Etiqueta: Pueblos Indígenas

Indígenas se reúnen en la Sierra Nevada por sus víctimas y la memoria

Noticia

Autor

CNMH

Fotografía

Rommel Rojas Rubio.

Publicado

06 Abr 2015


Indígenas se reúnen en la Sierra Nevada por sus víctimas y la memoria

¿Pueden ser considerados los territorios de comunidades étnicas del país como víctimas del conflicto armado? ¿Pueden ser estas mismas tierras, en las que se han asesinado y desaparecido a miles de personas, lugares para la construcción de paz?.


Estas son algunas de las preguntas que trataremos de responder el próximo 9 de abril, Día Nacional de la Memoria y Solidaridad con las Víctimas, durante el encuentro con diferentes comunidades indígenas del país en Gotzheyii, resguardo del pueblo wiwa en Santa Marta.

¿De dónde surge la idea del territorio como víctima?

Desde agosto del año anterior, la comunidad wiwa asentada en la cuenca del río Guachaca, Magdalena, empezó a reconstruir su ruama shama (memoria histórica). Se preguntaron sobre los orígenes del conflicto armado, las víctimas y los victimarios, y también se cuestionaron por la memoria espiritual de sus territorios sagrados, esas tierras que la violencia cambió para siempre. “El conflicto armado ha violado, maltratado y asesinado a nuestros territorios sagrados. Por esta violencia nuestros padres espirituales que viven en el agua, los árboles, las plantas y las piedras ya se sienten muy poco”, dice Yeismith Armenta Amay, quien coordinael proceso de memoria histórica de esta comunidad indígena.

Allí surge la idea de pensar y reflexionar, en perspectiva de memoria, sobre el territorio como víctima y desde el Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH) se extiende la invitación a otras comunidades indígenas del país para conocer sus aportes a este proceso. Representantes de los pueblos wiwa, awá, wayuu, chimila, nasa y emberá aceptaron este llamado y el próximo 9 de abril se reunirán en la Sierra Nevada de Santa Marta para compartir sus experiencias sobre la reconstrucción de memoria histórica desde el territorio.

El encuentro, que se realizará durante el 9 y 10 de abril, se dividirá en varios momentos. El jueves iniciará con un recorrido por algunos sitios sagrados de la comunidad wiwa y posteriormente se realizará un conversatorio acerca de las afectaciones al territorio por el conflicto armado y cómo las comunidades han resistido. La mañana siguiente empezará con el panel acerca del territorio como víctima y lugar para la materialización de la paz y, finalmente, los invitados realizarán una propuesta de paz conjunta. “Solo cuando logremos que haya respeto por la vida, la educación, la salud, las tradiciones y la libre movilidad por nuestros territorios, tendremos paz” dice José Gilberto García, uno de los indígenas awa que viajará desde Putumayo para participar en el encuentro.

“Desde el CNMH hemos estado muy pendientes de la memoria indígena y este encuentro nos dará fuertes bases para concepciones diferenciales para reparación colectiva y reconstrucción de las memorias”, destaca Patrick Morales de enfoque étnico del CNMH. Generar procesos de reparación y escenarios territoriales de paz y dar luces a cada comunidad de cómo seguir con el trabajo de reconstrucción de memoria histórica, son algunos de los logros que se quieren alcanzar en el encuentro.

El Día de la Memoria y Solidaridad con las Víctimas representa una oportunidad única para enviar un mensaje al país que busca poner punto final a su prolongado conflicto. Por eso este 9 de abril continuamos aportando a la búsqueda de la verdad y a la reparación integral de las víctimas del conflicto, y los invitamos a participar de las diferentes actividades que se realizan por todo el país.

Conozcan la agenda de actividades del 9 de abril.

 


Memoria, Pueblos Indígenas, Sierra Nevada, Víctimas

Los mamos se reúnen para preservar sus memorias

Noticia

Autor

CNMH

Fotografía

© Romel Rojas, OIM.

