Etiqueta: Memoria

La memoria registrada para no olvidar en Caquetá

La memoria registrada para no olvidar en Caquetá

Autor

Carolina Giraldo, consultora del CNMH y la OIM

Fotografía

CNMH

Publicado

16 Dic 2015


La memoria registrada para no olvidar en Caquetá


El 28 de noviembre de 2015, en las instalaciones del Museo Caquetá en Florencia, se llevó a cabo el cierre del apoyo brindado por el Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH), la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) a la iniciativa de memoria histórica Centro de documentación de la violencia en el Caquetá.

La actividad de cierre consistió en un conversatorio en el que se presentó la página web, se mostró la adecuación del espacio en el que funcionará el Centro de documentación, el mobiliario donado para su operación y se entregó un brochure elaborado como parte del apoyo para la difusión de las actividades de esta iniciativa. Según William Wilches, director del Museo Caquetá, el Centro de documentación “es un espacio de la memoria viva del Caquetá, es un espacio para no olvidar y por ello el trabajo debe continuar”.

Este espacio fue creado en el 2013 por el Museo Caquetá con el propósito de aportar a la recuperación de la memoria histórica, mostrar las versiones de las víctimas y contribuir a que lo ocurrido en el conflicto armado interno se conozca para que no se repita. En sus contenidos se incluye un registro cronológico en torno a la historia del Movimiento 19 de abril (M-19), compuesto por 5.078 unidades documentales que recorren la historia del grupo guerrillero en el departamento entre los años 1974 y 2013. Allí también se puede consultar una recopilación de testimonios (en audio y vídeo) de las víctimas del conflicto armado y el material bibliográfico compartido por la Dirección de Archivos de Derechos Humanos del CNMH, compuesto por copias digitales de documentos sobre hechos victimizantes y sobre el contexto de la violencia en el Caquetá.

El 2015 le significó al Centro de documentación avanzar en la gestión de sus archivos a partir de la donación de computadores y mobiliario para el uso eficiente de la información y en la implementación de la página web www.caquetamemoriaypaz.org, sitio digital que vincula y articula los procesos de memoria histórica de la Plataforma Departamental de Mujeres del Caquetá, Chocaguán (asociación de cacaoteros del Caguán), el Grupo de investigación de historias de vida del programa de Ciencias Sociales de la Universidad de la Amazonía y el Museo Caquetá. Ambas acciones contaron con apoyo técnico del CNMH desde la Estrategia Nación Territorio, la Dirección de Archivos y el equipo de Alfabetizaciones digitales.

En el evento de cierre participaron, además de las organizaciones que impulsan el portal web, el coordinador de la Asociación de víctimas de desplazamiento del Caquetá José Rivera y la Agencia Colombiana para la Reintegración (ACR) con el profesional Jhon Martínez.

* El Centro de documentación de la violencia en el Caquetá forman parte la Red Colombiana de Lugares de Memoria conformada en el Encuentro de Lugares de Memoria realizado en Trujillo (Valle) el pasado 21 de noviembre.

 



Caquetá, Centro de documentación, Memoria

Lectura amena para entender el conflicto armado

Noticia

Autor

César Romero, Natalia Vélez y Jorge Posada

Fotografía

César Romero, Natalia Vélez y Jorge Posada

Publicado

22 Abr 2015


Lectura amena para entender el conflicto armado

Si los colombianos quieren comprender el conflicto colombiano, a través de casos emblemáticos de violencia sexual, despojo de tierras y resistencia de las comunidades, la nueva colección de resúmenes del Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH) es una alternativa disponible a partir de hoy.


Así lo destacaron los coordinadores de los informes “Mujeres y guerra”, “La huella invisible de la guerra”, “San Carlos”, y “La tierra en disputa” y “¡Basta ya!” durante su lanzamiento en el stand del CNMH en la Feria Internacional del Libro.

Los ejemplares de esta colección, que busca promover y divulgar la memoria histórica y los procesos de verdad, justicia y reparación de diferentes comunidades que han sufrido el conflicto armado, se están entregando desde el 22 de abril en el stand del CNMH, ubicado en el pabellón 6 piso 2 de Corferias.

La directora de la Corporación Región, Marta Inés Villa, destacó la resistencia de las víctimas y su capacidad de resiliencia frente al conflicto. También habló de las formas de despojo que se registraron en el Oriente antioqueño y la posterior intervención de las instituciones que deja lecciones para futuros procesos de reparación integral, al referirse a los informes “San Carlos” y “La huella invisible de la guerra”.

La encargada del resumen del informe general de memoria histórica “¡Basta Ya!” y directora de Verdad Abierta, Marta Ruiz, destacó el esfuerzo de reunir diferentes visiones para establecer qué fue lo que le pasó al país en el marco del conflicto armado y los nuevos hallazgos de esta investigación.

Consideró que temas del Informe como el agrario, el miedo a la democracia, la influencia del narcotráfico, la injerencia extranjera y el despliegue del Estado en el territorio, coinciden con la agenda que se desarrolla actualmente en la mesa de negociación de paz de La Habana.

La dignidad, la resistencia y la capacidad de reconciliación de los colombianos, pero sobre todo “constatar que se trata de ciudadanos dispuestos a construir un país”, fue uno de los aspectos del informe destacado por Ruíz.

En relación con el informe “Mujeres y guerra”, la coordinadora de la investigación, María Emma Wills, recordó que tanto las mujeres como los hombres han sido victimizados en el marco de la guerra de diferentes maneras.

