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Persépolis

Noticia

Autor

CNMH

Fotografía

CNMH

Publicado

04 Mar 2015


Persépolis

A propósito de la conmemoración del 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, esta semana en CINE + MEMORIA destacamos la mirada de la mujer como realizadora y como protagonista de la historia.


En esta entrega les presentamos Persépolis, película autobiográfica animada que narra la vida de Marjane Satrapi desde 1979, cuando con solo 10 años de edad es testigo de la revolución islámica que pone fin a más de cincuenta años de reinado del Sha de Persia en Irán y da paso a una república islámica, un período marcado por la guerra entre Irán e Irak, que ahonda la crisis en la sociedad y la represión por parte de las autoridades.

A partir de su forma de ver y entender el mundo que la rodea y, siendo coherente con una educación islámica moderada,  Marjane nos lleva a un viaje de descubrimientos donde nos muestra la forma en la que experimenta estos cambios sociales y políticos -expresados en asesinatos y desapariciones de los opositores al régimen- y los cambios culturales que restringen libertades de las mujeres y expresiones culturales a las que la protagonista y su familia se habían acostumbrado.

Persépolis se construye a partir de la novela gráfica desarrollada por la autora, dándole una estética especial a la película que nos permite entender un contexto histórico y político que refleja los cambios radicales que surgen a finales de los años 70 en el Medio Oriente y que persisten hasta la actualidad. Igualmente, muestra el pensamiento y las reacciones de una joven frente a contextos de conflictos, demostrando que estos inciden en la cotidianidad y en los asuntos íntimos propios de los individuos como el amor, la amistad, la familia, la tradición y las reivindicaciones del libre pensamiento. 

 

Publicado en Cine + memoria



Cine+Memoria, Día de la Mujer, Historia

Hace 15 años no murió El Salado

Noticia

Autor

CNMH

Fotografía

Javier Sule

Publicado

05 Mar 2015


Hace 15 años no murió El Salado

El 18 de febrero los saladeros conmemoraron 15 años de una masacre paramilitar que el pueblo jamás olvidará.


Es la mañana del 16 de febrero de 2000 y un grupo de paramilitares, comandados por alias “Amaury”,  instala un retén en la vía que conduce del Carmen de Bolívar a El Salado. Un vehículo que se acerca a poca velocidad es detenido por los hombres armados para interrogar a los tripulantes. Los hacen bajar, dando inicio a su carnaval de sangre y muerte.  

“¡Ella es guerrillera!”,  acusa alias “Nicolás”, el segundo al mando del grupo antiguerrillero “¡Mátenla!”, sentencia.

A empujones e insultos apartan hacia el borde de la carretera a Edith Cárdenas Ponce y allí arremeten contra ella a puñaladas. Luego asesinan a Carlos Eduardo Díaz Ortega, otro de los pasajeros. Quedan dos personas con vida, temblando y llenas de angustia.  Las dejan escapar y corren sin mirar atrás hasta el Carmen de Bolívar donde cuentan lo que está sucediendo.

Todo estos detalles pudieron reconstruirse gracias a la investigación del Grupo de Memoria Histórica, antecesor del Centro de Memoria Histórica “El Salado. Esa guerra no era nuestra”, publicada en 2009.

El grupo de la muerte continúa su recorrido. Se encuentra con un carro que sale de una trocha: “¿Son ustedes guerrilleros?”, preguntan. “Sí”, responden los dos hombres que venían en el automóvil, confundiendo a los paramilitares con guerrilleros. Los rodean de inmediato para asesinarlos.

Simultáneamente, en esa madrugada del 16 de febrero, en el corregimiento de Canutalito, del municipio de Ovejas, otro grupo paramilitar comandado por “El Tigre” instala otro retén donde detienen a Domingo Ezequiel Salcedo, que se transporta en un burro. Lo empiezan a interrogar cuando de repente uno de los “enmascarados” –exguerrilleros que ahora hacen parte de los paramilitares– lo reconoce como colaborador de las Farc, entonces lo obligan a cooperar con ellos a cambio de su vida. Llegan al casco urbano y reúnen a la población en la plaza principal. Llevan hasta allí a cinco hombres que habían sido detenidos minutos antes. –Venimos a hacer una limpieza de la guerrilla –anuncia el escuadrón de la muerte a todos los pobladores. Tres de los cinco hombres son degollados.

Conforme transcurre la incursión de los paramilitares hacia El Salado, desde Córdoba, otro grupo, comandado por “Cinco Siete”, ingresa por la vía a Zambrano, llevándose a su paso nuevas víctimas. Durante el primer día de la ruta de la muerte paramilitar las carreteras, poblados y veredas contaron 24 víctimas: 18 en el municipio de Ovejas, tres en El Carmen de Bolívar y tres en Córdoba, la mayoría degollados o apuñalados.

