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Retos para la desmovilización, desarme y reintegración

Noticia

Autor

CNMH

Fotografía

Katalina Vásquez

Publicado

18 May 2015


Retos para la desmovilización, desarme y reintegración

La prevención del surgimiento de nuevas expresiones delincuenciales para evitar que con su accionar sigan sumando víctimas, debe convertirse en política pública en procesos de Desmovilización, Desarme y Reintegración (DDR) en el marco de una justicia transicional.


Así lo consideró Gisela Aguirre, investigadora de la Dirección de Acuerdos de la Verdad del Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH), durante el conversatorio “DDR, retos y posibles escenarios de conflicto” que forma parte de la estrategia “Diálogos de la Memoria”.

En el evento, realizado en las instalaciones del Museo Casa de la Memoria de Medellín el viernes anterior, la investigadora aseguró que se deben implementar medidas integrales de recuperación de derechos económicos y sociales por parte de la población en proceso de reintegración, con el fin de ir más allá de las medidas paliativas que la pondrían en riesgo.

En el conversatorio participaron también el abogado Carlos Zapata, consultor en Derechos Humanos y Desarrollo Social y el investigador de la Dirección de Construcción de la Memoria del CNMH, Teófilo Vásquez.El objetivo fue abordar temas como el seguimiento a los procesos de desmovilización, los repertorios de violencia de las expresiones actuales en la ciudad de Medellín y el Valle de Aburrá,  las afectaciones contra las comunidades y los procesos sociales, así como los retos de política pública en un posible escenario de postconflicto.Los expertos también consideraron que se deben adoptar medidas de mayor alcance para el análisis de redes criminales globales, así como para prevenir el reclutamiento de niñas, niños y adolescentes en las filas de los grupos armados ilegales.

 


Conflicto Armado, Desarme, Desmovilización, Reintegracion, Víctimas

Construir la verdad

Noticia

Autor

CNMH

Fotografía

CNMH

Publicado

19 May 2015


Construir la verdad

Angel María, Rosa Evelia, Jamil Campo, Everlides Leonor y María Ruby desde sus labores comunitarias, de liderazgo y de reconstrucción de proyectos de vida, tienen mucho para contar de sus esfuerzos por encontrar o contribuir a la verdad del conflicto armado colombiano.


Ellos son los protagonistas del documental “Verdad y Reconciliación”, que a través de sus historias busca mostrar los caminos de paz y reconciliación que se construyen desde diferentes experiencias de vida. Esta pieza audiovisual será presentada oficialmente mañana miércoles 20 de mayo con un cineforo en el Centro de Formación de la Cooperación Española de Cartagena a las 6:30 PM y contará con la participación de Lucía González, del Museo Casa de la Memoria de Medellín; Álvaro Villarraga, director de Acuerdos de la Verdad del Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH) y representantes de la Agencia Colombiana para la Reintegración (ACR).   

“Verdad y Reconciliación” busca destacar la importancia de la verdad en los procesos de memoria histórica, específicamente en lo relacionado con la Ley 1424/2010. El documental de 27 minutos fue realizado por la Organización Internacional para las Migraciones OIM, con el apoyo del CNMH a través de la Dirección de Acuerdos de la Verdad (DAV), la Fiscalía General de la Nación  y la Agencia colombiana para la Reintegración (ACR). 

Publicado en Noticias CNMH



Acuerdos de la Verdad, Comisión de la Verdad

En memoria de Óscar Collazos

Noticia

Autor

CNMH

Fotografía

CNMH

Publicado

19 May 2015


En memoria de Óscar Collazos

El Centro Nacional de Memoria Histórica lamenta el fallecimiento del escritor chocoano Óscar Collazos y expresa sus más sentidas condolencias a los familiares, colegas y amigos de este destacado literato y gran ser humano, con quien tuvimos la oportunidad de compartir gratos momentos. 

Imparcial, veraz y agudo así eran sus escritos, comentarios y columnas de aquel amigo que nos deja. El CNMH recuerda las percepciones de Óscar Collazos en la presentación del Informe “¡Basta ya! Colombia: memorias de guerra y dignidad”, el 2013 en Cartagena, esta fue la última vez que nos acompañó en un evento público.


