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Una iniciativa para reivindicar memorias en el Cauca

Asviponalca trabaja por las familias de la Fuerza Pública. Foto: Julián Moreno para CNMH.

Asviponalca trabaja por las familias de la Fuerza Pública. Foto: Julián Moreno para CNMH.

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CNMH

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CNMH

Publicado

11 agosto 2020


Una iniciativa para reivindicar memorias en el Cauca

  • La Asociación de Viudas de Agentes de la Policía Nacional del Cauca (Asviponalca) lanzará, con el apoyo del Centro Nacional de Memoria Histórica, el producto de su trabajo como iniciativa de memoria. 
  • Se trata de una agenda en la cual los integrantes de la asociación nos cuentan -desde la voz de las viudas y los hijos de agentes de la Fuerza Pública-, las reminiscencias sobre los padres, amigos y esposos, así como las situaciones a las que se han enfrentado.

Durante años, víctimas del conflicto armado colombiano han echado a andar sus propias iniciativas para construir un país en paz. Ejemplo de ello ha sido la Asociación de Viudas de Agentes de la Policía Nacional del Cauca (Asviponalca).

Asviponalca está compuesta por 390 personas de diferentes edades que residen en distintos municipios del Cauca, especialmente en Popayán. Su inicio se remonta a 1986, año en el que de manera paulatina mujeres viudas se fueron juntando para reconocer a sus esposos, exigir justicia y reclamar un compromiso serio de la institucionalidad en relación con el bienestar económico de las familias de uniformados que habían muerto. 

Desde el 2019, la Asociación empezó a trabajar conjuntamente con el Equipo de Apoyo a Iniciativas de Memoria Histórica con el objetivo de desarrollar un producto con el que además pudiesen compartir sus memorias. 

Llevarlo a cabo implicó el desarrollo de una serie de espacios que sirvieron para rememorar cualidades de la personalidad de uniformados que perdieron la vida, para recordar sus roles en lo familiar y para conversar sobre su duelo y la tarea de afrontar los hechos de violencia con la entereza que se requiere para salir adelante.

A través de sus relatos, las mujeres dejan ver los pasos que dieron desde sus procesos individuales para encontrarse como colectivo, consolidando un vínculo que inicialmente estuvo dirigido a exigir sus derechos como viudas y familiares de policías y militares.

FOTO: Ana Ruth hablando de su apuesta por la reconciliación. Foto: Julián Moreno para CNMH

Adicionalmente, en los talleres identificaron sus formas de hacer memoria: los objetos que conservan, las prácticas diarias en las que el ausente vuelve a la mente y al corazón. Se situaron como protagonistas de su experiencia e interpelaron las ideas sobre las mujeres viudas como desvalidas, compartiendo cómo se transformaron y consolidaron su trabajo colectivo. 

Con base en esos encuentros, las mujeres concertaron que querían compartir sus memorias mediante una agenda con relatos sobre la asociación y sobre cada participante del proceso. “Para irle dando forma a la agenda hacíamos jornadas de trabajo todo el día, nos saludábamos, expresábamos cómo nos sentíamos al estar ahí, hacíamos ejercicio de cómo nos habíamos conocido con nuestras parejas y contábamos qué expectativas teníamos”, cuenta Ruth.

En estos talleres, las mujeres han reflexionado sobre la necesidad de ser conscientes de sus emociones y trabajar con ellas. “Queremos sanar ese odio, esa rabia, esa tristeza, estar dispuestas a perdonar, a cambiar esa idea que teníamos de luto, de llorar, y abrir el corazón para decirle al mundo que la muerte, pero sobre toda la vida de nuestros esposos es un aporte a la paz”, añade Lemus.

La memoria fue cómplice de sus afectos y a través de la atenta escucha de las historias de otras se fortalecieron y ratificaron sus vínculos. En este proceso, las hijas e hijos tuvieron la posibilidad de manifestar su admiración por sus mamás y papás. En ellas reconocieron a unas heroínas incansables, de quienes exaltan su paciencia, amor y valentía al asumir el hogar, el trabajo y la crianza solas, cuando sus papás se ausentaron por la violencia vivida. Hacer memoria fue una forma de dignificarlas.

“Yo a mis hijas no les hablaba mucho sobre su papá, sobre todo a la menor, pues en el 86, el año en que murió mi esposo, ella tenía año y medio. Ella no sabía exactamente la historia; sabía que la guerrilla los había matado, pero en una de las sesiones tomé el impulso y ella me dijo: “mamá usted por qué no me había contado, —mamá yo no sabía todo eso—”, cuenta Lemus.

Con la elaboración de la agenda “Por los retoños del árbol truncado” se visibilizan las historias de Asviponalca, unos relatos que, en palabras de las integrantes, “no suelen encontrar eco en la opinión pública”. Las mujeres escogieron que fuera una agenda pensando en que las personas que la reciban la usen diariamente, la lleven a espacios con otras personas y divulguen el mensaje y la memoria de la asociación. El título corresponde a la apuesta de la organización por las familias —los retoños— de los miembros de la Fuerza Pública —el árbol—.  


