Etiqueta: Conflicto Armado

Reparación colectiva a Mesa Diversa de Comuna 8 de Medellín

Reparación colectiva a Mesa Diversa de Comuna 8 de Medellín

Autor

Laura Angélica Cerón
Periodista del CNMH

Fotografía

Mesa Diversa de Comuna 8

Publicado

19 Feb 2016


Reparación colectiva a Mesa Diversa de Comuna 8 de Medellín

La Unidad para la Atención y Reparación Integral a las Víctimas incluyó en el Registro Único de Víctimas a este colectivo el pasado 25 de enero. Este sería el primer caso en Colombia en el que una comunidad LGBTI es reconocida ante el Estado como víctima del conflicto armado.


En el documento, la Unidad de Víctimas recopiló las declaraciones hechas por líderes de la Mesa ante la Defensoría del pueblo en Medellín y reconoció la violación de derechos que sufrieron tanto los integrantes del grupo como la organización desde 2010. El derecho a la seguridad, al ambiente sano, a la libre asociación y a la autonomía organizativa fueron unos de ellos. Tras la resolución dada por la Unidad fueron notificados los miembros de la mesa y la Defensoría del pueblo Regional Antioquia. 

La Mesa Diversa LGTBI se consolidó en el 2009 y después de realizar diferentes actividades, empezaron las amenazas y hostigamientos por parte de grupos armados ilegales hacia sus integrantes. “Mientras planeábamos el Carnaval por la diversidad nos dijeron que si lo llegábamos a realizar nos iban a tirar una bomba, que iban a volar plumas y sangre”, afirmó Andrés Gutiérrez, líder de la Mesa. La persecución hizo que dos de sus líderes, entre ellos Andrés, se desplazaran de la Comuna.

El colectivo, que ha venido trabajando desde 2007, se ha centrado en varios objetivos. Por un lado, buscan la apropiación de lugares en los que la comunidad no ha podido visibilizarse. Por el otro, han creado espacios de participación y formación en el que distintos integrantes han aprendido sobre asuntos de género e identidad. “Ellos han mantenido una fuerte articulación con distintos espacios de derechos humanos, empoderamiento barrial y con grupos juveniles de diferentes Comunas, que se han encargado de resignificar territorios olvidados por el conflicto armado” explicó Pablo Bedoya, investigador de enfoque de género del Centro Nacional de Memoria Histórica. 

Tras el desplazamiento los líderes y lideresas de la Mesa Diversa decidieron retomar las actividades que estaban realizando y optaron por acudir ante la Unidad de Víctimas. “Tuvimos un periodo de tres meses en el que buscamos información necesaria para evidenciar la existencia de la mesa, cuáles fueron los hechos victimizantes y evidenciar que lo que nos había pasado respondía a unos hechos sistemáticos realizados por una organización criminal paramilitar asentada y que realmente respondían a un patrón, a una serie de acciones”, comentó Jhon Restrepo, líder de la Mesa Diversa.  Tras recopilar las pruebas necesarias  presentaron su declaración el 2 de octubre de 2015.

Ahora, queda por realizar el plan de reparación: “Queremos que las acciones no se limiten exclusivamente a lo simbólico sino a acciones contundentes. Esperamos recuperar ese ideal colectivo de poder transformar las situaciones adversas, hay zonas a las que no podemos entrar y a las que es imposible visibilizar a la población. Nuestro principal objetivo es recuperar esa fuerza, ese empoderamiento político, que para la población LGBTI hayan medidas de prevención y protección en estos territorios”, afirmó Jhon.

La Mesa Diversa fue uno de los grupos que participaron en el informe final Aniquilar la diferencia: Lesbianas, gays, bisexuales y transgeneristas en el marco del conflicto armado colombiano [Descargar informe] publicado en el 10 de diciembre del 2015 por el Centro Nacional de Memoria Histórica. 

Resolución de la Unidad de Víctimas

 


Conflicto Armado, LGBTI, Medellín, Reparación

La cartografía del conflicto armado en la Sierra Nevada

Noticia

Autor

CNMH

Fotografía

Julio Enrique Cortés

Publicado

09 Sep 2015


La cartografía del conflicto armado en la Sierra Nevada

Desde el 2013, el equipo de enfoque étnico del Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH) inició un proceso con la organización Wiwa Golcushe Tayrona, que agrupa a varias comunidades de esta etnia de La Guajira y Magdalena, para documentar la afectación de sus territorios por parte de los grupos armados, la siembra de cultivos ilícitos, los megaproyectos, la guaquería y la tala indiscriminada de bosques. Factores que en muchos casos han dañado o perjudicado sus sitios sagrados.


Para entender cómo el territorio ha sido afectado y cómo se ha convertido en víctima del conflicto armado, un grupo de 10 jóvenes locales recorren campos, ríos y montañas para construir una cartografía sagrada. “Ellos hacen los recorridos acompañados de los mamos, visitan esos lugares que fueron afectados en sus territorios sagrados y luego plasman esa realidad en un dibujo. Esa cartografía social nosotros la traemos a Bogotá, la escaneamos y digitalizamos. Al terminar el proceso queremos crear un mapa completo del territorio para que toda la organización Wiwa lo conozca y las personas ajenas a esta etnia los respete y no los invada” explica Julio Enrique Cortes, encargado de la georreferenciación en el CNMH.