“El informe general de Memoria Histórica ¡Basta Ya!, debe ser leído con la conciencia desarmada para entender que nos estamos mirando en un espejo roto que nos devuelve una imagen que mucha veces nos avergüenza.


Es la primera vez, en 60 años, que aparece un expediente histórico, en momentos que empieza un proceso de negociación de paz y eso no pasó con los procesos anteriores, de los que aún se nos debe la memoria.

Leer este libro exige estar abierto, aceptar la transgresión y el choque con ideologías propias. Lo he estado leyendo conmovido por volver a conocer las razones por las que la sociedad ha llegado a tener una experiencia de unas dimensiones monstruosas”,expresó Collazos en aquella ocasión.

Óscar Collazos, escritor y columnista de los diarios El Tiempo y El Universal de Cartagena, fue un ejemplo para las generaciones futuras de periodistas, escogió el camino más empedrado del periodismo de opinión, oficio que le acarreó amenazas en contra su vida, pero aun así prevaleció su deseo de ofrecerle a la sociedad colombiana un derecho esencial dentro de una democracia, como lo es la libertad de opinión. 

Collazos no eligió el conflicto armado como temas de sus escritos, en varias ocasiones dijo “fui cochinamente elegido por la violencia y la guerra en la medida en que han ocupado mi vida consciente y el imaginario de mi generación. Se nos han metido hasta debajo de la cama. No he hecho más que responder a ese tumor, tratando de extirparlo con la escritura”. Desde el CNMH lo recordamos y despedimos replicando el último mensaje que publicó en su cuenta de twitter: “Nos queda la amistad para ir convirtiendo este país en una geografía vivible. Fue un placer. Hasta siempre”.

 


Basta Ya, Escritor, Memoria Histórica

NN: Rastros silenciosos del conflicto

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Autor

Daniel Valencia

Fotografía

equipo de investigación CNMH

Publicado

19 May 2015


NN: Rastros silenciosos del conflicto

Un osario, otro, otro más; una cruz, dos, diez, cuarenta; filas y filas de lápidas que no acaban en las que se lee un código, un número y nada más. En Colombia las tumbas de los restos de personas sin identificar, o NN, se cuentan por miles.

Recoger los cuerpos sin vida de personas desconocidas que bajaban flotando por el rio Cauca, el Magdalena, el Atrato y tantos otros ríos convertidos en tumbas, ha sido una ardua labor que ha recaído sobre los hombros de los sepultureros en cientos de municipios, pueblos y veredas de Colombia.

Y no solo hallados en ríos, sino otros tantos miles exhumados en campos, abandonados en las ciudades.

Una de las principales razones es que los actores armados despojan a los cuerpos de sus identificaciones y los niegan, sepultándolos en fosas comunes de cualquier manera, fraccionándolos, dejándolos expuestos a la intemperie y a los animales o moviendo los cuerpos de un lugar a otro.

A esto se suma, que aun siendo meritoria la labor de los sepultureros de recoger, pero además arreglar y sepultar los cadáveres sin identificar, lo normal es que no se realicen los procedimientos con la suficiente rigurosidad y el debido registro.

Es por eso que hoy en día existen en Colombia cerca de 10.756 NN (según el Siredc) que continúan sin identificar, pues es en algunos casos es imposible saber con precisión de dónde provenían los cuerpos, que características tenían en el momento de ser rescatados o cuándo se los recogió. Si existiera tal registro, sería posible, hasta cierto punto, trazar con fechas y las distancias, una ruta que coincidiera con una denuncia o un reporte. Pero con el paso de los años esa posibilidad se desvanece. 

Restituir la voz que les fue arrebatada

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    Fotografía: Santiago Mosquera.

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    Fotografía: Santiago Mosquera.

“Nosotros disponíamos de un equipo forense que iba hasta el cementerio a hacer la exhumación y en la respectiva bóveda buscábamos a un hombre, pero lo que encontrábamos era el cuerpo de una mujer o una fosa vacía”, explicó Mercedes Palacio, coordinadora del Grupo de N.N. y Desaparecidos del CTI de la Fiscalía en un artículo de El Colombiano (Los N.N. deben protegerse).

A esta falta de registro se suman también casos en los que los occisos hallados simplemente se acumularon en fosas comunes donde los restos se mezclaron o quedaron incompletos.