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Cauca, Iniciativas, Memoria, Mujeres, Paz, Policía

Frame del videoclip "La Chinita, un canto por la Memoria y por la Paz".

Un canto por la memoria y la paz en La Chinita

Autor

CNMH

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Frame del videoclip “La Chinita, un canto por la Memoria y por la Paz”.

Publicado

16 Mar 2020


Un canto por la memoria y la paz en La Chinita

Este proceso de memoria histórica, promovido por 30 familiares de algunas de las 35 víctimas de la masacre de La Chinita y sus sobrevivientes, busca abordar los momentos festivos de la comunidad, frustrados por la masacre y hechos del conflicto armado en el Urabá.

En Colombia, todo el tiempo pasan cosas. De pronto, la calle que evocaba dolor para una comunidad puede convertirse en La calle de la esperanza. Durante años, las víctimas del conflicto armado colombiano han echado a andar sus propias iniciativas para construir un país en paz. Así lo hizo el colectivo “La Chinita” de Apartadó.

El colectivo decidió representar sus memorias mediante la música. Así compusieron el bullerengue sentao “En La Chinita cantamos por la memoria y la paz” y propusieron hacer un videoclip y un librillo en el que la letra y la música hacen referencia a hechos dolorosos, pero también de esperanza y solidaridad.

Allí estaban una vez más, en la calle del barrio Obrero, las 30 familias de los sobrevivientes de la masacre del 94. Estaban reunidos para hacer algo que habían querido desde hace 26 años.

“Por años quisimos componer y grabar una canción alusiva a lo nuestro”, recuerda Silvia Berrocal, líder de este colectivo de víctimas.

Al decir “lo nuestro” va más allá de lo que ocurrió el 23 de enero del 1994, cuando el frente 5 de las Farc asesinó a 35 personas en medio de una festividad comunitaria. “Lo nuestro” son las muestras de solidaridad que se han gestado entre ellos, sus esfuerzos por dignificar el nombre de los suyos, la incidencia que han tenido en el bienestar de los niños y jóvenes, y los deseos de paz para toda la región del Urabá.

Silvia Berrocal, líder del Colectivo de Víctimas de la Chinita. Foto: Daniel Sarmiento

“El video lo hicimos en La calle de la esperanza. Siempre que vamos allí nos embarga la tristeza, pero con todo lo que hemos ido trabajando, hemos resignificado el espacio. Ese día no fue de tristeza, sino de alegría: nos vestimos con unos trajes hermosos, nos sentimos contentas e incluidas, hicimos eso en conmemoración de nuestros caídos”, agrega Silvia.

El colectivo La Chinita, anteriormente conocido como las víctimas de La Chinita, está conformado por familiares de las personas asesinadas en la masacre. Son sujeto de reparación colectiva desde 2011. Uno de sus pilares ha sido reconstruir la memoria: “hemos trabajado en memoria, recordando las cosas buenas que teníamos antes, las no tan buenas como la violencia, y el ahora en donde han surgido proyectos e iniciativas positivas para el barrio”, relata Silvia.

Fruto de ese ejercicio constante, la calle de la masacre se convirtió en “La calle de la esperanza”. Entre el colectivo y los profesores y estudiantes de las instituciones educativas se propusieron darle nuevos significados a esa calle.

En 2019, el CNMH inició un trabajo de acompañamiento al colectivo para fortalecer sus ejercicios de memoria y explorar los lenguajes en los que quisieran representar sus recuerdos y perspectivas sobre el presente y el porvenir. Así se pusieron de acuerdo en volver al pasado y representarlo en una canción.

“La canción fue pensada por nosotros, la letra es nuestra. Para mí, la importancia de estas iniciativas de memoria es que uno ve el avance que va teniendo como persona, como colectivo. Esa memoria es recordar, vemos el avance que hemos tenido. Recordar el pasado mirando siempre el futuro”, explica Silvia. Estos productos están en proceso de finalización, en el primer semestre de este año se llevará a cabo su lanzamiento, así estarán dispuestos al público.


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Apartadó, bullerengue, Conflicto, Farc, Iniciativas, memora

Memoria en AM y FM

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María Paula Durán

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María Paula Durán

Publicado

08 Jun 2018


Memoria en AM y FM

La oralidad es, y seguirá siendo, una parte muy importante en la forma en cómo transmitimos conocimientos, sentimientos, tradiciones, historias y, por supuesto, memoria. ¿Quién no recuerda con especial cariño una anécdota, una historia o un saber compartido por sus abuelos, sus padres o profesores a través la palabra hablada?


En Colombia, donde aun existe una brecha digital amplia e, incluso más que el internet, muchas veces en zonas rurales y apartadas ni siquiera hay recepción de televisión, la radio sigue siendo el medio de comunicación masiva más importante o aún el único posible para informarse y transmitir información. También en las ciudades la radio continúa teniendo un alto consumo en todos los sectores de la sociedad. Tomando esto como base y aprovechando nuestra tradición oral como cultura, varias iniciativas de memoria han usado la radio como su plataforma de expresión con el ánimo de llegar a un público amplio más allá de los centros urbanos y que las memorias que han reconstruido se escuchen en los pueblos, en las montañas, en las sierras, en las selvas y en todos los rincones donde la frecuencia y la amplitud modulada lleguen.