Publicado

14 Abr 2015


Los mamos se reúnen para preservar sus memorias

El pasado 9 de abril, mientras en Colombia se marchaba para conmemorar el Día Nacional de la Memoria y Solidaridad con las Víctimas del Conflicto y en Bogotá se presentaba el predio donde se construirá el Museo Nacional de la Memoria, en la Sierra Nevada de Santa Marta representantes de seis comunidades indígenas se reunían para hablar de la memoria histórica de sus pueblos, del territorio cómo víctima del conflicto y sobre cómo lograr transmitir sus recuerdos y conocimientos a las nuevas generaciones.


9 de abril

Faltaban algunos minutos para las diez de la mañana cuando llegamos a Gotzheyii, resguardo del pueblo wiwa asentado en la cuenca del río Guachaca en Magdalena, donde se realizaría el primer encuentro indígena para reflexionar sobre el territorio como víctima del conflicto armado. Después de tres horas de viaje desde Santa Marta y tras haber transitado por senderos empinados y agrestes, representantes de las comunidades awá, chimila, embera, wayuu, nasa y el grupo de enfoque étnico del Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH) esperábamos reunidos cerca de Zalemakú Sertuga, una escuela para los jóvenes wiwa que viven en estas montañas. Entre miradas inquietas y asombradas de los más jóvenes, al ver tantos nuevos visitantes en su resguardo, apareció Yeismith Armenta Amay, coordinador del proceso de memoria histórica de esta comunidad indígena, quien amablemente nos dio la bienvenida.

“Primero nos vamos a reunir para entregar el pensamiento a la madre tierra” indicó. Caminamos unos metros hasta un pequeño cerro donde estaban reunidos los mamos, autoridades de las comunidades que habitan en este relieve montañoso del norte del país. Pasaron tres o tal vez cuatro minutos cuando Yeismith habló nuevamente con el grupo de visitantes “¿Qué pensarían si el sol se apagara, si se volviera rojo o negro?”, nos preguntó en este ritual de la entrega del pensamiento. Pasaron otro par de minutos, hubo reflexión, silencio y finalmente las autoridades aprobaron nuestro acceso a Gotzheyii, donde nos trataron como miembros de su comunidad.

En medio de un día nuboso y gris, como si los dioses del agua, el aire y la tierra estuvieran tímidos de mostrarse ante los visitantes, empezó la jornada de trabajo. “A pesar de los diferentes lenguajes, formas de vestir y culturas hoy nos reunimos con un mismo fin: pensar la memoria histórica desde la madre tierra y compartir el trabajo de cada pueblo indígena” expresó Edgar Alberto Velasco, representante de la comunidad nasa misak del Cauca. A su presentación lo siguieron los awá del Putumayo y Nariño, las wayuu de la Guajira, los embera del Chocó y los chimilas de San Ángel, Magdalena.

Para los sobrevivientes, el transitar por las ruinas del antiguo centro de salud, el Colegio Departamental César Conto, la casa de las hermanas Agustinas y la iglesia San Pablo Apóstol, hoy en día certificada como santuario, les sigue generando emociones como nostalgia y tristeza, pero a la vez, se ha vuelto en un cuadro que los invita a seguir resistiendo, recordando y clamando por derechos y garantías de no repetición. Escuche a continuación

Ahora era el turno de Ramón Gil, máxima autoridad de los wiwa en la Guajira y Magdalena y un sobreviviente del rayo que cayó en la parte alta de la Sierra Nevada en octubre de 2014, hecho en el que 11 indígenas perdieron la vida. “Me disculparán, pero no sé hablar muy bien” empezó su discurso el mamo Ramón, sin embargo, sus palabras llenas de sentido e ideas claves controvertían su afirmación. “Los pueblos indígenas venimos hablando de memoria histórica desde hace mucho tiempo, pero no solo miramos lo material, nos enfocamos más en lo espiritual y lo cultural. ¿Se puede reparar un lugar sagrado?”, preguntó. También aseguró que “el dinero y los recursos materiales no son suficientes por eso necesitamos una reparación espiritual. Debemos pensar el territorio como un cuerpo, hablar de los padres espirituales y compartir esta sabiduría para recuperar y sanar nuestros territorios sagrados”.

