Etiqueta: Víctimas

En Colombia hay 701.659 personas mayores víctimas del conflicto

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Autor

CNMH

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CNMH

Publicado

21 Jul 2015


En Colombia hay 701.659 personas mayores víctimas del conflicto

Cerca de 40 personas mayores víctimas se reunirán este 21 y 22 de julio en Cartagena para construir, mediante el reconocimiento de sus saberes y experiencias, memoria histórica y aportar a la paz.

Las experiencias de las personas mayores y su importancia histórica como voceros, líderes y lideresas de sus comunidades, serán escuchadas en el taller “Voces de Mayores” en donde se reunirán víctimas de más de  60 años de la región Caribe, en el hotel Regatta.

Con la información recogida en este taller y con los insumos obtenidos el pasado mes de junio en Medellín y próximamente en Cali, el Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH), en alianza con la Unidad para las Víctimas, y el grupo asesor para el enfoque de Envejecimiento y Vejez, avanzan en la consolidación y puesta en marcha de espacios de reconocimiento, de saberes, experiencias y aprendizajes de las personas mayores en el marco del conflicto, y sus aportes en la construcción de la paz, permitiendo identificar prácticas significativas para compartir con la sociedad.

Para Nayibe Sánchez, coordinadora del enfoque Personas Mayores del CNMH “la intención de Voces de Mayores es hablar con ellos desde su diversidad y sus regiones, sobre tres cosas especialmente: la primera, sobre sus aprendizajes como personas mayores en el marco del conflicto armado; la segunda, respecto a cómo es la transferencia generacional en los colectivos y organizaciones sociales de los saberes de los mayores, y finalmente sobre su pronunciamiento frente a la construcción de paz y lo que nos quieren decir para que no sigamos envejecido en medio de la guerra”, afirmó.

En Colombia, aproximadamente el 10 por ciento de la población total del país (según el DANE) tiene más de 60 años y de ellas, 701.659 personas se encuentran en el Registro Único de Víctimas.  En la Costa Caribe, según información de la Red Nacional de Información para la Atención y Reparación a Víctimas (RNI), 194.952 son víctimas mayores de 60 años en los departamentos de Bolívar (42.195), Cesar (33.366), Magdalena (33.283), Sucre (29.310), Córdoba (28.931), Atlántico (11.953) y Guajira (11.953).

Para María del Pilar Zuluaga Guerrero, coordinadora del grupo de Envejecimiento y Vejez de la Unidad para las Víctimas, este espacio es muy significativo porque permite al Estado acercarse de manera eficiente a las víctimas. “Acompañamos este proceso por la importancia que tiene para esta población, objeto de especial protección estatal, y nos permite fortalecer la incidencia de los mayores en la política pública e identificar prácticas significativas de diálogo intergeneracional. Nos convertimos en un puente para que los mayores víctimas reconstruyan su tejido social y transmitan a la sociedad sus reflexiones en torno al conflicto, sobre su posible terminación o su persistencia”, agregó.

El último taller Voces de Mayores se realizará en la ciudad de Cali para continuar recolectando saberes y experiencias que ayuden a reconstruir el tejido social de las comunidades y aporten a la paz.

 


Adulto Mayor, Colombia, Conflicto Armado, Víctimas

Des Apariciones: el ausente siempre está en la memoria

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Autor

CNMH

Fotografía

© Focos Narrativos.

Publicado

29 Jul 2015


Des Apariciones: el ausente siempre está en la memoria

“Ellos son el silencio del tiempo porque nadie los ha visto. Yo los sigo esperando aunque la incertidumbre me torture y nadie me diga nada, en el silencio se esconde la impunidad…  ellos siempre estarán conmigo”. Amparo Cano.


La exposición Des Apariciones es un homenaje a la vida de las víctimas de desaparición forzada a través de la construcción de una memoria colectiva.

