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No te pierdas nuestra segunda semana en la Filbo

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Autor

CNMH

Fotografía

CNMH

Publicado

27 Abr 2015


No te pierdas nuestra segunda semana en la Filbo

El interés de los colombianos por la memoria histórica crece. Alrededor de cinco mil personas, que han disfrutado de la edición número 28 de la Feria Internacional del Libro de Bogotá (Filbo), se han acercado en esta primera semana al stand del Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH), ubicado en el pabellón 6 piso 2.


Y no es para menos, además de la entrega gratuita de unas tres mil publicaciones de los diferentes informes y resúmenes producidos por el CNMH, los visitantes se han acercado de una manera diferente a la comprensión del conflicto gracias a la exposición “Archivos de un presente”, una instalación de la artista francesa Catherine Poncin, así como a los Museos Escolares de la Memoria, una mirada al conflicto a través de las víctimas.

En esta primera semana de Feria, funcionarios del CNMH han entregado cerca de dos mil ejemplares de su revista Conmemora y han atendido a miles de colombianos que quieren conocer más del conflicto, y la resistencia de las víctimas, a través de actividades como el lanzamiento de los resúmenes de cinco informes de memoria histórica, talleres de memoria y conversatorios a propósito de la proyección del documental “No hubo tiempo para la tristeza”.

En la última semana de feria el CNMH continuará con diferentes actividades que buscan que los visitantes conozcan las causas y efectos de las acciones armadas para que no se repitan nunca más y participen en la construcción de paz y reconciliación en el país.

En el cierre de la participación, por segundo año consecutivo, del CNMH en la Filbo, se hará el lanzamiento de la serie radial La Vida Cuenta en braille, al igual que el libro “¡Basta Ya!Colombia: Memorias de Guerra y Dignidad” en las versiones de braille y macrocaracteres, y el libro hablado para las personas con discapacidad visual.

Nuestra programación.

Stand del CNMH, pabellón6, segundo piso. 
  • El taller de Memoria Histórica “Espacio: tejer la memoria” y el foro “Los archivos periodísticos como archivos para la paz” este martes (28 de abril). 
  • La lectura al oído de fragmentos de textos o poemas alrededor de la memoria a través de los “Susurradores de la memoria”.
  • Este miércoles (29 de abril) no se pierda la apertura de la exposición “Relatos de memoria, reconstrucción de un futuro para la paz” de los Museos Escolares de la Memoria, así como el conversatorio “Escribiendo la Memoria: encuentro nacional de creación literaria y gráfica”.
  • La presentación de “Memorias, Territorio y Luchas Campesinas. Aportes metodológicos para la caracterización del sujeto y el daño colectivo con población campesina en la regióncaribe desde la perspectiva de memoria histórica”, el jueves (30 de abril).
  • Las proyecciones de documentales sobre temas de memoria histórica, así como los talleres, es para todo el público. Seguiremos con la entrega gratuita de nuestras investigaciones.
 


FILBo, Memoria Histórica, Semana

Memorias del escritorio de una periodista

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Autor

CNMH

Fotografía

CNMH

Publicado

28 Abr 2015


Memorias del escritorio de una periodista

Gina Morello es la presidenta de Consejo de Redacción, una organización que promueve el periodismo de investigación en Colombia. Es editora de la Unidad de Datos del diario El Tiempo y escritora del libro ‘La ruta del despojo’. En medio de su carrera periodística ha sido una gran usuaria y productora de archivos de derechos humanos, por eso nos acompañará hoy a las 6:00 p.m. en el conversatorio ‘Archivos periodísticos, archivos para la paz’, que se llevará a cabo en la Filbo 2015 (Segundo piso del pabellón 6).


 En esta entrevista nos adelantó de lo que hablará esta tarde.

En medio de su carrera periodística ¿alguna víctima la ha buscado porque necesita una de las notas que usted escribió o de los archivos con los que las sustentó?

“Sí, muchas veces, tanto que en El Meridiano de Córdoba, donde trabajé por más de 16 años, me llamaban ‘la periodista que habla con las víctimas’.

Es que más de una vez me pasó que yo veía que a las víctimas les faltaba algún papel y yo se los ayudaba a conseguir. Una vez me encontré con el caso de un hombre que fue asesinado y que dejó 14 hijos. Ellos me decían que eran dueños de unas tierras pero que los papeles estaban en Turbo y que ellos no se podían aparecer por allá. Entonces fui hasta Turbo y se los conseguí y les expliqué qué tenían que hacer para lograr la restitución de sus tierras. Armé con ellos unas pequeñas fichas para que ellos comprendieran y me fui para mi casa. Al día siguiente me di cuenta, “¡miércoles!, necesito esos documentos porque esa es la historia.

