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Justicia transicional priorizará derechos de las víctimas

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CNMH

Publicado

18 Ago 2015


Justicia transicional priorizará derechos de las víctimas

El modelo de justicia transicional  pensado para el caso colombiano contiene elementos de legislación restaurativa, que incorporan medidas que respetarán los derechos de las víctimas a la verdad, la justicia, la reparación integral y las garantías de no repetición.


Con esta aclaración del Alto Comisionado para la Paz, Sergio Jaramillo, durante el XVIII Encuentro de la Jurisdicción Ordinaria: ‘Justicia transicional, Paz y Posconflicto’, se reiteró que en el proceso de negociación de paz no se concibe la impunidad.

En ese sentido, el jefe de la Delegación del Gobierno en los diálogos de La Habana, Humberto de la Calle, reiteró que “la justicia transicional no es el disfraz de la impunidad”.

Sobre este tema detalló que en la mesa de negociación de La Habana con las Farc se han registrado coincidencias como “encontrar que no todos los delitos cometidos bajo la égida del conflicto pueden ser susceptibles de amnistía e indulto”.

Tanto el Jefe de la Delegación como el Alto Comisionado coincidieron en que el modelo de justicia transicional no es estable en el tiempo si la sociedad colombiana y, en especial, las víctimas no encuentran los acuerdos razonables.

Frente al delito político, Humberto De la Calle destacó progresos como la necesidad de ampliar el marco de la conexidad del delito político y pensar nuevamente en sus características.

A su vez Jaramillo pidió apoyo de la rama judicial al momento de aplicar los acuerdos: “este modelo que estamos tratando de cocinar en La Habana es un modelo que no solamente tenemos que construir con la ayuda de ustedes pero sobre todo vamos a tener que implementar con ustedes”.

Ante la propuesta,  el presidente de la Corte Suprema de Justicia, Leonidas Bustos, aseguró que la rama judicial acompaña al Gobierno en el proceso de paz, cree en la paz y confía en el juicio del presidente Juan Manuel Santos.

“Las formas jurídicas no pueden ser un obstáculo para la definición soberana del destino de la nación” y,  en cambio “el derecho ha de servir al fin máximo de conseguir y mantener la convivencia pacífica del país”.

Para Bustos “la guerra ha sido la principal causa de negación de derechos humanos” en la Colombia de los últimos 50 años, por lo que corresponde buscar una justicia transicional que permita “terminar la guerra, reincorporar a la vida civil a los combatientes y, por supuesto, dignificar a las víctimas”.

En el mismo encuentro, Santos insistió en que se podría dar un cese bilateral y definitivo del fuego antes de un acuerdo final, aunque debe estar supeditado a condiciones reales de verificación y cumplimiento, como la concentración de la guerrilla en zonas determinadas, así como la entrega de armas.

“La justicia transicional será el mecanismo que nos ayudará a dar el paso del conflicto hacia una sociedad que convive en armonía”, dijo el Primer Mandatario.

 


Derechos Humanos, Justicia transicional, Víctimas

Los archivos en los procesos de justicia transicional

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CNMH

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CNMH

Publicado

03 Ago 2017


Los archivos en los procesos de justicia transicional

Lisa Ott y Elizabeth Baumgartner son las co-cordinadoras del programa ‘Dealing with the Past’, de la Fundación Suiza para la Paz, SwissPeace, que recientemente, junto a la Dirección de Archivo de los Derechos Humanos desarrollaron el proyecto “Mapeo de archivos de la Fiscalía General de la Nación en Colombia con perspectiva al trabajo de los mecanismos de justicia transicional”, en el marco del convenio firmado entre la Fiscalía y el Centro Nacional de Memoria Histórica.

Ellas hablaron con el CNMH acerca de los retos que tiene el país, en materia de archivos de derechos humanos, ante al proceso de justicia transicional que Colombia que está enfrentando.

CNMH: Con base a sus experiencias internacionales ¿Qué desafíos tiene Colombia para que los archivos de derechos humanos puedan aportar efectivamente al proceso de paz?

Lisa Ott: No hay duda de que será difícil recolectar 50 años de conflicto, un conflicto que además ha sido relativamente bien documentado por una gran cantidad de instituciones públicas. Esto es un desafío en sí mismo. Además, como lo ha señalado la sociedad civil y el Alto Comisionado de Derechos Humanos, se ha reportado que documentos importantes han sido o están siendo destruidos por actores que no quieren que muchas violaciones de derechos humanos salgan a la luz. También, al ser un conflicto tan prolongado, existe documentación muy antigua que está en riesgo, por estar en zonas de condiciones ambientales difíciles, donde es poco probable que el papel sobreviva.

