Arraigo y resistencia: dignidad campesina en la región Caribe (1972 – 2015)
Libro
Arraigo y resistencia: dignidad campesina en la región Caribe (1972 –
2015)
En los años setenta, a raíz de la fuerza que alcanzó el movimiento campesino en la lucha por la tierra, especiamente en la región Caribe, un grupo de trabajo, mediante la investigación de acción participativa, recogió testimonios y material de las comunidades. Este trabajo tuvo como objeto reconstruir la historia de la tenencia de la tierra, del despojo y de la organización de los movimientos campesinos en esta zonas del país a los largo del siglo XX. Sus resultados fueron entregados a la comunidad en cuatro historuitas gráficas, compliladas bajo el título Historia gráfica de la lucha por la tierra en la Costa Atlántica e ilustradas por Ulianov Chalarka.
Cuarenta años después de la elaboración de aquella historia gráfica el panorama para los campesinos se a complicado aún más. El despojo histórico de la tierra se gan sumado de una parte los daños colectivos de la violencia guerrillera y paramilitar de los años ochenta y noventa: asesinatos selectivos, masacres, desplazamiento forzado, y de otra, los daños al ecosistema, los monocultivos y el resurgimiento de la violencia contra líderes campesinos. En este escenario surge ARRAIGO y RESISTENCIA, la historia del campo caribeño colombiano en las últimas cuatro décadas.
Con base en el informe La tierra en disputa: Memorias del despojo y resistencias campesinas en la costa Caribe 1960 – 2010 y la cartilla Aportes metodológicos para la caracterización del sujero y el daño colectivo con población campesina en la región caribe desde la perspectiva de memoria histórica (2015), nace ARRAIGO Y RESISTENCIA como producto es una investigación que contó con las voces de los protagonistas de la lucha por la tierra en la costa Caribe. Su intención principal es visibilizar las continuidades de un confuso horizonte que permanece de una lucha y una organización – históricamente criminaluzadas – que han resistido en la defensa de lo propio, con la digna esperanza de que, por fin, las políticas de tierras se vuelquen a mirar hacia la base del sistema rural: el campesinado.