Resaltó el papel protagónico de las mujeres en el proceso de exigencia de reparación integral al Estado, gracias a la construcción de redes a partir de la solidaridad que les permitió exigir sus derechos.

Sobre el resumen del informe “La tierra en disputa”, que analiza la persistencia del problema agrario en el periodo 1960 a 2010, el investigador Jhon Jairo Rincón destacó las luchas y logros de los campesinos de la Costa Caribe en medio del conflicto armado, el clientelismo creado para el despojo de sus tierras, la trayectoria política de los líderes que combatieron el despojo, entre otros temas.

 

Publicado en Noticias CNMH



Conflicto Armado, Memoria, Narrativas

Memorias del escritorio de una periodista

Noticia

Autor

CNMH

Fotografía

CNMH

Publicado

28 Abr 2015


Memorias del escritorio de una periodista

Gina Morello es la presidenta de Consejo de Redacción, una organización que promueve el periodismo de investigación en Colombia. Es editora de la Unidad de Datos del diario El Tiempo y escritora del libro ‘La ruta del despojo’. En medio de su carrera periodística ha sido una gran usuaria y productora de archivos de derechos humanos, por eso nos acompañará hoy a las 6:00 p.m. en el conversatorio ‘Archivos periodísticos, archivos para la paz’, que se llevará a cabo en la Filbo 2015 (Segundo piso del pabellón 6).


 En esta entrevista nos adelantó de lo que hablará esta tarde.

En medio de su carrera periodística ¿alguna víctima la ha buscado porque necesita una de las notas que usted escribió o de los archivos con los que las sustentó?

“Sí, muchas veces, tanto que en El Meridiano de Córdoba, donde trabajé por más de 16 años, me llamaban ‘la periodista que habla con las víctimas’.

Es que más de una vez me pasó que yo veía que a las víctimas les faltaba algún papel y yo se los ayudaba a conseguir. Una vez me encontré con el caso de un hombre que fue asesinado y que dejó 14 hijos. Ellos me decían que eran dueños de unas tierras pero que los papeles estaban en Turbo y que ellos no se podían aparecer por allá. Entonces fui hasta Turbo y se los conseguí y les expliqué qué tenían que hacer para lograr la restitución de sus tierras. Armé con ellos unas pequeñas fichas para que ellos comprendieran y me fui para mi casa. Al día siguiente me di cuenta, “¡miércoles!, necesito esos documentos porque esa es la historia.

También han buscado mis archivos los profesores y estudiantes que se constituyeron como víctimas en la Universidad de Córdoba, y unas comunidades en Valencia, que buscaban toda la relación de propiedad de la hacienda Las Tangas (base paramilitar de los hermanos Castaño Gil en Córdoba), yo tenía ese documento entre mis archivos”.

¿Y cómo es su archivo?

“Antes eran varias cajas de cartón sin ningún orden, pero del 2004 para acá, que empecé a investigar para mi libro, decidí ponerles orden. Tengo mis archivos en carpetas ordenadas por temas y guardados en varios muebles en Montería. Allí hay información de algunos casos de despojo de tierras en Córdoba, sentencias, contratos, el historial de los registros de propiedad de algunas tierras, casetes con entrevistas, etc.

Alguna parte ya la tengo escaneada y en la nube. Allí tengo unas fichas descriptivas que me permiten buscar fácilmente información. Por eso, a veces todavía me llaman de El Meridiano a preguntarme por documentos”.

Pero muy pocos periodistas son tan ordenados con sus archivos…

“Sí, es una obsesión que tengo. Muchas veces mis compañeros me miraban y me decían ‘¡estás loca!’, y yo les respondía: ‘esto me facilita la vida’. Es que son muchos años de reportería que no se pueden perder. Y como yo, hay muchos otros periodistas que tienen mucha información guardada en sus escritorios…”

¿Y qué tan factible ve que los periodistas compartan sus archivos?

“Es una tarea dura en Colombia. Es que a nosotros los egos nos matan, es necesaria una labor de convencimiento. Una buena forma sería ofreciéndoles ayuda para organizar sus archivos”.

El tema es complicado, fíjese que entidades como la Biblioteca Nacional no se atreven a digitalizar los archivos de la prensa reciente porque está protegida por Derechos de Autor y es una lástima porque víctimas de todo el país podrían beneficiarse de que esta información fuera de acceso masivo… ¿qué piensa usted de eso?

“Pienso que si uno decide ser periodista es porque uno desea acercarse a las personas de una manera transparente y trabajar con un bien público. El periodismo es un bien público y tiene una responsabilidad con la sociedad y con la historia, eso no puede irse a un lugar con candado al que acceder tenga un precio”.

¿Cree que los medios se podrían beneficiar si abrieran sus archivos para la consulta masiva?

“Yo creo que sí, y si pensáramos un proyecto, así como una gran hemeroteca digital de Colombia, sería maravilloso y podría estar integrado a la Ley de acceso a la información. Cuando una persona quiere contextualizar un hecho, ¿qué es lo primero que hace?: Va a los archivos de los medios de comunicación, pero a veces acceder a estos es complicadísimo.

Los medios no pueden olvidar que se deben al público que los consume.  Yo tengo la teoría de que para sobrevivir a este mercado tan cambiante, los medios tienen que pensar cómo le ayudan a los ciudadanos. En mi opinión la forma de ayudarles es haciendo un periodismo que les explique cosas, y un periodismo al cual puedan tener acceso”.

