Etiqueta: Acuerdos de Paz

Los 25 años de la paz con el M19

Noticia

Autor

CNMH

Fotografía

César Romero

Publicado

11 Mar 2015


Los 25 años de la paz con el M19

El 9 de marzo pasado se cumplieron 25 años del acuerdo de paz entre el M19 y el gobierno de Virgilio Barco. En el evento realizado en la Plaza de Bolívar de Bogotá tuvimos la oportunidad de hablar con Otty Patiño, exmilitante de esa guerrilla.


El pasado lunes, a las tres de la tarde, nadie podía entrar armado a la Plaza de Bolívar de Bogotá. Cada persona era requisada, incluso a los generales del Ejército se les pidió que no portaran sus armas. Lo mismo hicieron los escoltas del presidente Juan Manuel Santos y los agentes de la Policía. Era un evento de paz. El recuerdo de la guerra estaba en las armas que usó el M19 hace 25 años, y que ya están fundidas en pesados lingotes de acero.

“Las armas fundidas pueden hacer mucho más que las armas en uso”, dijo Antonio Navarro Wolff después de poner los 29 lingotes a disposición de la Alcaldía Mayor y la Presidencia de la República para que se construya un monumento por la paz de Colombia. Su idea fue secundada por Gustavo Petro y aplaudida por decenas de exmilitantes que estuvieron en el acto conmemorativo.

Navarro es hoy senador de la República y Petro es el alcalde Mayor de Bogotá. Hace 25 años renunciaron a la vida de insurgente y, al igual que la totalidad de hombres y mujeres del M19, se desmovilizaron después de un acuerdo de paz.

“Miren el ejemplo del M19. Hoy, 25 años después, todos sus miembros haciendo patria. En La Habana llevamos un proceso en el que hemos repasado y aprendido de nuestras experiencias de paz: unas exitosas, otras fallidas”, dijo el presidente Santos en su intervención.

El evento para la conmemoración 25 años, compromiso con la paz, fue organizado por exmilitantes del M19 con el apoyo del Centro Nacional de Memoria Histórica, OIM, USAID y la Alcaldía Mayor de Bogotá.

Otty Patiño nos habló sobre la conmemoración

Después de esos 25 años del acuerdo entre el M-19 y el gobierno, ¿qué cambios ha tenido la paz en Colombia?

“Lo primero es que se logró en cinco meses hacer una nueva carta política. La lucha ha demostrado que la clase dirigente de este país no ha tenido la capacidad ni la voluntad de desarrollar mucho el mandato constitucional. Desde esa fecha se ha dado muy fuerte el crecimiento del narcotráfico, los paramilitares y la guerrilla de las Farc. Se produjo la desmovilización de los paramilitares y, aunque es insatisfactoria por muchos aspectos y en algunas partes han sido sustituidas por Bandas Criminales, ya no tienen legitimidad política de ninguna parte, pero desde luego es un ejemplo de que la necesidad y la posibilidad de hacer la paz se materializó. Ya no hay disculpas para no hacer la paz, porque la paz puede ser producto de una victoria, que ha eso le apostaron las Farc y no lo lograron, y las condiciones en las que hoy están negociando son muy distintas a las que tuvimos nosotros”.

¿Qué le aporta al actual proceso de paz lo que lograron ustedes hace 25 años?

“El de nosotros fue un acuerdo de cara a la nación, donde participaron diferentes fuerzas sociales y políticas. Nuestro acuerdo no fue solamente del desarme, eso fue una consecuencia de todo el proceso y creo que ese es un tema interesante, ya que no es posible pensar en la paz y limitarla solamente al desarme de la guerrilla. Un proceso de paz significa que hay transformaciones en el país, que el pacto político que se realice, que signifique cambios efectivos y eso lo que hace es que no sea un proceso de sometimiento ni de rendición, sino un proceso de paz realmente”.

¿Por qué firmar un libro por la paz?

“Para reafirmar la vocación de paz. El presidente de la república, el alcalde de Bogotá en su doble condición de desmovilizado y de mandatario, y muchas personalidades no solamente del ámbito nacional sino internacional lo firmaron. Además de todos ellos, los ciudadanos común y corriente, algunos de ellos que vivieron todo el proceso, que estuvieron en la séptima papeleta, gente que voto por la asamblea constituyente, y sobre todo jóvenes”.

¿Cuál fue el mensaje para los jóvenes?

“Ellos no conocieron ese proceso, muchos no saben quién fue Pizarro, no hay una desmemoria, sino que no hay memoria. No saben que hoy pueden exigir sus derechos a través de una tutela porque hubo un proceso de paz y un proceso constituyente. Esos cambios que trajo la paz, para los jóvenes son naturales y no se preguntan porque se produjeron. Invitamos a la juventud a conocer este referente histórico”. 

Publicado en Noticias CNMH



Acuerdos de Paz, Colombia, M19

Gobierno y Farc acuerdan crear Comisión de la Verdad

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Autor

CNMH

Fotografía

EFE

Publicado

04 Jun 2015




Gobierno y Farc acuerdan crear Comisión de la Verdad

Con el fin de satisfacer el derecho de las víctimas a la verdad y de la sociedad a conocer los hechos del conflicto, el Gobierno Nacional y las Farc acordaron la creación de una Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad, la Convivencia y la No repetición, un mecanismo independiente e imparcial, de carácter no judicial, que entraría en vigencia una vez firmado el acuerdo de paz.


El objetivo es contribuir al esclarecimiento de lo ocurrido en el marco del conflicto armado, promover y contribuir al reconocimiento de las víctimas y la promoción de la convivencia en los territorios.

En el marco del proceso de negociación para la Terminación del Conflicto y la Construcción de una Paz Estable y Duradera las partes acordaron que la Comisión hará parte del sistema integral de verdad, justicia, reparación y no repetición.

