Cuenta la 13” y “Memorias del Atrato”, premio a Mejor Medio Comunitario de la Revista Semana en 2015, entre otras.

El colectivo de Narradores y Narradoras de la Memoria de la Serranía del Perijá (San Diego, Cesar), el colectivo de Comunicaciones de Palafito (Buenaventura) y los sectores LGTBI de Florencia (Caquetá), producen programas radiales para la reconstrucción de historias del conflicto armado y debate en torno a los derechos humanos.

En espacios públicos

El CNMH ha identificado cerca de 20 acciones que se realizan en espacios públicos, con una periodicidad determinada. La Asociación Nacional de Secuestrados y Desaparecidos de Colombia, por ejemplo, lleva 15 años realizando los plantones, marchas y caravanas de la libertad denominadas “Los que faltan”, en Florencia, Caquetá. Las Madres de la Candelaria realizan plantones en Medellín, y las Mujeres del Plantón de Buenaventura llevan a cabo ritos en espacios públicos, ambas para denunciar la desaparición forzada de sus seres queridos.

Otro tipo de intervenciones al espacio público son las del “Bus-Galería” en Medellín, que recorre la ciudad para que los habitantes de diferentes barrios puedan subirse al automóvil y acceder a piezas artísticas que plasman experiencias de vida en medio del conflicto. Y finalmente aparece “Tropezones” en Barranquilla, fotografías móviles en tamaño real de 17 víctimas del conflicto armado.

Investigativas

Se caracterizan como procesos que buscan reconstruir la memoria histórica, analizando las causas, características y consecuencias del conflicto armado interno, a través de la documentación de historias de vida y casos, la sistematización de información y la producción de informes cualitativos e informes cuantitativos.

El CNMH ha identificado 62 procesos de este tipo, entre los que se encuentran “De historias particulares a memorias locales”, un proyecto de los familiares de las víctimas del Carmen de Viboral por la recuperación de memoria, que dio como resultado el cuadernillo “Apuntes para la memoria”. Otra que sobresale es “NuesTrans voces en La Habana”, del grupo de apoyo Transgénero en Cali, Bogotá, Valle del Cauca y Cundinamarca. “Del dolor a la esperanza”, la documentación del conflicto armado en los municipios de Puerto Rico y El Castillo, del Meta. También se destaca el plan de reconstrucción de la memoria del pueblo Wiwa en la Guajira y el plan de reconstrucción de la memoria de las mujeres del Resguardo de Jambaló, Cauca.

Pedagógicas

Son aquellas iniciativas que buscan forjar procesos de formación en memoria histórica o herramientas para la misma, como semilleros escolares y universitarios, cartillas, cuadernillos, metodologías y cajas de herramientas para la reconstrucción y representación de la memoria. 

De las 41 iniciativas que registra el CNMH con estas características, se encuentran “El compadre Lucho, pescador de recuerdos”, una cartilla que se ha utilizado en el diplomado de reconstrucción de la memoria histórica en Barrancabermeja (Santander). También se registran ejercicios como salidas de campo para construcción de cartografías que contengan las listas de víctimas en Becerril (Cesar) con el nombre “A los que siempre recordaremos” y las salidas de campo de estudiantes de la Universidad de la Amazonía para a la reconstrucción de historias de víctimas de desplazamiento con el nombre “Voces del silencio”. Finalmente están las jornadas pedagógicas por la memoria en escuelas del Magdalena Medio, que incluyen foros teatro y talleres sobre la masacre del 16 mayo de 1998.

Lugares de memoria

El Centro Nacional de Memoria Histórica registra la existencia y proyección de 42 lugares de memoria en Colombia, promovidos y administrados por organizaciones sociales y de víctimas. Algunas de estas iniciativas conciben la existencia de museos, centros y casas de la memoria en los que se pueden encontrar otras dimensiones expresivas de la memoria. Estos sitios también se consideran de conciencia y espacios de recordación, que incluyen parques, monumentos, placas, bosques y senderos.  

Para la comunidad indígena de Cumbal, la casa del Saber de la vereda Boyera es un espacio de encuentro permanente en el que la comunidad “teje la palabra”, y espera exhibir los documentos, fotografías y elementos que recuerden los hechos de violencia de la región y destaquen los procesos de resistencia de la comunidad.

