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Relatos de Resistencia

El estreno de Relatos de Resistencia en los Montes de María abre la Semana por la Memoria

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CNMH.

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CNMH

Publicado

20 de noviembre 2021


El estreno de Relatos de Resistencia en los Montes de María abre la Semana por la Memoria

  • El lunes 22 de noviembre, a partir de las 4 p.m., las reflexiones de algunos de los integrantes del Colectivo de Comunicaciones Los Sonidos de la Chuana, de Ovejas, Sucre, serán escuchadas en el conversatorio y estreno de la pieza audiovisual, en el Museo Nacional de Colombia.
  • El corto documental lo construyeron en 2020 y visibiliza a este territorio del Caribe colombiano desde la mirada de sus jóvenes y la de los sobrevivientes a los años difíciles del conflicto armado.
  • Las participantes contaron con un acompañamiento de carácter técnico por parte del CNMH, pero fueron ellas, a través de metodologías de construcción participativa, quienes formularon las memorias, las formas y estrategias narrativas que componen el audiovisual.

Este lunes 22 de noviembre, en el Auditorio Teresa Cuervo Borda del Museo Nacional de Bogotá, los asistentes podrán asistir no solo al acto inaugural de la Semana por la Memoria, que lidera el Centro Nacional de Memoria Histórica -CNMH-, sino que vivirán el estreno de Relatos de Resistencia en los Montes de María, una iniciativa de memoria que acompaña –desde el 2020- la entidad.

La iniciativa fue impulsada por cuatro jóvenes del municipio de Ovejas, Sucre, que están organizadas en el Colectivo de Comunicaciones Los Sonidos de la Chuana, y que decidieron desarrollar un corto documental que contribuya a que su territorio ya no sea reconocido exclusivamente por los hechos victimizantes que sufrieron en el marco del conflicto armado. 

Las personas seleccionadas y entrevistadas por las jóvenes que impulsan esta iniciativa de memoria ejercen distintos oficios y roles en la comunidad, pero todas han resistido y contribuido a la reconstrucción del territorio desde sus saberes y áreas de experticia.

Y es que si bien en esta población de los Montes de María se registran 48.832 víctimas del conflicto armado (según el Registro Único de Víctimas), y con ello se recuerdan episodios que dejaron heridas abiertas como la del 17 de enero de 2001 -fecha en la que 30 personas fueron asesinadas a manos del Bloque Héroes de los Montes de María-, los años han traído consigo numerosas estrategias de personas que desde el territorio desean que las memorias de sus prácticas de resistencia no queden en el olvido.

Emprender en colectivo en torno a la miel como producto que posiciona positivamente a Chengue, recordar desde el amor y preservar los legados de quienes fueron fundamentales para la construcción del tejido social de la comunidad, son solo algunos de los mensajes que podrán escuchar quienes participen del estreno y conversatorio en torno a esta iniciativa de memoria.

Relatos de Resistencia en los Montes de María es un ejercicio líder en el país de trabajo colectivo y autónomo de la ciudadanía, las víctimas, las organizaciones de víctimas u organizaciones sociales que buscan reconstruir y representar sus memorias alrededor del conflicto armado con un sentido dignificante para la construcción de paz desde los territorios y en la búsqueda de la no repetición.

El documental ya está disponible en el canal de Youtube del CNMH para que todos los colombianos y colombianas conozcan la historia de los Montes de María desde la voz de sus habitantes, que va mucho más allá de su dolor.



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Representación teatral

Las niñas, los niños y los adolescentes comparten sus sueños e invitan a hacerlos realidad en un especial digital del CNMH

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CNMH.

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Ilustración actuación

Publicado

20 de noviembre 2021


Las niñas, los niños y los adolescentes comparten sus sueños e invitan a hacerlos realidad en un especial digital del CNMH

  • El enfoque diferencial de Niños, Niñas y Adolescentes del Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH) presenta este sábado 20 de noviembre, en el marco de la celebración del Día Universal del Niño, el especial digital ‘Las niñas, los niños y adolescentes construyen memoria histórica’
  • En esta plataforma se podrán escuchar las voces de chicos y chicas que viven en territorios cruzados por el conflicto armado en el país y que nos han compartido sus vivencias y sus deseos.

Los sueños de los niños, niñas y adolescentes que viven en territorios cruzados por el conflicto armado han sido truncados muchas veces. A pesar de esto, ellas y ellos siguen soñando, comparten esos anhelos y nos invitan a acompañarlos para que se hagan realidad. Por eso, el Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH) presenta este sábado 20 de noviembre, durante la celebración del Día Universal del Niño, el especial digital ‘Las niñas, los niños y adolescentes construyen memoria histórica’, que recoge las enseñanzas que nos han dado acerca de cómo reconstruir la memoria en el país a partir de sus voces, pero también los deseos que quieren hacer realidad.

Y es que las niñas y los niños son fundamentales para reconstruir la memoria histórica de lo que ha sucedido en el país en el marco del conflicto armado. Diversas formas de violencia han impactado sus vidas, sus cuerpos y sus emociones. Son muchas las enseñanzas que nos han dejado en los encuentros de memoria. Este especial digital da a conocer estos aprendizajes sobre los lenguajes, las emociones, las afectaciones y los sueños. Este recurso, desarrollado por el enfoque diferencial de Niños, Niñas y Adolescentes del CNMH, se puede encontrar en el enlace http://micrositios.centrodememoriahistorica.gov.co/especialninosyninas

El 20 de noviembre se celebra el Día Universal del Niño y se conmemoran los aniversarios de la adopción de la Declaración Universal de los Derechos del Niño, en 1959, y la aprobación de la Convención de los Derechos del Niño, en 1989, que Colombia ratificó por medio de la Ley 12 de 1991.