Para la Fiscalía y Medicina Legal, el organismo encargado del manejo de estos casos y de la investigación, identificación y clasificación de los NN, además de establecer las causas de su muerte y reconstruir su historia, ese es el obstáculo y el reto más grande.  

La cifra de 69.565 personas reportadas como desaparecidas en Colombia, (de las cuales 20.944 han sido calificadas como presuntas desapariciones forzadas) podría reducirse si en el futuro hubiera más organización y rigor en los procedimientos que se hacen en los cementerios cuando se sepulta un NN. Sin embargo, de los que ya se han hecho hasta ahora y no cumplen con las características apropiadas, poco se puede lograr.

Un problema que persiste en todo el territorio

De acuerdo con el Sistema de Información Red de Desaparecidos y Cadáveres (Sirdec) del Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses,  actualmente el departamento con mayor número de cadáveres sin identificar es Meta con un registro de 1.990 NN, que representa el 17% del total del país, seguido de Bogotá con 1.510 (13%), Antioquia con 1.148 (10%), y Valle del Cauca con 900 (8%). La gran mayoría de cadáveres sin identificar pertenecen a hombres entre los 18 y los 35 años.

Y es que las cifras son en verdad escandalosas. En algunos municipios de Antioquia, por ejemplo, los cementerios tienen más tumbas NN que marcadas con nombres de personas. Son cientos de muertos llegados de otras partes, pero que nadie sabe de dónde ni sus familiares a dónde fueron a parar.

Son tantos los NN que ha dejado el conflicto en Colombia, que es posible encontrar casos como el del cementerio de Puerto Berrío, donde los habitantes adoptan a los cuerpos sin reconocer, les reza, les ponen nombres y los cuidan como suyos en medio de rituales para dignificarlos y pedirles milagros a sus almas.

Y es que luego de investigar en fosas comunes muchas familias no pudieron encontrar los cuerpos de sus seres queridos, la esperanza para encontrarlos estaba en los cementerios de N.N. 

Cada doliente llega en busca de datos y pide pistas sobre cadáveres sin identificar con la esperanza de encontrarlos, pero el proceso pocas veces llega a buen término. Lo paradójico es que aunque muchos cadáveres fueron rescatados e inhumados, hoy continúan perdidos en los cementerios del país en donde no se cumplen con los procedimientosde señalización y registro de los cadáveres sin identificar. Miles de familias buscando a sus desaparecidos y miles de NN esperando ser identificado.

De ahí que el reto de la Fiscalía General de la Nación sea tan grande. 

 


Colombia, Conflicto, Cuerpo Víctimas, Muerte, NN

Textos corporales de la crueldad

Noticia

Autor

CNMH

Fotografía

CNMH

Publicado

20 May 2015


Textos corporales de la crueldad

Textos corporales de la crueldad. Memoria histórica y antropología forense, la nueva investigación del Centro Nacional de Memoria Histórica, narra y analiza los hechos violentos en Puerto Torres, una pequeña inspección del municipio de Belén de los Andaquíes (Caquetá) entre 2001 y mediados de 2002.


En ese periodo, Puerto Torres fue tomado por miembros del Frente Sur Andaquíes del Bloque Central Bolívar de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), quienes convirtieron el poblado en un epicentro de la barbarie. Allí los paramilitares no solamente confinaron, desplazaron y desaparecieron a muchas personas, sino que convirtieron el colegio, la iglesia y la casa cural en las aulas de una “escuela de la muerte”.

Este informe evidencia los aportes de la antropología forense en la búsqueda de la verdad. Narra los procedimientos forenses y judiciales de la diligencia de exhumación en donde se recuperaron 36 cadáveres de las víctimas del Frente Sur Andaquíes en Puerto Torres. De ellos, hasta el día de hoy, solo nueve han sido identificados y entregados a sus familias, mientras los demás aún esperan encontrar su nombre. Y es que en el país están reportadas 69.565 personas como desaparecidas, y de estas 20.944 como desaparecidas forzadamente según el Sirdec (Sistema de Información de la Red de Desaparecidos y Cadáveres).

Los 36 cadáveres exhumados hacen parte de los 238 restos recuperados por la Fiscalía General de la Nación, en Caquetá, desde el 2002 a la fecha. En la actualidad, según el Sirdec, hay 1.661 personas reportadas como desaparecidas en este departamento.

