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“Todos somos memoria” en el Parque de la 93

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Autor

CNMH

Fotografía

CNMH

Publicado

18 Nov 2014


“Todos somos memoria” en el Parque de la 93

Desde el año 2012, el Museo Nacional de la Memoria (MNM) viene adelantando su construcción social a partir de convocatorias, procesos expositivos, apoyo a sentencias, acompañamiento a entes territoriales y proceso de conceptualización del proyecto del Museo, entre otros trabajos más. Todas estas acciones se enfocan al  reconocimiento, dignificación, articulación y acompañamiento de las diversas iniciativas y acciones de memoria que tiene el País.

Como parte de esta construcción social, el CNMH ha diseñado la exposición Todos Somos Memoria, una exhibición que se lanzó en octubre durante la VII Semana por la Memoria en el Centro Cultural Gabriel García Márquez de Bogotá y que ahora se presenta desde el 15 hasta 30 de noviembre en el Parque de la 93 (Cra. 11A y 13 entre calles 93A y 93B).

“Queremos ampliar los públicos que habitualmente manejamos en los eventos. Así como lo dicta la ley (1448 del 2011) debemos llegar a todos los sectores, víctimas o no víctimas, para lograr una comprensión  del conflicto. El Parque de la 93 resulta un espacio que maneja distintos públicos, además, tiene antecedentes de índole cultural donde se puede presentar la construcción del Museo Nacional de la Memoria”, asegura Ana Gabriela Jiménez, integrante de la Dirección del Museo de la Memoria del CNMH.

En la muestra se presentan fotografías e imágenes de los procesos que siguen contribuyendo a la creación física del MNM para que la sociedad continúe familiarizándose y reconociendo los esfuerzos que realizan las víctimas y sus acciones de resistencia en clave de memoria.

“Otras de las razones por las que se plantea llevar ´Todos Somos Memoria´ al Parque de la 93 responde a que cerca de allí, en la Embajada de Francia tenemos Memorias Plurales Del Conflicto, otra exposición que lanzamos hace algunas semanas.  La idea es aprovechar las dos exhibiciones y construir un circuito de exposiciones creadas por el CNMH en esta zona de la ciudad”, finaliza Ana Gabriela.

 


Bogotá, Conmemoración, Memoria Histórica, MNM

El CNMH se iluminó con Infrarrojo

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Autor

CNMH

Fotografía

CNMH

Publicado

16 Dic 2014


El CNMH se iluminó con Infrarrojo

Con fotografías que narran historias de denuncia, resistencia y memoria,  el pasado viernes 12 de diciembre se realizó la premiación de la convocatoria Infrarrojo, historias de luz que no se ven en Bogotá. Personas provenientes de diferentes partes del país recibieron el reconocimiento público y observaron cómo sus imágenes cubrían la fachada del Centro Nacional de Memoria Histórica.

“La convocatoria es muy importante para el CNMN en varias dimensiones: al apuntarle como material de insumo para el CNMH, especialmente como parte de las compilaciones de los primeros materiales del futuro Museo Nacional de la Memoria. Pero, también, como un proceso que reconoce en el oficio del fotógrafo la labor del guardián de la memoria… Estos nuevos-viejos relatos serán el corazón del Museo Nacional de la Memoria, y serán observados, leídos, discutidos, transformados y resignificados, como toda memoria, por parte de las siguientes generaciones”, aseguró Vladimir Melo, investigador del CNMH y jurado de la Infrarrojo.

Así mismo, los ganadores agradecieron el trabajo que realizó el CNMH con la convocatoria e invitaron a continuar haciendo este tipo de acciones que exaltan el trabajo de memoria que se hace en el país, como lo aseguró Luis Eduardo Morales, uno de los ganadores en la línea de álbumes familiares de Infrarrojo.

Después de la premiación, a las 6 pm las fotografías de los ganadores se proyectaron en la casa del CNMH (Carrera 6 Nº 35 – 29, Bogotá) donde  los ganadores conocieron el trabajo de sus colegas, además de apreciar sus imágenes en gran formato.

Infrarrojo recibió más de 1200 las fotografías en las líneas Fotógrafos experimentados, fotógrafos aficionados, medios comunitarios y  álbumes familiares. En cada una de ellas se plasmaba diferentes maneras de vivir el conflicto armado. Al final,  25 trabajos fueron reconocidos pero en todas las imágenes se logró evidenciar cómo la fotografía juega un papel importante en la memoria del país.

 

 


Bogotá, CNMH, Fotografía, Memoria, Memoria Histórica

Foro por el Eje de la Memoria en Bogotá

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Autor

CNMH

Fotografía

CNMH

Publicado

06 Abr 2015


Foro por el Eje de la Memoria en Bogotá

Este viernes 10 de abril se realizará el foro feria, un espacio de intercambio y diálogo de las iniciativas artísticas y culturales desarrolladas por organizaciones sociales, ciudadanos, artistas y víctimas para aportar a una cultura de paz que interpele a la sociedad. La cita es desde las 8:30 a.m. en el Centro de Memoria Paz y Reconciliación.

El foro feria hace parte de la programación de la Cumbre de Arte y Cultura para la Paz. En el encuentro se podrán conocer más de sesenta iniciativas de memorias locales y nacionales, que trabajan para dignificar y enaltecer los procesos de resistencia en medio del conflicto armado.