La tarde transcurría en Gotzheyii y a pesar de la nubosidad que continuaba arropando la Sierra Nevada el calor y la humedad cada vez se sentían más fuertes. Luego de un breve receso para almorzar, cada comunidad continuaba narrando los procesos de memoria y resistencia en su territorio. Las representantes wayuu contaban cómo han resistido en sus territorios a pesar de la aridez del terreno, la falta de agua y poca ayuda de los gobiernos nacionales. “Después de 11 años de la masacre que se cometió en Portete por parte de grupos paramilitares finalmente hemos regresado al territorio. Es un terreno desértico y no tenemos los ríos que bañan a estas tierras, pero es nuestro territorio y por eso hemos luchado más de diez años para volver a él” contó Carmen Fince Uriana, representante de esta comunidad asentada en Uribia, Guajira.

La palabra continuó en voz de los representantes chimila, embera y awá. Estos últimos contaron cómo el conflicto ha afectado sus territorios en el sur del país. “Durante siglos la tierra nos lo ha dado todo. Nos ha dado alimento, medicina, comida y hogar sin pedir nada a cambio. Pero hoy el territorio está enfermo, ha sido explotado, entregado a las multinacionales y por querer defenderlo nos han tildado de pertenecer a uno u otro grupo armado trayendo muerte a nuestras comunidades” intervino Edgardo Pai, representante awá del resguardo Tortugaña Telembí. Los bombardeos, fumigaciones, atentados a oleoductos y la siembra de minas antipersonal, así como la explotación del oro, los megaproyectos y la proliferación de la minería ilegal son algunos de las principales afectaciones a los territorios de cada uno de los pueblos que estaban reunidos.

Cayó la tarde en Gotzheyii y hubo nuevo receso para comer: pescado, plátano y yuca. Un café y continuó la jornada de trabajo. Esta vez Yeismith tomó la palabra y compartió algunas ideas para que la memoria de los pueblos indígenas vaya más allá de un informe. “La memoria debe ser alimento de nuestras comunidades, debe hacer parte de nuestro plan de vida. Desde las escuelas indígenas los jóvenes deben aprender su historia, así aunque termine el acompañamiento del CNMH el proceso de memoria continuará y seguirá vivo” puntualizó. Cerca de las 10:00 p.m. finalizó el primer día de trabajo y las hamacas brindadas por los wiwa nos esperaban para descansar unas horas y continuar escuchando las demandas de estas comunidades, a las que se les ha violentado su territorio y su cultura desde hace 500 años

10 de abril

A las 6:00 a.m. inició la segunda jornada de trabajo. Con un baño en la cuenca del río Guachaca –que en esta época de sequía es solo un pequeño caudal que no sobrepasaba la altura de las rodillas– desayuno y una nueva entrega del pensamiento a la madre tierra iniciamos las actividades del viernes. Las nubes seguían sobre nosotros y continuaban escondiendo la majestuosidad de la Sierra Nevada, incluso la lluvia se hizo presente por un momento. Sin embargo, la expectativa por la visita de Gonzalo Sánchez, director general del CNMH, se notaba en las autoridades presentes, sin duda esperaban esta oportunidad para darle a conocer sus ideas para que el proceso de memoria histórica indígena sea una realidad.

Cerca de las 9:30 a.m. arribó a Gotzheyii el director del CNMH y junto a él un grupo de periodistas que se interesaron en documentar este encuentro.

