Autor: CNMH

Para las madres de Color y Esperanza por Nuestros Héroes, no existe el olvido

Para las madres de Color y Esperanza por Nuestros Héroes, no existe el olvido

Para las madres de Color y Esperanza por Nuestros Héroes, no existe el olvido

Autor

CNMH

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CNMH

Publicado

12 de mayo 2021


Para las madres de Color y Esperanza por Nuestros Héroes, no existe el olvido

  • Con apoyo del Centro Nacional de Memoria Histórica, la Fundación Color y Esperanza por Nuestros Héroes, conformada por madres de miembros de la fuerza pública y policía, presentará este sábado 15 de mayo, a las 3:00 p.m., el corto documental Para nosotras no existe el olvido. Transmisión por el Facebook Live del CNM.
  • La pieza audiovisual fue grabada durante 2020, en medio de la coyuntura provocada por el Covid – 19, lo que significó que el trabajo tuviera que desarrollarse virtualmente, reto que con dedicación asumieron las integrantes de la fundación.

En los últimos 62 años, 23.380 agentes de la Fuerza Pública y Policía han sido afectados en acciones perpetradas en el marco del conflicto armado, según el Observatorio de Memoria y Conflicto del Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH). Esta cifra se traduce en 377 personas afectadas cada año desde 1958 hasta hoy. Con este dato sobre las magnitudes de los daños a causa de la guerra a miembros de la fuerza pública abre el corto documental Para nosotras no existe el olvido.

Esta pieza audiovisual, que fue construida en su totalidad durante el aislamiento provocado por el COVID-19, es producto de una iniciativa de memoria que con amor y dedicación han impulsado 10 madres de jóvenes que pertenecieron a la fuerza pública y policía. Ellas están organizadas en la Fundación Color y Esperanza por Nuestros Héroes, donde se han encontrado en razón de la pérdida de sus hijos. “Nosotras como madres lo que queremos es visibilizar estos hijos que ya no están y también visibilizarnos a nosotros como familias de ellos”, sostiene Delsa Vanegas, madre del soldado profesional Luis Antonio Cabrera Vanegas.

Para nosotras no existe el olvido busca contribuir a la construcción de la memoria desde la voz de las madres de miembros de la fuerza pública y policía, que desde su visión generan una propuesta de amor por medio de una iniciativa que le hace frente al olvido de ese hijo que ya no está de manera física, pero que siempre estará en sus memorias. Así, el propósito de estas madres es que sus historias sean conocidas, que el dolor por la pérdida sea reconocido y despierte la solidaridad de la sociedad colombiana. “Ni un hijo más para la guerra”, dice Gladys Acevedo, presidenta de la fundación y madre del soldado Edwin Carranza.

Este corto documental, que se lanzará el próximo 15 de mayo a las 3:00 p.m. por el Facebook Live del CNMH, con transmisión el 18 de mayo a las 7:00 p.m. por Canal TRO, es una de los procesos priorizados por el Equipo de Apoyo a Iniciativas de Memoria del CNMH en 2020.

“En el proceso de acompañamiento a esta iniciativa de memoria entendimos que a pesar de que el dolor es constante, este va cambiando con el paso del tiempo y por efecto de la compañía que las madres se han brindado unas a otras. Entre ellas entienden la situación por la que están pasando, se han convertido en un apoyo y han propiciado una relación en que no tienen que dar explicaciones ni justificar sus sensaciones, sino que se brindan fuerza, soporte y se recuerdan los motivos para continuar”, explica Mónica Márquez, quien junto a Julián Villegas fueron los profesionales que desde el Centro Nacional de Memoria Histórica apoyaron la iniciativa de memoria.

Vale la pena resaltar que este proceso se desarrolló con el propósito de honrar la memoria de Camilo, Carlos Andrés, Edwin, Esneyder, Fredy Harold, Javier Alfonso, Luis Antonio, Stiven Felipe y Steven Yamid, amados hijos que serán siempre añorados por sus madres y sus familias, a quienes conocimos a través de los relatos de sus madres, quienes trabajan continuamente por ser reconocidas y que las historias de sus hijos no queden en el olvido. Y para que toda la sociedad conozca, recuerde y conmemore las vidas de miles que fueron apagadas mientras le servían al país.

Este ejercicio de memoria se suma a otras iniciativas de memoria con familiares de la Fuerza Pública y la Policía apoyadas por el CNMH, como Por los retoños del árbol truncado, y procesos de investigación con víctimas del conflicto armado del Ejército, la Policía y la Armada, como Esa mina llevaba mi nombre, la serie radial Los pasos rotos, y el especial transmedia Relatos de selva.

 

(Le puede interesar: Por los retoños del árbol truncado)


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CNMH y Archivo General de la Nación realizarán 4 videoconferencias sobre archivos vinculados a DD.HH.

CNMH y Archivo General de la Nación realizarán 4 videoconferencias sobre archivos vinculados a DD.HH.

Biblioteca de Cáceres propició diálogo en su Rincón de la Memoria

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CNMH

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CNMH

Publicado

12 de mayo 2021


CNMH y Archivo General de la Nación realizarán 4 videoconferencias sobre archivos vinculados a DD.HH.

  • La primera, titulada “Valoración de documentos de archivo”, se realizará este viernes 14 de mayo entre las 2:00 pm y las 4:00 pm.
  • El ingreso será libre y no habrá inscripciones, ya que se dictará por las redes sociales Facebook y YouTube, de las dos entidades.

El Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH), a través de la Dirección Técnica de Archivos de los Derechos Humanos, realizará junto al Archivo General de la Nación (AGN), cuatro videoconferencias sobre archivos vinculados a Derechos Humanos.

Estos espacios de divulgación que se enmarcan en las Jornadas de Formación Virtual que adelanta el CNMH durante el año en curso, tendrán distintos énfasis abordados por especialistas en cada materia.

La primera videoconferencia se realizará el próximo viernes 14 de mayo, (con retransmisión el 11 de junio), y el tema a tratar será la “Valoración de documentos de archivo”. La segunda será el 13 de junio y se hablará sobre “Anonimización de archivos”.

En la tercera se hablará sobre los “Instrumentos archivísticos”, el 25 de junio, y en la cuarta se abordará el tema de “Normatividad archivística vigente y acceso a la información”, el 17 de septiembre.

Estas videoconferencias de divulgación del conocimiento archivístico, tienen los objetivos de fortalecer la apropiación social del patrimonio documental, la gestión, el procesamiento técnico, y el acceso y la protección de los archivos relacionados con DD.HH. y la memoria histórica del conflicto armado interno.

Así lo manifestó la directora técnica del Archivos de los DD.HH. del Centro Nacional de Memoria Histórica, Marcela Rodríguez:

“Es así como el CNMH y el AGN, en cumplimiento de las obligaciones misionales encomendadas por el Estado colombiano, dan respuesta a las necesidades de gestores/as de archivos, organizaciones de la sociedad civil, grupos étnicos y entidades públicas y privadas, forjando capacidades para la administración de archivos relacionados con DD.HH.”, dijo.

Primera Videoconferencia, 14 mayo

La primera videoconferencia “Valoración de documentos de archivo”, se realizará este viernes 14 de mayo, y se conocerán los principales instrumentos y objetivos de la valoración de documentos de archivo.

Es de resaltar que la valoración es un proceso continuo que determina el destino final de los documentos de archivo de acuerdo con los valores que se les atribuyen, lo que implica un intento por determinar la vigencia de un documento.

Este curso virtual está dirigido a víctimas, organizaciones de la sociedad civil, entidades públicas y privadas que cumplen funciones públicas, estudiantes y en general a personas interesadas en los temas a tratar.

Los especialistas que lo dictarán son: Eliana Paola Barragán Murillo, historiadora de la Universidad Nacional de Colombia y especialista en Archivística por la Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia, además, viinculada al Archivo General de la Nación desde hace 7 años con experiencia en organización de archivos históricos y valoración documental.

También está, Jhonatta Alexánder Hoyos Sepúlveda, abogado de la Universidad La Gran Colombia con experiencia profesional de 14 años en el sector público en temas de Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario. Vinculado a la Dirección de Archivos de los DD.HH. del Centro Nacional de Memoria Histórica.

Transmisión por Facebook y YouTube

El ingreso a esta primera videoconferencia será libre y no habrá inscripciones, ya que se dictará por las redes sociales del AGN  con retransmisión del CNMH (Facebook y Youtube), entre las 2:00 p y las 4:00 pm. Al final de cada intervención, habrá espacio para preguntas vía chat.

Las redes del Archivo General de la Nación son: en Facebook https://www.facebook.com/ArchivoGeneral y en Youtube https://www.youtube.com/user/CanalAGNColombia

Las redes sociales del Centro Nacional de Memoria Histórica, por donde se realizará la retransmisión son: en Facebook https://www.facebook.com/CentroMemoriaH y en Youtube https://www.youtube.com/user/CentroMemoriaH

Para mayor información sobre la Dirección de Archivos de los Derechos Humanos del Centro Nacional de Memoria Histórica, puede ingresar al link: http://www.archivodelosddhh.gov.co/saia_release1/ws_client_oim/menu_usuario.php


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Biblioteca de Cáceres propició diálogo en su Rincón de la Memoria

Biblioteca de Cáceres propició diálogo en su Rincón de la Memoria

Biblioteca de Cáceres propició diálogo en su Rincón de la Memoria

Autor

CNMH

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CNMH

Publicado

10 de mayo 2021


Biblioteca de Cáceres propició diálogo en su Rincón de la Memoria

La Biblioteca Pública Municipal de Cáceres, Antioquia, proyectó en su Rincón de la Memoria el documental No hubo tiempo para la tristeza. La actividad, que permitió el diálogo y la reflexión sobre el conflicto armado entre las víctimas y la comunidad en general, hace parte de la agenda cultural que viene apoyando en este municipio la Estrategia de Pedagogía del Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH).

Ludís del Carmen Berrío Cogollo, bibliotecaria organizadora del evento, consideró que la actividad fue muy enriquecedora, por la asistencia de personas que han sufrido el desplazamiento forzado. Anotó que este espacio fue propicio para que los asistentes expresaran sus ideas y aclararan inquietudes en el diálogo constructivo que surgió entre todos sobre la situación en su territorio y en el país.

Al cierre de la actividad pedagógica, los asistentes coincidieron en que “todas las personas directa o indirectamente, son víctimas del conflicto armado, porque siempre viven bajo el miedo y la presión, pero siguen adelante”.

Esta agenda cultural que organiza la Biblioteca Pública de Cáceres  desde Rincones de la Memoria, ha facilitado a los usuarios toda clase de conocimiento e información sobre el material producido por el CNMH, al que tienen acceso todas las personas, sin distinciones, todo en procura de la no repetición.