A la mañana siguiente, el grupo del paramilitar “Amaury” reinicia su recorrido hacia El Salado, pero es atacado durante una hora con cilindros de gas por parte de los guerrilleros del frente 37 de las Farc. Continúan avanzando y detienen a dos hombres que vienen en burro. Los interrogan y de inmediato son señalados por un guía como guerrilleros. Uno de ellos intenta atacar a los paramilitares, pero es asesinado; el otro, “Yiancarlo”, es capturado.

Mapa por Julio Cortés – CNMH.

18 de febrero: la masacre

Los paramilitares al mando de “Amaury” y “El Tigre” entran a El Salado, mientras los de “Cinco Siete” crean un cerco en los cerros. Empiezan a recorrer el pueblo pateando las puertas de las viviendas y obligan a los pobladores a salir y dirigirse hacia el parque principal. Acompañan su accionar criminal con insultos y gritos en los que acusan a los habitantes de ser guerrilleros.

“Bueno –dijeron los paramilitares– ahora vamos a hacer un sorteo. Aquí están todos los hombres: contemos del 1 al 30; primero del 1 al 10, y al que le toque el 10, no se va a salvar”.

Así empezó la ruleta de la muerte, con ese número que ninguno quería decir, pero que muchos tuvieron que pronunciar. Ese día asesinaron brutalmente a 28 saladeros: 17 fueron masacrados en la cancha, seis en las casas y cinco en los montes.

Sólo hasta ese 18 de febrero, dos días después de iniciada la incursión paramilitar, el comando de la Primera Brigada de Infantería de Marina ordenó el despliegue de tres unidades en la zona, los Bafim Nº 5, 31 y 33.

15 años después

Hace 15 años la cantidad de sangre que cubría el parque de El Salado hacía suponer que era el fin de esta comunidad anclada en los Montes de María. Con los asesinatos, el pueblo entero huyó, pero, pasados los años, empezaron a volver y, ahora, la mayoría ha retomado su vida allí, aunque no ha encontrado con una realidad fácil. “Se están presentando muchas necesidades y estamos buscando la oportunidad de transformarlas”, afirma la líder de la comunidad Neyda Narváez.

El Salado ha vivido los últimos años un proceso de cambio muy profundo que impactó fuertemente la manera como se vive el presente. Una masiva intervención externa del sector privado y público en solidaridad con las víctimas, trajo consigo un fuerte impacto en términos materiales, dotando los saladeros de infraestructura pública como un centro médico, una ambulancia, una casa de la cultura llamada Casa del Pueblo, un colegio y una instalación deportiva. Pero la vida no es fácil y construir una economía sostenible sigue siendo todo un desafío.      

El Salado no ha olvidado lo que sucedió hace 15 años. Por eso el pasado 18 de febrero el pueblo conmemoró los 15 años de la masacre con globos blancos, una caminata que reunió a cerca de 200 personas y una chocolatada nocturna en la que recordaron a sus seres queridos.

 
 


El Salado, Masacre, Memoria, Violencia

Memorias de las mujeres indígenas

Noticia

Autor

CNMH

Fotografía

Nathaly Molina Gómez

Publicado

07 Mar 2015


Memorias de las mujeres indígenas

Jambaló es un resguardo indígena y un municipio montañoso ubicado en el nororiente del departamento del Cauca. Tiene un paisaje imponente y es un crisol cultural en el que, desde el primer momento, se siente una profunda tradición de los pueblos Nasa y Misak. Sin embargo, es también un territorio azotado por múltiples violencias a causa del conflicto armado, en donde sus habitantes han vivido el desplazamiento forzoso, los asesinatos selectivos, masacres y fuego cruzado, al igual que la eliminación y prohibición de sus prácticas culturales ancestrales.

Allí, las mujeres víctimas del conflicto armado con el acompañamiento del Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH), han iniciado un proceso de reconstrucción de memoria para visibilizar las violencias que han sufrido y sus procesos de resiliencia y de resistencia en el resguardo. Un proceso que también cuenta con el apoyo del programa VISP de USAID y OIM.

La iniciativa comenzó en enero de 2105 -luego de ser presentada en cabildos y aprobada por las autoridades tradicionales del resguardo- y hoy, los talleres de memoria histórica con 90 mujeres de todo el resguardo son una realidad. “Usualmente una iniciativa de memoria destaca a una comunidad pero pocas veces resalta el papel de la mujer que sufre la guerra, que pierde a sus hermanos, familiares e hijos. Esta iniciativa es creada por y para las mujeres, y creo que eso es lo más significativo de este proceso” destaca Nathaly Molina Gómez, investigadora que acompaña la iniciativa de reconstrucción de memoria histórica de mujeres víctimas del conflicto armado del resguardo de Jambaló, Cauca.