“Muchos niños y niñas en nuestro país crecen en medio de las violencias del conflicto armado. Cuentan lo que han vivido en medio de un enfrentamiento o el dolor del desplazamiento forzado”, sostiene el director del CNMH, Darío Acevedo Carmona. Y es que las y los más pequeños también se enfrentan a tener que ser parte del conflicto como consecuencia del reclutamiento ilícito y la utilización por parte de los actores armados. “Nos han compartido en los encuentros de memoria cómo muchos de sus hermanos, hermanas, amigos y amigas han sido obligados a ponerse botas en los pies, cargar maletas pesadas y armas de metal”,  explica la coordinadora del Enfoque diferencial de niños, niñas y adolescentes del CNMH, Sara Márquez Ramírez.

Pero también los niños, las niñas y adolescentes de los territorios que han vivido el conflicto armado, nos han mostrado que son capaces de hacer que los sueños renazcan. Nos han enseñado que tanto dolor que genera el conflicto armado puede transformarse. Ellas y ellos han encontrado caminos para decirle no a la violencia y continuar tejiendo historias de paz. Nos han compartido cómo, a través de diferentes lenguajes artísticos, como el dibujo, la expresión corporal, la música, el baile, la escritura, entre otros, exploran sus memorias y sus anhelos de paz. “Para las niñas y los niños, la palabra debe ir acompañada del juego, de dibujos, bailes, canciones, entre otras posibilidades que nos muestran que el cuerpo cuenta con muchas herramientas para contar historias”, agrega Márquez. En estos lenguajes expresivos, que cambian la narrativa del dolor y la guerra, reside la grandeza de chicos y chicas.


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Mural de la iniciativa de memoria histórica “Para que no me olviden

Cinco relatos sobre la violencia contra los jóvenes

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CNMH.

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Mural de la iniciativa de memoria histórica “Para que no me olviden: la violencia me mató, pero la escritura me mantiene vivo” realizado en el Instituto Educativo 20 de Julio en El Bagre, Antioquia.

Publicado

18 de noviembre 2021


Cinco relatos sobre la violencia contra los jóvenes

“Para que no me olviden: la violencia me mató, pero la escritura me mantiene vivo”, es un libro que cuenta la vida de jóvenes asesinados en el marco del conflicto armado en El Bagre, Antioquia, y que pertenecían a la Institución Educativa 20 de julio, proyecto que hace parte del acompañamiento a iniciativas de memoria realizado por el CNMH.

El Bagre (Antioquia), falso paraíso minero, infierno armado. La contradictoria ecuación que detiene en el tiempo, a causa del conflicto armado, a este municipio anclado en la subregión del Bajo Cauca Antioqueño.

En las calles de su casco urbano (con vista al río Nechí, palabra que significa Oro Natural), el arrebato de las motos aparece primero como una tormenta áspera de sonidos y congestión vehicular que inunda el ambiente; en ellas, hombres y mujeres salen en busca de espacio en un poblado que no pasa los 40 mil habitantes. Para el peregrino que llega, el municipio aparece en medio de una espesa vegetación y la separación de un río oscuro, entre amarillo y café ocre, quizás, a causa de la actividad minera que se desarrolla en la región.

El Bagre, que debe su nombre a ese pez rayado y con bigotes parecidos a los de un gato, es el fortín de docentes, líderes sociales y defensores de derechos humanos cuyos procesos organizativos y de memoria son el escudo utilizado para combatir la violencia, la apatía y la indiferencia que muchos han sembrado en las regiones de Colombia, y que El Bagre no es ajeno a ella.

Para nadie es un secreto que es muy peligroso en estos días ser un líder social en el país. Según datos suministrados en octubre de 2021 por Indepaz, desde la firma del Acuerdo de Paz en 2016 entre el Gobierno y la antigua guerrilla de las Farc, han sido asesinados 1.260 líderes sociales. Un dato que para muchos se ha vuelto un adorno más en las estadísticas, pero que, aunque no se note, es el espejo del horror de la guerra en Colombia que se encarniza sin medida contra la población civil.

 

Camiseta realizada por la iniciativa de memoria histórica “Para que no me olviden: la violencia me mató, pero la escritura me mantiene vivo” realizado en el Instituto Educativo 20 de Julio en El Bagre, Antioquia.


“No podemos seguir diciendo que por algo lo mataron, no podemos seguir justificando la muerte”, dice Sandra Colón desde el fondo de su corazón, que se ve reflejado en el brillo de sus ojos negros y redondos.  Sandra es docente del Instituto Educativo 20 de Julio en El Bagre, y promueve la iniciativa de memoria histórica “Para que no me olviden: la violencia me mató, pero la escritura me mantiene vivo”.

Este proyecto, que se vincula como parte del Servicio Social Estudiantil de la institución, recopila los relatos de vida de jóvenes que han sido víctimas directas del conflicto armado y que tenían un vínculo como estudiantes y egresados de este establecimiento educativo. El pasado 3 de noviembre se presentó el libro que se divide en dos secciones: la primera, que explica el proceso pedagógico que utilizaron para la construcción de los perfiles, y la segunda, donde se narran las vidas de cinco compañeros de la institución que fueron asesinados.

“El flagelo de la violencia -explica Sandra en el libro- ha sido una constante en nuestro territorio y comenzó a golpearnos de frente, especialmente en contra de la vida de nuestros estudiantes. El dolor nos removió como comunidad académica y nos motivó a plasmar nuestras emociones y sentimientos en el proyecto”.  

