Autor: CNMH

Vigilia por los Guardianes del Cielo

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CNMH

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CNMH

Publicado

15 Ago 2017


Vigilia por los Guardianes del Cielo

Conmemoración de los 17 años de la masacre de Pueblorrico, Antioquia


El 15 de agosto del 2000, tropas del Batallón de Infantería no. 32 Pedro Justo Berrio, de la IV Brigada del Ejército Nacional, asesinaron a seis niños que iban en una caminata ecológica en la finca La Tolda junto a otros 41 estudiantes. Los menores de edad pertenecían a la escuela rural de la vereda La Pica, ubicada en Pueblorrico, Antioquia. Otros cuatro estudiantes resultaron heridos. Hasta el momento no se ha proferido sentencia o condena para los militares involucrados en el caso. 

Los menores víctimas fueron Paola Andrea Arboleda Rúa (8 años), Alejandro Arboleda Rúa (10 años), Marcela Sánchez (6 años) Harold Giovanni Tabares Tamayo (7 años), David Andrés Ramírez López (10 años) y Gustavo Adolfo Isaza Carmona (9 años) y los niños y niñas heridos Cesar Arboleda Rúa (10 años), Oswaldo Alejandro Muñoz Madrid (7 años), Cristian Isaza (5 años) y Andrea Sánchez (15 años). 

Este año, la Personería Municipal de Pueblorrico realizará la conmemoración del 17° aniversario que tendrá como eje central el perdón y la reconciliación en el territorio. Durante el evento se realizarán charlas que sensibilicen a la población en temas de paz. Igualmente la comunidad contará con intervenciones culturales: conciertos infantiles, selección de cometas conmemorativas y ofrendas florales. 

Día: martes 15 de agosto 
Lugar: Parque Principal del municipio de Pueblorrico

Agenda

Sensibilización: 

  1. “Artesanos de la reconciliación, el perdón y la paz” 
  2. Eucaristía presidida por el señor Obispo de Jericó 
  3. Monseñor Noel Antonio Londoño 
  4. Intervención Musical, Jardín Infantil Buen Comienzo. 
  5. Lectura del manifiesto por la paz 
  6. Selección de cometas conmemorativas. 
  7. Explicación del mural. 
  8. Recorrido al cementerio con ofrenda floral. 
  9. Las actividades inician a las 9 :00 a.m.

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Guardianes


Guardianes

En La Moralia revive la esperanza de paz

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Laura Cerón

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Laura Cerón

Publicado

15 Ago 2017


En La Moralia revive la esperanza de paz

18 años han pasado desde que La Moralia, un pequeño corregimiento de Tuluá, se volvió el epicentro del conflicto armado en el Valle del Cauca. Hasta allá llegaron combatientes del Bloque Calima de las Autodefensas Unidas de Colombia que venían del Urabá a enfrentar a las guerrillas y de paso crear temor en la población que les diera apoyo. Con lista en mano asesinaron a Orlando Urrea y a su hija Sandra Patricia, tras ser señalada como la amante de ‘Oscar’, comandante del Frente Sexto de las Farc. La incursión paramilitar dejó a su vez centenares de personas desplazadas forzadamente del departamento.

Sin embargo, el coraje ha llevado a que la gente del pueblo vuelva a sus hogares y sobre todo, ha permitido que su historia y sus luchas sean escuchadas. Desde hace 10 años, la Asociación de Trabajadores Campesinos del Valle del Cauca (Astracava) se puso al hombro la tarea, entre muchas otras, de recuperar el tejido social y visibilizar la misión consagrada de los pueblos campesinos, porque se reconozcan sus derechos.

 

Es así como desde hace 5 años Astracava viene realizando los encuentros de víctimas del paramilitarismo en el Valle del Cauca. Para esta ocasión, el pasado 30 de julio campesinos de las veredas de Monteloro, Santa Lucía, San Antonio, San Marcos, San Rafael y Venus se reunieron en la conmemoración Memoria y Dignidad Campesina.

“Nos reunimos con el fin de recordar a nuestros compañeros asesinados, afirmó José Orlando Gómez, secretario de víctimas de Astracava, el llamado es a no olvidarlos. Necesitamos saber quiénes fueron los que permitieron que esto ocurriera y por qué lo hicieron, pues acá recordamos con dolor pero también con dignidad. El campesinado se mantiene en el campo”.

Para este año la consigna de la conmemoración fue clara: los campesinos y campesinas del Valle del Cauca en cabeza de sus organizaciones sociales respaldan el acuerdo final firmado por la guerrilla de las Farc y el Gobierno nacional. Sin embargo, exigen que se dé la implementación efectiva del mismo especialmente en el reconocimiento de las víctimas del departamento como sujetos de reparación colectiva y que a su vez se garantice la existencia de Zonas de Reserva Campesina en el territorio.

“Desde hace un tiempo hemos trabajado por llevar a cabo un proceso de reparación colectiva en la zona rural de Tuluá. También hemos visto la importancia de constituir una Zona de Reserva Campesina en la zona de Tuluá como medida de reparación a las víctimas del conflicto armado.  Esperamos que haya voluntad de la gobernación y las alcaldías para seguir este proceso en el que la participación democrática y popular son importantes”, afirmó Anardelly Rodriguez, Coordinadora Departamental de la Red de Derechos Humanos del Suroccidente Colombiano.