A través de actividades participativas que han permitido identificar las violencias y resistencias de estas mujeres indígenas, la construcción de relatos colectivos y la representación -a través del dibujo- de los hechos violentos más recordados en las veredas y zonas del resguardo, estas mujeres se convertirán en gestoras de memoria en sus veredas al terminar el proceso. Además, una cartilla recogerá todo el camino transitado en la reconstrucción de memoria y un documental visibilizará la experiencia de estas mujeres.

Por otra parte, desde las autoridades del Resguardo se ha propuesto realizar una Minga por las resistencias y en contra de las violencias hacia las mujeres al finalizar el acompañamiento. Un encuentro que durará cuatro días, tiempo en el que las 90 mujeres participantes de la iniciativa se reunirán con otras 20 mujeres víctimas y lideresas del país para intercambiar experiencias, y se marchará por las diferentes zonas de Jambaló (baja, media y alta) para resignificar los lugares en donde se han cometido hechos violentos. Para el cuarto día, la minga terminará con la presentación de la cartilla de memoria de las mujeres indígenas en Jambaló.

Con este proyecto, desde el CNMH continuamos dándole eco a la voz y la memoria de las mujeres indígenas en el marco del conflicto, quienes sostuvieron la vida en condiciones adversas y empiezan a trabajar por el respeto de sus derechos y el de sus comunidades.

 
 


Jambaló, Memoria, Mujeres, Pueblos Indígenas

Víctimas y lideresas

Noticia

Autor

CNMH

Fotografía

CNMH

Publicado

08 Mar 2015


Víctimas y lideresas

Hoy se conmemora el Día Internacional de la Mujer y desde el Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH) queremos destacar el importante rol que ellas han cumplido en los procesos de memoria y resistencia de diferentes regiones del país.


“El 8 de marzo es una fecha para reflexionar sobre el trato que les estamos dando a niñas, jóvenes y mujeres en Colombia, tanto en escenarios de conflicto armado como en la vida cotidiana. Pues aun hoy, de manera muy sutil, hay una desvalorización de lo femenino y existe una brecha que debemos cerrar”.
 
Con estas palabras María Emma Wills, única mujer que hizo parte de la Comisión Histórica del Conflicto, destaca la importancia de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer.
Con estas palabras María Emma Wills, única mujer que hizo parte de la Comisión Histórica del Conflicto, destaca la importancia de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer.

Una fecha en la que debemos recordar que son ellas quienes han sufrido el impacto más fuerte de las acciones armadas, teniendo que enfrentar muchas situaciones dolorosas como enterrar a sus hijos, sacar los cadáveres de sus esposos de los ríos y buscar en fosas los restos de sus familiares. 

 
“Cuando se fueron esos hombres macabros después de la masacre, tuvimos la fortaleza de recoger a los hombres del río… Nosotros como mujeres valientes hicimos un proceso silencioso, pero a la vez un proceso de esperanza”.
 
Testimonio tomado del taller de Memoria Histórica en Cúcuta, 2011.
 
Testimonio tomado del taller de Memoria Histórica en Cúcuta, 2011.

 

Y a pesar de tanto sufrimiento, son estas mismas mujeres las que han elaborado diferentes procesos de memoria histórica para visibilizar la violencia, los daños causados y sus particulares formas de resistencia. “Como lo hemos mostrado en muchos informes, las mujeres han sido víctimas pero también lideresas. Han transitado en medio de la guerra y han transformado su realidad circundante” destaca María Emma Wills. Un liderazgo que merece todas las garantías por parte de la sociedad y, especialmente, del Estado.

 
“La vida se partió en dos: yo soy una Margarita antes y otra Margarita después (…) Pero que ese rompimiento sea para trazar unas líneas de trabajo, que no sea para quedar estancado”. (*Informe Mujeres que hacen historia)
 
Tomado del informe Mujeres que hacen historia. Tierra, cuerpo y política en el Caribe Colombiano.
 
Tomado del informe Mujeres que hacen historia. Tierra, cuerpo y política en el Caribe Colombiano.
 

Actualmente, desde el CNMH adelantamos un informe nacional sobre violencia sexual en el conflicto armado. Un esfuerzo que permitirá construir memoria e identificar los factores sociales, económicos y culturales que le dieron origen a este tipo violencia. “La construcción del informe, cuya publicación se proyecta para junio de 2016, incluye un proceso de concertación con organizaciones de víctimas y de mujeres, sistematización de bases de datos sobre violencia sexual en el marco del conflicto armado, entrevistas en profundidad y talleres de memoria histórica con mujeres víctimas de violencia sexual” resalta Nancy Prada, directora del enfoque de género del CNMH

Además, reconociendo la importancia de su testimonio, desde el CNMH hemos construido líneas de trabajo para que todos los procesos de las diferentes áreas de trabajo incluyan la participación efectiva de mujeres, incluyendo también a aquellas víctimas mujeres que se reconocen lesbianas, bisexuales o transgeneristas. 

