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Comunicados

Construyendo memoria histórica: una realidad en los territorios

Construyendo memoria histórica: una realidad en los territorios

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Publicado

06 mayo 2023


Construyendo memoria histórica: una realidad en los territorios

El Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH) anunció que su estrategia de reparación a las víctimas y el derecho a la verdad se extenderá a 70 municipios de 17 departamentos.

La reparación a las víctimas, a través del esclarecimiento de la verdad y la construcción de memoria, avanza con 66 procesos que tienen impacto en 70 municipios y 17 departamentos, de este modo se da cumplimiento efectivo a la misión del CNMH.

María Gaitán Valencia, directora de la entidad, señaló que las Iniciativas de Memoria Histórica fomentan la participación de comunidades de todo el país, tarea a la que se suma la estrategia de Reparación de Víctimas con 16 procesos colectivos en curso.

“El equipo del CNMH considera fundamental abordar las causas y agentes originadores del conflicto armado, para enfrentar los retos que implica poder superarlo. Esta perspectiva sirve como marco para cada una de las 18 investigaciones que se han priorizado para este año, dentro de las que se incluyen temas como: la naturaleza y el territorio entendidos como víctimas del conflicto; actores involucrados; pueblos étnicos; y estallido social, entre otros”, expresó.

En respuesta a inquietudes de algunos medios de comunicación sobre El Exploratorio Nacional, lugar de memoria donde se conmemoraron los 75 años del magnicidio de Jorge Eliécer Gaitán, la directora aclaró que fue escenario de una de las actividades desarrolladas el pasado 9 de abril dentro de la programación del Día de las Víctimas. Su uso gratuito fue posible gracias a la gestión de un permiso con la Universidad Nacional.

El Exploratorio Nacional es un complejo arquitectónico de 9000 m² concebido como un Centro Cívico Conmemorativo en homenaje a Jorge Eliécer Gaitán y sus seguidores. La Ley 45 de 1948 ordenó la construcción de un monumento en su memoria en el pórtico de su última residencia, donde reposan sus restos. Posteriormente, este espacio fue declarado Monumento Nacional y convertido en Casa-Museo.

“Esta obra, diseñada por el arquitecto Rogelio Salmona y cuya construcción se encuentra en un 75%, fue abandonada desde el gobierno de Álvaro Uribe en 2002. Ante este hecho, el presidente Gustavo Petro ordenó dar cumplimiento a la Ley 425 de 1998: ‘Por la cual la Nación exalta la memoria del doctor Jorge Eliécer Gaitán, en los cincuenta años de su magnicidio, [y] ordena la terminación de la construcción de El Exploratorio Nacional’”, detalló Gaitán.


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¿Por qué se debe buscar el origen del conflicto armado colombiano antes de 1958?

¿Por qué se debe buscar el origen del conflicto armado colombiano antes de 1958?

¿Por qué se debe buscar el origen del conflicto armado colombiano antes de 1958?

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Publicado

04 mayo 2023


¿Por qué se debe buscar el origen del conflicto armado colombiano antes de 1958?

Lejos de lo que algunas investigaciones han propuesto, la génesis del conflicto armado tiene un inicio difuso que trasciende las realidades locales. El CNMH prepara un informe que evidencia la complejidad que representa hallar fechas precisas y que busca aportar nuevas narrativas a las memorias de la guerra.

“Nos han hecho creer que el conflicto armado es un tema de colombianos. Pero, ¿qué significaba Colombia para Estados Unidos en los años 45, 46, 47?”. Héctor Arenas, investigador experto en el conflicto armado colombiano, hace la anterior afirmación, transformada en pregunta, para introducir el tema que convocó al público del Pabellón México en el último día de la Feria Internacional del Libro de Bogotá (FILBo). Un cuestionamiento cuyo debate excedió los 45 minutos para los que fue programada la charla «Las raíces del conflicto armado; las raíces de las violencias», actividad organizada por el Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH).

 Rodrigo Torrejano, investigador del CNMH y moderador del espacio, señaló en su introducción que para el desarrollo de la charla el tiempo constituía un factor muy importante, pues “Hay una fecha a partir del ¡Basta ya!, la investigación del CNMH, que plantea que el análisis del conflicto armado empieza en 1958, al igual que el tomo No matarás, del Informe Final de la Comisión de la Verdad”. Sin embargo —matizó—, también se plantea que desde 1920 hasta 1958 se venían viviendo procesos sociales y políticos que fueron abonando el terreno para la gestación del conflicto tal y como lo conocemos hoy.

“Esta conversación se va a situar antes del 58: desde el 9 de abril de 1948, con el asesinato de Jorge Eliécer Gaitán; luego, el contexto de una persecución sobre el movimiento popular politizado, y luego conoceremos de primera mano la investigación sobre la Guerra de Villarrica, que marcó el surgimiento de la insurgencia”, anunció Torrejano al inicio de su intervención.

 

La Guerra Fría

La formulación de Arenas: “Nos han hecho creer que el conflicto armado es un tema de colombianos. Pero, ¿qué significaba Colombia para Estados Unidos en los años 45, 46, 47?” se resuelve de la siguiente manera: Colombia representaba para la potencia norteamericana un conjunto de intereses: era el paso geoestratégico hacia Panamá, el petróleo se consideraba un recurso militar estratégico (y Colombia poseía petróleo), y Gaitán había logrado derrotar políticamente a la élite bipartidista que imperaba desde el primer tiempo de la república. En resumen, sentenció Arenas: “Colombia era la puerta de entrada a América Latina; el movimiento gaitanista, al igual que el peronista en Argentina, era una alternativa. Gaitán no era comunista, pero sí un liberal de izquierda: una figura temible para el Gobierno de Estados Unidos”. En otras palabras: Colombia también vivía el coletazo de la Guerra Fría.