Como sucedió a nuestra llegada, los reunieron para hacer la entrega de pensamiento y minutos después pudieron entrar al resguardo. Nuevamente todos nos reunimos para hablar de memoria. Brevemente wiwas, awás, wayuus, chimilas, nasas y emberas se presentaron y narraron sus aportes al proceso de memoria histórica. Después de escuchar un resumen de todas las ideas destacadas del día anterior y a cada uno de los representantes, el director del CNMH tomo la vocería: “queremos escuchar  sus reclamos y necesidades, no son muchos o mejor muy pocos los encuentros entre pueblos indígenas de diferentes regiones y este es un primer paso para seguir realizándolos. Por eso en el Día Nacional de la Memoria y Solidaridad con las Víctimas del Conflicto hemos querido acompañarlos, ustedes han sido excluidos e invisibilizados y queremos ser sus voz” resaltó. Además, dejó en claro que este encuentro no será un hecho aislado, sino el primer paso para que las memorias de los pueblos indígenas sean conocidas y divulgada por todo el país.

El apoyo a la transmisión de las memorias dentro y fuera de los pueblos indígenas, la generación de dos nuevos encuentros regionales con autoridades tradicionales, y la posibilidad de un encuentro nacional, y el apoyo para crear una cartografía de los sitios sagrados que han sido afectados por el conflicto, fueron algunos de los compromisos que quedaron después del encuentro.

Finalmente, al mediodía del 10 abril terminó el primer encuentro indígena para pensar el territorio como víctima. Un primer paso para seguir construyendo la historia de los pueblos indígenas en Colombia, una memoria viva que debe de servir a las mismas comunidades y para que la sociedad, ajena a sus problemas, conozca lo que han tenido que padecer los pueblos indígenas y cómo han resistido.

¿Cómo visibilizar todas las memorias de las comunidades étnicas del país? ¿Cómo las comunidades indígenas pueden, ellas mismas, elaborar su memoria histórica? ¿Para qué servirá y cómo serán narradas estas memorias? ¿Cuál será la participación de las memoria indígena en el Museo Nacional de la Memoria? Estos fueron algunos interrogantes que quedaron al final de una jornada extensa, preguntas que se continuarán respondiendo en un nuevo encuentro en otra región del país y así continuar tejiendo las memorias plurales de todo del país.

 


Los Mamos, Memoria Histórica, Pueblos Indígenas

Tiempos de Vida y Muerte, el portal de las memorias indígenas

Noticia

Autor

Diana Gamba

Fotografía

Diana Gamba

Publicado

12 Ago 2019


Tiempos de Vida y Muerte, el portal de las memorias indígenas

El 9 de agosto, Día Internacional de los Pueblos Indígenas declarado por la Organización de Naciones Unidas, fue el día escogido para lanzar el sitio web del primer Informe Nacional de los Pueblos Indígenas. El portal se divide por entramados y tejidos, y mediante gráficas, videos, cifras e ilustraciones comparte las memorias de los 102 pueblos indígenas de todo el país.


El sitio web está construido como un telar: tiene dos entramados de larga duración, cada uno compuesto por tres tejidos. El primer entramado es sobre la historia política de los pueblos y las formas en que distintas violencias han atacado sus principios. Entre tanto, el segundo se centra en la concepción de vida y conflicto, con un especial énfasis en las afectaciones contra “la red vital”.

El sitio web es un avance de lo que se encontrará en el Informe, trabajo que se inició en 2017 y que se lanzará el próximo 12 de noviembre.

  • La unión de bases de datos de la ONIC y CNMH permitió registrar cifras de hechos victimizantes contra los pueblos en los últimos 60 años. – Fotografía: Diana Gamba/CNMH

  • “Para nosotros ha sido una historia de violencia de larga duración, desde 1492 hasta la actualidad. Que los pueblos pervivan es una responsabilidad de la humanidad”. – Fotografía: Diana Gamba/CNMH

  • “Queremos vivir tranquilos, queremos vivir en paz y que Colombia se reconozca en su diversidad.  Cuenten con nosotros para la paz, nunca para la guerra”, dijo Óscar Montero. – Fotografía: Diana Gamba/CNMH

Con la presentación de la información que está alojada allí, con la asistencia de delegados y delegadas de diferentes pueblos indígenas, con música, danza y rituales de armonización se llevó a cabo el lanzamiento del sitio web del Informe Nacional de Pueblos Indígenas, un trabajo conjunto entre el Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH) y la Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC), que explica las violencias, sus consecuencias y las formas como han sido enfrentadas por los pueblos indígenas.