Este evento, organizado por el Centro Nacional de Memoria Histórica, el Centro Distrital de Memoria, Paz y Reconciliación y la Secretaría de Cultura de Bogotá, contará con una nutrida programación simultanea de presentaciones de artes escénicas, talleres, acciones colaborativas in situ, muestra audiovisuales y programación musical; será una maratón que promoverá la proliferación de más memorias a través del arte y la cultura.

El Foro Feria será la primera actividad, un día después de su presentación pública, del Eje de la Paz y la Memoria, ya que este evento fue diseñado para cumplir a cabalidad el propósito por el cual se crea este proyecto urbanístico: defender, proteger y promover los derechos humanos, reconocer la dignidad y el restablecimiento de los derechos, pero además para motivar la superación de la segregación propia del sector de las artes y cultural, para que este campo se le garanticen todas las condiciones para que exista un verdadero acceso plural e incluyente de la memoria.

Los invitamos a participar en esta iniciativa artística y cultural el próximo 10 de abril, de 8:30 am a 5:00 pm, en la carrera 19B # 24-82. 

Vea la programación completa del Foro Feria aquí.

 


Bogotá, Foro, Memoria Histórica, Paz, Territorio

Conozca el predio del Museo Nacional de la Memoria

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Autor

CNMH

Fotografía

César Romero

Publicado

06 Abr 2015


Conozca el predio del Museo Nacional de la Memoria

Este 9 de abrilDía de la Memoria y la Solidaridad con las Víctimas, es el lanzamiento del predio de El Museo Nacional de la Memoria – MNM.


Este jueves, el presidente Juan Manuel Santos hará el lanzamiento oficial del predio para la construcción del Museo Nacional de la Memoria, un avance significativo en el deber de memoria del Estado, que responde a la exigencia de distintos sectores de la sociedad, especialmente de organizaciones de víctimas y de derechos humanos, sobre la necesidad de implementar políticas de la memoria orientadas al esclarecimiento, a la comprensión de la verdad, a la dignificación de las víctimas y a la construcción de garantías de no repetición.

El MNM será un lugar para que el país pueda encontrar claves para leer críticamente su pasado, y para que desde esa lectura construya las condiciones de un nuevo porvenir, aseguraMartha Nubia Bello, directora de Museo CNMH.

El Museo Nacional de la Memoria contará con 14.000 metros cuadrados enmarcados por la avenida Las Américas y la avenida calle 26, en una alameda que une el CAD con la Plaza de la Democracia. El proyecto llegará a La 26 para fortalecer el Eje de la Memoria, un proyecto distrital que propone conectar el complejo de cementerios, el Centro de Memoria, Paz y Reconciliación, los parques Bicentenario y Renacimiento, que convierten el canal espacial de la avenida Jorge Eliécer Gaitán en un gran memorial nacional reglamentado en el Decreto 632 de 2014.

Con la construcción de un lugar de memoria en Bogotá se busca que las victimas cobren existencia y humanidad para los desinformados, los indiferentes y los desesperanzados que habitan la urbe y que no han tenido la oportunidad de acceder a la realidad de un país herido en sus entrañas. Se pretende promover un espacio en donde se reconozca al país rural, a las regiones ignoradas y a los sectores y grupos sociales excluidos y estigmatizados.

Este jueves también será el lanzamiento del proyecto urbanístico de la ciudad llamado el Eje de la Paz y la Memoria, la apertura del Concurso Internacional del Diseño Arquitectónico del Museo Nacional de la Memoria y el inicio de la jornada de movilización social hacia el parque Simón Bolívar.  

El evento contará con la participación del presidente de la República, el alcalde Mayor de Bogotá, Gustavo Petro, el director del Centro Nacional de Memoria Histórica, Gonzalo Sánchez, de la directora de la Unidad para las Víctimas, Paula Gaviria; de la directora del Departamento para la Prosperidad Social, Tatyana Orozco de la Cruz y de representantes de organizaciones de víctimas, expresiones artísticas de las regiones y de la sociedad civil.

Síga el evento en vivo por Señal Institucional y streaming en nuestro sitio web.



Bogotá, Museo Nacional de la Memoria

Usaquén: territorio de paz

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Autor

CNMH

Fotografía

CNMH

Publicado

24 Jun 2015


Usaquén: territorio de paz

Los días 25 y 26 de junio en Usaquén, la localidad uno de Bogotá, se consolida como territorio para la memoria y la paz, con actividades artísticas y culturales enmarcadas en el evento: “Enciende una llama por la paz” y al lanzamiento del foro “Proceso de Paz con Incidencia en lo Local”.

La cita es este jueves 25 de junio a las 5:30 pm en la Plaza Fundacional de Usaquén (carrera 6 A calle 118), donde vecinos, líderes juveniles y representantes de las barras futboleras de Nacional, América, Santa Fe y Millonarios de la zona, se unirán en un evento simbólico y cultural hacia las víctimas del conflicto armado del país, organizado por la Alcaldía de Usaquén con el asocio del CNMH.

En esta oportunidad se dará apertura de la exposición fotográfica de Memorias Plurales del Conflicto del Centro Nacional de Memoria, en medio de murales creados por los jóvenes de la localidad, con la presentación especial de los cantaores de “Urabá Conexión” y del grupo “Danza Libre de Sexismos”.

