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Las 33 masacres que devastaron a San Carlos

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CNMH

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CNMH

Publicado

10 Jul 2019


Las 33 masacres que devastaron a San Carlos

Un 10 de julio de hace 15 años las Farc mataron a siete campesinos en San Carlos, Antioquia. Esa fue solo una de las 33 masacres que guerrilleros y paramilitares cometieron en menos de una década en ese municipio.


Después de casi tres años de total abandono, el corregimiento Samaná, en San Carlos, Antioquia, volvió a ser habitado a principios de 2004. Unas 70 personas, que habían huido de sus tierras por culpa de la violencia, creyeron que ya era seguro retornar. Pero no fue así: el 10 de julio, cinco meses luego de su regreso, siete campesinos fueron masacrados por guerrilleros del frente IX de las Farc.

“Se llevaron a todos los hombres, a las mujeres no, y dijeron que si nos poníamos a hacer mucho escándalo que nos mataban a todos por parejo… pero mataron fue a los hombres, que porque estaban cultivando, estaban trabajando en las tierras…”, nos contó una mujer durante la investigación de nuestro informe San Carlos. Memorias del éxodo en la guerra. El miedo forzó a desplazarse a 413 personas.

Ese municipio del oriente antioqueño, ubicado en la zona de embalses que produce una tercera parte de la energía del país, tiene una larga historia de sangre derramada: solo entre 1998 y 2005, los sancarlitanos fueron víctimas de 33 masacres, que dejaron 205 muertos. De esas, 23 fueron cometidas por paramilitares, 6 por las Farc y las demás por grupos sin identificar. Además, en ese mismo periodo, hubo 126 víctimas de asesinatos selectivos, 156 de desapariciones forzadas y 78 de minas antipersonal.

Te invitamos a conocer más acerca del informe “San Carlos. Memorias del éxodo en la guerra

Hasta antes de 1998, los habitantes de San Carlos recuerdan la presencia cotidiana de las guerrillas: dormían en sus casas, les pedían comida, les robaban animales. Pero la situación empezó a complicarse tras la llegada de los paramilitares en 1999. La guerrilla, que se sintió acosada, empezó a aumentar los retenes, los robos, las minas, los secuestros, las amenazas y los asesinatos selectivos. Y los paramilitares, para desplazar a la guerrilla e implantarse en el territorio, expusieron también su peor repertorio violento.

En nuestro informe explicamos que las masacres fueron parte esencial de la guerra en San Carlos por tres razones. Primero, por su intensidad y persistencia: muchas en muy poco tiempo. Segundo, por el exceso de violencia, la crueldad y en algunos casos la sevicia. Y tercero, por su potencial comunicativo para amplificar el terror. También identificamos tres tipos de masacres: en las que los habitantes fueron convocados y luego asesinados en público, en las que los armados recorrieron rutas del terror por varias veredas y en las que los victimarios instalaron retenes y “lista en mano” buscaron a sus víctimas.

Para los paramilitares, dice la investigación, se trataba de romper lazos sociales y “demostrarle a la población local la incapacidad de la guerrilla para protegerlos y la vulnerabilidad del territorio bajo su control”. Mientras que para la guerrilla las masacres “eran estrategias militares decididas y pensadas como retaliación frente a acciones de los paramilitares”.

La población civil, de poco más de 25 mil habitantes, quedó en medio de esa disputa, en una época recordada por las víctimas como “la guerra total”. Fue tan grave que, según cifras del Registro Único de Víctimas, casi 18 mil personas se desplazaron entre 1998 y 2005. “El desplazamiento fue una estrategia directa que los diferentes grupos armados emplearon para generar el desalojo y obtener el control de territorios con alto valor geoestratégico en el marco de la confrontación armada, o para desterrar a quienes consideraban enemigos directos o colaboradores del bando contrario”, explicamos en el informe.

Te invitamos a conocer el documental “Memorias del éxodo en la guerra

Ante la devastación del territorio, el exterminio del movimiento cívico y la violencia contra líderes y personas del común, los habitantes de San Carlos buscaron formas individuales y colectivas para resistir o sobrellevar el dominio de los grupos armados: usar los espacios a horas determinadas, adoptar lenguajes cifrados para comunicarse, acudir a su tradición religiosa, no entregar las escuelas a los armados, tratar de negociar con sus victimarios y hasta conformar grupos para enfrentarlos directamente.

También, a medida que pudieron retornar, crearon iniciativas de memoria histórica y reconstrucción del tejido social. Una de las más importantes fue el Centro de Acercamiento para la Reconciliación y la Reparación (CARE), un lugar de memoria que la comunidad creó en 2008 en un edificio que había sido usado por paramilitares y narcotraficantes. A ese lugar se le suman otras iniciativas, como jardines de memoria o mingas muralistas, con las que los habitantes de San Carlos le apuestan a comprender y resignificar lo que pasó en la guerra.

 


Desplazamiento, Farc, Masacres, Paramilitares, San Carlos

“La verdad es de todos”: Conmemoración de un ataque que estaba en el olvido

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Lizeth Sanabria

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Lizeth Sanabria

Publicado

11 Jul 2019


“La verdad es de todos”: Conmemoración de un ataque que estaba en el olvido

Desde el año pasado, los sobrevivientes y familiares víctimas del ataque de las Farc a los pelotones de contraguerrilla Texas 2 y Texas 3 del Ejército Nacional, ocurrido el 8 de julio de 1999 en Gutiérrez, Cundinamarca, se reúnen para no olvidar a quienes perdieron la vida por este hecho y para reclamar verdad, justicia y garantías de no repetición.