Elizabeth Baumgartner: Muchas veces no se piensa en la utilidad de establecer un sistema de recolección de información desde el inicio del proceso, o bien de tener bases de datos que permitan la extracción de la información relevante entre toda la masa de información que existe. Esto es un problema al que la mayoría de los mecanismos se enfrentan. Se necesita planeación desde el inicio de la creación de cada mecanismo, no hasta el final del proceso.

CNMH: Colombia recientemente conoció el Decreto de creación de la Comisión de Esclarecimiento. En su criterio ¿Cómo lo ven en materia de archivos de derechos humanos?

E.B: Uno de los desafíos para la Comisión es la cuestión de la preservación, previsto en el artículo 16 del Decreto, con respeto al acceso de información reservada. Nos parece problemático porque las experiencias con otros contextos es que se establece rápidamente que todo es reservado, sin hacer la reflexión necesaria de qué debe serlo realmente.  Además, hemos leído la base legal del decreto de la Comisión, y realmente no hay mucho sobre archivos. En la mayoría de los casos donde al final del mandato de las comisiones el futuro de los archivos no es muy claro, estos quedan prácticamente abandonados.

L.O: Además, muchas veces hay una gran cantidad de trámites que hace que sea más difícil acceder a la información, haciendo el proceso excesivamente lento. Así que dejar a criterio de la institución la calidad de reserva de un archivo es un riesgo muy grande que, además, perpetúa ciertos problemas como la burocracia alrededor de la justicia transicional.

CNMH: Retomando experiencias internacionales, ¿Qué errores se deben evitar en este proceso en materia de archivos de derechos humanos?

E.B: Lo más importante es planear los archivos y comprender cuál es la importancia que tienen. Hemos visto en otros contextos que las organizaciones de la sociedad civil, por ejemplo, tienen una misión muy clara, pero olvidan que todos los documentos necesitan protección a largo plazo. Muchas veces las organizaciones no ven la importancia de sus archivos en un proceso de justicia transicional y los destruyen. Generalmente son los errores más comunes, la falta de recursos y la falta de conocimiento de cómo tratar y archivar esos documentos.

L.O: El tema de recursos aplica para la sociedad civil pero también para entidades del Estado y para los mismos órganos de justicia transicional, porque hay que tener muy claro qué va a pasar con la documentación y cómo se va a mantener. Además de esto, no toda la información importante sobre violaciones de derechos humanos se encuentra en casos de crímenes, sino muchas veces también en documentación administrativa de las entidades. Un ejemplo es que a través de recibos de pago del servicio de lavandería, se pudo deducir cuántos presos estaban en una prisión chilena, y se descubrió que había presos clandestinos allí.

CNMH: A grandes rasgos, ¿En qué consiste el proyecto “Mapeo de archivos de la Fiscalía General de la Nación en Colombia con perspectiva al trabajo de los mecanismos de justicia transicional”?

L.O: Es una asesoría a la Fiscalía con base a la situación de sus expedientes de casos y los temas de información que pueden ser relevantes para los mecanismos de justicia transicional. Actualmente hay casos de diferentes épocas que no están registrados en una base de datos central, o bien hay diferentes bases centrales de diferentes épocas. La intención del proyecto es que la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) y la Comisión de la Verdad, por ejemplo, puedan tener acceso a esta información. Visitamos despachos y archivos en distintos lugares del país donde existen carpetas y casos sin registrar. A través de esas experiencias, les hicimos también unas recomendaciones sobre las proyecciones en términos de tiempo y contrataciones. También dimos algunas recomendaciones prácticas y dejamos a su disposición una red de especialistas en temas de archivos en diferentes países.

CNMH: ¿Por qué se interesa Swisspeace en este proyecto?

L.O: SwissPeace es un instituto de investigación académica orientado a la práctica. Tratamos de mantener una visión crítica hacia los procesos de justicia transicional y apoyar en los procesos de transición para que se haga de la mejor manera, con base a las experiencias internacionales que hemos tenido. Nos interesó el proyecto porque estamos convencidos de que las carpetas de casos que tiene la Fiscalía tienen información sumamente importante para los mecanismos de justicia transicional y para el proceso de transición en Colombia.

El Centro Nacional de Memoria Histórica, con acciones como estas, se vincula y pone a disposición del Estado y la Sociedad en general, en el marco de los mecanismos de justicia transicional fijados en el Acuerdo de Paz, el conocimiento técnico con base en las experiencias adquiridas, para que los archivos puedan ser protegidos, conformados, apropiados y usados socialmente en perspectivas de no repetición y reconciliación social.