También han buscado mis archivos los profesores y estudiantes que se constituyeron como víctimas en la Universidad de Córdoba, y unas comunidades en Valencia, que buscaban toda la relación de propiedad de la hacienda Las Tangas (base paramilitar de los hermanos Castaño Gil en Córdoba), yo tenía ese documento entre mis archivos”.

¿Y cómo es su archivo?

“Antes eran varias cajas de cartón sin ningún orden, pero del 2004 para acá, que empecé a investigar para mi libro, decidí ponerles orden. Tengo mis archivos en carpetas ordenadas por temas y guardados en varios muebles en Montería. Allí hay información de algunos casos de despojo de tierras en Córdoba, sentencias, contratos, el historial de los registros de propiedad de algunas tierras, casetes con entrevistas, etc.

Alguna parte ya la tengo escaneada y en la nube. Allí tengo unas fichas descriptivas que me permiten buscar fácilmente información. Por eso, a veces todavía me llaman de El Meridiano a preguntarme por documentos”.

Pero muy pocos periodistas son tan ordenados con sus archivos…

“Sí, es una obsesión que tengo. Muchas veces mis compañeros me miraban y me decían ‘¡estás loca!’, y yo les respondía: ‘esto me facilita la vida’. Es que son muchos años de reportería que no se pueden perder. Y como yo, hay muchos otros periodistas que tienen mucha información guardada en sus escritorios…”

¿Y qué tan factible ve que los periodistas compartan sus archivos?

“Es una tarea dura en Colombia. Es que a nosotros los egos nos matan, es necesaria una labor de convencimiento. Una buena forma sería ofreciéndoles ayuda para organizar sus archivos”.

El tema es complicado, fíjese que entidades como la Biblioteca Nacional no se atreven a digitalizar los archivos de la prensa reciente porque está protegida por Derechos de Autor y es una lástima porque víctimas de todo el país podrían beneficiarse de que esta información fuera de acceso masivo… ¿qué piensa usted de eso?

“Pienso que si uno decide ser periodista es porque uno desea acercarse a las personas de una manera transparente y trabajar con un bien público. El periodismo es un bien público y tiene una responsabilidad con la sociedad y con la historia, eso no puede irse a un lugar con candado al que acceder tenga un precio”.

¿Cree que los medios se podrían beneficiar si abrieran sus archivos para la consulta masiva?

“Yo creo que sí, y si pensáramos un proyecto, así como una gran hemeroteca digital de Colombia, sería maravilloso y podría estar integrado a la Ley de acceso a la información. Cuando una persona quiere contextualizar un hecho, ¿qué es lo primero que hace?: Va a los archivos de los medios de comunicación, pero a veces acceder a estos es complicadísimo.

Los medios no pueden olvidar que se deben al público que los consume.  Yo tengo la teoría de que para sobrevivir a este mercado tan cambiante, los medios tienen que pensar cómo le ayudan a los ciudadanos. En mi opinión la forma de ayudarles es haciendo un periodismo que les explique cosas, y un periodismo al cual puedan tener acceso”.

Los otros ponentes del conversatorio serán:

Carolina Botero. Experta en acceso a la información. Dirige el grupo de trabajo en Derecho, Internet y Sociedad de la Fundación Karisma y es co-líder de Creative Commons en Colombia. Abogada con maestrías en Derecho Internacional y de la cooperación y en Derecho de comercio y la contratación.

Luis Rodolfo Escobedo. Asesor del Observatorio Nacional de Memoria y Conflicto del CNMH. Licenciado en ciencia política con diploma de estudios avanzados en sociología. Ha sido consultor del entonces Observatorio del Programa Presidencial de derechos humanos y Derecho Internacional Humanitario (hoy Consejería Presidencial), consultor de la Subdirección de Prevención y Atención de Emergencias de la Unidad para la Atención y Reparación Integral a las Víctimas  y del Centro de Estudios y Análisis en convivencia y seguridad ciudadana de la Alcaldía de Bogotá. También ha sido consultor externo en la Fundación Ideas para la Paz.

Gloria Castrillón. Periodista con estudios de maestría en asuntos internacionales y resolución de conflictos. Es editora de investigaciones de la revista Cromos, con 20 años de experiencia en medios escritos y online. Se ha dedicado en los últimos años al cubrimiento del conflicto armado y las negociaciones de paz con las Farc, el Eln y las Auc.

La moderación estará a cargo de Álvaro Sierra, periodista, profesor y conferencista en temas de medios, paz, conflicto y drogas ilícitas. Tiene cerca de 30 años de experiencia en cubrimiento y análisis de conflictos armados.

 


CNHM, Memoria, periodista

Segovia también recuerda la masacre de 1996

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Autor

CNMH

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El Colombiano, Medellín, 25 de abril de 1996

Publicado

29 Abr 2015


Segovia también recuerda la masacre de 1996

Segovia, un pequeño pueblo minero, se levanta entre las montañas del Nordeste de Antioquia. En el parque central hay un monumento que rinde homenaje a las víctimas de la masacre del 11 de noviembre de 1988. Sin embargo, su tamaño no parece hacerle justicia a la magnitud de los hechos violentos que ha padecido su población.