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comunicado

Llamado a la protección de los archivos e información pública

Autor

CNMH

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CNMH

Publicado

5 de mayo 2021


Llamado a la protección de los archivos e información pública

El Archivo General de la Nación, el Centro Nacional de Memoria Histórica y la Sociedad Colombiana de Archivistas, se permiten socializar la presente comunicación, en virtud a la imperativa necesidad de adopción de las medidas necesarias, para la protección de los archivos que custodian, en cumplimiento de las garantías constitucionales y los principios de igualdad, democracia y participación.

 

Comunicación conjunta archivos

Descargar comunicado

 


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Una nueva edición de la Maleta de Memorias Étnicas empieza su recorrido en el norte de Antioquia y el Bajo Cauca

Una nueva edición de la Maleta de Memorias Étnicas empieza su recorrido en el norte de Antioquia y el Bajo Cauca

Autor

CNMH

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La Maleta de Memorias Étnicas contiene productos de memoria elaborados con pueblos indígenas de la Sierra Nevada de Santa Marta y Amazonas, y las comunidades afrodescendientes de Bojayá y Barú.

Publicado

2 de mayo 2021


Una nueva edición de la Maleta de Memorias Étnicas empieza su recorrido en el norte de Antioquia y el Bajo Cauca

  • Esta estrategia pedagógica, que aporta un enfoque sobre la afectación diferenciada del conflicto armado en las comunidades étnicas, llegó a 10 municipios antioqueños de las subregiones del Norte y el Bajo Cauca en el primer trayecto de la ruta.
  • A través de la Maleta de Memorias Étnicas, multiplicadores locales, acompañados por el Enfoque Étnico del CNMH, compartieron las experiencias en construcción de memoria con pueblos indígenas y afrodescendientes en sus comunidades.

 La Maleta de Memorias Étnicas del Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH) comenzó un nuevo viaje. Esta herramienta pedagógica —que contó con una primera versión en 2017—, liderada por el equipo del Enfoque Étnico del CNMH para compartir las experiencias en construcción de memoria del pueblo Wiwa (Sierra Nevada de Santa Marta), cuatro pueblos indígenas de La Chorrera (Amazonas) y las comunidades afrodescendientes de Bojayá (Chocó) y Barú (Bolívar), ya hizo las primeras paradas de su nueva travesía en 10 municipios antioqueños de las subregiones Norte y Bajo Cauca.

Multiplicadores locales de la memoria de estos territorios llevaron a sus comunidades los informes y cartillas contenidos en la maleta con el fin de promover diálogos acerca de la importancia de construir memorias con enfoque diferencial en las comunidades de Ituango, Briceño, Yarumal, Cáceres, Nechí, Zaragoza, El Bagre, Tarazá, Gómez Plata y Santa Rosa de Osos. Con esta estrategia pedagógica, las comunidades étnicas han reconocido sus historias atravesadas por el conflicto armado en las de otros pueblos que ven como pares.

El enfoque diferencial hace visibles las diferencias en la afectación del conflicto armado en el país y sus factores subyacentes sobre comunidades que preservan prácticas culturales propias y un modelo de vida fundamentado en la relación con su territorio. La Maleta de Memorias Étnicas brinda un punto de abordaje en los procesos de memoria, a partir de la valoración de las condiciones especiales de comunidades indígenas, afrocolombianas y campesinas, amenazadas en la actualidad por el riesgo del exterminio físico y cultural.

 

Los contenidos de la maleta

La Maleta de Memorias Étnicas contiene los informes Ruama Shama: desde el corazón y el pensamiento del pueblo Wiwa, que describe las afectaciones del conflicto armado al territorio de esta comunidad de la Sierra Nevada de Santa Marta; Sobrevivientes victoriosos: Amanecer de la palabra de los hijos e hijas del tabaco, la coca y la yuca dulce, sobre la barbarie de la cauchería en la Amazonía, y Barú: los conflictos de la paz, acerca del despojo que ha sufrido esta comunidad, fundada después abolición de la esclavitud en Colombia.

Este ‘equipaje’ contiene también la cartilla Un pueblo que canta, que explora los alabaos y cantos funerarios de las comunidades negras del Pacífico como dispositivo de memoria, sanación y denuncia; y los documentales Voces desde el círculo de la palabra, proceso de memoria del pueblo Bora, de La Chorrera,  y Las Musas de Pogue, sobre la reconfiguración de la relación ritual entre vivos y muertos en la comunidad de Bojayá tras la masacre del 2 de mayo de 2002.

Además de estos productos de memoria histórica, la maleta incluye un documento que aporta lineamientos conceptuales y metodológicos para el trabajo de memoria con pueblos étnicos, así como una cartilla de Ruta Pedagógica para la activación de esta herramienta. La propuesta hace posibles ejercicios de memoria histórica locales, desde un enfoque de derechos humanos y de acción sin daño, que reconozca la afectación diferenciada del conflicto armado en pueblos indígenas y afrodescendientes.

Todos estos documentos se pueden consultar, a modo de mapa, en https://centrodememoriahistorica.gov.co/micrositios/comunidades-etnicas/maleta.html

A finales de 2020 se realizaron los talleres virtuales dedicados a la reflexión sobre la afectación del conflicto armado en las comunidades y a la formación de facilitadores locales para el conocimiento y la reflexión sobre la historia del país durante el conflicto armado reciente y la construcción de memoria. La disposición del material en las bibliotecas y en manos de diferentes  actores del proceso educativo en las comunidades incluyó la mediación para su conocimiento y apropiación.

