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7.331 desmovilizados de AUC han contribuido a la verdad

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CNMH

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CNMH

Publicado

24 Mar 2017


7.331 desmovilizados de AUC han contribuido a la verdad

Este balance se presenta en el marco de la conmemoración del Día Internacional del Derecho a la Verdad que se realiza todos los 24 de marzo, establecido por la Organización de Naciones Unidas.


En el marco del proceso que realiza la Dirección de Acuerdos de la Verdad del Centro Nacional de Memoria Histórica para analizar, documentar y preservar los hechos ocurridos alrededor del accionar de los grupos paramilitares en el país, se han logrado que 7.331 desmovilizados hayan contribuido con sus testimonios en el marco de la aplicación de la Ley 1424 de 2010.

Dando cumplimiento a lo establecido en dicha normatividad, cerca de 15 mil exmiembros de esos grupos al margen de la ley -que no están comprometidos en delitos graves- deben rendir sus testimonios como parte del proceso de reintegración a la vida civil sin reincidir en la delincuencia.

Las declaraciones de los exmiembros de las AUC son recogidos por la Dirección de Acuerdos de la Verdad a través del Mecanismo No Judicial de Contribución a la Verdad y se refieren a temas como la conformación de los grupos paramilitares, su participación y el conocimiento que tengan de hechos y actuaciones del grupo armado al que pertenecía.

Durante el 2016 se certificaron los testimonios de 7.187 desmovilizados, mientras que en los dos primeros dos meses del 2017 se ha certificado la contribución de 144 exmiembros de esos grupos al margen de la ley. Cabe aclarar que de este total 274 testimonios han sido certificados como negativos, es decir, no han cumplido con los requerimientos establecidos y, por tanto, dichos desmovilizados no son objeto de los beneficios judiciales contemplados en la Ley.

De acuerdo con el Plan Nacional de Desarrollo 2014-2018, la Dirección de Acuerdos de la Verdad del Centro Nacional de Memoria Histórica tiene para este 2017 el compromiso de expedir 10.600 certificaciones a igual número de desmovilizados que han contribuido efectivamente con sus testimonios.

Con dichas revelaciones, la Dirección de Acuerdos de la Verdad realiza documentos que contribuyen a garantizar el derecho a la verdad y la no repetición. Es así como próximamente se presentarán los informes sobre los Bloques Tolima, Calima y la Autodefensas de Meta y Vichada.

Este balance se presenta en el marco de la conmemoración del Día Internacional del Derecho a la Verdad que se realiza todos los 24 de marzo, establecido por la Organización de Naciones Unidas para promover la memoria de las víctimas de violaciones graves y sistemáticas de los derechos humanos y la importancia del derecho a la verdad y la justicia.

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Dos exposiciones del MNM en la Semana de las Artes

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CNMH

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CNMH

Publicado

24 Mar 2017


Dos exposiciones del MNM en la Semana de las Artes

Este año volvemos a la Semana de las Artes de la Universidad de los Andes. En su tercera versión, dedicada a temas de construcción de paz y posconflicto en Colombia, el Centro Nacional de Memoria Histórica, a través de la programación del Museo Nacional de la Memoria, se une a una agenda de actividades que quieren provocar reflexiones sobre el tránsito de la guerra a la paz en Colombia.  


En 2016 participamos con Volver la mirada, una exposición fotográfica sobre niños en el marco del conflicto, y Tocó cantar, un proyecto con músicos de diferentes regiones del país que compusieron letras sobre memoria. Este año el Museo Nacional de la Memoria participará con elciclo de cortometrajes de Mirada al Sur, que se proyectarán en la biblioteca de la universidad, y con la exposición Memoria Afro en Puerto GaviotasGuaviare: entre el conflicto y la resistencia,que estará del 27 de marzo al 7 de abril.

Memoria Afro en Puerto Gaviotas es un proyecto de reconstrucción de memoria histórica que hizo la comunidad de Puerto Gaviotas, una pequeña vereda de Calamar, Guaviare, junto al Consejo Comunitario del pueblo afro “Laureano Narciso Moreno”, el Colectivo de Estudios sobre Memoria y Conflicto de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Javeriana y el Colectivo Supresión Alternativa. A partir de los recuerdos de niños, adultos y ancianos, se recrearon historias que vivieron durante la guerra. A la memoria del conflicto, a las imágenes de guerra y desplazamiento, le mezclaron sus propias memorias, las de sus padres y las de sus abuelos, para afianzar sus tradiciones y fortalecer su plan de vida.