Los otros ponentes del conversatorio serán:

Carolina Botero. Experta en acceso a la información. Dirige el grupo de trabajo en Derecho, Internet y Sociedad de la Fundación Karisma y es co-líder de Creative Commons en Colombia. Abogada con maestrías en Derecho Internacional y de la cooperación y en Derecho de comercio y la contratación.

Luis Rodolfo Escobedo. Asesor del Observatorio Nacional de Memoria y Conflicto del CNMH. Licenciado en ciencia política con diploma de estudios avanzados en sociología. Ha sido consultor del entonces Observatorio del Programa Presidencial de derechos humanos y Derecho Internacional Humanitario (hoy Consejería Presidencial), consultor de la Subdirección de Prevención y Atención de Emergencias de la Unidad para la Atención y Reparación Integral a las Víctimas  y del Centro de Estudios y Análisis en convivencia y seguridad ciudadana de la Alcaldía de Bogotá. También ha sido consultor externo en la Fundación Ideas para la Paz.

Gloria Castrillón. Periodista con estudios de maestría en asuntos internacionales y resolución de conflictos. Es editora de investigaciones de la revista Cromos, con 20 años de experiencia en medios escritos y online. Se ha dedicado en los últimos años al cubrimiento del conflicto armado y las negociaciones de paz con las Farc, el Eln y las Auc.

La moderación estará a cargo de Álvaro Sierra, periodista, profesor y conferencista en temas de medios, paz, conflicto y drogas ilícitas. Tiene cerca de 30 años de experiencia en cubrimiento y análisis de conflictos armados.

 


CNHM, Memoria, periodista

Rostros de las Memorias

Noticia

Autor

CNMH

Fotografía

CNMH

Publicado

07 May 2015


Rostros de las Memorias

En ocasiones olvidamos los otros rostros del conflicto armado, por ello se lanzó en el marco de la FILBO el documental Rostros de la Memoria, que nos recuerda que el relato de la guerra está acompañado por las historias de vida de quienes resisten a ella a través de iniciativas artísticas y culturales.


En este documental se muestran los rostros de aquellos quienes desde la dignidad y la resistencia, apelan a su identidad y al arte para recordar lo sufrido y relatar lo soñado. Producido por el Centro Nacional de Memoria Histórica con apoyo de USAID y OIM, el documental Rostros de la Memoria conduce al espectador, a través de las voces de quienes sufrieron los rigores de la guerra, por un camino habitado por diversas iniciativas que van desde el grafiti, el canto, la música, el arte, las peregrinaciones, los salones y lugares de memoria.

En la Feria del Libro de Bogotá, algunos de sus protagonistas conversaron con sus pares de otras regiones y con el público que vio en primicia el documental; dialogaron sobre cómo la guerra les llegó y los afectó, sobre cómo y para qué recordar lo vivido, sobre cómo resistieron y se mantuvieron de pie, sobre el perdón y la reconciliación.

Ereiza Mosquera de Pogue de Bojayá respondió las preguntas del público cantando alabaos y habló sobre cómo la memoria fortalece la cultura en su región; Orlando Naranjo de Afavit de Trujillo, Valle del Cauca, habló sobre la importancia de heredar las luchas y transmitir la memoria a las nuevas generaciones. Jaime Montoya de Granada, Antioquia, envió un mensaje de unión leyendo su poesía Víctimas somos todos. Oscar Zapata, víctima y mediador del Museo Casa de la Memoria de Medellín, compartió con los asistentes su formación política y cómo este lugar de la memoria se ha convertido en un resguardo para poder seguir amplificando su voz hacia Colombia.

El documental presenta iniciativas de memoria que deben ser conocidas por el país por su riqueza expresiva y larga trayectoria, pero además porque son referencia para inspirar otros procesos, como el graffitour de la Comuna 13 en Medellín, los cantos de alabaos en Pogue, el Parque Monumento en Trujillo, El Salón del Nunca Más en Granada, el Museo Casa de la Memoria de Medellín y el Centro de Memoria, Paz y Reconciliación de Bogotá.

Camilo Pérez, director del documental, aseguró que “lo más importante en este momento es escuchar las voces de las personas que han sufrido y han resistido para que el relato subjetivo no se sobreponga a lo que dicen las víctimas”.

¿Ya conocen estos rostros de las memorias?

Los invitamos a ver el documental completo.

 

Publicado en Noticias CNMH



Documental, FILBo, Memoria

“No hay arquitectura sin memoria”

Noticia

Autor

CNMH

Fotografía

CNMH

Publicado

08 Jun 2015


“No hay arquitectura sin memoria”

Un edificio de memoria ha de ser memorable y para serlo debe conjugar su capacidad de disponerse para ser descubierto, no debe avasallar con su presencia y debe invitar a sus visitantes a descubrir a “despertar la intriga suficiente para adentrarse en sus umbrales y aventurarse en su recorrido”. Así lo considera Sergio Trujillo Jaramillo, coordinador del concurso Arquitectónico del Museo Nacional de la Memoria en la Sociedad Colombiana de Arquitectos y experimentado arquitecto con amplia experiencia en concursos públicos, arte y museos.


El grupo de comunicaciones del Centro Nacional de Memoria Histórica habló  con el experto quien se encargó de liderar la audiencia de aclaración de este concurso que en palabras del mismo Trujillo, se trata de un hecho paradigmático para el sector, para la ciudad y para misma historia de Colombia.

¿Qué expectativas tiene de este Concurso?

