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El CNMH rinde cuentas y plantea un 2023 de cambio

El CNMH rinde cuentas y plantea un 2023 de cambio

De izquierda a derecha: Patricia Tobón, directora de la UARIV; María Gaitán, directora del CNMH; Cielo Rusinque, directora de Prosperidad Social, y Astrid Cáceres, directora del ICBF.

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CNMH

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De izquierda a derecha: Patricia Tobón, directora de la UARIV; María Gaitán, directora del CNMH; Cielo Rusinque, directora de Prosperidad Social, y Astrid Cáceres, directora del ICBF.

Publicado

20 junio 2023


El CNMH rinde cuentas y plantea un 2023 de cambio

  • Durante la Rendición de Cuentas del Sector de la Inclusión Social y la Reconciliación, María Gaitán Valencia, directora del Centro Nacional de Memoria Histórica, explicó cuáles son las acciones que esta entidad realizó en 2022 y cuáles son los retos y transformaciones que avanzan en 2023.

El pasado 15 de junio se llevó a cabo la Audiencia Pública Sectorial de Rendición de Cuentas del Sector de la Inclusión Social y la Reconciliación, liderada por el Departamento Administrativo para la Prosperidad Social, entidad del Gobierno Nacional, que tiene como propósito el posicionamiento de políticas para la superación de la pobreza, la inclusión social, la reconciliación, la asistencia y reparación integral a las víctimas de la guerra, la atención a grupos vulnerables, la protección integral a la niñez y la adolescencia, el bienestar de las familias colombianas, así como la definición de políticas para la construcción de la memoria histórica del conflicto armado.

Durante esta rendición de cuentas, Cielo Rusinque, directora de Prosperidad Social, el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), la Unidad para la Atención y la Reparación Integral a las Víctimas (UARIV) y el Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH) —entidades adscritas al sector de la Inclusión Social y la Reconciliación— presentaron los principales logros, progresos y resultados alcanzados en el 2022, así como el avance en la garantía de derechos, la implementación del acuerdo final de paz y el cumplimiento de las metas del sector, en el marco del Plan Nacional de Desarrollo 2018-2022.

Durante la rendición de cuentas, María Gaitán Valencia explicó que uno de los grandes desafíos del CNMH es recuperar la confianza con las comunidades y sus organizaciones.
Durante la rendición de cuentas, María Gaitán Valencia explicó que uno de los grandes desafíos del CNMH es recuperar la confianza con las comunidades y sus organizaciones.

Logros, avances y resultados del CNMH en 2022

María Gaitán Valencia, directora del CNMH, explicó que las actividades adelantadas durante el 2022 por esta entidad se enmarcan en seis grandes líneas de acción: 

1) El apoyo de iniciativas de memoria histórica de la sociedad civil.

2) El fortalecimiento a lugares de memoria en distintas regiones del país.

3) La implementación de medidas de reparación simbólica.

4) El fortalecimiento de archivos de derechos humanos.

5) La finalización de informes de memoria histórica. 

6) La promoción de los Acuerdos de la Verdad. 

Diecinueve iniciativas de memoria apoyadas

Gaitán señaló que en el 2022 se finalizó el apoyo a 19 iniciativas de memoria diseñadas y gestadas por organizaciones de la sociedad civil en diez departamentos de Colombia. Entre enero y agosto de ese año, se ejecutó una iniciativa de memoria; entre agosto y noviembre, se ejecutaron diez; y entre noviembre y diciembre, ocho. Se apoyaron iniciativas de memoria en territorios como Arauca, Valle del Cauca, Cauca, La Guajira, Nariño, Putumayo, Tolima, Bogotá y Cesar. 