La fotógrafa Natalia Botero es la directora de este interesante proyecto, en el cual, por medio de diversas actividades y talleres que usan la imagen como instrumento, se busca profundizar en los relatos y en los recuerdos de las personas que han sufrido en carne propia la desaparición forzada de un ser querido. Cerca de diez mujeres han hecho parte de este proceso, todas ellas hermanas, madres e hijas de desaparecidos. “La propuesta es poder hablar y trabajar con las víctimas directas e indirectas de todos los estratos sociales, condiciones y localidades, lo cual dimensiona los alcances de la guerra y lo que ella produce, destroza y desgarra”, afirma Botero

Como resultado se ha ido construyendo un álbum familiar que se ha convertido en una invitación para traer al presente ese ser desaparecido para recodarlo, dignificarlo y construirlo nuevamente a partir de los relatos visuales. “En los talleres la fotografía hace un papel testimonial frente a la construcción de memoria para darle dignidad a las víctimas, reconstruir el tejido social, reconocer las historias y la no repetición”, expone Natalia Botero.

Esta exposición se presentó el pasado 9 de julio en la Casa de la Cultura de Medellín con un conversatorio en donde los asistentes tuvieron la oportunidad de dialogar con los directores de este proyecto y las mujeres que participaron de los talleres.

Ahora, en una nueva etapa de su itinerancia, Des Apariciones invita a todo el que quiera participar a un taller que se llevará a cabo el 25 de agosto en la Casa Teatro El Poblado a las 2:30 pm. En esta ocasión “la intención será seguir con la construcción colectiva del álbum familiar de las víctimas del conflicto, principalmente de víctimas de desaparición forzada, con el fin de hacer una reflexión frente a la problemática de la desaparición como acto de resistencia contra la guerra dentro del conflicto armado colombiano en contra de la población civil”, explica Natalia Botero.

 

Publicado en Noticias CNMH



Arte, Desaparición Forzada, Exposición, Víctimas

Animaciones que cuestionan

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Autor

CNMH

Fotografía

CNMH

Publicado

03 Ago 2015


Animaciones que cuestionan

Dos jóvenes del Cauca exploran, recrean y reconstruyen por medio de animaciones el conflicto armado colombiano a través de la serie web “Memorias del silencio”.

La animación como género audiovisual y artístico se ha ganado su lugar en el mundo moderno. Desde la mirada surrealista y hasta su versión expresionista, han sido testigo del desarrollo de las grandes técnicas que este lenguaje visual utiliza. Estas manifestaciones son el terreno sobre los que Dalila Molina, una antropóloga, y Sebastián Meléndez Cortés, diseñador de multimedia, plantearon la serie web “Memorias del silencio”.

La inquietud de poder contar las historias del conflicto armado colombiano a través de lo visual, pero sin caer en el amarillismo recurrente de los medios de comunicación en la representación diaria de los victimarios, les permitió encontrar en la animación los elementos adecuados para narrar los relatos de los dolientes. “La mayoría de las víctimas no desean mostrar su rostro, pero cuando le propones que se realizará por medio de la simbología de unos personajes, ellos acceden a contar su historia” cuenta Sebastián Meléndez. Y es que la animación da la oportunidad de representar la parte psicológica de las víctimas, traer el dolor y horror de la guerra de una forma artística y sin poner en riesgo la integridad de las personas.

Con la técnica del stop motion, estos dos jóvenes plantean como primera temporada recopilar en cinco capítulos -que saldrán a final de año-, sobre los Emberá Katíos, los Nasa, el desplazamiento, violencia en el Cauca y una sobre la guerra bipartidista, las diferentes afectaciones de la guerra. “En Colombia hay víctimas de todos los tiempos, no solo a partir de 1985”, explican los realizadores.

El primer capítulo habla sobre Rogelio, un niño indígena que enfrenta la guerra desde su tradición, su idiosincrasia, una historia que viene de las investigaciones en campo de Dalila con la población Nasa y las vivencias con diferentes grupos étnicos vulnerables en el conflicto armado. Aquí los realizadores interpretan en tres minutos cómo la guerra afecta a esta población indígena, y cómo ellos la enfrentan desde sus costumbres el uso de la no violencia.

Gran parte de la fortaleza que tiene “Memorias del silencio” se basa en las investigaciones con enfoque social que durante su trabajo como antropóloga adelantó Dalila. “la idea es que se convierta en un proyecto de consulta, que se muestre la serie, pero que también se exponga el documento de donde sale este producto audiovisual, la relación académica del proyecto” explica.