 

Una nueva edición, una nueva ruta

La Maleta de Memorias Étnicas cuenta con el apoyo de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) desde su primera versión en 2017. Esas primeras maletas se entregaron a las comunidades autoras de los contenidos y a representantes de pueblos indígenas y afrodescendientes en diversos escenarios de socialización, así como a diferentes universidades del país. Los contenidos e impresión se lograron, además, gracias al Programa de Fortalecimiento Institucional para las Víctimas y la Organización Internacional de las Migraciones (OIM).

En esta nueva edición, el aporte de USAID se materializó a través del Programa Colombia Transforma, que acompaña la implementación del Acuerdo de Paz con la antigua guerrilla de las Farc.

El Enfoque Étnico entregó 100 de estas nuevas maletas a líderes comunitarios, instituciones educativas, bibliotecas públicas y organizaciones sociales en los municipios incluidos en el proyecto Rincones para la memoria, del Centro Nacional de Memoria Histórica.

A pesar del temor presente en municipios que luego de la priorización para la implementación de los acuerdos de paz han visto recrudecimiento de la violencia, como Ituango, en el Norte, y la mayor parte del Bajo Cauca, líderes campesinos y de otras comunidades han encontrado que es necesario hablar de procesos de sanación y reconocimiento de las afectaciones que ha sufrido su territorio.


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Bojaya

La masacre de Bojayá, un compromiso contra el olvido

Autor

CNMH

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CNMH

Publicado

1 de mayo 2021


La masacre de Bojayá, un compromiso contra el olvido

  • En conmemoración del Día de las Víctimas de Bojayá, el Centro Nacional de Memoria Histórica presenta un tablero con las cifras que ha logrado establecer alrededor del conflicto armado en esa región, especialmente sacudida durante la masacre del 2 de mayo de 2002.
  • El Sistema de Medios Públicos RTVC y varios canales regionales emitirán el documental ‘Renacientes’, producto audiovisual realizado con la comunidad de Bojayá a partir del encuentro de varias generaciones para pintar el recuerdo de su pueblo y sus anhelos. 

La reparación frente al dolor que han sufrido las comunidades asentadas a orillas del Atrato busca, entre otras cosas, evitar el olvido. Para lograrlo, este domingo 2 de mayo, cuando se cumplen 19 años de la masacre de Bojayá, el Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH) presenta un tablero conmemorativo con las cifras que se han podido establecer alrededor de esta acción bélica, inscrita en una violencia que no se ha detenido ante el reclamo de los pueblos del río por vivir en paz. 

Ese mismo domingo, la comunidad de Bojayá se reunirá para rendir homenaje a las víctimas en el mausoleo. En el antiguo Bellavista, la conmemoración incluye una eucaristía, una presentación de teatro, el informe de la Comisión de la Verdad del Pacífico y la socialización de la Ley 2087 de 2021. 

Desde el CNMH, la antesala será el sábado 1 de mayo, con la emisión del programa radial País con Memoria, que en esta ocasión girará en torno a la importancia de reconstruir memoria histórica como herramienta de esclarecimiento y sanación para la comunidad de Bojayá. Lo podrán sintonizar en la señal de RCN Radio, a partir de las 11:30 am.

Así mismo, en cumplimiento de la Ley 2087 de 2021, que institucionaliza el Día de las Víctimas de Bojayá, el CNMH presentará el documental Renacientes en la comunidad el sábado 1 de mayo. Este producto audiovisual, que se construyó a partir del encuentro de varias generaciones para pintar el recuerdo de su pueblo y sus anhelos en un mural en el nuevo Bellavista, se emitirá a través del Sistema de Medios Públicos RTVC y de varios canales regionales, y también se podrá ver en las redes sociales del Centro. 

 

Las mayores víctimas fueron niños, niñas y adolescentes 

El Observatorio de Memoria y Conflicto, en conjunto con el Enfoque Diferencial de Niños, Niñas y Adolescentes del CNMH, registra la muerte de 81 personas por el lanzamiento de un cilindro bomba que destruyó la iglesia de San Pablo Apóstol, en Bellavista, cabecera de Bojayá el 2 de mayo de 2002. Entre las víctimas mortales identificadas plenamente, 47 fueron niños, niñas y adolescentes.

Las cuentas son difíciles: Domingo Chalá pasó tres jornadas recogiendo con una pala y una carretilla restos humanos entre los escombros de la iglesia. Amigos y conocidos quedaron en pedazos, dispersos. Además de niños, niñas y adolescentes, también varias mujeres en embarazo, cuyos hijos e hijas son parte del duelo de las familias a pesar de no haber alcanzado a nacer. 

Ni siquiera Domingo, el sepulturero de Bojayá, sabe cuántas personas murieron en medio de los enfrentamientos entre guerrilleros del Frente José María Córdoba de las Farc y el comando paramilitar del Bloque Élmer Cárdenas, aunque fue él quien tuvo que meter los restos de los lugareños en bolsas, y sepultarlos sin rituales ni protocolo.

Fueron 18 días en los que las comunidades de Bojayá y Vigía del Fuerte vivieron en medio del fuego cruzado. La sevicia con la que se perpetró el hecho ha dificultado los esfuerzos de la comunidad y de las instituciones por precisar la cifra exacta de heridos, desaparecidos y víctimas totales. Entre el 20 de abril y el 7 de mayo, los sobrevivientes vieron canoas cargadas de cadáveres navegando por el Atrato. En ese período, el OMC registra 94 víctimas de 3 acciones bélicas (incluida la del 2 de mayo), 3 casos de asesinatos selectivos, 5 casos de desaparición forzada y 2 de violencia sexual. 