 

El dominio norteamericano en la región de Centro y Suramérica explican una gama de conflictos bastante compleja. Como sintetiza Álvaro Villarraga, director para la  Construcción de la Memoria Histórica del CNMH: “En los 60, toda nuestra América mestiza, diversa, eran dictaduras, eran guerras civiles, eran guerras de agresión norteamericanas, o eran movimientos progresistas emergentes, sobre todo en el Caribe. Y eso desencadenó pujas muy fuertes. Hay movimientos reivindicativos que se dan en medio de circunstancias en donde la mano dura militar estimula las dictaduras”.

 

La Guerra de Villarrica

En consonancia con lo expresado por el profesor Villarraga, Stephen Ferry, fotógrafo de no ficción, explicó que el 58 no debe ser la fecha para entender el inicio del conflicto armado colombiano, si se entiende este como parte de la encrucijada entre el comunismo y el capitalismo que trajo la Guerra Fría. Según Ferry, “la guerra de Villarrica —que nosotros, como Ojo Rojo-Fábrica Visual, investigamos para la Comisión de la Verdad— marca una diferencia por la misma censura, por la falta de información. La historiografía tiende a ubicar a Villarrica como parte de la Violencia bipartidista, pero es la Guerra Fría”.

La masacre de Villarrica, en la que “fueron bombardeados nuestros campesinos con 50 bombas de napalm”, como recuerda la periodista Constanza Vieira, evidencia el recrudecimiento de la violencia en 1954, año en el que se perpetró la matanza de un grupo de estudiantes, entre el 8 y el 9 de junio, y en el que se determinó la “ilegalización del Partido Comunista en septiembre”.

Ferry concluyó este pasaje de la charla con un rápido recuento de lo acontecido: “la tesis es que después del asesinato de Gaitán surge una violencia bipartidista que desemboca en el ascenso al poder de Rojas Pinilla. Este promete la paz, el pueblo le copia, la gran mayoría de las guerrillas se entregan y hay un año de paz en el 53. La guerrilla, bajo orientación  del Partido Comunista, decide guardar sus armas”, pero ocurre la matanza de los estudiantes y lo desestabiliza todo. “La guerra de Villarrica empieza en noviembre del 54. La gente que combatió en Villarrica fue la que fundó las FARC un año después”.

 

Las guerrillas

Este hecho, según Villarraga, hizo estallar la segunda guerra civil de Colombia —la primera fue la de liberales contra conservadores—, se trató de la que emprendieron las FARC contra la reforma agraria, en el norte de Antioquia y el sur de Córdoba.

Posteriormente, los integrantes del M-19, para demostrar que las guerrillas eran más que un movimiento agrario, exigen respuestas ante lo que consideran un fraude electoral: “Crean entonces una  guerrilla urbana que habla del conflicto agrario pero responde al Frente Nacional. Es la utopía del cambio revolucionario por la vía armada”, comenta Villarraga. Así, Colombia se convierte, por un lado, en el primer país del continente donde aparecen guerrillas comunistas y luego liberales, y, por otro, en el último en cerrar esas confrontaciones armadas, de las que aún hay que seguir hablando, para aportar nuevas narrativas a una historia y unas memorias que, lejos de estar cerradas, evidencian la complejidad de un conflicto al que resulta muy difícil hallarle un inicio claro o fechar inequívocamente.


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«Proyecto Rafael»: el rescate de las pesquisas de un periodista asesinado

«Proyecto Rafael»: el rescate de las pesquisas de un periodista asesinado

 «Proyecto Rafael»: el rescate de las pesquisas de un periodista asesinado

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CNMH

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Publicado

04 mayo 2023


«Proyecto Rafael»: el rescate de las pesquisas de un periodista asesinado

En conmemoración de los 30 años del Día Mundial de la Libertad de Prensa, se revisa el caso de Rafael Moreno, cuya voz no fue del todo silenciada tras su asesinato en octubre de 2022.

El trabajo periodístico de Rafael Moreno en el sur de Córdoba comenzó a generar un efecto dominó poco antes de su asesinato. El reportero, dotado de un agudo olfato y vasta experiencia, poseía una voluntad inquebrantable para denunciar casos de corrupción y clientelismo en la región. Tal fue su impacto, que su voz cobró fuerza en el medio digital que fundó en 2018: Voces de Córdoba.

 Sus denuncias y palabras repercutieron en otros lugares del departamento, e impulsaron  a sus colegas a meter las narices en proyectos que eventualmente incomodarían a los poderosos. Según la Fundación para la Libertad de Prensa (FLiP), el método de Moreno era sencillo: «se sumergía en la plataforma de contratación del Estado [Secop] y hacía reportería en los municipios en lo que se evidenciaban retrasos o irregularidades». El periodista no solo publicaba sus investigaciones en Facebook, sino que también hacía videos o registros en vivo en los sitios donde tenían lugar tales casos.

Una característica fundamental de sus reportajes fue la ironía, como en el caso de la obra de un estadio que él mismo bautizó como “La Eternidad”, por las demoras en la culminación de la infraestructura. «Debió entregarse hace dos años y a causa de la corrupción la plata se perdió», dijo durante un cubrimiento, en julio de 2021.

El 16 de octubre de 2022 un sicario acalló la voz de Moreno propinándole tres disparos en un local de comida rápida de su propiedad, que había abierto un par de semanas atrás en el municipio de Montelíbano. El periodista llegó temprano a su restaurante, “Rafo Parrilla”, a recaudar la caja, minutos después entró el hombre responsable de su muerte.

Tras cometer el crimen, el sicario escapó mientras los clientes y vecinos brindaban su apoyo al reportero, que yacía en el suelo del local; sin embargo, ya no había forma de salvarle la vida.