Con referentes artísticos del expresionismo alemán, Dalia y Sebastián buscan que con sus animaciones se muestre las subjetividades y sentimientos de las personas para sensibilizar a la audiencia sobre este tema, “yo espero que la gente genere conciencia sobre el conflicto. La naturalización de la guerra no puede seguir, la gente del común no entiende que hay comunidades que están inmersas en esta guerra y no tienen otra salida”, concluye Sebastián Meléndez.

“Memorias del silencio” un pretexto para invitarlos a conocer de una forma diferente la guerra colombiana.

 

 

Publicado en Noticias CNMH



Cauca, Conflicto Armado, Memorias, Víctimas

Réquiem NN

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Autor

CNMH

Fotografía

www.museodeantioquia.co

Publicado

04 Ago 2015


Réquiem NN

“En este pueblo, existe la creencia de que las almas de las personas que han muerto violentamente y no tienen parientes, pueden conceder favores o hacer milagros. Perohay que pedirles con fe”. Don Ramón, el sepulturero.


Desde los años ochenta, Puerto Berrío ha estado en el centro del conflicto armado entre guerrilleros y paramilitares del Magdalena Medio. Por esta razón, durante más de 20 años, los habitantes de este pueblo antioqueño han encontrado cadáveres flotando sobre el río Magdalena.

Son cuerpos no identificados o NN que han padecido una muerte violenta. Los pescadores y otros habitantes, recogen estos muertos para adoptarlos y hacerles un entierro digno: les ponen un nombre, pintan y decoran sus tumbas, rezan por ellos y esperan favores milagrosos a cambio.

El artista Juan Manuel Echavarría investigó este fenómeno y visitó el cementerio municipal de Puerto Berrío durante seis años. A partir de esta investigación surgieron dos de sus trabajos más importantes: una serie fotográfica y un documental que tituló Réquiem NN.

Esta pieza audiovisual muestra la vida diaria de algunos de los adoptantes y narra las historias que están detrás de estas tumbas marcadas como NN. A través de estos relatos, Echavarría profundiza el ritual de acoger a los muertos sin nombre, como una antigua creencia de que sus almas tienen el poder de intervenir a favor de los vivos.

El próximo jueves 6 y viernes 14 de agosto a las 7:00 pm en el Cine Tonalá, Oropéndola presentará este documental, con la presencia del director Juan Manuel Echavarría y del encargado de fotografía, Fernando Grisalez. La charla estará moderada por Camila Rodas, periodista de Pacifista.

¡La entrada es libre hasta llenar el aforo. Recomendamos llegar temprano!

Publicado en Cine + memoria



Cine+Memoria, Muerte, Víctimas

Así se reconstruyen las historias de 107 víctimas del Bloque Norte

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Autor

CNMH

Fotografía

CNMH

Publicado

06 Ago 2015


Así se reconstruyen las historias de 107 víctimas del Bloque Norte

¿Cómo hacer memoria en el Atlántico, Cesar y Magdalena tras la liberación condicional del exjefe paramilitar Édgar Ignacio Fierro Flores, alias “don Antonio”? Esta es una de las tantas preguntas que se hacen hoy las víctimas e investigadores, quienes trabajan en la reconstrucción de memoria histórica de lo que sucedió en la región.


 

Torturas, asesinatos selectivos, muerte a sindicalistas, masacres, desplazamientos, violaciones, extorciones y otras cientos de historias son las que recolecta actualmente el Centro Nacional de Memoria Histórica, CNMH, en el norte del país. La tarea es rescatar los perfiles biográficos de las víctimas del Bloque Norte de las Autodefensas. Y cuando decimos cientos, nos referimos a exactamente 107 que están siendo elaborados para un informe que será lanzado el próximo año.

En atención a una orden de la magistrada de la Sala de Justicia y Paz del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Bogotá, Lester María González, contra este bloque paramilitar, el Grupo de Reparación Judicial del CNMH ha venido realizando varias entrevistas y encuentros con algunas de las familias de las víctimas mortales que fueron reconocidas en la sentencia.

En los perfiles se ha iniciado el proceso de construcción de las biografías; allí familiares recordaron la vida de las víctimas: sus gustos, aficiones, actividades laborales, anécdotas de infancia y juventud, rol familiar, más allá de las circunstancias dolorosas de su asesinato.  Los familiares participaron a pesar del dolor de sus pérdidas, del miedo por la continuidad de la violencia y con un interés profundo de hacer una clara narración de la vida de sus seres queridos, “lejos de las estadísticas y de los estigmas”, explica el Grupo de Reparación Judicial del CNMH.