Seis lugares de memoria asistidos 

Por otro lado, en el 2022, el CNMH realizó seis asistencias técnicas para el fortalecimiento de lugares de memoria en cinco departamentos, estos son: el lugar de Memoria Bojayá (Chocó); el  Salón del Nunca Más (Granada, Antioquia), el Malecón de Las Américas de Necoclí  (Antioquia); el Centro de Memoria Histórica del Litoral Pacífico (Buenaventura, Valle del Cauca); Casa de la Memoria de Barranquilla (Atlántico); el Museo Comunitario La Ramada, y el Lugar de Historia en Fonseca (La Guajira)   

Catorce medidas de reparación simbólica fortalecidas 

El CNMH llevó a cabo 14 medidas de reparación simbólica el año pasado. Estas medidas están contempladas en sentencias judiciales de Justicia y Paz, de restitución de derechos territoriales y de la justicia ordinaria. 

Doce archivos de derechos humanos fortalecidos

Doce organizaciones de víctimas de diez municipios PDET de Colombia recibieron el acompañamiento del CNMH en la gestión de sus archivos de derechos humanos. La entidad acompañó en esta labor a organizaciones como el Cabildo Indígena Amoya La Virginia (Chaparral, Tolima); la Asociación de Desplazados y Agricultores del Guásimo (Tierralta, Córdoba); la Asociación de Trabajadores de la Educación del Caquetá; la Asociación de Desplazados Víctimas y Discapacitados de La Guajira; la Asociación de Mujeres Caficultoras de la Serranía del Perijá, entre otras. 

Investigaciones de memoria histórica sobre el conflicto armado

En 2022, se finalizaron los informes de investigación Crónicas sobre mujeres afrodescendientes víctimas de violencia sexual y ¡Basta ya! Montes de María. Durante la rendición de cuentas, la directora del CNMH explicó que, «a diciembre de 2022, no se contó con resultados de las investigaciones que se debieron adelantar en el marco de un convenio suscrito en el 2020 con Minciencias para la realización de 28 investigaciones que se debieron haber realizado en articulación con 21 universidades. La nueva administración ya adelantó gestiones ante Minciencias para dar cumplimiento a lo pactado en dicho convenio y en lo definido como resultado de la convocatoria de investigación», manifestó María Gaitán. 

La promoción de los Acuerdos de la Verdad

En el 2022, la Dirección de Acuerdos de la Verdad del CNMH publicó dos informes de esclarecimiento: uno relacionado con los impactos del accionar del Ejército Revolucionario Guevaristas en el municipio de Carmen del Darién (Chocó) y otro con los impactos del accionar del Bloque Córdoba de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC). 

Adicionalmente, el año pasado, el CNMH impulsó seis herramientas para la difusión de hallazgos relacionados con el fenómeno paramilitar, que resultaron de la aplicación del Mecanismo no Judicial de Contribución a la Verdad. Entre otras herramientas, se impulsaron la Cátedra Abierta  «Justicia Transicional, Memoria Histórica y Paramilitarismo en Colombia», un banco de relatos, un catálogo que recoge material de diez años de aplicación del mecanismo no judicial, entre otras. 

De acuerdo con María Gaitán, en 2023 se avanzará en la concreción de la obra del Museo de la Memoria de Colombia y en su plan museológico.
De acuerdo con María Gaitán, en 2023 se avanzará en la concreción de la obra del Museo de la Memoria de Colombia y en su plan museológico.

Retos del CNMH en el 2023

María Gaitán, directora del CNMH, identifica siete grandes retos para esta entidad en el año 2023: 