Durante el último encuentro realizado el 25, 26 y 27 de agosto, los investigadores locales del proyecto hicieron un nuevo recorrido por algunos los lugares de la cuenca del río Tapias, afectados por la guaquería, la tala indiscriminada, los cultivos de coca para el narcotráfico y las fumigaciones. Un lugar en el que los daños ambientales saltan a la vista: ningún río de la zona tiene agua, hay múltiples incendios y continúa la tala de árboles sin ningún control de la autoridad ambiental a pesar de las denuncias de la comunidad.

“Esperamos que la forma de cómo se comience a estructurar la cartografía sagrada permita la protección de nuestra tierra y la articulación de una educación interna y externa de nuestra visión del territorio” expresa Yeismith Armenta, coordinador del proceso de memoria histórica de los Wiwa. 

Esta visita mostró una de las caras de la afectación al territorio Wiwa, pero son múltiples los factores que han afectado a la Sierra. En otras cuencas, como los de La Laguna y El Limón, se han documentado daños por combates de actores armados y desplazamientos masivos, además, la comunidad asegura que la instalación de la Base de Alta Montaña ya no permite el ingreso de los mamos a algunos de sus lugares sagrados. Además explican que los megaproyectos del Puerto Brisa y la represa del Río Ranchería, hoy limitan el acceso de los indígenas a su territorio ancestral para poder hacer los pagamentos que garantizan su equilibrio ambiental y espiritual.

“La cartografía establecerá una ruta no solo para manifestar una inconformidad de lo que hemos vivido dentro del territorio, sino que es un llamado a que se tenga en cuenta que los daños dentro de la Sierra no son un tema aislado, es una afectación general que está causando una desequilibrio en todo el mundo”. Es la reflexión final que nos deja Yeismith para respetar a otra víctima silenciosa del conflicto armado, el medio ambiente.

Publicado en Noticias CNMH



Julio Enrique Cort\u00e9s<\/span>\n
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Publicado<\/h3>\n09 Sep 2015<\/span>\n


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Esta visita mostr\u00f3 una de las caras de la afectaci\u00f3n al territorio Wiwa, pero son m\u00faltiples los factores que han afectado a la Sierra. En otras cuencas, como los de La Laguna y El Lim\u00f3n, se han documentado da\u00f1os por combates de actores armados y desplazamientos masivos, adem\u00e1s, la comunidad asegura que la instalaci\u00f3n de la Base de Alta Monta\u00f1a ya no permite el ingreso de los mamos a algunos de sus lugares sagrados.\u00a0Adem\u00e1s explican que\u00a0los megaproyectos del Puerto Brisa y la represa del R\u00edo Rancher\u00eda, hoy limitan el acceso de los ind\u00edgenas a su territorio ancestral para poder hacer los pagamentos que garantizan su equilibrio ambiental y espiritual.<\/p>\n

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cartografía, Conflicto Armado, Sierra Nevada

Un paso firme para buscar a los desaparecidos

Noticia

Autor

CNMH

Fotografía

César Romero

Publicado

19 Oct 2015


Un paso firme para buscar a los desaparecidos

El pasado 17 de octubre el Gobierno y las Farc lograron un valioso acuerdo para buscar, identificar y entregar de manera digna los restos de los desaparecidos por el conflicto armado.


Las personas que tienen familiares desaparecidos todos los días tienen la esperanza de encontrar a sus seres queridos. Cada vez que suena el timbre o el teléfono, o simplemente están en la calle y ven a alguien parecido pasar, sienten que pueden ser sus familiares. Es un anhelo y un dolor constante, resultado de la incertidumbre de no saber qué pasó con sus seres queridos, dónde se encuentran o si está vivos o muertos.

Colombia tiene más desaparecidos que todos los registrados durante las dictaduras del Cono Sur. La dimensión del padecimiento de miles de familia es enorme, y el daño y destrucción del tejido social son incalculables. Y es que según el Sirdec (Sistema de Información Red de Desaparecidos y Cadáveres) Colombia tiene 69.565 personas reportadas como desaparecidas, de las cuales 20.944 han sido calificadas como presuntas desapariciones forzadas. Según el informe Basta Ya, del Centro Nacional de Memoria Histórica, entre 1985 y el 2012 hubo 25.007 desaparecidos por razones del conflicto armado.

Con el fin de mitigar el dolor de las familias de las personas desaparecidas y para contribuir a la satisfacción de sus derechos, el Gobierno y las Farc han anunciado un acuerdo dentro de las negociaciones de paz que implementará algunas medidas iniciales para buscar, identificar y entregar de manera digna los restos de personas dadas por desaparecidas dentro del conflicto armado interno como resultado de acciones de agentes del Estado, de integrantes de las Farc o de cualquier organización que haya participado en el conflicto, antes de que se firme el Acuerdo Final. Y por otro lado, propone la creación de una Unidad Especial para la Búsqueda de Personas Desaparecidas (UBPD) para este mismo fin.

Las primeras medidas de este acuerdo se desarrollarán como parte del proceso de construcción de confianza y para esto se ha acordado solicitar al Comité Internacional de la Cruz Roja su apoyo para el diseño y puesta en marcha de planes especiales humanitarios para llevar a cabo el trabajo. El plan que tracen el CICR y el Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses, contará con la información que el Gobierno y las Farc se han comprometido a entregar sobre casos de desaparición forzada, además de la información proveniente de las organizaciones de víctimas y el apoyo que soliciten a la Fiscalía.

Pero esta problemática tiene dos caras, la de las personas desaparecidas, y los cadáveres sin identificar que están en los cementerios del país y en fosas clandestinas. Según el Sirdec son 10.756 personas sin identificar que están en los cementerios. Por esta razón el Gobierno también se comprometió a acelerar la identificación de restos de víctimas reportadas como N.N y la entrega de los restos identificados que no hayan sido entregados, tanto a familiares de víctimas civiles como de la Fuerza Pública y de las Farc, para lo cual se solicitaría el apoyo del CICR de ser necesario.