El asesinato de Rafael no era del todo inesperado, pues a medida que su espíritu de denuncia en la región crecía, también aumentaban las amenazas en su contra por sus publicaciones periodísticas sobre entramados de corrupción e información acerca de grupos ilegales. El reportero conocía perfectamente el riesgo, y sus palabras —inmortalizadas en las redes sociales— presagiaron lo que ocurriría después de su muerte.

—Si me van a matar, mátenme. Pero les digo de frente, no me van a silenciar.

Después de su homicidio, 30 periodistas de investigación de medios nacionales e internacionales retomaron su labor. Sus pesquisas llevaron a la creación del «Proyecto Rafael», rememorado por el Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH) en el Día Mundial de la Libertad de Prensa. Quienes asesinaron al periodista cordobés trataron de silenciar su voz, sin contar con que la red que respaldó sus investigaciones amplificaría sus denuncias.

La iniciativa fue posible gracias al propio Moreno. Días antes de su homicidio, se contactó con Forbidden Stories, una red que ofrece a periodistas amenazados la posibilidad de proteger sus archivos a través de la red SafeBox Network. De este modo, en caso de ser secuestrados, encarcelados o asesinados, la entidad y sus socios colaboradores continuarán las investigaciones y las difundirán masivamente.

Seis meses después del crimen, se comenzaron a divulgar los hallazgos de las investigaciones que el periodista llevaba a cabo. En su mayoría, los cuestionamientos se dirigieron en contra del exalcalde de Puerto Libertador, Expedito Duque, y del representante liberal Andrés Calle. Las irregularidades que pesan en su contra ahora son conocidas a nivel internacional.

 

Las amenazas contra Rafael Moreno y los periodistas regionales

La última amenaza en su contra fue denunciada por Rafael el 21 de julio de 2022, en un video de 37 minutos. El reportero señaló que había encontrado el cartucho de un arma de fuego en el baúl de su moto junto con una carta anónima: «Parcero usted se cree el puticas porque habla en público y por eso se cree intocable, aquí ninguno lo es», se leía en el documento donde aseguraban que no le perdonarían lo que estaba haciendo. «Así que ya sabe parcero, el resto del proveedor de esta nueve, está listo esperando por ti [sic]», añadieron.

Aunque esas palabras se materializaron, podrían haberse hecho mayores esfuerzos para salvaguardar la vida del reportero. La FLiP señaló que el periodista había sido víctima de amenazas y hostigamientos desde 2019 y, a pesar de las solicitudes a la Unidad Nacional de Protección (UNP) para reforzar su esquema de seguridad, la entidad no atendió su llamado.

 

 «Moreno tenía un esquema de protección asignado por la UNP que incluía un escolta, un botón de pánico y un chaleco antibalas», afirmó la organización. No obstante, el día de su asesinato, la persona encargada de su seguridad no estaba presente, incluso, la entidad decidió mantener las medidas que ya tenía Moreno, a pesar de que la FLiP había alertado sobre dos amenazas nuevas el 12 de julio de 2022.

 

La Fundación para la Libertad de Prensa también recordó que, en 2022, en el sur de Córdoba se reportaron 17 de los 21 ataques dirigidos contra la prensa en ese departamento. Así pues, hicieron un llamado por las garantías de los periodistas «que conviven cotidianamente con el miedo a perder la vida y que, después de lo ocurrido con Rafael Moreno, piensan en abandonar el oficio».

 

La imposición del silencio

 

En el 30 aniversario del Día Mundial de la Libertad de Prensa, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) reconoció los avances en la comunicación gracias a las tecnologías digitales y la proliferación de medios independientes. No obstante, reiteró que los ataques a los periodistas «repercuten en el cumplimiento de otros derechos humanos», e hizo un llamado para que se preste mayor atención al cuidado y la protección de la libertad de prensa.

 

En Colombia, este tipo de violencia ha sido documentada por el CNMH debido al impacto social que ha causado durante el conflicto armado. En el informe La palabra y el silencio, se resalta que el asesinato de los periodistas «además de amedrentar a sus colegas y en general a toda la población, impone su silenciamiento y en muchos casos tiende un manto de secreto que les permite a los violentos o a los corruptos actuar con mayor eficacia y cinismo».

Todo ello ha afectado de diversas maneras a la sociedad, llevando a muchos al exilio, al padecimiento de amedrentamientos y estigmatizaciones, e incluso a la autocensura. Esta imposición del silencio ya ha comenzado a hacer efecto en el caso de Rafael Moreno y de otros 165 periodistas asesinados en el país. Un colega suyo le dijo a la FLiP que,  «los que roban hoy en el sur de Córdoba van a robar más tranquilos», pues el fundador de Voces de Córdoba ya no está y era él quien revisaba los contratos del Estado, por tal razón, concluye: «hoy yo no sé si va a haber alguien que lo haga».

El legado de Rafael Moreno y otros periodistas que han perdido la vida en la lucha por la verdad debe ser un recordatorio constante de la importancia de proteger y defender la libertad de prensa en todo el mundo. Solo mediante la garantía de que los periodistas puedan trabajar libremente y sin miedo, podremos mantenernos informados y responsabilizar a los poderosos por sus acciones; dos grandes contribuciones de la prensa que coadyuvan a la construcción de sociedades más justas, transparentes y democráticas.


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Un poco de verdad para poder respirar. Trayectoria e impactos de los bloques paramilitares Montes de María y Mojana

Un poco de verdad para poder respirar. Trayectoria e impactos de los bloques paramilitares Montes de María y Mojana

Un poco de verdad para poder respirar. Trayectoria e impactos de los bloques paramilitares Montes de María y Mojana

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CNMH

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CNMH

Publicado

27 abril 2023


Un poco de verdad para poder respirar. Trayectoria e impactos de los bloques paramilitares Montes de María y Mojana

  • El más reciente informe de la Dirección de Acuerdos por la Verdad del Centro Nacional de Memoria Histórica, lanzado en la Feria del Libro de Bogotá, habla sobre la trayectoria e impactos de los bloques paramilitares Montes de María y Mojana.
  • El informe es el décimo séptimo de una serie de publicaciones sobre el origen y la actuación de las agrupaciones paramilitares en las regiones y trata sobre las estructuras que operaron en los Montes de María, el Canal del Dique y La Mojana, subregiones ubicadas en los departamentos de Bolívar y Sucre.