Les invitamos a escuchar dos ejemplos de las iniciativas que han hecho de la palabra y de los sonidos su vehículo para la memoria:

  • Ojalá nos alcance la vida / Corporación de Asuntos Mayores y CNMH con apoyo de OIM y USAID:

“Ojalá nos alcance la vida… para sembrar, argumentar y defender la paz”. Estas historias de vida se refieren al dolor, a la fortaleza y a la esperanza de personas mayores víctimas del conflicto armado en Colombia.

  • Reparaciones y territorio de paz / Una serie radial realizada por organizaciones sociales de Buenaventura – Grupo de comunicaciones por la defensa del territorio Palafitos y Arambé Grupo de ayuda comunitaria.

Las organizaciones sociales de Buenaventura reconstruyen su memoria y hacen comunicación para el desarrollo, en la construcción un territorio libre de violencia y lleno de oportunidades. Testimonios de las víctimas y voces de jóvenes hablando de memoria y procesos comunitarios de paz.

 

Y como un plus les invitamos a conocer más sobre el trabajo con iniciativas de memoria y escuchar los programas radiales realizados en 2018 sobre este tema en CONMEMORA RADIO

Iniciativas de Memoria Histórica

 

Historias para transformar el país

 

Personas mayores víctimas del conflicto

 

La crisis no conocida de Hidroituango

 

Publicado en Noticias CNMH



Iniciativas, Radio

Experiencias de memoria

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Autor

Daniel Sarmiento

Fotografía

Daniel Sarmiento

Publicado

02 Feb 2018


Experiencias de memoria

Con el objetivo de fortalecer la participación de las víctimas a través de la construcción de diálogos alrededor de temas como la justicia transicional y los espacios de esclarecimiento de la verdad, el Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH) llevó a cabo, en diciembre de 2017, el II Encuentro Internacional de Experiencias de Memoria. Esta apuesta reunió a más de 70 representantes de organizaciones de víctimas nacionales y víctimas en situación de exilio.


Por Laura Cerón, periodista del CNMH

Durante muchos años, varias organizaciones sociales del país han trabajado por esclarecer los hechos de violencia que han ocurrido hacia sus comunidades. De igual forma, han denunciado que en su mayoría los casos siguen en completa impunidad y han exigido que se respeten sus derechos.

Para ello, se han aferrado a la memoria como una herramienta de resistencia. De ahí que en sus organizaciones estén buscando constantemente la forma de visibilizar, ante el resto de la población, lo que les ha ocurrido. Durante años han hecho caminatas, galerías de la memoria, actos conmemorativos, manifestaciones en espacios públicos y encuentros culturales que les han permitido mostrar que también son sujetos activos dentro de la construcción de paz en sus territorios.

Con el panorama que se viene de cara a 2018 en el país, entre elecciones, la implementación de la JEP y la Comisión de la Verdad; el CNMH reunió a 77 líderes que hacen parte de los diversos proyectos de la Estrategia de Participación de Víctimas y Agenda Exilio del CNMH.

El encuentro contó con la participación de ponentes como Gerard Corbella del Memorial Democrático de Cataluña, Carlos Eduardo Henríquez del Museo de la Palabra y la Imagen de El Salvador (MUPI) y el investigador Rodrigo Uprimny quienes crearon un diálogo alrededor del  papel de las memorias en los espacios de aporte al esclarecimiento de la verdad.

De igual forma se propuso un espacio para hablar sobre las experiencias de memoria en procesos de justicia transicional, panel en el que participó Velia Muralles del Archivo Histórico de la Policía Nacional de Guatemala (AHPN), Enric Cobo de la Dirección General de Archivos, Bibliotecas, Museos y Patrimonio del Departament de Cultura de la Generalitat de Catalunya, España, y la Comisión Colombiana de Juristas de Colombia.

Rosa de las Nieves Mosquera, representante de Comité por los Derechos de las Víctimas de Bojayá y líder de la conmemoración que cada 2 de mayo se realiza en Bellavista, afirmó: “Como víctimas sabemos qué queremos, para dónde vamos y escuchando otras experiencias podemos aterrizarlo a lo que cada uno requiere en sus territorios”.

Como parte de las actividades también se socializó la propuesta de Política Pública de Archivos de DDHH del CNMH, el plan de Incidencia de la Red Colombiana de Lugares de Memoria, y el  guión de la exposición del Museo Nacional de la Memoria.

Frente a la participación de los exiliados o colombianos refugiados en otras latitudes, Diana Ortiz, quien hace parte del Colectivo de Migrantes Exiliados Colombianos por la Paz en Argentina dijo: “El encuentro ha sido importante porque es encontrar la resistencia y la esperanza pese a la oposición al acuerdo de paz y su implementación. Queremos apostarle a la paz ya que estamos convencidos de que una salida importante al conflicto es el reconocimiento de las víctimas y de los hechos de violencia que ocurrieron en el país”.