Siendo la UBPD una acción que tiene como objetivo reparar a las víctimas de este delito de lesa humanidad, los procesos y procedimientos que adelante tendrán carácter humanitario y extrajudicial. Para el diseño, puesta en marcha y desarrollo de sus funciones se contará con la participación de organizaciones de víctimas, organizaciones defensoras de derechos humanos y con el apoyo de instituciones especializadas que sirvan como garantes para implementar las mejores prácticas internacionales y la experiencia en la materia acumulada por la Comisión de búsqueda de personas desaparecidas.

La desaparición forzada es un crimen que no prescribe hasta que se encuentre a la persona o los restos mortales del que un día no se volvió a saber nada. Tampoco termina el dolor y el desasosiego de los familiares que no saben del paradero de sus seres queridos. Si bien es posible que no en todos los casos se logre la recuperación y entrega digna de los restos de las personas desaparecidas, en todo caso la UBPD entregará a los familiares un reporte oficial de la información que haya logrado obtener sobre lo acaecido a la persona o las personas dadas por desaparecidas.

Le aquí el comunicado conjunto 62 entre el Gobierno y las Farc.

 


Acuerdo, Conflicto Armado, Desaparición, Farc, Gobierno Nacional

Procesos de DDR deben ser ajustados a los actores armados

Noticia

Autor

Ayda Martínez, periodista del CNMH.

Fotografía

CNMH

Publicado

13 May 2016


Procesos de DDR deben ser ajustados a los actores armados

De acuerdo con la experiencia colombiana, los procesos de reintegración deben ajustarse a los actores, el contexto y las dinámicas del grupo, por lo que no es lo mismo pensar en un proceso de Desmovilización, Desarme y Reintegración (DDR) igual para las Farc y el ELN.


Durante el conversatorio “Qué pasó en el Magdalena después de la desmovilización de las AUC”, realizado en el hotel Santa Marta Real para presentar el informe del Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH) sobre el tema, “Desmovilización y reintegración paramilitar. Panorama posacuerdos con las AUC”, varios invitados consideraron que 25 años de experiencia brindan las bases para futuros procesos, aunque deben ser adaptados de acuerdo con los grupos que negocien procesos de paz con el Gobierno.

Para José Nicolás Wild, coordinador regional en Magdalena de la Agencia Colombiana para la Reintegración (ACR), hay aprendizajes que no se deben perder de vista y es claro que en la aplicación de los procesos de reintegración se dependen en gran medida de las necesidades de los actores. 

“Hay alta capacidad de adaptación pues hoy hay elementos como la salud mental, la multimodalidad en la intervención, los enfoques de género, edad y etnia, entre otros que se han agregado al proceso. Sigue siendo un reto la reintegración política que tendrá que salir a la luz”, expresó. 

El director de Acuerdos de la Verdad del CNMH, Álvaro Villarraga, destacó que hoy en día la sociedad colombiana está lista para realizar verdaderos procesos de reintegración de las personas que empiecen este tipo de procesos. Lamentó que “la economía ilegal siga siendo puntal para estos grupos posdesmovilizados, al igual que su instrumentalización por parte de élites políticas regionales que intentan conservar el poder”.

Eduardo Forero, de la universidad del Magdalena, destacó la preocupación generalizada en torno a la reincidencia de las personas desmovilizadas y su continuidad. “Eso puede frustrar el proceso con las Farc. No hemos terminado el proceso con las AUC y no se han generado medidas más eficaces”. 

“La academia tiene que atender la articulación de políticas públicas más orgánicas y ser activa en la construcción y seguimiento de esas políticas, cerrar el círculo fragmentando entre la sociedad, el Estado y la academia, y dedicar más tiempo al desarrollo de políticas propias”, agregó Forero al referirse al papel de la academia en el actual contexto de construcción de paz.

El coordinador regional de la DAV, Juan Vicente Medina, destacó que avanza la construcción de verdad no judicial en el departamento gracias a la implementación del Mecanismo de Contribución a la Verdad con 570 excombatientes de los Bloques Norte y Tayrona, principalmente.

 


Actores armados, Conflicto Armado, DDR, Proceso de Paz, Víctimas

Premios India Catalina, una mirada al conflicto armado

Premios India Catalina, una mirada al conflicto armado

Autor

Harold García, periodista del CNMH.

Fotografía

CNMH

Publicado

07 Mar 2018


Premios India Catalina, una mirada al conflicto armado

El próximo sábado 5 de marzo, seis días después de los premios Oscar, se llevarán a cabo en Colombia los tradicionales Premios India Catalina, que reconocen lo mejor de la industria de la televisión nacional. Un acto comercial, sin duda, que este año cuenta con la nominación de varias producciones que relatan la memoria del conflicto armado del país como Carta a una Sombra, Pizarro, Relatos del Exilio y Nueva Venecia.


En 1954, hace 62 años, el General Rojas Pinilla trajo la televisión a Colombia y de inmediato se convirtió en el mayor medio de entretenimiento de los colombianos. Telenovelas, noticieros, series, documentales y animaciones acompañan a diario la vida de millones de colombianos. Es por ello que desde 1984 se viene premiando anualmente “la calidad y el talento de las producciones de la televisión nacional” a través del Premio India Catalina; un certamen deseado por muchos y odiado por otros.