En Colombia las historias de muerte y desolación a causa de la guerra abundan en la mayoría de los pueblos, por no decir que en todos. El pasado domingo 7 de julio se reunieron más de 100 personas en Gutiérrez, Cundinamarca, para conmemorar uno de los tres ataques guerrilleros perpetrados por las Farc hace veinte años. 

Mujeres, hombres, niños y niñas llevaban en sus manos rosas rojas y blancas que sembraron junto a una piedra en la vereda El Cedral, a escasos kilómetros del casco urbano de Gutiérrez. Allí se abrazaron, cantaron y recordaron a los que la guerra les arrebató el 8 de Julio de 1999, en uno de los ataques más sangrientos que se haya vivido en las cercanías a Bogotá. Una atmósfera propicia para un momento de duelo y encuentro. 

Ese día, los 56 hombres del Batallón de Artillería No 13 “General Fernando Landazabal Reyes” se enfrentaron a más de 500 miembros de la guerrilla de las Farc. Murieron 38 militares, 35 soldados regulares y tres suboficiales. También, se dice extraoficialmente, hubo guerrilleros muertos.

Para la mayor María Fernanda Cifuentes, oficial de víctimas del Departamento Jurídico Integral del Ejército Nacional, quien acompañó la conmemoración, en este hecho se cometieron, por parte de la guerrilla de las Farc, graves violaciones al Derecho Internacional Humanitario (DIH).

“Este fue un ataque indiscriminado, la muerte de nuestros 38 militares fue por tiros de gracia, un delito de lesa humanidad a la luz del Derecho Internacional Humanitario”, comentó la mayor Cifuentes.  

De acuerdo con la oficial, cuando los combatientes dejan sus armas en un enfrentamiento, o lo que militarmente se conoce como deponer, como pasó con algunos soldados en Gutiérrez, “tienen el derecho a que su vida sea salvaguardada, y eso no sucedió acá, fueron vilmente masacrados, y fuera de eso hubo utilización de armas no convencionales como cilindros bomba”, añadió. 

Familiares de las víctimas del ataque se abrazan durante la conmemoración. – Fotografía: Lizeth Sanabria/CNMH

En Gutiérrez, se conmemoró la vida después de la muerte, en este caso de hombres que estaban prestando servicio militar, con la ilusión, tal vez, de que en el futuro Colombia fuese un mejor país. Pero también se recordó el horror del conflicto para que este no se vuelva a repetir. 

“Me parece excelente que hagan este tipo de eventos, desde el año pasado, después de 19 años de sentirnos olvidados, de sentirnos decepcionados, es algo muy bonito que llegaran a este punto para no olvidar a nuestros compañeros”, dice Marco Tulio Morales, sobreviviente del ataque a Gutiérrez. 

En este caso dos sentencias del Consejo de Estado condenan a la Nación por una desprotección de los militares.

El Consejo de Estado dictamina que este ataque “…da cuenta de varias circunstancias que rodearon la planeación y ejecución de la operación militar que constituyen verdaderas actuaciones omisivas que pusieron a la víctima y sus demás compañeros militares en una situación de indefensión frente al ataque de la subversión”.

Así mismo, las familias de los militares quieren ser reconocidas como víctimas dentro de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) y que su caso sea llevado a la Comisión de la Verdad.

“Presentar una medida de satisfacción en nombre de esas víctimas sobrevivientes y las víctimas indirectas que son los familiares. Todo lo que fueron ataques y tomas guerrilleras fue uno de los componentes del primer informe que presentó la organización ACOMIDES (Asociación Colombiana de Víctimas de Desaparición Forzada y Otros Hechos Victimizantes) a la JEP, que reflejaba los hechos de secuestro y desaparición forzada o los aspectos de ataques a unidades militares”, comparte la mayor María Fernanda Cifuentes. 

El dolor es inevitable en este tipo de espacios, a pesar de los 20 años que han pasado, las heridas siguen abiertas, detalles de la vida. Al escuchar una canción que recuerda un ser querido, o pisar el terreno donde fueron asesinados los hijos de estas madres se remueven sentimientos.

“Queremos que quede en la memoria que gracias a los héroes de Gutiérrez, muchos hoy en día viven, que no nos olvidemos de ellos”, dice Viviana Osorio, hermana del soldado Helmer Revelo Sarmiento, quien murió en este ataque. 

“La verdad es de todos”, expresaron varios familiares durante la conmemoración.  Una frase donde piden saber qué pasó, y a la vez ser escuchados, para que el país conozca sus sentimientos y dolores alrededor de la guerra. 

“Hay esperanza, después de mucho tiempo de nosotros estar creyendo que no teníamos voz, que éramos olvidados de este conflicto y nos dieron una luz de esperanza, de saber que no nos habían olvidado, de que los sobrevivientes todavía estamos en la memoria del Ejército, es un signo de esperanza”, finaliza Marco Tulio Morales uno de los sobrevivientes del ataque a Gutiérrez. 

 


Ataque, Conmemoración, Cundinamarca, Ejército Nacional, Farc, Gutiérrez, Iniciativas

Un recorrido al país a través de 20 iniciativas de memoria

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Autor

Juan Sebastián Sanabria

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Juan Sebastián Sanabria

Publicado

13 Jul 2019


Un recorrido al país a través de 20 iniciativas de memoria

“Memorias que germinan” (una caja con dos librillos, cinco mapas, un poster y tres CD) se focaliza en contar la pericia, y recursividad, que por décadas han utilizado las organizaciones de víctimas del conflicto para narrar sus relatos sobre la violencia y las prácticas que afrontaron para hacerle resistencia a la guerra.