El II Encuentro Internacional de Experiencias de Memoria contó con el apoyo de la Agencia Catalana de Cooperación al Desarrollo (ACCD), el Gobierno de Cataluña y la Corporación Opción Legal (COL). Igualmente, se hizo en el marco de la acción conjunta que realiza el Centro Nacional de Memoria Histórica y el Programa de Alianzas para la Reconciliación, de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) y ACDI/VOCA.

Publicado en Noticias CNMH



Bogotá, Conmemoraciones, Iniciativas

Encuentro de Iniciativas de Memoria 2018

Noticia

Autor

Camilo Ara

Fotografía

Camilo Ara

Publicado

05 Mar 2018


Encuentro de Iniciativas de Memoria 2018

El próximo lunes 5 y martes 6 de marzo se realizará el Primer Encuentro de Iniciativas de Memoria 2018: 25 iniciativas de memoria histórica, en esta ocasión provenientes de 14 departamentos, se reunirán, en un evento cerrado al público, para exponer sus proyectos de memoria y promover un diálogo nacional sobre aprendizajes, apuestas, retos, riesgos y expectativas sobre la construcción de memorias.

¿Cómo lograr que una comunidad en San Carlos, Antioquia, vuelva a habitar un territorio que ha sido declarado libre de minas, pero al que sus habitantes manifiestan temor de acercarse? ¿Cómo desminar la mente de las personas y sacar de raíz los temores que el conflicto ha sembrado en ellas?

¿Cómo rescatar las memorias de los lugares y de las víctimas antes que sean enterradas por la inminente construcción de megaproyectos? ¿Cómo hacer memoria en clave ambiental?

¿Qué lugares representan paz para los niños, niñas y adolescentes en una zona de conflicto como el Putumayo y qué tiene para contarnos el pueblo Awá con las historias de los sobrevivientes, de los lugares sagrados y de quienes fallecieron?

¿Cómo personas desvinculadas del conflicto armado dialogan con la sociedad y proponen alternativas para reconstruir el tejido social y aportarle a la justicia retributiva?

La memoria y la exigencia de derechos pueden, y deben, realizarse tanto desde los centros como desde la periferia del país. Todas las regiones nos hablan acerca de cómo hemos permitido, como país, que miles de personas sufran las estigmatizaciones y los ultrajes del conflicto que durante muchos años no vimos o no quisimos ver. Relatos del dolor y sufrimiento y también de la resistencia y la vida de diversas comunidades y sectores sociales nos permiten reflexionar en múltiples lenguajes (audiovisuales, galerías, lugares de memoria, textos, radio, entre otros) acerca de las complejidades del conflicto armado en Colombia y al mismo tiempo de lo que nos une como seres humanos.

La memoria y sus expresiones son una resistencia pacífica a la violencia. Colombia es una excepción entre todos los países en conflicto puesto que la confrontación armada coexiste con una creciente confrontación de memorias y reclamos públicos de justicia y reparación. Comunidades indígenas, afro, organizaciones LGBT, adultos mayores, niños, niñas y adolescentes, personas desvinculadas de grupos armados y diferentes organizaciones de víctimas, harán parte de este encuentro.

25 iniciativas que tienen procesos adelantados para la construcción de la memoria, trabajo con víctimas del conflicto y representan un cúmulo de memorias diversas y voces plurales. Propuestas y procesos de memoria desde Nariño, Bogotá, Valle del Cauca, Santander, Norte de Santander, Antioquia, Putumayo, La Guajira, Chocó, Boyacá, Tolima, Arauca, Cauca, Magdalena y Barcelona, España, nos acompañan este año. Son las voces de los diferentes territorios, enfoques diferenciales y expresiones con múltiples lenguajes.

Este Primer Encuentro Nacional de Iniciativas de Memoria 2018 se hace con la ayuda y los recursos del Centro Nacional de Memoria Histórica, Cooperación alemana, Banco KFW, el gobierno de Canadá, PNUD, USAID, ACDI/VOCA, MSI, Chemonics y Unicef.

Lista completa de las iniciativas priorizadas en 2018

Publicado en Noticias CNMH



Colombia, Iniciativas

Santa Fe: una obra de Títeres con memoria

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Autor

CNMH

Fotografía

CNMH

Publicado

06 Mar 2018


Santa Fe: una obra de Títeres con memoria

Una mirada al barrio Santa Fe, en Bogotá, sus dinámicas cotidianas y las historias de sus habitantes y los territorios rurales de los que provienen. Títeres con memoria es una iniciativa artística que evidencia los procesos de resistencia frente a las violencias de este barrio, y de las personas víctimas del conflicto que ejercen trabajo sexual en esta zona de la ciudad.