Referidos a todo el conflicto armado, desde 1958, los registros del OMC dan cuenta de 275 víctimas en 167 hechos de violencia perpetrados en Bojayá. Este hallazgo, uno de los que se desprende de la publicación del tablero conmemorativo del CNMH, puede consultarse en este link.

Las mujeres del Bojayá bordaron un telón con 119 nombres que conservan como memoria. La ceremonia colectiva ‘Bojayá honra a los sagrados espíritus’, que se celebró el 18 de noviembre de 2019, incluyó 101 cofres: algunos representaban a víctimas desaparecidas o que no fue posible identificar. Casi dos décadas después de la masacre, las cifras no alcanzan a dar dimensión del daño causado a la comunidad. Sin embargo, los esfuerzos de investigación aportan a la memoria y al esclarecimiento, a la reflexión y al pedido colectivo de que no se repita un hecho de violencia de proporciones incuantificables.

 

Acompañar en el dolor

El acompañamiento para la reparación simbólica en Bojayá inició en 2009, cuando el Grupo de Memoria Histórica de la Comisión Nacional de Reparación y Reconciliación (que pasó a ser parte del CNMH con la Ley 1448 de 2011 —Ley de Víctimas—), produjo el informe Bojayá, la guerra sin límites, referente de los daños que el conflicto ha provocado a las comunidades afro e indígenas del Medio Atrato.

El Enfoque Diferencial Étnico del CNMH ha promovido el fortalecimiento del grupo de cantadoras del Consejo Comunitario de Pogue, proceso que derivó en la producción, publicación y divulgación de la cartilla Pogue: un pueblo, una familia, un río y el documental Las musas de Pogue, en alianzas con la Corporación Pasolini de Medellín, la Universidad de Columbia y la Organización Internacional para las Migraciones. El trabajo con la comunidad ha servido además para comprender la trascendencia de los procesos mortuorios y la mala muerte que representa la masacre para la comunidad.

El Centro acompañó desde 2017 las diligencias de identificación de las víctimas, a cargo de la Fiscalía General de la Nación y el Instituto de Medicina Legal, que fueron parte de los acuerdos de paz de La Habana, escenario en el que la guerrilla de las Farc reconoció su responsabilidad en los hechos. Mediante encuentros familiares, el Enfoque Étnico, el Comité por los Derechos de las Víctimas y la comunidad, elaboraron 40 álbumes familiares que fueron entregados en el acto de despedida ‘Bojayá honra a los sagrados espíritus’, y que se convirtieron en instrumento de duelo y un tesoro íntimo y privado que contiene el recuerdo de los familiares muertos.

A partir de solicitudes de la comunidad, en 2019 se realizó un mural en homenaje a los niños y niñas fallecidos en la masacre, que se conserva en el Parque de la Memoria, en el nuevo Bellavista. En esa misma oportunidad se reconstruyó otro mural de memoria que había sido elaborado en 2004, en la escuela de la antigua cabecera. Ambos murales fueron realizados en un intercambio de saberes del que participaron niños y niñas, gestores locales, alabadoras y sabedoras de Bellavista y el corregimiento de Pogue.

Actualmente, el Centro Nacional de Memoria Histórica adelanta la elaboración de un micrositio, en compañía de la comunidad, que reúne las historias de personajes icónicos del pueblo, su derecho a tener una muerte digna y la importancia de ciertos símbolos y elementos del ritual mortuorio, esenciales en el imaginario religioso y colectivo de ese territorio.


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Con éxito, concluyó capacitación en aplicación de instrumentos archivísticos, brindada por el CNMH

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Publicado

1 de mayo 2021


Con éxito, concluyó capacitación en aplicación de instrumentos archivísticos, brindada por el CNMH

  • En esta tercera jornada se contó con la participación de invitados de provenientes de 78 ciudades y municipios de Colombia. Así como de integrantes de Argentina, Bolivia, Brasil, España, Guatemala y México.
  • 12 conferencistas nacionales e internacionales ayudaron a comprender mediante 6 exposiciones articuladas y 3 talleres prácticos, la aplicación de instrumentos archivísticos.

La Dirección de Archivos de Derechos Humanos, del Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH), concluyó la tercera Jornada de Formación Virtual en Archivos vinculados a Derechos Humanos, Memoria Histórica y Conflicto Armado, enfocada en la aplicación de instrumentos archivísticos.

Esta iniciativa, realizada el 28, 29 y 30 de abril, buscó contribuir en la implementación de la política pública de archivos de DD. HH., y el protocolo de gestión documental de archivos referidos a graves violaciones a los DD. HH., e infracciones al Derecho Internacional Humanitario.

Es así como 12 conferencistas nacionales e internacionales ayudaron a comprender en esta tercera jornada, mediante exposiciones articuladas y tres talleres prácticos, la aplicación de instrumentos archivísticos.

Participaron invitados provenientes de 78 ciudades y municipios de Colombia, así como invitados de Argentina, Bolivia, Brasil, España, Guatemala y México.

Se destacaron en el primer día, las conferencias sobre ‘Archivos y su relación con la memora histórica y la justicia’, dictada por el historiador Ramón Alberch Fugueras, así como la de ‘Apropiación social de los archivos’, de Leonardo Pedreros, y la de ´Digitalización de Archivos´, del ingeniero Jorge Eduardo Alzate.