La comisión del Centro Nacional de Memoria Histórica, CNMH, llegó el viernes 24 de abril después de cuatro horas de viaje por tierra desde Medellín. El objetivo: asistir y participar en la primera conmemoración de la masacre ocurrida el 22 de abril de 1996.

Los hechos: la masacre de La Paz y El Tigrito, Segovia, 22 de abril de 1996

Con advertencias anónimas de un asesinato masivo, el pueblo de Segovia ya se preparaba para lo peor. Grafitis intimidantes, llamadas amenazadoras, extraños caminando por las calles encapuchados, boletines con advertencias que llegaban debajo de las puertas infundieron terror en la población.
Finalmente, el 22 de abril, a las 2:25 pm, aterrizó en el aeropuerto de Otu una avioneta comercial. Entre sus pasajeros se encontraban seis hombres que llegaban hacer parte del grupo victimario.

El capitán Rodrigo Antonio Cañas Forero, del Ejército Nacional, los esperaba en la pista para recibirlos. Tras mantener unas charlas en la base militar de Otu y en el estadero del aeropuerto, estos seis hombres se reunieron con otros dos que habían llegado, por tierra desde Medellín, en un carro de la empresa Frontino Gold Mines (FGM).

Montados en un campero y después de varios inconvenientes, los ocho hombres llegaron a las 7:40 p.m. al salón de billares Villa Flay ubicado en el barrio La Paz (casco urbano de Segovia). Encapuchados y armados con granadas, pistolas automáticas y revólveres, estos sicarios obligaron a las personas que se encontraban dentro del establecimiento a tenderse en el piso. Acto seguido, los ejecutaron. Solo algunas pocas personas lograron salvarse, pues aprovecharon los cortos momentos en que los victimarios se quedaban sin municiones. Cuando un hombre que se encontraba allí devolvió el fuego, los sicarios abandonaron el lugar.

Pero el terror no acabó. A las 8:00 p.m. el campero se estacionó frente al salón de billares El Paraíso, en el barrio José Antonio Galán (o El Tigrito); los hombres armados descendieron del vehículo para repetir el ataque.  Finalmente, estos ocho asesinos emprendieron la huida por la vía hacia Puerto Berrio dejando una estela de muerte a su paso.

La conmemoración

A las 10 de la mañana del 25 de abril de 2015, víctimas del conflicto armado en Segovia y sus alrededores empezaron a llegar a la Casa de la Cultura del pueblo. Allí, abogados provenientes de Medellín y de Bogotá, invitados por la Asociación de Víctimas y Sobrevivientes del Nordeste Antioqueño, atendieron individualmente a cada una de las familias para escucharlos, resolver sus inquietudes y brindarles una asesoría jurídica de acuerdo con cada caso.

A las 2:30 p.m. se dio inicio formal a la primera conmemoración de la masacre de 1996, 19 años después de los hechos. Luis Fernando Álvarez, director de la Asociación de Víctimas y Sobrevivientes del Nordeste Antioqueño, recordó a los asistentes que allí no solo los convocaba la masacre del 96, sino todas las ocurridas en el pueblo y todas las otras formas de violencia que han llenado de luto y de dolor a Segovia. Además, recalcó que las muertes no fueron aisladas, fueron premeditadas y con ellas se buscó silenciar los proyectos de vida de muchas comunidades y a la oposición política. “Queremos que estos hechos no se vuelvan a repetir en el futuro y podamos vivir sin escuchar el fuego de las metralletas y de los fusiles; que todas las comunidades levanten la memoria en honor de todas las personas que fueron asesinadas”, afirmó.

Cuando Luis Fernando Álvarez finalizó su intervención, la canción “No se puede sepultar la luz” empezó a sonar en el fondo del auditorio. En la pared central, frente a todos los asistentes, los nombres de las víctimas fatales y lesionadas de la masacre de 1996 empezaron a aparecer, uno por uno. Luego, empezaron a pasar lentamente antiguas noticias de prensa sobre los hechos publicados en los periódicos y revistas más importantes del país. El silencio se apoderó del salón.

Al finalizar la canción, Daniel Cabezas, religioso jesuita, se tomó el estrado para recordarles a los asistentes la importancia de seguir creyendo en Dios porque siempre está caminando al lado de cada una de las personas. Pidió recordar a las personas que murieron para decir “No Más” y seguir con la convicción de construir un país mejor.
Acto seguido, el grupo de hip hop, The raza, se subió al escenario. Inspirados en las historias de sus padres y en lo que vivieron desde pequeños, estos chicos nacidos en Segovia aprendieron a plasmar sus angustias, dolores y palabras de protesta en canciones. Además de cantar dos de sus composiciones, invitaron a los asistentes a recordar a las personas que ya no están, pero que nunca se olvidarán.“Memorias de un pueblo” retumbó en el lugar como un homenaje a las víctimas.