La cita se dio en el parque principal. Allí, en medio de la cancha los asistentes escucharon a los voceros de las organizaciones y entidades que acompañaron el evento. Se instaló una galería fotográfica en la que se mostraban distintos paisajes campesinos: las plazas llenas de comida, las prendas típicas, retratos que enmarcaban la sonrisa de las señoras que se sientan por la tarde en un parque.

Poco a poco la gente se acercó a ser parte del encuentro. Después de una misa en homenaje en el que se leyó cada uno de los nombres de las víctimas, la música campesina y las presentaciones culturales se tomaron el espacio. Más arriba en el parque los niños jugaban fútbol y las tiendas abrían sus puertas de par en par. Era claro que la época era otra: una distinta a esa en la que se leían letreros de las AUC en las paredes llenas de balas. Quienes estaban allí eran partícipes de un nuevo momento lleno de esperanza.

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Paz


Paz

Lanzamiento del informe Campesinos de tierra y agua

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Autor

CNMH

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CNMH

Publicado

22 Ago 2017


Lanzamiento del informe Campesinos de tierra y agua

Campesinos de tierra y agua: memorias sobre sujeto colectivo, trayectoria organizativa, daño y expectativas de reparación colectiva en la región Caribe 1960-2015 

Se nombra región Caribe a la fracción del territorio nacional que comprende los departamentos de Córdoba, Sucre, Magdalena, Bolívar, Atlántico, Cesar y La Guajira; incluyendo en esta concepción a los territorios insulares del Mar Caribe colombiano, como el departamento de San Andrés, Providencia y Santa Catalina, entre otros. En este sentido, el concepto comprende la parte continental como marítima o insular de Colombia, localizada al norte del país y ubicada sobre el Mar Caribe. 

La región Caribe es un territorio habitado y construido por gentes que en sus actividades productivas y culturales se hicieron pescadores, agricultores o agropescadores. También de gentes que, además de trabajar la tierra, viven del agua y que han practicado y mantenido unas formas de vivir campesinas y, en otros casos, compartidas con población indígena. Es la vida de gentes cuyas vivencias no han estado definidas únicamente por la violencia, sino por la lucha social y política, por el esfuerzo y el trabajo cotidiano para ser en familia y en comunidad, y por la relación con la naturaleza de tierra y de agua. 

Campesinos de tierra y de agua, la nueva serie del Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH), es el resultado del trabajo realizado por campesinos de la región Caribe y por el CNMH en el marco del proyecto “Aportes metodológicos para la caracterización del sujeto y el daño colectivo con población campesina en la región Caribe desde la perspectiva de la memoria histórica” desarrollado entre los años 2013 y 2016. 

Este proyecto de investigación surgió a partir de la solicitud efectuada al CNMH en el año 2012 por líderes sociales y campesinos del departamento de Sucre, para acompañar la formulación de una propuesta de reconstrucción de memoria histórica que fuera participativa y que permitiera la formulación de aportes para la reparación colectiva del movimiento campesino teniendo como base, por una parte, la extrema violencia a la que habían sido sometidas comunidades campesinas y población rural y, por otra, el sacrificio del proceso social y político organizativo del campesinado, así como sus capacidades colectivas. 

Esta solicitud permitió desarrollar un ejercicio de investigación participativo que vinculó un proceso de reconstrucción de memoria y una propuesta de medidas de reparación colectiva basada justamente en el daño colectivo. Se llevaron a cabo escenarios de participación y discusión donde líderes y lideresas hicieron parte del equipo de investigación y contribuyeron con su conocimiento a la orientación del ejercicio, a la construcción de la metodología y a su aplicación. 

A diferencia de otros trabajos de investigación desarrollados por el CNMH en los últimos años, en los que se abordó la lucha por la tierra o la violencia de género y su articulación con la lucha por la tierra, este trabajo implicó la construcción de un camino metodológico que vinculó memoria –sujeto y daño colectivo para pensar una propuesta de reparación colectiva pensada desde la memoria. 

La serie, que se publica en agosto de 2017, se compone de 8 documentos separados que pueden ser leídos de forma independiente o sucesiva según lo defina el lector. Sin embargo, la publicación en 8 cuadernillos no significa que se trate de la presentación de dinámicas organizativas aisladas. Por el contrario, la lectura general del informe permite aproximarse a los procesos de configuración del campesinado como sujeto colectivo en la región Caribe, sus luchas y logros, así como a las dificultades enfrentadas en el largo camino de la lucha por la tierra y por la democratización local. 

También permite tener una mirada transversal del proceso de victimización histórica del que han sido objeto, los daños colectivos generados y las formas en que han enfrentado esa violencia y han salido adelante. Finalmente, permite ver las expectativas de reparación colectiva que siguen teniendo y las esperanzas que continúan cultivando. 