Sandra Colón, docente del Instituto Educativo 20 de Julio en El Bagre, y líder de la iniciativa de memoria histórica “Para que no me olviden: la violencia me mató, pero la escritura me mantiene vivo”. 


Es miércoles por la mañana y los más de 30 grados que afloran en el auditorio no son impedimento para que las 50 personas (que por razones de bioseguridad se les permitió el ingreso) asistentes al lanzamiento se conmuevan con cada acto que se preparó para la presentación del libro. Sandra, quien también auspició como maestra de ceremonias, tiene la personalidad de una mujer guerrera que se ha fortalecido a pesar de las duras batallas en su vida, va explicando paso a paso cómo surgió este proceso y la importancia que tiene para la institución, el municipio y el país. “De esta forma rendimos un homenaje a las víctimas”, explica Sandra.

No olvidar, como reclamo recurrente en muchas de las demandas y exigencias realizadas por gran parte de las víctimas, las organizaciones de víctimas y la sociedad civil, es el eco constante que se escucha en los eventos de memoria del país. Y durante años la población del Bajo Cauca Antioqueño se ha visto afectada de manera dramática a lo largo del conflicto social y político en la región.

El libro “Para que no me olviden: la violencia me mató, pero la escritura me mantiene vivo” explica que estos territorios se han aprovechado “por grupos al margen de la ley para el ejercicio de diversas actividades como la minería ilegal, los cultivos ilícitos y el narcotráfico, sirviendo como corredor de movilización desde el Catatumbo, Norte de Santander hasta el Urabá Antioqueño (Rutas del Conflicto, 2021, enero). Esto ha desencadenado hechos victimizantes como el desplazamiento forzado, homicidios selectivos, desapariciones forzadas, despojo de tierras, amenazas, violencia sexual y masacres, realizados por parte de las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC), el ELN y el Bloque Virgilio Peralta Arenas, quienes se disputan el control territorial en la actualidad (Defensoría del Pueblo, 2020)”.

El resultado nefasto a raíz de este cóctel de intimidaciones y muerte tiene que ver, sobre todo, con la exposición constante de hechos violentos contra la población de niños, niñas y adolescentes. Según la Unidad Administrativa Especial para las Víctimas del Conflicto Armado, dato también descrito en el libro, dice que en el Registro Único de Víctimas (RUV), 1.353 personas están reconocidas como víctimas de homicidio en El Bagre. De esta cifra, 32 hombres y 41 mujeres tenían entre 0 y 17 años al momento de sufrir este hecho victimizante. Y que informes del Observatorio de Memoria y Conflicto (OMC), muestran que entre 1985 y 2014 se han identificado 36 casos de violencia sexual en el municipio. 

 

Asistentes en el auditorio del Instituto Educativo 20 de Julio en El Bagre, presentes en el lanzamiento de “Para que no me olviden: la violencia me mató, pero la escritura me mantiene vivo”.


Es así como este libro se convierte en un portavoz contra la violencia en el marco del conflicto armado que han vivido los alumnos y exalumnos del Instituto Educativo 20 de Julio en El Bagre. En palabras de Osvaldo Miguel Madera García, rector de la institución, es “un proyecto que le quiere gritar a toda Colombia que el dolor de nuestros congéneres no nos es indiferente, que nos afecta nuestra dimensión humana. De que queremos sensibilizar a la ciudadanía de este flagelo, que necesitamos que los gobiernos busquen caminos que permitan eliminar y superar las causas estructurales de la violación de los derechos humanos y del DIH, donde se prevean estas violaciones y se evite el riesgo para nuestros jóvenes, y evitar el dolor para nuestra comunidad”.

 

Osvaldo Miguel Madera García, rector del Instituto Educativo 20 de Julio en El Bagre.


Si bien El Bagre descubrió el oro y la violencia, también es el escenario de la cultura y la pujanza de un pueblo que desea vivir en paz. Espacios de baile, canto y teatro se ven en sus calles promovidos desde festivales y encuentros sociales. Como parte del acto de lanzamiento los estudiantes que hicieron este ejercicio de memoria simbólica, presentaron una performance para expresar su rechazo hacia la violencia que los rodea. De igual manera varios de sus pensamientos quedaron plasmados en el libro, como el de Alex Stiven Basilio Fuertes, quien dice que “es importante que podamos comprender la gravedad de la violencia, y usar nuestro arte para expresarnos, oponernos a la violencia y así ser esa luz al final del túnel”.

Les invitamos a descargar el libro y conocer más sobre las iniciativas de memoria acompañadas por el Centro Nacional de Memoria Histórica.

También en el siguiente vídeo puede profundizar sobre “Para que no me olviden: la violencia me mató, pero la escritura me mantiene vivo” en este video. 


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El CNMH mostró cómo se pinta la memoria histórica en El Carmen de Viboral

El CNMH mostró cómo se pinta la memoria histórica en El Carmen de Viboral

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CNMH.

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La conferencia Pintando la memoria histórica El Carmen de Viboral se desarrolló en el Hotel Casa Rosé de este municipio, dentro de la programación del Festival Internacional de Cine del Oriente antioqueño.

Publicado

12 de noviembre 2021


El CNMH mostró cómo se pinta la memoria histórica en El Carmen de Viboral

  • En el marco del Festival Internacional de Cine del Oriente, se dieron detalles de cómo será el mural itinerante que se exhibirá por primera vez este 18 de noviembre en El Carmen de Viboral.
  • Víctimas del conflicto armado, la Alcaldía de El Carmen de Viboral y la Estrategia Nación – Territorio del CNMH participaron del proceso de concertación para la creación de la obra como medida de satisfacción.

