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Acciones que transforman: tres espacios inolvidables de la Semana por la Memoria del Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH)

«En Urabá no hay resistencia, hay berraquera»

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CNMH

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Durante el 7 de velitas, en la Semana por la Memoria, el CNMH lanzó juegos pirotécnicos en la gran fogata por la memoria para apostarle a la transformación.

Publicado

12 diciembre 2023


Acciones que transforman: tres espacios inolvidables de la Semana por la Memoria del Centro Nacional de Memoria Histórica

Del 5 al 10 de diciembre de 2023, en la Plazoleta del Concejo de Bogotá, se realizaron conversatorios, muestras artísticas y juntanzas para honrar y dignificar las tradiciones de los pueblos indígenas y de las comunidades negras, raizales, afrodescendientes, palenqueras y campesinas.

 

«La creación de la Semana por la Memoria de 2023 se la entregamos a las acciones que transforman», manifestó María Gaitán Valencia, directora del Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH). Entre el 5 y el 10 de diciembre, desde distintos territorios se congregaron líderes y lideresas en el eje de la memoria de la capital para encender una luz por la memoria y la transformación.

Bajo la premisa «El territorio habla, el centro escucha», el CNMH ha implementado la estrategia de territorialización para llegar a aquellos lugares afectados por el conflicto armado en Colombia. «Al escuchar el territorio, empezamos a tener luces de lo que estamos viendo hoy. Si nosotros no avanzamos a una memoria histórica, con un enfoque de transformación, no vamos a lograr salir de esta guerra», explicó la directora.

De este modo, las acciones que transforman fueron las protagonistas de la Semana por la Memoria 2023. Alrededor del Fogón del Ubuntu hubo seis juntanzas para reflexionar, dignificar y honrar la diáspora africana en Colombia; y en las demás zonas se presentaron veinte conversatorios y quince expresiones artísticas, entre ellas el concierto de la rapera Diana Avella en compañía de la Tribu Newen.

 

 
 
 
 
 
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Diálogos al calor del fogón

El Fogón del Ubuntu, eje central de la Semana por la Memoria, fue el epicentro de conversaciones entre mujeres cocineras de comunidades negras, afrocolombianas, raizales y palenqueras de distintas regiones del país, investigadoras y el chef congolés Chris Massamba. En este escenario, el CNMH buscó reconocer el fogón como punto de partida para valorar los aportes de las cocineras tradicionales a la transmisión de saberes, la unidad de las comunidades y la transformación cultural.

En seis momentos diferentes, los participantes narraron las historias, los aprendizajes, las reflexiones y las identidades que han construido en torno a la cocina. Iselis Cassiani, sabedora de Palenque, dijo: «Para las mujeres afrocolombianas, la gastronomía es clave. Nosotras aportamos a la memoria, al cuidado de las raíces africanas y de nuestra identidad a través de la cocina, que es una de nuestras muchas expresiones de resistencia».

El chef congolés Chris Masamba, que reside en Francia, reiteró el vínculo entre la gastronomía y las formas de la resistencia: «Las recetas y los ingredientes de la cocina tradicional africana son mucho más que un método de preparación de nuestros alimentos; son, ante todo, un símbolo de nuestras luchas por la libertad. África vive y resiste a través de cada receta».

 

Lea también «En Urabá no hay resistencia, hay berraquera» 

 

En estos diálogos también se reconocieron las afectaciones que el conflicto armado ha producido en la alimentación de las comunidades. Los confinamientos, por ejemplo, les han impedido ir a las parcelas a sembrar y a los ríos a pescar. Carolina Escobar, del CNMH, explicó que «los grupos armados limitaron las formas tradicionales de cocinar de las comunidades afros. En el desplazamiento forzado se perdieron prácticas como la pesca y las azoteas. Se perdieron plantas e ingredientes para mantener las recetas vivas».

Estas conversaciones motivaron la participación de organizaciones sociales y de víctimas. La Corporación Camaleón, de Apartadó, destacó que las prácticas culinarias han conservado la identidad que ha sido amenazada por la violencia: «Las ollas comunitarias nos han hecho fuertes para enfrentar una violencia mucho más cruda, una violencia interna que nos ha despojado de lo más importante: la cultura. ¿Eso dónde lo encontramos? En un plato de comida, en las manos que nos preparan el alimento».