Publicado en Noticias CNMH


Justica Transicional


Justicia transicional

Lanzamiento informe Caquetá: Una autopsia sobre la desaparición forzada

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Isabel Valdés

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Isabel Valdés

Publicado

27 Ago 2018


Lanzamiento informe Caquetá: Una autopsia sobre la desaparición forzada

 

En el Día Internacional de la Desaparición Forzada, que se conmemora el 30 de agosto, el CNMH presenta un informe que constata la complejidad y dificultad del proceso de búsqueda de personas desaparecidas, a través del seguimiento de varios casos en Caquetá. El conflicto armado en Colombia dejó 80.514 desaparecidos.


caqueta desaparicion forzadaTito Martínez desapareció cinco veces. La primera, hace 17 años, cuando un grupo de autodefensas lo torturó y le quitó la vida junto a otras 13 personas en Albania, Caquetá. Era un joven de 20 años y, a pesar de que su madre lo identificó en un video de una diligencia de exhumación, pasaron 15 años antes de que su familia pudiera recuperar el cuerpo. Ella había muerto para entonces. Esos años que pasó en un cementerio, sin que su familia pudiera recuperarlo, fue su segunda pero no última desaparición. Tito, como tantos otros, se desvaneció por tercera vez en la estructura institucional colombiana.

El sinnúmero de normas y protocolos del sistema han permitido avances en la búsqueda, recuperación, identificación, reparación e investigación judicial, pero también pueden convertirse en un obstáculo y laberinto burocrático. Así sucedió con Tito, cuyo nombre -al igual que su cuerpo- desapareció en el sistema institucional.  La cuarta vendría con la falta de reconocimiento y reparación por parte de los actores involucrados: Tito fue reconocido tardíamente en el sistema de reparación integral, su nombre está en proceso de ser reconocido por los perpetradores y también está en marcha que la Fiscalía lo presente ante los Tribunales de Justicia y Paz.

¿Cuántos Titos hay en Colombia? Según el Observatorio de Memoria y Conflicto del Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH), la guerra en el país dejó, entre 1958 y julio del 2018, un total de 80.514 desaparecidos y de esos, 70.587 siguen sin aparecer. ¿Ellos también, como Tito, han desaparecido cinco veces? El CNMH presenta el informe “Caquetá: una autopsia sobre la desaparición forzada”, una radiografía que muestra por qué un desaparecido es un desgarro en el tejido social, y que describe los retos y desafíos de las instituciones que enfrentan las desapariciones, y la dificultad de articular los procesos de búsqueda, identificación y entrega.

Este informe también destaca cómo una ley transicional puede usarse a favor de encontrar a las personas desaparecidas; expone cómo una entidad articuladora puede sumar y construir para encontrar a las personas desaparecidas en Colombia; y plantea que la reparación necesita una solidaridad efectiva de las instituciones y requiere que las personas afectadas, en lugar de silencio y confusión, sean escuchadas y reciban respuestas claras.

“El objetivo es poner a disposición de las instituciones y de la sociedad una herramienta, que permita comprender la dificultad del sistema institucional y así  identificar las fallas en los sistemas de registro, análisis y la búsqueda de los desaparecidos, para que podamos tratar a las familias de las personas desaparecidas con respeto y garantizando su Derecho a Saber”, explica Helka Quevedo, relatora del informe e investigadora del CNMH, quien reconoce la complejidad de la problemática de la desaparición.

En el camino de esta investigación, que comenzó en el 2013, fue posible aportar e incidir en la recuperación e identificación de 13 de los 14 desaparecidos en Albania, Caquetá, en el 2001. “La presencia de un tercero o instigador, en este caso el CNMH, permitió reconstruir lo hechos, de la mano de sus protagonistas. Hablaron los cuerpos, las familias, la comunidad, los funcionarios, los perpetradores, los expedientes y el territorio”, explica la investigadora.

Mientras tanto, la familia de Tito Martínez lucha contra la quinta desaparición de su ser querido: el olvido y la indiferencia de la sociedad. Es por ello que en su nombre, sus hermanos sembraron un árbol y fijaron una placa en un Bosque de Paz, ubicado en Bogotá. Esa es su manera de resistir a tantos años de silencio y espera.

<< Descargue el informe, “Caquetá: Una autopsia sobre la desaparición forzada” >>

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Bosques de Paz, Desaparición Forzada. Caquetá, Justicia transicional

Más de 13 mil desmovilizados de grupos paramilitares han contribuido a la verdad histórica

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CNMH

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CNMH

Publicado

18 Jun 2019


Más de 13 mil desmovilizados de grupos paramilitares han contribuido a la verdad histórica

La Ley 1424 de 2010 encargó al Centro Nacional de Memoria Histórica, a través de su Dirección de Acuerdos de la Verdad, aplicar un mecanismo no judicial de contribución a la verdad para los desmovilizados de los grupos paramilitares, un requisito indispensable para la obtención de los beneficios jurídicos. El Centro ha acopiado, sistematizado y analizado 13.757 testimonios, superando la meta de cuatrienio proyectada en 13.000 testimonios (2015-2018)


Por: Reina Lucía Valencia V. Dirección de Acuerdos del CNMH

Entre los años 2003 y 2006 se desmovilizaron, colectiva e individualmente, 35.317 combatientes paramilitares en el marco de la negociación entre el Gobierno Nacional y las Autodefensas Unidas de Colombia (Auc). De estos, 4.588 paramilitares fueron postulados a la Ley de Justicia y Paz (Ley 975 de 2005).