La obra ‘Santa Fe’ del colectivo Cuerpos en resistencia se estrena en Bogotá el próximo 10 de marzo a las 6:00 p.m. en el teatro La Aldea Arde. Barrio La candelaria, Calle 17 # 2-77, con entrada libre.

“Bogotá, barrio Santa Fe, hacia las 6:30 de la tarde. Dos mujeres transexuales de aproximadamente 59 y 35 años que ejercen la prostitución, se encuentran en la cuadra de la calle 21 con 14. Una de ellas está sentada en un banco rojo y viejo mientras recuesta su espalda en la pared del prostíbulo donde se dedica a su oficio. Sus manos sostienen un libro mediano que luce un poco destruido, lo ojea y levanta su vista de vez en cuando. La otra mujer se encuentra de pie, se fuma un cigarrillo mientras observa sus posibles clientes. Detrás de ellas se ven edificios viejos, húmedos y dañados.

La mujer mayor se detiene en una hoja de su libro, aclara su garganta y le dice a la otra mujer de 35 años:

—    ‘¡Dolores, vea, oiga esto!”

Así inicia la obra de teatro ‘Santa Fe’ que evidencia la violencia que han vivido muchas personas víctimas del conflicto armado y a casusa de esto ejercen el trabajo sexual, resaltando las resistencias y formas de dignificación que ellasmovilizan en su vida cotidiana. La representación artística es un recorrido por diferentes momentosde la historia real de las víctimas que participaron en talleres de memoria y de escrituras creativas organizados por el colectivo Cuerpos en Resistencia, historias de personajes que se entrecruzan con símbolos relacionados con elduelo, las luchas y las expresiones de memoria y resistencia.

‘Santa Fe’ ubica a los personajes y a los espectadores “en relación con la violencia que sufren los ‘cuerpos que incomodan’, ‘los cuerpos no hegemónicos’, dentro del conflicto armado y cómo por circunstancias que no pueden asumirse como casuales, estos terminan confluyendo en el ejercicio de la prostitución. Se narrará cómo es el barrio Santa Fe, cuáles son sus violencias y cómo se replica la violencia de los territorios rurales en las ciudades”.

Así lo manifiestan desde el colectivo Ana María Parra, Felipe Portela, Ammarantha Wass, Alisson Cabrera, Edwin Rodríguez, Alejandra Bonilla, Camilo Manrique, Erick Cabrera, Roberto Bolívar y todos los miembros del colectivo Cuerpos en Resistencia que han hecho parte de esta apuesta teatral.

Miembros del colectivo Cuerpos en Resistencia manifestándose en pro de los derechos de la población LGBT durante la Marcha del orgullo gay en Bogotá.

 

‘Santa Fe’, es una obra sobre la búsqueda de emancipación, sobre las memorias de personas marginadas, los derechos de las víctimas y el reconocimiento de una población que ha sido afectada de manera diferenciada en el conflicto armado y que no ha tenido visibilidad o se ha visto excluida de espacios de participación sobre el tema.

De acuerdo con el colectivo, “{…} en nuestro país, no hay una mejor radiografía de la desigualdad social y la continua violencia, que los espacios denominados como marginales en las ciudades, porque estos espacios, han sido construidos con los rezagos que la guerra dejó en los territorios donde el conflicto armado, devasto la cotidianidad de los territorios rurales, afectados por los proceso violentos.” es por eso que enfocan su trabajo allí.

Obra ‘Santa Fe’

Ciudad: Bogotá
Lugar: Teatro La Aldea Arde. Barrio La candelaria, Calle 17 # 2-77
Día: 10 de marzo de 2018
Hora: 6:00 p.m.
Entrada libre

Publicado en Noticias CNMH



Bogotá, Iniciativas, LGBTI

“Memorias que renacen del municipio de Carepa”

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Autor

Camilo Ara

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Camilo Ara

Publicado

16 Mar 2018


“Memorias que renacen del municipio de Carepa”

Es el nombre que recibe un documental que recoge las memorias de las masacres ocurridas en las fincas bananeras de Osaka y Cuna del municipio de Carepa, en el Urabá antioqueño. Una pieza audiovisual en clave de resistencia de los sobrevivientes y las familias de las víctimas en esta región de Colombia.


Por: Daniel Valencia para el CNMH

Entre bananeras se escuchan voces que insisten en lo mismo: “El Urabá es más que sangre y dolor”, “más que malas noticias”, “aquí hay gente buena”, “no todo ha sido guerra”, “este es el paraíso”, “el territorio de los mil colores”, “la mejor esquina de América”. Cuando se llega a Carepa, municipio de Urabá, lo primero que impresiona es su paisaje: un mar de plátano y banano hasta donde alcanza la vista, y más allá. Después están los frescos y largos túneles verdes formados por árboles en la carretera y la mezcla de su diversidad cultural: se está en Antioquia y se respira el Caribe. Esto sumado a las voces de los carapenses, que claman por la verdad y la paz, es lo que los invitamos a preciar en el documental Memorias que renacen del municipio de Carepa, realizado por el Grupo de Iniciativas de Memoria del Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH) con la Alcaldía Municipal de la región y víctimas representantes de diferentes hechos victimizantes.