En Támesis (Antioquia) la comunidad tiene un “Jardín de la Memoria” con una placa que consigna los nombres de las víctimas asesinadas y desaparecidas del municipio; mientras en San Martín (Meta), el bosque de la Memoria se constituye como un santuario rural en medio del casco urbano para recordar a las víctimas de la ocupación paramilitar.

En Samaniego (Nariño), la comunidad se reúne periódicamente para recordar a sus seres queridos alrededor de “La piedra de San Lorenzo”, en la que plasmaron personajes que aluden a las víctimas de minas antipersonal del territorio. 

Publicado en Noticias CNMH



Conflicto, Memoria

El gran canto colectivo por la paz y la memoria

Noticia

Autor

María Paula Durán

Fotografía

María Paula Durán

Publicado

27 Sep 2016


El gran canto colectivo por la paz y la memoria

La IX edición de la Semana por la Memoria centra sus actividades en el gran Canto colectivo por la paz y la memoria a nivel nacional. El 29 de septiembre 10 universidades de diferentes partes del país se unirán en un canto colectivo para poner en escena el poder transformador de las artes, en este caso la música, al servicio de la paz. 


“Amo escuchar un coro. Amo la humanidad de ver los rostros de gente real siendo devotas a una pieza de música. Me gusta el trabajo en equipo. Me hace sentir optimista sobre la raza humana cuando los veo cooperar así”, Paul McCartney

Nuestros ancestros lo sabían, lo sentían y lo practicaban, y así nos ha quedado como herencia. Desde los griegos que unían sus voces, en grupo como un ritual, para alabar a sus dioses, pasando por la Edad Media con el canto gregoriano y llegando hasta nuestros días, los cantos colectivos o corales nos acompañan y nos unen en un acto de comunión.

¿Quién no se ha emocionado escuchando grandes piezas corales como el Hallelujah o Carmina Burana? Esto tal vez se deba a que la experiencia grupal de la música es una forma de tomar una “conciencia global de nuestra existencia […] El canto colectivo es una vivencia que nos permite comprobar la fuerza del grupo, de la comunidad, de los anhelos y los sueños posibles, compartidos desde la sincronía del dar y recibir […]” como afirma la investigadora musical Martha Elena Hoyos. Es un ejercicio donde cada individuo aporta su voz y toma parte en un todo más grande con un fin noble: la creación de una pieza artística colectiva. Y cada voz, con su color, su tono, su timbre característico y único aporta a ese fin.

En esto los coros y la memoria histórica se parecen: todos podemos aportar algo de nuestras vivencias para la construcción de un relato más grande, más completo, más complejo y más incluyente de qué nos ha pasado en términos de conflicto armado en los últimos 50 años, y qué no nos puede volver a pasar. Como en los coros, la memoria se construye a partir de una polifonía de voces de los matices más distintos y donde cada parte cuenta.

Por eso en la IX versión de la Semana por la Memoria 2016, qué mejor forma que la música para unirnos a las voces de las víctimas y empaparnos de los relatos y las historias de un conflicto que no hemos terminado de conocer en todas sus dimensiones y que, como dicen muchas de las víctimas “nos tocó cantar” para transmitirlo y crear conciencia. Este 29 de septiembre los coros de 10 universidades de todo el país alzarán un Canto Colectivo por la Paz, en el que interpretarán un repertorio sobre memoria, conflicto, paz y derechos humanos.

Los coros de la Universidad del Atlántico, Universidad Autónoma de Barranquilla, Universidad de la Paz de Barrancabermeja, Universidad de Manizales, Universidad Javeriana de Cali, Universidad de Antioquia, Universidad de la Sabana, Universidad de Cundinamarca, Universidad Jorge Tadeo, Lozano y Universidad Nacional de Colombia, se unen para cantar las canciones del compilado musical “Tocó cantar”, que reúne propuestas musicales de 45 artistas a lo largo y ancho del territorio, que a través de diversos ritmos y expresiones revelan a los colombianos los pliegues más recónditos de una guerra que nos tocó cantar para no olvidar.

En otras partes del mundo ya se han unido antes artistas y personas del común para elevar cantos colectivos por la paz, por la lucha contra la desnutrición infantil y en solidaridad con diferentes causas humanitarias. Un caso reciente de 2016 es el del grupo All Stars proveniente de Sudán del sur, que ha reunido a varios artistas para  lanzar una canción de paz, Dafa-Dafa, en la que advierten sobre la cultura de venganza que podría propagarse en su país por el reciente conflicto armado que dejó cientos de miles de muertos.