Se trata de una convocatoria pública paradigmática, tanto para el mundo disciplinar que gira en torno a la arquitectura y a la ciudad, como para la historia misma del país, si entendemos plenamente el momento histórico, luego de largas décadas de conflicto armado y el sentido que adquiere el museo como espacio que convoca miradas, palabras y emociones en torno a aconteceres que aunque pasados, anticipan los riesgos y desafíos a futuro.

La Sociedad Colombiana de Arquitectos ha realizado concursos muy importantes en todo el país. ¿Nos puede comentar sobre una experiencia similar?

La Sociedad Colombiana de Arquitectos se ha constituido a lo largos muchos años en una institucionalidad catalizadora de las convocatorias públicas relacionadas con los más significativos eventos que afectan la arquitectura y el urbanismo de las ciudades colombianas. Una tradición consolidada que además de elevar el nivel profesional promedio de las ejecuciones arquitectónicas, han sido confrontaciones abiertas, transparentes y caracterizadas por la excelencia, que son, hace ya tiempo un referente continental y que hoy nos permiten en el país, no sin severas excepciones, contar con edificios, equipamientos y conjuntos urbanísticos como aeropuertos, centros administrativos, sistemas de movilidad, sedes ministeriales, conjuntos habitacionales, colegios, espacios públicos o parques, entre muchos otros, seleccionados a través de concursos públicos, controvertibles o no, pero distantes siempre de otorgamientos arbitrarios o procesos ensombrecidos por asomos de corrupción.

¿Cuál cree usted que debería ser la premisa de diseño a tener en cuenta por los participantes?

Esa cultura de pasarela y de levedad, de valores éticos y artísticos ausentes de espesor, de arquitecturas sin tiempo ni lugar, pueden constituirse en el mayor equívoco a enfrentar en un edificio que como el Museo Nacional de Memoria, demanda profundos valores éticos, estéticos y políticos. Es entender la sutil, pero definitiva diferencia entre un ubicuo centro comercial y un edificio que logre contrarrestar con emoción y convicción, la corrosiva proclividad humana por preferir el olvido a la memoria.

¿Cómo se diseña un lugar para acoger las memorias del conflicto armado y que al mismo tiempo sea reparador?

El desafío de los arquitectos ante un edificio de semejante envergadura conceptual, no puede provenir solamente de soluciones técnicas acertadas, del cumplimiento de los requerimientos funcionales o de las disposiciones urbanísticas. La dura pepita de la belleza, dicen algunos. Ello empieza con el arduo y profundo acto de cargar de sentido el espacio y el lugar, a punta de la mezcla inasible de reflexión y emoción, de sensibilidad y razón, de paciencia y sutileza para labrar los recintos para el encantamiento.

¿Cuál es su posición frente a la relación entre arquitectura y memoria?

No hay arquitectura sin memoria. La arquitectura y la ciudad son las evidencias contundentes de la materialización de la memoria del hombre para convivir ante la naturaleza. Toda vivencia espacial es modelada por el recuerdo y su potencia como hecho de cultura, reside justamente en su arbitraria e ininterrumpida capacidad de filtrar experiencias decantadas en la tradición, única condición que nos permite como especie imaginar un futuro previsible y posible.

¿Cuál puede ser el papel de los arquitectos en la construcción de la paz?

No puede ser otro que el ahondamiento consciente y colectivo de los atributos estructurales que históricamente ha sedimentado los valores de la arquitectura como disciplina, aquellos que asumen los productos artísticos como agentes liberadores de la condición humana, o que privilegian la generosidad como condición que reconoce la potencia enorme de la arquitectura para elevar el nivel de vida de la gente, si ella es ejercida con fina sensibilidad frente a las comunidades, el entorno edificado y la naturaleza.

¿Cuáles son las ventajas de hacer un concurso público en donde las propuestas serán anónimas para el jurado?

El resguardo de la identidad de autor en convocatorias públicas aleja las probabilidades de ejercer criterios prejuiciados en los procesos de selección. El uso y el destino de los grandes equipamientos colectivos, como es el Museo Nacional de la Memoria, tienen que incorporar mecanismos democráticos para su selección como una simple, pero definitiva contrapartida natural. Menos veces de lo que suele ser previsible, arquitectos y firmas consagradas ofrecen las opciones más interesantes o ventajosas en los concursos. Más veces de lo que puede ser comprensible, el jurado se ampara en la fama de reconocidos concursantes para liberar su juicio de eventuales polémicas.

Los jurados son los arquitectos Willy Drews, Clemencia Escallón, Mauricio Pinilla, Efraín Riaño y el brasilero Mario Figueroa. ¿Qué opinión le merece este panel?

No me asiste duda que se trata de un equipo profesional experimentado, solvente y con el suficiente espesor intelectual y ético para comprender plenamente el sentido peculiar del edificio, circunstancia que reduce eventuales riesgos de superficialidad o banalidad que en no pocas ocasiones y con no poca razón, han desatado agudas polémicas entre los arquitectos.

El Museo Nacional de la Memoria tendrá un fuerte componente de diseño urbano en tanto que involucra espacialmente la Plaza de la Democracia, la escultura Ala Solar, el Eje de la Memoria y la Paz, y el panorama hacia los cerros orientales. ¿Qué especificidades a nivel urbano o territorial considera usted que deben tener en cuenta los proponentes?