Víctimas del conflicto armado en El Carmen de Viboral, en Antioquia, con el acompañamiento del Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH), plasmaron sus historias atravesadas por la violencia y su presente en un mural itinerante que se exhibirá por primera vez este jueves 18 de noviembre. La Estrategia Nación – Territorio del CNMH participó de la conferencia Pintando la memoria histórica El Carmen de Viboral, en el marco del XIV Festival Internacional de Cine del Oriente antioqueño, para compartir sobre el proceso creativo y el trabajo de reparación simbólica mediante esta obra.

Luz Mary Hincapié, enlace de la región Andina de la Estrategia Nación – Territorio del CNMH, contó a los asistentes a este diálogo, que se realizó en el Hotel Casa Rosé, en El Carmen de Viboral, que el mural itinerante surgió de un proceso de concertación con la Mesa Municipal de Víctimas y la Alcaldía de El Carmen de Viboral. Este mural se compone de 12 piezas desmontables que conforman una imagen en la que están representados el antes, durante y después del conflicto armado en este municipio del Oriente antioqueño. “En la concertación se definió un mural itinerante, que reflejara hechos del conflicto armado, pero también elementos que identificaran a los habitantes de este municipio. Contamos con la participación de dos artistas plásticos de El Carmen de Viboral que recogieron las ideas y propuestas de las víctimas y las plasmaron en el mural”, explicó.

Julián Vasseur, enlace de Víctimas de la Alcaldía de El Carmen de Viboral, se refirió a la decisión de que este mural fuera una pieza desmontable y no solo se eligiera una pared del municipio para pintarlo. “La idea con este mural es poderlo presentar en diferentes espacios para que en el municipio podamos conocer esta iniciativa de memoria”. Destacó, además, la importancia de la construcción de memoria como parte de las medidas de satisfacción contempladas en la Ley 1448 de 2012 —Ley de Víctimas y Restitución de Tierras—. “Es importante que las nuevas generaciones conozcan qué fue lo que pasó en nuestro municipio en algún momento. Este mural representa a través de una serie de elementos gráficos la evolución de esa historia en El Carmen de Viboral”, apuntó.

Olga Cecilia Velásquez, integrante de la Mesa Municipal de Víctimas de El Carmen de Viboral, reveló que participar de la creación del mural itinerante resultó para ella una experiencia bonita, pero, al mismo tiempo, impactante. “Fue la forma de mostrarle a la comunidad cuál fue la vivencia de cada una de las personas que fuimos víctimas del conflicto armado y que esto no se quedara en el olvido, sino que fuera una manera de hacer memoria, de hacer historia y de que muchos se dieran cuenta de qué fue lo vivido en El Carmen de Viboral”, reveló.

La Estrategia Nación – Territorio del CNMH brinda asistencia a autoridades territoriales como gobernaciones y alcaldías, mesas de participación efectiva y organizaciones de víctimas del conflicto armado y defensoras de derechos humanos, para la formulación de acciones de memoria que contribuyan a la visibilización, el conocimiento, la sensibilización.


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Seis lugares de memoria compartieron sus experiencias en Tumaco

Seis lugares de memoria compartieron sus experiencias en Tumaco

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CNMH.

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CNMH.

Publicado

12 de noviembre 2021


Seis lugares de memoria compartieron sus experiencias en Tumaco

  • El Museo de Memoria participó en el encuentro ‘Diálogos e intercambios por la memoria’ con representantes de seis iniciativas de distintas regiones.
  • Cuatro lugares de memoria recogieron aportes y serán apoyados para desarrollar proyectos que los fortalezcan.

Líderes y lideresas representantes de seis lugares de memoria de distintos territorios se reunieron esta semana en Tumaco, Nariño, durante el encuentro presencial del proyecto Col-Col Diálogos e intercambios por la memoria, liderado por el Museo de Memoria de Colombia del Centro Nacional de Memoria Histórica y la Agencia Presidencial para la Cooperación Internacional, y apoyado por AECID Colombia.

Col-Col es una metodología de cooperación nacional busca conectar procesos con trayectorias exitosas y replicables con iniciativas de menor recorrido. En este caso, la Casa de Memoria de Tumaco y el Centro de Atención para la Reparación y la Reconciliación (CARE) de San Carlos, Antioquia, comparten sus experiencias con la Casa de la Memoria de Nariño (Pasto), la Casa Vivero Jairo Maya (Medellín), el Museo de Memoria de las Víctimas del Huila (Neiva) y la Casa Amalfitana de las Memorias Sensibles (Amalfi).

A este encuentro lo precedieron varias sesiones virtuales, en las que los participantes se conocieron y las iniciativas receptoras hicieron un autodiagnóstico para identificar qué líneas les interesa fortalecer y qué aportes les gustaría recibir: Algunos de los temas que surgieron fueron la conservación de sus colecciones, la apropiación social del lugar de memoria, la creación de exposiciones itinerantes, la comunicación con públicos específicos, entre otras.

Durante lunes y martes, en la sede de la Casa de la Memoria de Tumaco, recogieron insumos, recibieron retroalimentación sobre sus ideas y plantearon los objetivos y actividades específicas de sus propuestas. En lo que queda del año, los participantes serán acompañados y apoyados para desarrollar estas propuestas con la asesoría del Museo de Memoria, APC y los lugares de Tumaco y San Carlos.