El resultado son ilustraciones reflejadas en luces led sobre fotos que ellos mismos tomaron de su territorio. Cada pieza fue hecha por miembros de la comunidad. Todos ellos participaron en talleres de fotografía e ilustración para aprender nuevas formas de transmitir sus memorias y esclarecer de forma digna algunos hechos ocurridos en el conflicto armado.

Dentro de la exposición se presentará en bucle un documental que narra el proceso de resistencia de esa comunidad, habrá visitas guiadas todos los días de 8 a 5 y estará presente el sociólogo Luis Fernando Gómez, representante del proyecto.

Mirada al sur: relatos audiovisuales de la memoria es un proyecto del Museo Nacional de la Memoria que circula contenidos audiovisuales sobre el conflicto armado en Colombia y otros países de Latinoamérica que también han explorado esos formatos para hablar de sus violencias y resistencias. Además de presentar a la sociedad las dinámicas que dieron inicio a la guerra, la idea es acercarse al esclarecimiento de los hechos y ver en contexto a los actores que perpetraron y los que sufrieron los actos de violencia.

En el cuarto piso de la biblioteca de Los Andes, desde el lunes 27 hasta el jueves 30 de marzo, se estará presentando, durante todo el día, una selección de más de veinte piezas audiovisuales producidas por el CNMH.  Pueblo sin tierra, un relato animado sobre el desplazamiento de una comunidad; Tocó cantar, que cuenta varias experiencias de cómo la música se volvió una forma de resistencia; o la serie de cortos No más violencia, donde actores colombianos dramatizaron testimonios sobrecogedores de víctimas de la guerra.

Además de la programación del Museo, la Semana de las Artes tendrá también otras exposiciones como El país que votó por el No, una curaduría de portadas de periódicos del día siguiente de que ganara el No en el plebiscito, y una muestra de telares de las Tejedoras de Mampuján.

Todos los eventos son gratis. Para conocer horarios y la programación completa vaya a este link: http://semanadelasartes.uniandes.edu.co/programacion/

 

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Líricas que recuerdan a los exilados

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Human Mark

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Human Mark

Publicado

27 Mar 2017


Líricas que recuerdan a los exilados

¨Descargar la maleta después de un largo viaje,
buscando lo necesario, pues mi idea no es quedarme,
luchar en un país donde nadie te conoce,
buscar una voz amiga, anhelos de noche…¨

Esta es una de las estrofas de la nueva canción ¨Memorias del futuro¨ del cantante de rap ¨El Aka¨, reconocido artista de la Comuna 13 de Medellín que trabaja por la defensa de los derechos humanos y la construcción de memoria histórica para la no repetición de los hechos violentos, que han cobrado la vida de cientos de vecinos de su territorio, en una zona donde las fronteras invisibles establecidas por las bandas criminales mantienen un cerco a los jóvenes que viven en estas comunas.

Este artista que exponente del Hip hop agrario, cultura musical que resignifica las reivindicaciones populares desde la siembra en los territorios, realiza un homenaje a los más de 413.325 colombianos exiliados por causa de algún hecho victimizante, cifra que registra la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).

¨La canción está inspirada en el proceso de sensibilización que venimos haciendo frente al tema del desplazamiento forzado y, en este caso, el exilio con todo lo que trae el desarraigo como tener que irse de sus lugares para salvar sus vidas¨, afirma El Aka.

Este sembrador y artista ya tiene cinco producciones musicales desde 2007, en las cuales siempre ha cantado sobre la memoria como un ejercicio colectivo: ¨es importante dar mensajes en la música para que estos lleguen a otros públicos que desconocen la magnitud del desplazamiento forzado transfronterizo, y así las personas sientan cerca esta problemática y, desde el hip hop, ampliar este mensaje a la escena musical¨, expresa El Aka.

¨La primera parte de la letra de la canción la sacamos en Bogotá entre varias víctimas retornadas al país luego de su exilio, en un diálogo social llamado Representación del exilio en el Museo Nacional de la Memoria, organizado por el Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH), en donde iban exponiendo sus casos de exilio y el dolor de haber partido de sus territorios y no haber podido volver¨.

El Aka lidera y acompaña varios procesos como ¨Unión entre comunas¨ que vincula la música hip hop y el agro para generar conciencia sobre la tierra, y la siembra como una forma de romper esas barreras invisibles impuestas por los violentos. Como él afirma: “Si el hip hop es calle, debajo de la calle hay tierra, y la tierra contiene nuestra historia, nuestras memorias y nuestra lucha”.