Su posición privilegiada en el Golfo de Urabá y la conexión que tiene con el océano Atlántico, el río Atrato, la zona selvática, las montañas y la frontera con Panamá lo hacen atractivo para el comercio de exportación y, al mismo tiempo, para los grupos armados como las guerrillas de las FARC y el EPL, los paramilitares de los Castaño, unificados bajo las Autodefensas Campesinas de Córdoba y Urabá, cuya expansión de armada provocó el incremento de homicidios en los municipios de Mutatá, Chigorodó, Carepa, Apartadó y Turbo. Mientras las guerrillas mataban a administradores de fincas, los paramilitares masacraban a trabajadores y sindicalistas.

 Trabajador de la finca bananera Zulemar en el municipio de Carepa.

“En Zungo ‘veloriaban’ a los muertos las familias solas. Los vecinos no podían acompañarlos por temor al señalamiento”, dice el testimonio de uno de los sobrevivientes en el documental. En medio de la cruenta disputa histórica del control de la zona para el narcotráfico y el arsenal de armas utilizadas, los lugareños son los que han sufrido las peores consecuencias y han sido victimizados por todos los actores armados que los señalaban unas veces como guerrilleros, otras como colaboradores de los paramilitares o las Fuerzas Militares. En todo caso aun hoy pesa sobre la región un estigma de “Zona Roja” o zona de violencia, y si bien es cierto que los Grupos Armados Posdesmovilización (GAPD), que allí operan, someten a la población a su poder, mientras sus habitantes resisten y luchan para dejar atrás los estigmas, reconstruir sus memorias y mejorar las condiciones para todos.

Publicado en Noticias CNMH



Iniciativas, Urabá

4 vidas, el documental

Noticia

Autor

CNMH

Fotografía

CNMH

Publicado

02 Abr 2018


4 vidas, el documental

Las memorias y luchas de Dolly Riofrío, de Ipiales, Katherine Vargas, de Putumayo, Cristal Naomi de Tumaco, y Santina Román, de Pasto, son las protagonistas de esta historia que visibiliza las violencias que han sufrido las personas de sectores LGBT por razones de género en medio de la guerra.


Por: Daniel Valencia para el CNMH

La violencia sexual es, quizás, el crimen más olvidado y silenciado entre los hechos ocurridos durante el conflicto armado colombiano. Sin embargo, el Observatorio de Memoria y Conflicto del Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH), contabiliza más de 15.000 personas víctimas de delitos contra la libertad y la integridad sexual en el marco del conflicto armado, sin contar el subregistro y los casos no reportados. (Puede leer: “La guerra inscrita en el cuerpo. Informe nacional sobre violencia sexual en el conflicto armado”)

4 vidas, el documental” nace como una iniciativa audiovisual de la Corporación ÁGORA Club – “Organización de Derechos Humanos”, producida con apoyo del Gobierno de Canadá y el Programa Reintegración y Prevención del Reclutamiento de la Organización Internacional para las Migraciones (Programa RPR/OIM) y el CNMH, con la cual se busca brindar una herramienta para abordar el tema LGBT desde la óptica de aquellas personas que por causa de su orientación sexual o de su identidad de género, sufrieron los rigores de esa violencia sin sentido que como país nos ha afectado por más de 50 años. (Puede leer: “Aniquilar la diferencia”)

Esta pieza comunicativa no se detiene solamente en ver a sus protagonistas como víctimas, sino además nos muestra cómo estas cuatro personas han logrado salir adelante, tomar las riendas de sus vidas y convertirse en lideresas de sus grupos poblacionales, siendo ahora referentes en la causa social en búsqueda del reconocimiento y reivindicación de sus derechos.

De acuerdo con el informe del CNMH “La guerra inscrita en el cuerpo. Informe nacional sobreviolencia sexual en el conflicto armado”,la violencia sexual ha operado como una herramienta eminentemente comunicativa que le envía a la población y a la víctima un mensaje sobre quién manda en un territorio; el cuerpo ha servido para descifrar entre líneas eso que los actores armados quieren comunicarse unos a otros, a los pobladores y a sus víctimas. 

Justamente por esto la importancia de una inciativa de memoria que reivindica la resistencia y la visibilidad que han padecido estas víctimas y que a través de este documental procura contrarestar el olvido y la indiferencia.

Sobre la iniciativa de memoria

Corporación AGORA Club – “Organización de Derechos Humanos”, es el nombre adoptado por un colectivo de personas interesadas en el trabajo en pro de la construcción de la “ciudadanía LGBTI” en el municipio de Pasto y en el departamento de Nariño, conformado por jóvenes convencidos que la construcción de una nueva sociedad es posible.

Como ellos mismos lo expresan, la corporación cuenta ya con 15 años de experiencia, que les han proporcionado lograr un reconocimiento nacional e internacional. “Actualmente hacemos parte de la Red Latinoamericana de oenegés de Derechos Humanos, ente que agrupa más de 78 organizaciones dedicadas al trabajo en favor de distintas comunidades en los países de la américa hispana”, manifiestan.