“La memoria es una sola familia. Somos de una misma especie. Articularnos entre lugares de memoria nos hace más fuertes. Crecemos en credibilidad y fortalecemos la tarea. La articulación genera mayor compromiso. Y es muy importante que el CNMH nos permita nutrirnos de sus saberes, de sus recursos, de su capital humano, para que los más pequeños podamos crecer, y el Centro también se fortalezca en su tarea”, dijo Pastora Mira, representante del CARE.

Al final del encuentro un colectivo de mujeres del pacifico nariñense presentó la obra Con sabor a resiliencia, que reflexiona sobre las tradiciones afrodescendientes como la gastronomía, que se han perdido a causa del conflicto armado y la necesidad de transmitirlas a las generaciones más jóvenes. Luego de la obra, las mujeres del colectivo y los representantes de los lugares de memoria y las entidades se unieron en un gran abrazo grupal que resaltó el carácter de familia que debe tener la memoria.


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Carta del Director General a la opinión pública

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CNMH.

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CNMH.

Publicado

08 de noviembre 2021


Carta del Director General a la opinión pública

Ante la solicitud de los medios de comunicación y las múltiples manifestaciones de la funcionaría pública del Centro Nacional de Memoria Histórica, Laura Montoya Vélez, quien se desempeña como Directora Técnica del Museo de Memoria Histórica, he de manifestar que como Director General de la entidad, debo abstenerme de realizar pronunciamientos sobre los contenidos de su renuncia motivada, presentada el pasado 5 de noviembre.

Mi deber como Director General es velar por la transparencia y la eficiencia de la gestión del Centro Nacional de Memoria Histórica que es la de contribuir a la reparación integral y al derecho a la verdad, a través de la recuperación, conservación y divulgación de las memorias plurales de las víctimas, así como del deber de memoria del Estado y de todos los victimarios con ocasión de las violaciones ocurridas en el marco del conflicto armado colombiano, sin ánimo de venganza y en una atmósfera de justicia, reparación y no repetición. Una misión que hemos logrado realizar en:

  1. La Dirección de Acuerdos de la Verdad cumpliendo su mandato a diciembre del 2021, ha publicado en total 8 informes sobre el fenómeno paramilitar. 
  2. La Dirección de Construcción de Memoria se pondrá al día al final de este año con metas de 2019 y 2020. Quedamos a poco tiempo de la entrega de más de 360 productos de conocimiento sobre el conflicto armado colombiano, provenientes de los 21 proyectos adelantados en el marco del convenio con Min ciencias.
  3. La Dirección de Archivo tendrá para final de 2021 cerca de 2 millones de imágenes digitalizadas y puestas al servicio. Consolidado con gran éxito el dispositivo app con todo el archivo de las violaciones a los DDHH y el DIH durante el conflicto armado.
  4. La Dirección de Museo avanza en la construcción física del Museo acorde con el cronograma inicial, todo apunta a que lo podremos inaugurar en junio del 2022. Inauguramos este fin de mes la exposición “Sanaciones: Caminos de resistencia” sobre 10 pueblos indígenas. A fines de año tendremos consolidada la política museológica. 
  5. Numerosísimos eventos públicos con comunidades de victimas.

La Dirección General cuenta con el apoyo de cuatro direcciones técnicas que asumen, además del compromiso de cumplir lo que exige la Ley, la responsabilidad de administrar con rigor y bajo confidencialidad los productos y el trabajo interno, desde la vinculación de libre nombramiento y remoción. Considero que la entidad que dirijo desde febrero de 2019 no ha violado ningún código legal de tipo museal, ni moral, ni metodológico y esperamos resolver prontamente la situación de Laura Montoya Vélez.

En nombre del Centro Nacional de Memoria Histórica y en el mío propio, lamentamos profundamente que la gestión de la entidad se vea afectada por estas declaraciones e invito a participar a todos los colombianos de la conmemoración de la “Semana por la Memoria” y de las actividades de la exposición “Sanaciones. Caminos de Resistencia” que entre el 20 de noviembre y el 3 de diciembre recorrerá Pasto e lpiales, en Nariño y San Francisco, Santiago, Colón y Sibundo y en Putumayo.

En el Centro Nacional de Memoria Histórica, trabajamos en equipo, con las víctimas y por ello, todas las realizaciones y logros los consideramos como fruto del trabajo conjunto y concertado. El Centro Nacional de Memoria Histórica se acerca y acompaña a todas las víctimas, plurales y diversas del conflicto armado interno sin ningún tipo de discriminación.

 

RUBÉN DARÍO ACEVEDO CARMONA
Director General
CENTRO NACIONAL DE MEMORIA HISTÓRICA (CNMH)

 



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Sanaciones

El Museo de Memoria de Colombia presenta la exposición SaNaciones. Caminos de resistencia

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CNMH.

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CNMH.

Publicado

05 de noviembre 2021


El Museo de Memoria de Colombia presenta la exposición SaNaciones. Caminos de resistencia

  • El Museo de Memoria de Colombia lanzó la exposición SaNaciones. Caminos de resistencia, construida conjuntamente con diez pueblos indígenas.
  • Además de la curaduría virtual en la página y en un bot de WhatsApp, la exposición también tendrá actividades presenciales en el suroccidente del país.

Este jueves 4 de noviembre se lanzó en www.museodememoria.gov.co la exposición digital SaNaciones. Caminos de resistencia, que fue construida colaborativamente entre los equipos de Museo de Memoria de Colombia y Enfoque Étnico del Centro Nacional de Memoria Histórica, y representantes de 10 pueblos indígenas: Wiwa, Barí, Uitoto MɨNɨKa, Ɨvuuhza (Okaina), Pɨɨneemuunáá (Bora), Gaigoomɨjo (Muinane), Nasa, Pasto, Kamënts̈á y Awá.