Así mismo, en el segundo día, sobresalieron la de ‘Introducción al diagnóstico integral de archivos’, de John Francisco Cuervo, la de ‘Introducción al documento electrónico’, de José Borja Suárez, y la de ‘Digitalización de archivos’, de Jorge Eduardo Alzate.

Durante el tercer día, los protagonistas fueron los usuarios, quienes mediante la realización de tres talleres, pusieron el práctica lo aprendido, así como su relación cotidiana con documentos y archivos.

Los talleres realizados fueron: ‘De conservación documental’, impartido por Nathasa Eslava y Oscar Guzmán, “De descripción documental”, realizado por Valeria Eraso y Carlos Zambrano, y el taller de ‘Documento electrónico”, organizado por Julián Landinez y Paola Orjuela.

 

 

Agradecimientos

La directora técnica del Archivos de los DD.HH., del Centro Nacional de Memoria Histórica, Marcela Rodríguez, agradeció la participación de los cerca de 200 usuarios que estuvieron durante los tres días que duró la jornada.

“Queremos agradecerles a todos quienes nos acompañaron, y los invitamos a que nos sigan en las próximas jornadas que vamos a tener durante el año en curso. Estamos para ustedes y en cumplimiento de nuestra misionalidad, a través de estos espacios de difusión, queremos llegar a ustedes a nivel nacional e internacional. Queremos trabajar en fines comunes como son la debida organización, preservación, acceso y difusión de estos archivos”, indicó.

A su turno, los participantes nacionales e internacionales agradecieron por la realización de estas jornadas de formación virtual, las cuales calificaron de excelentes, pertinentes, dinámicas y bien organizadas.

Destacamos la participación de representantes de 92 entidades públicas y privadas, y organizaciones sociales del territorio nacional, donde sobresalen voceros de las mesas de víctimas, universidades, organizaciones indígenas y afrocolombianas, red de mujeres, y miembros de la Policía Nacional, entre otros.

Es el caso de más de 10 usuarios del Archivo Histórico de la Policía Nacional, quienes se reunieron y tomaron la capacitación, así como los más de 50 voceros de instituciones de Guatemala que se vincularon.

Próxima Jornada

La Dirección Técnica de Archivos de los Derechos Humanos del Centro Nacional de Memoria Histórica realizará su cuarta ´Jornada de Formación Virtual´ el próximo 26 de mayo del año en curso.

Este cuarto curso está dirigido a víctimas, organizaciones de la sociedad civil, entidades públicas y privadas que cumplen funciones públicas, y en general a personas interesadas en el tema a tratar.

Para mayor información sobre la Dirección de Archivos de los Derechos Humanos del Centro Nacional de Memoria Histórica, y las memorias de esta tercera jornada, puede ingresar al link:

http://www.archivodelosddhh.gov.co/saia_release1/ws_client_oim/menu_usuario.php


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Indígenas de Ginebra recuerdan su promesa de resistir

Indígenas de Ginebra recuerdan su promesa de resistir

Autor

Jose Fernando Loaiza

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El fuego de la tulpa aviva el espíritu en las comunidades del pueblo Nasa. Alrededor del fogón se comparte y se escuchan los consejos de los mayores. Foto: Juan Camilo Delgado (Cortesía Cabildo Indígena de la Cuenca del Río Guabas)

Publicado

30 de abril 2021


Indígenas de Ginebra recuerdan su promesa de resistir

El cabildo indígena del Río Guabas fue reconocido en 2018 como sujeto colectivo de reparación. El Centro Nacional de Memoria Histórica acompaña a esta comunidad que sufrió el asesinato de su gobernador en 2005.

¿Hasta cuándo?/ ¡Hasta siempre! La promesa en una sola voz de los guardias alrededor del fuego, de resistir de frente, ante cualquier amenaza contra su pueblo, hombres y mujeres hijos de la naturaleza y sus espíritus —de la tierra, del río, de la luna y el sol—, solo con un bastón de madera con cintas de colores que representa la autoridad. ¡Guardia! (guardia)/ ¡Fuerza! (fuerza)/ Por mi raza/ por mi tierra.

A Francisco Antonio Cuchillo Baltazar, el gobernador del cabildo indígena de la Cuenca del Río Guabas, lo asesinaron con disparos de fusil mientras esperaba un bus, en la carretera, a la salida de su finca, en la vereda Las Juntas, del corregimiento Costa Rica, de Ginebra, Valle del Cauca, el 11 de octubre de 2005. Cuenta Virgelina Pérez, la mujer que lo esperaba en su casa, en el pueblo, que traía leche, quesos y huevos para su familia. “Lo mataron cargando lo de la finca. Todo quedó ahí tirado con él donde lo dejaron”, recuerda.

El gobernador, que también era representante de los indígenas del Valle del Cauca ante la Autoridad Indígena de Colombia, tenía 57 años. Por el crimen fue responsabilizado alias “el Paisa” o William, comandante de la Columna Móvil Alonso Cortés de las Farc. Un mes antes de su muerte, el 5 de septiembre, habían asesinado a su hermano, Jorge Eduardo Cuchillo Baltazar. Hombres desconocidos preguntaron por él en el taller donde trabajaba, en Ginebra, y se lo llevaron a desvarar un carro, pero no regresó. Lo encontraron tres días después, muerto a tiros, a las afueras del pueblo.