“Se fue entonces a la parcela a vender un lote.  Iba como siempre, con su sombrero, la mochila terciada y un palito de escoba con el que estaba midiendo el lote. Iba subiendo en la moto  y en un momento volteó a mirar y se encontró con dos hombres que en otra moto le dijeron ‘por ahí no hay salida’ y comenzaron a dispararle.  Le dieron muchos tiros, el primero en la ingle, después en la cabeza y en el brazo.  Le quitaron la mochila.  Ahí tenía sus papeles, las fotocopias de los papeles de nosotros y dos millones. También nos robaron animales que teníamos en la parcela.  De pronto si nos hubiéramos alcanzado a ir no estuviera contándole esta historia”, relató uno de los familiares al CNMH.

La historia de “don Antonio”

Entre los jefes máximos de este bloque estaba Edgar Ignacio Fierro Flores, alias “don Antonio”, quien asesinó y socavó el buen nombre de comerciantes, ganaderos, escoltas, funcionarios públicos, celadores, enfermeras, líderes comunitarios, agricultores, sindicalistas, defensores de derechos humanos y estudiantes de diversos municipios del Atlántico, Cesar y Magdalena.

Edgar Ignacio Fierro Flores está en libertad condicional desde el pasado mes de julio. Si bien sus delitos le implicarían estar en la cárcel por el resto de su vida, la pena alternativa le ha permitido salir de la  cárcel este año. La Jueza de Control de Garantías, Zoraida Chalela, le concedió la libertad, argumentando que ya había cumplido con todos los requisitos exigidos por la Ley de Justicia y Paz, sin embargo esta orden fue apelada por la Fiscalía, pero su libertad fue ratificada por la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia. Múltiples organizaciones sociales se han pronunciado al considerar que el postulado no ha cumplido en tanto afirman que no ha dicho toda la verdad y no se ha indemnizado a la totalidad de sus víctimas.

Al Bloque Norte —eran 14 frentes con 4.759 miembros— se le atribuyen 15.700 homicidios selectivos, la desaparición de 2.100 personas, el desplazamiento de 81.700, 344 masacres y 410 reclutamientos de menores de edad. Las acciones de este bloque estaban dirigidas a crear un ambiente de miedo y zozobra en la población civil.  En este marco Fierro Flores dirigió entre marzo de 2003 y marzo de 2006, el frente “José Pablo Díaz” conformado por diez comisiones.

El frente “José Pablo Díaz”, comandado por “don Antonio”, hizo presencia en 23 municipios del departamento del Atlántico y dos del Magdalena.  En cada uno de los municipios en donde las acciones violentas de los postulados dejaron víctimas, se ha ordenado también al CNMH prestar asesoría técnica para la construcción social de lugares de memoria.  Con diversos niveles de colaboración de las autoridades locales y con la activa participación de las víctimas, el CNMH se ha propuesto la construcción de monumentos y lugares de encuentro que permitan denunciar públicamente lo que pasó y reunir nuevamente a comunidades que sufrieron las tensiones, miedos y desconfianzas como resultado de la guerra.

El reto del perdón

Las víctimas rechazaron el acto público de perdón realizado por Edgar Ignacio Fierro Flores en el estadio de baloncesto Elías Chewing de Barranquilla, el pasado 28 de noviembre, argumentando que sus palabras no eran sinceras y que seguía delinquiendo desde la cárcel.

Y es que el dolor y la tristeza se unen a los encuentros donde las víctimas deben escuchar a sus victimarios. En audiencia de Justicia y Paz, uno de los lugartenientes de “don Antonio” se refirió  a una de sus víctimas como un “objetivo militar” al explicar su asesinato. En pleno encuentro la hermana de la víctima le reclamó a los abogados y al paramilitar, de no manchar el nombre de “el Niño”, el de su hermano que fue asesinado a los 19 años.

Y es que los daños morales son una de las tantas máscaras de la guerra, una especie de segunda muerte, que acaba con la vida y también con el buen nombre de las personas, dejando un inmenso manto de duda sobre los motivos de la acción violenta.  Bien sea en el momento de los hechos, como rumor, o en los mismos escenarios judiciales donde salen a relucir explicaciones y títulos como “colaborador de la guerrilla”, “delincuente común”, “informante”, “elemento nocivo para la sociedad”, entre otros, con que los victimarios tratan de justificarse.