Durante las acciones que el Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH) llevó a cabo en la Feria del Libro de Bogotá, lanzó el informe Un poco de verdad para poder respirar. Trayectoria e impactos de los bloques paramilitares Montes de María y Mojana.

Este informe fue realizado en el marco de la Ley 1424 de 2010 con la que se creó el Mecanismo no judicial de contribución de la verdad y memoria histórica, por medio del cual la Dirección de Acuerdos de la Verdad del CNMH ha entrevistado a más de diecisiete mil personas desmovilizadas de 39 estructuras paramilitares en distintas regiones del país. Con sus testimonios y relatos, las personas desmovilizadas han aportado al esclarecimiento del fenómeno paramilitar en Colombia y contribuido a los derechos a la verdad y a la reparación simbólica de las víctimas, así como la búsqueda de garantías de no repetición de las graves violaciones a los derechos humanos causadas por el paramilitarismo.

El informe -que es el décimo séptimo de una serie de publicaciones sobre el origen y la actuación de las agrupaciones paramilitares en las regiones trata particularmente sobre las estructuras que operaron en los Montes de María, el Canal del Dique y La Mojana, subregiones ubicadas en los departamentos de Bolívar y Sucre.  En él se estudian cuatro periodos históricos:

  1. Periodo de los años 60 a 1996, en el que se abordan los factores sociales que permitieron el surgimiento de ejércitos privados, de autodefensas y, en general, del fenómeno paramilitar en la región.
  2. Periodo de 1997 a 2001, en el que se estudia la incursión del Bloque Montes de María y el Frente Mojana, es decir, sus estrategias de ocupación y control de los territorios, y los graves crímenes contra la población civil.
  3. Periodo de 2002 a 2005, en el que se aborda la consolidación de estas estructuras en la región, la captación de rentas públicas y sus relaciones con otros actores (grupos políticos y agentes de la Fuerza Pública).
  4. Periodo 2005, en el que se estudia la desmovilización y las continuidades de estas agrupaciones paramilitares en los Montes de María, el Canal del Dique y la Mojana.
Un poco de verdad para respirar
2023

La investigación es el resultado de un proceso de memoria histórica basado en la recopilación de los relatos de dos grupos de personas: por un lado, el de los y las desmovilizadas que se acogieron a los Acuerdos de Contribución a la Verdad y se comprometieron a dar su relato sobre el origen de las estructuras, su composición y actuación; y, por otro lado, el de las víctimas, sus organizaciones, testigos y conocedores, quienes voluntariamente accedieron a dar información sobre lo que conocían o habían padecido a causa de la actuación del Bloque Montes de María y el Frente Mojana. Los testimonios de las víctimas permitieron hacer un riguroso diagnóstico de los daños, impactos y afectaciones del fenómeno paramilitar y sus poblaciones.

Para la elaboración de este informe se procesaron 295 entrevistas de antiguos paramilitares que se contrastaron con los testimonios voluntarios aportados por víctimas y sobrevivientes durante una serie de encuentros y talleres realizados en el municipio de Arjona, subregión del Canal del Dique; El Carmen  de Bolívar, donde se entrevistó principalmente a población campesina; Toluviejo y Mahates, donde se realizaron grupos focales con mujeres afrocolombianas e indígenas, y en San Juan de Nepomuceno, Zambrano y Córdoba (Bolívar) donde se escucharon los relatos de familiares de víctimas.

En el ejercicio de contrastación también se escucharon las voces de organizaciones sociales, funcionarios públicos, periodistas, antiguos comandantes paramilitares y, en general, de personas e instituciones que conocieron las situaciones y hechos abordados en este informe, que se titula con una frase de Dagoberto Villaediego -histórico líder comunitario y campesino de los Montes de María-: “Un poco de verdad para poder respirar”. Esta es la frase que resume el clamor compartido de quienes habitan esta región, cuyo anhelo de consolidar la paz también se sintetiza en este poema-canción escrito por Rafael Posso, otro de los grandes líderes de los Montes: 

 

Qué lindo fuera que sus veredas puedan florecer,

su fértil vientre, reverdecer.

y en sus montañas volver a tener.

Mil añoranzas de este terruño que no puedo olvidar,

cuando mi padre me enseñó a cultivar

y con mi hermano me escapaba a pescar.

Mil añoranzas de este terruño que no puedo olvidar,

cuando escuchaba sus aves cantar

y en luna llena mil historias contar

Vientos de Paz, Rafael Posso, San Juan de Nepomuceno, Montes de María


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Un viaje por nuestra historia. Memorias visuales de la comunidad de Albán, Nariño

Un viaje por nuestra historia. Memorias visuales de la comunidad de Albán, Nariño

Un viaje por nuestra historia. Memorias visuales de la comunidad de Albán, Nariño

Libro

Un viaje por nuestra historia. Memorias visuales de la comunidad de Albán, Nariño


Un viaje por nuestra historia. Memorias visuales de la comunidad de Albán, Nariño, responde al proceso realizado de manera conjunta entre la población de Albán, Nariño, y el CNMH en el marco del Plan Integral de Reparación Colectiva de San José de Albán. A partir de un proceso de investigación cualitativa, construcción de fotografías y recolección del archivo fotográfico de la comunidad, este libro busca contar sus memorias y presenta la historia, las afectaciones por el conflicto armado interno y las resistencias de su población.