Para Andrea Maldonado promotora de la iniciativa desde el CNMH “esta es una oportunidad valiosa de circular los procesos y contenidos de memoria en otros territorios de la ciudad, promoviendo el encuentro, la reflexión, el dialogo y sobretodo la participación colectiva de acciones artísticas y culturales para la construcción de paz en la ciudad”.

Memorias plurales de conflicto

La exposición presenta iniciativas que valientes colombianos y colombianas adelantan desde sus diferentes contextos regionales y áreas de trabajo, que han sido apoyadas por el Centro Nacional de Memoria Histórica y la embajada de Francia en los últimos años. La exposición hace honor al trabajo de varias organizaciones de víctimas y de defensa de los derechos humanos, divulgando el incansable trabajo que realizan por la verdad, la justicia, y la reparación y resaltando la importancia de la participación de la cooperación internacional en este tipo de procesos.

Urabá Conexión

Agrupación musical de genero fusión de sonidos raizados y tradicionales con sonidos provenientes del hip hop y régimen urbanos logró en muy poco tiempo convertir una melodía ya conocida en un fenómeno musical en el extenso Urabá antioqueño. Sus líricas son un tributo a su región y reflejan la problemática de las poblaciones que forzosamente se ven obligadas a vivir en las ciudades.

Danza Libre de Sexismos

La iniciativa busca crear espacios físicos en los que las mujeres jóvenes pertenecientes al movimiento Hip Hop de la localidad de Usaquén intercambien expectativas referentes al papel como mujeres en su contexto y en esta cultura, en esta apuesta coreográfica se visibiliza sus propuestas de carácter social, pedagógico y en red, las cuales incluyan formas de incidencia en su comunidad a través del Hip Hop y de fortalecer sus creaciones artísticas.

Invitación

Lugar: Plaza Fundacional de Usaquén (carrera 6 A calle 118)  Fecha: jueves 25 de junio Hora: 5:30 pm.

 


Bogotá, Paz, Territorio, Usaquén

Muestra Documental en Bogotá

Noticia

Autor

CNMH

Fotografía

CNMH

Publicado

23 Sep 2015


Muestra Documental en Bogotá

La muestra audiovisual contará con la presencia de algunos de los  realizadores de las producciones y se realiza como una adelanto de las actividades de la VIII Semana de la Memoria a realizarse en el mes de octubre.


El ciclo DOCUMENTAL+MEMORIA es una iniciativa para promocionar la producción documental sobre el conflicto armado colombiano y el aporte de este lenguaje cinematográfico en la memoria colectiva.

La muestra también espera sensibilizar y promover la discusión desde múltiples miradas, haciendo énfasis en la voz de los protagonistas de las historias como un relato de valor, resistencia y memoria. 

Los seguidores de este tipo de formato audiovisual tendrán la oportunidad de apreciar dentro de la programación cuatro documentales del CNMH, No hubo tiempo para la tristeza, Rostros de la Memoria, El Salado Rostros de una Masacre, Trujillo: Una Tragedia que no Cesa y Placer: Mujeres Tras las Huellas de la Memoria.  (ver programación – archivo pdf).

Para conocer un poco más sobre el ciclo el CNMH entrevistó a Camilo Pérez realizador de Rostros de la Memorias, producción que narra algunas de las iniciativas de memoria desarrolladas por comunidades y organizaciones de víctimas en todo el país.

¿Cómo puede el género documental aportar a la construcción de Memoria Histórica en Colombia?

En una era donde la mayoría de la información llega a los diversos públicos en forma de imágenes y sonidos, la historia y particularmente la memoria histórica, no pueden quedarse por fuera de los temas que ayudarán a los pueblos a construir (o reconstruir) su identidad.

En ese sentido, el género documental podría cumplir varios roles en Colombia: ser la voz de los que históricamente no la han tenido; ser un instrumento de catarsis de nuestros dolores; visibilizar los horrores de nuestra historia pero también las luchas cotidianas de muchas personas que buscan la verdad para seguir adelante con sus vidas; mostrarnos a las mayorías que, por ignorancia o por indiferencia, no hemos visto ni escuchado las historias de quienes han llevado la peor parte de una guerra en exceso prolongada e inútil; entendernos como habitantes de un territorio e intentar construir nuestra identidad. 

¿Cómo cree que este tipo de iniciativas puede impactar al público de la ciudad?

La Cinemateca Distrital siempre se ha caracterizado por se un espacio alternativo que difunde trabajos audiovisuales que le permiten a los espectadores ampliar su visión sobre el mundo y sobre su propia realidad. Es importante que proyectos como estos, que hablan sobre nuestra historia y nuestra identidad, lleguen a públicos más amplios y, ojalá, dejen huella en su pensamiento.

¿Cuáles son las expectativas frente al ciclo?

Para mí, como realizador audiovisual, es muy valioso poder mostrar el resultado de más de 1 año de investigación y producción, a un público amplio y diverso y en un espacio de difusión tan importante como la Cinemateca Distrital. Son pocas las oportunidades que tenemos para generar discusión y reflexión con un público interesado y abierto a un tema tan complejo como el conflicto armado en Colombia.

El evento es organizado por el Centro Nacional de Memoria Histórica en asocio con la Cinemateca Distrital – Gerencia de Artes Audiovisuales del IDARTES.
  1. Fechas: 24 al 27 de septiembre
  2. Hora:9:00 a.m. hasta las 12:00 m. del mediodía
  3. Lugar: Sala de la Cinemateca Distrital. Carrera 7a No. 22 – 79.