Los documentos de esta serie son los siguientes: 

  • Introducción – metodologúa y conclusiones generales del trabajo de investigación. 
  • Campesinado en el departamento de Sucre.
  • Campesinado en el departamento de Córdoba. 
  • Campesinado en la mojana sucreña y bolivarense. 
  • Campesinado en el Magdalena. 
  • Campesinado en el departamento de Cesar. 
  • Campesinado en el departamento del Atlántico. 
  • Campesinado en el departamento de La Guajira. 

Como productos complementarios a la publicación de esta serie, el proyecto de investigación lanzó en 2015 un documental titulado Voces de agua y tierra y un documento de trabajo metodológico que fundamenta el resultado de esta investigación y que se tituló Memorias, territorios y luchas campesinas. Aportes metodológicos para la caracterización del sujeto y el daño colectivo con población campesina en la región Caribe desde la perspectiva de memoria histórica. También se cuenta la serie de historietas titulada Dignidad campesina y problema agrario en el Caribe colombiano. 

Se espera que este trabajo, además de contribuir a conocer la trayectoria del campesinado en la región Caribe, formule aportes para su reparación colectiva y contribuya a identificarlo como un actor clave en el marco del posconflicto. También se espera aportar al esclarecimiento desde la perspectiva de las víctimas que participaron en este proceso de memoria sobre los hechos que demandan justicia, los impactos y las afectaciones vividas en medio del conflicto. Pero más allá de la violencia, lo que muestra este trabajo es la lección de vida que ha construido y puede construir el campesinado para la sociedad.

Lanzamiento en Barranquilla

Lugar: Sala del Agua, Museo de Antropología
de la Universidad del Atlántico
Fecha: 25 de agosto de 2017. 
Hora: 9:00 a.m. 

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Lanzamiento


Lanzamiento

Comunicado en solidaridad con el pueblo de Barcelona

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CNMH

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CNMH

Publicado

22 Ago 2017


Comunicado en solidaridad con el pueblo de Barcelona

El Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH) expresa su más enérgico rechazo al atentado terrorista que ha sufrido la ciudad de Barcelona el jueves 17 de agosto, afectando mortalmente a personas inocentes, y el cual ha dejado decenas de heridos. Expresamos a los familiares de las victimas nuestras más profundas condolencias en estos momentos tan difíciles.

Queremos unirnos a los lazos de solidaridad y al dolor de las víctimas, y al pueblo catalán, quienes han sido agredidos por la sinrazón y el odio, asimismo deseamos la pronta recuperación de quienes han sufrido este atentado.

Igualmente nos sumamos y acompañamos el sufrimiento de la ciudad de Barcelona, la cual permanece aturdida por los infames acontecimientos y a quienes les transmitimos desde el pueblo colombiano, que no están solos.

La libertad y el respeto a los derechos humanos son las bases de un Estado de derecho, estos nos reafirman en la solidaridad y en los valores de la unidad de los pueblos. Es esa misma solidaridad y apoyo que el Gobierno de la Generalitat de Catalunya brinda a los diferentes países que hemos sufrido la barbarie de la guerra.

El Centro Nacional de Memoria Histórica rechaza cualquier acto violento contra la vida y la libertad, por eso seguiremos trabajando por aunar esfuerzos junto a la comunidad internacional, y en especial con el Gobierno de Cataluña, para promover la paz.

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Comunicado


Comunicado

Ceder es más terrible que la muerte

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Daniel Sarmiento

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Daniel Sarmiento

Publicado

24 Ago 2017


Ceder es más terrible que la muerte

Compartimos con nuestros lectores las palabras que expresaron Sara y Natalia Giraldo Duarte, hijas de Josué Giraldo asesinado el 13 de octubre de 1996, en el lanzamiento del documental “Ceder es más terrible que la muerte” que trata sobre la vida de este líder de la Unión Patriótica y defensor de derechos humanos. Josué Giraldo Cardona se encontraba jugando cerca a su hogar en Villavicencio con sus hijas cuando recibió varios disparos que acabaron con su vida. Varios meses atrás Josué había informado al Comandante de la IV División del Ejército, al Comandante de la Policía del Meta y al Director Seccional del Das -Departamento Administrativo de Seguridad- sobre las amenazas que estaba recibiendo y del peligro que corría su vida. Es por ello que la Sección Tercera del Consejo de Estado, señala que “el asesinato de Josué Giraldo Cardona es un crimen de lesa humanidad y una afrenta al ejercicio de los derechos de oposición política que degrada la confianza que las personas deben tener en las instituciones del Estado”.

“Ya son veinte años de tu partida, el tiempo pasa frágil e imparable. Hoy queremos recordarte como aquel hombre cuyo planteamiento central era responder al llamado de defender la vida y el trabajo con amor por la unidad y la sensibilización de una sociedad que comparte un denominador común: LA VIOLENCIA.

Para nuestro padre, Josué Giraldo, la vida y el amor iban estrechamente unidas como concepto y como sentimiento. Tenía claro que no se podía defender la vida sin amar y nadie podía amar sin realmente defender la vida. De ahí radica la importancia de lo que él realizaba, más allá de conceptualizar el amor como un sentimiento debemos entender la lógica que contiene este sentimiento como valor supremo.

El amor no es más que una virtud de orden superior inherente a la vida, que en realidad en la práctica es solo AMAR… tan intangible, dinámico e importante a la vez que sin el amor, la vida carecería de sentido.