  1. El primer gran reto será dinamizar el complejo de memoria histórica y cada uno de sus componentes, es decir, el Museo de Memoria de Colombia, los archivos de derechos humanos, el Mecanismo no Judicial de Contribución a la Verdad, y la divulgación, pedagogía y apropiación social de la memoria.  
  2. El segundo reto tiene que ver con «escuchar y territorializar todas las memorias, todas». Para esto, dice la directora del CNMH, se ha estructurado una estrategia de despliegue territorial que permitirá ampliar la escucha y visibilizar las memorias de víctimas, familiares, sobrevivientes, resistentes y comunidades.
  3. En tercer lugar, está el desafío de impulsar pedagogías que profundicen la transversalización de acciones de memoria histórica desde el enfoque diferencial, psicosocial e interseccional. 
  4. El cuarto reto tiene que ver con la adaptabilidad del Mecanismo no Judicial de Contribución a la Verdad y la Memoria Histórica a los escenarios relacionados con la institucionalidad de la justicia transicional, así como a los procesos y acuerdos de paz y de sometimiento a la justicia que se adelanten.
  5. El quinto reto está relacionado con la necesidad de retomar y concretar la obra del Museo de la Memoria de Colombia, así como definir su plan museológico. Todo esto en articulación con Agencia Nacional Inmobiliaria, entidad a la que se le adjudicó la construcción del Museo. 
  6. Un sexto desafío es el de avanzar en la materialización del plan de fortalecimiento de sitios y lugares de memoria en territorios con un enfoque de sostenibilidad.
  7. Y el séptimo, que es el más importante y transversal de los retos, es el de recuperar la confianza y fortalecer alianzas con territorios, comunidades y organizaciones sociales, así como con la cooperación internacional, desafío que está avanzando desde noviembre de 2022 con la llegada de la nueva administración del CNMH.

 

Les invitamos a seguir todo el trabajo del Centro Nacional de Memoria Histórica a través de nuestras redes sociales, página web y plataformas digitales. Lugares en los que encontrarán todos los avances en el cumplimiento de las metas antes mencionadas.


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Chocó, CNMH, Corte IDH, Operación Génesis, Riosucio

Un poco de verdad para los Montes de María y La Mojana Sucreña

Un poco de verdad para los Montes de María y La Mojana Sucreña

Un poco de verdad para los Montes de María y La Mojana Sucreña

Autor

CNMH

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Lanzamiento del informe ‘Un poco de verdad para respirar. Trayectoria e impactos de los bloques paramilitares Montes de María y Mojana’ en El Carmen de Bolívar.

Publicado

14 junio 2023


Un poco de verdad para los Montes de María y La Mojana Sucreña

  • El 8 de junio, a las 8:30 a.m., en la Casa de la Cultura de El Carmen de Bolívar, se llevó a cabo el lanzamiento regional del informe que describe el accionar de las estructuras paramilitares que operaron en los Montes de María, el Canal del Dique y La Mojana, subregiones ubicadas en los departamentos de Bolívar y Sucre. 

«La verdad pasa por los dolores de las víctimas. Un país que conoce su verdad busca no repetirla». Aura Camargo, delegada de la Red de Mujeres del Caribe, tiene claro que construir memoria histórica y esclarecer la verdad pasa por reconocer y conocer a las víctimas del conflicto armado, como ella. Pues quién mejor que la comunidad, que los colectivos que luchan en los Montes María y La Mojana, para narrar lo que pasó y sigue pasando en estas montañas que atraviesan los departamentos de Bolívar y Sucre.

Estos relatos llevan sus resistencias, conversas, juntanzas, dolores, bailes, risas y cantos, como los de Manuel de la Rosa o los de Rafael Posso, quienes han logrado plasmar en sus canciones el dolor, pero también la fuerza de resistir. De esto se trató el encuentro del pasado 8 de junio en la Casa de la Cultura de El Carmen de Bolívar, de juntarse para seguir sanando, pero también para conocer el informe «Un poco de verdad para poder respirar: trayectoria e impactos de los bloques paramilitares Montes de María y Mojana» que ellas y ellos construyeron.

En el evento se conversó acerca de las repercusiones de dicho informe, basado en los testimonios aportados al Mecanismo No Judicial de Contribución a la Verdad (MNJCV) por personas desmovilizadas de las estructuras paramilitares Bloque Montes de María y Frente Mojana, así como las contribuciones voluntarias de víctimas y testigos en los territorios de los Montes de María, la región de La Mojana y la subregión del Canal del Dique.

Esta investigación, liderada por la Dirección de Acuerdos de la Verdad del Centro Nacional de Memoria Histórica, no se limita exclusivamente a exponer los hechos victimizantes en los 15 municipios de los Montes de María, sino que aborda las subregiones del Canal del Dique y la Mojana Sucreña, lo que implica un estudio de aproximadamente 40 municipios de los departamentos de Bolívar y Sucre, incluidos los hechos ocurridos en Sincelejo y Cartagena, lugares de operación de dichas estructuras paramilitares.