“Desde su creación -dicen los organizadores- y hasta la actualidad, las categorías premiadas han ido aumentando y evolucionando a la par de la industria televisiva, en la primera edición de los Premios se entregaron 19 estatuillas y en la actualidad se premian más de 30 categorías que incluyen a los diferentes sectores de la industria y que abarcan desde los canales nacionales, hasta los regionales y locales, tanto públicos como privados; así mismo, son un reconocimiento a los formatos de dramatizado, los géneros periodísticos, de opinión, de entretenimiento y a los contenidos especializados”, toda una diversidad de temas, que este año se ven fuertemente influenciados por la memoria del conflicto armado en dos de sus categorías más recientes.

Mejor Documental para Televisión

De las cinco nominaciones en esta categoría, cuatro están relacionadas con el tema de construcción de memoria en medio de la guerra. Primero, Carta a una Sombra, de Daniela Abad, un documental inspirado en el libro “El olvido que seremos” de Héctor Abad Faciolince, el cual hace un recorrido por la vida del médico, ensayista y político Héctor Abad Gómez, quien fue asesinado el 25 de agosto de 1987. Un relato a través de los testimonios de su familia y amigos cercanos. “De mi papá aprendí algo que los asesinos no saben hacer. A poner en palabras la verdad para que esta dure más que su mentira” recuerda en el documental Héctor Abad.

 

Una segunda producción es Pizarro, de Simón Hernández, un documental en el cual María José Pizarro reconstruye los pasos de su padre e intenta descubrir –así a veces parezca imposible- la verdad sobre su asesinato. La película deja ver un Carlos Pizarro carismático, abierto al diálogo, amoroso y esperanzado por la paz. Muestra una hija, que sufrió el exilio y la pérdida de su héroe, una caminante, una luchadora, una mujer que también cuestiona las consecuencias de la guerra.

Pizarro es la expresión del proceso de dolor por la pérdida más cercana; padre e hija se recuerdan a través de cartas de amor y fotografías, siendo las imágenes y las letras la única forma de reconstruir el pasado. Esta es la historia de María José, que está atada a la memoria de su padre, a los vagos recuerdos que le quedan de él y a los relatos que reconstruye de los demás.

 

En tercer lugar tenemos a Relatos del Exilio del Canal Capital, 11 documentales de una hora sobre las historias de los colombianos que fueron obligados a cambiar su vida mientras huían del conflicto. Relatos de colombianos exiliados en Canadá, Francia, Alemania, Holanda, Italia, España, Bélgica, Suecia, Estados Unidos, México y Ecuador.

 

Y por último, está Nueva Venecia del cineasta uruguayo Emiliano Mazza De Luca, que muestra cómo un pueblo rodeado de agua se las ingenia para construir una cancha de futbol. ¿Y esto que tiene que ver con el conflicto armado?, resulta que a Nueva Venecia, en la Ciénaga Grande del Magdalena, el 22 de noviembre del 2000 sufrió una de las masacres más aterradoras de la guerra interna, y esta película sirvió como “una herramienta de reparación colectiva para la comunidad”, cuentan los realizadores.

 

Estas cuatro producciones que giran alrededor de la memoria del conflicto armado competirán contra Gabo – La Magia de lo Real, de Caracol Televisión, que de igual manera es una profunda reconstrucción de memoria alrededor del mayor exponente de la literatura colombiana, Gabriel García Márquez. Un competidor fuerte y gran favorito a llevarse el premio, pero que de cinco nominaciones cuatro tengan que ver con el tema del conflicto armado, con el relato de las víctimas, es un logro importante que muestra a través de la televisión lo que nos ha pasado, un espaldarazo para ir construyendo la paz, porque como dice Gonzalo Sánchez, director del Centro Nacional de Memoria Histórica, “con la palabra de las víctimas tejemos memoria, tejemos país y tejemos futuro.”

Mejor programa de animación para televisión

Esta es una categoría joven, que muestra los actuales avances audiovisuales acompañados de novedosos formatos narrativos. Un espacio abierto a la creatividad, donde los realizadores son artistas que desean acercar de la mejor manera a todos los interesados, empezando por los niños. Por eso, en esta categoría se rescatan los relatos que no han sido contados, y no se han podido contar.

Aquí veremos a Cuentos de Viejos III, de Señal Colombia, donde personas mayores de varias partes de Colombia y del mundo, cuentan sus experiencias de infancia en contextos difíciles como la Segunda Guerra Mundial, la Guerra Civil Española o La Violencia bipartidista en Colombia. Un trabajo de memoria que acerca a los jóvenes con estas temáticas.

Cuentos de Viejos

 

Una gran favorita para llevarse este premio es Las Niñas de la Guerra, también de Señal Colombia, que “relata las penurias y andanzas de millares de niños reclutados ‒muchas veces a la fuerza‒ por grupos armados en Colombia y hoy buscan oportunidades para reconciliarse con la vida, dirigida por Cesar Espinosa y Yoleiza Tor.

Las niñas de la guerra

 

También está de Canal Capital, Sabogal, una animación que aborda el tema de los derechos humanos, el conflicto colombiano y la historia reciente de nuestro país, para apostarle a la construcción de memoria histórica. Una idea original que mezcla la tecnología de animación tridimensional, la estética del comic animado y la novela negra, y se adentra en los archivos periodísticos que han documentado los terribles hechos violentos que ha sufrido el país en los últimos años, para rescatar las memorias de ese pasado y al mismo tiempo sorprender al público con su propuesta estética y documental.