Los museos han trascendido del escaparate al evento, de la observación pasiva e inerte al acontecimiento. Si bien ello congrega actividades colectivas de una diversidad antes insospechada, el envés riesgoso del fenómeno reside en que la superficialidad erosione cierta dosis de sacralidad que resulta sana de preservar en el museo contemporáneo. Tal como se solicita en la convocatoria, se trata de un museo activo y abierto, que congregue en torno suyo, actividades y eventos de muy diversa naturaleza y procedencia, que califique el lugar y expanda hacia el espacio público y los edificios que lo circundan, su labor regenerativa, sentido colectivo y valor simbólico.

Algunos arquitectos señalan que este es un concurso particularmente complejo porque hay elementos antagónicos a nivel conceptual, por ejemplo mantener una escala humana y hacer un diseño monumental. ¿Qué consejo puede dar sobre este aspecto?

El sentido monumental de los edificios especiales ha sido uno de los valores tradicionales más cuestionados desde el advenimiento de la modernidad en arquitectura. Otrora asociados a las condiciones de estilo, grandeza o excepcionalidad, la monumentalidad contemporánea tiende a una “horizontalización” de sus atributos plásticos y compositivos, en aras de ocupar espacios de resonancia social cada vez más amplios que logren contrarrestar,  con veracidad, los preocupantes procesos de levedad generalizada en la cultura de masas. La noción de escala humana resulta entonces replanteada, en tanto que el contrapunto antes premeditado entre el hombre y el edificio, es desplazado hacia inéditas formas e interioridades, un descubrir el museo a través del acopio sucesivo de experiencias que se suscitan con su recorrido.

¿Cómo se imagina arquitectónicamente el Museo Nacional de la Memoria?

Un edificio de memoria ha de ser memorable. Para serlo, ha de conjugar atributos como su capacidad de disponerse para ser descubierto, a cambio de imponerse a su lugar de emplazamiento. Un museo que no parezca que lo es, si serlo se análoga con su gran dimensión, su hermetismo, a su capacidad de diferenciarse del contexto y menos aún, si lo avasalla con su presencia. Un edificio invitante, sereno y amable con el hombre del común, capaz de despertar la intriga suficiente para adentrarse en sus umbrales y aventurarse en su recorrido. Espacios que se entrelacen con el espacio exterior y la vegetación para ofrecer al visitante suficientes pausas y reposos que inviten a la reflexión y a la pausada asimilación de la experiencia museística.  Que sea fiel a la tradición material de la ciudad, a la peculiaridad de su luz y a la escala del lugar, sin por ello renunciar a los más lúcidos aportes arquitectónicos contemporáneos. Un museo para vivir y ser vivido, que pueda ser revisitado de muchas maneras y por muchos motivos y sobre todo, capaz en su continente y su contenido, de labrar en nosotros el suficiente antídoto contra la desventura de la amnesia colectiva.

 


Arquitectura, Memoria

Día de la mujer

8M: un día para dignificar la labor de las lideresas sociales y defensoras de Derechos Humanos en Colombia

Autor

CNMH

Fotografías

CNMH

Publicado

8 Mar 2020


8M: un día para dignificar la labor de las lideresas sociales y defensoras de Derechos Humanos en Colombia

En el Día Internacional de la Mujer, el CNMH reafirma su compromiso con las mujeres y organizaciones sociales que adelantan procesos de reconstrucción de memoria histórica con enfoque de género.

Ser mujer y defensora de derechos humanos es difícil en muchas comunidades de Colombia. Muchas de ellas se enfrentan a la inequidad y discriminación causadas por el machismo y una estructura patriarcal que todavía permea muchos niveles de la cotidianidad. Y en un país que lleva décadas en conflicto armado, las defensoras de derechos humanos están expuestas a mayores probabilidades de ser víctimas de violencias que van desde el desplazamiento forzado hasta distintas formas de violencia sexual.

Las cifras del Registro Único de Víctimas, a corte de enero del 2020, indican que más de 4 millones de mujeres han sido desplazadas, más de 28 mil han sido víctimas de violencia sexual, más de 450 mil han sido amenazadas y más de 4 mil han sido torturadas. Además, según la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, desde el año 2016 han sido asesinadas al menos 36 lideresas sociales y defensoras de derechos humanos en Colombia.

Este 8 de marzo, el Centro Nacional de Memoria Histórica se une a la conmemoración del Día Internacional de la Mujer, una fecha para visibilizar las luchas e iniciativas que lasdefensoras de derechos humanos han liderado en sus territorios. A pesar de los retos para su seguridad, ellas continúan exigiendo sus derechos y los de miles de mujeres que son víctimas de condiciones sociales desiguales y distintas formas de violencia.

En cada región de Colombia hay mujeres que se organizan para enfrentar la violencia y el machismo, para proteger los cuerpos de agua y los bosques, para dar oportunidades de educación y recreación a niños y niñas, para exigir que se sepa la verdad sobre sus familiares asesinados o desaparecidos por actores armados, para preservar sus tradiciones y prácticas culturales. Esa labor, que debería ser exaltada, las ha puesto en mayores condiciones de vulnerabilidad.

Consciente de los riesgos que enfrentan hoy en día las lideresas sociales y defensoras en Colombia, el CNMH se vinculó con el Programa Integral de Garantías para las Mujeres Lideresas y Defensoras de Derechos Humanos, que busca abordar estas violencias a partir de tres estrategias: prevención, protección y garantías de no repetición. Para garantizar la no repetición es clave reconstruir, preservar y divulgar la memoria histórica de lo ocurrido, con énfasis en el reconocimiento del trabajo comunitario desarrollado por las mujeres en territorios con presencia de actores armados.