Posteriormente Ronald Villamil, investigador del CNMH y relator del informe “Silenciar la democracia. Las masacres de Remedios y Segovia 1982 – 1997”, subió al escenario para presentar la segunda edición de esta importante investigación. Además de agradecer a las personas que hicieron posible la realización de este texto, Villamil enfatizó en las deudas que tiene el Estado con esta comunidad. Asimismo, explicó las novedades que incluye esta segunda edición del informe, entre las que se cuenta la condena al político liberal César Pérez García como determinador y coautor de la masacre de 1988.

Luego, algunas víctimas presentes reclamaron justicia, verdad y reparación, y exigieron que estos hechos no se vuelvan a repetir.

A la salida del evento, todos los asistentes recibieron un ejemplar del texto “Silenciar la democracia”.

 


Conmemoración, Masacre, Segovia

Objetos como testimonios de las víctimas

Noticia

Autor

Daniel Yepes.

Fotografía

CNMH

Publicado

29 Abr 2015


Objetos como testimonios de las víctimas

La exposición Relatos de Memoria, reconstrucción de un futuro de paz, presente en el stand del Centro Nacional de Memoria Histórica (en la Feria Internacional del Libro de Bogotá, pabellón 6,segundo piso), recoge objetos cotidianos que son el testimonio, la voz y presencia de las víctimas del conflicto armado.


Y es que este miércoles se inauguró oficialmente la exposición de Museos Escolares de la Memoria (MEMO), propuesta del departamento de sociales del colegio Los Nogales, gracias a la alianza educativa con el colegio La Giralda, y apoyada por la Dirección de Museo del Centro Nacional de Memoria Histórica, que vincula a estudiantes, docentes, familiares y amigos para reflexionar sobre el conflicto armado y la memoria; una mirada que trasciende los textos escolares y las aulas.

Zapatos, anteojos, cuadernos, fotografías, juguetes, todos hacen parte de la muestra que pretende sensibilizar a los visitantes y conectarlos con la memoria de nuestro país de una manera más personal, a través de los relatos humanos que hay detrás de cada objeto y que van más allá de las noticias y las estadísticas.

“Esos zapatos significan todo lo que él camino. Él llegó con los pies hinchados y llenos de llagas. Esos zapatos significan un camino que tuvo que recorrer a la fuerza: lo metieron en un conflicto en el que no tenía nada que ver y esos zapatos estuvieron en el camino doloroso de su secuestro”, dijo una de las familiares de las víctimas que participaron en el proyecto.

Catalina Orozco, de la Dirección de Museo del Centro Nacional de Memoria Histórica, aseguró que “liberar estas historias y objetos para su apropiación pública es un acto de valor y amor de los estudiantes y las familias que contribuyeron. Es un ejercicio generoso de memoria para contrarrestar el olvido”. Y resaltó el hecho de que en el contexto de los diálogos de paz es prioritario abordar temas de memoria histórica en el aula para cimentar las ciudadanías del futuro, para relacionarse de manera no violenta.

“¿Cómo evitar caer en la misma lógica de la guerra que hemos tenido siempre? Recordando que no podemos repetir las mismas historias, que no podemos contar en números a las víctimas, logrando que las personas se den cuenta que el conflicto nos toca a todos y que tenemos que reconocer y reparar a las víctimas”, expresaron los estudiantes durante la inauguración.

También Germán Ferro, antropólogo y jurado de la convocatoria que resultó seleccionada, contó que luego de leer más de 50 proyectos participantes, la decisión de los jurados fue unánime en torno a esta propuesta. “La relación entre memoria y museo es muy fuerte y absoluta. La memoria tiene un lugar preponderante para pensar la historia”. Y advirtió que no solo debe hacerse desde los libros sino que “la memoria de relatos orales y de las comunidades son un elemento histórico por excelencia”. Y eso es precisamente lo que motivó a los jurados: el relato tejido desde la comunidad y la sensibilidad para contarlo.  

Así mismo, el profesor Arturo Charria, gestor del proyecto en el colegio Los Nogales, invitó a reflexionar a los espectadores entorno a las historias contadas en la muestra y a preguntarse y a trabajar por las que aún nos queda por narrar.

La exposición estará en el stand hasta el próximo 4 de mayo en la Feria del Libro de Bogotá. 

 


Objetos, Testimonios, Víctimas

Pizarro

Noticia

Autor

CNMH

Fotografía

CNMH

Publicado

30 Abr 2015


Pizarro

Hay algo que vale más que todo el oro del mundo o que el triunfo en todas las guerras: el amor de un padre y María José Pizarro lo sabe. “¿Por qué se matan los colombianos?”, “¿Por qué conformaste una familia si querías continuar en la guerra?”, son algunas de las preguntas que recorre a lo largo de 70 minutos la hija del que fuera el comandante del M19. Cuestionamientos alrededor del amor y la guerra en la película “Pizarro” de Simón Hernández.

