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Yolanda Cerón: la hermana del Pacífico. Una biografía ilustrada

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Yolanda Cerón: la hermana del Pacífico. Una biografía ilustrada


A las 12:15 de la tarde del 19 de septiembre de 2001, la hermana Yolanda Cerón fue asesinada al frente de la Iglesia de La Merced, en Tumaco. Muchas personas que trabajaban con ella sabían que esto podría suceder. Incluso ella misma lo sabía. Su tenacidad e incansable lucha para lograr la titulación colectiva de tierras a favor de las comunidades negras del Pacífico nariñense, así como sus insistentes denuncias por las violaciones a los derechos humanos que se cometían en Tumaco, incomodaron a los sectores políticos, económicos y militares más extremistas y radicales de la región.

Seis años después del asesinato –luego de postularse a los beneficios de la Ley de Justicia y Paz– Guillermo Pérez Alzate, quien era el comandante paramilitar del Bloque Libertadores del Sur de las AUC, confesó haber ordenado la muerte de la hermana Yolanda. En el momento de la confesión, Pérez Alzate dijo que había dado esa orden porque ella, supuestamente, era colaboradora de la guerrilla del ELN. Un señalamiento absurdo y mentiroso.

Justamente, para honrar el buen nombre, la memoria y el legado de la religiosa nariñense, la Sala de Justicia y Paz del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Bogotá ordenó al Centro Nacional de Memoria Histórica escribir y publicar su biografía. La historia de vida de una mujer que, aún veinte años después de su muerte, continúa siendo fuente de inspiración para su familia y para millones de negros y negras en Colombia. La biografía de Yolanda Cerón: la hermana del Pacífico.


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AUC, Guillermo Pérez Alzate, Tumaco, Una biografía ilustrada, Yolanda Cerón

Una Comisión de la Verdad según el sur de Colombia

Noticia

Autor

CNMH

Fotografía

CNMH

Publicado

19 Nov 2014


Una Comisión de la Verdad según el sur de Colombia


Alrededor de 80 personas provenientes de Pasto, Tumaco, Samaniego, El Tigre, El Placer y Popayán, llegaron el pasado sábado a la capital nariñense para debatir sobre el papel de las regiones en una posible Comisión de la Verdad en Colombia. Ésto en el marco de los “Diálogos de la Memoria”.

A pesar del cansancio por las horas de viaje, los asistentes –entre los que se encontraban los representantes de organizaciones y víctimas del conflicto armado- al encuentro estuvieron atentos y activos en sus opiniones frente a lo que sería una Comisión de la Verdad.

 
“Estos encuentros son de gran ayuda pues aún hay muchas dudas acerca del tema. Sin embargo, sabemos que crear una Comisión de la Verdad en Colombia será un tema esencial y complicado, ya que hay unas minorías con mucho poder que no quieren que se sepa la verdad”
 
Amanda Quiñones, habitante de Tumaco.
 
Amanda Quiñones, habitante de Tumaco.

 

Por otra parte, Giovanny Cárdenas -Presidente de la Mesa de Participación de Víctimas de Nariño y uno de los ponentes regionales invitados- expresó que “una Comisión de la Verdad debe servir para que las víctimas conozcamos los orígenes y causas de este conflicto armado que no iniciamos, pero que nos ha causado tantas muertes y desplazamientos”.

Terminado el encuentro y luego de escuchar a los asistentes, el invitado internacional a los Diálogos y docente del Instituto de Estudios Peruanos, Ponciano del Pino, expresó que, en el caso colombiano, es un gran avance que ya existan procesos de memoria creados por las mismas comunidades, iniciativas que se convertirán en un gran aporte al momento de crear una Comisión.

Que representantes de las víctimas integren la Comisión de la Verdad y se trabaje con enfoque diferencial; que esta Comisión sea perdurable en el tiempo y tenga una finalidad reparadora; y que se trabaje con subcomisiones regionales, municipales, departamentales y nacionales fueron algunas de las ideas más recurrentes entre los asistentes.