“En este nuevo escenario será posible aportar a la construcción y preservación de la memoria histórica y lograr un entendimiento amplio de las múltiples dimensiones de la verdad del conflicto, incluyendo la dimensión histórica, de tal forma que no sólo se satisfaga el derecho a la verdad sino que también se contribuya a sentar las bases de la convivencia, la reconciliación, y la no repetición”, sostiene el comunicado.

Así fue anunciado al cierre del ciclo 37 de las conversaciones por los representantes de Cuba y Noruega, países garantes del proceso de paz, quienes explicaron que esta Comisión tendrá el deber de esclarecer los hechos relacionados con la vulneración de los derechos humanos y la complejidad de los contextos en los que se dieron.

Esta Comisión también estará encargada de crear espacios de dignificación para las víctimas del conflicto armado, así como de analizar el impacto social, los derechos económicos, sociales y políticos; especialmente en casos de poblaciones vulnerables, defensores de Derechos Humanos, indígenas, población LGBT, entre otros.

La Comisión que estará integrada por miembros de diferentes sectores de la sociedad y  si bien se trata de un mecanismo de verdad no judicial, sus resultados deberán ser verificados y no usados para fines procesales.

Descargue aquí el comunicado completo.

 

Acuerdos de Paz, Comisión de la Verdad, Farc, Gobierno Nacional

“Por bien o por mal, el proceso de paz se está acabando…”

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Autor

JUAN GOSSAÍN

Fotografía

Oficina del Alto Comisionado para la Paz

Publicado

05 Jul 2015


“Por bien o por mal, el proceso de paz se está acabando…”

  • “Es posible que un día de estos las FARC no nos encuentren en la mesa de La Habana”.
  • De la Calle revela que, antes de firmar un acuerdo de paz,  el Gobierno podría aceptar un cese bilateral del fuego,  “si es serio, definitivo y verificable”.
  • “El proceso está en su peor momento desde que empezamos”.
  • Así sería el sistema para juzgar a los guerrilleros.
  • “El Papa Francisco podría participar en la Comisión de la Verdad”.
  • “La paciencia de los colombianos se está agotando”.  
  • “Tenemos que abrir la mente a la participación política de las FARC sin armas”. 

Ha llegado la hora de hacerle un balance sincero a las negociaciones de paz entre el Gobierno y las FARC.

Desde septiembre del 2012, cuando se iniciaron las conversaciones, el país ha ido pasando de la ilusión al desencanto y de la esperanza a la frustración. Se ha vuelto tan grande esa desconfianza que en este momento, según la última encuesta, menos de la mitad de los colombianos respalda una solución negociada del conflicto. En cambio, más de la mitad prefiere una solución militar.

No nos engañemos: en los últimos años ha habido tantos diálogos fallidos, y tantos sueños perdidos, que la gente se ha vuelto desconfiada. La han vuelto, mejor dicho. Es por eso que le propongo al jefe negociador, Humberto de la Calle, que nos sentemos a conversar francamente. Con crudeza, si fuese necesario.

El país está exigiendo que le cuenten la verdad. Yo sé que con De la Calle eso es posible porque lo conozco bien desde que trabajamos juntos en la radio. Es el mismo hombre que hace veinte años renunció sin titubeos a la vice-presidencia de la República, por razones de integridad y de honor.

De la Calle contesta que sí, a pesar de su carácter refractario a las entrevistas, pero me pone una condición: que yo le ceda nuestra charla a todos los periódicos que quieran publicarla, grandes o pequeños, y que se comprometan a hacerlo de manera simultánea, el mismo día, juntos, sin excluir a  nadie.

No tuve que pensarlo mucho: acepté, también de buena gana, porque me parece que es un pequeño ejemplo de desprendimiento, de solidaridad y unión, que los periodistas podemos ofrecerle al país en estos momentos tan cruciales. Al fin y al cabo, ninguna primicia es más importante que la paz de Colombia.

“Esto se está acabando”

–Llevamos casi tres años en estas negociaciones –le pregunto–. ¿Cuánto más van a durar?

–Poco –responde sin vacilar–. No soy capaz de darle un plazo porque esa es la pregunta del millón de dólares, pero sí me parece claro que el proceso está llegando a su fin,  por bien o por mal. Sea porque logremos un acuerdo, ya que estamos trabajando en la recta final de los temas de fondo. O por mal, si, como está ocurriendo, la paciencia de los colombianos se agota. El riesgo es real. Yo sí quiero decirles a las FARC con toda seriedad: “Esto se puede acabar. Algún día es probable que no nos encuentren en la mesa de La Habana”. Realmente lo que está ocurriendo es insoportable para los colombianos.          

–La cruda verdad es que los colombianos no creen en el proceso de paz. Las encuestas acaban de revelar que lo respalda menos de la mitad del país. ¿A qué atribuye usted ese sentimiento?

–Es completamente lógico. Es producto de lo que ha ocurrido en los últimos días. A partir de la muerte de los soldados en el Cauca viene una oleada de destrucción de la infraestructura nacional, con impactos terribles sobre la población civil. Una ciudad como Tumaco, de 160 mil habitantes, se queda 45  días sin acueducto. Todos los caños del suroccidente del país inundados de petróleo con un daño ecológico cuya recuperación tardará décadas. Los campesinos y pescadores del Pacífico no pueden trabajar. Lo que tenemos, en fin, es una oleada que afecta a los ciudadanos.

El peor momento

–La pregunta más elemental que se hace la gente es esta: si las negociaciones van bien, ¿por qué las FARC no dan muestras de buena voluntad?