“Es posible evidenciar en el acercamiento y acompañamiento a las víctimas de Fierro Flores que las consecuencias de la guerra aún están vivas”, expresa el Grupo de Reparación Judicial del CNMH, que ha sentido el temor de las víctimas —en la reconstrucción de estas biografías— y quienes luchan contra los estigmas que aún persisten.

Muchas víctimas saben que ahora hay mayor claridad sobre lo que pasó pero la desconfianza generada por la guerra sigue intacta, son escépticas frente a otras instituciones que aún no han logrado cumplirles y son conscientes de que las viejas estructuras paramilitares sobreviven en sus territorios con nuevos nombres.

Esas mismas víctimas temen con la libertad de alias “don Antonio”. Y es aquí donde surgen múltiples preguntas sobre la viabilidad de la justicia transicional cuando la sociedad y el Estado no han logrado, de verdad, hacer la transición, cuando no parecen estar dadas las condiciones para la no repetición, cuando no se han escuchado a todos los actores necesarios para el esclarecimiento de la verdad. ¿Qué puede implicar hacer memoria y reparar simbólicamente en medio de una transición poco consolidada?

 


Atlántico, Cesar, Construcción de la Memoria Histórica, Víctimas

Religiones hablan sobre su papel en la paz

Noticia

Autor

Maria de los Ángeles Reyes
Periodista del CNMH

Fotografía

CNMH

Publicado

11 Ago 2015


Religiones hablan sobre su papel en la paz

Líderes de distintas religiones se reúnen en el encuentro de Iglesia, voces y memoria para hablar sobre su papel en el fin del conflicto y en la paz.


La Revista Optantes, de los frailes dominicos de la Universidad Santo Tomás, realizará, este jueves 13 de agosto y hasta el sábado 15, su décimo segundo congreso en las instalaciones de la universidad.

En esta ocasión, el evento  tiene como título Iglesia, voces y memoria y abrirá la discusión sobre el papel de las religiones en la construcción de paz. El encuentro, que buscará incluir en el debate a distintos sectores de la sociedad, contará con invitados de diferentes religiones y otras orillas políticas.

Según fray Fabio Alexis Sánchez, que hace parte de la Revista Optantes, la idea es darle una mirada amplia e incluyente al papel histórico que han tenido todas las iglesias y todas las denominaciones religiosas en el conflicto y así mismo reflexionar sobre su papel en el posconflicto. “La idea no es solo que hable la Iglesia Católica sino que hablen todas las iglesias. La idea no es que solo hablen las iglesias sino también las víctimas, los victimarios y los políticos”, dice el religioso.

En el congreso participarán obispos católicos y anglicanos, teólogos musulmanes, rabinos y pastores. Además se realizará un panel de víctimas de varias regiones y excombatientes como Yezid Arteta Dávila, excomandante de las Farc, y  Carlos Arturo Velandia, exintegrante del Eln. También varios miembros de la política nacional hablarán del tema, como la excandidata presidencial por el partido Conservador, Martha Lucía Ramírez, el gobernador del Meta, Alan Jara, y la exsenadora Piedad Córdoba.

El Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH) participará en el congreso con un estand informativo y, además, el filósofo investigador Alberto Verón, será panelista principal en el evento. Verón hará una reflexión académica respecto al papel de lo rural como un espacio comúnmente olvidado en la filosofía: “la vereda, el campo, no han sido pensados por el filósofo cuando se pregunta por las víctimas y por la memoria”, afirma.

Los interesados en participar en el congreso deberán realizar su inscripción en la página de la Revista Optantes http://www.revistaoptantes.org.co/

La inversión para participar es de 120 mil pesos para el público general, cien mil para estudiantes y docentes universitarios y ochenta mil para religiosos. 