Finalizado el primer encuentro en Pasto, los Diálogos de la Memoria continúan el próximo viernes 21 de noviembre en Sincelejo, Sucre,  (Hotel Panorama – carrera 25 No. 26-148) con entrada libre hasta completar el aforo.

Los “Diálogos de la Memoria: comisiones de la verdad” se realizan con el apoyo de la Organización Internacional de las Migraciones y USAID. 

* Descargue aquí la agenda del encuentro en Sincelejo.

 


Colombia, Comisión de la Verdad, Tumaco

Teatro por la paz bajo amenaza

Noticia

Autor

CNMH

Fotografía

CNMH

Publicado

18 Dic 2014


Teatro por la paz bajo amenaza

El Centro Nacional de Memoria Histórica rechaza públicamente la amenaza que ha recibido Norma Rivera Salazar, Directora del Teatro por la Paz de Tumaco. La amenaza fue recibida el día 17 de diciembre por vía telefónica por parte de una persona que se identificó como Comandante Rubén de la Columna Móvil Daniel Aldana, según consta en el comunicado enviado por la Diócesis de Tumaco. (Leer comunicado de la diócesis de Tumaco)

Teatro por la Paz es un proyecto impulsado por la Diócesis de Tumaco y el Servicio Civil por la Paz de la Asociación de Cooperación para el Desarrollo (AGEH) de Alemania. Se trata de un proyecto que promueve la conformación de grupos parroquiales teatrales integrados por mujeres y jóvenes. Sus montajes y trabajos se basan en la defensa de la vida, la solidaridad, el respeto a la dignidad humana, la tolerancia y el compromiso social.

En palabras de Norma Rivera, “Queremos promover un pensamiento crítico y reflexivo sobre realidad que ayude a los integrantes a visualizar opciones de vida constructivas para ellos, sus familias y su entorno. Nuestra misión está basada en la promoción del trabajo teatral como un instrumento eficaz en la comprensión y búsqueda de alternativas a los problemas sociales e interpersonales de los integrantes de los grupos y, como consecuencia, de los espectadores”.

Esta iniciativa no solo ha participado en algunas de las acciones conmemorativas lideradas por el CNMH, sino que fue la obra que dio apertura a la exposición del Basta Ya!, hace parte del proyecto Alfabetizaciones Digitales, y fue una de las protagonista de Memoria en escena (obra teatral realizada en el marco del fortalecimiento a iniciativas de memoria del CNMH).

Es nuestro deber alzar la voz para proteger a los líderes que a través del arte resguardan a los jóvenes y a las mujeres de la guerra, ayudándoles a sanar sus heridas.

 


Amenazas, Arte, Comunidad, Cultura, Paz, Teatro, Tumaco

Y Tumaco levantó su voz

Y Tumaco levantó su voz

Autor

CNMH

Fotografía

CNMH

Publicado

16 Dic 2015


Y Tumaco levantó su voz

En el marco de la conmemoración del Día de los Derechos Humanos, se llevó a cabo en la Casa de la Cultura de Tumaco el lanzamiento del compilado musical y de poesía ¡Y yo levanto mi voz!, memorias de resistencia y paz en Tumaco, una narrativa sonora  que reúne y retrata diferentes acciones e iniciativas de memoria del Pacífico Sur.


El canto, la décima, las coplas y poemas son expresiones culturales tradicionales de la región del Pacífico colombiano; por medio de estas, hombres y mujeres de las zonas urbanas y rurales han narrado su vida cotidiana, los estragos de la guerra, así como sus sueños de paz y reconciliación.

Durante el 2015, el Centro Nacional de Memoria Histórica y la Diócesis de Tumaco llevaron a cabo una estrategia de fortalecimiento de los lenguajes y narrativas locales de estas y otras acciones e iniciativas de memoria del Pacífico Sur.

Uno de los resultados es el compilado musical y de poesía ¡Y yo levanto mi voz! Memorias de resistencia y paz en Tumaco, que recopila voces y memorias que presentan narrativas sonoras no solo de los efectos del conflicto armado (que se ha acentuado en la región en lo corrido de la última década), sino de las resistencias que han tenido lugar en la región del Pacífico nariñense durante los últimos años.