 
“La organización es lo que fortalece a las mujeres, la posibilidad de conocer a otras mujeres y trabajar juntas”. (Informe Mujeres y Guerra)
 
Testimonio del informe Mujeres y guerra. Víctimas y resistentes en el Caribe colombiano.
Testimonio del informe Mujeres y guerra. Víctimas y resistentes en el Caribe colombiano.

 

Según cifras del Registro Único de Víctimas (RUV), al 31 de marzo de 2013 se estima que 2.420.887 mujeres han sido víctimas de desplazamiento forzado, 1.431 de violencia sexual, 2.601 de desaparición forzada, 12.624 de homicidio, 592 de minas antipersonal, 1.697 de reclutamiento ilícito y 5.873 de secuestro.

Hoy hacemos un homenaje a Yolanda Izquierdo y su lucha por volver a su tierra, a Magola Gómez y su pasión por la política, a Soraya Bayuelo y su entusiasmo inagotable, a la lucha de la hermana Maritze desde Trujillo, a la periodista Silvia Duzán a quien conmemoramos hace poco por los 25 años de su asesinato, y a Jineth Bedoya por su trabajo para detener la violencia contra la mujer. También reconocemos la invaluable labor de las Madres de la Candelaria, las memorias orales de las cantadoras de alabaos de Bojayá y la fuerza infinita de las madres de Soacha. En general, este 8 de marzo recordamos a todas esas mujeres que han luchado para que la barbarie que sufrieron, nunca se repita.

Especial Conmemora Radio – Mujeres en el conflicto

 

Documental recomendado: Mujeres tras las huellas de la memoria.

Documental basado en el informe El Placer. Mujeres, coca y guerra en el Bajo Putumayo.

Publicado en Noticias CNMH



Conmemora Radio, Documental, Lideresas, Víctimas

Agentes de justicia se comprometen con la verdad

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Autor

CNMH

Fotografía

CNMH

Publicado

09 Mar 2015


Agentes de justicia se comprometen con la verdad

Las próximas citas serán el 12 y 13 de marzo en Santa Marta, el 19 y 20 de marzo en Villavicencio, el 14 y 15 de abril en Medellín y el 5 y 6 de mayo en Bogotá.


“Siempre es enriquecedor actualizarse en la norma y cerrar una línea de conducta en la aplicación de la Ley 1424 de 2010 y ayudar a construir verdad y paz. Estos talleres se deben seguir realizando pues le aportan también a la rama judicial
 
Silvio Castrillón
Silvio Castrillón
Magistrado de la Sala Penal del Tribunal Superior de Pasto
 

 

Y es que el jurista hizo parte de un grupo de jueces, procuradores judiciales, fiscales y defensores públicos del país que iniciaron, la semana pasada en Cali, la ruta de la capacitación para ayudar a construir la verdad, la memoria y la reparación de las víctimas del conflicto armado. 

Se trata de una serie de talleres y visitas a las sedes regionales de la Dirección de Acuerdos de la Verdad, del CNMH (Centro Nacional de Memoria Histórica), dirigidos a los operadores de justicia encargados de la aplicación de la Ley 1424 y que buscan dar a conocer los avances en la implementación del Mecanismo No Judicial de Contribución a la Verdad y evaluar el estado de la aplicación de esta ley por parte de los funcionarios judiciales. 

La estrategia, que también busca difundir los procesos de dicha norma, tuvo su primer encuentro en Cali los pasados 26 y 27 de febrero y se extenderá a Santa Marta el 12 y 13 de marzo, a Villavicencio el 19 y 20 de marzo, a Medellín el 14 y 15 de abril y finalizará en Bogotá el 5 y 6 de mayo. El objetivo es llegar al menos a unos 350 funcionarios encargados de su ejecución.

Se trata de una iniciativa que cuenta con la participación de la ACR (Alta Consejería para la Reintegración), el Centro Nacional de Memoria Histórica, la Fiscalía General de la Nación, la Misión de Apoyo al Proceso de Paz de la OEA y el Ministerio de Justicia, con el apoyo de la OIM (Organización Internacional para las Migraciones).

Los asistentes conocieron los avances que en materia de Acuerdos de la Verdad ha registrado el Centro Nacional de Memoria Histórica que a la fecha ha realizado alrededor de 5.000 entrevistas a personas desmovilizadas cobijadas por la ley y ha expedido más de 1.400 certificaciones de contribución a la verdad.

Gracias a este mecanismo, desarrollado en su totalidad por el Centro Nacional de Memoria Histórica, los firmantes de los acuerdos con el gobierno pueden resolver su situación jurídica y culminar su proceso de reintegración.