Otro de los procesos en el que este artista colombiano trabaja desde el colectivo Agroarte, es ¨Cuerpos Gramaticales¨, performance que permite realizar una catarsis conjunta frente a las huellas que ha dejado la guerra en una de las más grandes incursiones militares en un barrio de Medellín, la ¨Operación Orión¨ en la Comuna 13, en que la población civil quedó en medio del fuego cruzado produciendo un gran desplazamiento, asesinatos y desapariciones forzadas.

Finalmente, este artista envía un mensaje de aliento a quienes se encuentran lejos de sus territorios para no dejarse derrotar por las injusticias, palabras de resistencia para no dejar atrás los sueños ni las luchas constantes, para no olvidar que todos somos un pedazo de Colombia.

Escucha la canción ¨Memorias del futuro¨:

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India y Bosnia: dos miradas a la memoria

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Cortesía EUROCLIO

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Cortesía EUROCLIO

Publicado

28 Mar 2017


India y Bosnia: dos miradas a la memoria

La Asociación Europea de Educadores de Historia (EUROCLIO), escogió a Colombia para hacer parte del proyecto “Lidiar con el pasado en la enseñanza de historia”, que empezó en febrero de 2016, y terminará en abril de 2017.

El objetivo del proyecto es permitir el intercambio de experiencias entre líderes en educación de ocho diferentes países, con líderes de todo el mundo que también trabajan por la enseñanza de la historia y la memoria.

Las representantes de Bosnia-Herzegovina y de la India escogieron como destino a Colombia y estuvieron en Bogotá entre el 12 y el 16 de marzo. Visitaron el Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH) donde conocieron el proyecto de la Caja de Herramientas para maestras y maestros, y algunas experiencias de docentes que la han implementado en sus aulas, en Bogotá y otras regiones.

También visitaron otras instituciones como colegios públicos y privados, el Ministerio de Educación y el Centro de Memoria Paz y Reconciliación.

La invitada de la India, Meena Megha Malhotra, es artista y trabaja en la Fundación Seagull, dirigiendo el proyecto “PeaceWork”. En él promueven el cambio social por medio de expresiones artísticas y talleres de arte con niños de diferentes partes de la India. Para ella, uno de los retos más grandes de su trabajo es la cultura de silencio que existe en su país, alrededor de la enseñanza del pasado; tanto reciente como histórico, y sobre los conflictos étnicos, religiosos y de castas.

Por su parte, Senada Jusic, de Bosnia-Herzegovina, es historiadora y profesora de historia. Trabaja para EUROCLIO en su país, y actualmente hace parte del equipo que busca reformar el currículo de historia en Sarajevo.

En Bosnia-Herzegovina el tema de los conflictos interétnicos relacionados con el conflicto armado interno que vivieron previo a la separación de Yugoslavia, no han sido bien manejados. Sobre todo entre los jóvenes que no ven en sus propios países esperanza ni oportunidades para desarrollarse, y terminan emigrando a otros lugares de Europa.

A sus ojos, la experiencia de Colombia es interesante por la forma como han logrado converger las organizaciones sociales y civiles con iniciativas de Estado, y por las experiencias que, aún en medio del conflicto, lograban resistir mediante la enseñanza de la historia y la memoria.

El CNMH habló con ellas acerca de sus impresiones, sus experiencias y la relación que ven con Colombia.

¿Por qué escogieron Colombia, entre los países a los que podían ir a visitar?

Meena: Debo confesar que no tenía mucho conocimiento acerca de su sistema de educación ni el conflicto armado que habían vivido. Sin embargo, había oído de fuentes muy cercanas y sólidas, que trabajan temas de historia, que aquí había un trabajo valioso en cuanto a la incorporación del pasado difícil en las enseñanza dentro de las escuelas. Eso me motivó a venir porque, de donde yo vengo, no ocurre algo así.

Senada: Para mi fue al contrario, conocía la historia del conflicto en Colombia, las guerrillas, secuestros, violencia sexual, etc. Pero no sabía de la parte que la educación y el activismo social tenían en ello. Cuando nos estaban nombrando los países que podíamos escoger y supe de la conexión que existía aquí entre el Estado y las organizaciones sociales, así sea en un nivel lejano, quise venir a ver de qué se trataba. En mi país este es un grave problema; no existe ninguna conexión de este tipo. Las organizaciones influencian a ciertas personas y el gobierno a otras. El poder que existe en combinar estas dos influencias haría un cambio muy grande. Por eso decidí venir.

¿Esas ideas se confirmaron después de su visita?

Meena: Absolutamente. Después de lo que hemos visto en las diferentes presentaciones, estamos impresionadas por el trabajo que se está llevando a cabo. Muy analítico y muy bien planeado.