Antes y después de los diálogos, las cocineras compartieron con el público productos elaborados por ellas: dulce de papaya del Cauca, arequipe de borojó y chontaduro del Chocó, y viche curado de Tumaco. En el mismo Fogón se preparon alimentos para los asistentes.

Al cierre de la última juntanza, la directora general del CNMH, María Gaitán Valencia, informó que la metodología del fogón se replicará en el Museo Nacional de Colombia, donde se realizarán escuchas permanentes.

La tarima como un espacio para la Colombia fuera de Colombia

«Me dijeron que estoy en la lista, dizque por colaborar con la guerrilla, ¡pero no es cierto! Yo soy la voz de la comunidad». Con esas palabras empezó el monólogo Elvia de la lideresa y defensora de derechos humanos Martha Hinestroza. «La bala del fusil me encontró de rodillas llorando […], pero desperté en un mundo diferente, en uno donde hay justicia», agregó.

Hinestroza llegó a la Semana por la Memoria desde Londres para enseñar cómo el arte le ha permitido transformar el dolor que conlleva el exilio. «Hice este monólogo porque el nombre de mi tía Elvia no aparece en ninguna parte y yo quise reivindicarla por lo que hacía por la comunidad», precisó la activista. A través de la danza acompañada por la cumbia y la dramaturgia, les demostró a los asistentes que no ha perdido esa conexión con la tierra que la vio nacer. «Nosotros somos la Colombia fuera de Colombia. No estamos acá, pero nuestro corazón sí es de acá».

 

 

La defensora de derechos humanos se presentó en la zona de la tarima, adonde también llegó el sonido del bullerengue desde Antioquia y las reflexiones del pueblo indígena nasa desde Santiago de Cali. En la Semana por la Memoria, las puertas se abrieron para que el territorio cantara, tejiera, hablara y contara las tradiciones con las que resiste y transforma.

El colaboratorio: un espacio creativo para explorar la memoria histórica desde la naturaleza


Los participantes del Laboratorio colaborativo vinieron desde territorios como Caquetá, Putumayo y Sumapaz.

Desde que inició el despliegue de su estrategia de territorialización, el CNMH ha promovido diferentes estrategias y espacios de diálogo y aprendizaje colectivo. Una de estas estrategias es el laboratorio colaborativo Naturaleza y Territorio en el Marco del Conflicto Armado, que se concibe como un espacio de encuentro y aprendizaje en común para explorar los impactos del conflicto armado en la naturaleza.

Este laboratorio ocupó un lugar muy importante en la agenda de la Semana por la Memoria 2023. Personas y organizaciones de diferentes regiones participaron, durante cinco días, en una gran juntanza creativa para pensar propuestas, ideas y dispositivos que permitan escuchar a la naturaleza y conocer lo que ella tiene por decir en relación con los daños ocasionados por la guerra. Así, se conocieron siete propuestas de la sociedad civil para avanzar hacia la comprensión de las causas y los impactos del conflicto armado a partir de la naturaleza.

Desde Bogotá, un grupo de personas propuso rescatar el conocimiento y los usos de plantas tradicionales que se perdieron con ocasión de los destierros, desarraigos y desplazamientos forzados. Otra de las propuestas fue la construcción de una ruta de reconciliación y memorias de los páramos situados en los municipios de Cocuy, La Uvita y Chita (Boyacá).

 


Durante cinco días, grupos de ciudadanos intercambiaron ideas para pensar dcómo darle voz a la naturaleza.

Desde Solano (Caquetá), se propuso escuchar los ríos de Colombia, conocer sus especies animales y vegetales, pero también las memorias de las comunidades que habitan sus riberas, que los navegan y protegen sus aguas. Esta propuesta, llamada «Ictio-Teca», nació durante un monitoreo comunitario de peces en el medio río Caquetá y, según los participantes, es algo parecido a una «biblioteca del río y de los peces». La «Ictio-Teca» quiere navegar hacia otros ríos de Colombia para involucrar a diversas comunidades en el conocimiento de sus fuentes de agua, así como en la conversación sobre las maneras en que han sufrido los ríos a causa de la guerra y en la proyección de ideas para cuidarlos colectivamente.

Algo parecido propusieron los participantes del corregimiento de Santa Ana, municipio de Puerto Asís (Putumayo), quienes invitaron a juntarse en las orillas del río Putumayo y a navegarlo para hacer memoria con la naturaleza a través del teatro.