AMOR por una sociedad próspera, AMOR por la sensibilidad a compartir el sufrimiento ajeno, AMOR por la transformación de un pueblo que ha sufrido décadas en conflicto, AMOR a su lucha y a un ideal que a pesar de las adversidades e incluso la muerte sigue vivo en nuestras memorias, como la frase del ilustre escritor Héctor Abad: “No es la muerte la que se nos lleva a los que amamos, al contrario, los guarda y los fija en su juventud adorable. No es la muerte la que disuelve el amor, es la vida la que disuelve el amor”.

Sara y Natalia Giraldo Duarte

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Muerte


Muerte

17 años de los Guardianes del Cielo

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Juan Pablo Daza

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Juan Pablo Daza

Publicado

25 Ago 2017


17 años de los Guardianes del Cielo

En la conmemoración de los 17 años del asesinato de los niños y niñas de la Vereda La Pica, en Pueblorrico, Antioquia, la comunidad y las familias, de la mano con la Personería Municipal y la Fundación Mundo Mejor, llevaron a cabo diferentes actividades para honrar la memoria de sus víctimas, y para seguir reclamando la justicia y la verdad que amerita este caso.

Hace 17 años, en medio de una salida pedagógica de la escuela de la vereda La Pica, del municipio de Pueblorrico, Antioquia, miembros del Batallón de Infantería no. 32 Pedro Justo Berrío, de la IV Brigada del Ejército, abrieron fuego por 40 minutos a un grupo de 41 niños y niñas que se encontraban en una caminata. El helicóptero que recogió a los niños que estaban más graves, además, llegó una hora después del tiroteo, pues según los miembros del Ejército la comunicación con otras bases, estaba dañada.

El caso fue procesado por la justicia penal militar como un “error militar”, y los familiares recibieron una indemnización por parte del ministerio de defensa. Sin embargo, siguen reclamando que los responsables paguen por estos hechos, y que se conozcan exactamente las razones por las cuales estos profesionales de las fuerzas militares, en un terreno con vegetación dispersa no pudieron determinar que su blanco eran niños y niñas de menos de 10 años.

Por eso, desde el año 2000, cuando fueron asesinados los niños, los familiares y miembros de la comunidad han alzado su voz para denunciar esta gran irresponsabilidad y lo absurda que pudo llegar a ser una guerra que tocó de tal manera a familias inocentes. Argemira Carmona y Gustavo Isaza, padres de Gustavo Isaza Carmona, fallecido en la masacre, encuentran, precisamente en esta necesidad de justicia, la importancia de la memoria: “Que no se repita y que no se olvide. Que nadie más viva el dolor que nosotros vivimos y que ningún otro niño muera en una guerra injusta”.

La conmemoración empezó el 14 de agosto con una eucaristía, presidida por el Párroco municipal, en un monumento construido por la comunidad en la parte alta de la vereda, cerca al lugar donde fueron asesinados los niños.

Al día siguiente, el 15 de agosto, un martes como el día de la tragedia del 2000, las familias se reunieron temprano, esperando una Eucaristía en la Catedral de la cabecera municipal de Pueblorrico, que iba a ser presidida por el Obispo de la Diócesis de Jericó. Durante la homilía, el sacerdote hizo énfasis en la grave responsabilidad que tiene el Estado en reparar a las víctimas de forma integral, en términos de verdad, justicia y garantías de no repetición.

Posteriormente, la comunidad se reunió en el parque principal para ver presentaciones culturales de los niños y niñas del colegio, que además, hicieron cometas conmemorativas para que participaran en un reconocido festival de cometas en el municipio vecino de Jericó. Al tiempo, a la entrada del municipio, se construía un mural conmemorativo, que llevará una placa con los nombres de todos los niños y niñas fallecidos en la masacre:

Paola Arboleda de 8 años, Alejandro Arboleda de 10 años, Marcela Sánchez, de 6 años, Harold Tabares, de 7 años, David Ramírez, de 10 años, y Gustavo Isaza Carmona de 9 años.

Finalmente, los asistentes acompañaron a las familias hacia el cementerio municipal, para llevar una ofrenda floral al lugar donde reposan los restos de los niños. Se entregó una gran corona de flores y un arreglo individual para cada persona. Los diferentes miembros de la comunidad se dieron la bendición frente a las tumbas y se despidieron, dejando a las familias tener un momento de intimidad con sus niños, después de todo, este gran dolor de Pueblorrico nadie lo vive igual que esos 6 adultos que hace 17 años, sin comprenderlo, ni esperarlo, tuvieron que despedir a los que ahora, y por siempre serán, sus Guardianes del Cielo.

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Guardianes


Guardianes

Condena a Feliciano ponía en riesgo autonomía indígena

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Maria de los Ángeles Reyes

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Maria de los Ángeles Reyes

Publicado

25 Ago 2017


Condena a Feliciano ponía en riesgo autonomía indígena

Esto dijo al CNMH en entrevista el Consejero Mayor de Consejo Regional Indígena del Cauca, Cric, Neis Oliveiro Lame Tamayo, quien habló sobre la importancia del fallo de la Corte Suprema de Justicia, que absolvió a Feliciano Valencia, el pasado mes de julio, por un caso en el que se puso en dicho el respeto, relevancia y límites que tiene la Jurisdicción Especial Indígena.