Descargar programación >>

 


Bogotá, Documental, Semana por la Memoria

Movice denuncia exterminio a líderes de izquierda

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Autor

Carolina Moreno, periodista del CNMH

Fotografía

www.movimientodevictimas.org

Publicado

22 Mar 2016


Movice denuncia exterminio a líderes de izquierda

En el marco de la octava jornada en homenaje a las víctimas de crímenes de Estado, que se adelantó el pasado 15 de marzo, diversas organizaciones sociales se dieron citan en la Plaza de Bolívar, en Bogotá, para denunciar lo que consideran un “rearme paramilitar en Colombia”.


Este 2016 se cumplen ocho años de homenaje a las víctimas de crímenes de Estado en Colombia. Los actos conmemorativos que suelen adelantarse cada 6 de marzo, en esta oportunidad tuvieron lugar el martes 15 de marzo. Diversas organizaciones sociales realizaron una concentración en la Plaza de Bolívar de Bogotá, acompañada de una rueda de prensa para exponer la situación de las víctimas de crimenes de Estado en Colombia. En departamentos como Antioquia, Valle del Cauca, Meta y Sucre se realizaron las tradicionales movilizaciones.

Y es que fue con movilizaciones que se hizo el primer homenaje a las víctimas, el 6 de marzo del 2008. Entonces, cerca de dos millones de personas salieron a las calles de Bogotá, Medellín, Cali, Cartagena y Barranquilla. La jornada, según lo señalado por sus convocantes, no era una respuesta a la marcha realizada ese mismo año, el 4 de febrero, contra las Farc. Por el contrario, aseguraban que era resultado de la crítica a la desmovilización paramilitar. “Aquí hay de fondo una discusión que es el problema de orden publico, el monopolio de la fuerza, el comportamiento de los funcionarios y de los miembros de la fuerza pública, y la relación con los grupos paramilitares que consideramos que en este momento con el instrumento que hay, que es la Ley de Justicia y Paz, no se resuelve de una manera satisfactoria”, declaró en su momento Iván Cepeda.

Para Soraya Gutiérrez, del Comité de Impulso del Movimiento de Víctimas de Crímenes de Estado (Movice) “las organizaciones habían tenido que enfrentarse a una Ley de Justicia y Paz negacionista, que no reconocía que en Colombia existieran víctimas diferentes a las generadas por el conflicto armado entre el Estado y las guerrillas; personas que son víctimas del conflicto social y de las políticas sistemáticas y generalizadas creadas desde altos niveles del Estado que buscan eliminar a sectores alternativos que reivindican derechos, y que por lo tanto, son víctimas del Estado”.

Lo que inició entonces como una movilización para denunciar ese “negacionismo”, y hacer manifiesta la existencia de víctimas de crímenes cometidos por el Estado, se ha convertido con el paso de los años en una iniciativa de encuentro y memoria colectiva, que convoca a diferentes expresiones sociales en un esfuerzo por trascender lo aprobado por la Ley de Justicia y Paz, pero también para promover y fortalecer el diálogo entre organizaciones para la realización de propuestas judiciales y extrajudiciales de reparación integral, sanción moral y política.

Las jornadas de conmemoración del 6 de marzo han contado con un sinnúmero iniciativas en los diferentes departamentos del país, entre las que se cuentan galerías itinerantes de la memoria, foros de debate público, talleres de memoria, plantones y movilizaciones, fomentadas por organizaciones como la Asociación de Familiares y Víctimas de la Masacre de Trujillo, la Fundación Nicolás Neira, las Madres de Soacha, la Unión Patriótica, y el Movice, entre otras.

“Las víctimas han encontrado un escenario para poder recordar a sus seres queridos pero hacer memoria de quienes eran ellos es también hacer memoria de lo que reivindicaban, y de los procesos sociales que fueron destruidos. Por eso la memoria para nosotros es transformación, es poder decir que somos ciudadanos y ciudadanas con derechos, que no exigimos medidas paliatorias de reparación, sino medidas que ataquen las causas que han generado la criminalidad del Estado”, asegura Soraya Gutiérrez-.

Victimas advierten incremento de amenazas y asesinatos

En el octavo homenaje anual a las víctimas de crímenes de Estado, las organizaciones valoraron el trabajo adelantado a lo largo de los últimos años que les permitió exponer ante la mesa de conversaciones de paz de La Habana, la necesidad de que el quinto punto incluya la necesidad de contemplar la responsabilidad del Estado en la eventual comisión de la verdad.

“Allí hay un escenario, y allí vamos a seguir luchando para que haya reformas estructurales que permitan una depuración al interior del Estado, pues son instituciones como el Ejército y la Policía las que como caldo de cultivo, han alimentado la persecución contra el movimiento social y popular en Colombia”, señala Soraya Gutiérrez. Sin embargo, asegura que este logro se ve disminuido ante la realidad que viven actualmente las organizaciones de derechos humanos en Colombia; denuncian que las situaciones de riesgo y seguridad persisten para las víctimas de crímenes de Estado.