Sin embargo, la situación jurídica de los llamados “paramilitares rasos” generó la necesidad de un marco jurídico adicional, el cual se desarrolló por medio de la Ley 1424 de 2010, por la que se dictaron disposiciones de justicia transicional para conceder beneficios jurídicos a dichos excombatientes, condicionados a su contribución a la verdad, la justicia y la reparación de las víctimas.

La Ley 1424 de 2010 busca cumplir dos objetivos esenciales: la reintegración de las personas desmovilizadas a la sociedad a cargo de la Agencia Nacional para la Reintegración y la Normalización (ARN) y la contribución a la satisfacción del derecho a la verdad de las víctimas y de la sociedad en general, dentro del mecanismo no judicial de contribución a la verdad diseñado e implementado por el Centro Nacional de Memoria Histórica a través de la Dirección de Acuerdos de la Verdad (DAV).

Las garantías jurídicas que brinda la Ley 1424 para las personas desmovilizadas de las AUC están condicionadas al cumplimiento de unos requisitos: 1) vinculación a la ruta de reintegración 2) prestación de un servicio social en favor de la comunidad  y 3) contribución a la verdad y la memoria histórica. De igual forma, es necesario que, en razón de su participación y permanencia en el grupo paramilitar no hubieran cometido crímenes graves. De esta manera, los jueces podrán concederles el beneficio de la libertad, pero sin suspender el proceso penal ordinario al cual deben estar sometidos.

El mecanismo no judicial de contribución a la verdad

Desde mayo de 2012 la DAV ha sido la responsable de diseñar y aplicar el mecanismo no judicial de contribución a la verdad, llamado Acuerdos de Contribución a la Verdad Histórica y la Reparación. Este acuerdo es un documento de compromiso de cada desmovilizado para garantizar el aporte a la verdad histórica sobre los graves hechos de violencia que configuraron el fenómeno paramilitar y contribuir al proceso de reconciliación nacional. Luego de suscribir dicho acuerdo, el desmovilizado debe suministrar en un documento anexo su información personal y la relacionada con su vinculación al grupo armado. Terminado este proceso, la ARN remite el Acuerdo y su anexo al CNMH para que se dé inicio al proceso no judicial de contribución a la verdad.

La Dirección de Acuerdos del CNMH aplica el mecanismo no judicial, entrevista al desmovilizado, valora su testimonio y certifica su contribución a través de un documento que se entrega al finalizar el proceso de Acuerdos de Contribución a la Verdad. Las certificaciones podrán ser positivas si la contribución entregada por el desmovilizado firmante es significativa; o negativa si no asiste a las citaciones, no realiza las entrevistas o no aporta información coherente y verídica.

Desde la expedición de la Ley 1424 de 2010 hasta Marzo de 2019, la Dirección de Acuerdos del Centro de Memoria ha acopiado, sistematizado y analizado 13.757 testimonios de las personas desmovilizadas, procedentes de los grupos paramilitares, contribuyendo con ello a la construcción de la verdad histórica en el país.

Muestra de este ejercicio de contribución a la verdad, es el siguiente relato, donde un desmovilizado cuenta cómo se realizó un homicidio público en el corregimiento Las Delicias (Tolima), ordenado por alias Chirri. Para sembrar terror y conservar el orden, los paramilitares asesinaban públicamente a sus detractores:

“(…) Entrevistado: Pues en el caserío una vez si se mató a un señor. Eso lo mató el comando Chirri (…) En Delicias. Ese señor si ahí se reunió toda la gente para que se diera cuenta que por qué lo mataban. Un domingo como a la una de tarde, el señor era informante de la guerrilla, subía a Delicias para llevarle información a la guerrilla. Entonces se dieron totalmente cuenta. Entonces (…) se le pidió que se fuera, el comando Juancho le pidió que se fuera y nunca lo hizo y una vez que el comando Juancho estaba en vacaciones aprovecharon el momento para matarlo (…) Delante de todo el caserío para que se dieran cuenta de que lo que hablábamos no era [mentira] (…) pues muchas veces la gente por lo que (…) Juancho era una persona que no mataba a nadie, solo que se fuera la persona. Entonces, eso lo hicieron fue como para darle miedo a la gente, matar al señor delante de todo el mundo, que por qué lo mataron, porque era informante. Eso siempre se escuchó. Y entonces ya cuando el comando Juancho llego de vacaciones, eso fue el problema más tenaz (…)” (CNMH, persona desmovilizada, entrevista, Acuerdos de la Verdad, 2013, 10 de octubre).


* Relato contenido en el informe De los grupos precursores al Bloque Tolima (AUC), el primero de la serie: Informes sobre el origen y actuación de las agrupaciones paramilitares en las regiones, realizado por la Dirección de Acuerdos de la Verdad del Centro Nacional de Memoria Histórica. Página 291.