Sabogal

El resto de nominados en esta categoría son: Butiman, de Telecaribe y Puerto Papel de Señal Colombia.

La gala de premiación se realizará en el marco del Festival Internacional de Cine de Cartagena (FICCI) y  tendrá como mayor invitada, la presencia de la memoria. 

 


Conflicto Armado, entretenimiento, Homenaje, India Catalina, Premios

Abierta la licitación para la construcción del Museo de Memoria de Colombia

El Museo de Memoria de Colombia contará con 14.139 metros cuadrados de área construida.  

 

Autor

CNMH

Fotografías

Daniel Sarmiento

Publicado

17 Feb 2020


Abierta la licitación para la construcción del Museo de Memoria de Colombia

Hoy, 17 de febrero de 2020, la Agencia Nacional Inmobiliaria Virgilio Barco Vargas publicó el documento técnico de soporte para el proceso de selección simplificado en la página WEB de la Fiduciaria Colpatria S.A.

El Museo de Memoria de Colombia es un proyecto Nacional que abrirá sus puertas en Bogotá en el 2022.


La Agencia Nacional Inmobiliaria Virgilio Barco Vargas publicó, este lunes, los términos del proceso de selección que elegirá a la empresa encargada de la construcción física del Museo de Memoria de Colombia.

Este avance responde al compromiso del señor presidente de la República, Iván Duque Márquez, y del director del Centro Nacional de Memoria Histórica, Rubén Darío Acevedo Carmona, quienes el pasado 5 de febrero, en el evento de Primera Piedra en el predio en el que estará el Museo, reiteraron a víctimas de todo el país, así como a líderes del sector público, privado y representantes de la comunidad internacional, su compromiso con el inicio y construcción de este proyecto.

El Museo de Memoria de Colombia contará con 14.139 metros cuadrados de área construida. 

El objeto de la contratación es: “realizar la construcción del Museo Nacional de la Memoria de Colombia, en la ciudad de Bogotá D.C., bajo la modalidad precios unitarios fijos sin formula de reajuste”, para el cual se recibirán postulaciones hasta el 31 de marzo de 2020, a las 9:00 a.m. La suscripción del contrato se realizará dentro de los tres (3) días siguientes de la aceptación de la oferta. La audiencia informativa será el 2 de marzo de 2020, a las 10:00 a.m. en las oficinas de la Agencia Nacional Inmobiliaria Virgilio Barco Vargas.

El Museo de Memoria de Colombia contará con 14.139 metros cuadrados de área construida; un sótano destinado a parqueaderos, espacios técnicos y talleres para el archivo y tratamiento de documentación. Sobre terreno, estará conformado por 6 pisos de altura, entre los cuales se distribuyen 6 grandes espacios de doble altura: 5 Salas de exposición, una sala de reunión y un teatro multipropósito (Black Box).

“Iniciar hoy el proceso de licitación para hacer realidad el edificio del Museo de Memoria de Colombia es un logro histórico para el país. Este escenario será un referente que articule las memorias de las víctimas del conflicto armado con la construcción del futuro como Nación”, indicó Fabio Bernal, director técnico del Museo de Memoria de Colombia.

El museo será un símbolo de reconciliación; un memorial de reconocimiento a la pluralidad de las víctimas del conflicto armado, un lugar de encuentro y reflexión. El edificio quedará ubicado entre la Calle 26 o Av. Jorge Eliécer Gaitán, la Carrera 29 y la Av. Américas.

Consulte el documento técnico aqui:

 

Más información:

Julieth Castiblanco
ana.castiblanco@cnmh.gov.co
7965060 Ext. 154

Juan Camilo Acosta
juan.acosta@cnmh.gov.co
7965060 Ext. 193



Conflicto Armado, construcción, Darío Acevedo, licitación., Museo de Memoria de Colombia, Víctimas

Consejo de Seguridad acepta verificar fin del conflicto armado

Noticia

Autor

ONU

Fotografía

ONU

Publicado

25 Ene 2016


Consejo de Seguridad acepta verificar fin del conflicto armado

El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas aceptó establecer una misión  política que participará en el mecanismo de monitoreo y verificación tripartito del eventual acuerdo del cese el fuego entre el Estado colombiano y las Farc.


Dicha misión, que durará 12 meses, prorrogables, será política y comenzará todas  las  actividades de vigilancia solo tras la firma del fin del conflicto armado.

En la decisión de los 15 países miembros del Consejo de Seguridad, se le solicitó a Ban Ki-moon, secretario General de las Naciones Unidas, que desde ya inicien los preparativos, en terreno, para la creación de dicha misión, y que presente recomendaciones sobre su tamaño y cómo debe operar en el territorio nacional.

Además el Consejo de Seguridad también le solicitó a Ban Ki-moon un informe sobre el cumplimiento del mandatado de la misión, cada 90 días, a partir del comienzo de sus actividades de monitoreo.  

Esto tras la decisión de ambas partes, el pasado 19 de enero, de pedirle a la ONU ser uno de los tres componentes de ese mecanismo tripartito, donde el Gobierno y las Farc también tendrán sus funciones. Siendo el componente internacional (ONU y CELAC) quien debe presidir y coordinar el mecanismo, dirimir controversias, hacer recomendaciones y presentar informes.

El Consejo de Seguridad de la ONU está confirmado por:

Ver comunicado oficial del Consejo de Seguridad de la ONU.