Este año, como parte de los compromisos asumidos con ese programa, el equipo del Enfoque de Género del CNMH acompañará tres iniciativas de memoria histórica con diversos sectores de mujeres. Una de ellas será con lideresas sociales y defensoras de derechos humanos en varios territorios del país. Otra será con mujeres indígenas víctimas de desplazamiento forzado. Y una más visibilizará la situación de derechos de mujeres afrocolombianas e indígenas víctimas del conflicto armado con orientaciones sexuales e identidades de género no heteronormativas.

Además, el Enfoque de Género del CNMH trabaja en una publicación que integra crónicas de mujeres afrocolombianas víctimas de violencia sexual y en una cartilla para abordar las violencias basadas en género en ambientes escolares. También tiene una línea de trabajo encaminada a incluir las voces de mujeres lideresas sociales y defensoras en el guión museografico y la programación cultural del Museo de Memoria de Colombia.

Continuar haciendo memoria histórica con perspectiva de género es urgente y necesario. En palabras de María Elvira Solís, lideresa de la Asociación Casa Cultural El Chontaduro en Cali: “Es bueno conocer el trabajo que hacen las mujeres por sus comunidades para perder el miedo que nos ha marcado de por vida. Nosotras hemos sido el botín de guerra, pero trabajamos desde el amor, desde la justicia, desde la solidaridad y la hermandad”.


acuerdos de paz, postconflicto, inversión, internacional


Concejo, Conflicto, Memoria, Rivera

El vuelo de la guacamaya en Aguazul

Noticia

Autor

Harold García

Fotografía

Harold García

Publicado

16 Jun 2015


El vuelo de la guacamaya en Aguazul

Ésta es la historia de María Edilma Sotelo de Valbuena, esposa de Saúl Valbuena Sánchez y madre de Lina Patricia Valbuena, dos de los 2.500 desaparecidos forzadamente que hay Casanare, y que fueron recordados el pasado 29 de mayo con un mural en el municipio de Aguazul.


Un joven tomó un pincel para colorear una guacamaya roja, azul y amarilla, como los colores de la bandera colombiana, aunque en esta ave predomina el escarlata, tal vez porque es mayor la sangre derramada que el oro entregado a las comunidades. Mientras pintaba recordaba a su tía Lina Patricia, una joven de 17 años desaparecida forzadamente, en embarazo, el 13 de septiembre de 2001 junto a su padre Saúl Valbuena.

En la casa de la familia Valbuena era común encontrar una hermosa guacamaya roja que lo único que sabía decir era el nombre de su dueña: “Lina”, “Lina”, repetía día y noche. Sin embargo nadie sabe dónde está el ave que alzo el vuelo a los tres días de desaparecer forzadamente Lina.     

El 13 de septiembre de 2001, las Autodefensas Unidas del Casanare decidieron irrumpir en el municipio de Aguazul y llegar hasta la casa de la familia Valbuena; iban en busca de Saúl, un campesino de 46 años amante de la agricultura y la fauna silvestre. Se lo llevaron junto a Lina, su hija menor. Este hombre era el motor de la casa, un ser responsable que dedicaba su tiempo a cuidar de su esposa María Edilma Sotelo de Valbuena y sus cuatro hijos. “Se preocupaba mucho por mi salud, siempre estaba pendiente”, dice María Edilma entre la nostalgia y las lágrimas que le provoca recordar al hombre que la enamoró con cartas y detalles.  

Casi 14 años después de tan tormentoso día en que se desvaneció la imagen física de sus seres queridos, María se encuentra en la sala de su casa reunida con otras víctimas de la desaparición forzada. Allí realizaron un mural en homenaje y memoria de sus familiares. Todos fueron convocados por la Fundación Yovany Quevedo Lazos de Vida, quienes organizaron este año el primer encuentro regional de víctimas de desaparición forzada en Casanare con el apoyo del Centro Nacional de Memoria Histórica.

Frente a la pintura, María refleja la vida de su esposo en un venado. “Ese venado significa que a mi esposo le encantaba mucho el campo, y él soñaba con tener un venado. Él cuidaba los venados de una finca y se encariñó mucho con esos animales, era feliz con ellos”, explica esta mujer sobre el dibujo que hizo en memoria de su marido. El venado no es el único animal que alude a esos seres queridos en esta obra de arte realizada por las víctimas; está la guacamaya que hizo el nieto de María para recordar a su tía Lina, hay árboles, ángeles, caballos y soles; todos llenos de color y vida como la última vez que vieron a sus seres arrebatados por la violencia.

Según Lyda Quevedo, directora de la Fundación Yovany Quevedo, en la región del Casanare, entre 1986 y 2007, se registraron 2.553 personas desaparecidas forzadamente a causa del conflicto armado. “Por eso es tan importante visibilizar este flagelo y reclamar por nuestros desaparecidos”, dice Lyda.

El mural de la Memoria

El sol todavía no se oculta tras las montañas que rodean al municipio de Aguazul. Son las cuatro de la tarde y las víctimas del municipio caminan desde donde será su parque de la memoria hasta el parque principal. Quieren ser vistos por todos, quieren que el pueblo se dé cuenta de este flagelo y los apoye en su lucha y dolor por buscar los desaparecidos de la región.

Entonces María Edilma apareció entre la muchedumbre sosteniendo una pancarta con las imágenes de su esposo e hija. En ella se leen dos escritos que hizo esta mujer un día sentada sobre un chinchorro: “cuando la tristeza se apoderó de mí, decidí escribirles una carta a cada uno -a su esposo e hija-, soy una mujer sin estudio que el dolor la llevó a plasmar el dolor en un papel”. La idea era mantenerlos siempre vivos, que no desaparezcan de sus recuerdos.