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Nuestra vereda Guatemala

Nuestra vereda Guatemala

Libro

Nuestra vereda Guatemala: una historia ilustrada en Miranda, Cauca


Guatemala es una vereda ubicada en el municipio de Miranda, al norte del departamento del Cauca.
En la década de los cuarenta del siglo pasado, hombres y mujeres provenientes de municipios cercanos
llegaron allí para establecerse definitivamente. Desde entonces, todos ellos demostraron un gran
espíritu de solidaridad y ayuda mutua. Por ejemplo, entre todos construyeron las casas de cada una
de las familias de la vereda, su propio sistema de acueducto y organizaron ferias, fiestas y torneos
interveredales de fútbol que los unieron con sus vecinos de los pueblos más cercanos.

Sin embargo, desde la década de los noventa, los pobladores de Guatemala han debido sortear
innumerables hechos de violencia derivados del conflicto armado que se disputa en su territorio. Allí,
la guerrilla de las FARC, los paramilitares del Bloque Calima y el Ejército Nacional de Colombia, entre
otros, han sostenido prolongados enfrentamientos armados en medio de la población civil. Combates
que han ocasionado daños colectivos tan graves como el ocurrido el 16 de noviembre de 2013, cuando
cerca de setenta familias se vieron forzadas a desplazarse al casco urbano de Miranda para salvar sus
vidas. Lo anterior, sin contar con los falsos señalamientos que los grupos armados han promovido
contra la población civil de Guatemala, a quien han acusado injustamente de pertenecer a otros grupos
armados (en consecuencia, muchos de sus habitantes han sido asesinados).

Debido a estas afectaciones a nivel comunitario, la Unidad para la Atención y Reparación Integral a
las Víctimas elaboró un Plan Integral de Reparación Colectiva para la vereda Guatemala. Entre las
medidas de reparación simbólica de dicho Plan, la comunidad solicitó al Centro Nacional de Memoria
Histórica realizar un libro que narrara la historia de la vereda desde sus orígenes hasta la actualidad
y los hechos de violencia que ocasionaron daños colectivos, pero, sobre todo, que destacara las
dinámicas de solidaridad que existían antes de que los grupos armados llegaran a su territorio.
Dinámicas de solidaridad que los pobladores de Guatemala, a pesar de las adversidades, se han
esforzado en mantener activas y vigentes hasta hoy.


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Conmemoración de los 33 años del asesinato de Carlos Pizarro

33 años después del asesinato de Carlos Pizarro, familiares y amigos recuerdan su vida y lucha

Conmemoración de los 33 años del asesinato de Carlos Pizarro

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Publicado

26 abril 2023


33 años después del asesinato de Carlos Pizarro, familiares y amigos recuerdan su vida y lucha

  • El Cementerio Central fue el lugar elegido para el homenaje.
  • Pizarro fue asesinado siendo candidato presidencial.

Con una galería gráfica de memoria, familiares y amigos de quien fuera el candidato presidencial de la Alianza Democrática M-19 Carlos Pizarro Leongómez, en el año 1990, se reunieron hoy en el Cementerio Central de Bogotá, donde reposan sus restos, para hacer un sentido homenaje al líder de ese movimiento.

María del Mar, su hija menor, lideró este espacio en el que con fotografías y música recordaron su vida y lucha en el grupo guerrillero que le apostó a la paz. «Esta no es una forma de recordarlo solo a él, también es un acto de memoria para recordar a todos los desaparecidos y muertos del M-19 que lucharon por la paz de este país, pero también por la igualdad social y la democracia», sostiene.

El líder político y guerrillero colombiano, asesinado el 26 de abril de 1990, en un vuelo de Bogotá a Barranquilla, marcó un hito tras liderar la desmovilización del grupo guerrillero, el primer proceso de paz exitoso en Colombia, e ingresar a la vida política.

Su crimen, declarado de lesa humanidad, hace parte del listado de candidatos presidenciales que fueron asesinados selectivamente durante la misma época: Luis Carlos Galán Sarmiento, del Partido Liberal Colombiano, y Jaime Pardo Leal y Bernardo Jaramillo Ossa, de la Unión Patriótica. 


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Rescatando la historia del Pueblo Wounaan del resguardo Santa Marta de Curiche

Rescatando la historia del Pueblo Wounaan del resguardo Santa Marta de Curiche

Libro

Rescatando la historia del Pueblo Wounaan del resguardo Santa Marta de Curiche


Rescatando la historia del Pueblo Wounaan del resguardo Santa Marta de Curiche, es el resultado del proceso de reparación simbólica ordenado por el Juzgado Primero Civil del Circuito Especializado en Restitución de Tierras de Quibdó, en la sentencia núm. 38 de 2018. El Libro responde al deseo de esta comunidad, ubicada en el municipio de Juradó, Chocó, de reconstruir la memoria sobre su historia, las afectaciones a sus prácticas culturales generadas en el marco del conflicto armado y las resistencias que como pueblo han desplegado en su territorio. El formato de escritura de esta pieza de memoria contiene el esfuerzo de la comunidad por preservar sus memorias debido a que la oralidad, en medio de un conflicto armado que persiste, no ha sido garantía para narrar y heredar sus memorias como pueblo. 

Como resultado de este proceso de reparación colectiva se realizó también una serie de cuatro cortos documentales denominados: “Rescatando la historia del Pueblo Wounaan del resguardo Santa Marta de Curiche: Nuestro tejido y danza”; “Nuestra alimentación”; “Nuestra medicina tradicional”; y “Nuestro tambo y rogativa”, que pueden ser consultados en el canal de YouTube del CNMH.