¨Hasta que yo me muera, no voy a dejar de seguir escribiendo mis poesías, no voy a dejar de darles un mensaje a través de ella. La idea es que sigamos tejiendo una red, cada día agarrando más peces, pero peces que traigan buena voluntad, respeto, honestidad, generen confianza, que haya ese ambiente de convivencia”, relata una de las poetas cuyas composiciones hacen parte del compilado.

Y yo levanto mi voz reúne versos, letras y composiciones de 6 poetas y 5 cantautores o agrupaciones musicales de la zona urbana y rural de Tumaco, que se posicionan como un esfuerzo que rompe el miedo, un documento contra el olvido, una voz en alto contra la indiferencia.

“Uno con la música puede expresar, puede sacar todo eso, decir lo que a uno le gusta pero también lo que no. También para dar a conocer a la gente lo que está pasando. O que las situaciones que hemos tenido que vivir –y hablo de las situaciones de violencia- a mucha gente no le ha tocado”, señala una de las cantautoras que conforman el compilado..

A su vez, este proyecto es una pieza en ese largo camino hacia la no repetición, al cual se suman poetas y músicos, de la mano de la Diócesis de Tumaco, en su persistente labor por la vida, la memoria y la paz en la región. Como relata uno de los poetas en sus versos:

“Hay mucho más que decir,
esto es sólo un pedacito,
de todo lo que ha pasado
en este largo conflicto”.

Les invitamos a conocer más del trabajo del CNMH en la región del Pacífico Sur durante el 2015 aquí y a conocer y difundir el compilado ¡Y yo levanto mi voz! Memorias de resistencia y paz en Tumaco aquí.  

 


Compilado musical y de poesía, Derechos Humanos, Pacífico, Tumaco

No hay seguridad para los líderes de Tumaco

Noticia

Autor

CNMH

Fotografía

© Centro Nacional de Memoria Histórica

Publicado

12 Ago 2015


No hay seguridad para los líderes de Tumaco

El pasado 3 de agosto en horas de la mañana, Genaro García -representante legal del Consejo Comunitario Alto Mira y Frontera- se desplazaba por la carretera que va de Chilvi al corregimiento de San Luis Robles, zona rural de Tumaco, en medio del recorrido dos hombres que se movilizaban en moto interceptaron el vehículo y luego de revisar las identidades de todos los pasajeros se llevaron a Genaro. Minutos después, lo asesinaron.


Lamentablemente, la muerte de este líder no es la primera que se registra en Tumaco, un municipio donde varios líderes y representantes de víctimas han sido silenciados ante las denuncias que interponen. Desde el Centro Nacional de Memoria Histórica hablamos con José Luis Foncillas, coordinador de la Casa de la Memoria del Pacífico Nariñense, para consultar la situación que viven esta región del país y los procesos de memoria que se adelantan para no olvidar lo que está sucediendo.

El pasado 3 de agosto fue asesinado Genaro García, un caso más que engrosa la larga lista de líderes asesinado en Tumaco. ¿Qué nos puede contar de él y de lo que han tenido que vivir los líderes en la costa pacífica nariñense?

No alcancé a conocerlo personalmente, sin embargo, Genaro García es otro caso de la cadena de líderes asesinados en Tumaco. Él era el representante legal del Consejo Comunitario Alto Mira y Frontera, un Consejo que antes tuvo a otro líder, Francisco Hurtado, quien también fue asesinado en el año 1997. Ambos trabajaron con la hermana Yolanda Cerón, quien se desempeñaba como directora de la Pastoral Social de Tumaco hasta el 2001, año en que fue asesinada mientras salía de su lugar de trabajo.

Esta no es una situación nueva, los líderes en Tumaco han sido amenazados y asesinados sistemáticamente por grupos armados hace casi 20 años, como sucedió con Francisco Hurtado y con la hermana Yolanda Cerón. Los asesinatos han generado mucho miedo al punto que los Consejos Comunitarios ya no quieren denunciar lo que sucede, sienten un gran temor por contar esas amenazas.

¿Qué medidas cree que son necesarias para mejorar esta situación? 