 


Líderes religiosos, Paz, Religión, Víctimas

Jaime Garzón enseñó a reírnos de nuestra tragedia

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Autor

Juliana Duque Patiño

Fotografía

Edgar Humberto Álvarez

Publicado

12 Ago 2015


Jaime Garzón enseñó a reírnos de nuestra tragedia

Jaime Garzón Forero fue asesinado hace 16 años. De los responsables se sabe que hay un muerto condenado, y un exmilitar y el exsubdirector del DAS, José Miguel Narváez, están vinculados en el proceso. Sus asesinos y determinadores del crimen sí que tenían un pésimo sentido del humor.


En una de esas entrevistas noventeras que Pacheco le hizo a Jaime Garzón, y que por estos días incrementan sus visitas en YouTube, Garzón ratifica que, a pesar de lo ‘mamagallista’, es un tipo muy trascendental: “Yo creo en la vida, creo en los demás, creo que este cuento hay que lucharlo por la gente, creo en un país en paz, creo en la democracia, creo que lo que pasa es que estamos en malas manos, creo que esto tiene salvación”.

Con esta misma sentencia se encuentran los visitantes a la página web que reabrió la familia de Jaime en su honor: www.jaimegarzonforero.com, con el sentido de esperanza y deseos de vivir que transmite, es como los colombianos recuerdan al periodista asesinado en Bogotá hace 16 años (13 de agosto de 1999).

Garzón era abogado e historiador de formación. Ejerció como docente, investigador, alcalde menor de la localidad de Sumapaz de Bogotá, entre otros roles, pero el reconocimiento y el aprecio de millones de colombianos es gracias al inteligente y polémico ejercicio periodístico que realizó. Creó personajes como Godofredo Cínico Caspa, Dioselina Tibaná y Heriberto de la Calle que nos explicaron, con agallas y sin pelos en la lengua, las irregularidades políticas y sociales de nuestro país.

A la extrema derecha, y al parecer a fuerzas oscuras del Estado, no le gustaba lo que Jaime tenía para decir. “Lo que pasa es que no tienen buen sentido del humor. Uno les pone el espejo y se asustan, se molestan”, decía Garzón al respecto. Para resolver la discrepancia, lo asesinaron.

Carlos Castaño, jefe de las Autodefensas Unidas de Colombia, fue condenado, en el 2004, a 38 años de cárcel por el asesinato de Garzón. Para entonces Castaño ya había sido desaparecido y cuando se ratificó el fallo, se confirmó su muerte. José Miguel Narváez, quien fue subdirector del DAS (Departamento Administrativo de Seguridad) está siendo procesado por este crimen después de que varios jefes paras, postulados en Justicia y Paz, aseguraran que Narváez participó en el homicidio. Narváez ha negado su responsabilidad. Otro presunto implicado es el coronel retirado Jorge Plazas Acevedo quien ha sido llamado a juicio.

Los abogados de la familia Garzón han argumentado que este asesinato fue parte de un ataque sistemático de los paramilitares contra defensores de Derechos Humanos y dirigentes de izquierda. Por este y otros motivos, solicitaron a la Fiscalía que declarara el homicidio como un crimen de lesa humanidad. Pero el pasado mes de junio la Fiscalía negó dicha solicitud aduciendo que “no se vislumbra que el asesinato de Jaime Garzón hubiera ocasionado un perjuicio directo a una colectividad con características étnicas, religiosas o políticas (…) o que el homicidio de Jaime Garzón hubiera sido de tal magnitud que afectara a la humanidad”.

Mientras el proceso sigue, los hermanos del humorista que más echa de menos el país, mantienen impecable su memoria a través de proyectos e iniciativas como la página web, la recuperación de la estatua de Heriberto de la Calle y la publicación de un nuevo libro que presentará esta noche Marisol Garzón (hermana) en la Universidad Nacional de Colombia en Bogotá, Jaime Garzón, ‘lea pa’ que hablemos’ N°1.

Hoy, en el aniversario número 16 de la muerte de Jaime Garzón, el Centro Nacional de Memoria Histórica los invita a visitar el sitio web www.jaimegarzonforero.com y a recordar la genialidad de este colombiano inigualable.

 


Historia, Jaime Garzón, Memoria, Víctimas

Justicia transicional priorizará derechos de las víctimas

Noticia

Autor

CNMH

Fotografía

CNMH

Publicado

18 Ago 2015


Justicia transicional priorizará derechos de las víctimas

El modelo de justicia transicional  pensado para el caso colombiano contiene elementos de legislación restaurativa, que incorporan medidas que respetarán los derechos de las víctimas a la verdad, la justicia, la reparación integral y las garantías de no repetición.