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Recorridos por El Sudan y sus veredas

Recorridos por El Sudan y sus veredas

Libro

Recorridos por El Sudan y sus veredas


Recorridos por El Sudán y sus veredas es un libro fotográfico que contiene 118 fotografías, cuatro ilustraciones y tres mapas ilustrados desde los que se narra de manera visual los impactos del conflicto armado interno y las estrategias de resistencia que usó la comunidad para sobreponerse a la presencia de los actores armados, así como la diversidad de paisajes, características culturales y gastronómicas del corregimiento de Sudán ubicado en el municipio de Tiquisio, Bolívar.

A este libro lo acompaña una serie radial denominada Radio Sudán la cual está compuesta por cuatro programas. En ella se narra a manera de programa radial en vivo, los hechos más importantes sucedidos en la comunidad, así como la historia de poblamiento, su cultura y tradiciones.

Las personas de Sudán y sus veredas no tienen la expectativa de quedarse viviendo en los relatos del pasado, sino hacerlos públicos para que a través de este ejercicio de memoria histórica se reivindiquen sus acciones de resistencia y se exalten las formas en las cuales caminan hacia el futuro.


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El arte de México y Colombia: un mural conjunto que recuerda sus memorias de dolor y sanación

El arte de México y Colombia: un mural conjunto que recuerda sus memorias de dolor y sanación

El arte de México y Colombia: un mural conjunto que recuerda sus memorias de dolor y sanación

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CNMH

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Publicado

24 abril 2023


El arte de México y Colombia: un mural conjunto que recuerda sus memorias de dolor y sanación

Un siglo después de la explosión del muralismo mexicano, que fue una técnica y corriente artística utilizada para manifestar las necesidades de transformación después de la Revolución Mexicana, la potencia de las obras a gran escala sigue latente para poner de manifiesto las nuevas revoluciones sociales.

Lo sabe bien México que, desde la década del 60, ha vivido «un genocidio por parte del Gobierno mexicano hacia la población. Desaparecieron miles de actividades, campesinos, estudiantes», como lo recuerda Antonio Ortiz Herrera, o Gritón, como se le conoce a este artista en la esfera creativa. Él sabe que Colombia ha estado escribiendo una historia similar en las últimas décadas, con desapariciones sistemáticas y otros hechos victimizantes que han engrosado los estragos del conflicto armado interno.

Con esa historia común, con dolores encontrados, pero, sobre todo, con la máxima conjunta de hacer memoria para evitar que se repitan las violencias, llegó una invitación, de esas que suelen hacer los amigos entrañables para acompañarse a narrar sus sufrimientos y también las formas en las que sanaron. México invitó a Colombia a hacer un relato conjunto de esa impronta de años de ausentes presentes, de familias rotas, de pueblos fantasma, de desplazamientos forzados: de cómo recuperar el pasado y hacerlo presente para pensar en un futuro prometedor. El país azteca, como invitado de honor en la Feria Internacional del Libro de Bogotá (FILBo), vio una oportunidad inmejorable para hacerlo realidad. El Museo de Memoria de Colombia, en su tarea de atesorar y contar todas las memorias todas, aceptó.

Así se comenzó a tejer la idea de un gran mural que uniría aún más los lazos de países hermanos, quebrados, pero valientes, resistentes, y de «intentar hacer un proceso de graficar esa memoria para dar una nueva narrativa: que esa memoria no parta del dolor, sino que nos permita a futuro vivir con esperanza», como subrayó Violeta Anahí Pulecio, estudiante de la Universidad del Rosario, una de las cinco instituciones de educación superior invitadas a pintar Somos la memoria del olvido, el mural de 30 metros de largo que resultó de la unión México – Colombia.

Treinta metros para 30 artistas de las tierras aztecas y andinas. Algunas son expertas en la técnica del tejido, otros de la fotografía… Algunos viven en primera persona la crudeza del conflicto, otros son parte de manera tangencial. Todos y todas juntas haciendo colectivo el «conversar sobre el olvido, nuestros recuerdos, nuestros arraigos y la resistencia de poder permanecer», como explicó Inty Maleywa, de Comunarte, quien llegó desde Medellín para participar en las cuatro jornadas de creación conjunta del mural previas al grabado final.

Vienen de Ciudad de México, de Boyacá, de Valle del Cauca, del Eje Cafetero, de los Montes de María…, una amalgama de proveniencias tan disímil y rica como sus técnicas artísticas. De Mampuján llegó Juana Alicia Ruiz, maestra de la tela sobre tela: «feliz porque estoy representando a una comunidad que más que ser víctima es una comunidad resistente. Fuimos los primeros de Montes de María que hablamos de reconciliación. El ser humano nunca olvida, solo que no recuerda. Y recuerda sin dolor cuando lo ha tramitado, y es lo que hemos hecho a través de la tela sobre tela. El dolor nos paraliza, como el miedo». Y si el dolor nos paraliza, la felicidad o, al menos, la tranquilidad nos hace actuar, como reflexionó Luz Manuela Avella, estudiante de la Universidad Nacional: «el arte es pensamiento en acción, es jugar. Creo que si no lo tuviéramos sería invivible, no sé qué sería de todos nosotros».

Entonces, el arte que sana y salva también transforma y revoluciona. Es el arte lo que hace que una aplanadora de una tonelada aplaste planchas de 1 x 1 metro y no las destruya, sino que las estampe. Que no las acabe, sino que cree algo nuevo. Porque «la aplanadora no es una aplanadora: es un símbolo de libertad», como ha aprendido Emilio Payán, el curador de la obra, director del Museo de la Estampa en México y quien enseñó a todos los artistas a dominar esta técnica.

«Un poquito más a la derecha», «¡todavía no bajen la plancha!»… La voz cantante era la de Patricia Soriano, profesora de Arte de la Universidad Autónoma de México. Ella coordinó esa coreografía de la aplanadora sobre las planchas, de la máquina sobre la obra de arte para redirigir la conversación, «que tiene que ver con una reflexión: la reunión de las memorias, que se ha podido concretar en un discurso plástico, y cada uno de los artistas ha podido dar desde su elección de símbolos».