En la aplicación de este mecanismo no judicial, los desmovilizados, además de referenciar los hechos de violencia, algunos también reflexionan sobre su participación en el grupo armado y contribuyen con sus testimonios a reparar a las víctimas y a la sociedad en general.

Entrevistador: ¿Usted, pues ya que hace parte de un proceso en el que ya lleva varios años, cómo ha pensado o cómo cree que podría aportar a la reparación de las víctimas del conflicto armado?

Entrevistado: O sea, yo digo que en mi manera… Yo digo que contando la experiencia que viví a las personas que les interese, de que nosotros terminamos ahí siendo títeres de unos comandantes superiores a nosotros de que [sic] terminaron lucrándose ellos y haciéndonos hacer cosas que no fue la educación que nos dieron a nosotros, o sea, yo diría que como incentivando a la gente de que ese no es el camino que se quiere para lograr una paz; es todo lo contrario. Porque la guerra no se acaba con guerra, la guerra con guerra se perpetra en más guerra.» (CNMH, persona desmovilizada, entrevista, Acuerdos de la Verdad, 2014, 1 de octubre)

Conjugar la verdad para la elaboración de los informes de memoria histórica

En este ejercicio de reconstrucción de memoria histórica, la DAV ha conjugado los testimonios recibidos por la población desmovilizada de los grupos paramilitares con las contribuciones entregadas voluntariamente por otras personas, organizaciones e instituciones interesadas en este proceso. Este contraste de información se complementa con el uso de fuentes secundarias, fundamentales para la elaboración de los informes que buscan reconstruir la memoria histórica de lo sucedido en cada uno de los grupos o estructuras paramilitares y garantizar el derecho a la verdad,  dando cuenta de los logros del mecanismo no judicial implementado. Hasta la fecha la DAV ha producido 13 informes, los cuales pueden ser consultados en la página Web del Centro.

 


Acuerdos de la Verdad, Desmovilización, Justicia transicional, Ley 1424 de 2010, Paramilitarismo, Víctimas CNMH

La Brújula ¿Hacia dónde va el CNMH?

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Juan Sebastián Sanabria

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Juan Sebastián Sanabria

Publicado

25 Jun 2019


La Brújula ¿Hacia dónde va el CNMH?

¿Qué va a pasar con el guion museológico de Voces para Transformar a Colombia? ¿Han retirado archivos las organizaciones sociales del CNMH? ¿De qué manera trabajarán el Museo y el Archivo? Estas fueron algunas de las preguntas que nuestros directores respondieron en La Brújula, el más reciente espacio digital del Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH), que este jueves 27 de junio tendrá un nuevo capítulo.


En el primer episodio de La Brújula conversamos con Rafael Tamayo, actual director del Museo de Memoria Histórica de Colombia y con Marcela Rodríguez, directora del Archivo de Derechos Humanos. Ambos directores asumen el reto de continuar dos de los proyectos más importantes del CNMH. 

Rafael Tamayo es Doctor en Historia y realizó estudios en derecho y teología. Ha trabajado en entidades sin ánimo de lucro que protegen especialmente a niños, niñas y adolescentes. Igualmente, ha sido profesor en distintas universidades del país y profesor invitado en universidades en el exterior. Desde su llegada al museo, Rafael ha puesto en marcha la gran muestra expositiva de Voces para transformar a Colombia que estará en Villavicencio, Cúcuta y Cali junto al Museo La Tertulia.

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Marcela Rodríguez es restauradora y candidata a doctora en preservación digital y política pública en el entorno de archivos públicos y bibliotecas. Trabajó en el Archivo General de la Nación y sus labores están encaminadas en garantizar la memoria, identidad y restablecimiento de derechos de las víctimas, organizaciones y grupos sociales que han depositado sus archivos en el CNMH. “El reto que tenemos es garantizar que se preserven y que los colombianos accedan de manera segura y confiable”, aseguró. 

Conjuntamente, el Museo de Memoria Histórica y el Archivo de Derechos Humanos estarán ubicados en un mismo espacio y buscarán brindar las herramientas interactivas y digitales para que susciten conversaciones alrededor de la memoria y la transición hacia una sociedad más pacífica. 

Y recuerde conectarse este jueves 27 de junio a las 4:30 p.m. a través del Facebook del CNMH en “La Brújula. ¿Hacia dónde va el CNMH?”, para conocer más sobre nuestros proyectos y actividades en este 2019. 