A través de videos, imágenes, mapas, paisajes sonoros, cifras y la voz de los pueblos en primera persona, la exposición invita a comprender el territorio como víctima y a reconocer las violencias históricas que han sufrido las comunidades étnicas. Sanaciones exalta la capacidad organizativa que les ha permitido sobreponerse a la violencia y pervivir, y cuestiona el lugar que han ocupado estas comunidades en nuestra nación pluriétnica. Sus saberes y prácticas sirven de inspiración para que los colombianos exploremos caminos de sanación colectiva.

“El valor intrínseco de esta exposición es el proceso con el que llegamos a estos contenidos. Fue un proceso de cocreación, de construcción conjunta entre el equipo técnico del Museo, el acompañamiento del Enfoque Étnico del CNMH y un trabajo compartido con diez pueblos indígenas. El equipo viajó a sus territorios y se sentaron a construir, a discutir las definiciones, los términos, los objetivos. Se respetó la voz de las comunidades indígenas”, dijo Laura Montoya, directora del Museo de Memoria de Colombia.

De acuerdo a lo concertado, la curaduría está dividida en cinco grandes ejes. Disposición al diálogo abre el camino para escuchar y reconocer al otro desde la diferencia. Territorios explica cómo el conflicto armado afectó el equilibrio de los lugares que habitan los indígenas. Resistencias históricas de los pueblos indígenas muestra que, a pesar de la violencia, han implementado estrategias para tejer una nueva historia como sobrevivientes. La fuerza de lo colectivo habla de cómo la unión les ha permitido resistir. Y Naciones explora cómo conviven los proyectos de vida de algunos pueblos indígenas en un país pluriétnico y multicultural.

“Con este trabajo vamos a mostrarle a Colombia y a otros países de qué manera fue que las comunidades sufrieron el mayor daño: el que se relaciona con su cosmovisión, su relación con el territorio, su manera de pensar los tiempos de la vida. El rescate de todo esto que hacen aquí las comunidades es de suma importancia porque tiene que ver con la supervivencia del lenguaje, de sus rituales, de sus creencias”, dijo Darío Acevedo, director general del CNMH.

Además del micrositio en la página web del Museo, esta exposición multiplataforma también tiene una unidad móvil que entre el 20 de noviembre y el 3 de diciembre recorrerá Pasto e Ipiales, en Nariño, y San Francisco, Santiago, Colón y Sibundoy, en Putumayo. Una intervención con obras de arte en recibos públicos y prensa del suroccidente del país, una programación de actividades artísticas, culturales y pedagógicas, y un bot de WhatsApp se suman a esta gran experiencia.

El bot, que también quedará activo a partir de este jueves, es una estrategia pensada para invitar a otros públicos a recorrer y participar en SaNaciones, especialmente personas con planes de telefonía móvil que solo permiten la navegación a través de WhatsApp o que vivan en territorios con internet de baja velocidad. Su curaduría está planteada desde los mismos ejes narrativos y tiene una herramienta para construir un mapa colectivo sobre la sanación. Para interactuar con el bot, cualquier persona podrá escribir por WhatsApp al número 318 889 4897 y seguir las instrucciones.

Para comprender más sobre el proceso de curaduría participativa y concertada, y conocer los contenidos multimedia que componen cada eje, en este enlace pueden ver el evento virtual de lanzamiento, en el que participaron las curadoras, la coordinadora del Enfoque Étnico, la directora del Museo y el director general del CNMH.


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Para que no me olviden: la violencia me mató, pero la escritura me mantiene vivo

Para que no me olviden: la violencia me mató, pero la escritura me mantiene vivo

Autor

CNMH.

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Los participantes de la iniciativa de memoria histórica son estudiantes del grado once que se encuentran entre los 15 y 17 años

Publicado

02 de noviembre 2021


Para que no me olviden: la violencia me mató, pero la escritura me mantiene vivo

  • El próximo 3 de noviembre se presentará un libro que visibilizará relatos de vida de jóvenes estudiantes de la Institución Educativa 20 de Julio de El Bagre, Antioquia, que han sido asesinados en el marco del conflicto que históricamente se ha vivido en la zona.
  • Desde décadas atrás, en la región del Bajo Cauca Antioqueño han hecho presencia diferentes actores armados ilegales interesados en los cultivos de uso ilícito, los recursos mineros y el dominio de un corredor geográfico estratégico. Allí se ubica El Bagre, un municipio con gran diversidad cultural y riquezas naturales.

En El Bagre (Antioquia), hay familias que están compartiendo los recuerdos más amados significativos de quienes más amaron y aún aman. Hay una ‘profe’ que está propiciando la reflexión en torno a la vida, y hay unos jóvenes que están promoviendo la escritura para mantener vivos a los que como ellos fueron estudiantes del ‘20’, de la Institución Educativa 20 de Julio.

Y es que la iniciativa de memoria histórica ‘Para que no me olviden: la violencia me mató, pero la escritura me mantiene vivo’ nace al interior de esta institución del municipio del Bajo Cauca Antioqueño, pero podría ser desarrollada en muchas otras instituciones educativas del país.

Esta iniciativa se ha venido consolidando año a año: empezó a ser acompañada por el CNMH desde el 2020, y el próximo 3 de noviembre presentará un libro que recoge no solo las metodologías y técnicas que se han venido desarrollando de años atrás desde el área de Ciencias Sociales y mediante el compromiso de la profesora Sandra Colón, sino que visibilizará también los relatos de vida de jóvenes estudiantes que han sido asesinados en el marco del conflicto que históricamente se ha vivido en la zona.