Los hallazgos más relevantes

El informe expone cómo la estrategia paramilitar recurrió a la estigmatización de las comunidades campesinas, y luego el uso del terror, por medio de masacres, en años y lugares específicos, para generar desplazamientos masivos, despojos de tierras y cambios del uso y vocación de la tierra, lo que benefició a ciertos sectores políticos y económicos de la región.

La publicación también permite entender el accionar de las estructuras paramilitares, en particular, el uso de ríos y otros afluentes fluviales para desaparecer cuerpos por parte del Bloque Montes de María. Esto implicó el uso del río Magdalena y en particular del Canal del Dique para desaparecer personas, lo que permite dilucidar la vinculación que tiene la desaparición forzada de los Montes de María con el Canal del Dique, y cómo las estructuras paramilitares usaron esa fuente hídrica para la desaparición de cuerpos.

Otro de los temas relevantes que esta investigación aborda son las consecuencias sociales y culturales del uso de la violencia sexual como estrategia de guerra, particularmente en la zona del Canal del Dique y en el corregimiento de San Basilio de Palenque, Mahates. Este hecho representó violaciones sistemáticas a los derechos humanos, pero sobre todo de desarticulación del tejido social de las poblaciones afro, donde la mujer es el eje de las comunidades. Se configuró así una doble victimización de las mujeres, quienes además de ser víctimas de violencia eran rechazadas socialmente.

Así mismo, la investigación encuentra una línea histórica común de la relación entre grupos de seguridad privada surgidos en los años 70 y 80 en los Montes de María, que afectaron las tomas campesinas de territorios baldíos, con la incursión paramilitar de las Autodefensas Campesinas de Córdoba y Urabá de 1997. Esto permite entender responsabilidades comunes, así como una evolución de los grupos que afectaron a las comunidades campesinas tanto en los 70 como en los 90.

Detrás del informe

Para la elaboración del informe se procesaron 295 entrevistas de antiguos paramilitares, así como voces de los protagonistas: víctimas y sobrevivientes que, con sus relatos, narran la incursión, acciones armadas y los momentos de terror y control territorial de estas estructuras.

En la FILBo 2023 hablamos sobre la realización de este informe

Esta información se obtuvo en talleres y grupos focales con comunidades de los municipios de Arjona (información sobre el impacto en la subregión del Canal del Dique); El Carmen de Bolívar (donde se entrevistó principalmente a población campesina); Toluviejo y Mahates (grupos focales con mujeres afrocolombianas e indígenas); así como de San Juan Nepomuceno, Zambrano y Córdoba, Bolívar (grupos focales con familiares de víctimas).

En los Montes de María, el Canal del Dique y La Mojana aún se encuentran muchos silencios y miedos, pero también muchas voces que resisten al olvido. Voces que cuentan y cantan; dibujan, esculpen y tejen sus memorias, que quedaron plasmadas en esta investigación.

  • Lanzamiento del informe ‘Un poco de verdad para respirar. Trayectoria e impactos de los bloques paramilitares Montes de María y Mojana’ en El Carmen de Bolívar.

  • Lanzamiento del informe ‘Un poco de verdad para respirar. Trayectoria e impactos de los bloques paramilitares Montes de María y Mojana’ en El Carmen de Bolívar.

  • Lanzamiento del informe ‘Un poco de verdad para respirar. Trayectoria e impactos de los bloques paramilitares Montes de María y Mojana’ en El Carmen de Bolívar.

  • Lanzamiento del informe ‘Un poco de verdad para respirar. Trayectoria e impactos de los bloques paramilitares Montes de María y Mojana’ en El Carmen de Bolívar.

  • Lanzamiento del informe ‘Un poco de verdad para respirar. Trayectoria e impactos de los bloques paramilitares Montes de María y Mojana’ en El Carmen de Bolívar.

  • Lanzamiento del informe ‘Un poco de verdad para respirar. Trayectoria e impactos de los bloques paramilitares Montes de María y Mojana’ en El Carmen de Bolívar.