 


Acuerdos a la verdad, Colombia, justicia

Se publica la segunda edición de “Silenciar la democracia”

Noticia

Autor

CNMH

Fotografía

CNMH

Publicado

09 Mar 2015


Se publica la segunda edición de “Silenciar la democracia”

Este informe, cuya primera edición fue publicada en 2011, reconstruye y analiza cuatro de las 14 masacres que ocurrieron en Segovia y Remedios entre 1982 y 1997, que dejaron 147 víctimas fatales. La mayoría de los asesinados eran miembros de movimientos políticos alternativos, en especial de la Unión Patriótica.

¿Por qué es un caso emblemático del conflicto armado en Colombia?

Ronald Villamil, miembro del equipo relator del informe, explica que estas masacres ocurridas en el Nordeste antioqueño son un caso emblemático por tres razones:

La primera es que se trata de un caso que representa el daño social y político causado a la democracia. “En palabras de las víctimas, todo ese proceso de violencia lo que generó fue el aniquilamiento de un proyecto de sociedad”, asegura Villamil. Y eso es lo que ilustra el informe, el daño político causado por la violación sistemática de los derechos a la vida e integridad personal.

Las masacres de Segovia y Remedios son un ejemplo de la pérdida de la pluralidad política, de la limitación al ejercicio de la democracia por la desintegración de organizaciones comunitarias y partidistas, por la imposibilidad del ejercicio de los derechos políticos para elegir o ser elegido a través del mecanismo electoral, y por la violación del derecho a la libre expresión ya que las manifestaciones públicas de protesta social fueron proscritas. Los sobrevivientes lo resumen de la siguiente manera: “cambiamos nuestros proyectos de vida para conservar nuestras vidas”.

La segunda razón tiene que ver con la documentación de una forma particular del paramilitarismo que se diferencia del que operó en  el Magdalena Medio, Córdoba o Urabá. Mientras en esas regiones se configuraron y establecieron ejércitos privados con duración de largo o mediano plazo, en el caso del Nordeste antioqueño el paramilitarismo se manifestó en unas redes criminales funcionales, cambiantes y coyunturales que fueron articuladas por miembros activos de la fuerza pública que operaban en la región, en asociación con grupos paramilitares y civiles en calidad de determinadores, promotores, facilitadores o sicarios. Como resultado de esta violencia crónica y de la recurrencia del terror en la región, se coartaron el ejercicio pleno de la ciudadanía, los procesos democráticos y el disenso en medio de la guerra. De ahí que el informe concluya que las masacres de Segovia y Remedios son un caso emblemático en el conflicto armado porque evidencia claramente la responsabilidad del Estado en estos hechos.

Y, finalmente, la tercera razón se debe a que se logró recuperar, a través del acompañamiento a las víctimas, unas iniciativas de memoria que también fueron objeto de exterminio y silenciamiento por parte de los actores armados ilegales y la fuerza pública, debido a que reivindicaban un proyecto político alternativo. Algunas de esas iniciativas se pueden observar en las fotografías de este informe.

Un balance de la primera edición

Cuenta Ronald Villamil que para la publicación de la primera edición hubo un trabajo investigativo previo de alrededor de 3 años, que contó con la participación activa de las víctimas que para entonces se encontraban dispersas.

Posterior a la publicación del informe y, como resultado del proceso de acompañamiento, las víctimas que estaban en Medellín decidieron volverse a reunir y conformaron una nueva organización de víctimas en 2012: la Asociación de Víctimas y Sobrevivientes del Nordeste Antioqueño (AVSNA).

¿Qué novedades incluye esta segunda edición?

La publicación de esta segunda edición es, ante todo, una petición de las víctimas.

En la conmemoración de los 25 años de la Masacre de Segovia en Medellín, los asistentes al evento coincidieron en la necesidad de actualizar el informe con un nuevo hecho significativo: la condena al excongresista César Pérez García.

Fue en 2013, posterior a la publicación de la primera edición del informe, que la Corte Suprema de Justicia condenó al político liberal César Pérez García, como determinador y coautor de la masacre, y reconoció como delito de lesa humanidad lo ocurrido el 11 de noviembre de 1988 en Segovia.

“Creo que al final los aprendizajes de este caso, en perspectiva de proceso de paz y posconflicto, radica en no desconocer que hay casos muy concretos, como este, donde ha sido evidente la responsabilidad del Estado en todos los niveles: como determinador, perpetrador y victimario, lo que implica una reflexión profunda acerca de la transformación del Estado y sus instituciones garantes”, explica Ronald Villamil.

Además, esta edición incluye otras novedades:
  • Nueva información sobre las víctimas fatales y lesionadas en el periodo 1982 – 1997
  • Actualización e incorporación del material gráfico existente
  • Inclusión de la bibliografía consultada para quienes deseen ahondar más en la memoria histórica de la región.

El micrositio:

Consulte más información sobre los hechos, contexto, impactos, victimarios y demás en el especial web sobre las masacres de Remedios y Segovia.

Descargas:

Conoce y descarga el informe sobre las masacres de Remedios y Segovia.