Publicado en Noticias CNMH


conflicto armado


Conflicto Armado

Premios India Catalina, una mirada al conflicto armado

Noticia

Autor

CNMH

Fotografía

CNMH

Publicado

02 Mar 2016


Premios India Catalina, una mirada al conflicto armado

El próximo sábado 5 de marzo, seis días después de los premios Oscar, se llevarán a cabo en Colombia los tradicionales Premios India Catalina, que reconocen lo mejor de la industria de la televisión nacional. Un acto comercial, sin duda, que este año cuenta con la nominación de varias producciones que relatan la memoria del conflicto armado del país como Carta a una Sombra, Pizarro, Relatos del Exilio y Nueva Venecia.


En 1954, hace 62 años, el General Rojas Pinilla trajo la televisión a Colombia y de inmediato se convirtió en el mayor medio de entretenimiento de los colombianos. Telenovelas, noticieros, series, documentales y animaciones acompañan a diario la vida de millones de colombianos. Es por ello que desde 1984 se viene premiando anualmente “la calidad y el talento de las producciones de la televisión nacional” a través del Premio India Catalina; un certamen deseado por muchos y odiado por otros.

“Desde su creación -dicen los organizadores- y hasta la actualidad, las categorías premiadas han ido aumentando y evolucionando a la par de la industria televisiva, en la primera edición de los Premios se entregaron 19 estatuillas y en la actualidad se premian más de 30 categorías que incluyen a los diferentes sectores de la industria y que abarcan desde los canales nacionales, hasta los regionales y locales, tanto públicos como privados; así mismo, son un reconocimiento a los formatos de dramatizado, los géneros periodísticos, de opinión, de entretenimiento y a los contenidos especializados”, toda una diversidad de temas, que este año se ven fuertemente influenciados por la memoria del conflicto armado en dos de sus categorías más recientes.

Mejor Documental para Televisión

De las cinco nominaciones en esta categoría, cuatro están relacionadas con el tema de construcción de memoria en medio de la guerra. Primero, Carta a una Sombra, de Daniela Abad, un documental inspirado en el libro “El olvido que seremos” de Héctor Abad Faciolince, el cual hace un recorrido por la vida del médico, ensayista y político Héctor Abad Gómez, quien fue asesinado el 25 de agosto de 1987. Un relato a través de los testimonios de su familia y amigos cercanos. “De mi papá aprendí algo que los asesinos no saben hacer. A poner en palabras la verdad para que esta dure más que su mentira” recuerda en el documental Héctor Abad.

Carta a una sombra

 

Una segunda producción es Pizarro, de Simón Hernández, un documental en el cual María José Pizarro reconstruye los pasos de su padre e intenta descubrir –así a veces parezca imposible- la verdad sobre su asesinato. La película deja ver un Carlos Pizarro carismático, abierto al diálogo, amoroso y esperanzado por la paz. Muestra una hija, que sufrió el exilio y la pérdida de su héroe, una caminante, una luchadora, una mujer que también cuestiona las consecuencias de la guerra.

Pizarro es la expresión del proceso de dolor por la pérdida más cercana; padre e hija se recuerdan a través de cartas de amor y fotografías, siendo las imágenes y las letras la única forma de reconstruir el pasado. Esta es la historia de María José, que está atada a la memoria de su padre, a los vagos recuerdos que le quedan de él y a los relatos que reconstruye de los demás.

Pizarro

 

En tercer lugar tenemos a Relatos del Exilio del Canal Capital, 11 documentales de una hora sobre las historias de los colombianos que fueron obligados a cambiar su vida mientras huían del conflicto. Relatos de colombianos exiliados en Canadá, Francia, Alemania, Holanda, Italia, España, Bélgica, Suecia, Estados Unidos, México y Ecuador.

Relatos del Exilio

 

Y por último, está Nueva Venecia del cineasta uruguayo Emiliano Mazza De Luca, que muestra cómo un pueblo rodeado de agua se las ingenia para construir una cancha de futbol. ¿Y esto que tiene que ver con el conflicto armado?, resulta que a Nueva Venecia, en la Ciénaga Grande del Magdalena, el 22 de noviembre del 2000 sufrió una de las masacres más aterradoras de la guerra interna, y esta película sirvió como “una herramienta de reparación colectiva para la comunidad”, cuentan los realizadores.

Nueva Venecia

 

Estas cuatro producciones que giran alrededor de la memoria del conflicto armado competirán contra Gabo – La Magia de lo Real, de Caracol Televisión, que de igual manera es una profunda reconstrucción de memoria alrededor del mayor exponente de la literatura colombiana, Gabriel García Márquez. Un competidor fuerte y gran favorito a llevarse el premio, pero que de cinco nominaciones cuatro tengan que ver con el tema del conflicto armado, con el relato de las víctimas, es un logro importante que muestra a través de la televisión lo que nos ha pasado, un espaldarazo para ir construyendo la paz, porque como dice Gonzalo Sánchez, director del Centro Nacional de Memoria Histórica, “con la palabra de las víctimas tejemos memoria, tejemos país y tejemos futuro.”

Mejor programa de animación para televisión

Esta es una categoría joven, que muestra los actuales avances audiovisuales acompañados de novedosos formatos narrativos. Un espacio abierto a la creatividad, donde los realizadores son artistas que desean acercar de la mejor manera a todos los interesados, empezando por los niños. Por eso, en esta categoría se rescatan los relatos que no han sido contados, y no se han podido contar.

Aquí veremos a Cuentos de Viejos III, de Señal Colombia, donde personas mayores de varias partes de Colombia y del mundo, cuentan sus experiencias de infancia en contextos difíciles como la Segunda Guerra Mundial, la Guerra Civil Española o La Violencia bipartidista en Colombia. Un trabajo de memoria que acerca a los jóvenes con estas temáticas.