Con esta aclaración del Alto Comisionado para la Paz, Sergio Jaramillo, durante el XVIII Encuentro de la Jurisdicción Ordinaria: ‘Justicia transicional, Paz y Posconflicto’, se reiteró que en el proceso de negociación de paz no se concibe la impunidad.

En ese sentido, el jefe de la Delegación del Gobierno en los diálogos de La Habana, Humberto de la Calle, reiteró que “la justicia transicional no es el disfraz de la impunidad”.

Sobre este tema detalló que en la mesa de negociación de La Habana con las Farc se han registrado coincidencias como “encontrar que no todos los delitos cometidos bajo la égida del conflicto pueden ser susceptibles de amnistía e indulto”.

Tanto el Jefe de la Delegación como el Alto Comisionado coincidieron en que el modelo de justicia transicional no es estable en el tiempo si la sociedad colombiana y, en especial, las víctimas no encuentran los acuerdos razonables.

Frente al delito político, Humberto De la Calle destacó progresos como la necesidad de ampliar el marco de la conexidad del delito político y pensar nuevamente en sus características.

A su vez Jaramillo pidió apoyo de la rama judicial al momento de aplicar los acuerdos: “este modelo que estamos tratando de cocinar en La Habana es un modelo que no solamente tenemos que construir con la ayuda de ustedes pero sobre todo vamos a tener que implementar con ustedes”.

Ante la propuesta,  el presidente de la Corte Suprema de Justicia, Leonidas Bustos, aseguró que la rama judicial acompaña al Gobierno en el proceso de paz, cree en la paz y confía en el juicio del presidente Juan Manuel Santos.

“Las formas jurídicas no pueden ser un obstáculo para la definición soberana del destino de la nación” y,  en cambio “el derecho ha de servir al fin máximo de conseguir y mantener la convivencia pacífica del país”.

Para Bustos “la guerra ha sido la principal causa de negación de derechos humanos” en la Colombia de los últimos 50 años, por lo que corresponde buscar una justicia transicional que permita “terminar la guerra, reincorporar a la vida civil a los combatientes y, por supuesto, dignificar a las víctimas”.

En el mismo encuentro, Santos insistió en que se podría dar un cese bilateral y definitivo del fuego antes de un acuerdo final, aunque debe estar supeditado a condiciones reales de verificación y cumplimiento, como la concentración de la guerrilla en zonas determinadas, así como la entrega de armas.

“La justicia transicional será el mecanismo que nos ayudará a dar el paso del conflicto hacia una sociedad que convive en armonía”, dijo el Primer Mandatario.

 


Derechos Humanos, Justicia transicional, Víctimas

Catatumbo tendrá su ¡Basta Ya!

Catatumbo tendrá su ¡Basta Ya!

Autor

CNMH

Fotografía

María Paula Durán

Publicado

25 Ene 2016


Catatumbo tendrá su ¡Basta Ya!

El informe ¡Basta Ya! Colombia: memorias de guerra y dignidad fue publicado por el Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH) en 2013. Aun así, es claro que el reconocimiento que reclaman las víctimas en cuanto a la realización del derecho a la verdad y a la memoria tiene un enfoque territorial que reclama un lugar propio.


Por ese motivo, el CNMH propuso la realización de los conocidos “Basta Ya Regionales”, a través de los cuales se pretende propiciar y garantizar las condiciones para que las regiones puedan implementar mecanismos de reconstrucción de memoria. 

Estos “Basta Ya Regionales” serán financiados por los entes territoriales e implementados por las universidades regionales. La participación de las víctimas y el acompañamiento técnico del CNMH serán los puntos esenciales para su desarrollo. 

El proyecto ¡Basta Ya! Medellín se presentó oficialmente el pasado 10 de julio de 2015 en el Museo Casa de la Memoria de Medellín y sus resultados se darán a conocer en 2017 (ver: http://www.centrodememoriahistorica.gov.co/noticias/noticias-cmh/medellin-converso-sobre-su-basta-ya).

Y en este 2016 el CNMH inicia de otro gran proyecto: ¡Basta Ya! Catatumbo de la mano de la MAPP – OEA.