Un documental en el cual María José reconstruye los pasos de su padre e intenta descubrir – así a veces parezca imposible- la verdad sobre su asesinato. La película muestra un Carlos Pizarro carismático, abierto al diálogo, amoroso y esperanzado por la paz. Muestra una hija que sufrió el exilio y la pérdida de su héroe, una caminante, una luchadora, una mujer que también cuestiona las consecuencias de la guerra.

“Pizarro” es la expresión del proceso de dolor por la pérdida más cercana; padre e hija se recuerdan a través de cartas de amor y fotografías, siendo las imágenes y las letras la única forma de reconstruir el pasado. Esta es la historia de María José, que está atada a la memoria de su padre, a los vagos recuerdos que le quedan de él y a los relatos que reconstruye de los demás.

El pasado 26 de abril se conmemoraron 25 años del asesinato de este líder político y qué mejor manera que recordarlo que a través de la mirada de su hija. [Leer: Pizarro descansa en un monumento de paz]

 

 


Concurso, Museo Nacional de la Memoria, Pizarro

Comunicado a la opinión pública

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Autor

CNMH

Fotografía

CNMH

Publicado

30 Abr 2015


Comunicado a la opinión pública

El Centro Nacional de Memoria Histórica, CNMH, rechaza el asalto a sus instalaciones, en la madrugada de este jueves, 30 de abril, por parte de delincuentes.

En el hecho, ocurrido a las 2 de la mañana, un hombre ingresó por el techo de la sede general del CNMH, y sustrajo cinco computadores personales y dos cámaras fotográficas.

En las instalaciones del CNMH hicieron presencia agentes de la Policía Nacional y del Cuerpo Técnico de la Fiscalía, quienes iniciaron la investigación sobre este hecho lamentable.

La primera hipótesis de las autoridades es que este robo habría sido cometido por delincuencia común.

El Centro Nacional de Memoria Histórica, como entidad del Estado, reitera la necesidad de proteger y respetar el trabajo por la defensa de las víctimas del conflicto armado y por la preservación de la memoria histórica.

 


CNMH, Comunicado, Opinión

Voces de agua y tierra desde la región Caribe

Noticia

Autor

CNMH

Fotografía

CNMH

Publicado

03 May 2015


Voces de agua y tierra desde la región Caribe

A finales de 2012 líderes campesinos de la región Caribe enviaron una solicitud al CNMH. Fue a partir de allí que la entidad inició una primera fase de trabajo que tenía como fin realizar el diseño metodológico de una de investigación que, desde la memoria histórica, aportara elementos para la caracterización del sujeto y el daño colectivo con campesinado.

Como resultado de esta investigación, el pasado 30 de abril, en la Feria Internacional del Libro de Bogotá, se presentó el documento de trabajo “Memorias, territorio y luchas campesinas” y se lanzó el largometraje “Voces de agua y tierra”. Desde las memorias de los campesinos de la región Caribe”.

Gonzalo Sánchez, Director del CNMH, recalcó la invisibilización de la que ha sido objeto el campesinado en el país e insistió en que el Estado y la sociedad colombiana, deben reconocer su condición de víctimas del conflicto armado. “Reconocer la voz del campesino como una voz colectiva es incluirlos en las políticas de desarrollo”, afirmó.

Por su parte, Marcus Von Essen, Jefe de Cooperación de la Embajada Alemana, destacó esta primera fase del trabajo como un logro concreto que ha alcanzado la cooperación alemana con Colombia. Además, mencionó que, aunque cada país tiene su propia historia, los alemanes pueden servir de ejemplo para reconstruir memoria debido a los años de violencia que se vivieron en ese país. “La memoria histórica es esencial para la reconciliación y nosotros queremos acompañarlos en la búsqueda de esa verdad histórica”.

José Rivera Mesa, líder campesino de la región Caribe, hizo un balance del desarrollo de ese trabajo investigativo condensado en el documento y afirmó que se trata de un aporte del campesinado al proceso de construcción de paz desde los territorios. Asimismo, aseguró que este trabajo es solo una primera etapa de un proceso que debe continuar para llenar de contenido la caracterización del campesinado como sujeto de reparación.

Al finalizar la proyección del largometraje, los asistentes tuvieron la oportunidad de conversar con los y las integrantes del equipo de investigación local, campesinos y campesinas de los departamentos de Sucre y Bolívar.

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Esta iniciativa, que contribuye a la construcción de paz en Colombia, fue seleccionada en el año 2014 por el Departamento Nacional de Planeación (DNP) como una de las propuestas institucionales de entidades estatales colombianas para ser apoyada con recursos no reembolsables de la Cooperación Alemana, a través del KFW (Banco Alemán de Desarrollo), en el marco de la primera fase del préstamo programático de “Apoyo a la Construcción de Paz en Colombia” acordado entre el gobierno colombiano y el gobierno alemán.