La cercanía del momento de socialización del libro, con el que se pretende motivar a que otros colegios se interesen por mantener viva la memoria de sus estudiantes asesinados, también ha hecho que Sandra se pregunte por lo que hoy recuerda como “el inicio de todo”. Aquel momento, en 2017, ahora en perspectiva, pareciera la ratificación de lo mucho que se puede crear a partir del dolor. “Un joven de la institución fue asesinado. Yo no lo conocí, yo no le daba clases, pero los jóvenes estaban muy afectados porque era alguien que se daba a querer muy fácil. Aquí en la región se acostumbra a hacer velaciones de los estudiantes en el colegio y esa tarde un chico gritó: “No te vamos a olvidar”. Eso para mí fue muy fuerte”, recuerda Sandra.

Desde entonces, el querer se ha visto traducido en poder. La ‘profe’ se reunió con los estudiantes de grado once de ese año, les preguntó cómo podían ayudar para que esa persona asesinada no fuera olvidada, y empezaron a plasmar en un cuaderno grande –que no ha parado de crecer conforme se siguen presentando casos-, los recuerdos que ellos y otras personas del municipio tenían sobre esos que “ya no estaban”.

Rápidamente Sandra y los chicos se dieron cuenta de la importancia de contar con la contribución de las familias durante este proceso. Así mismo, la necesidad de contar con personas con experiencia profesional en apoyo psicosocial se hizo evidente.

Estas necesidades llevaron a que la profesora Sandra buscara a las madres de quienes fueron asesinados, y a que se empezaran a realizar las Noches de Sanación, un espacio en el que ellas relatan cómo recuerdan a sus hijas e hijos, y en el que aflora la sensibilidad, empatía y ética de la escucha.

Los relatos que harán parte del libro profundizan en la personalidad de los protagonistas y en los sueños de cada uno de ellos.

“Los jóvenes pasan toda la noche y madrugada en la institución. A eso de las 10 llega la mamá o el familiar de la persona asesinada y empieza a contar la historia de su familiar. No nos centramos en las circunstancias de su muerte o investigaciones posteriores, sino en la historia de ese joven desde que nació hasta cuando ocurrió su muerte. Es muy lindo porque los estudiantes siempre son muy respetuosos, toman nota, se reúnen y conforman un único escrito entre todos”, agrega Sandra.

Para 2020, el Equipo de Iniciativas de Memoria Histórica del CNMH empezó a acompañar el desarrollo de las metodologías y técnicas que lleva a cabo la docente Sandra Colón, con el propósito de sistematizar la experiencia y de acompañar desde lo técnico para el desarrollo de talleres bajo un enfoque psicosocial.

De ese trabajo conjunto saldrá al público un libro -que es posible también gracias a la cooperación del programa Colombia Transforma- que contendrá un breve contexto sobre la violencia de la región, cinco relatos de jóvenes asesinados a quienes se les honrará su memoria, una serie de ilustraciones, las apreciaciones y sentires sobre lo que fue este proceso pedagógico y el resumen de las metodologías empleadas durante cuatro talleres.

“Los talleres fueron muy enriquecedores. Uno se llamó “En armonía con mi ser”, en el que los chicos hicieron una introspección sobre sí mismos; otro “El día que yo nací”, taller en el que cada participante hizo una recopilación de su historia personal al preguntar en sus hogares, cuando nacieron, qué pasaba en ese entonces en su barrio, en su comunidad; “Noches de sanación”; y “La fragilidad de la vida”, en el que los jóvenes desnaturalizan la violencia y reflexionan sobre el cuidado del otro”, cuenta Claudia Restrepo, integrante del Equipo de Iniciativas de Memoria Histórica del CNMH que ha acompañado la iniciativa.

‘Para que no me olviden: la violencia me mató, pero la escritura me mantiene vivo’ también ha posibilitado que los jóvenes dialoguen sobre el cuidado de la vida y los contextos que viven.

A la par de estas acciones, el proceso se ha visto nutrido por otros momentos que buscan robustecer la construcción de memoria y las garantías de no repetición. Este año, el mural que de manera anual se pinta en alguno de los espacios de la institución tuvo por premisa el plasmar la imagen de los jóvenes cuya historia aparecerá relatada en el libro, y los elementos u objetos que los representaban o con los que se les asociaba.

Los invitamos a estar pendientes del lanzamiento de esta iniciativa que ha dejado múltiples aprendizajes. Que atrás queden los “por algo será que los mataron” y se reemplacen por otras expresiones, como: “Señora, usted perdió a su hijo, pero esta noche ganó 42”.


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Renacer Bagreño

Así es la versión digital de Renacer Bagreño

Autor

CNMH.

Foto

CNMH

Publicado

29 de octubre 2021


Así es la versión digital de Renacer Bagreño

  • La exposición itinerante Renacer Bagreño llegó a la penúltima parada de su recorrido por el Bajo Cauca antioqueño.
  • En el séptimo Festival de Cine del Bajo Cauca, en Caucasia, se presentó la versión digital, a la que ya se puede acceder desde la página web del Museo.

El recorrido de la exposición itinerante Renacer Bagreño, construida por el Museo de Memoria de Colombia, junto a la alcaldía y la comunidad de El Bagre, Antioquia, llegó a Caucasia, en ese mismo departamento.