 


La propuesta de Solano (Caquetá) se llama «Ictio-Teca
» y le apuesta al conocimiento de los ríos y sus especies.

 

Desde la Serranía del Alto Baudó, los participantes invitaron a escuchar el árbol de la jagua, tal como lo ha hecho ancestralmente el pueblo embera dobida. Ese árbol es especial, pues, a través de sus frutos y semillas, las comunidades embera se protegen, se comunican, se identifican, se embellecen y se conectan con sus espíritus sagrados. La memoria de árboles como este es clave en la comprensión de las dimensiones de los daños socioambientales del conflicto en nuestras selvas.

Desde Usme (Cundinamarca), se propuso avanzar en la construcción de la memoria histórica a través de un proyecto de reforestación activa de las cuencas del río Tunjuelito y se hizo un llamado de atención a considerar a las comunidades campesinas como parte esencial del páramo de Sumapaz, de su conservación y sus memorias.

El CNMH continuará apostándole a la reconstrucción de las memorias de la naturaleza a la que reconoce y comprende como un sujeto de dolor que también debe ser reparado y sanado.


El CNMH espera que las propuestas construidas durante el colaboratorio se consoliden en el futuro.


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CNMH, Encuentro Internacional de Diplomacia Feminista por la Paz, Exilio, Género, Insilio, Migración, Mujeres, Refugio

El CNMH construirá un plan de memoria del exilio, del retorno y del insilio

«En Urabá no hay resistencia, hay berraquera»

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CNMH

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La directora general del CNMH participó en el panel «El territorio habla y el CNMH escucha» del I Encuentro Internacional de Diplomacia Feminista por la Paz. Foto: Cristian Sánchez.

Publicado

12 diciembre 2023


El CNMH construirá un plan de memoria del exilio, del retorno y del insilio

Esta apuesta se presentó durante el I Encuentro Internacional de Diplomacia Feminista por la Paz, que se desarrolló en Bogotá entre el 28 y el 30 de noviembre con la participación de lideresas y organizaciones de víctimas colombianas que residen en 26 países.

 

Reconociendo el acumulado de procesos de memoria y esclarecimiento de la verdad realizados con las víctimas en el exilio, el CNMH diseñará durante 2023 el Plan de Memoria Histórica del Exilio, del Retorno y del Insilio* (MHERI). El proyecto se construirá participativamente con organizaciones sociales, de víctimas, víctimas no organizadas y comunidades de acogida. 

 

Lee más sobre el exilio colombiano en este libro.

 

Así lo anunció la directora general del CNMH, María Gaitán Valencia, durante el I Encuentro Internacional de Diplomacia Feminista por la Paz, convocado por mujeres exiliadas, refugiadas y migradas con el objetivo de incidir en la construcción de políticas públicas que promuevan la participación política de las mujeres en las agendas de paz y seguridad, así como la reparación integral de las víctimas en el exilio. 

El MHERI se diseñará durante 2023, a partir de la construcción colectiva de un plan piloto de memoria del exilio, retorno e insilio; un piloto de reconocimiento de los puntos fronterizos donde se asientan comunidades binacionales; y planes de memoria regionales o interregionales. Surtidas esas etapas, la implementación podría iniciar entre 2025 y 2026.

 

 

Al respecto, señaló la directora del CNMH: «Tenemos el gran reto de que hay nuevos elementos que se incorporan al exilio y que están perdidos en estos trabajos que se hacen con memoria histórica: es todo el trabajo del retorno, como elemento sustancial de reconstrucción de memoria, y también otro elemento: el insilio. Es fundamental que trabajemos en exilio, retorno e insilio como un solo componente». 

La elaboración del plan tendrá en cuenta los aprendizajes de la Agenda Exilio del CNMH, así como la metodología, los hallazgos y las recomendaciones del tomo «La Colombia fuera de Colombia» del Informe Final de la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad. 

 

Te invitamos a conocer el especial web «Voces del Exilio».

 

Alba Teresa Higuera Buitrago, integrante de la Colectiva de Mujeres Refugiadas, Exiliadas y Migradas, y participante del I Encuentro Internacional de Diplomacia Feminista por la Paz, destacó que existe un importante acumulado de acciones y procesos de memoria, a partir de los cuales será necesario «seguir construyendo no a partir del dolor, sino de la alegría, lo común y el bienestar, que es lo que correspondería en estas sociedades del siglo XXI». 