Como dice MC Lumoex, uno de los integrantes, en una entrevista con el portal de la BBC: “Estoy haciendo un llamado a dejar la venganza atrás y perdonarnos unos a otros. El perdón es lo que necesitamos para esta nación para seguir adelante”.

Otro ejemplo es la canción We are the World 25 for Haití, en la que decenas de artistas cantaron en coro en pro de las víctimas del terremoto de Haití en 2010. Y también en Colombia en 2014 sesenta artistas colombianos procedentes de todo el país, entre los que se destacan Carlos Vives, Juanes, Andrea Echeverry o Andrés Cepeda, lanzaron la canción “Un paso hacia la paz”, que forma parte de la campaña “Soy Capaz”, un intento de movilizar a la sociedad civil para terminar con el conflicto armado.

Ahora la vocería la toman las universidades y los grupos musicales autores de las composiciones sobre memoria y paz, bajo la coordinación del Centro Nacional de Memoria Histórica. Esta IX Semana por la Memoria, en un espacio abierto a la ciudadanía como lo es la academia, es el escenario ideal para interpelarnos como sociedad e invitar a todos y todas a unir nuestras voces para decir: ¡adiós a la guerra!

Esta es la programación del Canto Colectivo por la Paz y la Memoria 

Publicado en Noticias CNMH



Memoria

Tercer encuentro de Gestores Virtuales de Memoria

Noticia

Autor

Carolina Moreno

Fotografía

CNMH

Publicado

10 Ago 2016


Tercer encuentro de Gestores Virtuales de Memoria

Con este encuentro se cierra el proceso de Alfabetizaciones Digitales del CNMH, y se crea la Red Virtual de Gestores de Memoria.


Entre este miércoles 10 y jueves 11 de agosto empezó en Bogotá el 3er Encuentro de Gestores Virtuales de Memoria. A la reunión asisten 30 personas delegadas de iniciativas de comunicaciones, que llevan un proceso de trabajo con el Centro Nacional de Memoria Histórica en departamentos como Chocó, Putumayo, Caquetá, Antioquia, Cesar, Nariño, Bolívar, Córdoba, Cauca y en Bogotá.

Periodistas como Carolina Gutiérrez (Especiales Semana), Javier Osuna (freelance), Camilo Segura (Pacifista), Elkin Sarria (Contagio Radio), Milena Perdomo (Colombia Informa) y David Moreno (Prensa Rural), participarán en el encuentro como panelistas, para debatir sobre las iniciativas de memoria, sus apuestas comunicativas y los medios periodísticos en Colombia.

Con este encuentro se cierra el proyecto de Alfabetizaciones Digitales del CNMH, que por tres años brindó capacitaciones a iniciativas de memoria para crear y administrar sus propias páginas web. El cierre de este ciclo significa también el inicio de una nueva etapa para los gestores virtuales de memoria: la constitución de una red de trabajo en línea que les permita fortalecer los procesos locales con La Red de Gestores Virtuales de Memoria. 

A finales de agosto de 2016, el CNMH iniciará un nuevo proceso de formación en trabajo web, abierto y gratuito para las organizaciones que deseen desarrollar contenidos digitales.

La inscripción a los curso se realizará a través de la página web: 
http://www.centrodememoriahistorica.gov.co/alfabetizaciones/curso-virtual/difusion-curso.html

 


Encuentro de Gestores, Memoria

Lugares de memoria apoyan el Sí a la paz

Noticia

Autor

Carolina Moreno

Fotografía

Casa de la Memoria de Tumaco

Publicado

12 Ago 2016


Lugares de memoria apoyan el Sí a la paz

Los 26 lugares de memoria que conforman la Red Colombiana de Lugares de Memoria acordaron iniciar una campaña para participar en el plebiscito sobre los acuerdos de paz de La Habana.


El pasado 18 de julio la Corte Constitucional aprobó la propuesta del gobierno nacional, de convocar a los colombianos a las urnas para que aprueben o rechacen los acuerdos de paz alcanzados en La Habana entre el Estado y las Farc. Según establece el comunicado leído por la magistrada María Victoria Calle, los acuerdos solo serían implementados por el Congreso de la República si una mayoría superior a 4 millones de votos se manifiesta por el SÍ. Por el contrario, si una mayoría de colombianos vota por el NO, o si no participaran más de 4 millones de colombianos, los acuerdos no serían implementados.