Por: Harold García, periodista del CNMH

Acá una ojeada a algunas iniciativas de memoria y sus procesos organizativos. Un mapa que muestra la diversidad de voces alrededor de la guerra en todo el país. – Abrir mapa

Los sobrevivientes de la violencia de forma autónoma han buscado infinidad de maneras para transformar la rabia y el dolor que la guerra les ha traído; manifestaciones para narrar lo vivido, resignificar sus experiencias, alzar la voz para dignificar a sus seres queridos y resistirse al olvido. El Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH) ha llamado estas acciones como Iniciativas de Memoria, procesos colectivos, que nacen de las organizaciones, y que el CNMH ha acompañado desde su creación, y que se encuentra consignado en la caja “Memorias que germinan”.

“La entidad acompaña entre 20 y 25 procesos en la concertación de un plan de acción conjunto, que les facilite narrar aquello que quieren que la sociedad conozca sobre cómo vivieron el conflicto, y, si es de su interés, materializándolo en un producto concreto a través de diversos lenguajes expresivos”, se explica en “Memorias que germinan”.

Han sido años de trabajo para llegar a “Memorias que germinan”, producto que muestra un pequeño panorama, 20, de las 120 iniciativas de memoria que se han apoyado desde la entidad, y las más de 260 que hacen parte del Registro de Iniciativas de Memoria. En los mapas están ubicadas estas experiencias a partir de los diferentes lenguajes expresivos utilizados: acciones en el espacio público, archivísticas, comunicaciones, ejercicios pedagógicos, prácticas ancestrales, expresiones plásticas, galerías y exposiciones, investigaciones; y lugares de memoria. Mientras que en los CD se encuentra la descripción de algunos de los audiovisuales y audios realizados por las iniciativas.

De igual manera el trabajo se ha realizado  con  sectores sociales que las lideran mujeres, indígenas, personas LGBT, personas mayores, niños niñas y adolescentes, y afrocolombianos.

Estas memorias, de quienes han sido víctimas del conflicto armado en Colombia, son el valor que han encontrado para narrar sus recuerdos contra el olvido y que sus experiencias se hagan visibles. “Las IMH apoyadas son, en todo caso, apenas algunas de las que existen en el país, pues muchas más han germinado también antes y durante la existencia del CNMH, así como seguirán existiendo en el futuro de manera autónoma”, dice “Memorias que germinan”.

Descargue acá “Memorias que germinan
 

Memoria


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¿Qué está haciendo el CNMH para conectarse con los territorios?

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Juan Sebastián Sanabria

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Juan Sebastián Sanabria

Publicado

16 Jul 2019


¿Qué está haciendo el CNMH para conectarse con los territorios?

  • Conozca las respuestas de nuestros líderes de grupos de Pedagogía y Nación – Territorio, invitados a La Brújula.
  • María Andrea Rocha y Alberto Moreno, líderes de las estrategias de Pedagogía y Nación – Territorio del Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH), fueron los protagonistas de la cuarta emisión de La Brújula, el programa de radio y Facebook Live a través del cual les contamos qué estamos haciendo y cuáles son los retos de la entidad.

Los dos líderes del Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH), María Andrea Rocha y Alberto Moreno, explicaron en el programa La Brújula, emitido en nuestras redes sociales y que puede ver en nuestro sitio web www. centrodememoriahistorica.gov.co, la razón de ser de sus equipos de trabajo dentro de la organización.

María Andrea contó que el grupo de Pedagogía busca “generar pensamiento crítico frente a la historia de violencia que ha vivido el país y ofrecer herramientas pedagógicas para que seamos capaces de cambiar las lógicas de la guerra y construir paz”.

Por su parte, Alberto explicó que el equipo de Nación – Territorio busca “tender puentes entre la ciudadanía, especialmente las víctimas del conflicto armado, y la institucionalidad de cada territorio, a la vez que pretende alinear la oferta institucional nacional con la que existe a nivel municipal y departamental”.

Desde el grupo de Pedagogía del CNMH quedó claro que el “ejercicio no es traducir los informes en material pedagógico sino ir más allá: se trata de crear metodologías que nos ayuden a despertar solidaridad hacia las víctimas y generar un pensamiento crítico e histórico frente a lo que ha pasado en el país”.

Agregó María Andrea Rocha, que el CNMH ha venido trabajando desde 2012 con docentes y estudiantes de escuelas y universidades “con el objetivo de aprender a cuestionar de dónde vienen las narrativas, contrastarlas con otras interpretaciones y aprender a desarrollar capacidades para conversar y debatir de forma democrática”.

De ese trabajo nació lo que hoy se conoce como la Caja de Herramientas. Un viaje por la memoria histórica, aprender la paz y desaprender la guerra, de la cual el año pasado se lanzó una tercera edición que fue construida y probada con docentes y estudiantes de varios departamentos del país para abrir discusiones sobre la memoria histórica del conflicto armado al interior de las aulas.

La Caja de Herramientas, al igual que todas las publicaciones CNMH, se puede descargar gratuitamente desde la página (aquí), pues la versión física solo se entrega a los docentes que participan de los procesos de formación del CNMH. Para tales efectos, los interesados pueden comunicarse a través del sistema de PQRSD (aquí) o vincularse a los ejercicios territoriales de memoria que está activando la Red Nacional de Maestras y Maestros por la Memoria y la Paz.

Así mismo, Alberto Moreno se refirió a la importancia de coordinar los esfuerzos nacionales con las necesidades territoriales para que la institucionalidad pueda llegar a todas las víctimas, lo cual implica “que este año hemos recibido más de 170 solicitudes de igual cantidad de municipios y gobernaciones para que desde el CNMH les hagamos acompañamiento técnico para trabajar la memoria histórica a nivel territorial”.