Dentro de ese acumulado de acciones y procesos de memoria se encuentran iniciativas como la obra de teatro «Mujer-eres, el teatro como arte sanador», el libro «Rompiendo el silencio desde el exilio. Aportes para la memoria y la construcción de paz con enfoque de género» (2018) y el informe «Exilio colombiano. Huellas del conflicto armado más allá de las fronteras» (CNMH, 2018).

 

El I Encuentro Internacional de Diplomacia Feminista por la Paz fue convocado por organizaciones y lideresas de 26 países. Foto: Cristian Sánchez

 

El I Encuentro buscó, además, incidir en la elaboración de nuevos instrumentos legales para la reparación de las víctimas en el exilio con enfoque de género, étnico y de discapacidad, además de la ampliación de la participación de las mujeres exiliadas, refugiadas y migradas en el actual proceso de diálogos con el ELN y otros que puedan desarrollarse en el marco de la política de Paz Total. 

 

Puedes leer también: Mujer-eres, el teatro como arte sanador

 

Las mujeres exiliadas también pusieron en común las dificultades que siguen enfrentando en sus países de acogida, como la negación de las solicitudes de asilo, las dificultades para el acceso a trabajos bien remunerados y al reconocimiento de sus títulos profesionales, la discriminación, la prisionalización y las limitaciones para el acceso a los sistemas de salud, entre muchos otros. 

En esa línea, Alba Teresa Higuera señaló que es necesario tramitar un nuevo proyecto de ley que reconozca las necesidades de las víctimas en el exterior y conciba retornos estacionales, teniendo en cuenta las realidades de las familias que se han construido tras largos años en el exilio: «Tenemos interés de seguir incidiendo en la política pública, en las acciones y responsabilidades de los Estados para garantizar los derechos fundamentales de la sociedad y de las mujeres específicamente». 

Durante el I Encuentro, el CNMH participó en la mesa sobre la Estrategia de Territorialización y el enfoque de género en el trabajo por la memoria, con el objetivo de «codiseñar estrategias para que los procesos de memoria en el exilio relacionados con archivos, esclarecimiento de la verdad, museos, iniciativas de memoria, reparación colectiva y pedagogía sean socializados y obtengan los apoyos necesarios».

*«Insilio» es un término no registrado en el diccionario, que se refiere a las “personas afectadas por el exilio de sus familiares”, tal como señaló la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad en su informe La Colombia fuera de Colombia.


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CNMH, Encuentro Internacional de Diplomacia Feminista por la Paz, Exilio, Género, Insilio, Migración, Mujeres, Refugio

Diversidad es democracia

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Autor

CNMH

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CNMH

Publicado

21 Feb 2015


Diversidad es democracia

“Ningún estereotipo, prejuicio ni expresión estigmatizante contra las personas resulta aceptable en una sociedad democrática que se ha comprometido con el respeto de los derechos humanos”.


Con estas palabras Todd Howland, representante en Colombia del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, hizo un llamado a la sociedad colombiana para poner en práctica la igualdad de derechos para todos los ciudadanos, sin distinción alguna  por su raza, etnia, religión, ideología, idioma, orientación sexual, identidad de género, o cualquier otra condición. Lea aquí el comunicado completo de la ONU.

El mensaje llega luego del debate acerca de la adopción por parte de parejas del mismo sexo y convoca a disipar prejuicios y creencias erróneas que violentan el derecho a vivir sin discriminación de personas LGBTI, pues el desconocimiento de su igualdad de derechos y la estigmatización los han convertido en objeto de múltiples agresiones, incluso, en el marco del conflicto armado.

“En nuestra experiencia hemos constatado cómo existe continuidad entre la violencia estructural que sufren estas personas y sus victimizaciones dentro del conflicto armado; cómo los actores armados atacan a estos sectores de formas particulares y generan en ellos daños específicos” dice Nancy Prada, coordinadora del enfoque de género del CNMH y quien actualmente lidera el proyecto sobre victimización de personas LGBTI en el marco del conflicto armado.