Durante el lanzamiento del portal, Óscar Montero, coordinador de este, expresó que el espacio fue una oportunidad para reivindicar y comentar la existencia de los pueblos indígenas, su lucha y resistencia.

En su concepto, el sitio web narra la larga duración de la violencia que ha ocurrido contra los pueblos indígenas. “Queremos que se conozca esa historia para que no se repita. Yo quiero que mi hija no repita lo que vivió el pueblo Kankuamo. En la página está lo que ha pasado con nosotros, pero también la memoria viva, aquella que muestra la riqueza de la diversidad de nuestro país”, agregó Montero.

La conmemoración de un nuevo Día Internacional de los Pueblos Indígenas se produce en momentos en que los 102 pueblos del país han declarado la emergencia humanitaria, económica y social. Esto ante las dinámicas de desplazamiento, confinamiento y asesinatos que se han venido presentado en zonas como el norte del Cauca y todo el pacífico colombiano. Según cifras de la ONIC, en el último año han sido asesinados 100 indígenas. “Exigimos garantías para que pare el genocidio”, dijo Luis Acosta, coordinador nacional de la Guardia Indígena en el Cauca.

A propósito del riesgo de extinción física y cultural de los pueblos indígenas, tal y como lo indica el Auto 004 de 2009 de la Corte Constitucional, el sitio web hace énfasis en el concepto de “la mala muerte”. Sobre ella, Carlos Benavides, investigador de Tiempos de Vida y Muerte: la lucha de los pueblos indígenas de Colombia, expresó que el asesinato de un líder, mamo o autoridad tradicional indígena implica la pérdida de saberes y sentidos de relación con la madre tierra.  “La muerte de una sola persona puede convertirse en una masacre contra los pueblos, pues un líder es el reflejo y sabiduría de la comunidad”, agregó Benavides.

Para Óscar Montero, este trabajo de más de dos años, el cual llevó a investigadores de la ONIC y CNMH a recorrer selvas, mares, sabanas y también ciudades, debe apuntar a que la sociedad colombiana los acompañe y entienda que los indígenas también hacen parte del país. “La sociedad civil debe saber que no solo nos acaban con los asesinatos, sino también con discriminación, racismo y políticas públicas”.

Rafael Tamayo, director encargado de construcción del CNMH, dijo que el sitio web “Tiempos de Vida y Muerte: la lucha de los pueblos indígenas de Colombia” considera que este es uno de los primeros trabajos académicos como territoriales entre una institución pública con vocación de reparación simbólica y académica, y los representantes de unos pueblos que históricamente han sido marginados y olvidados.

Así pues, este trabajo conjunto pretende colaborar con la difusión y comprensión de los procesos sociales y culturales de los pueblos indígenas. Al respecto, Rafael Tamayo recalcó que “el informe también demuestra la intención del Estado de trabajar por asuntos sociales y culturales sin perder de vista las afectaciones con ocasión del conflicto”.

Durante el evento, no sólo se enfatizó en las afectaciones físicas (ya sea individuales o colectivas), sino también en los daños que la guerra y ciertos proyectos económicos generan a la naturaleza y la cultura de los pueblos originarios. Así pues, el segundo entramado del sitio web presenta el concepto de “red vital” como la trama que relaciona el mundo natural, espiritual y humano y que frecuentemente se ve alterada por la violencia. “Si hay una alteración en el altiplano cundiboyacense, eso afecta también a las comunidades que están en la Sierra, por ejemplo”, dijo Carlos Benavides, investigador del informe.