Visibilizar más lo que sucede en la región sería una medida, a veces parece que Tumaco no fuera Colombia y solo es noticia cuando sucede algo grave. Por ejemplo del Consejo Comunitario Alto Mira y Frontera han sido asesinados dos representantes legales y tres miembros de la junta directiva, es decir de un solo Consejo, de uno pequeño, han sido asesinados cinco líderes y ese drama que se está viviendo no es visibilizado a nivel nacional. Tumaco solo se muestra cuando se vuela un oleoducto, algo que en los últimos 20 años ha pasado al menos 15 veces,  y somos noticia únicamente cuando hay intereses políticos de por medios, sin embargo, Tumaco es sistemáticamente invisibilizado. 

Es necesario que se muestre lo que pasa en Tumaco al igual que otras regiones del país, darle el mismo eco y acabar la indiferencia ¡Aquí también somos colombianos!

¿Qué se hace desde la Casa de la Memoria del Pacífico Nariñense para visibilizar esta situación?

La Casa de la Memoria de la Costa Pacífica Nariñense nace con ese propósito, visibilizar lo que sucede en el conflicto armado que tiene sumido a Tumaco en una de las ciudades con más hechos victimizantes del país. La Casa de la Memoria ha trabajado año tras año por la memoria de las víctimas, se les recuerda mayormente a través de fotografías y en este momento unas 500 familias se han acercado a traer las fotos de sus familiares. Esto se saca a las calles, a las vías públicas, se hacen marchas, se hacen actos de memoria, el último fue el 9 de abril, fecha en la que recordamos a Miller Angulo, otro gran líder que perdimos hace 2 años, uno de los representante de la Mesa de Víctimas que fue asesinado en plena calle de Tumaco.

La Casa de la Memoria tiene un lema: “Que nadie diga que no pasa nada”. Por eso no solo hacemos memoria hacia el pasado, sino que denunciamos las graves violaciones de derechos humanos que suceden en el presente. También hacemos trabajo con jóvenes de colegios que visitan la Casa de la Memoria y con los muchachos que tienen que prestar el servicio social obligatorio cuando terminan el bachillerato, con ellos realizamos acciones de defensa y promoción de los derechos humanos y de la memoria en las calles de Tumaco.

Además, trabajamos con las víctimas. La Casa de la Memoria es el punto de encuentro de la Mesa de Víctimas Municipal, aquí es donde hacen sus talleres y reuniones. Finalmente, hacemos memoria con los informes regionales, “Que nadie diga que no pasa nada”, los cuales se hacen desde la Diócesis de Tumaco para denunciar la grave situación de derechos humanos y el conflicto que se vive en la región.

¿Qué llamado hace a las autoridades y a la sociedad en general para que pongan sus miradas en Tumaco?

Nuestra Casa de la Memoria es de la Costa Pacífica Nariñense. Los municipios de esta costa han sido históricamente olvidados por el Estado y por Colombia, por ejemplo La Tola, Mosquera y El Charco, tienen un 90% de necesidades básicas insatisfechas hoy, no en el siglo 19, hoy en pleno siglo 21. En Tumaco tampoco hay trabajo, en la región hay un 70% de desempleo y consideramos que esta es la peor violación de derechos humanos producida por el Estado y necesitamos que el mismo Estado invierta en estas regiones, pues esta situación es el caldo de cultivo para que todos los grupos armados ilegales aprovechen y siembren el terror. 

El primer llamado es a que los derechos sociales, económicos y culturales de la población del pacífico nariñense sean respetados como en el resto de Colombia. También le decimos a los grupos armados que respeten la vida y los derechos de la población de esta región, golpeada por el desplazamiento y los homicidios. Este es un llamado que la Diócesis de Tumaco ha venido haciendo desde la época de hermana Yolanda Cerón, quien fue asesinada precisamente por esas denuncias incomodas hacia el Estado y sus nexos con las AUC,  en su momento Yolanda los denunció sin miedo por la radio, por las emisoras, por comunicados. Genaro García era otra de esas voces incomodas que en vez de ser escuchadas fueron eliminadas.

 


Líderes, Tumaco

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