Una investigación en la que también se resalta su enorme fuerza de resistencia, que les permite sobreponerse a esos daños y apostarle -en la coyuntura nacional actual- a la memoria, con miras a la construcción de una sociedad más plural donde la diversidad no cueste la vida ni la dignidad.

Aunque el Estado colombiano ha dado pasos significativos en materia legal y jurisprudencial que amplían la protección y garantías para las personas LGBTI, aún persisten grandes retos para que el respeto hacia ellas y ellos sea una realidad cotidiana, señaló también Howland.

Para profundizar la democracia en nuestro país, necesitamos como sociedad superar los prejuicios que alimentan la violencia y la exclusión, por esto desde el CNMH nos sumamos al llamado de la Oficina de la ONU para los Derechos Humanos, para que la sociedad colombiana empiece a dialogar sin prejuicios sobre las personas LGBTI y se atiendan sus demandas para vivir libres de toda discriminación.

 


DDHH, Democracia, Diversidad, Género

La edición 14 de la Fiesta del Libro de Cúcuta trazará la franja de la memoria

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Laura Nathalia Pachón

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Laura Nathalia Pachón

Publicado

27 Ago 2018


La edición 14 de la Fiesta del Libro de Cúcuta trazará la franja de la memoria

 

La Fiesta del Libro de Cúcuta 2018, que tendrá lugar en la Biblioteca Pública Julio Pérez Ferrero del 3 al 8 de septiembre, habilitará el Salón de la Memoria, un espacio dedicado a enriquecer y hermanar el país por medio de la construcción de un relato nacional de su memoria histórica.


Con el lema “Tradiciones que nos unen”, la Fiesta del Libro de Cúcuta (Flic) intentará resaltar las historias de las poblaciones más afectadas por el conflicto armado y las voces diversas de reconciliación. La franja ahondará las implicaciones de la guerra y las distintas expresiones sociales a través del arte y las tradiciones culturales. La iniciativa  del ‘Salón de la Memoria’ fue realizada por parte de la Mesa Departamental de Memoria, con el apoyo del Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH) y el programa ProPaz de Giz.

La memoria histórica liderará tres iniciativas  dentro del desarrollo de la Flic. El primero de ellos es el lanzamiento del informe: “Exilio colombiano: huellas del conflicto armado más allá de las fronteras”, esta investigación es fruto de un diálogo participativo e incluyente que da cuenta de la crisis de víctimas colombianas refugiadas en los países vecinos. Este evento se llevará a cabo el 4 de septiembre en el auditorio Catatumbo de 6:00 p.m. a 7:00 p.m.

El jueves 6 se realizarán dos importantes eventos con respecto a la memoria, uno de ellos es el conversatorio “Nuevas generaciones trans, y avances en derechos LGBT”, donde hablarán Alanis Pulido, Adriana Marcela Serranoy Marcella Bosconí sobre sus experiencias como investigadoras y activistas en temas de género, en el auditorio Santurbán de 4:00 p.m. a 5:00 p.m.

Ese mismo día se hará el lanzamiento del libro titulado “Un Carnaval de Resistencias. Las memorias trans de Chaparral”,que recoge historias de mujeres trans del Tolima, municipio que le dio la espalda a las víctimas del conflicto armado que eran consideradas diferentes. Se realizará en el pabellón 3 de 5:00 p.m. a 6:00 p.m.

Finalmente, el viernes 7 de septiembre se realizará el conversatorio “La paz en clave de mujer”, en la tarima plaza principal con Adriana Marcela Serrano, coordinadora del enfoque de género del CNMH, Alejandra Vera, las tejedoras de Mampujan, y las mujeres de  la Asociación Nacional de mujeres, campesinas e indígenas de Colombia (Anmucic), este evento será de 4:00 p.m. a 6:00 p.m.

Durante estos seis días los asistentes al evento podrán disfrutar de todas las exposiciones, invitados y lanzamientos programados por la Fiesta del Libro de Cúcuta. Entre ellos, se mostrarán los productos audiovisuales del equipo del CNMH e informes de memoria  a los visitantes, siendo partícipes de conversatorios con actores de memoria territoriales.

Publicado en Noticias CNMH



Cúcuta, Exilio, Género, LGBTI

Las personas LGBTI también han sido víctimas del conflicto

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Camilo Ara para el CNMH

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Camilo Ara para el CNMH

Publicado

28 Jun 2019


Las personas LGBTI también han sido víctimas del conflicto

En el Día Internacional del Orgullo LGBTI, el Centro Nacional de Memoria Histórica ratifica su compromiso de seguir visibilizando las memorias y procesos de las personas con sexualidades diversas.