En ese sentido, añadió que desde Nación – Territorio tienen dos retos interesantes: por un lado darles continuidad a los procesos que vienen desde años anteriores y, por otro, hacer incidencia para que los nuevos alcaldes y gobernadores que llegarán desde este año garanticen voluntad política para la continuidad de las iniciativas que están formuladas y en marcha.

Resaltó el caso de Cali como una iniciativa de éxito, pues “tienen una voluntad institucional muy fuerte por preservar la memoria histórica, especialmente a través de la creación de un espacio físico que dará respuesta a la diversidad de culturas que se encuentran y conviven en la ciudad a través del diálogo”. De hecho, uno de los ejercicios de acompañamiento que hizo el CNMH en el Pacífico terminó en un álbum con doce canciones que relatan las historias de violencia, paz y reconciliación que ha vivido la región y que fueron seleccionadas mediante concurso en el Festival Petronio Álvarez. El lanzamiento será en septiembre.

Para finalizar, ambos invitados resaltaron la importancia que tiene para sus equipos y para el CNMH la conexión con los territorios. Así, desde Pedagogía seguirán trabajando para propiciar articulaciones entre diferentes actores (maestros de colegio, docentes universitarios, organizaciones de víctimas y autoridades educativas) que fortalezcan los ejercicios de pedagogía de la memoria que ocurren a nivel territorial; mientras que Nación – Territorio se enfocará en tender puentes entre las víctimas y los gobiernos locales para materializar las medidas de satisfacción a que tienen derechos.

 


CNMH, Darío Acevedo, Memoria, Memoria Histórica, Nación, Pedagogía, Territorio

Todas las bibliotecas públicas de Córdoba recibirán libros y materiales de memoria histórica

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Archivo del Centro de Formación de la Cooperación Española en Cartagena de Indias

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Archivo del Centro de Formación de la Cooperación Española en Cartagena de Indias

Publicado

16 Jul 2019


Todas las bibliotecas públicas de Córdoba recibirán libros y materiales de memoria histórica

La estrategia Bibliotecas con memoria del CNMH llegará a Córdoba este miércoles 17 de julio para dotar a todas las bibliotecas públicas y universitarias del departamento y para capacitar a quienes las atienden sobre los usos y contenidos de los libros entregados.


El Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH) dotará al 100% de las bibliotecas públicas de Córdoba con colecciones de libros, guías, metodologías, crónicas radiales y documentales. Más de 50 bibliotecas rurales, municipales y universitarias contarán con los materiales que narran la memoria de lo ocurrido durante el conflicto armado colombiano.

Esta jornada de entregas, que hace parte de la estrategia Bibliotecas con memoria,estará acompañada por una capacitación para orientar a los bibliotecarios frente a los contenidos y usos de los materiales. El evento se hará el miércoles 17 de julio en alianza con el Banco de la República sucursal Montería y la Biblioteca Departamental David Martínez, de la Gobernación de Córdoba.

“Bibliotecas con memoria responde a la política de distribución de materiales del CNMH y nace de la necesidad de que los conocimientos producidos por la entidad se conviertan en bien de acceso público y se puedan conservar en espacios de uso compartido de todo el país, como las bibliotecas, casas de la cultura, centros de estudio y universidades”, afirmó Darío Acevedo, director del CNMH.

La jefa del Área Cultural del Banco de la República sucursal Montería, Diana Carmona, explicó que “este tipo de iniciativas ayudan tanto a promover los espacios de lectura como a fortalecer la cultura de paz, pues les permite a las comunidades apropiarse de herramientas que generan beneficios colectivos” y añadió que precisamente vienen trabajando en proyectos culturales que van en línea con la construcción de paz a nivel territorial, como La paz se toma la palabra.

La estrategia Bibliotecas con Memoria es una iniciativa del CNMH que busca garantizar que todas las bibliotecas públicas, universitarias, escolares, independientes, privadas y los centros de documentación cuenten con materiales (libros, guías, metodologías, audios y documentales) sobre la memoria histórica del conflicto armado colombiano y los incluyan en sus catálogos de consulta.

Según José Luis Palma, coordinador de la Red de Bibliotecas Públicas de la Gobernación de Córdoba, “la dotación del 100% de las bibliotecas del departamento con estas colecciones implica darles voz a las personas sobrevivientes del conflicto armado y a los territorios que lo padecieron. Así conseguimos nuevos espacios de divulgación que permitan mayor participación de las víctimas en procesos de recuperación, construcción y divulgación de las memorias históricas”.

Este año se harán siete eventos más de dotación masiva por departamentos. En este momento, además de Córdoba, ya están programados Arauca (31 de julio) y Caquetá (14 de agosto), y se tiene planeado llegar a Chocó, Cundinamarca, La Guajira, Risaralda y Antioquia.

 


Bibliotecas, CNMH, Córdoba, Darío Acevedo, Donación, Libros, Memoria Histórica, Montería

Lanzamiento informe: “Ser marica en medio del conflicto armado”

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Juan Sebastián Sanabria

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Juan Sebastián Sanabria

Publicado

20 Jul 2019


Lanzamiento informe: “Ser marica en medio del conflicto armado”

  • Entre 1981 y 2016, en el marco del conflicto armado colombiano, se registraron en el Magdalena Medio 175 personas LGBT víctimas en 39 municipios de la región, quienes sufrieron un total de 261 casos de violencia.
  • De estos 39 municipios, Barrancabermeja (Santander) aparece como el lugar de ocurrencia del mayor número de casos, con 79, lo que se explica por su densidad poblacional. En segundo lugar, está Puerto Boyacá (Boyacá) con 49 casos y, en tercero, Puerto Berrío (Antioquia) con 19.
  • Del total de los casos, 118 son responsabilidad de paramilitares, seguidos, con una distancia significativa, por las guerrillas con 34 casos. 