*Las personas interesadas en adquirir esta publicación impresa deben escribir a pqrs@centrodememoriahistorica.gov.co (entrega sujeta a disponibilidad de inventario)

 


Democracia, Informe, Narrativas, Publicaciones CNMH

Acuerdos de la Verdad, ejemplo para la paz

Noticia

Autor

CNMH

Fotografía

CNMH

Publicado

10 Mar 2015


Acuerdos de la Verdad, ejemplo para la paz

Esfuerzo de Colombia por construir verdad, a través del Centro Nacional de Memoria Histórica, fue analizado por el Centro Noruego de Recursos para la Construcción de Paz (Noref).


En el proceso de paz se necesitan mecanismos extrajudiciales que pueden aprovechar la experiencia de los Acuerdos de la Verdad (Ley 1424 de 2010), entre otros, que relacionan fórmulas judiciales y no judiciales  “de una manera coherente, estratégica y aplicable”.

Así lo destacó la investigadora Silke Pfeiffer en el artículo “La justicia transicional para combatientes en Colombia: una mirada desde la Ley 1424”, que fue publicado por el Centro Noruego de Recursos para la Construcción de Paz (Noref por sus siglas en Inglés) en su última edición, donde hace un análisis de la experiencia colombiana, a través de los Acuerdos de la Verdad del Centro Nacional de Memoria Histórica, y destaca aportes de esta legislación sin antecedentes en el mundo.

En momentos en los que avanzan las negociaciones de paz entre el Gobierno y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y se explora el camino con el Ejército de Liberación Nacional (ELN), las lecciones aprendidas con la aplicación de esta ley dan luces sobre los esfuerzos que en materia de justicia, verdad y reparación son viables de aplicar para impulsar procesos de reintegración.

En cumplimiento de esta ley, el Centro Nacional de Memoria Histórica, a través de su Dirección de Acuerdos de la Verdad, hizo una labor sistemática para desarrollar el Mecanismo No Judicial de Contribución a la Verdad, el cual fue bien valorado por Pfeiffer en su artículo pues “se han hecho considerables progresos en resolver la situación legal de los excombatientes y recopilar testimonios que se sumarán a un mejor entendimiento de una dimensión clave del conflicto”.

Pfeiffer consideró que estos procesos se enfrentan a la necesidad de focalizar -desde el inicio- los responsables de graves crímenes y la creación de soluciones que equilibren las agendas de reintegración y de rendición de cuentas para prevenir el rearme y continuar con el avance de la reconciliación.

“Los esfuerzos en justicia, verdad y reintegración necesitan estar relacionados en un modo que sea coherente, estratégico y que se pueda implementar. Contrario con la desmovilización paramilitar, la actual agenda de negociación es suficientemente amplia para incorporar justicia y desarme, desmovilización y reintegración en una estrategia de construcción de paz comprensiva en la cual factores que desincentiven la desmovilización y la reintegración puedan ser evitados”, destaca la publicación.

La autora del artículo explicó que la Ley 1424 fue la mejor opción encontrada para sacar del limbo jurídico en el que quedaron los combatientes no cubiertos por la Ley 975 (llamada ley de Justicia y paz). Sin embargo, advierte que desde su creación tiene problemas como la poca coordinación interinstitucional, la pérdida de la confianza generada por el cambio en las reglas que ha impactado el proceso de decir la verdad y la reintegración, “al tiempo que los procedimientos de la justicia ordinaria y de la transicional no están en sintonía”; problemas que deben ser superados con la creación de incentivos de reintegración apropiados y la defensa efectiva de los derechos de las víctimas.

 
 


Acuerdos a la verdad, CNMH, Noruega, Paz

Los colores de la montaña

Noticia

Autor

CNMH

Fotografía

CNMH

Publicado

11 Mar 2015


Los colores de la montaña

Un gran debate se generó esta semana en la sala de redacción de Cine+Memoria: “Los colores de la montaña” o “Las tortugas también vuelan”. No es para menos, el tema que movió la agenda nacional por estos días en Colombia estuvo enmarcado por el anuncio desde La Habana, por parte la guerrilla de las Farc y el gobierno, para empezar el proceso de desactivación y erradicación de las minas antipersonas instaladas por este grupo armado. Una tarea que llevara varias décadas y que según el informe “¡Basta ya! Colombia: memorias de guerra y dignidad” a 2012 había dejado 10.189 víctimas, de las cuales 2.119 murieron.  

La coyuntura amerita ver una película sobre el tema. Pero, ¿Qué película refleja mejor este crimen?, ¿Debemos mostrar una realidad nacional o internacional? Las dos son relatos construidos desde la voz y visión de los niños en medio del conflicto armado. Las dos tocan el tema de las minas antipersona. Una desde una óptica un poco cruel y cruda, mientras la otra lo hace desde un lado más romántico.