El trabajo con sectores sociales LGBTI nos ha mostrado que la guerra nos ha impedido amarnos y se ha inscrito sobre los cuerpos de laa personas con orientaciones sexuales e identidades de género diversas. Pero una conmemoración como la de hoy es una buena razón para recordar que los procesos de memoria que se hacen con ellxs son actos dignificantes y resistentes al olvido.

En Colombia, la violencia contra personas LGBTI retoma las violencias culturales y estructurales a las que se ven enfrentadas de manera cotidiana. En el marco del conflicto, esta población ha padecido amenazas, violencia sexual, asesinatos selectivos, desplazamientos forzados y una eliminación simbólica de su identidad para sobrevivir. En el Registro Único de Vícrimas hay reconocidad 2.150 personas víctimas de los sectores LGBT.

En 2015, el CNMH trabajó en la documentación de las distintas experiencias de personas lesbianas, gays, bisexuales y transgeneristas víctimas del conflicto armado, de cara a la construcción de un informe de memoria histórica. Como resultado de ese proceso, en diciembre de 2015, se presentó públicamente el texto “Aniquilar la diferencia. Lesbianas, gays, bisexuales y transgeneristas en el marco del conflicto armado”.

Entre marzo y julio de 2016 se hicieron presentaciones regionales del informe en Pasto, Medellín, Cartagena, Arauca, Montería, Riohacha, Popayán, Chaparral y Florencia. Estas presentaciones permitieron tener acercamientos con otras organizaciones sociales y personas líderes de sectores LGBT (distintas a las participantes en el proceso de memoria histórica del informe “Aniquilar la Diferencia”).

Estos grupos han venido movilizando estrategias y procesos para poner en la agenda pública la situación de personas lesbianas, gays, bisexuales y transgeneristas que han sido victimizadas en el marco del conflicto armado, y también se han organizado en torno a la exigibilidad de reparación integral de los sectores que representan.

De acuerdo con la obligación misional de nuestra entidad de “servir como plataforma de apoyo, gestión, intercambio y difusión de iniciativas locales, regionales y nacionales en temas de memoria histórica, promoviendo la participación de las víctimas, con enfoque diferencial”, desde el año 2015 hemos acompañado iniciativas de memoria de colectivos de víctimas LGBT que han explorado las memorias de la guerra y la resistencia a la misma desde la experiencia de personas lesbianas, gays, bisexuales y transgeneristas.

Entre esas iniciativas de memoria histórica están las que se hicieron con la Corporación Ágora Club, el colectivo Cuerpos en Resistencia, la Asociación Chaparral Diversa y Funcodicol (Fundación Colectiva por la Diversidad Colombiana) de Barrancabermeja, Santander.

Por ejemplo, el documental 4 vidas, realizado por Ágora Club, muestra las memorias y luchas de Dolly Riofrío, de Ipiales, Katherine Vargas, de Putumayo, Cristal Naomi, de Tumaco, y Santina Román, de Pasto, en una historia que visibiliza las violencias que han sufrido las personas de sectores LGBTI por razones de género en medio de la guerra.

Esa documental, producido con apoyo del Gobierno de Canadá y el Programa Reintegración y Prevención del Reclutamiento de la Organización Internacional para las Migraciones, “no se detiene solamente en ver a sus protagonistas como víctimas, sino además nos muestra cómo estas cuatro personas han logrado salir adelante, tomar las riendas de sus vidas y convertirse en lideresas de sus grupos poblacionales, siendo ahora referentes en la causa social en búsqueda del reconocimiento y reivindicación de sus derechos”.

Otro de los productos que se desarrolló es el informe “Un carnaval de resistencia. Memorias del reinado trans del río Tuluní”. La publicación recoge las historias de las mujeres trans de un municipio del sur del Tolima que marginó a las víctimas del conflicto armado que eran consideradas “diferentes”. Todas las mujeres trans asesinadas por los actores armados legales e ilegales en Chaparral eran trabajadoras sexuales en condiciones de riesgo, previamente desplazadas de otros municipios o zonas veredales.