El sitio web y posteriormente el informe que será lanzado en noviembre, estará siendo socializado en diferentes ciudades en actividades tanto del CNMH como de la ONIC. Los invitamos a entrar, recorrer y comprender esta propuesta narrativa www.memoria.onic.org.co/

 


Cauca, CNMH, Desplazamiento, Informe Nacional de Pueblos Indígenas, Memoria, ONIC, Pueblos Indígenas, Violencia

Hacer memoria para recuperar el ser Kamentsa

Noticia

Autor

Juan Sebastián Sanabria

Juan Sebastián Sanabria

CNMH

Publicado

12 Sep 2019


Hacer memoria para recuperar el ser Kamentsa

A las 10 de la mañana del 2 de mayo de 2002, un cilindro-bomba lanzado por
la antigua guerrilla de las Farc perforó el techo de la iglesia San Pablo
Apóstol, en Bojayá. En el lugar se refugiaban centenares de personas. El
resultado: 79 fallecidas (48 de ellos niños y niñas), alrededor de 100
lesionados, el desplazamiento de 1.744 familias y grandes fracturas sociales.

Quien quiera llegar al Valle de Sibundoy en el Putumayo, debe atravesar el medio Putumayo desde Mocoa o el páramo La Pastora desde Pasto (Nariño), pasando por la Laguna de La Cocha. Allí, en esa zona, históricamente receptora de población desplazada y resistente a nuevas amenazas como la minería, la deforestación o los monocultivos, vive el Pueblo Kamentsa, uno de los 39 Pueblos Indígenas en vía de extinción, según el Auto 004 de la Corte Constitucional.

Y es que, en municipios como San Francisco, en el Alto Putumayo, la discusión en torno a la preservación de la memoria está tomando más fuerza. Con ella, según sus miembros, se puede recordar y fortalecer la cultura propia y se puede construir el “buen vivir” evitando su desaparición como pueblo.

Preguntas en torno a las pérdidas de las que han sido víctimas en el marco del conflicto armado, a lo que se quiere conmemorar y recordar, a los mecanismos que han utilizado para sobrevivir como pueblo indígena, son interrogantes que plantean el Enfoque Diferencial Étnico para construir participativamente un proceso de menoria con el Pueblo Kamentsa.

En búsqueda de hacer realidad este proyecto, el Enfoque Diferencial Étnico del CNMH se desplazó hasta el territorio del pueblo Kamentsa y se reunió con líderes comunitarios, profesores, sabedores ancestrales y autoridades de la comunidad.

Durante el encuentro realizado en la maloka (lugar sagrado de la comunidad), se socializaron experiencias sobre eventos de violencia sufridos en el territorio y se construyó participativamente el nuevo proceso de memoria histórica que iniciaría con el Pueblo Kamentsa y acompañamiento del CNMH.

Entre las afectaciones que ha padecido la comunidad están la desaparición de muchos de sus miembros, la ocupación -por parte de actores armados- del territorio ancestral y de caminos milenarios; la amenaza a líderes sociales que se oponen a proyectos mineros, y la pérdida de la cultura ancestral Kamentsa.

Al respecto, los representantes de la comunidad expresaron la importancia de valorar sus liderazgos, gobierno propio y conocimientos ancestrales para la pervivencia cultural. De ahí que la propuesta de reconstruir la historia del Pueblo Kamentsa, tenga un especial interés por la recuperación de la cultura, de los saberes ancestrales y del diálogo intergeneracional entre niños niñas, jóvenes, mayores y sabedores.

En sus propias palabras, “En la comunidad hay muchas personas que saben, pero no las reconocemos, no las valoramos”. Dicha premisa confluye con que los adolescentes Kamentsa, ya no quieren hablar la lengua o utilizar sus trajes tradicionales, están sujetos a las dinámicas de las redes sociales, el consumismo y las drogas que ya aparecen en el casco urbano del pueblo.