En 2008 en medio de una minga en el resguardo La María, en Piendamó, el cabo tercero del Ejército, Jairo Danilo Chaparral, entró vestido de civil y fue considerado por la comunidad como un infiltrado que quería sabotear el desarrollo de la minga. El acusado se identificó como miembro del resguardo de Quintana, y por esa razón fue condenado por las autoridades a 20 latigazos como remedio por su conducta en contra del territorio y la minga, siguiendo los lineamientos que dicta la Jurisdicción Especial Indígena, consagrada en la Constitución, artículo 246, como un derecho de los pueblos indígenas.

Chaparral presentó denuncia contra Feliciano Valencia, que se resolvió en forma de absolución para el acusado. Sin embargo, en segunda instancia Feliciano Valencia fue condenado a 18 años de prisión. Así, su defensa, apeló el fallo para que el pleito fuese resuelto por la Sala de Casación Penal de la Corte Suprema de Justicia.

Tras algo más de un año y medio de estar privado de su libertad, Feliciano Valencia fue absuelto por dicha sala mediante un fallo que terminó dictando jurisprudencia sobre la relevancia que tiene y tendrá la jurisdicción especial indígena y la autonomía y gobernabilidad de los pueblos indígenas de Colombia. La Corte ordenó su inmediata libertad, y cancelar los registros y anotaciones que implicaran a Feliciano Valencia por este caso.

Neis OliveiroLame Tamayo del Resguardo indígena Paez, Resguardo las Delicias, y Consejero Mayor del Consejo Regional Indigena del Cauca  (CRIC), se refirió al fallo de absolución de Feliciano Valencia y la importancia de la Jurisdicción Especial Indígena y la autonomía de los pueblos, sobre todo en el momento de transición que vive Colombia. La decisión de la corte hace parte de la memoria viva de los pueblos indígenas, sus luchas históricas y resistencia, a propósito de lo cual, la Organización Nacional Indígena de Colombia, ONIC, y el Centro Nacional de Memoria Histórica, CNMH, se encuentran desarrollando un informe de memoria histórica que será publicado en 2018.

¿Qué significa el fallo de absolución para Feliciano Valencia?

El fallo es un hecho histórico para el pueblo y movimiento indígena porque es un referente. Si bien es cierto que estaba en duda  la Jurisdicción Especial Indígena, y también es cierto que no se ha ganado toda la autonomía que requerimos los pueblos, se reafirma hoy que la jurisdicción especial indígena está viva, está vigente. Hoy hay un precedente para que las autoridades y las comunidades puedan juzgar a todo el que entra en su territorio, como dicta nuestra jurisdicción especial.

Además, está hablando de la memoria colectiva porque de eso han vivido los pueblos y sobre eso han construido. En el proceso de paz hablábamos de lo geográfico, territorial y en ese sentido el capítulo étnico hablaba de respetar los usos normas y costumbres en lo territorial, ambiental, cultural y social. El fallo demuestra que los pueblos indígenas tienen su autonomía, jurisdicción y forma propia de gobernar.

¿Qué hace falta para que los pueblos indígenas sientan que tienen total autonomía?

El fallo habría que mirarlo y estudiarlo más detenidamente en el contexto. Si bien es cierto que nos habla de un ambiente geográfico, territorial, de unos contextos en los que sucedieron los hechos, es necesario mirar hasta dónde tiene el alcance de manera individual y colectiva. Creo que es necesario empezar a hablarlo un poco más y creo que a partir de hoy queda la tarea de ir a las comunidades, con las autoridades y evaluar el verdadero alcance.

En el fallo, la corte reconocía las labores investigativas y de construcción de memoria del pueblo Nasa, ¿cuál fue la importancia de la memoria en el caso?

En la parte jurídica es importante que se reconozca la historia y la memoria, porque  muchos de los fallos jurídicos no lo tienen en cuenta, y ahí es donde a veces nos desencontramos entre la jurisdicción especial indígena y la jurisdicción institucional. Si ese reconocimiento lo está haciendo hoy el fallo, es importante porque muchos casos que han venido sucediendo, se podrían trabajar desde las memorias colectivas, que es la base sobre la que nosotros construimos y tejemos nuestras decisiones.

Y frente a lo particular de este caso, ¿cuál es la relación de las autoridades, la Guardia Indígena y el Ejército?

Seguiremos pendientes porque el fallo salió a favor, pero pueden surgir inconformidades por otro lado, en el territorio. No es solamente el caso de Feliciano sino muchos otros. Las fuerzas armadas están haciendo un deber pero deben también reconocer la Jurisdicción que es algo que se debe hablar de gobierno a gobierno, porque las autoridades indígenas son gobierno y debe respetarse como tal.

Una vez conseguida esta victoria, ¿qué otros retos jurídicos quedan para el movimiento indígena?

Bueno en este momento tenemos muchas amenazas  y judicializaciones, no solo el CRIC sino otros pueblos que están resistiendo sobre minorías, violación de la madre tierra, parques, multinacionales, etc. Entonces seguramente vendrán más judicializaciones, pero seguiremos construyendo y defendiendo como siempre hemos hecho desde la resistencia pacífica.