La caminata llegó hasta el parque principal donde los esperaba el mural de la memoria que finalizaron horas atrás. Allí estaba Jafeth Gómez, artista de Popayán que lleva varios años trabajando el tema de la violencia a través del arte; él fue el encargado de guiar a la comunidad en la realización de esta pieza de arte: Una terapia personal de las victimas al contar, de diferentes maneras, sus relatos dolorosos y un camino artístico para visibilizar el conflicto armado del país. “Buscar elementos de sanación, de esperanza, de curarse de alguna manera de esa situación tan terrible que les tocó afrontar”, expresa Jafeth.

El arte ayuda a encontrar un grado de tranquilidad en las víctimas, buscando símbolos que son mucho más profundos y que dicen mucho más de eso que quieren plantear, terminando en un nivel de sensibilización sobre la temática, “pensar en recuerdos bonitos, no de dolor”, dice el artista.  

Al principio cuando María Edilma empezó a pintar en el mural sintió tristeza, pensaba que iba ser un ejercicio doloroso pero a medida que fue viendo el trabajo de Jafeth Gómez comprendió que la idea era mucho más bella de lo que parecía al buscar símbolos nuevos de esperanza y vida en medio de su dolor.

Aunque ya caía la noche, el parque principal de Aguazul ya tenía su propia luz con el jardín artístico de la memoria y el mural en homenaje a los desaparecidos. Un día para recordar, para no olvidar. 

 

 
Publicado en Noticias CNMH


Arte, Casanare, Desaparición Forzada, Memoria

Los retos de la memoria en el territorio

Noticia

Autor

CNMH

Fotografía

CNMH

Publicado

17 Jun 2015


Los retos de la memoria en el territorio

El Centro Nacional de Memoria Histórica, el Programa de Fortalecimiento Institucional para las Víctimas de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional, (USAID) y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), invitan al conversatorio Retos de la construcción de memoria histórica en el territorio, que se realizará este jueves 18 de junio en el auditorio Rogelio Salmona del Centro Cultural Gabriel García Marquez de la calle 11 no. 5-60, de 8:00 a.m. a 12:30 p.m. con entrada libre. 

Este espacio busca propiciar un momento de reflexión sobre las múltiples formas en que las autoridades territoriales (alcaldes y gobernadores), pueden apoyar la materialización de la reparación simbólica de las víctimas del conflicto, dando cumplimiento al deber de memoria del Estado, mediante la generación de condiciones propicias para que esta se construya de manera incluyente en las regiones. 

Para ello, escucharemos en un panel de conversación a Willam Wilches del Museo del Caquetá, a Gloria Elsy Ramírez del Salón del Nunca Más de Granada, Antioquia y a Luz Patricia Correa de la Alcaldía de Medellín, quienes compartirán cómo ha sido su experiencia al impulsar iniciativas de memoria histórica yponer en diálogo esos ejercicios autónomos de la sociedad con las Alcaldías y Gobernaciones.

Este evento será la oportunidad ideal para hacer el lanzamiento nacional de la cartilla “Memoria histórica en el ámbito territorial: orientaciones para autoridades territoriales”, herramienta para fortalecer las capacidades de esos actores en el diseño, formulación, implementación y evaluación de acciones de memoria histórica en el marco de sus Planes de Acción Territorial (PAT) y Planes de Desarrollo. Con este documento el CNMH esperacontribuir a la difusión y preservación de la memoria histórica como derecho colectivo y a las garantías de no repetición en un horizonte de construcción de paz y democratización en el país.

Pueden inscribirse al conversatorio a través de este formulario.

 


Memoria, Territorio

Memoria y verdad de las mujeres en Colombia

Noticia

Autor

CNMH

Fotografía

Gabriel Corredor.

Publicado

17 Jul 2015


Memoria y verdad de las mujeres en Colombia

Mientras Lars Ole Vaagen, embajador de Noruega, reconocía la importancia de la decisión de las Farc para iniciar un nuevo periodo de cese al fuego unilateral a partir del 20 de julio, Nurys Angulo, una afrocolombiana llegada desde Tumaco a la capital colombiana, cantaba para recordar a las víctimas que el conflicto armado ha dejado en la Perla del Pacífico. De esta manera inició el foro Memoria Histórica y Verdad de las Mujeres en Colombia, realizado en la Universidad Javeriana el pasado 8 de julio.

“La memoria se construye, no se recupera, pues no es algo que ya esté hecho. Se construye con preguntas, buscando respuestas al por qué de lo sucedido” Con estas palabras comenzó su intervención Pura Sánchez, investigadora invitada desde España y quien se ha dedicado a estudiar la represión durante la guerra civil española en 1936 y la dictadura franquista, periodo en el que según la Plataforma de Víctimas de Desapariciones Forzadas por el Franquismo, fueron desaparecidas 140.000 personas.

Martha Nubia Bello, mujer que tiene a cargo el reto de dirigir el Museo Nacional de la Memoria, continuó el panel. “La memoria debe ser entendida como elemento de resistencia, justicia, legado y duelo”, además agregó: “este Museo debe ser un espacio para que todos reaccionemos y nos indignemos, nos horroricemos y nos hastiemos de una guerra que se ha extendido por más de medio siglo”.