Para la Red Colombiana de Lugares de Memoria “esta es la posibilidad más concreta de alcanzar la paz por la vía negociada que ha tenido la sociedad colombiana, y en ella, nosotros como sociedad tenemos un papel fundamental”, afirma Oscar Martínez, delegado del Parque de la Memoria de El Castillo (Meta).

“Queremos hacer una campaña para motivar a la gente a que participe en el plebiscito, porque no queremos ser pasivos ante el momento histórico que vivimos –completa William Wilches del Museo Caquetá-. Nosotros, que sabemos del sufrimiento de las víctimas, que hacemos ejercicios de resistencia, sabemos también todo lo que podemos alcanzar con la paz”.

“Uno de los principales argumentos que quieren utilizar los detractores del proceso de paz, es que las víctimas no estamos dispuestas a perdonar a los victimarios, y eso no es cierto. Si bien, no se trata de perdonar por perdonar, pero quienes proponemos ejercicios de memoria consideramos que recordamos para no repetir, para buscar alternativas que no nos condenen a la violencia”, añade Martínez.

Este argumento coincide con el expuesto por el grupo de victimas que viajó a La Habana entre agosto de 2014 y diciembre de 2015, quienes aseguraron que la mejor reparación para las víctimas del conflicto armado no es un sistema judicial punitivo, sino la garantía de verdad y no repetición.

La campaña que iniciarán los lugares de memoria contará con escenarios de pedagogía, foros, encuentros con jóvenes y adultos, exposiciones y producción de material en torno a la memoria y la paz. “Cada lugar de memoria está haciendo una agenda de campaña, que coordinaremos para potenciar las acciones -comenta Soraya Bayuelo, del Museo Itinerante de la Memoria de los Montes de María-. Yo creo que el SÍ va a ganar, soy optimista, tengo la certeza profunda de que vamos a lograr salir de este periodo de tristezas”.

Integran la Red Colombiana de Lugares de Memoria el Parque Monumento de Trujillo (Valle del Cauca), el Museo Itinerante de la Memoria y la Identidad de los Montes de María (Bolívar), el Centro Comunitario Remanso de Paz (Pueblo Bello, Antioquia), Centro de Acercamiento para la Reconciliación, CARE (San Carlos, Antioquia), la Casa de la Memoria de la Costa Pacífica Nariñense, el Salón del Nunca Más (Granda, Antioquia), el Centro de Memoria del Conflicto (Valledupar, Cesar), la Piedra de San Lorenzo (Samaniego, Nariño), el Centro Integral de Formación y Fortalecimiento Cultural WIWA (Sierra Nevada de Santa Marta), el Museo Caquetá, el Museo Comunitario “Tras las huellas de El Placer” (Putumayo), La casa de la Memoria de El Salado (Carmen de Bolívar), el Proceso de Construcción Social del Parque de la Memoria de El Castillo (Meta), Proceso del Construcción Social del lugar de Memoria Departamental del Meta, el Lugar de Memoria del Atrato (Bojayá, Chocó), el Lugar de Memoria del MOVICE (Meta), Mujer Ministerio de Amor que da Vida a la Vida (Cartagena del Chairá, Caquetá), el Lugar de Memoria del MOVICE (Valle del Cauca), la Capilla de la Memoria de Buenaventura (), el Lugar de Memoria del Departamento del Valle, la Galería de la Memoria Tiberio Fernández Mafla (Cali), Museo Comunitario de San Jacinto (Tolima); el Quiosco de la  Memoria Las Brisas (San Juan Nepomuceno, Bolívar); la Casa del Conocimiento, Casa Arana (La Chorrera, Amazonas), el Centro de Memoria, Paz y Reconciliación (Bogotá), la Casa Museo de la Memoria (Medellín), y el Museo Nacional de la Memoria, del CNMH.

Publicado en Noticias CNMH



Memoria, Paz, Si

Museo vivo de La Guagua

Noticia

Autor

Carolina Moreno

Fotografía

Carolina Moreno

Publicado

18 Ago 2016


Museo vivo de La Guagua

Para el teatro La Guagua, el cuerpo es esencial para reconstruir la memoria porque carga con la historia de cada persona: la piel tiene huellas, los movimientos hablan, así las palabras no lo hagan.