 


Archivos DDHH, Justicia transicional, Ley de Víctimas, Marcela Rodríguez, Museo de Memoria de Colombia, Rafael Tamayo

“Lecciones aprendidas de la DAV para el sistema de justicia transicional”

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Juan Sebastián Sanabria

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Juan Sebastián Sanabria

Publicado

25 Jul 2019


“Lecciones aprendidas de la DAV para el sistema de justicia transicional”

¿Por qué el Mecanismo No Judicial que diseñó e implementó la Dirección de Acuerdos es novedoso y único? ¿Qué le aporta la Dirección de Acuerdos al nuevo sistema de justicia transicional? ¿Se acabará pronto la Dirección de Acuerdos? Estas son algunas de las preguntas que la Directora de Acuerdos de la Verdad respondió en La Brújula.


Por: Reina Lucía Valencia V. Comunicadora de la Dirección de Acuerdos de la Verdad

En el quinto programa de La Brújula, Jenny Lopera, directora de la Dirección de Acuerdos de la Verdad del Centro Nacional de Memoria Histórica, habló sobre lo que es y lo que hace la Dirección de Acuerdos; la importancia de reconocer el Mecanismo No Judicial de Contribución a la Verdad como un modelo único en la justicia transicional en Colombia; la elaboración de informes analíticos que buscan esclarecer el fenómeno paramilitar en las regiones; los aprendizajes que tiene la Dirección para el nuevo sistema de justicia transicional y su institucionalidad; y la necesidad de escuchar el llamado de las víctimas para que las entidades responsables de garantizar la verdad, la justicia y la reparación sumen sus esfuerzos.

Un Mecanismo novedoso

La Dirección de Acuerdos de la Verdad (DAV) diseñó e implementó el Mecanismo No Judicial de Contribución a la Verdad, que le encomendó la Ley 1424 de 2010. Dicha ley otorgó a las personas desmovilizadas de los grupos paramilitares a las que no se les atribuyan graves violaciones a los derechos humanos, la posibilidad de obtener beneficios jurídicos a través de sus contribuciones a la verdad frente al esclarecimiento del fenómeno paramilitar en Colombia.

En este sentido, Jenny Lopera dijo en La Brújula: “Hay que decirle al país que es un proceso único. Cuando se creó el mecanismo no teníamos antecedentes. (…) Creo que esto es algo que pocos conocen o pocos saben. Es difícil entrar a determinar si contribuyen o no contribuyen, es por eso que diseñar el mecanismo se llevó un buen tiempo”.

En cuanto al esclarecimiento de la verdad, saber lo que pasó es una condición necesaria para garantizar los derechos de las víctimas a la justicia y la reparación. En palabras de Lopera: “La verdad es que nosotros conozcamos qué sucedió y al saber que fue lo que sucedió podamos hacer acciones que promuevan la no repetición de esos hechos en el futuro”.

La Dirección de Acuerdos tiene una muy valiosa información para el nuevo sistema indicó Lopera, en varias ocasiones, durante la emisión del programa La Brújula. La directora de la DAV comentó: que la Comisión de la Verdad nos dice que tenemos información de fuente primaria muy importante, que ya se ha analizado, estructurado y sistematizado; además que es un insumo importante para que las entidades del nuevo sistema puedan cumplir su labor de manera más efectiva.

Por ejemplo, agregó, “el mandato de la Comisión de la Verdad es muy corto y si nosotros tenemos un insumo hacia atrás entonces podremos facilitar su labor. (…) A nosotros nos reconocen hoy como una muy valiosa fuente de información para el nuevo sistema, hemos entregado ya 55 mil horas de audio a la Justicia Especial para la Paz (JEP) y estamos en el proceso de entregarlo a la Comisión de la Verdad. Hemos trabajado mucho para poderle cumplir al país y poderle cumplir a las víctimas”.

Entre tanto, Lopera se refirió a la vigencia de la Dirección de Acuerdos, frente a los rumores de que pronto se acabaría: “No es que la DAV termine. Es que como todas las instituciones de justicia transicional nosotras nacemos con un mandato y con una vigencia. Cumplido el mandato y cumplida la vigencia pues ya hicimos la labor”.

Para concluir, Lopera resaltó el papel de las víctimas en los procesos de justicia transicional en el país frente a la pregunta que le hicieron sobre las recomendaciones que le haría al sistema de justicia transicional. Entre tanto, dijo Lopera que “son muchas las lecciones aprendidas de la Dirección de Acuerdos de la Verdad para el nuevo sistema de justicia transicional y su institucionalidad, el saldo pedagógico. No estamos empezando de cero. No solo la institución, el país, la ciudadanía, las víctimas, todo este proceso se ha debido mucho a la incidencia que las víctimas del conflicto armado han tenido. (…) Uno de los llamados que hacen las víctimas, lo digo porque las he escuchado y he hablado con ellas… nos dicen: ‘articúlense, hablen entre ustedes, sumen esfuerzos’ Y yo creo que hay que escuchar ese llamado de las víctimas, a esa suma de esfuerzos porque ya hay un camino trasegado… aquí está todo un conocimiento, toda una experticia, y sobre todo una información que permite que la nueva institucionalidad hoy pueda cumplir sus mandatos”.