–Las FARC están equivocadas contra toda lógica y evidencia. El problema de las FARC no es con el Ejército, ni con los derechistas, ni con los que ellos llaman “la oligarquía”. Es con la gente, porque es a la gente a quien están afectando. Es lógico que la gente haya caído al nivel más bajo del escepticismo. Por eso cunde la desesperanza. Y nosotros tenemos que tener la honestidad de decirles a los colombianos que el proceso de paz está en el peor momento desde que iniciamos las conversaciones.

–¿Y usted espera que las FARC cambien de actitud?  

–Yo espero que sí, aunque haya voces internas de las FARC como la de un señor Aldecoa, quien dice que seguirán los atentados. Eso  realmente es una locura. El camino que han escogido las FARC es insostenible para ellos. Yo confío en que seamos capaces de recuperar la serenidad. Este no es momento de retórica sino de las decisiones de fondo. El caucho de las palabras ya no estira más. Nosotros seguimos buscando un acuerdo a través de la esperanza. Las FARC tienen que entender eso. ¿Usted cree que si esto fracasa va a haber otro gobierno que reemprenda conversaciones con ese grupo? A las FARC también se les agota su tiempo militar y su tiempo histórico.

Así sería el sistema de justicia

–¿Por qué está estancado el tema de la justicia que se aplicaría a las FARC?

–Porque ahora no es lo mismo que en las negociaciones que se hacían antes. Ahora existen el Tribunal de Roma y la Corte Interamericana, la legislación interna también ha cambiado, hay fallos de nuestra Corte Constitucional según los cuales no se puede suspender la totalidad de las penas. Pero, además, el país exige justicia sin amnistías generales. Eso no lo vamos a hacer. Y están las víctimas, que merecen justicia. Por eso es el territorio más difícil de la negociación. Las FARC tienen que asumir las responsabilidades de sus actos. El Estado también, naturalmente.

–Explíqueme, en términos elementales, qué es la justicia transicional que ustedes le plantearon a las FARC.

–Lo que hemos dicho en la mesa es lo siguiente: a partir del marco jurídico para la paz, existe la posibilidad de seleccionar, en primer lugar, los hechos más graves, para que sirvan como patrón o referencia: una masacre, secuestros, violencia sexual. Una comisión independiente hace esa selección que le sería entregada a la Fiscalía para que escoja quiénes fueron los que cometieron esos delitos que tienen carácter internacional. Lo que se busca es limitar la acción penal a ese tipo de delitos y a sus máximos responsables. A ellos se les aplicaría la misma pena que dictan las leyes vigentes, pero que   podría reducirse a una pena alternativa que se pague en condiciones de dignidad, sin rejas ni piyamas rayadas. Pero hay que asumir las consecuencias judiciales de los actos, reparar a las víctimas y dar garantías de no repetición. Eso es lo que hemos llamado “justicia transicional” que ya las FARC, en un paso que les reconozco, han dicho que están dispuestos a aceptar un sistema de justicia que tenga esos componentes.                                   

La propuesta de Uribe y la extradición

–Sobre ese tema, el ex presidente Uribe Vélez ha planteado unas “zonas rurales de concentración” para recluir guerrilleros condenados, sin que entreguen sus armas. ¿Usted considera viable esa propuesta?

–Me parece sumamente constructiva. Y creo que el ex presidente Uribe tiene razón. Se puede discutir si es oportuna, pero la idea que uno tiene para acabar el conflicto es que sí es necesario y realista promover esas zonas de concentración, que pueden ser para gente temporalmente armada que se someta a un proceso de dejación de armas, que es una condición esencial para que haya acuerdo y se reincorporen a la vida civil.

–¿El Gobierno puede garantizarles a las FARC que no serán extraditados si un juez de Estados Unidos los pide, por ejemplo, por narcotráfico?

–En Colombia quien finalmente decide sobre extradiciones es el jefe del Estado. Tenemos que crear un marco, derivado del un acuerdo de paz, que les demuestre a los demás países que se trata de un acuerdo serio y respetable, legítimo, para que respeten lo acordado y no entren en controversia con el país. Que, por el contrario, haya un apoyo internacional a una paz duradera en Colombia, y que eso haga innecesarias las extradiciones. Eso es posible lograrlo porque, aunque parezca una paradoja, el proceso ha encontrado más apoyo afuera que aquí adentro. También es verdad que aquí es donde sufrimos las consecuencias.                  

¿Cese bilateral del fuego?

–¿Ese tema de la justicia y las penas es lo que tiene bloqueado el proceso?

–Solo en buena parte. También hay una presión de las FARC para buscar un cese bilateral del fuego. Esa es su prioridad. Nosotros hemos dicho: cese del fuego bilateral y definitivo, pero no solo del fuego sino también de las hostilidades, la extorsión el narcotráfico. Eso sí: en condiciones de seriedad y de verificación. Mi respuesta a las FARC es: si lo que están buscando con estos atentados es un cese del fuego mal hecho –como en el juego infantil llamado “estatua”, en que el otro tiene que quedarse quieto–, no lo vamos a hacer. No habrá cese del fuego estatua. Entre otras cosas porque aquí hay otras fuentes de violencia, distintas a las FARC, y no podemos decirle a la fuerza pública que se esté quieta. Si quieren un cese del fuego, el Gobierno está dispuesto a anticiparlo,  para lo cual son fundamentales las zonas de concentración. Ese es el camino.

–¿Pero, entonces, el Gobierno está dispuesto a aceptar un cese bilateral del fuego antes de firmar el acuerdo de paz?