  • Lanzamiento del informe ‘Un poco de verdad para respirar. Trayectoria e impactos de los bloques paramilitares Montes de María y Mojana’ en El Carmen de Bolívar.

  • Lanzamiento del informe ‘Un poco de verdad para respirar. Trayectoria e impactos de los bloques paramilitares Montes de María y Mojana’ en El Carmen de Bolívar.

  • Lanzamiento del informe ‘Un poco de verdad para respirar. Trayectoria e impactos de los bloques paramilitares Montes de María y Mojana’ en El Carmen de Bolívar.

  • Lanzamiento del informe ‘Un poco de verdad para respirar. Trayectoria e impactos de los bloques paramilitares Montes de María y Mojana’ en El Carmen de Bolívar.

  • Lanzamiento del informe ‘Un poco de verdad para respirar. Trayectoria e impactos de los bloques paramilitares Montes de María y Mojana’ en El Carmen de Bolívar.


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Chocó, CNMH, Corte IDH, Operación Génesis, Riosucio

Habitantes de este municipio del Urabá chocoano lanzaron un libro de postales en el que recogen las memorias del desplazamiento forzado ocasionado por el despliegue de la operación Génesis, del Ejército Nacional, y la simultánea incursión paramilitar en sus territorios, en 1997.

Memorial por las víctimas de Riosucio: una iniciativa para movilizar el cambio

Los y las gestoras de esta iniciativa de memoria histórica.

Autor

CNMH

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Los y las gestoras de esta iniciativa de memoria histórica.

Publicado

8 junio 2023


Memorial por las víctimas de Riosucio: una iniciativa para movilizar el cambio

Habitantes de este municipio del Urabá chocoano lanzaron un libro de postales en el que recogen las memorias del desplazamiento forzado ocasionado por el despliegue de la operación Génesis, del Ejército Nacional, y la simultánea incursión paramilitar en sus territorios, en 1997.

En abril de 1997, Jesusita Martínez tenía nueve meses de embarazo y estaba en Pavarandó, un corregimiento del municipio de Mutatá (Antioquia), a donde ella y cientos de pobladores de las cuencas de los ríos Cacarica, Jiguamiandó, Curbaradó, Domingodó, Truandó y Salaquí habían llegado desterrados tras el despliegue de la operación Génesis —adelantada por la Decimoséptima Brigada del Ejército Nacional— y la simultánea incursión de paramilitares de las Autodefensas Unidas de Córdoba y Urabá (ACCU) en el norte de Chocó.

Huyendo de los bombardeos, los asesinatos, las desapariciones forzadas y las torturas,  Jesusita había caminado por las selvas chocoanas junto a su comunidad durante varios días y noches. En sus hombros llevaba cargado a su hijo menor. Con la mano derecha sujetaba a  la mayor de sus hijas y con la izquierda un morral con las pocas pertenencias que alcanzó a empacar antes de salir de su casa. En el vientre llevaba a Luz Mary Mosquera, su bebé, a la que dio a luz, como un verdadero milagro de la vida, en pleno destierro y en una situación de precariedad y vulnerabilidad exacerbadas por las violencias que, según la Corte Interamericana de Derechos Humanos, ejercieron mancomunadamente las Fuerzas Militares y los paramilitares en contra de civiles indefensos.

Jesusita Martínez, con sus hijas Luz Mary y Luz Marina Mosquera Martínez, todas sobrevivientes de la guerra.
Jesusita Martínez, con sus hijas Luz Mary y Luz Marina Mosquera Martínez, todas sobrevivientes de la guerra.

Una iniciativa de memoria para sanar viejos dolores comunitarios 

Veintiséis años después de su milagroso nacimiento, Luz Mary Mosquera le regaló a Jesusita, su madre, un libro de postales titulado Memorial por las víctimas de Riosucio, Chocó. Este libro es el resultado de una iniciativa de memoria histórica pensada y desarrollada por habitantes de Riosucio, un municipio ubicado en el norte del departamento de Chocó, en límites con el Urabá antioqueño, Panamá y Carmen del Darién, donde hoy vive buena parte de los y las sobrevivientes de la violencia de finales de la década de 1990.