Para escuchar a la directora de Acuerdos de la Verdad haga click aquí.

Publicado en Noticias CNMH



Acuerdos de la Verdad, Grupos Paramilitares, Justicia transicional, Ley 1424 de 2010, Víctimas

“Continuaremos trabajando con todas las víctimas que ha dejado el conflicto armado”

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Autor

Alex Castellanos

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Alex Castellanos

Publicado

05 Sep 2019


“Continuaremos trabajando con todas las víctimas que ha dejado el conflicto armado”

Giovana Pérez Zapata, la nueva directora de Construcción de la Memoria, una de las líneas de trabajo en las que se divide el Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH), es comunicadora social y administradora de negocios. Nació en Medellín, Antioquia, y cuenta con un vasto recorrido en trabajos de construcción de paz y derechos humanos. En una entrevista profundizó sobre los desafíos que tiene la dirección a su cargo y los procesos que se vienen desarrollando dentro de la institución.


¿Qué significa para usted este nuevo reto profesional, ser nombrada como directora de Construcción de Memoria del CNMH?

Trabajar en procesos de memoria y de atención a víctimas requiere de quiénes nos dedicamos a ello una decisión personal que va más allá del ámbito profesional o laboral, ya que en definitiva la mayoría de personas que trabajamos en estos temas lo hacemos por vocación y porque creemos que desde nuestro quehacer podemos aportar a procesos de transformación social. En este sentido, asumir la dirección de Construcción de Memoria del CNMH, implica un compromiso aún mayor con el país y con los procesos de Memoria.

Asumir la responsabilidad de liderar el equipo que desde el Centro se encarga de realizar las investigaciones a través de las cuales se reconstruye la historia del conflicto armado; apoyar y visibilizar diferentes Iniciativas de Memoria provenientes de personas o colectivos que vienen trabajando ampliamente en ello; y apoyar con procesos de memoria, a través de la Estrategia de Reparaciones, a víctimas del conflicto armado; implica no sólo poner al servicio del CNMH y del país todos los conocimientos y experiencia profesional acumulada, sino además tener la capacidad de leer el contexto actual y hacer los ajustes necesarios para continuar cumpliendo con nuestro mandato misional en la coyuntura actual.

¿En qué se va a enfocar la misión de la dirección de Construcción de la Memoria en estos años que vienen?

Es necesario partir del momento en que se encuentra el Centro. Estamos a dos años de que se termine la vigencia inicial de la Ley 1448 -Ley de Víctimas y restitución de Tierras-, ley a partir de la cual se creó el CNMH. Con ello me refiero a que si bien, de manera personal creo que la ley se va a prorrogar, es muy posible que esta prórroga no se haga exactamente en los mismos términos en que se encuentra la ley ahora. Creo que habrá un proceso de revisión, análisis y ajuste no sólo de las medidas consideradas en la ley, sino además de la institucionalidad creada para dar respuesta a dicha ley.

En este sentido, pase lo que pase en junio de 2021, sí considero que en Centro y en especial la Dirección de Construcción de la Memoria Histórica (DCMH) se debe centrar en esta fecha como un punto clave de lo desarrollado durante los 10 años de creación del Centro. Así el foco será continuar desarrollando los procesos que nos competen por mandato misional, al tiempo que se realizan procesos de revisión, sistematización y análisis internos que nos permitan tener un balance claro de lo llevado a cabo durante todo este tiempo.

¿Cómo y quiénes van a construir en esa misión?

En el momento la DCMH tiene un equipo humano conocedor de su trabajo y con amplia experiencia en sus respectivos procesos, ellos son los principales aliados a la hora de llevar a cabo los retos por venir; igualmente existen unos procesos de articulación claves al interior del Centro con las otras direcciones, que son fundamentales para nosotros, obviamente bajo los lineamientos dictados por nuestro director General Darío Acevedo.

Ahora, es claro que la DCMH así como el Centro en general fue creado por y para dar respuesta a unas necesidades en materia de memoria histórica que tiene el país y de manera específica las más de 8 millones de víctimas que hay en Colombia, por ello, son ellas con quiénes se continuará trabajando, así como las diferentes instituciones públicas y privadas que tengan interés en realizar procesos de memoria plurales, diversos e incluyentes.

¿Qué historias se van a relatar en la DCMH?

No sólo desde la DCMH sino desde el Centro queremos relatar las historias de hombres y mujeres que si bien han sufrido el conflicto armado de este país con todos los horrores que ello ha conllevado, en ellas queremos resaltar sobretodo, la dimensión humana de estas personas y las capacidades y posibilidades que han tenido las víctimas de este país de sobreponerse, de ser resilientes y de salir adelante, de generar procesos sociales y de generar aportes para la construcción de país.

¿Qué ha pasado con el trabajo de la anterior administración?