Luego, Olga Sánchez Gómez de la Casa de la Mujer tomó la palabra y destacó la responsabilidad que tienen las mujeres para entregar a las presentes y futuras generaciones colombianas un país en paz.  “La paz es nuestro bien supremo” indicó. Y es que con 12 exposiciones, 42 talleres sobre “cuerpo territorio y violencia”, la formación en temas de derechos humanos de aproximadamente 83.000 mujeres colombianas y el fortalecimiento de 630 organizaciones y grupos de mujeres en diferentes departamentos del país, la Casa de la Mujer se ha convertido en una de las principales organizaciones que trabajan por la memoria del país.

Finalmente, Marina Gallego, coordinadora Nacional de la Ruta Pacífica de las Mujeres, se pronunció en nombre de su organización para respaldar el actual proceso de paz que se adelanta en La Habana: “Reconocemos y valoramos la disposición para superar las situaciones que en medio de la guerra se han presentado y los avances logrados hasta ahora en los puntos del acuerdo, especialmente aquellos que están relacionados con aspectos humanitarios, y que contemplan  la incorporación de las mujeres como la subcomisión de género y la comisión de la verdad y el esclarecimiento del conflicto armado, pues somos más las mujeres que hemos optado por  mantener el imperativo ético de cuidar la vida, construir y pactar la paz.

Las ponentes llegadas de distintas partes del país y por fuera del territorio nacional, destacaron la importancia de incluir el enfoque de género para el ejercicio de reconstrucción de memoria., señalando que no son solo sujetos de investigación, sino protagonistas de la historia, con voces y narrativas que deben aparecer en la historia del conflicto armado colombiano.

 


Colombia, Memoria, Mujeres, Verdad

Las memorias del conflicto llegan a Pereira

Noticia

Autor

CNMH

Fotografía

CNMH

Publicado

05 Ago 2015


Las memorias del conflicto llegan a Pereira

Apostándole al conocimiento y difusión de la memoria histórica a nivel local y nacional, la Personería de Pereira ha empezado a realizar la proyección de la Caja Viajera de Memoria, siete documentales sobre casos emblemáticos del conflicto armado colombiano narrados con las voces de las víctimas.

Desde el año 2013, la Universidad Libre y la Personería de Pereira crearon el Observatorio de Goce Efectivo de Derechos Humanos y Paz, una herramienta para realizar investigaciones sobre el estado de los derechos humanos en la capital de Risaralda, generar propuestas concretas para la atención y mitigación de las violaciones a estos derechos trabajando de manera conjunta con la ciudadanía y crear actividades para sensibilizar a la comunidad en temas de paz y conflicto armado.

“Como parte de los programas que adelanta el Observatorio en la comprensión de la Ley 1448 y aprovechando la coyuntura del proceso de paz, desde la Personería de Pereira empezamos a mostrar los diferentes casos de violencia que ha documentado el Centro Nacional de Memoria Histórica en la Caja Viajera de Memoria , para que pereiranos y pereiranas conozcamos más sobre lo que el conflicto armado ha causado en diferentes regiones del país”, explica Luz Adriana Henao Castaño, Personera delegada del menor, el derecho de petición, la mujer y la familia.

Las bibliotecas del Sena y del Banco de la República de Pereira serán los espacios donde se proyectarán los documentales sobre los casos de Trujillo, Mampuján, El Salado, Bojayá, San Carlos, El Placer y el documental “No hubo tiempo para la tristeza”, el cual narra por qué Colombia ha sido escenario de un conflicto armado durante más de 50 años y cómo los ciudadanos han sobrevivido a este largo periodo de violencia.

Desde el CNMH los invitamos a conocer la programación y participar activamente de estos espacios para conocer las historias de memoria y resistencia en distintos rincones del país.

BIBLIOTECA SENA (Cra 8 No. 26-79)

Trujillo, una tragedia que no cesa. Martes 4 de Agosto – 10:00 a.m.

Mampuján: Crónica de un desplazamiento. Martes 1 de Septiembre – 10:00 a.m.

Mujeres tras la huella de la memoria. Martes 6 de Octubre – 10:00 a.m.

BIBLIOTECA BANCO DE LA REPUBLICA (Calle 18 bis # 9 – 37)

Mujeres tras las huellas de la memoria. Jueves 23 de Julio del 2015 – 4:00 p.m.
Invitada: Liliana Salamanca. Representante Ruta Pacifica de las Mujeres.

El Salado: Rostro de Una Masacre. Jueves 6 de Agosto del 2015 – 4:00 p.m.
Invitado: Banderville. Docente Universidad Claretiana.

Bojayá: la guerra sin límites. Jueves 20 de Agosto del 2015 – 4:00 p.m.
Invitado: Luis Alberto Verón. Profesor Universidad Tecnológica de Pereira.

Trujillo, una tragedia que no cesa. Martes 1 de Septiembre del 2015 – 4:00 p.m. Invitado: Albert Marín. Representante regional del Centro Nacional de Memoria Histórica.

San Carlos: memorias del éxodo en la guerra. Jueves 24 de Septiembre del 2015 – 4:00 p.m. Invitado: Jaime Correa. Director Maestría en Historia Universidad Tecnológica de Pereira.

Mampuján: Crónica de un desplazamiento. Jueves 8 de Octubre del 2015 – 4:00 PM. Invitado: Geovanni Cárdenas. Antropólogo.

No Hubo Tiempo Para la Tristeza. Jueves 22 de Octubre del 2015 – 4:00 p.m.
Invitada: Luisa Fernanda Marulanda. Socióloga, magister en ciencias políticas UNAL.

 


Conflicto, Memoria, Pereira

Volver arriba