En el último mes se registraron 54 agresiones a líderes y lideresas sociales, y 28 asesinatos, entre los cuales se encuentran 13 líderes de restitución de tierras y de movimientos en defensa de los derechos humanos, y 15 asesinatos “en el marco de las mal llamadas acciones de limpieza social, parte de la estrategia de terror y zozobra para controlar a las comunidades donde hacen presencia (los grupos paramilitares)”, indicó Ángela Castellanos, de la Corporación Acción Humanitaria por la Convicencia y la Paz del Nordeste Antioqueño.

Cabe recordar que en 2015 fueron asesinados 51 defensores y defensoras de derechos humanos en Colombia (Informe de Amnistía Internacional), y en 2014 fueron asesinadas 55 (informe Somos Defensores), lo que supondría un incremento cercano al 200% en asesinatos en el primer trimestre del año. Por otra parte, desde que se implementó la Ley de Justicia y Paz en 2005, 86 personas han sido amenazadas, atribuyendolas a las “bacrim” o parmilitares desmovilizados, y han sido asesinados 71 reclamantes de tierras (informe Human Right Watch 2013) con una sola condena a los autores materiales y sin investigaciones en curso respecto a los autores intelectuales.

Las organizaciones sociales participantes en la conmemoración aseguraron que “estos hechos constituyen una respuesta de sectores de ultraderecha ante los anuncios de un inminente cese al fuego bilateral y la eventual firma del acuerdo de paz con las Farc, como a los anuncios de los avances en los diálogos con el ELN”, por lo que solicitan a la mesa de diálogos de paz de La Habana y a los países garantes, que se cree una comisión del más alto nivel “que depure las instituciones del Estado que perpetúan la impunidad en Colombia, y que dé garantías de no repetición porque no es posible que a las puertas de la firma de un acuerdo de paz, se esté iniciando un segundo genocidio”.

Para el Movice, el homenaje a las víctimas de crímenes de Estado sigue siendo en el 2016 tan vigente como en 2008, en tanto el reconocimiento de la magnitud del fenómeno paramilitar, la reparación y no repetición, sigue siendo una tarea pendiente por parte del Estado colombiano.

 

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El fin del conflicto, una fiesta en Bogotá

Noticia

Autor

María de los Ángeles Reyes

Fotografía

Laura Cerón

Publicado

29 Jun 2016


El fin del conflicto, una fiesta en Bogotá

Durante la firma del punto del fin del conflicto armado con las Farc, el pasado 23 de junio, una frase rondaba por las redes sociales: “la paz se escucha en el campo; los fusiles se han silenciado”.  El 23 de junio la paz se escuchó también en la ciudad más grande de Colombia, ¡y de qué manera!


La previa

Varias calles de la capital estaban preparadas para la ocasión. En los locales comerciales había banderas de Colombia colgando de las ventanas. Incluso algunos carros tenían los espejos y el capot recubiertos con el amarillo, azul y rojo.  Cualquiera hubiera pensado que las banderas tenían que ver con el anuncio de que el Gobierno y las FARC habían conseguido, por fin, ponerse de acuerdo en el cese el fuego bilateral y definitivo.

La realidad es que las banderas estaban en la calle desde el inicio de la Copa América Centenario, organizada con el fin de celebrar 100 años del torneo de fútbol más antiguo del mundo. Más de la mitad de esos años, Colombia los ha vivido en medio de la guerra. A pesar de vivir en un país lleno de tristeza por las más de 200.000 personas que han muerto en medio del conflicto, los colombianos siempre tuvimos razones para alegrarnos y llenarnos de esperanza. El deporte es una de esas alegrías. Nuestra selección masculina de fútbol, por ejemplo, nos ha llenado de orgullo, nos ha hecho olvidar nuestras diferencias y, por momentos, unirnos por una sola causa.

El 22 de junio la Selección cayó dos a cero ante Chile y perdió su oportunidad para disputar la final contra Argentina. Entonces, el 23 Colombia amanecía con guayabo futbolístico. Sin embargo, esa una derrota, ese desasosiego, no se comparaba con lo que estábamos a punto de ganar en Cuba.

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    Foto por María Durán para el CNMH.

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    Foto por César Romero para el CNMH.

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    Foto por Laura Cerón para el CNMH.

Un día para recordar

El clima, ese día, parecía querer representar los sentimientos encontrados de Colombia. Salía el sol y se sentía un ambiente alegre porque el Gobierno y las Farc iban a firmar el último punto de la agenda, fin del conflicto armado. Pero, a los cinco minutos, se oscurecía el cielo, caía lluvia, y se sentía miedo, incertidumbre y un poco de escepticismo frente a lo que pudiera pasar después de 50 años de guerra ¿Y si ya no podemos vivir en paz? ¿Y si lo que viene con el acuerdo resulta peor que lo que hemos vivido?

La gente sentía de verdad que el anuncio era importante y que era necesario convocar un evento para recibir la noticia. Así, de forma muy simbólica, varios movimientos sociales se pusieron cita en la carrera Séptima con avenida Jiménez. Allí, hace 68 años fue asesinado Jorge Eliecer Gaitán dando inicio a uno de los capítulos más violentos de nuestra historia: La Violencia bipartidista que desembocó en un conflicto armado interno que, hasta agosto de 2012, no parecía que pudiera terminar.

Hoy, ese importante lugar solo tiene unas cuantas placas y pasa desapercibido para la mayoría de transeúntes, los que suben y bajan en el Transmilenio, o quienes buscan calmar su hambre en el Mc Donalds sobre cuya fachada reposan las placas conmemorativas de Gaitán.