Finalmente, ¿tiene algún mensaje para el resto de la sociedad colombiana en medio de esta coyuntura?

El mensaje es que así como la Corte falló a favor de nuestras comunidades, a favor de nuestros pueblos indígenas, la sociedad también tiene que hacer el esfuerzo para que se reconozcan las diferentes formas de autonomía no solamente de los pueblos indígenas sino también de los afrocolombianos, del pueblo campesino y el resto de la sociedad y  sectores sociales. Es el momento de empezar a construir formas diferentes de respetarnos como sociedad.

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Indigenas


Indigenas

Memorias de Vida y Dignidad en la Fiesta del Libro de Cúcuta 2017

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CNMH

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CNMH

Publicado

29 Ago 2017


Memorias de Vida y Dignidad en la Fiesta del Libro de Cúcuta 2017

Los asistentes al evento literario y cultural más grande del Norte de Santander, tendrán la primicia de conocer el proceso de investigación del Centro Nacional de Memoria Histórica, Catatumbo: Memorias de vida y dignidad.

Fotos que dan cuenta de la diversidad del territorio, videos que muestran las resistencias pacíficas de sus pobladores y piezas sonoras producidas por los jóvenes sobre sus iniciativas de paz, estarán en un pabellón de 140 m2 con el cual se busca mostrar otras realidades del Catatumbo diferentes a los imaginarios de violencia. 

Mientras que esta exposición estará permanente durante todos los días de la Fiesta del Libro de Cúcuta, la memoria histórica tendrá otros espacios y actividades programadas en días y horarios específicos del 4 al 9 de septiembre. El primero de ellos será el martes 5, con el conversatorio “La memoria y las narrativas de vida”, experiencia del CNMH en la construcción de narrativas a las 9:45 a.m.

Como evento central, el miércoles 6 de septiembre se hará el conversatorio sobre el proceso de investigación Catatumbo: memorias de vida y dignidad a las 6:00 p.m.

Durante los siguientes dos días, se realizarán los eventos: 

  • “Archivos periodísticos, archivos para la paz” 
  • Presentación del informe Grupos Armados Posdesmovilización: Trayectorias, Rupturas y Continuidades 
  • Conversatorio “La memoria como aliada para la paz: procesos pedagógicos de memoria”. 

Quienes visiten durante estos cuatro días el estand del CNMH, podrán enterarse de primera mano no sólo del proceso investigativo en el Catatumbo, sino de la importancia que tiene para el país la reconstrucción de las memorias de mujeres, niños, jóvenes, indígenas Barí y campesinos de la región. 

El informe de este proceso de investigación será lanzado en 2018. Mientras tanto todos los eventos, incluida la exposición, tendrán entrada libre al público 

*Tanto el proceso regional de investigación Catatumbo, Memorias de Vida y Dignidadcomo el estand de la Fiesta del libro de Cúcuta han sido desarrollados en conjunto por la agencia de cooperación alemana GIZ, OEA MAPP, La Diócesis de Tibú y el Centro Nacional de Memoria Histórica. 

Ver la programación de los eventos 

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Memorias


Memorias

Con los desaparecidos, hasta encontrarlos

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CNMH

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CNMH

Publicado

29 Ago 2017


Con los desaparecidos, hasta encontrarlos

Cada año en el mundo se conmemora el 30 de agosto como el Día Internacional de las Víctimas de Desaparición Forzada, declarado por la Asamblea General de las Naciones Unidas. 

En Colombia, el Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH) en su informe ¨Hasta encontrarlos: el drama de la desaparición forzada¨, registra más de 60.000 personas desaparecidas forzadamente en los últimos 45 años en el marco del conflicto armado. Las dimensiones de este crimen resultan escalofriantes e inmorales desde las practicas empleadas por distintos actores armados con el propósito de invisibilizar sus crímenes y garantizar su impunidad. 

Desde la Agenda Conmemorativa del CNMH se apoyará esta conmemoración del Día Internacional de las Víctimas de Desaparición Forzada y el 30º Aniversario de la desaparición forzada de Nydia Erika Bautista, socióloga y economista, quién milito en el M-19. Nydia fue detenida, torturada y desaparecida el 30 de agosto de 1987 a sus 33 años de edad. El caso hoy se encuentra en la Corte Suprema de Justicia. 

En este sentido la Fundación Nydia Erika Bautista para los Derechos Humanos invita a esta jornada de conmemoración el jueves 31 de agosto de 2017, en donde se desarrollara el foro público ¨Colombia, 25.000 mujeres desaparecidas, un crimen de lesa humanidad¨, que tiene como objetivo visibilizar la situación de los niños, niñas y mujeres desaparecidas, y resaltar la importancia de las recomendaciones de 2016 del Comité sobre desapariciones forzadas de Naciones Unidas, a la luz de la Unidad de Búsqueda y las Medidas Inmediatas Humanitarias.