Informe del  Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH) sobre las memorias de personas LGBT en el Magdalena Medio. Un libro que fue realizado en respuesta a la primera orden judicial de la Sala de Justicia y Paz, del Tribunal Superior de Bogotá, contra varios postulados de las Autodefensas Campesinas de Puerto Boyacá (ACPB), por crímenes cometidos contra esta población.

Las memorias de las personas LGBT en medio de las dinámicas de la guerra, expuestas en este informe, nos interpelan y confrontan frente a una realidad que como sociedad se ha querido ocultar, o bien se ha tratado con la indiferencia propia de las luchas ajenas. Ellos y ellas han afrontado múltiples formas de violencia desde la cotidianidad, pasando por el rechazo de sus propias familias hasta la aniquilación por parte de los grupos armados.  

“Durante el conflicto reciente ese desprecio ha sido incorporado en los repertorios de violencia desplegados por los actores armados, tanto en momentos de disputa territorial como durante el control social que han ejercido en los territorios”, explica el informe “Ser marica en medio del conflicto armado”.

La investigación es clara en indicar que con la guerra las condiciones de exclusión y violencia de las personas LGBT se afianzaron, bajo la idea, normativa, de que “eso no está bien”, de que “eso debe ser eliminado”. “Quienes han creado y/o se han integrado a los grupos armados han aprendido de su contexto que ser marica está mal y han llevado esa premisa a sus planes de guerra, incluyendo a las personas de sectores LGBT entre el grupo de ‘indeseables’ que deben limpiar cuando acometen sus empresas de control territorial”, dice la investigación.

La sentencia, que se alza como un fallo histórico por ser la primera que reconoce crímenes cometidos por los paramilitares en contra de personas LGBT, se enmarca dentro del trabajo realizado por el CNMH, al reparar y dignificar a las víctimas del conflicto armado, desde sus propias voces, para brindar elementos de análisis para la comprensión de la guerra y las garantías de justicia, verdad y no repetición. En el fallo se exponen tres hechos emblemáticos en Puerto Boyacá (Santander) cometidos por las Autodefensas Campesinas de Puerto Boyacá (ACPB), que son: el homicidio y desaparición forzada de Mama Mía; la tortura en persona protegida y desplazamiento forzado de Papuchina; y el homicidio y desaparición forzada de Vicky.  

Por ello, a pesar de ser una sentencia contra un grupo paramilitar, las relatoras del informe realizaron una investigación que agrupó a todos los actores armados del Magdalena Medio, documentando también hechos de violencia por parte de las guerrillas con relación a desplazamientos forzados, amenazas y homicidios. Mientras que por el lado de la fuerza pública se registraron hechos de violencia física y homicidios. Los grupos paramilitares, al ser los mayores perpetradores, son los responsables de cometer delitos de violencia sexual, amenazas, homicidios y desaparición forzada. 

Pero más allá de ser un informe cuantitativo sobre los grupos armados, “Ser marica en medio del conflicto armado” elabora un contexto del Magdalena Medio bajo tres líneas que son: condiciones geoestratégicas; las dinámicas del conflicto armado, y los órdenes de género y sexualidad. Quienes lean este informe podrán conocer la memoria de las violencias heteronormativas en el conflicto armado, a través de las diferentes historias sobre violencia simbólica, amenazas, violencia física, asesinatos selectivos, desapariciones forzadas y violencia sexual, que produjeron, en la mayoría de los casos, desplazamientos forzados.

El ejercicio de memoria desde la diversidad, es algo que se ha venido trabajando a partir del Grupo de Memoria Histórica de la Comisión Nacional de Reparación y Reconciliación (CNCR), en el que se incorporó la línea de Memoria de género y guerra, donde se produjeron varios informes sobre la violencia sufrida por las mujeres, los daños y sus resistencias, allí se inscriben libros como “La masacre de Bahía Portete. Mujeres wayuu en la mira”, “Mujeres y guerra. Víctimas y resistentes en el caribe colombiano”, y “Mujeres que hacen historia”. Además, se publicó el documento de los marcos conceptuales y las estrategias metodológicas aplicadas: “La memoria histórica desde la perspectiva de género”.  

Ya con la creación del CNMH, se recoge todo este trabajo realizado por el Grupo de Memoria y se inicia un proceso de memoria histórica con víctimas de sectores sociales LGBT. En diciembre de 2015 se publica el informe “Aniquilar la Diferencia. Lesbianas, gais, bisexuales y transgeneristas en el marco del conflicto armado colombiano”, y al tiempo se apoyan iniciativas de memoria histórica agenciadas por las víctimas LGBT. Así se publica, en 2018, el informe “Un carnaval de resistencia: Memorias del reinado trans del río Tuluní”.

Descargue aquí el informe.

 


Conflicto Armado, Darío Acevedo, Lanzamiento, LGBTI, Magdalena Medio, Papuchina

10 años del Salón del Nunca Más en Granada, Antioquia

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ASOVIDA

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ASOVIDA

Publicado

22 Jul 2019


10 años del Salón del Nunca Más en Granada, Antioquia

El primer lugar de memoria de Colombia construído por una comunidad cumplió 10 años el pasado 3 de julio en Granada, Antioquia. Con series fotográficas que visibilizan los rostros de las víctimas e infografías con datos clave sobre el conflicto armado, han ido alimentando el que hoy se reconoce como uno de los lugares de memoria más importantes del país para dignificar a las víctimas.