En ese punto, en 1948, el país se desmoronó, la capital quedó destruida y, a partir de ese momento, quedó enferma de indiferencia. Sin embargo el 23 de junio de 2016 Bogotá no volteó la mirada. Las armas, gritos y llantos que llenaron esa esquina hace casi siete décadas, se querían cambiar por colores, flores, camisetas blancas y abrazos. 

Toda una fiesta

La cita era a las 11:30. A esa hora había unas cuantas personas reunidas alrededor de una pantalla que trataba de conectarse a la transmisión que TeleSur hacía desde La Habana. Se repartían flores blancas, se pintaban las caras con banderas de Colombia, y se inflaban bombas de colores. Lo que se estaba preparando era toda una fiesta.

A las 12 del mediodía la gente empezaba a llegar y el ambiente se calentaba con el sol que brillaba a todo dar. Como los colombianos todo lo celebramos bailando, la música no se hizo esperar, y agitando de bombas amarillas, azules, rojas y blancas, las personas que llegaban se iban uniendo al “Meneaito” y “La Bomba”.

Poco a poco toda clase de personajes se fueron aglomerando para escuchar las noticias. Muchos colectivos y movimientos llevaban pancartas reclamando que no se olvidara la lucha que, por años, habían llevado: las mujeres, los sindicalistas, los funcionarios y víctimas de un pésimo sistema de salud, los de sectores sociales LGBT, las nuevas generaciones, las antiguas, todos.

En medio de la espera se escuchaban, también, toda la clase de comentarios. Algunos estaban llenos de esperanza, otros demostraban su miedo, y algunos no tenían reparo en mostrar su desacuerdo:

– “Señor, guía nuestro destino, que se acabe esto, que sea para bien”.

– “En Colombia nunca va a haber paz”.

– “No vamos a parir un hijo más para esta guerra”.

A las 12:20 empezó el anuncio. Entraron uno por uno los delegados del Gobierno y las Farc, y líderes del mundo que llegaron a Cuba para respaldar lo que iba ocurrir. Todos eran recibidos en medio de aplausos de la multitud, que ya concentraba a cerca de 300 personas. Entre los líderes estaban Ban Ki moon, secretario General de las Naciones Unidas, Raúl Castro, presidente de Cuba, Enrique Peña Nieto, presidente de México, Michelle Bachelet, presidenta de Chile, Nicolás Maduro, presidente de Venezuela. A su vez estaban el canciller de Noruega Borge Brende, el presidente de República Dominicana, el presidente de El Salvador, y los enviados especiales para el proceso de paz de los Estados Unidos y de la Unión Europea.

Cuando entró el presidente Juan Manuel Santos fue recibido con un gran aplauso. “Timochenko”, jefe de las Farc, también recibió una ovación, saludó a los asistentes, ocupó su lugar y empezaron a entonarse las notas del himno nacional en Cuba; en la carrera Séptima cantaron a todo pulmón.

“En surcos de dolores, el bien germina ya”

El delegado de Cuba empezó leyendo lo acordado. Habló de la entrega de armas, de cuánto tiempo iba a tomar, advirtió que no sería un proceso fácil. El delegado de Noruega habló de la reintegración, de las zonas de concentración y del desminado que deberá hacerse en muchas regiones del país. La gente aplaudía con cada punto.

Y así, cuando se dieron todos los detalles de lo que iba a pasar, llegó el momento crucial. Sonaban redoblantes y los micrófonos animaban a la gente a abrazarse y celebrar. “Este día, que creíamos que no iba a llegar, llegó”, decían los organizadores, “bésense, abracen al que está al lado”, continuaban. Santos y “Timochenko” firmaron el acuerdo con lapiceros hechos con lo que en otro tiempo fueron municiones: “Las balas escribieron nuestro pasado. La educación, nuestro futuro”, se lee en la inscripción del esfero.

En ese momento sonaron cañones. Eran cañones de confeti. Volvió a sonar la música y los abrazos no cesaron hasta que la gente pidió que se volviera a conectar la transmisión para escuchar las palabras del secretario de las Naciones Unidas, el señor Ban Ki moon. Mientras hablaba, la gente se tomaba fotos con sus pancartas, con recuadros hechos de cartón, en forma de nuevas libretas militares que decían: “Servicio social para la paz”.

Luego hablaron “Timochenko” y Santos. Se dieron la mano una vez más y la transmisión continuó dando paso a analistas internacionales. La gente, por su parte, no paró de tomarse fotos, de bailar y de cantar.

“¡Sí se pudo!, ¡sí se pudo!”

“El último día de la guerra de Colombia” —como fue catalogada la firma del punto del fin del conflicto— fue una gran fiesta. Esta fiesta marcó un final, y, como cualquier final, también dio paso a un nuevo comienzo. El 23 de junio de 2016 sí se pudo acordar el punto más duro, el del fin del conflicto, el del cese el fuego bilateral y definitivo. Colombia dio un paso histórico.

A pocas cuadras de esa multitud, en la Plaza de Bolívar, también hubo otro punto de concentración. La Alcaldía de Bogotá transmitió el anuncio y hubo fiesta y música.

Lo que vino después fue volver a la realidad. Ya había pasado la hora de almuerzo, los ejecutivos debían volver a trabajar, los habitantes de la calle a recorrer la ciudad, las madres volvían con sus hijos, las víctimas continuaban con la lucha que llevan desde hace años; cada quién volvía, a su manera, a sobrevivir pero con una nueva esperanza.