También se han hecho cuatro encuentros nacionales de diálogo y articulación de iniciativas de memoria de estos sectores,  que han permitido sinergias entre los y las líderes de cada región para fortalecer los procesos organizativos, las iniciativas de memoria histórica que abanderan y sus esfuerzos de visibilización en la coyuntura actual del país.

 


Diversidad, Género, LGBTI, Memoria, Sexualidad

La Brújula ¿Hacia dónde va el CNMH? Los enfoques diferenciales siguen siendo prioridad

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Autor

Juan Sebastián Sanabria

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Juan Sebastián Sanabria

Publicado

09 Jul 2019


La Brújula ¿Hacia dónde va el CNMH? Los enfoques diferenciales siguen siendo prioridad

En el tercer capítulo de La Brújula hablamos el trabajo que han hecho nuestros enfoques diferenciales. Durante el diálogo surgieron preguntas como: “¿desapareció el enfoque de género?”, “¿qué trabajo sostenemos con la comunidad de Bojayá?” y “¿cuál es la importancia de hacer memoria desde lo diferencial?”.


Conversamos con Marlon Acuña y Helena Gómez, líderes de los enfoques diferenciales del Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH), quienes hablaron sobre el trabajo del enfoque de género, del de niños, niñas y adolescentes, del étnico y del de adulto mayor y discapacidad.

Marlon Acuña, quien lleva más de cinco años en el CNMH, explicó que los enfoques sirven para “darles voz a personas que han vivido la incursión de actores armados, pero que a pesar de que tienen una historia que contar, no son escuchados recurrentemente”.

Helena Gómez, quien asumió el liderazgo del enfoque étnico, dijo que los enfoques responden a marcos normativos como la Constitución de 1991 y la Ley 1448 de 2011, que reconocen que hay unas poblaciones que sienten, piensan y habitan territorios de unas maneras particulares y viven y sienten el conflicto de forma diferenciada.

Para Helena, las iniciativas de los enfoques han implicado un trabajo local y directo con las comunidades. No solo los referentes teóricos alumbran el conocimiento de lo que es la memoria, sino también la construcción con la gente y con lo que ellos sienten. “Ha sido un aprender haciendo y un proceso sumamente participativo”, recalcó.

“Es importante que ellos mismos se representen, se narren a sí mismos, se autoidentifiquen. Que sean ellos los que cuenten esas otras formas de ser en los informes, las museografías y las piezas audiovisuales”, aseguró Gómez.

Los invitados se refirieron a las inquietudes de algunos de los seguidores de nuestras redes sociales acerca de la continuidad de los equipos que conforman los enfoques diferenciales. Marlon Acuña dijo que los enfoques han seguido trabajando normalmente y que, por ejemplo, para el plan operativo de este año “hay toda una serie de procesos, publicaciones y acompañamientos a sectores sociales LGBT víctimas del conflicto armado”.

Sobre el enfoque de discapacidad, explicaron que se seguirá haciendo difusión a informes como La guerra escondida y que, gracias al pilotaje que se sostuvo el año pasado con personas que retornaron luego de haber sido desplazadas de San Carlos, Antioquia, por la presencia de minas antipersonal, ahora se contempla un informe con recomendaciones para los procesos de desminado humanitario.

Otro de los temas en los que hizo énfasis Helena Gómez, desde el enfoque étnico, fue el trabajo con las familias víctimas de la masacre de Bojayá, con quienes el CNMH sigue comprometido. Se respaldará, mediante acompañamiento técnico, la producción de unos álbumes familiares y un mural, así como la entrega digna de los cuerpos en el mausoleo pensado para albergarlos.

Finalmente, los invitados mencionaron los retos que trae hacer memoria en clave diferencial. Por ejemplo, hacerla con formatos accesibles. “Lo accesible debemos pensarlo no sólo en la lógica de la discapacidad, sino del enfoque de mayores porque sus tiempos son distintos. Deben ser procesos de largo aliento en los que debemos tener paciencia para recoger todos sus saberes acumulados”, dijo Acuña.

Si quiere escuchar lo dicho por Helena y Marlon en este capítulo de La Brújula puedes hacerlo dando click aquí

Publicado en Noticias CNMH



Adulto Mayor, Bojayá, Enfoque Diferencial, Étnico, Género, LGBTI, Memoria, Niños y Niñas

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