Muchas comunidades, desde hace ya varios años, han dado a la sociedad colombiana una lección de dignidad al confrontar las consecuencias de la guerra y no permitir que esos hechos queden en el olvido. Los habitantes de Granada, ubicado en el Oriente Antioqueño, fueron los primeros en sacar fuerzas para construir, mano a mano, un salón de la memoria en el que pudieran visibilizar los rostros de cientos de hombres, mujeres y niños que fueron víctimas de la violencia en este municipio. Hoy por hoy, ellos son quienes llevan la bandera de la paz y el salón que construyeron cumplió 10 años el pasado 3 de julio.

No ha sido un camino fácil. ¿Cómo reconstruir la memoria histórica de un municipio que ha vivido tomas guerrilleras, más de 36 masacres, secuestros, desplazamientos, asesinatos selectivos por parte de paramilitares y enfrentamientos militares entre distintos grupos armados? Según cifras de la Personería de Granada, hasta finales de 2008 este municipio tenía registradas más de 400 víctimas de muertes selectivas y 128 desaparecidos. El 60% de la población fue desplazada pasando de 19.500 habitantes a 9.800. Cerca de 83 personas han sido víctimas de minas antipersonal y casas bomba, el 50% civiles y el 50% militares. Además, se han reconocido 15 fosas comunes y de ellas han sido identificadas 8 personas.

A principio de este siglo, apenas un mes después de que paramilitares del Bloque Metro entrarán al casco urbano de Granada y masacraran a 19 personas, cientos de guerrilleros de las Farc hicieron explotar un carro bomba con 400 kilos de dinamita y se tomaron el municipio a plomo, durante casi un día entero. En esa incursión, ocurrida entre el 6 y el 7 de diciembre del 2000, perdieron la vida 23 personas y varias cuadras quedaron completamente destruidas. De ese tamaño fue la guerra en Granada.

Su cercanía con la autopista Medellín-Bogotá y con las centrales hidroeléctricas del oriente antioqueño, así como su ubicación entre el Valle de Aburrá y el Magdalena Medio, hicieron de Granada un lugar estratégico para la disputa entre guerrillas, paramilitares y Ejército. Según el informe Granada: Memorias de guerra, resistencia y reconstrucción, del Centro Nacional de Memoria Histórica, el conflicto armado dejó en ese municipio por lo menos 460 muertos, 299 desaparecidos y unos 10 mil desplazados, cifras grandes para un municipio pequeño.

Pero durante esa época, cuando la violencia llegó con más fuerza a la región, sus habitantes respondieron con valentía y dignidad. Para reconstruir el pueblo, cargaron ladrillos al hombro por una de las calles principales en la Marcha del adobe. Prendieron velas blancas y caminaron con ellas en silencio en las Jornadas de la luz. Salieron juntos a recorrer y a reapropiar los lugares del horror en encuentros que llamaron Abriendo trochas. Pintaron piedras de colores y las llevaron al Parque de la Vida para honrar a sus desaparecidos.

  • Una de las marchas de la luz que se organizaban desde antes del 2007 en Granada. Las jornadas se hacían en silencio los últimos viernes de cada mes. – Fotografía: Lorena Luengas

  • Bitácora de uno de los jóvenes desaparecidos, donde amigos, conocidos y familiares depositaban mensajes y pensamientos. – Fotografía: Lorena Luengas

La Organización de Víctimas Unidas por la Vida, ASOVIDA, fue la encargada de materializar esta iniciativa comunitaria junto a la personería municipal y el Cinep. El Salón del Nunca Más buscaba convertirse en un escenario público en el que se trataran temáticas asociadas a las violencias vividas en el territorio, al tiempo que defendían y garantizaban su acceso a políticas públicas en defensa de los derechos humanos de los sobrevivientes.

Gloria Ramírez, coordinadora del Salón del Nunca Más, creyó que con inaugurar el espacio su tarea en parte había terminado, “pero ahí empezó el trabajo fuerte. Ahora vienen estudiantes, personas del común y extranjeros. Atendemos casi a diario y lo hacemos con cariño, con el interés de sensibilizar un país deshumanizado. Lo que vivimos no es fácil, pero lo que perseguimos es la construcción de paz y las garantías de que esto no vuelva a suceder”, afirmó.

Le recomendamos el documental “Rostros de la memoria“.

Lorena Luengas, museóloga y profesional del equipo del Museo de Memoria Histórica de Colombia, acompañó la construcción del Salón desde el 2007 y reconoce la transformación que vivió Granada y los miembros de ASOVIDA, a partir de la inauguración. “Este día vivimos una conmoción muy grande. Muchos familiares se desmayaron o tomaban de la foto de su familiar y lloraban de manera inconsolable. Durante los siguientes días hicimos un acompañamiento psicosocial muy fuerte, estuvieron dos psicólogas con las familias. Sin embargo, fue un momento muy importante porque los familiares decían que ahora tenían la oportunidad de ir al Salón, ver la foto de su familiar de una manera distinta: con amor, con el reconocimiento de quienes eran y no con el dolor de su pérdida”, dijo Lorena.

Lorena recuerda que con el tiempo fueron consignadas unas bitácoras que contenían las fotografías de las víctimas. Sus familiares y amigos acudían al Salón y empezaban a escribir a sus familiares en un diálogo reparador. “Una niña iba con cierta regularidad a escribirle a su papá que había muerto cuando ella era pequeña, en la bitácora le contaba sus relaciones con su familia, con sus amigas del colegio. Una profesora estaba en contra del reclutamiento y la guerrilla la mató afuera del salón de clase, sus estudiantes le escribían mensajes de gratitud y cariño por todo lo que había hecho por ellos”, comentó.

Desde hace algunos años, la construcción ha venido presentando un deterioro significativo en su estructura. En el 2018, los líderes del proyecto se vieron en la necesidad de recoger fondos por internet para poder patrocinar la remodelación. Como comentó Gloria, no ha sido sencillo. “Desafortunadamente no le hemos podido hacer mucha intervención. Hicimos una recolecta de 4,5 millones de pesos, pero ese dinero se invirtió en recuperar el dominio web para poder volver a ser dueños de la página y que nos visiten no solo en Colombia sino a nivel mundial. Queremos tener un contacto más cercano con la comunidad”.