Algunos, antes de regresar a su rutina, se tomaron un momento para escribir en una tela sobre cómo construir la paz.

-“Soy profesora”.

-“Que las armas ahora sean guitarras y hagamos guerras de canciones”.

-“Gracias por entregarle el país a las FARC”.

-“Somos la generación de la paz”.

-“No hay paz con hambre, no hay paz sin salud. En este momento no hay paz”.

Está bien, no tenemos que estar de acuerdo. La tela y el papel lo aguantan todo. Lo importante es no tachar lo escrito por el otro. Eso fue lo que aprendimos el 23 de junio de 2016, después de medio siglo de violencia. Ojalá, esta vez, no se nos olvide.

 


Bogotá, Conflicto, fin

70 mil personas visitaron el Museo en la FILBo

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Autor

Daniel Sarmiento

Fotografía

Daniel Sarmiento/María Paula Durán

Publicado

23 May 2018


70 mil personas visitaron el Museo en la FILBo

16 días. 70 mil asistentes. 103 eventos. 162 protagonistas que viajaron a Bogotá a contar sus historias. Así fue la exposición Voces para transformar a Colombia.


Los museos de memoria deben contar lo que pasó cuando hubo violencia. Ese relato no es sencillo ni plano, y menos en Colombia, donde la violencia sigue. Así que la gran pregunta es cómo contarlo. Esa es la tarea que desde hace seis años tiene el Museo de Memoria Histórica de Colombia. La primera gran respuesta a esa pregunta fue la exposición ‘Voces para transformar a Colombia’, que estuvo abierta durante los 16 días de la Feria Internacional del Libro de Bogotá (FILBo), y fue visitada por más de 70 mil personas.  

La narración de la exposición se hizo a través de tres voces: la del cuerpo, la de la tierra y la del agua. Esas voces contaron historias conocidas y poco conocidas de violencia y resistencia: por ejemplo, la del puerto de Buenaventura, la de los lugares sagrados de los wiwa en la Sierra Nevada y la de la Organización Femenina Popular en el Magdalena Medio. Durante el recorrido había cómics, murales, objetos íntimos, canciones, experiencias en realidad virtual y hasta una mata de coca.

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    Lina Palacios en FILBo 2018 – Foto: María Paula Durán/CNMH

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    Alabadoras – Foto: Daniel Sarmiento/CNMH

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    Eje Cuerpo – Foto: María Paula Durán/CNMH

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    Obra de teatro

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    Conmemora Radio – Foto: Daniel Sarmiento/CNMH

“En un museo de memoria no entras a mirar. Entras a ser interpelado”, dijo en El Espectador el escritor Daniel Ferreira. Cuando el equipo del Museo del Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH) escogió la FILBo para presentar esta exposición, lo hizo pensando en el amplio y diverso público que podía atraer, pero con dudas sobre si en ese escenario masivo, con la presión de recorrer muchos pabellones en poco tiempo, los visitantes sí se tomarían el tiempo de ser interpelados, en lugar de solo mirar de paso.

Contrario a ese temor, la participación de más de 70 mil personas hizo que durante esas dos semanas el Museo estuviera vivo. Una parte importante de esa vida se la dieron los protagonistas de las historias, que viajaron desde sus territorios a participar en la exposición. 162 personas, además de las que ya estaban en Bogotá, estuvieron contando sus propios relatos, hablaron con el público, resolvieron dudas y conocieron casos y personajes de otras regiones del país.

Luz Marina Bernal, madre de Fair Leonardo Porras, ejecutado extrajudicialmente, fue varios días a acompañar y explicar la pieza que la representaba. Las mujeres de la Comuna 13 de Medellín hicieron lo mismo. También indígenas wiwa y barí, y representantes de la Organización Femenina Popular y del Consejo Comunitario de La Larga y Tumaradó, y Lina Palacios, víctima de violencia sexual, y personas de Buenaventura y de Trujillo, Valle, entre otros y otras.

88 de esos visitantes participaron también en la programación dentro del pabellón: 103 eventos, entre conversatorios, conciertos, rituales, cine y obras de teatro. Hubo una charla cantada entre Inés Granja y Gumercindo Palencia, dos maestros tradicionales del Pacífico y el Atlántico. Una obra de teatro sobre la delicada situación que vive la Comunidad de Paz de San José de Apartadó. Un performance sobre la violencia contra las comunidades ribereñas. Un ciclo de cine con películas animadas sobre conflicto armado. Un ritual de un grupo de mujeres afrodescendientes que le cantaron a Bojayá en el aniversario de la masacre.

En la programación y los recorridos también participaron niños, niñas y adolescentes, con rutas y eventos diseñados para ellos, que por las mañanas llenaban el pabellón. En el segundo piso de la exposición, dentro de una casa construida a muchas manos, dejaron sus mensajes: “no permitamos que nos sigan arrebatando nuestros sueños”, “somos futuro”, “queremos paz”, “aún hay esperanza”. En ese mismo piso funcionó también un espacio de Conmemora Radio, por donde pasaron víctimas, artistas, académicos y visitantes ocasionales. En la radio hubo entrevistas, lecturas, conversaciones, música y teatro en vivo.