–Esa pregunta nos lleva a un punto crítico y esencial. Al principio la posición del Gobierno era que el cese  del fuego solo ocurriría con el acuerdo. En ese punto hemos cambiado. Estamos dispuestos a aceptar un cese del fuego, aún antes de la firma de un acuerdo, en la medida en que sea serio, bilateral, definitivo y verificable, siempre y cuando tengamos la garantía de que ellos asumen su responsabilidad en materia judicial y verificación nacional e internacional. Que no conviertan esto en una especie de payasada. Las experiencias del pasado, en esa materia, son pésimas.

Postconflicto y respuesta al Procurador

–¿No es una exageración que el presidente Santos haya ido a Europa a decir, textualmente, que “en Colombia el postconflicto prácticamente ya empezó”? ¿Postconflicto con esto que está pasando?

–Eso quiere decir varias cosas. Primero, que hay zonas de verdadera paz en Colombia. Segundo, y aunque haya gente que no lo cree, todas las cifras de seguridad han mejorado en Colombia. La reducción del homicidio este año es histórica: 443 muertes menos que el año pasado. O sea que estamos en una tasa del 26 por ciento por cada cien mil habitantes, lo cual no es una maravilla, ni este es el paraíso, pero el descenso es dramático. Hay 470 municipios donde no se han presentado homicidios este año. En este momento tenemos la tasa de secuestros más baja de los últimos catorce años, ya que de 3.706 secuestros hemos llegado a 88. No es que yo diga que tenemos que aplaudir, pero la situación es muy distinta. Es a eso a lo que se estaba refiriendo el presidente.                                      

–Hablemos de la Comisión de la Verdad. El procurador Ordóñez ha dicho que fue hecha “a la medida de las FARC” y que, en consecuencia, no será una comisión que trabaje con la verdad de las víctimas sino de los victimarios.

–Si queremos dar el paso a una paz duradera, la verdad es un ingrediente necesario, como la justicia y la reparación. Es con todas las realidades, las macabras acciones de las FARC pero también las de otros agentes, incluso del Estado, hay que reconocerlo. En el mundo de hoy no es posible hacer una paz sin la verdad. Porque el centro de esto, y el ancla, son las víctimas. En 1991 intentamos hacerlo sin que aparecieran las víctimas, y ahora estamos pagando ese error. La gente humilde me agarra del brazo, angustiada, y me dice: “Doctor, ¿qué pasó con mi hijo o con mi padre?”. Y me dicen que, más que reparaciones económicas, lo que quieren es saber la verdad.

El Papa y la verdad

–¿Y cómo se escogerían esos comisionados?

–Primero se crea un grupo de seleccionadores, de los cuales seis serán convenidos por las partes. (Eso es lo que irrita a algunos). Y luego tres seleccionadores más, escogidos por instituciones o personas de reputación internacional, como el Papa o las Naciones Unidas. Estamos hablando de gente de ese tamaño. Entre todos ellos, escogerán a nueve comisionados integérrimos, independientes y honestos que juzguen todas las verdades. Lo que no funciona, precisamente, es que haya verdad oficial. A eso nos oponemos. Comprendo que, mientras en el exterior aplauden ese proyecto, aquí haya personas que creen que eso es una trampa y que no va a funcionar.

–A propósito de víctimas y reparaciones: se han entablado hasta ahora más de 22 mil demandas por despojo de tierras. ¿Usted cree que sí habrá una auténtica restitución?

–Creo que sí. Ya se habla de 22 mil hectáreas que están a punto de ser recuperadas en los Llanos Orientales. Parece una paradoja, pero, hablando con el director del Incoder, me decía que a veces lo que impide la reparación es el propio conflicto. Hay zonas donde no pueden entrar ni los jueces ni nadie. Si hay un final del conflicto, lo primero que se acelera  es la estabilización del campo. Tenemos que restablecer las zonas rurales. El jovencito que mata a alguien en la ciudad, para robarse un celular, puede ser el hijo de un desplazado. Por eso el eslabón de la cadena de violencia comienza allá pero termina afectando a todos los colombianos.

“El estado ya ganó la guerra estratégica”

–Militarmente hablando, ¿en qué situación están las FARC?

–El predominio militar del Estado es indiscutible. En estas encuestas recientes veo que el respaldo a la opción militar vuelve a subir. Eso debería preocupar a las FARC porque no había ocurrido así en los últimos quince años. Pero eso es desconocer que la guerra estratégica ya terminó y que el Estado la ganó. Lo que queda es una resaca táctica que puede durar mucho tiempo y ser muy dolorosa. Ponerle una bomba al oleoducto es muy simple. Eso afecta a los civiles, pero no tiene ningún efecto militar.

–Y, entonces, ¿por qué las FARC siguen en esas?

–Porque, a pesar de esa realidad, las FARC llegan a la mesa casi con la obligación de decir “no hemos sido derrotados”. Las FARC están luchando ahora con su propia identidad como grupo, con su futuro, con la historia,  “cómo nos van a ver dentro de cien años”. Perdieron la guerra, pero  insisten en su condición de rebeldes porque dicen que no pueden echar por la borda cincuenta años de lucha.

Las FARC como partido político

–¿Cómo serían las FARC sin armas?

–Ahí sí, desarmados, que sigan dándole manivela a su ideología. A nosotros no nos asusta eso. Que entren, con garantías, a hacer política en medio del respeto de los colombianos y de ellos hacia los colombianos.

–¿Unas curules para las FARC en el Congreso, sin necesidad de que participen en elecciones?

–Yo sé que los ciudadanos piensan eso. Yo tengo que ser totalmente honesto y decirles, así me lluevan tomates, que en una primera etapa, netamente transitoria, el Estado y el país tienen que abrir la mente a la participación de las FARC como partido político desarmado. Tienen que abrirse dignamente las puertas políticas para las FARC. Más allá de si hay curules o no –porque eso habrá que discutirlo–, creo que los colombianos tenemos que prepararnos para obrar con generosidad en ese momento. Las FARC han sido el elemento más conservador de la vida política colombiana. Cincuenta años de violencia disolvieron prácticamente el movimiento sindical y el estudiantil.