La investigación recogió las voces de los familiares, de los funcionarios judiciales y forenses, y también de algunos de los responsables de las muertes y desapariciones. Asimismo, se describen los hallazgos forenses, siendo los cadáveres y las fosas la principal fuente de información. Como contexto de los hechos estudiados, se relata la incursión paramilitar del Frente Sur Andaquíes de las AUC en la zona y su modus operandi.

Asimismo, el texto describe las consecuencias del despliegue paramilitar en Puerto Torres, en particular las dimensiones de los escenarios y prácticas de terror, como la tortura y la sevicia que se desplegaron en medio de la disputa por el control territorial entre los grupos paramilitares y la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc) en Caquetá.

FLORENCIA
  • Fecha: 20 de mayo
    • Hora: 9:00 a.m.
    • Lanzamiento del informe (Auditorio de la Diócesis)
  • Fecha: 21 de mayo
    • Hora: 7:00 a.m. – 1:00 p.m.
    • Cinco familias y la comunidad de Puerto Torres, sembrarán 36 árboles en conmemoración a las 36 víctimas que allí murieron violentamente. También se realizará una ceremonia y se prenderán 36 velas en el patio del colegio Gerardo Valencia Cano donde ocurrieron la mayoría de las torturas. El acto estará acompañado de una celebración eucarística.

    • Hora: 5:00 p.m.
    • Conversatorio con la comunidad sobre el informe con Helka Quevedo (Casa de la Memoria – Belén de los Andaquíes)
BOGOTÁ
  • Fecha: 28 de mayo
    • Hora: 5:00 p.m.
    • Lanzamiento del informe (Centro Cultural Gabriel García Márquez – Calle 11 No. 5 – 60)
    • Inscripciones aquí.

*Todos los asistentes a los eventos de lanzamiento recibirán un ejemplar de este informe. ENTRADA LIBRE

 Ver especial multimedia Ausencias que interpelan.

 


Antropología Forense, Cuerpo Víctimas, Memoria Histórica

¿Y de la memoria histórica en las ciudades?

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Autor

CNMH

Fotografía

CNMH

Publicado

21 May 2015


¿Y de la memoria histórica en las ciudades?

¿Sabías que en Medellín el Hip-hop brota de la tierra y los grafitis cuentan historias, o que la calle 26 en Bogotá es sinónimo de resistencia y memoria? 


Cada vez son más las expresiones e iniciativas de memoria histórica que desarrollan diferentes actores u organizaciones defensoras de los derechos de las víctimas del conflicto en el país, desde todas las regiones, a través de distintas plataformas y en muy diversos lenguajes y campos artísticos y culturales. Y, claro, las urbes no son ajenas a esta tendencia.

Por eso, en esta ocasión les contamos la labor de memoria que se desarrolla en el ámbito urbano, con la finalidad de ratificar que las víctimas no solo son unas cuantas poblaciones en algunos rincones de Colombia, sino que cada espacio del territorio nacional tiene una memoria que construir y unas víctimas que dignificar.

El “Hip hop que brota de la tierra”, el Grafitour, Museo Casa de la Memoria y Cuenta La 13, en Medellín; el Eje de la Paz y la Memoria, la agrupación musical La Aka y los grafitis en Bogotá; en fin, sobre estas y otras iniciativas de memoria y paz en las ciudades te invitamos a escuchar en nuestro programa Conmemora Radio: en sintonía con todas las voces y las memorias.

 

Escúchennos todos los martes de 6:00 a 6:30 pm en HJUT 106.9 FM Bogotá, jueves de 11:00 a 11:30 por www.escenario.usta.edu.co y a través de las emisoras de la Red de Radios Universitarias del país. 

 


Arte, ciudad, Memoria Histórica

No es hora de callar la violencia sexual contra las mujeres

Noticia

Autor

CNMH

Fotografía

CNMH

Publicado

23 May 2015


No es hora de callar la violencia sexual contra las mujeres

El lunes 25 de mayo Colombia conmemora el Día Nacional por la Dignidad de las Mujeres Víctimas de Violencia Sexual, una fecha para visibilizar este crimen que sigue vigente e impune, y con la cual se quiere dignificar y hacer un reconocimiento a las mujeres que, pese al drama que afrontaron, hoy siguen luchando para reconstruir sus vidas.