La exposición, explicó en Conmemora Radio Lina Díaz, del equipo del Museo, sirvió para confrontar la idea de que la sociedad colombiana es indiferente: “Muchas veces tenemos imaginarios sobre el cansancio de los colombianos para hablar de la guerra, pero ‘Voces para transformar a Colombia’ nos demostró que seguimos preocupados por lo que está pasando, con posturas muy diversas: vimos que sí nos interesa saber, que sí nos interesan las historias de esas víctimas. La gente se sentaba a leer con calma, a escuchar los relatos. Vimos personas que volvieron a llevar a familiares y amigos. La gente tiene cosas para decir y se quiere comprometer”.

Lo que pasó entre el 17 de abril y el 2 de mayo es apenas un primer paso. El verdadero éxito de esta exposición, y de lo que será el Museo cuando inaugure su edificio en 2020, son las reflexiones, debates y acciones transformadoras que promueve en el público. Puede conocer más sobre el proyecto del Museo en www.museodememoria.gov.co

 

Publicado en Noticias CNMH



Bogotá, MNMH, Voces para Transformar a Colombia

Alumbrar el país por nuestros líderes

Noticia

Autor

Laura Cerón

Fotografía

Laura Cerón

Publicado

09 Jul 2018


Alumbrar el país por nuestros líderes

El pasado 6 de julio, las plazas en decenas de municipios en Colombia y el mundo, se iluminaron por la defensa de la vida de los líderes sociales.


El fenómeno del asesinato a líderes sociales no es reciente. Según cifras del Observatorio Nacional de Memoria y Conflicto del CNMH, desde 1959 hasta2017 se han registrado 4.819 asesinatos perpetrados contra líderes y lideresas del país. Entre 2016 y 2017 se presentaron 192 asesinatos en su mayoría registrados en Cauca, el Pacífico sur y Nariño.

De igual forma las cifras presentadas por la Defensoría del Pueblo revelan que este fenómeno está lejos de terminar: del 1 de enero de 2016 y el 30 de junio de este año 311 líderes de derechos humanos fueron asesinados en Colombia.

Hablamos con cinco ciudadanos que acompañaron esta acción simbólica, ‘Velatón Nacional’, en la Plaza de Bolívar, en Bogotá sobre lo que significó para ellos esta manifestación pública.

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    Gladys Pinzón

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    Julián Guiza

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    Estefania Ziade

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    Sebastián Moreno y Laura Sierra

Gladys Pinzón

“Creo que la única forma es manifestarnos, salir a las calles. La vida es sagrada y que estén matando a nuestros los líderes es incomprensible, ¿por qué? ¿Qué se pretende con estas muertes? ¿Les quieren quitar sus territorios? ¿Es el narcotráfico? ¿Las bandas criminales? Me motiva la defensa de los derechos humanos y lo que nos está pasando con nuestros líderes me duele mucho. La apatía no conduce a nada, casi siempre los apáticos son los que más se quejan, por eso hay que participar y demostrar lo que se siente en el momento. Sobre todo: no tener miedo”.

Julián Guiza

“Desde hace tiempo vengo inconforme con lo que está pasando: el gobierno no se manifiesta de forma efectiva; los medios de comunicación no dicen mucho al respecto; en los debates presidenciales no percibí que hablaran sobre el tema. Colombia necesita paz y hay líderes que están trabajando por sus comunidades y que están siendo asesinados. Muchos ya nos estamos agrupando para hablarle a aquellos que son indiferentes o que no entienden la magnitud del problema. Toda la población debe exigir al nuevo gobierno que se resuelvan estos casos lo más pronto posible”.

Estefania Ziade

“Desde hace más de un año se empezó a ver un asesinato sistemático de líderes sociales, ya van más de 300 y el gobierno no está haciendo nada. Estos líderes están en municipios alejados donde trabajan por el desarrollo social y la educación, cumpliendo una función del Estado inexistente. No es justo que los crímenes que pasan contra los líderes sociales queden en la impunidad. Esto es un problema nacional y es imposible que solo nos den excusas y que nieguen la sistematicidad. Puede que los que estamos en las ciudades nunca nos toque, pero este momento todos debemos unirnos y preocuparnos ante lo que está pasando”.

Sebastián Moreno y Laura Sierra

Sebastián
“Es un sentimiento generacional este de querer cambiar las cosas y poner nuestro granito de arena, incluso desde la centralidad de la capital. Queremos decir que también nos duele nuestro país y queremos ser partícipes del cambio. El asesinato de líderes es para muchos un ejercicio de poder de los grupos que están siendo avalados políticamente por ciertos sectores. En el Cauca hemos visto que el asesinato se da por la disputa de rutas del narcotráfico y de territorios que manejaba la guerrilla de las Farc y ahora entran nuevos grupos criminales a querer cooptar los recursos. Que los líderes tengan carácter para oponerse a estas situaciones de violencia es lo que pone en peligro sus vidas”.

Laura
“Crear este performance en parte fue un dolor por tantos líderes que han caído y en parte el arte me ha enseñado a sentir las emociones y materializarlas. La idea de la colectividad y que la gente viniera a pintar es por la gente que ha caído. Los líderes sociales son una muestra de tantas injusticias y atrocidades que se cometen contra nosotros diariamente. Este es un sentir de muchas personas que encontramos que todos también somos víctimas”.

 

Publicado en Noticias CNMH



Bogotá, Líderes Sociales

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