Esta es la penúltima parada de la muestra, que desde septiembre ha recorrido seis lugares rurales y urbanos de la región. “Además de estar expuesta en el corredor de la alcaldía, donde la gente pasa a hacer trámites y es un espacio de encuentro de la comunidad, también acompañó al Festival de Cine del Bajo Cauca de viernes a domingo. Fue muy importante hacer parte de este escenario porque el alcance proyectado era de unas 1.500 personas transitando de forma presencial y más de 10 mil de forma virtual”, dijo Lorena García, curadora del equipo del Museo de Memoria de Colombia.

En el marco del festival de cine, Lorena estuvo en un conversatorio con representantes del colectivo Río Abajo, quienes lideran la organización del evento y además participaron en la producción fotográfica de Renacer Bagreño. Allí, el pasado viernes 22 de octubre, se presentó la versión digital de la exposición, que ya está disponible en www.museodememoria.gov.co.

Ángela Eraso, integrante del equipo digital del Museo, explicó que la versión digital “es un desarrollo tecnológico que pone en la virtualidad una exposición fantástica. Es un aporte muy importante del Museo, porque inicialmente sólo iba a ser una puesta en escena en territorio, pero se pensó en la idea de virtualizarla, y el resultado es esta herramienta que la pondrá al alcance de muchísimas personas, no solo en Colombia sino en todo el mundo”.

Renacer Bagreño se centra en la historia de este municipio pesquero, agrícola y barequero a orillas del río Nechí, pero aborda temas que son relevantes para el resto del país, como la explotación minera, la presencia de actores armados y la lucha de comunidades para mantener sus tradiciones y vivir en paz. El especial, que se navega horizontalmente en alusión al río, muestra también las riquezas naturales de la región y exalta su diversidad cultural, que se teje entre las tradiciones de indígenas, afrodescendientes y mestizos.

La elección de los enfoques e historias de la exposición, tanto para la versión física como para la digital, fue hecha de forma concertada entre el equipo curatorial del Museo de Memoria y la comunidad de El Bagre. También fueron sus líderes y lideresas quienes, con el apoyo técnico del equipo educativo del Museo, asumieron el rol de mediadores para llevarla y activarla por el territorio.

Esta iniciativa está relacionada con las dimensiones territorial y virtual del Museo: por un lado, responde a la necesidad de construir colectivamente con las víctimas en sus territorios, y, por otro, trabaja para encontrar nuevas formas de narrar la memoria en la virtualidad.

Aquí puede verse la versión digital.


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El CNMH participó en diálogo sobre la dignificación de las víctimas en el exterior

El CNMH participó en diálogo sobre la dignificación de las víctimas en el exterior

Autor

CNMH.

Foto

CNMH

Publicado

29 de octubre 2021


El CNMH participó en diálogo sobre la dignificación de las víctimas en el exterior

  • La conversación se dio el 15 de octubre, en un espacio convocado por el Escritorio de Víctimas de la Cancillería de Colombia, en el que también participó la Unidad para las Víctimas.
  • El equipo de la Estrategia Nación Territorio y Participación de Víctimas del CNMH hizo énfasis en el trabajo que se realiza con organizaciones de víctimas en el exterior para planear, diseñar, implementar y difundir sus propuestas de construcción de memoria.

El Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH) y la Unidad para las Víctimas (UARIV) participaron del espacio de diálogo ‘Reparación y dignificación de los sobrevivientes del conflicto armado en el exterior’, convocado por la Dirección de Asuntos Migratorios, Consulares y Servicio al Ciudadano de la Cancillería de la República. En este encuentro se expusieron algunas reflexiones desde las contribuciones de algunas entidades del Sistema Nacional de Atención y Reparación Integral a las Víctimas.

El panel para esta conversación, sobre reparación y dignificación de las víctimas en el exterior, estuvo conformado por Diana Ibáñez, coordinadora del grupo de atención a víctimas en el exterior de la UARIV; Vannia Palomo y Francisco Vargas, de la UARIV; Alberto Moreno, coordinador de la Estrategia Nación Territorio del CNMH, y Juan Manuel López, contratista de la Agenda Exilio del CNMH.

Frente al tema, Alberto Moreno indicó que “nosotros como entidad somos muy cuidadosos con respetar las voces de las víctimas. Trabajamos con organizaciones de víctimas, abriendo las puertas, generando confianza y sabiendo interpretar sus propuestas de construcción de memoria. Hemos aprendido mucho del Foro Internacional de Víctimas y todas las organizaciones a nivel mundial que hacen parte del mismo, y hemos venido generando la estructuración de algunos proyectos que son de carácter virtual”.

Dentro de aquellas actividades que se han generado a nivel digital está la obra de teatro ‘En el ojo de la aguja’, que realizó la compañía Tabula Rasa y que acompañó el equipo de Exilio y Participación de Víctimas del CNMH. Para este año se espera finalizar un ejercicio colectivo para la construcción de una serie radial que implica la participación de personas que están en diferentes latitudes.

Por su parte, Juan Manuel López, contratista de la Agenda Exilio del CNMH, señaló que “el CNMH tiene como eje transversal, para el desarrollo de las acciones de memoria, un ejercicio de diálogo y de concertación con las víctimas tendiendo a la pluralidad en los procesos, por esto es clave tener espacios de diálogo y concertación rigurosos que nos permitan avanzar en acciones”, a lo que agregó que “todas las medidas que implementamos deben ir acompañados de un proceso de apropiación social, y esto es lo que le da sentido a la medida y garantiza la participación efectiva de las víctimas”.

En el encuentro, las entidades dialogaron sobre la implementación de las medidas de satisfacción en el exterior, y los retos y oportunidades en materia de participación de las víctimas en la definición de estas iniciativas.


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