Epílogo

Todavía faltan muchos temas, pero el tiempo es limitado. El espacio de los periódicos también. A la hora de despedirnos siento la tentación de plantearle  algunos temas humanos relacionados con su propia vida. ¿Por qué se metió en este berenjenal de dirigir la mesa de negociaciones?

Me dice que, cuando el presidente Santos se lo propuso  “ni siquiera lo pensé, que es lo que siempre dice la gente: déjeme pensarlo. Esos obligaciones no se piensan. Le dije que sí, y la que quedó perpleja fue mi familia, cuando les conté”.

Le pido que me diga de dónde piensan sacar plata para financiar el postconflicto si el dólar está a 2.600 pesos y el barril de petróleo apenas a 60 dólares. Entonces me contesta con una ironía profunda, los famosos sarcasmos de De la Calle: “Por eso es que las FARC tenían que haber firmado el acuerdo de paz hace dos o tres años, cuando el petróleo estaba a 110 dólares”.

¿Tiene ambiciones políticas para el futuro? ¿Cuál será ese futuro? Hace un gesto de desencanto. “Quedé curado de política hace veinte años, cuando pasó lo que pasó y renuncié a la vice-presidencia. Solo tengo una ambición para el futuro: vivir mis últimos años en paz. Literalmente hablando”.              

 


Acuerdos de Paz, Farc, Proceso de Paz, Víctimas

Avanza en firme el proceso de paz

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Autor

CNMH

Fotografía

CNMH

Publicado

12 Jul 2015


Avanza en firme el proceso de paz

El Gobierno y las Farc, al término del ciclo 39 en La Habana, decidieron agilizar las condiciones para la puesta en marcha del cese el fuego y hostilidades, bilateral y definitivo (punto 3 de la agenda). 

Y en ese sentido, el Gobierno pondrá en marcha un proceso de desescalamiento de las acciones militares a partir del 20 de julio del presente año “en correspondencia con la suspensión de acciones ofensivas por parte de las Farc”.

En el comunicado leído el pasado domingo en La Habana, por parte de los delegados de los países garantes, Cuba y Noruega, las partes también indicaron que cambiaron la metodología para llegar al Acuerdo Final, por un trabajo técnico, continuo y simultáneo sobre los puntos centrales de la agenda. “Para ello definimos un plan con metas preestablecidas”, dice el comunicado.

Estas son:  acordar los términos del cese al fuego definitivo y el sistema de monitoreo y verificación. “Para ello, las delegaciones solicitarán el acompañamiento en  la subcomisión técnica de un delegado del Secretario General de Naciones Unidas y un delegado de la presidencia de UNASUR (actualmente Uruguay), con el fin de que contribuya a poner en marcha la discusión sobre el sistema de monitoreo y verificación y a preparar desde ahora su implementación, sin perjuicio de la decisión de las delegaciones sobre la participación en el futuro, en el sistema de monitoreo y verificación, de otras organizaciones o países”.

Descargue el comunicado completo.

“Realmente la paz es posible”

Los acuerdos logrados este fin de semana en la mesa de negociación de paz en La Habana para iniciar el desescalamiento del conflicto permitirán “bajar la intensidad de la confrontación, crear una ambiente de confianza entre las partes y buscar un mayor apoyo de los colombianos de que realmente la paz es posible”Así lo aclararon el jefe de la delegación del Gobierno, Humberto de la Calle, y el Alto Comisionado para la Paz, Sergio Jaramillo, al detallar que llegar al cese al fuego bilateral y definitivo corresponderá a una etapa posterior que hace parte de la agilización del acuerdo de paz.

En una rueda de prensa los funcionarios dieron claridad sobre los acuerdos logrados en el ciclo 39 en la que diferenciaron el desescalamiento de la confrontación y el cese el fuego.

El desescalamiento es una serie de gestos progresivos que buscan bajar el nivel a la confrontación para que en los territorios se ambiente el fin del conflicto; el cese el fuego y de hostilidades bilateral y definitivo supone reglas claras y una verificación que constate que es definitivo. 

“Ahora, si las partes consideran que están listas para entrar al cese definitivo, pues cada quien en su momento tomará esa decisión. Pero eso es muy distinto al desescalamiento. Lo que no está dispuesto a hacer el Gobierno es entrar a en una especie de cese bilateral prematuro y chambón que nos va a llevar a experiencias nefastas del pasado”, dijo Sergio Jaramillo.

Este período de desescalamiento se analizará durante los próximos cuatro meses con el fin de determinar las posibilidades de un acuerdo definitivo, si lo que falta por acordar es viable, dijo de la Calle.

“No es que sea irreversible aún el proceso. Vamos a intensificar el trabajo para esclarecer los límites de ambas partes en la Mesa y las reales posibilidades de un acuerdo (…) el Presidente lo ha dicho mil veces, la paciencia se agota. Tenemos que tener rápidamente decisiones, a los colombianos hay que decirle que no deben que tenerle miedo a la paz, pero a las Farc también: no hay que tenerle miedo a la paz”.

Para el seguimiento del cese al fuego, las partes crearon una sub comisión técnica integrada por un delegado del Secretario General de Naciones Unidas y uno de Uruguay (Presidente protémpore de Unasur), quienes ya fueron contactados. Es posible que luego de su implementación se inviten a otros países u organizaciones, agregaron. Este mecanismo permitirá no cometer errores del pasado en el que las comisiones de seguimiento y verificación no tenían herramientas para actuar.