Este panorama hace aún más urgente la necesidad de pensar políticas públicas que garanticen la permanencia de los lugares de memoria en los territorios. Más que un museo, el Salón del Nunca Más se ha convertido en un lugar de encuentro alrededor de la memoria, la superación de las violencias y la reconciliación. En diez años, las organizaciones de víctimas de Granada han logrado posicionar la memoria como un eje transversal al interior del municipio. Además, durante el 2010, fueron seleccionados como ganadores del Premio Nacional de Paz. “Con este espacio de memoria hemos minimizado los impactos de la guerra y hemos entendido que unidos podemos lograr muchas cosas, si seguimos trabajando por la paz ese será nuestro mejor aporte. Queremos que nos vean como un municipio resiliente, estar sin actores armados, sin daños al medio ambiente”, afirmó Gloria.

 


Antioquia, Granada, Lugares de Memoria, Museo de Memoria de Colombia, Resistencia, Salón del Nunca Más

1.400 libros donados en la campaña “Donar un libro es un hecho de Paz”

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Archivo de la Mapp-OEA

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Archivo de la Mapp-OEA

Publicado

25 Jul 2019


1.400 libros donados en la campaña “Donar un libro es un hecho de Paz”

El Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH), a través de su estrategia Bibliotecas con Memoria, se sumó a la campaña “Donar un libro es un hecho de paz”, entregando más de 700 materiales en 29 colecciones para ser distribuidas en las regiones más afectadas por el conflicto armado.


Durante la pasada Feria Internacional del Libro de Bogotá, que se llevó a cabo entre el 24 de abril y 6 el de mayo, los asistentes donaron 1.400 libros en el marco de la campaña Donar un libro es un Hecho de Paz. Esta iniciativa, liderada por la Misión de Apoyo al Proceso de Paz en Colombia (MAPP/OEA) y la FILBo, con el apoyo del Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH), busca servir como puente para que más libros lleguen a los territorios afectados por el conflicto armado en el país.

Durante 13 días, los visitantes donaron libros de distintas temáticas, principalmente relacionadas con cultura de paz, Derechos Humanos, resolución de conflictos, participación, equidad y temas afines, que posteriormente fueron entregados a 47 iniciativas locales, entre escuelas, organizaciones sociales y de líderes, asociaciones de educadores, consejos comunitarios, colectivos juveniles, centros comunales y bibliotecas en zonas rurales del país.

“Queremos agradecer a quienes con la donación de uno o varios libros sumaron hechos de paz para los territorios más afectados por el conflicto armado. Sabemos que estos libros ayudarán a impulsar procesos sociales, comunitarios y educativos, y también a propiciar nuevos intereses y perspectivas de paz entre niños, niñas, jóvenes y adultos” expresó Roberto Menendez, Jefe de la MAPP/OEA.

Por su parte, Sandra Pulido Urrea, directora de la FILBo para la Cámara Colombiana del Libro aseguró, “para la FILBo es fundamental continuar liderando estas iniciativas y generando hechos de paz a través de los libros, nuestra misionalidad desde la Cámara Colombiana del Libro es que el poder de la lectura, siga transformando nuestra sociedad en cada rincón del país”.

“Unirnos a esta iniciativa permite que los libros, cartillas, crónicas radiales y documentales que producimos lleguen a todas las regiones del país, lo cual contribuye a que una mayor cantidad de personas pueden acceder a los contenidos y hacer reflexiones profundas y críticas sobre la memoria histórica”, aseguró Darío Acevedo, Director General del CNMH.

La distribución se realizó a través de la empresa Envía y de las oficinas regionales de la MAPP/OEA, en Apartado, Arauca, Cali, Caucasia, Cúcuta, Florencia, Medellín, Montería, Ocaña, Pasto, Popayán, Puerto Asís, Quibdó, San José del Guaviare, Tumaco, Valledupar y Villavicencio.

La MAPP/OEA y la FILBo reafirman su disposición de continuar aunando esfuerzos en favor de la construcción de paz en Colombia y anuncian que esta campaña tendrá su segunda edición en la FILBo del 2020.

 


Bibliotecas, CNMH, Darío Acevedo, Libros, Memoria, Memoria Histórica, Regiones

“Lecciones aprendidas de la DAV para el sistema de justicia transicional”

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Juan Sebastián Sanabria

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Juan Sebastián Sanabria

Publicado

25 Jul 2019


“Lecciones aprendidas de la DAV para el sistema de justicia transicional”

¿Por qué el Mecanismo No Judicial que diseñó e implementó la Dirección de Acuerdos es novedoso y único? ¿Qué le aporta la Dirección de Acuerdos al nuevo sistema de justicia transicional? ¿Se acabará pronto la Dirección de Acuerdos? Estas son algunas de las preguntas que la Directora de Acuerdos de la Verdad respondió en La Brújula.


Por: Reina Lucía Valencia V. Comunicadora de la Dirección de Acuerdos de la Verdad

En el quinto programa de La Brújula, Jenny Lopera, directora de la Dirección de Acuerdos de la Verdad del Centro Nacional de Memoria Histórica, habló sobre lo que es y lo que hace la Dirección de Acuerdos; la importancia de reconocer el Mecanismo No Judicial de Contribución a la Verdad como un modelo único en la justicia transicional en Colombia; la elaboración de informes analíticos que buscan esclarecer el fenómeno paramilitar en las regiones; los aprendizajes que tiene la Dirección para el nuevo sistema de justicia transicional y su institucionalidad; y la necesidad de escuchar el llamado de las víctimas para que las entidades responsables de garantizar la verdad, la justicia y la reparación sumen sus esfuerzos.