La iniciativa de memoria de Riosucio empezó a gestarse en el 2019. Como lo explica Jenry Serna, líder social y comunitario, la intención de reconstruir las memorias de la guerra «respondía a una necesidad humana, política y emocional de tramitar dolores irresueltos y duelos estancados en el tiempo». «Queríamos observar el pasado para sanar juntos el presente y, con el corazón más liviano, pensar en el futuro que queremos», anota Serna.  

En el 2020, Jenry y Luis Octavio Martínez, quien también es líder social en Riosucio, le pidieron al Centro Nacional de Memoria Histórica que acompañara el desarrollo de esta iniciativa comunitaria. «En este proceso reflexionamos sobre lo que significa recordar y construir memoria histórica a través de espacios de diálogo para el intercambio de saberes y conocimientos», cuentan las participantes de esta iniciativa en la que —a través de herramientas como la cartografía social, la fotografía y el muralismo— exploraron cómo los eventos violentos han impactado su cotidianidad e identificaron afectaciones medioambientales y sociales sobre el territorio, sus ríos, ciénagas y parques naturales. 

Durante el lanzamiento del libro, se realizó la presentación de la nueva generación de alabaoras, mujeres que, con sus cantos, denuncian, resisten y mantienen viva la memoria ancestral de sus comunidades.
Durante el lanzamiento del libro, se realizó la presentación de la nueva generación de alabaoras, mujeres que, con sus cantos, denuncian, resisten y mantienen viva la memoria ancestral de sus comunidades.

Un libro para homenajear a los sobrevivientes y enseñarles a las nuevas generaciones

De las conversaciones y los intercambios de memorias y saberes surgió la inspiración para elaborar tres murales y el libro de postales Memorial por las víctimas de Riosucio, Chocó, cuyo lanzamiento tuvo lugar el pasado 31 de mayo en un encuentro cultural y espiritual celebrado en la parroquia del municipio. «Quiero entregarle este libro, mamá, para celebrar la valentía que tuvo al traerme a la vida en un momento donde la muerte prevalecía», le dijo Luz Mary a Jesusita durante el encuentro.

Jennyfer Martínez, María Eloísa Minota, Abel Ángel Quinto, Claribet Córdoba, Luis Octavio Martínez, José Gil Martínez y Jenry Serna —todos gestores de esta iniciativa— también les entregaron el libro a sus padres, hijos, nietos y sobrinos. Las personas que vivieron los hechos de 1997 cuando eran adultas quieren que, con este libro, las nuevas generaciones conozcan lo ocurrido y fortalezcan su compromiso con la transformación social del Urabá chocoano. Quienes, por su parte, eran niños cuando ocurrió el destierro de las comunidades, quieren homenajear —a través de las postales— a la generación que los salvaguardó en medio de la guerra e insistió en regresar y permanecer en sus territorios ancestrales.

El Centro Nacional de Memoria Histórica acompañó esta iniciativa de memoria histórica con el propósito de contribuir al fortalecimiento de las ideas y capacidades de la comunidad.
El Centro Nacional de Memoria Histórica acompañó esta iniciativa de memoria histórica con el propósito de contribuir al fortalecimiento de las ideas y capacidades de la comunidad.

Hacemos memoria para exigir nuestros derechos

Durante el lanzamiento del libro, sus autoras y autores señalaron que el propósito de reconstruir las memorias de la guerra y de la resistencia es, también, el de exigir que sus derechos humanos —históricamente negados— sean hoy garantizados. «Hacemos memoria para mostrarle al país que, además de las violencias vividas en el conflicto armado, seguimos viviendo la violencia del olvido y el desprecio estatal. Hoy, con nuestras memorias fortalecidas, tenemos más argumentos para exigir una intervención integral del Estado en Riosucio», dijo Jenry Serna. 