El 25 de mayo del año 2000, la periodista Jineth Bedoya se dirigía a la cárcel Modelo de Bogotá para una entrevista con el exjefe paramilitar de Barrancabermeja, Mario Jaimes Mejía, alias el ‘Panadero’. Sin embargo, cuando intentaba ingresar al penal fue abordada por varios hombres que la drogaron y la agredieron física y sexualmente. Ese día inició su incansable trabajo por los derechos y la dignidad de las mujeres víctimas de la  violencia sexual.

“El 25 de mayo, hace 15 años, me robaron la vida -recuerda la actual Subeditora del periódico El Tiempo- sin embargo, cuando me inscribí a la lista del Registro Único de Víctimas y empezó el proceso de reparación, inicié una lucha para que en esa misma fecha se reconociera y dignificara a miles de mujeres que como yo, fueron víctimas de violencia sexual en Colombia, y así entre todas recuperar lo que nos robaron”. Un sueño que se materializó el año anterior cuando el presidente Juan Manuel Santos, mediante el decreto 1480 de 2014, ordenó que cada 25 de mayo se conmemorara el Día Nacional por la Dignidad de las Mujeres Víctimas de Violencia Sexual.

Entrevista a Jineth Bedoya  #NoEsHoraDeCallar

Y es que según el último informe Forensis, publicado por el Instituto Nacional de Medicina Legal, 17.512 mujeres fueron agredidas sexualmente en el año 2013. En este mismo año, según datos de la Corporación Sisma Mujer, en Colombia cada 30 minutos una mujer fue víctima de violencia sexual, siendo Bogotá la ciudad donde más agresiones se registraron con un promedio de una mujer víctima de violencia sexual cada 3 horas, seguida por el departamento de Antioquia con una mujer agredida sexualmente cada cuatro horas y el Valle del Cauca, registrando un caso cada 6 horas. Cifras alarmantes y que pueden ser aún mayores, pues la poca denuncia y el subregistro no muestran la verdadera dimensión de este delito.

Para María Emma Wills, asesora de la dirección del Centro Nacional de Memoria Histórica, y quien este domingo participará en las actividades de la Universidad Central (calle 21 No. 4-40) durante el Festival por la Vida de las Mujeres, “esta fecha es un llamado de atención a la opinión pública para que incorporemos en la conciencia a las mujeres víctimas de estos delitos. Que nos pongamos en los zapatos de las víctimas y de esas madres, padres, hijos, hijas y demás parientes que han vivido también ese dolor, pues la violencia sexual enmarcada o no en el conflicto armado, nos afecta a todos y todos debemos indignarnos”.

Desde el Centro Nacional de Memoria Histórica los invitamos a participar de las actividades que se realizarán los días 23, 24 y 25 de mayo y expresar su acompañamiento durante esta fecha con el hashtag #NoEsHoraDeCallar

Conozca la programación del Festival por la Vida de las Mujeres.

 


Mujeres, No, Víctimas, Violencia Sexual

El silencio no deja sanar las heridas

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Autor

CNMH

Fotografía

archivo particular

Publicado

26 May 2015


El silencio no deja sanar las heridas

Girley Velazco, una saladeña de pura cepa, no se cansa de aprovechar cada espacio que se le presenta para denunciar que la violencia sexual contra las mujeres fue y sigue siendo usada como arma de guerra. Lo asegura porque lo vivió en cuerpo y espíritu propio. Con su metro 55 centímetros de estatura, su dulce carácter y su espigada figura comprendió que lo que le pasó a ella y dos de sus amigas no podía seguir en la oscuridad por pena, por temor o por dolor y que debía buscar ayuda.

En el año 2.000, cuando aún era menor de edad, decidió salir una mañana con sus amigas a recorrer las polvorientas y solitarias calles de El Salado, un corregimiento de Carmen de Bolívar. Quería tomar un poco de aire, pues lo normal era estar “metidas en sus casas”, comenta Girley. Pero la sombra de la incursión paramilitar de aquel entonces llegó a sus vidas ese día.