Luego de la jornada de trabajo, se contempló que el proyecto que acompaña el Enfoque Étnico del CNMH se articule también con los enfoques de niños, niñas y adolescentes y el de personas mayores. De esa forma, se podrían diseñar estrategias y metodologías para posibilitar que los legados de las personas mayores sean transmitidos a los más jóvenes y que los jóvenes también permitan reflexionar a los mayores.

La realización de encuentros intergeneracionales de memoria, de recorridos por lugares sagrados y de mingas de trabajo, además de la preparación de los carnavales Wakjnaité (Carnaval del Perdón – en noviembre) y el Betsknaté (en febrero), permitirán generar productos finales que sirvan de herramienta para dar a conocer   la memoria histórica del Pueblo.

Entre los productos a desarrollar estarían una cartilla pedagógica y una serie de videoclips que se realizarán en lengua Kamentsa y español. Adicionalmente, luego de esta primera visita del Enfoque Étnico, se proyectaron seis encuentros más para concretar el proceso de memoria histórica a mediano plazo.

El primero de los encuentros se hará el 1 y 2 de noviembre en el marco del Wakjnaité (Carnaval del Perdón) y comprendería una visita de niños, niñas y jóvenes a los abuelos de la comunidad. Entre tanto, los cinco restantes se realizarían en el año 2020, según se proyecte en el plan de acción del Enfoque Diferencial Étnico 2020.

 


Conflicto, Cultura, Jóvenes, Kamentsa, Memoria, Pueblos Indígenas, Putumayo, Sibundoy, Territorio

Llegó el lanzamiento del primer Informe de Pueblos Indígenas

Noticia

Autor

CNMH

Fotografía

CNMH

Publicado

18 Nov 2019


Llegó el lanzamiento del primer Informe de Pueblos Indígenas

ONIC y CNMH lanzan Tiempos de Vida y Muerte: Memorias y Luchas de los Pueblos Indígenas en Colombia – Informe Nacional de Memoria Histórica de los Pueblos Indígenas


Este lunes, 18 de noviembre, la Organización Nacional Indígena de Colombia y el Centro Nacional de Memoria Histórica presentarán Tiempos de Vida y Muerte: Memorias y Luchas de los Pueblos Indígenas en Colombia, el primer informe de memoria histórica de los 102 pueblos indígenas que tiene el país. En este se recogen, no solamente las violencias que han padecido, sino también sus alternativas de vida para enfrentarlas.

Cuando en abril de 2017 se decidió materializar la propuesta de construir un Informe Nacional de Pueblos Indígenas, rápidamente se consideró que una publicación de estas magnitudes, debía hacerse directamente con los pueblos y con sus organizaciones. Esto como un verdadero ejercicio de reparación simbólica en el que sean ellos mismos quienes cuenten sus memorias, su propia historia.

Un equipo de 15 personas, entre integrantes de la ONIC, investigadores contratados e investigadores del Enfoque Étnico del CNMH, posicionó el Informe en los sitios de pagamento de los pueblos indígenas. Durante dos días lo expusieron ante los mamos de la comunidad de Ramalito -en la Sierra- para recibir sus orientaciones espirituales.

Un informe que nos presenta las dinámicas y las situaciones del movimiento indígena colombiano, que reconoce unas afectaciones diferenciadas y que contempla las violencias que han recibido desde una perspectiva de larga duración.

Y es que desde el Auto 004 de 2009 hasta la fecha, la Corte Constitucional ha estimado que por lo menos 39 pueblos indígenas están en riesgo de extinción física y cultural. “Queremos que el país escuche esa otra historia que no ha sido narrada”, explica ÓscarMontero, Indígena del Pueblo Kankuamo, al referirse a este primer Informe Nacional de Pueblos Indígenas.

Bogotá: 18 de noviembre
Lugar: Teatro Colón
Hora: 4:00 p.m.

* Entrega gratuita del libro – ENTRADA LIBRE

Publicado en Noticias CNMH



Centro Nacional de Memoria Histórica, Lanzamiento, Pueblos Indígenas, Semana por la Memoria

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