La comunidad también recordó que su municipio sigue siendo escenario del conflicto armado y que grupos violentos insisten en imponer sus órdenes sociales y en desterrar, nuevamente, a la población. «Es en este contexto cuando nuestros ejercicios de memoria cobran más sentido. A través de los murales y el libro recordamos los dolores de la guerra, pero también todos nuestros esfuerzos por no desarraigarnos del territorio», recordó Marcial Gamboa Valencia, hermano claretiano y defensor de los derechos humanos. 

Los niños y las niñas de Riosucio reciben esta iniciativa de memoria por parte de sus padres y abuelos. En ellos está la esperanza de un futuro diferente para Riosucio.
Los niños y las niñas de Riosucio reciben esta iniciativa de memoria por parte de sus padres y abuelos. En ellos está la esperanza de un futuro diferente para Riosucio.

La luz siempre prevalece

En adelante, la comunidad de Riosucio espera poner en marcha otros procesos de memoria que contribuyan a la reparación de los tejidos comunitarios, a la renovación de la confianza social y al fortalecimiento de organizaciones de base como la Asociación Rural de Desplazados de Riosucio (Asorude), la Asociación Campesina del Municipio de Riosucio (Acamuri), la Asociación de Memoria Canto a mis Ancestros del Darién Chocoano y la Escuela de Comunicaciones Ronca El Canalete, espacios desde los que la comunidad impulsa diariamente procesos de construcción de paz territorial y resistencia a la violencia.

«Seguiremos haciendo memoria para que todo el mundo sepa que esta tierra es nuestra y que estamos organizados para defenderla y para vivirla dignamente. Que todo el mundo sepa que este es un territorio de hombres y mujeres que aman la vida y que la luz de la comunidad siempre prevalece sobre las tinieblas de la guerra», concluyó Marcial.


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Chocó, CNMH, Corte IDH, Operación Génesis, Riosucio

Lugares de memoria

Lugares que construyen memoria y comunidad

Agenda

Autor

CNMH

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Foto: CNMH

Publicado

01 septiembre 2020


Lugares que construyen memoria y comunidad

  • El CNMH realizó un taller en el que brindó acompañamiento a las autoridades de siete municipios que adelantan procesos de construcción de lugares de memoria.
  • La sostenibilidad económica y social de los lugares de memoria es uno de los temas de formación para los municipios que los contemplan entre sus proyectos.

El pasado 12 de agosto, la Estrategia Nación Territorio y Participación de Víctimas del Centro Nacional de Memoria Histórica realizó el primer taller del módulo de formación Reflexionando sobre los lugares de memoria del conflicto colombiano. Experiencias y aprendizajes, dirigido a autoridades regionales y mesas de participación de víctimas municipales.

En este espacio participaron representantes de siete municipios: Segovia y Angostura (Antioquia), Tierra Alta (Córdoba), San Pablo (Bolívar), Neiva (Huila), Riosucio (Caldas) y Santa Bárbara Iscuandé (Nariño), todos ellos reunidos con un mismo objetivo: entender qué es un lugar de memoria y cómo materializarlo.

De acuerdo con Yohanna Cuervo, enlace nacional de la Estrategia Nación Territorio y quien lideró el taller, los lugares de memoria son iniciativas que surgen de un proceso reivindicativo de visibilización de hechos que afectaron a la comunidad. “Es este proceso el que genera la necesidad de un espacio físico que les permita dinamizar las acciones y permanecer en el tiempo”, sostuvo.

Sin embargo, no en todos los casos los lugares de memoria parten de una iniciativa ciudadana, sino que obedecen al desarrollo de proyectos institucionales que corren el riesgo de no articularse con las organizaciones de víctimas y derechos humanos y pueden convertirse en museos, parques o casas de la memoria inactivos por la falta de apropiación social por parte de la comunidad. “Los lugares de memoria son procesos difíciles, necesitan una sostenibilidad económica, pero también social. No se trata de conseguir unas instalaciones, sino de crear una institución de memoria en el ámbito local”, aseguró Cuervo.