Una mujer pariendo raíces en su territorio, un corazón que late y grita «sin olvido», un campesino que recorre sus terrenos, las letras que forman «Toda esa oleada», un alambre de púas… Esos son los símbolos de lo que llamó Elena Garro «una memoria del porvenir»: una memoria que nos transforma,  que hace del arte un vehículo de reflexión y de este gran mural una gran voz para el mundo. Una polifonía de memorias «que nos encontramos; nos planteamos qué recordamos y para qué recordamos», como precisó Eric Arellana, artista visual y funcionario del Centro de Memoria Histórica.

De esos momentos recordados hay nuevos fragmentos que nacen, que se quedan con ellos y ellas, los y las artistas, quienes vivieron jornadas intensas y crearon una de las obras que alojará, cuando su construcción acabe, el Museo de Memoria de Colombia. Para acabar, un aplauso colectivo, el agradecimiento por unir dolores y resistencias, violencias y sanaciones, y la invitación a hablar en plural siempre. Ser las memorias del olvido, las memorias todas, porque, como dijo el escritor mexicano José Emilio Pacheco: «la memoria es el olvido que recuerda».

Artistas que participarán en el mural

Ailyn Mosquera
Antonio Ortiz Herrera «Gritón»
Bastardilla
Camila Barón Garzón
Carlos Ortiz (Mampuján Tejiendo Sueños)
Daniel Felipe Rodríguez
Daniel García Lozano
Erik Arellana Bautista «Chico Bauti»
Erika Diettes
Fernando Arias
Isabella Siabato Jara
Johan Estiven Ruiz Josa
Johan Samboní (Puerto Resistencia)
Juana Alicia Ruíz (Mampuján Tejiendo Sueños)
Lina María Patiño Góngora (Coomunarte)
Luz Manuela Avella Faura
Marcos Roda
Miguel Ángel Hernández Mendieta
Miguel Ángel Rojas
Patricia Soriano
Pitter Sepúlveda (Puerto Resistencia)
Ricardo Peláez
Santiago Díaz Cifuentes
Santiago Parra
Sergio Sánchez Santamaría
Silvia Narváez (Casa de la Memoria de Nariño)
Tatiana López (Casa de la Memoria de Nariño)
Triana Parera
Vanessa Nieto
Violeta Anahí Pulencio
Wilson Ramírez Guzmán (Coomunarte)

 

 Perfil de los artistas convocados por el CNMH

 

Johan David Samboní Esquivel
Puerto Resistencia
Cali, Colombia

 Johan Samboní es un artista del oriente de Cali, cuyo trabajo está atravesado por realidades sociales que hacen parte de su entorno inmediato, centrándose en reflexiones y cuestionamientos sobre la representación de la marginalidad y las identidades que la habitan. Recientemente, realizó su primera exhibición individual en el Museo de Arte Moderno de Medellín. Ha participado en exposiciones colectivas, en espacios como el Museo La Tertulia de Cali, Galería Santa Fe y Espacio Odeón en Bogotá; Museo Rayo en Roldanillo y el Museo de Antioquia en Medellín. Ha sido merecedor de diferentes reconocimientos, como el premio Programa C Arte Digital, Reconocimiento Nacional XVII Salones Regionales de Artistas del Ministerio de Cultura y Premio Artecámara, en alianza con El Tiempo y ArtBo 2019. Desde 2016 es integrante del Colectivo Monómero junto con Dayana Camacho.

Pitter Sepúlveda
Puerto Resistencia
Cali, Colombia

Peter LP es defensor de derechos humanos de la Corporación Colectivo de Abogados Suyana y hace poco asumió la coordinación local de la colectividad. Es técnico profesional en Seguridad y Salud en el Trabajo, egresado de Intenalco Educación Superior, donde fue representante estudiantil ante el Consejo Directivo con el fin de organizar al estudiantado para la inclusión participativa en la toma democrática de decisiones institucionales. Es activista político y social hace aproximadamente doce años, y en noviembre de este año cumple cuatro años de activismo en Puerto Resistencia. Es uno de los miembros fundadores de la convergencia social Colectivos Unidos en Puerto Resistencia creado a mediados del 2020. También pertenece a la Mesa Territorial de la Diversidad de la Comuna 11 de Cali, como parte de la población LGBTIQ+. Es veedor ciudadano y miembro de la Asociación de Vendedores Informales Estacionarios y Semiestacionario (ASOVAES) en defensa de los derechos de los vendedores informales de Cali. Desde el año 2022, hace parte de la militancia del Partido Comunes, hoy en día asume la Comisión en Cali de Derechos Humanos del Partido.

 

Silvia Narváez
Casa de la Memoria de Nariño
Pasto, Nariño

Es investigadora, gestora y directora de la Fundación Casa de la Memoria de Nariño, sus intereses oscilan entre los procesos de construcción de memoria colectiva, la construcción de paz con base en el estudio del concepto de identidad individual, personal y social, y el rol del arte en la sociedad y en la manera de hacer reparación comunitaria. Es coordinadora y museóloga en la construcción del Museo Itinerante de la Memoria «Memorias Entrelazadas», con base en el trabajo cocreativo con asociaciones de víctimas del conflicto armado en el departamento de Nariño. Logró la consolidación de la guía metodológica del Museo Itinerante, su guion museológico y el proceso de transferencia de aprendizajes sobre mediación museal a voluntarios de la Casa de la Memoria de Nariño.

 

Tatiana López
Casa de la Memoria de Nariño
Pasto, Nariño

Ilustradora nacida en la ciudad de Ipiales. Actualmente trabaja como diseñadora gráfica en la fundación Casa de la Memoria de Nariño y el Café Moneta, donde adicionalmente se ha desempeñado como curadora y community manager. Sus principales intereses están guiados hacia el diseño editorial, la creación de personajes y las causas sociales.