Posteriormente se realizará el acto simbólico ¨Cometas en el cielo por las personas desaparecidas¨ que busca hacer visible la resiliencia de las madres, padres, hermanos, hijos y sobrinos de personas víctimas de desaparición forzada. Esta jornada estará acompañada de aproximadamente 120 familiares de desaparecidos provenientes de Valle del Cauca, Putumayo, Cauca, Casanare, Meta y de las diferentes localidades de Bogotá, quienes hacen parte de la Escuela de Liderazgo de la Fundación Nydia Erika Bautista, que en su mayoría son mujeres. 

Será una jornada en que los familiares y organizaciones de víctimas de desaparición forzada se unen con la sociedad civil, para exigirle a las instituciones estatales su compromiso y firmeza frente a la búsqueda de los desaparecidos y la lucha contra la impunidad de este horroroso crimen.

Agenda 31 de agosto de 2017

Foro Público ¨Colombia, 25.000 mujeres desaparecidas, un crimen de lesa humanidad¨
Lugar: Centro de Memoria, Paz y Reconciliación (Carrera 19b no. 24-86). 
Hora: 9 a.m. – 1p.m. 

Temas:

· Situación de las niñas y mujeres desaparecidas: Poemario y saludos comunidad internacional. 
· Ponencia Recomendaciones (2016) del Comité sobre Desapariciones Forzadas de Naciones Unidas, a la luz de la Unidad de Búsqueda y las Medidas Inmediatas Humanitarias de los Acuerdos de Paz. 
· Video-Premiere “Corazón Herido” Historias de mujeres y niños desaparecidos. 
· Ponencia la importancia y contribución del Comité sobre desapariciones forzadas de la ONU a la búsqueda de las mujeres y niños desaparecidos. 
· Medidas Humanitarias de información sobre el paradero de los desaparecidos. Entrega a la Consejera Presidencial para Derechos Humanos, de listado de 300 víctimas de desaparición forzada de agentes del Estado y paramilitares para su búsqueda e información a las familias sobre su paradero. 

Acto simbólico ¨Cometas en el cielo por las personas desaparecidas¨Lugar: Parque El Renacimiento (Frente al Centro de Memoria, Paz y Reconciliación). 
Hora: 2 p.m. – 5 p.m. 

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Desaparecidos


Desaparecidos

Trece obras de arte para hablar de desaparición forzada

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Grupo de teatro El Tente

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Grupo de teatro El Tente

Publicado

30 Ago 2017


Trece obras de arte para hablar de desaparición forzada

Este 30 de agosto se conmemora el Día Internacional de las Víctimas de Desaparición Forzada. Varios artistas colombianos han explorado este drama en sus obras.


En la noche del 24 de agosto había una fila afuera del Museo Cementerio San Pedro, en Medellín. Decenas de personas esperaban para atravesar los mausoleos y llegar hasta la capilla. Ahí se iba a presentar Cuerpo 36, un documental del Centro Nacional de Memoria Histórica sobre exhumaciones, paramilitares y desaparecidos en Belén de los Andaquíes, Caquetá. También habría un concierto del grupo Sereno, que participó en Tocó Cantar, un proyecto de música sobre memoria y paz.

Como ese día, durante todo agosto se presentaron documentales y se hicieron conversatorios sobre desaparición forzada en Medellín, en el marco del proyecto Mirada al sur, creado por el Museo Nacional de la Memoria del CNMH. El ciclo de cine, que pasó por diez bibliotecas públicas, acabará este 31 de agosto con una proyección del documental Operación Cirirí sobre la fachada del Museo Casa de la Memoria. El 30 de agosto —cuando se conmemora el Día Internacional de las Víctimas de Desapariciones Forzadas— habrá también una función en el Museo de Arte Moderno de Medellín.

El cine ha sido uno de los medios usados para narrar historias de desaparición forzada en Colombia. El CNMH tiene varios ejemplos en su catálogo audiovisual. Pero, desde el arte, también se ha explorado la memoria de los desaparecidos a través de instalaciones, de performances, de obras de teatro. Les presentamos una recopilación de algunas de estas obras, que aprovechamos para recordar a propósito de la conmemoración del 30 de agosto.

Unland, de Doris Salcedo

La escultora transforma objetos de la vida cotidiana en piezas que hacen evidente el vacío y la impotencia que siente como testigo de los hechos violentos percibidos a diario en el contexto colombiano. A través de gestos que se repiten en las esculturas, como un tejido milimétrico hecho con cabello humano, Salcedo alude a la pérdida de vidas en medio del conflicto.

Video Verónica, de José Alejandro Restrepo

Sobre el manto de la Verónica de José Alejandro Restrepo se proyecta una imagen de víctimas que ha dejado el conflicto armado en Colombia. Se repiten secuencias en el video sobre el velo blanco de mujeres que sostienen fotografías de sus seres queridos asesinados o desaparecidos. Esta instalación hace parte de la serie de obras titulada Iconomía en donde el artista reflexiona sobre la manera como se construyen las imágenes en medio del conflicto de este país.