*Tanto el documento como el largometraje son resultado del esfuerzo conjunto adelantado por el CNMH, algunas organizaciones campesinas de la Costa Caribe, la cooperación Alemana y el Departamento Nacional de Planeación. 

 


Agua, Caribe, tierra, Voces para transformar

Lanzamiento del ¡Basta ya! en braille

Noticia

Autor

CNMH

Fotografía

CNMH

Publicado

04 May 2015


Lanzamiento del ¡Basta ya! en braille

  • 5.000 ejemplares del informe general de memoria histórica ¡Basta Ya! en braille, macrocaracteres y libro hablado conforman la primera colección de materiales accesibles del Centro Nacional de Memoria Histórica.

  • Alrededor de 1´200.000 personas con discapacidad visual encontrarán estos materiales en las 1.404 bibliotecas del sistema público.

Los colombianos con discapacidad visual tendrán acceso a material especializado que les permitirá comprender mejor el conflicto colombiano. El próximo lunes 4 de mayo, en el cierre de la 28ª edición de la Feria Internacional del Libro de Bogotá, el Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH) presentará la colección de materiales accesibles para este grupo de la población.

Se trata de un paquete integrado por la serie radial “La vida cuenta” en braile, además del informe “¡Basta ya! Colombia: memorias de guerra y dignidad” con formatos en braille, macrocaracteres y libro hablado que busca contribuir al derecho a la verdad de la población colombiana. 

Con esta nueva línea de productos, las personas en situación de discapacidad visual que estén interesadas en profundizar sobre los temas de la memoria histórica del conflicto armado contemporáneo cuentan con esta herramienta que les permite el acceso a la información contenida en el informe general de memoria histórica producido por el CNMH con el fin de dar a conocer a la sociedad colombiana la historia, el desarrollo y las transformaciones de la guerra, al igual que las diferentes iniciativas de memoria por parte de las comunidades que han sufrido los rigores del conflicto armado.

“Esta nueva línea de productos accesibles son fundamentales para garantizar el derecho a la información que tienen todas las personas, independientemente de sus condiciones físicas, sensoriales o mentales”, expresóNayibe Sánchez Rodríguez, del grupo de enfoques diferenciales, discapacidad y personas mayores del CNMH.

En el evento de presentación participarán Camila Medina, Directora de Construcción de la Memoria del CNMH; Carlos Parra Dussan, Director del Instituto Nacional para Ciegos (INCI); Lili Montes, Subgerente de Radio RTVC y varios representantes de organizaciones para personas invidentes. Además, se hará entrega de la colección de materiales accesibles y algunas personas en situación de discapacidad leerán fragmentos del informe Basta Ya en braille.

Fecha: lunes 4 de mayo

Lugar: pabellón 6 piso 2 stand del CNMH en la Filbo

Hora: 6:00 p.m.

 


Basta Ya, Braille, Educación, Lanzamiento

Las huellas no deben estar en nuestro cuerpo

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Autor

CNMH

Fotografía

© César Romero para el CNMH

Publicado

05 May 2015


Las huellas no deben estar en nuestro cuerpo

Esta vez no se conmemoraba una fecha exacta, un hecho victimizante específico ni un territorio concreto, la consigna de las víctimas era “¡Basta ya!” de la violencia en el conflicto armado contra todas las mujeres del país.


Desde muy temprano, el pasado jueves 30 de abril, varias mujeres víctimas de la Mesa de Participación Efectiva de Víctimas del Municipio de Pasto estuvieron en las emisoras radiales de la ciudad. El objetivo: invitar a los ciudadanos a la ‘Conmemoración a la mujer víctima del conflicto armado’. Para muchas era la primera vez que se escuchaban en un radio; y es que en aquel día para las mujeres de la mesa municipal muchas cosas eran la primera vez: fueron homenajeadas las organizadoras y hasta las maestras de ceremonia.

A las 2:00 p.m., en la Plaza de Nariño, la lluvia empezaba a disolver a los grupos de caminantes que pasaban por la zona. Aún así se daba inicio al evento, las víctimas tomaron los micrófonos e invitaron a los desprevenidos y a los asistentes a acompañarlas en la primera actividad: pintarse las manos de blanco para plasmar las huellas en la acera de la plaza. Cristina González, coordinadora de la Mesa de Participación Efectiva de Víctimas de Pasto, fue una de las primeras en poner la huella. “Las mujeres han sido victimizadas de muchas maneras y métodos, violencia que ha dejado huellas en nuestras vidas y nuestros cuerpos. Por eso queremos pasar esas huellas a un lugar público, porque las huellas no deben estar en nuestro cuerpo”, comentaba Cristina poco después de alentar a ciudadanos, niños y algunos hombres pertenecientes a la fuerza pública  a dejar sus huellas.