Lina Herrera, actriz y gestora de memoria de la corporación escénica de Pasto La Guagua, hacía su pasantía en psicología en el consultorio jurídico de la universidad de Nariño cuando empezó a preguntarse cómo abordar los efectos del conflicto armado fuera de los espacios clínicos tradicionales. Junto a María Fernanda Mena, su compañera de escena e investigación, crearon la primera propuesta para trabajar artes escénicas con víctimas del conflicto armado en Pasto (Nariño), sabiendo que el teatro transforma cuerpos y redescubre realidades.

Nueve personas (ocho mujeres y un hombre), respondieron al llamado. Una de ellas vivió el asesinato de su hijo, una más sobrevivió a la violencia sexual. Todas llegaron a Pasto como víctimas del desplazamiento forzado. Según recuerda Lina Herrera “al principio no querían hablar. Creían que este iba a ser un lugar más para contar lo que habían tenido que vivir, que todo se iba a quedar en anécdotas. Se enamoraron del proceso cuando vieron que había algo más, que el cuerpo podía hablar, que estaba cargado de tensiones y memorias, y que a través de ellos podía haber un proceso reparador”.

A partir de ejercicios de improvisación empezaron a reconstruir sus historias. “Una de las mujeres nos contó la Masacre del Tigre: cómo las mujeres trabajaban haciéndole comida a los peones, cómo empezaron a llegar los cuerpos fragmentados, pero nunca nos contó que el personaje principal era ella misma. Solo al final nos dijo: esta es mi historia, y no la había contado antes”, recuerda Lina. El equipo del teatro La Guagua ayudó a articular los relatos en un guion que dio como resultado “Museo vivo: escenarios para la memoria“, que se lanzó en 2015. Como resultado de este proceso de creación colectiva surgieron una instalación artística, una exposición fotográfica y una cartilla que recopila el proceso del grupo.

A partir del impacto que generó el proceso de “Museo vivo” en las víctimas, en la audiencia y en las instituciones, el teatro La Guagua desarrolló otra vez la experiencia, esta vez en Samaniego (Nariño). “La montaña renace” es la puesta en escena que vinculó a 14 personas (niños y niñas desde los 7 años, hasta personas mayores) de este municipio del sur del país. El ejercicio se centró en la relación de los habitantes con el territorio, con “la montaña”, como lo llaman ellos, la guerra y la fiesta: el desplazamiento, las minas anti-personal, el confinamiento, la irrupción de caminos.

Para La Guagua, la elaboración de recuerdos les ha permitido ubicarse de manera diferente frente a la historia y al conflicto armado. “Esto nos ha servido para recordar nuestros pasados que han sido tan fuertes para nosotros, y también como una diversión –comenta Ligia Benavides, una de las actrices de Museo vivo-. A pesar que al principio recordábamos y nos poníamos muy tristes, muy sensibles, y nos poníamos a llorar, ahora ya no, lo hemos superado. Ya no nos ponemos a llorar”.

Los actores y actrices buscan la manera de continuar alimentando la obra y la muestra itinerante. “Ahora queremos replantear Museo vivo —asegura Lina—, porque muchas personas que vieron la obra nos han dicho que quieren participar, que sienten que este es el escenario donde pueden contar su historia”.

 

 

 

 

 
 


Guagua, Memoria, Museo

La justicia que demanda memoria

Noticia

Autor

CNMH

Fotografía

CNMH

Publicado

24 Ago 2016


La justicia que demanda memoria

El lanzamiento del informe del CNMH: “La justicia que demanda memoria: las víctimas del Bloque Calima en el suroccidente colombiano”. Se realizará el próximo 27 de agosto en Popayán a las 9 a.m., en el Centro Recreativo Pisojé de Comfacauca.


Este libro fue escrito como medida de satisfacción para las víctimas reconocidas en la sentencia de Justicia y Paz contra el postulado del Bloque Calima, Gian Carlo Gutiérrez Suárez. La investigación reconstruye los perfiles biográficos de 24 de las víctimas mortales reconocidas y a la vez intenta brindar un contexto de la violencia paramilitar en los municipios de El Tambo, Patía y Mercaderes (Cauca) y San José de Isnos y Guadalupe (Huila).