Senada: Estoy totalmente de acuerdo. Me encantó conocer las realidades de las personas que trabajan en campo y están haciendo la diferencia. Además, ellos no están en una etapa de negación, sino que son muy realistas acerca de su trabajo, lo que pueden y lo que no pueden hacer por el momento.

¿Cuál es el peligro en la cultura del silencio que mencionó en su presentación?

Meena: El peligro es que el pensamiento se fija en un imaginario determinado. Cuando las personas no hablan de ciertas cosas, y las condiciones y la sociedad son de determinada manera, se generan imaginarios, paradigmas que terminan dividiendo la sociedad. Y esta división nunca es buena, es muy peligrosa. Es como una bomba de tiempo que no sabes cuándo ni qué la va a hacer explotar en algún conflicto social.

¿Por qué es importante hablar del pasado de forma positiva y no solamente de forma negativa?

Senada: Cuando en un país se lucha constantemente con la economía, los malos trabajos, la corrupción, la inmigración, el desempleo, etc., hay un aire muy negativo en general. Por lo tanto, las personas empiezan solo a hablar sobre esas cosas negativas. Cuando empiezas a resaltar lo positivo, lo que tienes y lo que puedes hacer, inspiras esperanza para el futuro y llamas a la acción a las personas. Por ejemplo, si le explicas a las nuevas generaciones que aquí pueden conseguir un trabajo tan bueno y una calidad de vida como la que esperan tener en Alemania, ellos pueden empezar a creer en el futuro de su propio país. Por esa influencia negativa, muchos jóvenes han perdido la esperanza y solo quieren irse. Pero si se quedaran y trabajaran por lo suyo, podríamos pensar en una posible transformación de la sociedad.

Por último, es fácil perder la esperanza cuando el cambio no sucede tan rápido como esperamos. En Colombia a veces sentimos esto, tras tantos años de un conflicto armado. En su propia experiencia, ¿cómo siguen trabajando sin perder la paciencia o la esperanza?

Meena: Creo que una gran diferencia es que el cambio es muy distinto cuando se propone como parte de la agenda nacional. Así lo veo yo en el caso de Colombia, donde se han tomado decisiones estratégicas a nivel nacional y en la esfera pública por la construcción de paz. Por el contrario, en el caso de la India, esto no ocurre. Se trabaja más con lo intangible; y en ese caso, las respuestas son diferentes a tus expectativas. Uno siempre quiere ver el cambio mientras viva, pero no puede perder la paciencia porque el trabajo es de una naturaleza tal, que no ocurre de la noche a la mañana. Y no puedes perder la esperanza porque vale la pena trabajar por la paz y el bienestar de todos. Además, ustedes tienen, al menos una parte de la institución, como respaldo.

Senada: Por un lado de niña se me enseñó que cada día uno debía hacer algo bueno y bello para el mundo, por pequeño que fuera. Por otro lado, se debe creer que hay algo bueno en cada ser humano que puede empoderarlo y hacer que contribuya al cambio social. Tienes que creer eso, si no, no tiene sentido hacer nada de esto. 

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Filminuto por las víctimas de N. de Santander

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CNMH

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CNMH

Publicado

31 Mar 2017


Filminuto por las víctimas de N. de Santander

El concurso es de libre participación y estará abierto hasta el día miércoles 5 de abril, 11:59 p.m.


1.  Realizarun video de dos minutos como máximo de duración con el motivo de conmemorar el Día de la Memoria y la Solidaridad con las Víctimas.

2.  El video debe contener mensajes claves en: reconciliación, solidaridad con las víctimas y construcción de paz.

3.  No revictimizar (que tenga enfoque de acción sin daño) LEER ANEXO

4.  La recepción del material será a través del correo electrónico.

Apoya a las víctimas y plasma tu idea en un microvideo, máximo de 2 minutos, en pro de la reconciliación. Desde tu punto de vista comparte una idea de solidaridad, ten en cuenta todas las intenciones e imágenes que necesita tu comunidad y el país para reconocer la lucha de las víctimas frente a la guerra.

Es muy fácil participar sigue los siguientes pasos:

REQUISITOS

 

1.  Realizarun video de dos minutos como máximo de duración con el motivo de conmemorar el Día de la Memoria y la Solidaridad con las Víctimas.

2.  El video debe contener mensajes claves en: reconciliación, solidaridad con las víctimas y construcción de paz.

3.  No revictimizar (que tenga enfoque de acción sin daño) LEER ANEXO

4.  La recepción del material será a través del correo electrónico.


INSCRIPCIÓN Y DERECHOS DE PARTICIPACIÓN

 

1.  Para inscribirse es necesario llenar un formulario que se encuentra disponible en el grupo de Facebook que será el garante de derechos de participación, la inscripción y el proceso es completamente gratis. En el momento de la inscripción, será indispensable llenar los campos correspondientes a la información personal y el municipio en el que se encuentra en Norte deSantander.