“En el 2000 fui víctima de violencia sexual por cuatro paramilitares que en ese momento acabaron con mi vida”. Fueron muchos los años que transcurrieron antes que ella y varias mujeres de El Salado se atrevieran a contar lo sucedido. Hoy hablan, luchan y alzan la voz para que lo que les pasó no vuelva a ocurrir.

“Hoy estoy luchando, quiero que me apoyen porque víctimas de violencia sexual como yo, hay muchas más en El Salado, pero muchas no se han atrevido a hablar. Van tantas organizaciones a hablar de proyectos y nunca dan la oportunidad a las mujeres de tratar la violencia en el conflicto”, expresa.

Por eso, Girley sigue buscando ayuda para poder apoyar a muchas mujeres de su terruño. Muchas de ellas llegan a su casa a pedir su consejo y orientación. Ella lamenta no tener qué ofrecer más allá de escucharlas, de su experiencia, su afecto y un fuerte abrazo. Algo tan simple, pero siempre tan necesario.

“No tengo las herramientas para apoyarlas, solo con mis consejos y experiencia de vida, les he dicho vamos a denunciar, vamos a enfrentar esto. El silencio es lo peor, no nos deja sanar esa herida tan grande que nos causaron los actores armados”, dice con la fuerza que ahora la caracteriza. Por ello, busca que la violencia sexual se visibilice, que se diga la verdad, porque es un fenómeno que no ha pasado, que sigue pasando.

“Quiero que las mujeres víctimas de violencia sexual se den cuenta que no están solas. En Colombia hay muchas mujeres como yo, con la idea de ayudar. Las invito a unirnos, porque juntas con una sola voz nos van a escuchar”, concluye.

El efecto perverso de la violencia sexual

Para la asesora en temas de género del Centro Nacional de Memoria Histórica, Nancy Prada, la violencia sexual en el conflicto armado va más allá de la violación. Se han documentado casos de manoseo, aborto forzado, esterilización forzada, entre otros tipos de violencia sexual. “Este tipo de crimen en el marco de la guerra es bastante invisible, y los testimonios hacen mucho énfasis en eso. Se hablan de muchas formas de victimización pero de violencia sexual casi no”, lamenta la investigadora.

La violencia sexual es distinta, ya que las víctimas son estigmatizadas. Las “banderas de la violencia sexal tienen unas condiciones perversas porque tiene el efecto de revertir en parte la culpa sobre la víctima. Además de suscitar señalamientos, estigmatización en la sociedad, son muchos los efectos sistemáticos”, agregó Nancy Prada.

 


Mujer, silencio, Testimonios, Violencia Sexual

Conmemora Radio llega al 106.9 FM

Noticia

Autor

CNMH

Fotografía

CNMH

Publicado

26 May 2015


Conmemora Radio llega al 106.9 FM

“En la guerra no solo se ataca con balas”. Apartes de la entrevista realizada por María Luna Mendoza con la doctora experta en género Mery Rodríguez, escúchela completa hoy a las 6:00 p.m. en Conmemora Radio. Todos los martes a través de HJUT 106.9 y en las emisoras de la Red de Emisoras Universitarias.

 

“Existen muchas maneras de leer y comprender la violencia sexual en el marco del conflicto armado. Esta, por un lado, es un arma de guerra eficaz. Uno de los fines de la guerra es el control territorial y violentar los cuerpos de las personas resulta muy eficiente a la hora de ejercer dicho control. Los cuerpos se asesinan, se torturan, se destierran y se violentan sexualmente para profundizar el terror entre las poblaciones” asevera Mery Rodriquez, Doctora en Análisis y Resolución de conflictos de la Universidad de George Mason y experta en género.

“Detrás de la violencia sexual, por otro lado, se esconde la profundización de culturas profundamente patriarcales, donde el cuerpo de la mujer es visto como un objeto de placer al servicio del hombre, del más poderoso, del más fuerte. En Colombia aún existe un imaginario muy grande de posesión del cuerpo femenino; hay una falta de conciencia absoluta del cuerpo del otro como territorio sagrado, como lugar de individuación, como territorio de derechos humanos. La continuación de la violencia sexual contra las mujeres se debe, en gran parte, a la falta de apoyo social a la denuncia y a la desobediencia civil y a una falta de comprensión profunda de lo que significa violentar el cuerpo del otro”.