Antígonas, tribunal de mujeres, de Tramaluna Teatro

Es una creación colectiva entre artistas profesionales y mujeres víctimas de cuatro casos de violación de derechos humanos: las ejecuciones extrajudiciales de jóvenes de Soacha, el exterminio de la Unión Patriótica, la persecución contra líderes sociales y los montajes judiciales contra estudiantes. En el escenario, este grupo de mujeres convierte su dolor y su memoria en poesía, mediante cantos, danzas, proyecciones, narraciones y la presentación de objetos personales de sus familiares como una foto, un muñeco, una carta o prendas de vestir.

327 alumbramientos por las huellas del olvido, de Magdalenas por el Cauca

En el 2013 el colectivo Magdalenas por el Cauca convocó a los Familiares de Víctimas de la Masacre de Trujillo y a las comunidades de Marsella y Beltrán para construir 327 balsas y ponerlas a navegar en los últimos 200 metros de La Nona, una quebrada que nace en Marsella y desemboca en el Cauca, en el Remanso de Beltrán. La idea surgió a raíz de las 482 necropsias de personas no identificadas en el cementerio de Marsella, realizadas por Medicina Legal en el 2012. De estas personas, 155 fueron identificadas pero 327 continúan sin identidad.

Aliento, de Óscar Muñoz

A primera vista, Aliento es una serie de círculos de acero colgados en la pared que reflejan las cosas y las personas a su alrededor. Al acercarse, el espectador puede verse a sí mismo. Cada vez que alguien respira sobre estos espejos, aparecen por un instante los rostros no identificados de colombianos desaparecidos.

Anunciando la ausencia, del grupo de teatro El Tente

Narra las historias de un grupo de mujeres del Meta a las que les han desaparecido a un familiar. Una a una, las protagonistas le cuentan al público los detalles de su ser querido: cómo desapareció, qué ropa usaba, cuál era su trabajo y cuáles eran sus sueños. Por medio de objetos que pertenecían a los desaparecidos, fotografías y diarios que ellas han escrito, las mujeres hablan de sus búsquedas y exigen justicia.

Río abajo, de Erika Diettes

Una serie de fotografías de prendas sumergidas en el agua. Diettes exhibe estas imágenes en grandes formatos impresas en cristal para que interactúen con el espectador y para que tengan una calidad semejante a la del agua. Cada prenda evoca la historia de la persona que la utilizó y crea la expectativa de una vida que fue y no será.

Vivificar, de Constanza Ramírez

El 30 de agosto de 2015, de la nada la Orquesta Sinfónica de Bogotá empezó a tocar el himno nacional en un centro comercial. Varios personajes entraron en la escena para llevarse uno a uno a los músicos de la Orquesta. La ausencia de cada músico afectaba la melodía del himno hasta el punto en que ésta se deformó totalmente. Cuando el orden se restableció, llegó un grupo de personas con fotografías de sus familiares desaparecidos mientras se desplegó una valla con cifras de desaparición forzada en Colombia y la frase: “La desaparición de una sola persona afecta todo el conjunto de la sociedad”.

Re/trato, de Óscar Muñoz

El interminable trabajo de capturar la imagen del rostro humano es la tarea que se pone el artista Óscar Muñoz en Re/trato. En el video, la mano dibuja con pincel y agua una cara que desaparece en la superficie. Se evaporan los trazos de agua y la mano repite la acción para evitar que se pierda la imagen de la persona representada.

Treno, de Clemencia Echeverri

La imagen de un río oscuro se proyecta sobre las paredes del espacio que rodea al público. El sonido y el movimiento del río dominan el lugar mientras aumenta la corriente de agua para inundarlo de manera simbólica. En Treno se utilizan los videos de gran formato para mostrar el poder del río y convertirlo en el personaje principal que representa la sobrecogedora fuerza de lo natural mostrando su poder en el flujo constante, casi infinito.

El ausente, de Felipe Botero

Narra la historia de tres hermanas que esperan los restos de su padre desaparecido hace diez años. Las tres mujeres deciden unir los huesos de su padre, vestirlo y velarlo antes de la llegada del servicio funerario. Con humor e ironía, la obra sumerge al espectador en la incertidumbre, ansiedad y dolor de una familia de clase media a través de los recuerdos y reflexiones de estas tres hermanas.

Ofelia al revés, de Claudia Salamanca

Una mujer flota en un río, se hunde y sale a la superficie del agua en un pulso entre la fuerza de la naturaleza y los instintos, los que no permiten que se ahogue. Su cuerpo se resiste a morir. Esta Ofelia estudia cómo se puede presentar la muerte en una imagen y encarna un cuerpo que está en el límite de la vida. Claudia Salamanca hace esta obra en un contexto particular: Colombia, donde los ríos son testigos del conflicto y han servido como cementerios y lugares para la desaparición cuerpos.

Réquiem NN, de Juan Manuel Echavarría

Desde los años ochenta, los habitantes de Puerto Berrío han encontrado cadáveres flotando en el río Magdalena. Son cuerpos no identificados que han padecido una muerte violenta. La gente adopta a estos muertos y les hacen un entierro digno: les ponen un nombre, pintan y decoran sus tumbas, rezan por ellos y esperan favores milagrosos a cambio. Réquiem NN muestra las particularidades de cada tumba, el paso del tiempo, las ofrendas y los mensajes de agradecimiento por los favores recibidos.

Publicado en Noticias CNMH



Arte, Desaparición

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