En la plaza, Cristina no pasaba desapercibida, pues es la primera transgénero en llegar a la coordinación de una mesa municipal de víctimas tras ser elegida días antes de la conmemoración que se celebraba. “Todo esto salió de iniciativa de nosotras, claro, con apoyo de varias instituciones, y es para poner los ojos en los enfoques diferenciales de los hechos de violencia. Por eso repartimos flores, colocamos exposición fotográfica, para contribuir a la memoria y a la reconciliación”,  expresaba Cristina.

El cielo sobre Pasto empezó a oscurecerse y los asistentes al evento se trasladaron al Teatro Imperial para ver la obra de teatro ‘Mercedes, el río que canta’, que hablaba de la mujer en el conflicto armado y sus luchas y resistencias en este.

Al finalizar, no faltaron los agradecimientos al apoyo institucional que la conmemoración tuvo. La alcaldía de Pasto, el Centro nacional de Memoria Histórica, la Personería Municipal, la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional –USAID; la Organización Internacional para las Migraciones –OIM, y la Corporación Escénica de Pasta La Gagua, fueron nombrados dando fin al evento donde se conmemoraron las mujeres y sus luchas, todas aquellas que han vivido el conflicto armado, como las de Bahía Portete, las Madres de Soacha, y todas las que han llevado la batuta de la resistencia, la justicia y la verdad.

Publicado en Noticias CNMH



Basta Ya, Conflicto Armado, Territorio, Violencia

Experto en arquitectura habla sobre el Museo de la Memoria

Noticia

Autor

CNMH

Fotografía

César Romero para el CNMH

Publicado

05 May 2015


Experto en arquitectura habla sobre el Museo de la Memoria

Con José Fernando Viviescas Monsalve, arquitecto urbanista y asesor de la Dirección del Museo  Nacional de la Memoria (MNM) del Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH), hablamos sobre el Concurso de diseño Arquitectónico del Museo Nacional de la Memoria.


Las pre-bases del Concurso fueron publicadas el pasado 9 de abril coincidiendo con el Acto de Presentación del Predio. ¿Qué expectativas tiene de este Concurso?, ¿cuántas propuestas se podrían recibir?

“El Concurso abre el camino para que la arquitectura y el urbanismo, como profesiones y disciplinas del pensamiento y la creación, aprovechen esta oportunidad para expresarse crítica y responsablemente frente al fenómeno más impactante que ha desarrollado la sociedad colombiana en toda su historia: la violencia, respecto a la cual el ámbito profesional colombiano nunca se han manifestado de manera comprometida.

Es, también, el momento para que dejen una impronta  articulada a la fundamentación de la producción de nuevas ciudadanías, esto es, de maneras conscientes y respetuosas de establecer relaciones con los otros, con la naturaleza, con la imaginación.

No tengo elementos para hacer un cálculo, pero si se presentan varias decenas de propuestas estaríamos frente a un panorama alentador con respecto a la necesidad, inaplazable, de dotar a Colombia con centros de pensamiento y, a la vez, de íconos y símbolos que referencien la cotidianidad de nuestros centros poblacionales en una perspectiva de pensamiento crítico”.

La Sociedad Colombiana de Arquitectos ha realizado concursos muy importantes en todo el país. ¿Ya se han dado experiencias similares?

“En el orden interno no existe ninguna de la significación, la complejidad y la magnitud del Museo Nacional de la Memoria. Poner de manera consciente, en el espacio público de la capital del país, un ícono que convoque permanentemente al conocimiento, la reflexión, la crítica y a la superación de la característica más permanente y determinante de nuestra configuración como nación, esto es, la reacción violenta frente a la diferencia, instituye una actitud sin precedentes políticos y culturales en toda la historia nacional y, por tanto, para las disciplinas del espacio constituye una convocatoria que pone a prueba toda sus consistencia académica y científica.

En el ámbito mundial, en cambio, esta es una práctica cultural que, especialmente, después de la llamada Guerra Fría ha venido proliferando. Por fortuna, se ha venido generalizando un proceso de reconocimiento de lo absurdo, del recurso a la violencia, que ha permitido ir extendiendo la construcción de museos de la memoria como un componente natural de las planeaciones urbanas contemporáneas y de la generación de nuevas ciudadanías”. 

¿Cuál debería ser la premisa de diseño que deben tener en cuenta quienes participen en el concurso?

“El proyecto tendría que prefigurar un hito del espacio público que, en su propuesta arquitectónica y urbanística, convoque a criticar el pasado para crear, individual y colectivamente, un futuro que asegure la no repetición de los hechos que estamos deplorando”.

¿Cómo se diseña un lugar para acoger las memorias del conflicto armado que al mismo tiempo sea reparador?