De acuerdo con la doctora Rodriguez, ese tipo de reflexiones son absolutamente necesarias en una sociedad que necesita desesperadamente entender los efectos perversos y nocivos que tiene la guerra y que no son solamente las balas. “Conmemorar en la reflexión y no en el espectáculo es un tarea urgente que todos los colombianos y las colombianas debemos asumir”.

Conmemora Radio en sintonía con todas las voces y las memorias, se realiza gracias al apoyo de la Organización Internacional para las Migraciones OIM y la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional USAID .

 


Conmemora Radio, Cuerpo Víctimas, Violencia

Un grito contra la violencia sexual y de género

Noticia

Autor

Harold García

Fotografía

Harold García

Publicado

26 May 2015


Un grito contra la violencia sexual y de género

Más de 5000 mujeres víctimas de violencia sexual ha dejado el conflicto armado en Colombia, de acuerdo con el Registro Único de Víctimas. Y según organizaciones como Sisma Mujer y OXFAM, que realiza labores humanitarias en 90 países, el promedio de  mujeres agredidas sexualmente en nuestro país es de una cada 10 a 30 minutos.


– Escuche el especial sobre este tema en Conmemora Radio, este martes a las 6:00 pm en HJUT 106.9 FM Bogotá y a través de la Red de Emisora Universitarias.

Ni una víctima más de violencia sexual

“No es hora de callar” es la consigna con la que este año se conmemora el 25 de mayo el primer aniversario del Día Nacional por la Dignidad de las Mujeres Víctimas de Violencia Sexual en el marco del Conflicto Armado, una iniciativa motivada por la periodista Jineth Bedoya, quien el 25 de mayo del 2000, fue torturada y violada por tres paramilitares del bloque Centauros de las AUC.

Nueve años después, la periodista decidió contar su historia y ha liderado a través del mundo la campaña ‘No es Hora de Callar’ para invitar a otras mujeres a denunciar sus casos. (Ver también: No es hora de callar la violencia sexual contra las mujeres.)

El pasado domingo 24 de mayo, dentro de la programación del Festival por la Vida de las Mujeres, que busca crear conciencia y poner un alto a la violencia de género se llevaron a cabo dos actividades: la primera, fue el “Taller de empoderamiento a mujeres sobrevivientes de violencia sexual” en la Universidad Central en Bogotá, donde intervinieron  el Ministerio de Defensa Nacional sobre Protocolo de violencia sexual, certificación a hombres de Fuerza Pública y compromiso con las mujeres, la consejera para Equidad de la Mujer, Martha Ordoñez, sobre compromisos del Gobierno y trabajo en regiones, la investigadora del  Centro Nacional de Memoria Histórica, María Emma Wills,  sobre cómo se ha documentado la tragedia y valentía de las mujeres, por último EL TIEMPO habló sobre cómo empoderarse y visibilizar a las organizaciones de mujeres en redes sociales.

De la mano para decir ¡No más!

Una de las principales preocupaciones que afligen a las víctimas de violencia sexual es su miedo a hablar y el quedarse solas en medio de la violencia que han sufrido. Por esto la segunda actividad de la jornada consistió en convocar a decenas de mujeres vestidas de blanco en la plaza del centro comercial Gran Estación en Bogotá, que se tomaron de las  manos y se unieron para dar forma a un corazón visible desde el cielo, para gritarle a la sociedad y especialmente a los violentos que ya fue suficiente, que tenemos que unirnos para apoyar a las víctimas de este flagelo y que no habrá más silencio. Pero sobre todo, el mensaje es que las víctimas de violencia sexual no están solas.

Mujeres víctimas provenientes de varias regiones de Colombia, integrantes de las Fuerzas Armadas, representantes de instituciones del Estado, líderes que luchan por los derechos y la dignidad de las mujeres, y mujeres en general que quisieron asistir al evento, en fin, toda una muestra de diversidad y unión para hacerle frente a esta problemática.

El fotógrafo Mauricio Vélez, que ha retratado a grandes personalidades internacionales, fue el encargado de tomar la fotografía y conservar para la posteridad el momento de  unión y de fuerza que es al mismo tiempo un grito que dice ¡basta ya!

 


Violencia, violencia de genero, Violencia Sexual

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