Al final decidimos irnos con “Los colores de la montaña” –esto no implica que no vayamos hablar sobre “Las tortugas también vuelan” en algún momento dentro de nuestra sección-, una producción nacional escrita y dirigida por Carlos Arbeláez, que según importantes críticos consultados por la revista SEMANA ocupa la posición número 16 entre las 50 mejores películas del cine colombiano.

-¿Qué dice ahí?-, pregunta Poca Luz, un niño rubio de 9 años con problemas de visión.

-Ahí dice: “Ponte el uniforme, queremos más fútbol y menos clases”-, responde su amigo Manuel, al cambiar el sentido de una frase escrita con aerosol y forma de sentencia en el muro de su colegio que dice: “guerrillero ponte el camuflado o muere de civil”.

Un dialogo entre dos niños que resume el amor por el fútbol y la inocencia ante la guerra. Como si darle patadas a una pelota fuera el único propósito primordial de sus vidas. Esta historia se centra en la pasión y ganas de Manuel, un niño de nueve años por ser arquero de futbol, sueño que lo lleva a meterse en un campo minado con tal de recuperar su balón que cayó allí mientras jugaba con los amigos del pueblo. `+

Publicado en Cine + memoria



Cine+Memoria, Farc, Habana, Niños y Niñas

El documento clave para encontrar la verdad en Guatemala

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Autor

CNMH

Fotografía

CNMH

Publicado

11 Mar 2015


El documento clave para encontrar la verdad en Guatemala

Kate Doyle trabajó en la Comisión para el Esclarecimiento Histórico de Guatemala, es una de las investigadoras principales del Archivo Histórico de la Policía de Guatemala y es la persona que descubrió el rompecabezas detrás del ‘Diario Militar’.


En entrevista con el Centro Nacional de Memoria Histórica cuenta detalles de este documento, que le fue entregado extraoficialmente en 1999 y se convirtió en la prueba reina sobre la sistematización de la represión en Guatemala durante las dictaduras militares.

¿Cuál fue su primer paso después de recibir el diario militar?

“Recibí el diario militar en febrero de 1999. Estuve casi tres meses estudiándolo, analizándolo cuidadosamente y comparando las personas y los eventos mencionados con reportes de derechos humanos, reportes de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, artículos de periódicos guatemaltecos, archivos desclasificados de Estados Unidos y testimonios de los familiares de los desaparecidos.

A mediados de mayo llegué a la conclusión de que el diario era autentico y pertenecía a la inteligencia militar guatemalteca. Además, me di cuenta que aquel diario era una transcripción correcta de las capturas, las detenciones secretas y las ejecuciones de docenas de guatemaltecos durante un periodo de 18 meses, entre 1983-85.

Después de esto,  el National Security Archive (Archivo Nacional de Seguridad), organización para la que trabajo, citó a una rueda de prensa y publicó los documentos para que cualquier persona pudiera acceder a ellos vía web. De allí en adelante el archivo estuvo disponible para quienes quisieran hablar de él e investigarlo. Además, sirvió para llenar los vacíos que teníamos sobre aquellos eventos”.

¿Cómo reaccionó Guatemala frente a la publicación de este documento?

En Guatemala la publicación del Diario Militar fue una bomba. Fue tan impactante para la gente ver en blanco y negro la evidencia de que el gobierno había planeado y coordinado una política para desaparecer a sus enemigos políticos.

Creo que para muchas de las familias de los desaparecidos el diario tuvo una repercusión muy compleja, no es fácil ver la imagen de un familiar desaparecido en un contexto tan macabro, fue devastador. Lo más doloroso para ellos fue darse cuenta que sus seres queridos habían permanecido retenidos por semanas e incluso meses antes de ser asesinados. Esto implicaba que muchos habían sido torturados antes de sus muertes. Sin embargo, por otro lado, para las familias significó también un doloroso alivio pues era una confirmación de lo que habían sospechado por años, es decir, una confirmación de la muerte de sus seres queridos”. 

¿Cuál fue la reacción de las fuerzas militares?

“Las fuerzas militares, en un principio, rechazaron los documentos. Además, declararon que aquel diario era una fabricación del National Security Archive, en un intento de dañar su reputación. Sin embargo, su postura nunca ha sido probada pues quien observe el diario puede darse cuenta de su autenticidad”.

¿Qué significó este hallazgo para usted?

“En términos de mi trabajo en Guatemala, y en otros lugares, creo que publicar ese diario incrementó mi compromiso para luchar por los derechos civiles de los ciudadanos a tener acceso a los documentos de su gobierno. El derecho a la verdad, especialmente después de una época de violencia, es una de las formas más poderosas de ayudar a una sociedad a luchar contra la impunidad, la vergüenza y el silencio. Además incentiva un debate nacional honesto sobre lo sucedido. También convierte a civiles traumatizados por la guerra en miembros valiosos para sus comunidades”.

Fotos: Cortesía del National Security Archive.