La guardia indígena tiene la autoridad para la defensa del territorio. Es un colectivo de la comunidad que hace resistencia pacífica ante cualquier amenaza violenta. Foto: Juan Camilo Delgado (Cortesía Cabildo Indígena de la Cuenca del Río Guabas)

 

Día de la Memoria y la Solidaridad

Una llovizna menuda cubre a Ginebra la mañana del 9 de abril de 2021. En el coliseo municipal se conmemora el Día de la Memoria y la Solidaridad con las Víctimas del Conflicto Armado. En el municipio se han reportado pocos casos de covid-19, pero los cuidados para que no se propague la enfermedad obligan a que no sea un evento de multitudes. En el municipio hay alrededor de 680 víctimas del conflicto armado, según el último proceso de caracterización, en 2020. María Doris Camacho, personera municipal, explica que la mayor parte de las personas incluidas en el Registro Único de Víctimas vienen de municipios como Buenaventura y Tumaco donde han sufrido desplazamiento forzado. El cabildo indígena de la Cuenca del Río Guabas fue reconocido en 2018 como sujeto colectivo de reparación.

El Centro Nacional de Memoria Histórica acompaña a la comunidad del Cabildo de la Cuenca del Río Guabas desde marzo de 2020, a través de la Estrategia de Acciones en el Territorio. Carolina Arias, enlace de la estrategia en el Pacífico Sur, explica que la misión de la entidad es la asistencia técnica mediante un plan de trabajo en tres fases: la primera, de formación teórica al Municipio, la Mesa Municipal y organizaciones de víctimas, sobre conceptos de memoria histórica; la segunda, de diseño de una acción de memoria histórica, y la tercera, de materialización.  

“La Mesa Municipal de Víctimas quería hacer una colcha en la que se reconociera a algunas personas que han sido víctimas del conflicto, que están desaparecidas. Y el Municipio quería hacer una conmemoración del 9 de abril, que incluyera una semana cultural en la que se mostraran las expresiones indígenas, afrodescendientes y de la Mesa de Víctimas, pero no fue posible en 2020”, explica. 

Marta Lucía Patiño es la coordinadora de la Mesa Municipal de Víctimas. Por amenazas, tuvo que abandonar su casa, la huerta y los animales en la vereda Las Hermosas, en la zona montañosa de Ginebra. Huyó con su familia y vivió dando vueltas por Buga y en Cali, hasta que decidió regresar por dificultades económicas. “No es lo mismo estar en su tierra, tener sus animales, sus cebollas y su mata de plátano a tener que comprar todo y además, pagar un arriendo, servicios públicos… y el trabajo es bastante complicado”, explica. La Mesa de Víctimas la conforman 19 personas, entre ellas hay afrodescendientes e indígenas. “Necesitamos mejores oportunidades laborales, de estudio gratuitas, salud. No tener oportunidades ni calidad de vida es también una forma de revictimización”, anota.

 

Fuego, memoria, resistencia y legado

En la tulpa —el fogón— arde la fuerza del espíritu. El fuego se mantiene encendido entre tres piedras que entre los indígenas del pueblo Nasa simbolizan la familia —el padre, la madre y el hijo— y alrededor se comparten la sabiduría de los mayores, experiencias, valores como el respeto a la naturaleza y los alimentos. Julieth Cuchillo, consejera para la Educación de los Pueblos Indígenas del Valle del Cauca, hija del gobernador asesinado, toma el biche —bebida destilada del jugo de caña verde— y lo ofrece a los espíritus, antes de hablar a la comunidad reunida. La familia conserva el legado de Francisco Antonio. Después de su asesinato, su esposa Virgelina fue elegida como máxima autoridad del cabildo. Hoy, esa responsabilidad la tiene su nieto, Juan Esteban Martínez Cuchillo.

“Como pueblos indígenas, somos víctimas milenarias —dice la consejera—. Nos ha tocado vivir bastantes situaciones duras del conflicto que se vive a nivel nacional. Hoy también tenemos que vivir la cruda realidad del conflicto armado, los señalamientos, la estigmatización, las violencias, las persecuciones”.  En su discurso, pide la unión de su comunidad por la defensa de su cultura y de su territorio. “Si no nos unimos, todos vamos a desaparecer”, advierte.

Agradece la oportunidad para tejer la palabra y hacer memoria en aquella reunión de la que participan, además de su comunidad del cabildo, el consejo comunitario Somos Afro, la Mesa de Víctimas, la Personería, la Alcaldía y autoridades indígenas de orden nacional. “Tenemos que recordar el doloroso asesinato de nuestra autoridad mayor Francisco Antonio Cuchillo, que venía de nuestro territorio y fue asesinado por decir la verdad”, dice.

El senador Feliciano Valencia Medina, líder de la comunidad nasa y miembro del Movimiento Alternativo Indígena y Social, considera que “hay que fortalecer los consejos comunitarios para que la memoria en el país sea un instrumento para acabar con la impunidad en el país”. Menciona el Auto 004 de la Corte Constitucional, en 2009, que obliga al Estado colombiano a crear un programa nacional de garantías y a establecer planes de salvaguarda. “Lamentablemente, esa sentencia no se ha cumplido”, señala.  Y agrega: “en 2013 y 2014, los pueblos indígenas y afrocolombianos construimos el capítulo étnico, que fue incorporado en los Acuerdos de Paz. Eso nos obliga para construir rutas, planes y programas para salvaguardad la integridad física, cultural y territorial”.