Es evidente que el informe, en toda su esencia, quiere resaltar cómo desde la construcción de memoria se contribuye a la reparación de las víctimas, en tanto que aporta a sus procesos de duelo y dignificación, al cuestionar las órdenes instauradas por los grupos armados. Los perfiles hablan sobre las víctimas, sus familias, y evidencian su fuerza para impedir que la violencia paramilitar los hundiera en un lugar de pasividad, resignación y quietud. La memoria de quienes no están ha sido un aliciente para perseverar, a pesar del dolor y de todas las dificultades, hacia un futuro esperanzador que aún se está descubriendo.

El informe indaga sobre la presencia de cultivos de uso ilícito, uno de los factores que incidió en la llegada de los paramilitares al suroccidente del país a finales en la década de los noventa: en Cauca (coca y amapola) y Huila (amapola). Estos departamentos ofrecían la posibilidad de controlar zonas de cultivo, y el montaje de laboratorios de procesamiento y rutas de tráfico de la droga. Aunque las zonas de cultivo estaban disminuyendo por efecto de las políticas de erradicación, poco a poco se recuperó la producción en la primera década del siglo XXI y el Pacífico caucano se constituyó en un eje fundamental para el narcotráfico.

Existen otras razones que explican la entrada de los paramilitares al suroccidente y su consideración de esta región como “estratégica”. En el caso del departamento del Cauca es fundamental hacer referencia a la estigmatización de la movilización social. En el caso del departamento del Huila, la conformación, desarrollo y fin de la zona de distensión fue la motivación para la acción de los paramilitares que temían el fortalecimiento y la extensión de la guerrilla desde la zona despejada.

Las acciones de los paramilitares transformaron radicalmente la vida cotidiana de los habitantes de los municipios. Se modificaron sus rutinas, formas de habitar el territorio, normas, rituales, etc. Los paramilitares impusieron formas de justicia respaldadas por la violencia, que si bien ya eran conocidas por las comunidades por efecto del dominio de la guerrilla, en este caso, les resultaron arbitrarias y desproporcionadas. Con el tiempo y como estrategia para sobrevivir y adaptarse a la guerra, el orden de los paramilitares se asumió como normal. La normalización de la guerra generó desesperanza, divisiones comunitarias, delegación del cambio y el futuro, entre otras. También produjo una profunda militarización de la sociedad visible en la admiración de la guerra y los guerreros por parte de las nuevas generaciones.

Los hechos cometidos por el Frente Farallones y específicamente los atribuidos a Gian Carlo Gutiérrez transformaron la vida de las 152 víctimas indirectas reconocidas en la sentencia. En la sentencia se afirma que se vulneraron sus derechos fundamentales. Las familias cuentan que vivieron serias situaciones de vulnerabilidad: perdieron sus bienes materiales, sufrieron la ausencia de sus familiares, se desplazaron, asumieron los roles y tareas de los seres queridos, vivieron la fragmentación de sus comunidades y familias. Casi 15 años después de los hechos las heridas siguen vigentes a nivel individual y comunitario. Las ausencias y las herencias de la guerra en la cultura persisten. La confrontación también continúa. Han vivido la reparación en medio de demoras y el aprendizaje de trámites que no siempre han logrado devolver la confianza en la institucionalidad.

Luego de la desmovilización del Bloque Calima en El Tambo, Patía, Mercaderes, Isnos y Guadalupe, la violencia armada continuó en todos los municipios. Aunque cada caso tiene sus particularidades, por lo menos cuatro razones pueden explicar la continuidad del conflicto armado: primero, la existencia de nuevas generaciones de paramilitares; segundo; el intento de los grupos armados que hacían presencia en los departamentos por disputar los espacios vacíos dejados por el Bloque Calima; tercero, la intensificación de los operativos militares de la  fuerza pública que desencadenaron la respuesta de las guerrillas; y cuarto, la llegada de nuevos grupos armados al territorio con el propósito de apropiarse de los ingresos económicos provenientes de la economía de la droga.

Lanzamiento: Informe “La justicia que demanda memoria: las víctimas del Bloque Calima en el suroccidente colombiano”.

Ciudad: Popayán 

Día: 27 de agosto 

Hora: 9:00 a.m. a 12:00 p.m.

Lugar: Centro Recreativo Pisojé de Comfacauca. Carrera 5 N°50-130-Vereda Gonzáles. 

Se entregará el informe a los asistentes del evento.

 


justicia, Memoria

Memoria y Paz en La Fiesta del Libro

Noticia

Autor

CNMH

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CNMH

Publicado

09 Sep 2016




Memoria y Paz en La Fiesta del Libro

El Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH) estará presente también este 2016 en La Fiesta del Libro y la Cultura de Medellín, que llega a su décima edición.