El trabajo de la administración anterior es y seguirá siendo un insumo fundamental para lo que falta por desarrollar desde la DCMH hacia el futuro. Las investigaciones que estaban en curso, así como los procesos de apoyo a Iniciativas de Memoria y la Estrategia de Reparaciones, se continúan llevando a cabo, ningún proceso que estuviera en curso se ha parado, todo lo contrario, continuamos trabajando para terminar investigaciones como el “Basta Ya Montes de María”; en noviembre haremos el lanzamiento del “Informe Nacional de Pueblos Indígenas”, por mencionar sólo dos trabajos iniciados por la administración anterior y los que continuamos desarrollando, igualmente continuamos realizado divulgación y entrega del material desarrollado anteriormente.

Es importante aclarar que si bien las perspectivas de trabajo y los enfoques de la administración anterior y esta puedan ser distintos, ello no implica ni partir de cero ni desconocer o descalificar el trabajo anteriormente realizado, todo lo contrario, somos conscientes del largo camino recorrido por la DCMH a partir de ello y de las experiencias anteriores. Estamos haciendo análisis y ajustes que nos permitan continuar cumpliendo con nuestro mandato misional y legal.

En esta travesía contra el olvido, ¿qué ganamos como país con la construcción de memoria?

Bien es sabido que la memoria tiene muchos usos, sin embargo desde mi perspectiva, la construcción de memoria se nos vuelve fundamental como sociedad en la medida que nos permite reconocernos a nosotros mismos, a través del reconocimiento del otro y de la comprensión de que esto que está pasado no nos puede seguir pasando y que por tanto es necesario tomar acciones de manera conjunta.

¿Cómo construir memorias que no sean vengativas y que aporten al esclarecimiento y la reconciliación?

La memoria tiene muchos usos, sin embargo la manera en que contamos esas memorias, los relatos que priorizamos hace la diferencia. Desde el Centro las memorias buscan aportar al esclarecimiento y situarse desde el lugar de quiénes vivieron los hechos para resaltar el lugar de las víctimas, aquí no buscamos hacer señalamientos ni generar mayores divisiones ni odios, buscamos desde nuestros relatos que nos encontremos en nuestro lado humano y que nos permitamos reflexionar de manera individual y colectiva para buscar salida a este conflicto.

¿Qué implica construir memoria en la actual coyuntura del país?

En la coyuntura actual del país la labor de construir memoria cobra aún más relevancia, toda vez que nos permite tener más elementos de análisis para entender una realidad compleja e intrincada en la que hay más zonas grises que blancas o negras. Con los procesos de construcción de memoria no buscamos crear un relato único y oficial, sino por el contrario tener una pluralidad de voces, relatos y miradas que nos permitan una exploración más profunda y reconocimiento de nosotros mismos como sociedad y como país.

¿Cómo construir la memoria de los excombatientes? ¿Cómo se va a construir la memoria de las Farc a partir del acuerdo? ¿O ese es trabajo de la Comisión de la Verdad?

Podría decirse que en el país, en procesos de construcción de memoria como aporte a los derechos a la verdad y a la reparación integral de las víctimas en el marco de procesos de Justicia Transicional, tenemos dos grandes conjuntos institucionales: de un lado la institucionalidad derivada de la Ley 1448 de 2011 –Ley de Víctimas y Restitución de Tierras- conocida como el Sistema Nacional de Atención Y Reparación Integral a Víctimas, del cual hace parte el CNMH, y de otro lado el Sistema Integral de Verdad, Justicia Reparación y No Repetición, derivado del Acuerdo de Paz entre el Gobierno y la guerrilla de las Farc, del que hacen parte la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad, Convivencia y la No Repetición; Unidad Especial para la Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas en el contexto y en razón del conflicto armado; y  la Jurisdicción Especial para la Paz.

Ahora, cada una de las instituciones que hacen parte de los diferentes sistemas, tienen sus propios objetivos misionales, estructuras, metodologías y enfoques entre otros; sin embargo todas estas instituciones somos complementarias por lo que ahora el reto tiene más que ver con cómo nos apoyamos y generamos procesos de intercambio de información que redunden en beneficios y eficiencias institucionales para el país.

En ese sentido, ¿puede existir confrontación de verdades o de Memorias?

Claro que sí, hablar de memorias es hablar de perspectivas, puntos de vista, subjetividades, es entender que no existe un relato único, ni una historia oficial ni unificada. A eso nos enfrentamos cuando nos adentramos en el terreno de la memoria o de las memorias, aquí es importante hacer una distinción entre verdad judicial o administrativa que busca esclarecer condiciones de tiempo, modo y lugar; y procesos de memoria donde se busca relatar cómo esas personas vivieron esas condiciones objetivas.

 


Comisión de la Verdad, Construcción de la Memoria Histórica, Darío Acevedo, Giovana Pérez, Justicia transicional, Ley de Víctimas

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