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Documento, Guatemala, Verdad

Los 25 años de la paz con el M19

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Autor

CNMH

Fotografía

César Romero

Publicado

11 Mar 2015


Los 25 años de la paz con el M19

El 9 de marzo pasado se cumplieron 25 años del acuerdo de paz entre el M19 y el gobierno de Virgilio Barco. En el evento realizado en la Plaza de Bolívar de Bogotá tuvimos la oportunidad de hablar con Otty Patiño, exmilitante de esa guerrilla.


El pasado lunes, a las tres de la tarde, nadie podía entrar armado a la Plaza de Bolívar de Bogotá. Cada persona era requisada, incluso a los generales del Ejército se les pidió que no portaran sus armas. Lo mismo hicieron los escoltas del presidente Juan Manuel Santos y los agentes de la Policía. Era un evento de paz. El recuerdo de la guerra estaba en las armas que usó el M19 hace 25 años, y que ya están fundidas en pesados lingotes de acero.

“Las armas fundidas pueden hacer mucho más que las armas en uso”, dijo Antonio Navarro Wolff después de poner los 29 lingotes a disposición de la Alcaldía Mayor y la Presidencia de la República para que se construya un monumento por la paz de Colombia. Su idea fue secundada por Gustavo Petro y aplaudida por decenas de exmilitantes que estuvieron en el acto conmemorativo.

Navarro es hoy senador de la República y Petro es el alcalde Mayor de Bogotá. Hace 25 años renunciaron a la vida de insurgente y, al igual que la totalidad de hombres y mujeres del M19, se desmovilizaron después de un acuerdo de paz.

“Miren el ejemplo del M19. Hoy, 25 años después, todos sus miembros haciendo patria. En La Habana llevamos un proceso en el que hemos repasado y aprendido de nuestras experiencias de paz: unas exitosas, otras fallidas”, dijo el presidente Santos en su intervención.

El evento para la conmemoración 25 años, compromiso con la paz, fue organizado por exmilitantes del M19 con el apoyo del Centro Nacional de Memoria Histórica, OIM, USAID y la Alcaldía Mayor de Bogotá.

Otty Patiño nos habló sobre la conmemoración

Después de esos 25 años del acuerdo entre el M-19 y el gobierno, ¿qué cambios ha tenido la paz en Colombia?

“Lo primero es que se logró en cinco meses hacer una nueva carta política. La lucha ha demostrado que la clase dirigente de este país no ha tenido la capacidad ni la voluntad de desarrollar mucho el mandato constitucional. Desde esa fecha se ha dado muy fuerte el crecimiento del narcotráfico, los paramilitares y la guerrilla de las Farc. Se produjo la desmovilización de los paramilitares y, aunque es insatisfactoria por muchos aspectos y en algunas partes han sido sustituidas por Bandas Criminales, ya no tienen legitimidad política de ninguna parte, pero desde luego es un ejemplo de que la necesidad y la posibilidad de hacer la paz se materializó. Ya no hay disculpas para no hacer la paz, porque la paz puede ser producto de una victoria, que ha eso le apostaron las Farc y no lo lograron, y las condiciones en las que hoy están negociando son muy distintas a las que tuvimos nosotros”.

¿Qué le aporta al actual proceso de paz lo que lograron ustedes hace 25 años?

“El de nosotros fue un acuerdo de cara a la nación, donde participaron diferentes fuerzas sociales y políticas. Nuestro acuerdo no fue solamente del desarme, eso fue una consecuencia de todo el proceso y creo que ese es un tema interesante, ya que no es posible pensar en la paz y limitarla solamente al desarme de la guerrilla. Un proceso de paz significa que hay transformaciones en el país, que el pacto político que se realice, que signifique cambios efectivos y eso lo que hace es que no sea un proceso de sometimiento ni de rendición, sino un proceso de paz realmente”.

¿Por qué firmar un libro por la paz?

“Para reafirmar la vocación de paz. El presidente de la república, el alcalde de Bogotá en su doble condición de desmovilizado y de mandatario, y muchas personalidades no solamente del ámbito nacional sino internacional lo firmaron. Además de todos ellos, los ciudadanos común y corriente, algunos de ellos que vivieron todo el proceso, que estuvieron en la séptima papeleta, gente que voto por la asamblea constituyente, y sobre todo jóvenes”.

¿Cuál fue el mensaje para los jóvenes?

“Ellos no conocieron ese proceso, muchos no saben quién fue Pizarro, no hay una desmemoria, sino que no hay memoria. No saben que hoy pueden exigir sus derechos a través de una tutela porque hubo un proceso de paz y un proceso constituyente. Esos cambios que trajo la paz, para los jóvenes son naturales y no se preguntan porque se produjeron. Invitamos a la juventud a conocer este referente histórico”. 

Publicado en Noticias CNMH



Acuerdos de Paz, Colombia, M19

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