“El proyecto surgió por solicitud de la Diócesis de Tibú, la cual pidió al CNMH hacer una reconstrucción de memoria y esclarecimiento de la verdad para construir las bases para aportar a la territorialización de la paz y al desarrollo de diálogos de la paz. El proyecto ya tuvo todo un trabajo previo de concertación con la Diócesis en 2015”, afirmó Camila Medina, Directora de Construcción para la Memoria Histórica del CNMH.

El objetivo entonces será desarrollar un proceso de memoria histórica del conflicto armado en la región del Catatumbo que permita identificar contextos y lógicas de violencia, formas de victimización,  impactos  poblacionales  y territoriales diferenciales, así como las respuestas y resistencias que se han generado desde la sociedad civil  para contribuir a la dignificación, reconocimiento y visibilización de las víctimas y comunidades de la región. 

“El proyecto tendrá un enfoque participativo y otro pedagógico y comunicativo. Se acompañará la conmemoración de la masacre de Tibú el 29 de mayo y la de la Semana por la Paz en septiembre. Además se realizarán diálogos de la memoria y se trabajará en la producción de piezas radiales”, comentó Isabel Caballero, investigadora del proyecto.

Los resultados de esta investigación se darían a conocer en el 2018.

A propósito el CNMH publicó en octubre de 2015 un informe sobre el conflicto armado en la región: Con licencia para desplazar [Descarga el informe] hizo parte de la serie de cuatro investigaciones sobre desplazamiento forzado en el país. 

 


Dignidad, memorias de guerra, reconocimiento, Víctimas

Velas y rosas por las víctimas de La Moralia

Noticia

Autor

CNMH

Fotografía

María José Pizarro.

Publicado

24 Ago 2015


Velas y rosas por las víctimas de La Moralia

La Moralia es un corregimiento de Tuluá, en el centro del Valle del Cauca. Sus habitantes viven bajo el cielo claro, las calles serenas, personas sonrientes y montañas relucientes. Se trata de una comunidad familiarizada con la paz, pero que la guerra los asaltó con su indolencia. Hasta allí llegaron los hombres de los hermanos Castaño, desde Urabá, el 31 de julio de 1999 para ejecutar los primeros asesinatos en esta zona del país. 


El pasado 31 de julio se conmemoraron 16 años de esta primera incursión de los paramilitares en La Morelia -que sus pobladores se niegan a olvidar- donde recordaron sus muertos, desaparecidos y desplazados. “Ni impunidad ni olvido”, gritaban mientras leían uno a uno el nombre de sus familiares asesinados. Una iniciativa propia de la comunidad que realizan desde hace tres años. 

Murales, placas con los nombres de sus muertos, velas, rosas y mensajes hacen parte de los homenajes a los caídos en la absurda guerra que no eligieron. “Las víctimas siempre asisten, nosotros los llevamos en la mente y el corazón, este es un conflicto en el que nada tenemos que ver. Debemos entender el por qué de lo que está sucediendo, nosotros no generamos enemigos, nos los han creado”, explicó José Alonso Valencia, presidente de la Junta de Acción Comunal del corregimiento La Moralia y promotor de esta iniciativa.

En la memoria de los habitantes de este pequeño corregimientos del Valle del Cauca se prolonga la necesidad de no olvidar; de recordar que el propósito de expansión nacional de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) tocó a sus puertas. “Ese período está entre el 98 al 2004 más o menos. El período fuerte del paramilitarismo fue entre el 98, 99 y como por un período de tres años matando gente en el centro del Valle (…).”, reseña el Centro Nacional de Memoria Histórica en su informe: ““Patrones” y campesinos: tierra, poder y violencia en el Valle del Cauca (1960 – 2012)”.

“Lo que sucedió en La Moralia nos muestra cuál es la importancia que tiene la memoria para la comunidad y las víctimas directas, eventos en los que participa toda la comunidad en un acto de solidaridad con quienes han sufrido pero también de reivindicación social de quienes fueron asesinados. Lo que vivimos en La Moralia fue un acto de amor y dignidad”, indicó María José Pizarro, coordinadora de la Estrategia de Participación con Víctimas del Centro Nacional de Memoria Histórica, quien estuvo acompañando la conmemoración. 

 


La Moralia, Memoria, Tuluá, Víctimas

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