 

Inty Maleywa
Coomunarte
Medellín, Antioquia

Inty Maleywa es la voz de una mujer que nació en la ciudad de Medellín (Colombia), lleva en su interior la geografía andina y sus comunidades. Es artista visual, publicista, magíster en Artes y firmante de paz.

En su proceso, ha desarrollado las líneas del dibujo, diseño gráfico, fotografía, audiovisuales, performance y participación comunitaria. En ese sentido, ha realizado diversas actividades artísticas como laboratorios, talleres, radioarte, actos performativos, entre otras dinámicas marcadas por los vínculos con las comunidades.

Actualmente, es la representante legal del colectivo de artistas organizados en la forma asociativa de la economía social y solidaria, nombrada Cooperativa Multiactiva de Artistas del Común (Coomunarte), con el cual realiza acciones artísticas y pedagógicas aportando a la construcción de paz en Colombia.

 

Wilson Ramírez
Coomunarte
Viotá, Cundinamarca

Nació en Florencia, Caquetá. Realizó sus estudios de primaria en La Tagua, Putumayo. Desde muy joven participó en la Juventud Comunista (JUCO) y, cuando llegó a sus 18 años de edad, fue militante del Partido Comunista Colombiano hasta su ingreso a la guerrilla de las FARC-EP. Su nombre de lucha insurgente fue Teófilo González, y se dio a la ardua labor de escribir un libro para dar testimonio de su trayectoria como guerrillero durante 28 años.

Su relato, a través de un lenguaje franco y sencillo, deja conocer las múltiples vicisitudes de este grupo insurgente, lo cual permite la comprensión de las subjetividades de los hombres y mujeres que decidieron optar por la lucha armada como una alternativa para hacer posibles transformaciones socioeconómicas. En el año 2022, reeditó su libro Adiós a las armas y publica su segundo libro Ellos también tienen su propia historia. Además, es protagonista del documental La niebla de la paz, que actualmente está en cines y fue dirigido por el alemán Joel Stangle.

 

Juana Alicia Ruiz
Mampuján Tejiendo Sueños
María La Baja, Bolívar

Es una mujer negra de origen campesino, lideresa social, madre de dos hijas. De profesión es Nutricionista Dietista. Es especialista en Investigación Aplicada a la Educación, es magíster en Construcción de Paz y Conflicto Social de la Universidad de Cartagena y es docente en el área de procesamiento de alimentos en la IETA Agroindustrial de San Pablo desde hace 21 años. Es artista de tela y fundadora de las Tejedoras de Mampuján. Ganó el Premio Nacional de Paz, Premio Colombo Suizo de Creatividad en la Vida de la Mujer Rural y obtuvo el premio a la Maestría Artesanal Etnia Diversidad e Inclusión de Artesanías de Colombia en 2022.

 

Carlos Ortiz
Mampuján Tejiendo Sueños
María La Baja, Bolívar

Es oriundo de Mampuján, María La Baja, Bolívar y es técnico en Presentación de Radio y Televisión, y técnico en Producción Agropecuaria. Hizo su pregrado en Comunicación Social y hace parte del relevo generacional en liderazgo de la comunidad de Mampuján, es aprendiz de las Tejedoras de Mampuján, que consiste en coser telas sobre telas, también lidera, con otros jóvenes, el tema de turismo en su comunidad. Hace parte de la ejecución del proyecto curatorial del museo de víctimas de Mampuján.

 

Bastardilla
Bogotá D. C.

Bastardilla es el seudónimo de una pintora de espacios públicos anónima. Sus obras comenzaron a verse de manera fugaz por los muros de Bogotá en el 2005 y pronto comenzaron a multiplicarse también gracias a invitaciones en diferentes festivales y proyectos comunitarios e independientes por diferentes países, como Bolivia, México, Francia, Italia, Dinamarca, Camboya, Palestina, Chile, entre otros tantos.

Su trabajo pictórico en muros indaga por un diálogo entre las imágenes y el espacio público; la arquitectura y contextos sociales componen cada una de las obras que habita con lenguajes visuales en perspectiva política, dirigidos a las reflexiones de transeúntes sensibles a las violencias. Sus referencias se vinculan a procesos organizativos populares contra la discriminación de clase, de género, racialización, así como a la defensa por la autonomía, la memoria, migración, el medio ambiente y la soberanía territorial. Son «imágenes bastardas» construidas a partir de la performatividad y los imaginarios que surgen de personas subalternas en lucha.

 

Erik Arellana Bautista
Bogotá D. C.

Chico Bauti, o Erick Arellana Bautista, es poeta, documentalista y periodista colombiano, hijo de Nydia Erika Bautista, desaparecida forzadamente por el Estado colombiano el 30 de agosto de 1987 en Bogotá. Fusiona la poesía, la música, las artes visuales y los testimonios de víctimas y sobrevivientes del conflicto, para darle vida a historias de colombianos que viven exiliados en su propia tierra, conjugando sus experiencias propias.

Erik Arellana Bautista ha sido becario del PEN (Poetas, Ensayistas y Novelistas) Zentrum Alemania, entre mayo de 2014 y agosto de 2017, en el programa Escritores en el Exilio, financiado por el Ministerio Alemán de Cultura y Medios. Ha publicado en Colombia una trilogía poética compuesta por Tránsitos de un hijo al Alba (2011), Transeúntes y migrantes (2013) y Travesía de la primavera, y un libro de relatos titulado Memorias vividas en cuadernos de viaje. En Alemania, participó en diversas antologías de poetas por la libertad de expresión y sobre el tema de los migrantes en Europa. Ha publicado cuentos, relatos y artículos periodísticos. Su poesía ha sido traducida y publicada en alemán.


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