 


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Lanzamos dos nuevos informes sobre el paramilitarismo en el Magdalena Medio

Autor

CNMH

Fotografía

CNMH

Publicado

5 Mar 2020


Lanzamos dos nuevos informes sobre el paramilitarismo en el Magdalena Medio

Los informes, presentados en la Universidad Industrial de Santander y la Universidad Autónoma de Bucaramanga, dan cuenta de la disputa por la institucionalidad, las economías ilegales y los escenarios de victimización que ejercieron los grupos paramilitares en el territorio. 

El Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH), a través de la Dirección de Acuerdos de la Verdad, presenta sus más recientes publicaciones: “El Estado suplantado. Las Autodefensas de Puerto Boyacá” y “El modelo paramilitar de San Juan Bosco De La Verde y Chucurí”. En ambos informes, a través de las voces de personas desmovilizadas, víctimas y testigos del conflicto armado interno, se muestra cómo el paramilitarismo disputó la institucionalidad en esta zona del país, su enriquecimiento a partir del narcotráfico, el hurto de combustibles y las extorsiones, y los escenarios de victimización donde se perpetraron torturas, homicidios, desapariciones forzadas, masacres, desplazamientos forzados, violencia sexual y reclutamiento ilegal, entre otros crímenes a través de los cuales impusieron un orden de violencia que se prolongó por 25 años. 

Estos textos hacen parte de una serie de cuatro informes que fueron elaborados cuantitativamente a partir de 746 entrevistas estructuradas de personas desmovilizadas de las Autodefensas Campesinas de Puerto Boyacá y las Autodefensas Campesinas del Magdalena Medio, y cualitativamente a través de 230 entrevistas a profundidad a esta misma población, además de recorridos de memoria en 23 municipios de los departamentos de Antioquia, Santander, Boyacá, Cundinamarca, Caldas y Tolima, donde se hicieron talleres, grupos focales, entrevistas individuales, con la participación de 205 víctimas y testigos. 

“El Estado suplantado. Las Autodefensas de Puerto Boyacá” da cuenta de la creación de los primeros grupos de escopeteros a finales de los años setenta y principios de los ochenta, del accionar del grupo paramilitar comandado por Gonzalo y Henry Pérez, y de su expansión territorial hasta su crisis y desmovilización en 1991. Además, incluye la transición entre este grupo y su recomposición a partir de 1994, bajo el nombre Autodefensas de Puerto Boyacá, y desde 2000 como Bloque Puerto Boyacá, bajo el mando de Arnubio Triana Mahecha, alias Botalón. En el informe se analiza también su desmovilización en 2006 y las relaciones de continuidad y ruptura con los grupos posdesmovilización.

“El modelo paramilitar de San Juan Bosco De La Verde y Chucurí” describe el accionar de varias estructuras paramilitares entre 1981 y 2006, entre ellas Los Sanjuaneros, los grupos coordinados, los frentes Isidro Carreño, Ramón Danilo y Héroes de San Juan Bosco La Verde, y sus relaciones de alianza y disputa con el Bloque Puerto Boyacá y el Bloque Central Bolívar a partir del 2000. Además analiza los aciertos, irregularidades y dificultades del proceso de desmovilización, explora los fenómenos de rearme y expone algunas experiencias de memoria y reconciliación en la región.

Este jueves, en Bucaramanga, se hizo el lanzamiento de ambos informes, con participación especial de las víctimas. A todos los asistentes se les entregó la publicación impresa. A partir de hoy, pueden ser consultados y descargados libremente.

El modelo paramilitar de San Juan Bosco de la Verde y Chucurí

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El Estado Suplantado. Las Autodefensas de Puerto Bayacá

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acuerdos de paz, postconflicto, inversión, internacional


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Tres años del proceso de paz

Noticia

Autor

CNMH

Fotografía

Omar Nieto- OACP

Publicado

28 Ago 2015


Tres años del proceso de paz

“Tenemos al frente una senda difícil para recorrer en la Mesa. Pero, a la vez también ha sido largo y fructífero el camino recorrido”. 


Así resumió el balance de tres primeros años del proceso de negociación en La Habana, el jefe del equipo negociador del Gobierno, Humberto de la Calle, quien reiteró que el fin definitivo del conflicto colombiano asegurará la no repetición de lo ocurrido y privilegiará la satisfacción de los derechos de las víctimas a la verdad, la justicia y la reparación durante la implementación de los acuerdos. 

En una rueda de prensa, de la Calle aseguró que si bien se han registrado avances en el proceso de negociación con las Farc para lograr un proceso digno, serio y realista, aún faltan temas, por ejemplo, el reconocimiento de responsabilidades como fórmula que se adopte en justicia.“Si los colombianos, y ante todo las víctimas, sienten que hemos llegado a una paz con justicia, a una paz justa, tendremos asegurada una paz estable y duradera. De eso se trata este proceso”, aseguró.Como parte de los acuerdos para la firma del Acuerdo Final, de la Calle afirmo que la dejación de las armas es una certeza que se será efectiva con la firma del Acuerdo Final, pues “la mezcla de armas y política es inaceptable. No se puede mezclar armas y política”. 

Si bien reconoció que se trata de “asuntos delicados”, se buscan compromisos teniendo como fin la seguridad y los derechos que no se van a sacrificar por “acuerdos frágiles, incompletos o contraproducentes”.

Uno de los aspectos en los que se prepara el Gobierno para cumplir con lo pactado con las Farc es la organización jurídica con el fin de propender porque se respeten los derechos de las minorías y de la oposición. Por ello, se explora con el Congreso los mejores mecanismos para implementar el acuerdo de manera rápida y eficaz.