Puede conocer más acerca de esta iniciativa en: http://agoraclubpasto.blogspot.com.co/p/quienes-somos.html

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Iniciativas, LGBTI, Nariño

Memoria desde los excombatientes

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Autor

Daniel Valencia

Fotografía

Daniel Valencia

Publicado

04 May 2018


Memoria desde los excombatientes

Conversatorio realizado el día 29 de abril en la Feria Internacional del Libro de Bogotá (Filbo), en el que participó el Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH), junto a El Espectador y Colombia 2020


Por: Daniel Valencia para el CNMH

“Hay muchos intereses políticos en medio de esto pero hoy tenemos que abrazarnos entre esos que éramos enemigos. La paz es una oportunidad que merecemos todos”. Con esta frase iniciaba el conversatorio el sargento José Libardo Forero que estuvo secuestrado 13 años en la selva. Y continuó diciendo: “Sinceramente vivir en la selva es duro, pero muy duro. Y yo creo que las personas que dicen que no nos podemos arrodillar ante las FARC, realmente nunca han tenido que arrodillarse. La paz es posible y la reconciliación también”.

El sargento José Libardo Forero, Camila Medina, directora de Construcción de la Memoria del CNMH, y Noly* una joven desvinculada de las FARC dialogaron el día 29 de abril en el pabellón de El Espectador de la Filbo durante el conversatorio “La memoria desde los excombatientes” organizado por Colombia 2020, y que pone en perspectiva cómo incluir en la memoria las voces de quienes estuvieron en el lado de los actores armados y que al mismo tiempo han sido víctimas en ocasiones.

El mensaje principal de los participantes al final es que deben abrirse espacios de diálogo institucionales, en los medios, en la academia y en la cotidianidad donde se amplíe la participación de todos los sectores y se pueda establecer una conversación horizontal, alejada de prejuicios y donde prime el respeto y el reconocimiento del otro. Al respecto menciona Camila Medina: “Uno de los grandes retos que tenemos desde el CNMH y como país, es cómo le decimos a los medios y al sistema educativo y la opinión pública, que no nos muestren la guerra en blanco y negro sino los matices y los grises que hay, sin amarillismo, para no seguir polarizando”.

Al respecto Noly, una joven desmovilizada de las FARC expresó: “Yo nací en la guerrilla, fue lo único que conocí, no tuve padres. Hoy gracias a Dios me han recibido ustedes en la vida civil. A mí me duele mucho cuando oigo que la gente me dice terrorista, yo no escogí. Hoy estoy estudiando y me he conocido con José Libardo, qué antes era mi enemigo, y su esposa a quienes hoy con orgullo llamo papá y mamá”.

Para el CNMH la construcción de memoria debe ser un ejercicio colectivo, incluyente, pluricultural y donde quepan todas las voces. Por eso ha venido desarrollando proyectos con excombatientes de las Fuerzas Armadas sobre afectaciones por minas antipersonal y secuestrados. Este 2018 además trabaja desde el Grupo de Apoyo a Iniciativas de Memoria con dos iniciativas desarrolladas por excombatientes y mujeres exclandestinas de las FARC. Lo anterior dentro del cumplimiento del mandato para apoyar los ejercicios de la ciudadanía que buscan elaborar sus memorias y experiencias alrededor del conflicto armado para la construcción de paz desde los territorios.

Y justamente en ese sentido desarrolla su proyecto “Nunca invisibles: mujeres excombatientes y exclandestinas de las FARC”, que en apoyo con PNUD, a través del Programa de Justicia Transicional y el Gobierno de Canadá, en coordinación con el CNMH, reconstruye la historia de vida de estas mujeres a partir de talleres de género y memoria histórica que potencialicen sus herramientas para la narración, creando historias que muestren sus trayectorias en la guerra y la construcción de paz.

Finalmente Camila Medina hizo referencia a la JEP y a la Comisión de la Verdad: “La Comisión de la Verdad en este momento es una gran oportunidad para el país, el reto más grande que tiene ese mandato esclarecedor es cómo contribuir a la construcción de paz y convivencia en los territorios y eso incluye tender puentes y diálogos más horizontales en los territorios. El otro reto es generar un consenso de país en cuanto a lo que no se debe repetir y no puede volver a pasar”.

* Nombre cambiado por razones personales de la participante.

Publicado en Noticias CNMH



Ex Combatientes, Iniciativas

“La verdad es de todos”: Conmemoración de un ataque que estaba en el olvido

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Autor

Lizeth Sanabria

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Lizeth Sanabria

Publicado

11 Jul 2019


“La verdad es de todos”: Conmemoración de un ataque que estaba en el olvido

Desde el año pasado, los sobrevivientes y familiares víctimas del ataque de las Farc a los pelotones de contraguerrilla Texas 2 y Texas 3 del Ejército Nacional, ocurrido el 8 de julio de 1999 en Gutiérrez, Cundinamarca, se reúnen para no olvidar a quienes perdieron la vida por este hecho y para reclamar verdad, justicia y garantías de no repetición.