Es por ello que desde el CNMH se vio la necesidad de realizar un módulo de formación para aquellos municipios que incorporan un proyecto para la construcción de un lugar de memoria en su plan de desarrollo, Plan de Acción Territorial (PAT) o en la formulación del Programa de Desarrollo con Enfoque Territorial (PDET). Entre ellos se encuentra Neiva, que tiene proyectado en su plan de desarrollo la construcción de un lugar de memoria que se convierta al mismo tiempo en fuente de ingresos económicos para las víctimas a través de la comercialización de sus productos.

Entre los referentes, se habló del Salón del Nunca Más en Granada (Antioquia), conocido como el primer lugar de memoria en Colombia, que en sus once años de historia ha sido ejemplo de la perseverancia y dignidad de una comunidad que decidió hacer visibles los rostros de cientos de hombres, mujeres y niños víctimas de la violencia. También se presentó el caso de la Minga Muralista del Pueblo Nasa, una iniciativa que traspasó los límites de un espacio y tomó los muros de todo Toribío (Cauca) para retratar escenas de paz y resistencia que generan revitalización cultural y apropiación social.

Cabe mencionar que el CNMH, a través de la Dirección de Museo de Memoria de Colombia, el equipo de Iniciativas de Memoria y la Estrategia Nación Territorio, viene acompañando los procesos de construcción, apropiación y fortalecimiento de lugares de memoria desde 2014. Dentro de ellos se puede mencionar La Casa de la Memoria del Pacífico Nariñense, el lugar de memoria departamental del Meta, el Parque de Memoria de El Castillo (Meta) y la Casa de las Memorias del Conflicto y la Reconciliación de Cali, entre otros.

Una recomendación primordial para las autoridades territoriales al planear un lugar de memoria es reconocer a los actores que han trabajado procesos de memoria en la comunidad y darles participación para generar una visión compartida sobre el lugar. Este fue el primero de tres talleres virtuales que se realizarán con el fin de sentar las bases de los que serán los futuros lugares para la construcción social de la memoria histórica.

Leer más sobre lugares de memoria en Colombia:

https://centrodememoriahistorica.gov.co/la-organizacion-femenina-popular-inauguro-su-casa-museo-de-la-memoria/

https://centrodememoriahistorica.gov.co/la-primera-piedra-del-lugar-para-la-memoria-en-el-castillo-meta/


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Riosucio: la vida sigue adelante

Noticia

Autor

CNMH

Fotografía

Sandra Álvarez

Publicado

09 Ago 2016


Riosucio: la vida sigue adelante

Cada año la comunidad de Riosucio, Caldas, conmemora el recuerdo de sus seres queridos asesinados el 8 de junio de 2003 por las autodefensas.


Las víctimas eran indígenas Emberá Chamí pertenecientes al Resguardo Cañamomo y Lomaprieta, localizado en Riosucio. Entre ellas se encontraban el candidato a la Alcaldía del municipio, Gabriel Ángel Cartagena, gobernador por tres periodos seguidos del resguardo y militante del Partido Comunista. La comunidad de estos resguardos indígenas había denunciado amenazas por parte de los paramilitares, por lo que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la OEA interpuso medidas cautelares a favor de las víctimas desde el 2002.

Héctor Guerrero, habitante de la comunidad expresa que “nosotros como indígenas seguimos defendiendo la lucha de todos en general. Nos quitaron un brazo del árbol, pero las raíces quedan”. Y es que más de 300 personas se reúnen cada año, marchan en Riosucio, alrededor de la vida como espacio de encuentro y unión. Recuerdan, porque así mantienen vivos a todos los que se llevó el conflicto.

Por los hechos, de la masacre de La Herradura como es conocida, un juez especializado de Manizales condenó a 26 años y medio de prisión a Pablo Hernán Sierra García alias ‘Alberto Guerrero’ y a otros mandos medios del grupo armado. Estos exparamilitares no se encuentran postulados a la Ley de Justicia y Paz porque el frente Cacique Pipintá no hizo parte del proceso de desmovilización. La Justicia también halló culpables al suboficial del Ejército Jorge Arturo Osorio y Jorge Arcadio Villada García, para entonces candidato a la Alcaldía de Riosucio.

Publicado en Noticias CNMH



Riosucio, Vida

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