El stand de la Memoria en La Fiesta del Libro y la Cultura de Medellín, —El CNMH participará junto con el Museo Casa de la Memoria y la Corporación Región— ofrecerá un entorno para pensar, compartir y conocer en un espacio cultural la memoria y la paz. Un escenario de unión para reflexionar sobre el conflicto armado colombiano en el Jardín Botánico. 

Desde el 9 de septiembre, en el stand de La Memoria, podrá encontrar eventos como conversatorios, documentales, talleres, música, lanzamientos de libros y muchas otras actividades con relación al conflicto armado y la paz.

Se realizará la presentación del libro de crónicas “Esa mina llevaba mi nombre” y la serie radial “Los pasos rotos” en el salón Humboldt a las 2 p.m. el 11 de septiembre y el informe “Memorias de una masacre olvidada, El Topacio” el 17 de septiembre en el mismo lugar a las 2 p.m.

También se lanzará la cuarta edición de la revista Conmemora, con el especial de “La memoria, una aliada para la paz”. Será el 17 de septiembre, en el stand de la Memoria, a las 5 p.m.

A su vez se presentarán dos de los grupos presentes en el compilado “Toco cantar” el último día de feria, el 18 de septiembre, a las 6 de la tarde y 8 de la noche.

“Todo lo que hace la gente, todo lo que hace el ser humano, son aportes a los procesos; reflexionar e incorporarlo al pensamiento, a los imaginarios de la sociedad para que tome sentido y no sea un canto a la bandera, para no volver a repetir los errores, las injusticias. Cuando se lleva al nivel de la reflexión hace parte de un inventario que no deja que se vuelvan a repetir los errores”, dice Juan Diego Mejía, escritor y director de La Fiesta del Libro y la Cultura de Medellín, al referirse sobre la importancia de la memoria en este evento cultural. 

Los visitantes pueden acercarse para conocer las diferentes exposiciones, materiales, consultar la programación y preguntar por las publicaciones del CNMH. La entrega de los más de 3.000 materiales gratuitos que se distribuirán en el puesto de la memoria, se hará al finalizar los eventos programados.

programacion fiesta libro medellin 2016

Publicado en Noticias CNMH

2A, Memoria, Paz

Inicia la Cátedra Museos, Memoria, Historia

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CNMH

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CNMH

Publicado

20 Oct 2016


Inicia la Cátedra Museos, Memoria, Historia

Durante el 20 y 21 de Octubre el auditorio Teresa Cuervo Borda del Museo Nacional será el epicentro del debate alrededor de los nuevos retos de los museos del siglo XXI, en la XX Cátedra Anual de Historia Ernesto Restrepo Tirado, Museos, Memoria, Historia.


Con este evento el Museo Nacional de Colombia busca promover un conocimiento más profundo de la historia del país y propiciar reflexiones multidisciplinares a partir de la identificación de los diversos entrecruzamientos que un museo contemporáneo debe proponer desde los campos de la memoria, la historia, la participación y la representación individual y colectiva.

Estas aproximaciones serán emprendidas desde las diversas voces de los invitados a la Cátedra: Gonzalo Sánchez (Director del Centro Nacional de Memoria Histórica), Martha Nubia Bello (Directora del Museo Nacional de la Memoria, proyecto del CNMH),  David Flemming (Director Museos de Liverpool), Jens-Christian Wagner (Director del Memorial de Bergen-Belsen), Ángela J. Cassie (Museo de Winnipeg), Mario Chagas (Museo de la República de Río de Janeiro), Gil Farekatde (Lugar de la memoria de La Chorrera) y Andrés Roldán (Parque Explora). 

Cabe resaltar la importancia actual del evento ya que se conmemoran 20 años de la Cátedra Anual de Historia, 25 años de la promulgación de la Constitución Política colombiana y los cinco años de la implementación de la Ley de Víctimas.

La XX Cátedra de Historia Ernesto Restrepo Tirado es organizada por el Museo Nacional de Colombia (Ministerio de Cultura) en colaboración con el Centro Nacional de Memoria Histórica, la Universidad Externado de Colombia y la Universidad Nacional de Colombia, con el apoyo de la Agencia Alemana de Cooperación (GIZ), la Embajada de Estados Unidos de América y la Embajada de la India.

Publicado en Noticias CNMH


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