En Colombia las historias de muerte y desolación a causa de la guerra abundan en la mayoría de los pueblos, por no decir que en todos. El pasado domingo 7 de julio se reunieron más de 100 personas en Gutiérrez, Cundinamarca, para conmemorar uno de los tres ataques guerrilleros perpetrados por las Farc hace veinte años. 

Mujeres, hombres, niños y niñas llevaban en sus manos rosas rojas y blancas que sembraron junto a una piedra en la vereda El Cedral, a escasos kilómetros del casco urbano de Gutiérrez. Allí se abrazaron, cantaron y recordaron a los que la guerra les arrebató el 8 de Julio de 1999, en uno de los ataques más sangrientos que se haya vivido en las cercanías a Bogotá. Una atmósfera propicia para un momento de duelo y encuentro. 

Ese día, los 56 hombres del Batallón de Artillería No 13 “General Fernando Landazabal Reyes” se enfrentaron a más de 500 miembros de la guerrilla de las Farc. Murieron 38 militares, 35 soldados regulares y tres suboficiales. También, se dice extraoficialmente, hubo guerrilleros muertos.

Para la mayor María Fernanda Cifuentes, oficial de víctimas del Departamento Jurídico Integral del Ejército Nacional, quien acompañó la conmemoración, en este hecho se cometieron, por parte de la guerrilla de las Farc, graves violaciones al Derecho Internacional Humanitario (DIH).

“Este fue un ataque indiscriminado, la muerte de nuestros 38 militares fue por tiros de gracia, un delito de lesa humanidad a la luz del Derecho Internacional Humanitario”, comentó la mayor Cifuentes.  

De acuerdo con la oficial, cuando los combatientes dejan sus armas en un enfrentamiento, o lo que militarmente se conoce como deponer, como pasó con algunos soldados en Gutiérrez, “tienen el derecho a que su vida sea salvaguardada, y eso no sucedió acá, fueron vilmente masacrados, y fuera de eso hubo utilización de armas no convencionales como cilindros bomba”, añadió. 

Familiares de las víctimas del ataque se abrazan durante la conmemoración. – Fotografía: Lizeth Sanabria/CNMH

En Gutiérrez, se conmemoró la vida después de la muerte, en este caso de hombres que estaban prestando servicio militar, con la ilusión, tal vez, de que en el futuro Colombia fuese un mejor país. Pero también se recordó el horror del conflicto para que este no se vuelva a repetir. 

“Me parece excelente que hagan este tipo de eventos, desde el año pasado, después de 19 años de sentirnos olvidados, de sentirnos decepcionados, es algo muy bonito que llegaran a este punto para no olvidar a nuestros compañeros”, dice Marco Tulio Morales, sobreviviente del ataque a Gutiérrez. 

En este caso dos sentencias del Consejo de Estado condenan a la Nación por una desprotección de los militares.

El Consejo de Estado dictamina que este ataque “…da cuenta de varias circunstancias que rodearon la planeación y ejecución de la operación militar que constituyen verdaderas actuaciones omisivas que pusieron a la víctima y sus demás compañeros militares en una situación de indefensión frente al ataque de la subversión”.

Así mismo, las familias de los militares quieren ser reconocidas como víctimas dentro de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) y que su caso sea llevado a la Comisión de la Verdad.

“Presentar una medida de satisfacción en nombre de esas víctimas sobrevivientes y las víctimas indirectas que son los familiares. Todo lo que fueron ataques y tomas guerrilleras fue uno de los componentes del primer informe que presentó la organización ACOMIDES (Asociación Colombiana de Víctimas de Desaparición Forzada y Otros Hechos Victimizantes) a la JEP, que reflejaba los hechos de secuestro y desaparición forzada o los aspectos de ataques a unidades militares”, comparte la mayor María Fernanda Cifuentes. 

El dolor es inevitable en este tipo de espacios, a pesar de los 20 años que han pasado, las heridas siguen abiertas, detalles de la vida. Al escuchar una canción que recuerda un ser querido, o pisar el terreno donde fueron asesinados los hijos de estas madres se remueven sentimientos.

“Queremos que quede en la memoria que gracias a los héroes de Gutiérrez, muchos hoy en día viven, que no nos olvidemos de ellos”, dice Viviana Osorio, hermana del soldado Helmer Revelo Sarmiento, quien murió en este ataque. 

“La verdad es de todos”, expresaron varios familiares durante la conmemoración.  Una frase donde piden saber qué pasó, y a la vez ser escuchados, para que el país conozca sus sentimientos y dolores alrededor de la guerra. 

“Hay esperanza, después de mucho tiempo de nosotros estar creyendo que no teníamos voz, que éramos olvidados de este conflicto y nos dieron una luz de esperanza, de saber que no nos habían olvidado, de que los sobrevivientes todavía estamos en la memoria del Ejército, es un signo de esperanza”, finaliza Marco Tulio Morales uno de los sobrevivientes del ataque a Gutiérrez. 

 


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