“Es necesario apelar a una gran sensibilidad y a un profundo conocimiento crítico de la capacidad destructiva de la violencia para exponer simbólicamente –en un hito urbano- lo absurdo (“estúpido”, dijo Mandela) de la eliminación del otro en la controversia. Su interior, la arquitectura del edificio, tiene que garantizar la posibilidad de que el conocimiento y la reflexión y el despliegue de la creatividad cultural, evidencien permanentemente la necesidad del tratamiento consciente del conflicto como parte de la construcción de la sociedad”.

¿Cuál es su posición frente a la relación entre arquitectura y memoria?

“La arquitectura es la materialización estética del re-conocimiento crítico del acontecimiento -de la Memoria- en el ámbito colectivo, en el espacio público. De esa manera lo convierte en referente permanente y cotidiano. Además, es el arte que en su propio ser, en su devenir, en su funcionamiento guarda la memoria para que la ciencia y los demás campos artísticos puedan convertirla en  potencia creativa hacia el futuro.

¿Cuál puede ser el papel de los arquitectos en la construcción de la paz?

“Ante todo, imaginar una arquitectura que albergue dignamente las acciones y actividades de los hombres y las mujeres que la construyen y habitan; que propenda por la contemplación, la reflexión y el pensamiento críticos, y que mantenga viva la sensibilidad y la solidaridad en las relaciones de los humanos entre sí y con la naturaleza (con las demás especies) y con las expresiones de la imaginación”.

En el diseño de museos similares al MNM a nivel internacional, se han realizado invitaciones a firmas prestigiosas o se reciben propuestas con nombre propio. ¿Cuáles son las ventajas de hacer un concurso público en donde las propuestas serán anónimas para el jurado?

“La compleja singularidad de los conflictos colombianos, la diversidad de sus orígenes y la multiplicidad de sus consecuencias implican un objeto de trabajo que no tiene precedentes en el concierto internacional, por lo cual es de esperarse que sus interpretaciones sean también  múltiples. En ese sentido, el concurso se constituye en una manera de ofrecer el ámbito para que salgan y se ubiquen en el espacio  público, para su examen y debate, tantas propuestas como sean posible”.

Los jurados seleccionados son los arquitectos Willy Drews, Clemencia Escallón, Mauricio Pinilla, Efraín Riaño y Mario Figueroa. ¿Qué opinión le merece este panel?

“El jurado constituye una potente amalgama de conocimiento y de sensibilidad arquitectónica y urbanística contemporánea, nacional e internacional, con el manejo riguroso y profesional de la función expositiva y  de la problemática de la memoria. Seguramente ya han tenido una idónea comprensión de lo que las bases del concurso han planteado y ello garantiza una labor de juzgamiento excelente”.

Hay algunos autores que afirman que los museos son las nuevas catedrales urbanas. El MNM tendrá un fuerte componente de diseño urbano en tanto que involucra la Plaza de la Democracia, la escultura Ala Solar, el Eje de la Memoria y la Paz, y el panorama hacia los cerros orientales. ¿Qué especificidades a nivel urbano o territorial considera que deben tener en cuenta los proponentes?

“Además, está ubicado en el punto de confluencia de las tres más importantes avenidas bogotanas: El Dorado (Calle 26),  La Norte-Quito Sur (la Carrera 30) y Las Américas, equidista con todos los puntos cardinales de la ciudad, y es perfectamente perceptible desde Monserrate. Prácticamente es imposible no verlo. Así que, más allá de constituir la materialización física de la reconstitución política y cultural de la Nación colombiana, será el hito urbano ciudadano más notable de Bogotá”.

Algunos arquitectos señalan que este es un concurso particularmente complejo porque hay elementos antagónicos a nivel conceptual, por ejemplo mantener una escala humana y hacer un diseño monumental…

“Particularmente, desde la consolidación del Movimiento Moderno, la arquitectura resolvió ese problema con la consolidación y la legitimación formal del espacio público democrático: el ámbito donde se define lo que nos determina todos y todas. En esa dirección, en América Latina y en Colombia se han aportado formalizaciones excelentes: El Museo de Antropología en México D.F. (Pedro Ramírez Vásquez), la Plaza Cubierta en la Universidad Central de Venezuela en Caracas (Carlos Raúl Villanueva), el Museo de Arte Contemporáneo de Niteroi en Brasil (Oscar Niemeyer), el Museo Quimbaya en Armenia (Rogelio Salmona). Las referencias programáticas van por el camino que abrieron esos clásicos”.

¿Cómo se imagina arquitectónicamente el Museo Nacional de la Memoria?

“Como un hito urbanístico, arquitectónico y estéticamente contemporáneo, que al servir como referencia del espacio público metropolitano permita, en la funcionalidad de su interior y su entorno inmediato, el desarrollo del estudio y la reflexión sobre los estragos de la violencia y el valor de las resistencias pasadas”.

 


Arquitectura, Museos de Memoria

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