Cuentos de Viejos

 

Una gran favorita para llevarse este premio es Las Niñas de la Guerra, también de Señal Colombia, que “relata las penurias y andanzas de millares de niños reclutados ‒muchas veces a la fuerza‒ por grupos armados en Colombia y hoy buscan oportunidades para reconciliarse con la vida, dirigida por Cesar Espinosa y Yoleiza Tor.

Las niñas de la guerra

 

También está de Canal Capital, Sabogal, una animación que aborda el tema de los derechos humanos, el conflicto colombiano y la historia reciente de nuestro país, para apostarle a la construcción de memoria histórica. Una idea original que mezcla la tecnología de animación tridimensional, la estética del comic animado y la novela negra, y se adentra en los archivos periodísticos que han documentado los terribles hechos violentos que ha sufrido el país en los últimos años, para rescatar las memorias de ese pasado y al mismo tiempo sorprender al público con su propuesta estética y documental.

Sabogal

 

El resto de nominados en esta categoría son: Butiman, de Telecaribe y Puerto Papel de Señal Colombia.

La gala de premiación se realizará en el marco del Festival Internacional de Cine de Cartagena (FICCI) y  tendrá como mayor invitada, la presencia de la memoria. 

Publicado en Noticias CNMH


conflicto armado


Conflicto Armado

La palabra: conflicto armado y paz

Noticia

Autor

Fredy Zapata

Fotografía

Fredy Zapata

Publicado

09 Sep 2016


La palabra: conflicto armado y paz

La literatura, como relato de la historia ausente del país, ha sido uno de los lenguajes artísticos en que el conflicto armado colombiano ha permanecido vigente; sus posibilidades narrativas han acogido los múltiples vacíos de una nación que aún espera reconocerse.


Sábado 10 de septiembre 
Lugar: Librería Casa Tomada

Dirección: Transversal 19 Bis No. 45D-23
Hora: 5:30 a 7:00 pm

Estas posibilidades serán el punto de partida para el próximo conversatorio de Primer Plano. En esta ocasión Santiago Rivas, conductor del proyecto, profundizará sobre la representación de la palabra en tiempos de conflicto armado a través del trabajo literario de Gilmer Mesa, autor de “La cuadra”, novela histórica sobre la violencia de Medellín en los años ochenta.

Como antesala al evento, el escritor antioqueño conversó con el CNMH acerca de su obra, su relación con el proceso de memoria histórica y el papel de la literatura en el posconflicto.

¿Cuál es el papel de la literatura en la narrativa del conflicto armado colombiano?

La literatura tiene un papel determinante en el conflicto desde siempre, no en este, sino en todos los conflictos que se han vivido a lo largo de la historia; en gran medida porque la literatura tiende a mostrar y no a demostrar, eso la aleja un poco de lo que es la crónica y de los tratados de historia. La literatura ha servido para darle una voz a los que no han tenido voz, porque se cuela por los bordes del rigor, da otra perspectiva, no está tan atenta a demostrar, que es lo que deja muchas veces corto a los artículos de periódico y en algunos casos los textos de historia, que se olvidan un poco del lado humano que trasciende más allá de los conflictos. Entonces creo que hay que hacer otro esfuerzo distinto. La literatura responde más al simbolismo y eso en los conflictos es de vital importancia, aún más en los posconflictos porque ahí es donde nos vamos a tener que inventar un simbolismo nuevo que nos aterrice y que nos ponga a vivir en concordia con el que todo el tiempo fue de alguna manera el victimario.

¿La Cuadra, su más reciente novela tiene alguna relación con los procesos de memoria histórica?

La Cuadra está inspirada en la tragedia más grande que he tenido en mi vida que es la muerte de mi hermano. Yo quería contar eso, no solo lo que había ocurrido como tal, eso ya sería parte de una crónica, sino sobre todo lo que yo sentí, lo que vi deteriorarse a mi familia y la ciudad (Medellín). La Cuadra es el sitio, era básicamente el universo que yo conocía, después fui entendiendo un poco que eso era un microcosmos de lo que era el macrocosmos real de este país y de la sociedad, y de ahí incluso del mundo. La Cuadra fue una catarsis profunda de ese proceso de duelo que llevo haciendo incluso hasta el día de hoy. El libro tiene una cosa importante y es que le da una parte fundamental a la ternura y eso me parece que realmente humaniza mucho a todos los que pertenecemos a una época y a un conflicto que no ha cesado aún. Humaniza tanto a la víctima, como al victimario, no es una apología del uno ni del otro, en una indagación en el sustrato íntimo de los personajes, ¿qué nos llevó a ser la sociedad que éramos?

¿Cree que existe alguna tensión entre el relato de ficción y un texto histórico?

Mi libro tiene personajes y hechos que ocurrieron, mantiene un sustrato de ficción en lo íntimo, porque ahí en lo íntimo es donde está verdaderamente lo que uno hubiera querido que pasara y eso de alguna manera es lo que es la literatura. Todas las novelas son históricas porque de alguna manera dan cuenta de la realidad. Ahora bien, en un caso como el de la Masacre de las Bananeras hoy en día nadie puede recordar bien los informes que se hicieron en los periódicos e incluso ni siquiera el libro de Jorge Eliécer Gaitán, pero todos nos acordamos de la descripción hermosa que hace García Márquez en Cien años de Soledad, eso significa mucho. Es lo que realmente queda en el subconsciente de la gente que vivió esa época, eso es muy valioso, incluso me parece más importante el registro literario que el registro de crónicas o de artículos o de informes técnicos porque eso no llega finalmente a las generaciones superiores, mientras que la literatura sí.