 “Solo pedimos paz espiritual en nuestros territorios, poder salir como lo hacíamos antes, caminar nuestros territorios, poder ir a las lagunas, sentarnos con nuestros mayores”, dice Julieth Cuchillo. Alrededor del fuego, la guardia indígena baila en una danza ritual. Su himno es una promesa que hacen a su pueblo cada vez, con los bastones en alto y que cumplen con su vida si es necesario.


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WIWA Sierra Nevada Mauricio Ramirez

En la Sierra Nevada, el Museo siguió construyendo memoria con los wiwa

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CNMH.

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CNMH

Publicado

27 de abril 2021


En la Sierra Nevada, el Museo siguió construyendo memoria con los wiwa

  • El Museo de Memoria de Colombia acompañó la inauguración de la Casa Intercultural de los Saberes del pueblo wiwa en la Sierra Nevada de Santa Marta.
  • Este proceso de memoria histórica aporta a la recuperación de los conocimientos y prácticas culturales indígenas que han sido afectadas por el conflicto armado.

El Shembuta, la ley de origen del pueblo wiwa, ordena el cuidado de los lugares sagrados, el territorio y la cultura en la Sierra Nevada de Santa Marta, que para ellos es el corazón del mundo. Durante décadas, el conflicto armado y otras formas de violencia han desestabilizado esa relación y hoy está en riesgo, pero los wiwa hacen memoria para sanar lo que ha sido afectado.

Entre el 9 y el 12 de abril, como un paso más en un proceso de acompañamiento que empezó en 2015, el Museo de Memoria de Colombia, del Centro Nacional de Memoria Histórica, participó en la inauguración de la Casa Intercultural de Saberes Ancestrales Kuimáku. En la cuenca del río Guachaca, a tres horas de Santa Marta, alrededor de cuarenta indígenas se reunieron en esos días para seguir tejiendo su memoria desde la palabra.

Afuera de la casa se presentó una expografía con páneles que explican algunos conceptos importantes en la cosmogonía wiwa. Uno de ellos habla del Ruama Shama, que es como llaman a su memoria histórica: “es un recordar constante, es volver al corazón, al origen, al principio de nuestras enseñanzas […] es analizar las causas que llevaron a involucrarnos en una guerra de la cual nunca quisimos hacer parte y llegó sin ser llamada”.

Para construir una memoria con esas características, la Organización Wiwa Golkushe Tayrona, que cobija a 7 mil de los más de 12 mil indígenas wiwa que hay en el país, está construyendo el CIFFEC: el Centro Integral de Formación y Fortalecimiento Espiritual y Cultural, una estrategia de reparación que promueve espacios culturales y educativos de transformación a partir de la identidad y las prácticas tradicionales wiwas.

En el acto inaugural de la casa, varias mujeres jóvenes y mayores vestidas de blanco con mantas rojas bailaron durante horas al ritmo de instrumentos propios. La música les permite comunicarse con los seres sobrenaturales que rigen la vida material y espiritual. “Cuando nosotras bailamos, estamos pagando a la madre tierra lo que consumimos”, dice Verónica Rodríguez, una joven en proceso de preparación para convertirse en saga, que es el rol femenino más alto en la comunidad.

Para los wiwa, el conflicto armado —y otros factores como la evangelización, la colonización, la guaquería, la bonanza cocalera y marimbera, la fumigación y los megaproyectos— ha puesto en riesgo su conocimiento y sus tradiciones. Se han desestabilizado los ciclos de la vida y se afectó a su territorio, que para ellos es otra víctima y debe sanarse.

En el auto 004 de 2009, la Corte Constitucional advirtió el riesgo de exterminio que enfrenta el pueblo wiwa, un tema que retomamos en el informe Tiempos de vida y muerte. Memorias y luchas de los pueblos indígenas en Colombia. Darío Acevedo, director del CNMH, recordó que “a los pueblos indígenas les han destrozado sus creencias, sus rituales, su relación con el territorio. Por eso buscamos trabajar con ellos y construir memorias que van a enriquecer el Museo de Memoria de Colombia”.

Una de las actividades centrales del encuentro en la Sierra, que contó con el apoyo del equipo del Museo, fue el planteamiento de un proyecto para construir un calendario propio que contribuya a restablecer el ordenamiento de su plan de vida. Ese calendario, que se pensará con la guía de las autoridades tradicionales, les permitirá preservar su conocimiento sobre los ciclos de lluvia, los tiempos de siembra, los pagamentos, entre otros.

El mamo Romualdo Gil, uno de los líderes de la comunidad, explicó que estos procesos de memoria histórica son importantes para mantener la transmisión de saberes entre generaciones, que se ha perdido a causa de las distintas formas de violencia: “Han muerto muchas abuelas y abuelos sabedores. Hace falta enseñanza para que los jóvenes gocen de su conocimiento y su cultura”.

El Museo tiene el mandato de construirse desde la diversidad. Este trabajo en la Sierra Nevada responde al compromiso de reconocer las necesidades y aportes de los grupos étnicos en la construcción de memoria. Fabio Bernal, director del MMC, anunció que “el trabajo con la comunidad wiwa continuará. El Museo será un aliado en el proceso de construcción del CIFFEC, que se convertirá en un punto de articulación para transmitir el conocimiento ancestral a futuras generaciones”.

  • WIWA Sierra Nevada Mauricio Ramirez

    Memorial WIWA-Sierra Nevada – Mauricio Ramírez Vásquez

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