 


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Colombia, epicentro de la memoria y la paz

Noticia

Autor

CNMH

Fotografía

César Romero

Publicado

24 Sep 2015


Colombia, epicentro de la memoria y la paz

Bajo el lema “Latinoamérica hace memoria”, cincuenta organizaciones involucradas en procesos de Memoria, Derechos Humanos y Cultura de Paz, participaron en el  IX Encuentro Regional de la Red Latinoamericana de Sitios de Memoria de la Coalición Internacional de Sitios de Conciencia, entre el 22 y 25 de septiembre, cuya inauguración se desarrolló en el Centro de Memoria, Paz y Reconciliación, en Bogotá Colombia, y en cuyo marco se presentó la exposición colectiva” Transiciones: de las dictaduras a la democracia en América Latina”.

El encuentro incluyó coloquios relacionados con la experiencia de diversas Comisiones de Verdad y las negociaciones de paz en Colombia, el panorama actual de los trabajos de la Memoria, la Verdad y la Justicia en América Latina, enfocados en los desafíos tras acuerdos de paz en Centroamérica y Colombia, y la evolución de los procesos de memorialización en el Cono Sur.  

Ante una concurrida asistencia se realizó la presentación del proyecto del Museo Nacional de la Memoria, del Centro Nacional de la Memoria Histórica, de Colombia, así como una descripción del intenso trabajo realizado junto con diez sitios colombianos invitados al encuentro.

En la fase final del encuentro regional de la Coalición de Sitios de Conciencia, se construyeron propuestas de intercambios entre países, de grupos juveniles que participan en procesos pedagógicos en derechos humanos, acciones de conservación y puesta a disposición de archivos documentales. Asimismo, se formularon declaraciones solidarias con los familiares de los 43 jóvenes de Ayotzinapa, en el primer aniversario de este hecho, así como una declaratoria continental en apoyo al Proceso de Paz en Colombia, que ha entrado en una fase decisiva luego de la firma, en La Habana, del Acuerdo de Justicia Transicional y el anuncio de la firma de la paz con la Farc, a inicios del 2016.

Al cierre del evento, se destacó el fortalecimiento de los Sitios de Memoria de América Latina, que a su vez inspiró la conformación de la Red Nacional de Sitios de Colombia, para articular acciones en un momento crucial, luego de cincuenta años de conflicto armado. La próxima cita latinoamericana se realizará en la región mesoamericana, por propuesta de las representaciones de Guatemala, México y El Salvador.

Sobre la creación de la Red Colombiana de Lugares de Memoria

El viernes 25 de septiembre se creó en Bogotá laRed Colombiana de Lugares de Memoria. Once iniciativas nacionales participaron activamente en su creación, la cual se dio en el marco del IX Encuentro Regional de la Red Latinoamericana de Sitios de Memoria.

El objetivo de esta red es lograr una mayor articulación entre los Lugares de Memoria de nuestro país, tanto aquellos que ya están consolidados como los que inician su tarea de creación o consolidación, y propiciar un espacio que permita la elaboración de una propuesta de Política Pública sobre Lugares de Memoria en Colombia.

Se busca que con esta política se reconozcan y acompañen y se garantice la sostenibilidad en el tiempo de los lugares e iniciativas de memoria territoriales que trabajan sobre el conflicto armado, los procesos de resistencia y la construcción de paz.

Durante esta primera jornada los delegados trabajaron en tres comisiones: (1) Proyecto de Política Pública, (2) Estructura y funcionamiento de la Red Colombiana de Lugares de Memoria y (3) Coordinación del próximo encuentro nacional. El segundo encuentro de la Red Colombiana de Lugares de Memoria se realizará el 19, 20 y 21 de noviembre de 2015 en las instalaciones del Parque Monumento de Trujillo, en el Valle del Cauca. En este encuentro, en el que se espera la participación de más iniciativas nacionales, se discutirá la formalización, estructura y funcionamiento de la Red.

El encuentro en cifras: Representantes de 11 países latinoamericanos, 38 invitados internacionales, 10 representantes de lugares de memoria nacionales, para un total de 90 participantes presenciales, 1.260 personas siguieron el evento vía streaming,  conectados desde Colombia, Argentina, El Salvador, Chile, Guatemala, España, Brasil, Países Bajos, México y Ecuador. Que arrojó como resultados 64 mesas de trabajo, un panel abierto al público con 120 asistentes y dos declaraciones.

Descargue las declaraciones. 

 


Acuerdos de Paz, Colombia, Memoria Histórica

Víctimas debaten sobre acuerdos de paz en La Habana

Noticia

Autor

CNMH

Fotografía

CNMH

Publicado

17 Oct 2015


Víctimas debaten sobre acuerdos de paz en La Habana

“Los Acuerdos de Paz en La Habana ya están ratificando el compromiso con los derechos de las víctimas, se ha determinado que es importante atender y reconocer víctimas de todos los sectores, de todo tipo de violaciones, todos y todas están incluidos”


Así lo aseguró Álvaro Villarraga, Director de Acuerdos de la Verdad del Centro Nacional de Memoria Histórica, ante la Mesa Nacional de Participación efectiva de las Víctimas, quien expuso junto a líderes de colectivos y organizaciones sociales la importancia que toman las víctimas durante las negociaciones y la posterior firma de la paz en Colombia. Allí se destacó que víctimas de despojo, violencia sexual o reclutamiento ilegal, entre otros delitos han sido reconocidas por el grupo armado.

Dando claridad de ello, en la charla se profundizó en el acuerdo de La Habana que habla sobre  la creación de una comisión de esclarecimiento de la verdad. Destacando que se plantea un informe global sobre conflicto, victimizaciones, recomendaciones y reparaciones,  comprometiendo de manera plural a todos. “Una comisión de esclarecimiento de la verdad establece garantías para la reparación y la no repetición”, explicó Villarraga.