¿Cuál es el rol de la literatura en el Museo Nacional de la Memoria?

El Museo hace el trabajo más importante, narra lo que fue y lo queda después de una tragedia, impugna al olvido aterrador, ya que el olvido hace que las cosas sean menos importantes. En eso la literatura ayuda a ponerle cara a las cifras, un rostro, lo humaniza, esté del lado que esté, les da una voz,  los  llena de paisaje y los llena de territorialidad dentro de un relato y eso a mí me parece que es una de las mejores formas de recuperar la memoria histórica.

El evento es organizado por el Museo Nacional de la Memoria proyecto del Centro Nacional de Memoria Histórica, Penguin Random House, Cámara Colombiana del Libro y la Librería Casa Tomada y sirve de antesala al diálogo literatura, memoria y paz de Primer Plano a realizarse en el marco de la 9ª Semana por la Memoria.

Publicado en Noticias CNMH



2A, Conflicto Armado, Palabra, Paz

“Se debe garantizar que no se va a destruir ningún papel”

Noticia

Autor

Daniel Sarmiento

Fotografía

Daniel Sarmiento

Publicado

08 May 2017


“Se debe garantizar que no se va a destruir ningún papel”

Antonio González Quintana es un experto en archivística que, desde 1994, se ha especializado en procesos de transición política o superación del conflicto armado. Es archivero de profesión desde 1979 y actual Subdirector General de Archivos, responsable de la ejecución de la política archivística de Madrid.

Ha publicado diversos trabajos sobre los archivos del Movimiento Obrero en España y en los últimos años ha trabajado especialmente en la relación entre archivos y defensa de los derechos humanos, colaborando con diversos proyectos de la UNESCO, Archiveros Sin Fronteras, el Grupo de Derechos Humanos del Consejo Internacional de Archivos, y Swisspeace.

González Quintana estuvo de visita en la Dirección de Archivo de los Derechos Humanos del Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH) hablando de la importancia de los archivos de derechos humanos en el proceso de justicia transicional que está viviendo Colombia.

¿Cuál va a ser la importancia de los archivos para la implementación del proceso de paz con las Farc?

Todos los archivos, en general de todas las administraciones, van a jugar un papel esencial en la implementación de los acuerdos, especialmente para la reconciliación y reparación de las víctimas. Tanto los archivos de carácter público, como los de instituciones privadas, que den cuenta de diferentes temas, no solo relacionados con derechos humanos van a ser muy importantes. También, los registros de la propiedad serán fundamentales por ejemplo, en el caso de la restitución de tierras.

La experiencia internacional dice que la reparación a las víctimas requiere de pruebas documentales. Alguien tiene que demostrar su condición de víctima, el alcance del daño sufrido, la motivación política de ese daño o la motivación religiosa, dependiendo de las características de cada régimen y las violaciones a los derechos humanos que se hayan experimentado.

Desde su experiencia internacional, ¿qué medidas recomienda que se tomen en Colombia con los archivos de Derechos Humanos?

Una moratoria, una paralización de los procesos de eliminación de documentos de derechos humanos, por lo menos durante el tiempo que las instancias transicionales existan, podría ser una buena alternativa. En Argentina, por ejemplo, a partir de la anulación de los decretos y leyes de Punto Final y de Obediencia Debida, que abrieron la puerta a la intervención de la justicia penal, el enjuiciamiento y encarcelamiento de responsables de graves delitos contra los derechos humanos fue posible con la medida de moratoria en la eliminación de documentos.

Las instancias que se están creando en el marco de la implementación de los acuerdos deberían garantizar que no se va a destruir ningún papel, ningún documento electrónico, ningún documento en general. Esto se plantea porque en contextos de necesidades transicionales como en Colombia, algunos archivos tan simples como un documento hospitalario, un registro en una administración de educación, de sanidad o de cualquier tipo, puede tener una gran importancia en la búsqueda de la verdad; verdad que se construye con base a ese rompecabezas de los testimonios que están en los distintos archivos públicos o privados.

¿Cuál sería entonces el siguiente paso para la conservación de archivos en la implementación de los acuerdos?

Es más un conjunto de pasos, pero el primero a seguir sería el de hacer un esfuerzo por conocer mejor el contenido de todos los archivos públicos, y saber qué materiales pueden ser útiles para entidades de justicia transicional como la Comisión de Esclarecimiento,  la Jurisdicción Especial, para la Unidad de búsqueda de personas desaparecidas, o para cualquiera de los entes nuevos. Este trabajo va a requerir una gran cantidad de recursos humanos, de profesionales de los archivos, de personas que hagan ese trabajo de profundizar en los contenidos de los documentos que puedan servir. Es un reto muy difícil.

¿Y para el manejo de los archivos producidos por la Comisión de Esclarecimiento qué recomendaría?

La Comisión del Esclarecimiento hará un acopio de documentos, como ha sucedido en otras experiencias internacionales, de un enorme valor para la historia del país. Muchos de los testimonios que se puedan evacuar en las sesiones que la Comisión  pondrá en marcha, se van a hacer bajo estricta confidencialidad, y habrá que mantener cierto grado de reserva que garantice la protección de las víctimas. También hay que garantizar que esos archivos, una vez que la Comisión termine su actuación, se incluyan en la memoria escrita o visual del país, y sean conservados.  

Publicado en Noticias CNMH


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