Un Mecanismo novedoso

La Dirección de Acuerdos de la Verdad (DAV) diseñó e implementó el Mecanismo No Judicial de Contribución a la Verdad, que le encomendó la Ley 1424 de 2010. Dicha ley otorgó a las personas desmovilizadas de los grupos paramilitares a las que no se les atribuyan graves violaciones a los derechos humanos, la posibilidad de obtener beneficios jurídicos a través de sus contribuciones a la verdad frente al esclarecimiento del fenómeno paramilitar en Colombia.

En este sentido, Jenny Lopera dijo en La Brújula: “Hay que decirle al país que es un proceso único. Cuando se creó el mecanismo no teníamos antecedentes. (…) Creo que esto es algo que pocos conocen o pocos saben. Es difícil entrar a determinar si contribuyen o no contribuyen, es por eso que diseñar el mecanismo se llevó un buen tiempo”.

En cuanto al esclarecimiento de la verdad, saber lo que pasó es una condición necesaria para garantizar los derechos de las víctimas a la justicia y la reparación. En palabras de Lopera: “La verdad es que nosotros conozcamos qué sucedió y al saber que fue lo que sucedió podamos hacer acciones que promuevan la no repetición de esos hechos en el futuro”.

La Dirección de Acuerdos tiene una muy valiosa información para el nuevo sistema indicó Lopera, en varias ocasiones, durante la emisión del programa La Brújula. La directora de la DAV comentó: que la Comisión de la Verdad nos dice que tenemos información de fuente primaria muy importante, que ya se ha analizado, estructurado y sistematizado; además que es un insumo importante para que las entidades del nuevo sistema puedan cumplir su labor de manera más efectiva.

Por ejemplo, agregó, “el mandato de la Comisión de la Verdad es muy corto y si nosotros tenemos un insumo hacia atrás entonces podremos facilitar su labor. (…) A nosotros nos reconocen hoy como una muy valiosa fuente de información para el nuevo sistema, hemos entregado ya 55 mil horas de audio a la Justicia Especial para la Paz (JEP) y estamos en el proceso de entregarlo a la Comisión de la Verdad. Hemos trabajado mucho para poderle cumplir al país y poderle cumplir a las víctimas”.

Entre tanto, Lopera se refirió a la vigencia de la Dirección de Acuerdos, frente a los rumores de que pronto se acabaría: “No es que la DAV termine. Es que como todas las instituciones de justicia transicional nosotras nacemos con un mandato y con una vigencia. Cumplido el mandato y cumplida la vigencia pues ya hicimos la labor”.

Para concluir, Lopera resaltó el papel de las víctimas en los procesos de justicia transicional en el país frente a la pregunta que le hicieron sobre las recomendaciones que le haría al sistema de justicia transicional. Entre tanto, dijo Lopera que “son muchas las lecciones aprendidas de la Dirección de Acuerdos de la Verdad para el nuevo sistema de justicia transicional y su institucionalidad, el saldo pedagógico. No estamos empezando de cero. No solo la institución, el país, la ciudadanía, las víctimas, todo este proceso se ha debido mucho a la incidencia que las víctimas del conflicto armado han tenido. (…) Uno de los llamados que hacen las víctimas, lo digo porque las he escuchado y he hablado con ellas… nos dicen: ‘articúlense, hablen entre ustedes, sumen esfuerzos’ Y yo creo que hay que escuchar ese llamado de las víctimas, a esa suma de esfuerzos porque ya hay un camino trasegado… aquí está todo un conocimiento, toda una experticia, y sobre todo una información que permite que la nueva institucionalidad hoy pueda cumplir sus mandatos”.

Para escuchar a la directora de Acuerdos de la Verdad haga click aquí.

Publicado en Noticias CNMH



Acuerdos de la Verdad, Grupos Paramilitares, Justicia transicional, Ley 1424 de 2010, Víctimas

Rechazamos atentado contra líder del paro cívico en Buenaventura

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Publicado

26 Jul 2019


Rechazamos atentado contra líder del paro cívico en Buenaventura

En medio de una marcha convocada contra la violencia que viven cientos de líderes sociales, rechazamos el atentado perpetrado contra Carlos Tobar, coordinador de la Mesa de Acceso a la Justicia, Protección y víctimas del paro cívico de Buenaventura. ¡Los líderes protegen nuestros derechos, su labor no debería costarles la vida!


Desde el Centro Nacional de Memoria Histórica rechazamos de manera enfática el atentado realizado el día de ayer, 25 de julio, al líder social del Paro Cívico de Buenaventura Carlos Tobar, quien desempeñaba el cargo de Coordinador de la Mesa de Acceso a la Justicia, Protección y víctimas. Carlos fue atacado por personas desconocidas, quienes en horas de la noche le produjeron seis impactos de bala al interior de su casa. Actualmente se encuentra en un centro asistencial bajo un pronóstico reservado.

Como líder, Carlos ha participado activamente en la construcción social del Centro de Memoria Histórica del Litoral Pacífico, un lugar de memoria pensado como resultado de las acciones de reconstrucción de la memoria y reparación simbólica a las víctimas en el territorio, procesos sociales que acompañamos como institución.

Nos solidarizamos con Carlos, su familia y toda la comunidad bonaverense, pues comprendemos que los líderes y lideresas sociales resignifican los territorios que son ocupados y violentados por los grupos armados desde acciones que dignifican las memorias de las víctimas y desde la resistencia pacífica construyen cotidianamente la paz, la verdad y el no olvido.

 


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