Para Irmatulia,  víctima del conflicto en Chocó, “preocupan declaraciones como la de ‘Timochenko’ que está diciendo que ya todo está claro, que él no va a pedir perdón y que ya lo hecho, hecho está. Esas palabras son yagas para nosotros,  para todas las víctimas”.

Villarraga mencionó que las guerrillas pasaron de no reconocer a las víctimas en el primer momento del proceso hasta pedir perdón en algunos actos. Es un tema que ha ido evolucionando lo cual se refleja en el reconocimiento del marco para la paz y se están comprometiendo poco a poco con las víctimas.

Al finalizar el evento las victimas reiteraron su deseo de ser más incluidos en el diálogo y los aportes a La Habana. Esperan que se haga justicia y verdadera reparación, pues muchos de ellos se sienten indemnizados únicamente y esperan con ansiedad el esclarecimiento de la verdad, la justicia, la no repetición y la reparación simbólica que surja de la firma del Acuerdo de Paz en La Habana.

 


Acuerdos de Paz, Debate, Habana, Víctimas

“Marcha de la Luz” Conmemoración – 14 años han pasado

Autor

CNMH

Fotografía

Fundación Sonrisas de Colores

Publicado

27 Feb 2020


“Marcha de la Luz” Conmemoración – 14 años han pasado

El próximo 27 de febrero se conmemoran 14 años de la masacre de los nueve concejales de Rivera, Huila. En la acción, perpetrada por la Columna Móvil Teófilo Forero de las FARC, fueron asesinados: Moisés Ortiz Cabrera, Desiderio Suárez, Aníbal Azuero Paredes, Luis Ernesto Ibarra Ramírez, Jaime Andrés Perdomo Losada, Alfair Arias, Octavio Escobar González, Selfides Miguel Fernández y Héctor Iván Tovar Polania.

Desde 2006, los familiares de las víctimas, bajo el liderazgo de la Fundación Sonrisas de Colores, han hecho invaluables esfuerzos para que la memoria de sus seres queridos no quede en el olvido. Así, cada año han realizado la “Marcha de la Luz”, una caminata a luz de las velas que va más allá del andar colectivo por las calles del municipio y entraña la esperanza de paz de los riverenses y la intención de rendir homenaje y exaltar a quienes fueron asesinados cumpliendo su labor como servidores públicos.

Gracias a su esfuerzo y perseverancia, el caso se ha hecho visible y una delegación de familiares asistió a La Habana, Cuba, durante los diálogos de paz. Igualmente, este hecho de violencia ha sido priorizado para la materialización de medidas de reparación simbólica por parte del Estado.

Así, la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad, la Convivencia y la No Repetición, en alianza con la Embajada de Suecia y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), realizó la producción de un documental sobre este caso, titulado “Nueve ausencias: memoria de un pueblo” en un esfuerzo por acompañar a los familiares en su interés de enaltecer la memoria de los  cabildantes asesinados y evidenciar la resistencia y exigencias de verdad de las familias y la comunidad del municipio de Rivera.

Por su parte, el Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH) priorizó el caso para el desarrollo de una iniciativa de memoria que incluye la elaboración de un informe sobre los hechos, una serie de perfiles biográficos y un cuadro conmemorativo.  

La Comisión de la Verdad, el CNMH, la OIM y la Embajada de Suecia reciben con beneplácito, la invitación de la Fundación Sonrisas de Colores, para participar en la conmemoración “Marcha de la Luz” y para contribuir al derecho a la verdad del que son titulares todas las víctimas del conflicto armado y la sociedad civil en general.

Acompañaremos a las familias y a la comunidad de Rivera durante las actividades de conmemoración que se desarrollarán este año:

  • Rueda de prensa (28 de febrero, 9:00 a.m. en la Casa de la Verdad de Neiva); y
  • Marcha de la Luz, proyección del documental “Nueve ausencias: memoria de un pueblo”, y entrega de cuadros conmemorativos a los familiares de los concejales (sábado 29 de febrero a partir de las 6:00 p.m. Parroquia de la Sagrada Familia y Obelisco “La Recordación”).

Sobre los perfiles biográficos de los nueve concejales de Rivera, Huila (Iniciativa CNMH)

“A través de los perfiles biográficos se busca dignificar la figura de los ediles asesinados y evidenciar las batallas por la memoria que han dado sus familias para que ellos no sean olvidados. Con las voces de sus familiares y amigos más cercanos, se reconstruyó la vida de cada uno de los ediles elegidos para el concejo de Rivera en el periodo legislativo de 2004-2008, historias de vida que procuran humanizar al líder comunitario”. Fragmento de la introducción de la Iniciativa de Perfiles Biográficos Rivera Huila.

Sobre el documental: “Nueve ausencias: memoria de un pueblo”

La producción del documental es un esfuerzo conjunto con las familias que busca contribuir a sensibilizar a las nuevas generaciones sobre la necesidad de construir la paz y ser una pieza pedagógica para que estos hechos nunca más se repitan. El documental será lanzado oficialmente en el marco de la Conmemoración de la Marcha de la Luz, el próximo 29 de febrero en el Parque Central del municipio de Rivera a las 7:00 p.m. Vea el trailer en este enlace.


acuerdos de paz, postconflicto, inversión, internacional


Acuerdos de Paz, internacional, inversiones, postconflicto

Entrevista de Noticias Caracol al director del CNMH, Darío Acevedo

En la paz no hay diferencias: Kerry

Publicado

23 Feb 2020


Entrevista de Noticias Caracol al director del CNMH, Darío Acevedo

“El debate sobre la verdad histórica nunca se ha cerrado porque nadie tiene esa facultad de decir ‘hasta aquí llegamos´, mucho menos el Estado”: Darío Acevedo, director del CNMH, en entrevista en Noticias Caracol.


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