2.  La ficha técnica está publicada desde el miércoles 15 de marzo de 2017.


REVISIÓN DE CONTENIDOS Y PREMIACIÓN

 

1.  La revisión y evaluación de los contenidos se efectuará entre el 6 y 8 de abril.

2.  Ficha técnica: puntos a tener en cuenta al momento de calificar: Mensajes claves de reconciliación, solidaridad con las víctimas, construcción de paz, reconocimiento a la versión de la historia.


La publicación del ganador del filminuto se dará el domingo 9 de abril en la parada cultural en El Malecón de Cúcuta. En la conmemoración se recibirá el reconocimiento.

 

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Santander


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Desarmados para educar

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CNMH

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CNMH

Publicado

01 Abr 2017


Desarmados para educar

Un proyecto transmedia que nació como trabajo de grado en una maestría en Medellín, tomó vuelo y ahora es una innovadora herramienta digital para entender la guerra.


No hubo mucho tiempo. Solo tres meses para materializar lo que había sido el mayor dolor de cabeza de tres estudiantes durante la Maestría en Comunicación Transmedia en Eafit: la tesis. Tres meses para la creación de un sitio web que ayudara a sensibilizar sobre la guerra y aportara a la construcción de paz.

Y el tiempo era tan corto porque fue en septiembre de 2016 cuando les llegó la noticia que eran uno de los proyectos ganadores de “Crea Digital”, la convocatoria nacional del Ministerio de Cultura y del Ministerio de las Tics, para la creación de contenidos de memoria histórica con el uso de las nuevas tecnologías. El premio, pues, los obligaba a materializar la tesis antes de 2017.

El proyecto fue realizado por la comunicadora Paola Morales, el periodista Juan Sebastián Zuluaga y el teólogo Fabio Díaz; y una de sus grandes ventajas a la hora de armar la estructura de la página web (www.desarmados.org) era que desde el comienzo sabían que se trataba de reconstruir la memoria histórica del conflicto, en palabras de Sebastián: “Queríamos reconstruir historias de tal forma que fuera fácil para los muchachos de los colegios entender la guerra”.

Es decir, desde un comienzo también tenían claro que esta sería una herramienta con público definido: los estudiantes de bachillerato entre los grados noveno y once. Y fue por eso que visitaron 10 colegios (públicos y privados) de Medellín con el fin de probar la plataforma y, sobre todo, de que la conocieran y la utilizaran.

Sebastián también cuenta que cuando comenzaron a pensar en la tesis se dieron cuenta de que la mencionada Cátedra de la Paz (según el decreto 1038 de mayo de 2015, todos los colegios y universidades la deben tener en sus currículos y en sus Planes Educativos Institucionales) no había logrado materializarse en muchos lugares debido a la falta de material pedagógico para profesores y alumnos. Por eso no fue casual que el pasado 15 de marzo, día de la presentación oficial de “desarmados” en el Auditorio Fundadores de la Universidad EAFIT, se repartieran dos cartillas a la entrada (una para profesores y otra para estudiantes) con las instrucciones para el manejo en el aula del portal web.

Y lo que queda claro después de darle un vistazo tanto a las cartillas como a la página es que se trata de un intercambio de correspondencias entre los protagonistas de la guerra y personas del común en la sociedad. Por ejemplo, un desmovilizado de las Autodefensas envía una videocarta que es contestada por Juan Luis Mejía, rector de EAFIT. O Diana, una desmovilizada de la guerrilla, envía otra videocarta que el profesor, Antanas Mockus, responde en el portal. “Desarmados –dijo el Rector de EAFIT– también sirve para recuperar a la carta como género literario”.

La página web ofrece, además, un mapa interactivo, con una línea de tiempo, que muestra videos animados que explican los sucesos relevantes del conflicto armado. Dichas explicaciones están basadas en el informe ¡BASTA YA! Colombia: memorias de guerra y dignidad, presentado al país por el CNMH en 2013 (http://www.centrodememoriahistorica.gov.co/micrositios/informeGeneral/descargas.html).

“Nosotros soñamos con que las cartas que se incorporen en esta plataforma también sirvan para mermar la estigmatización en Colombia –dice Sebastián Zuluaga–. Que los muchachos de los colegios puedan ponerse en los zapatos de los protagonistas de la guerra”.  

Hasta el momento, solo se ha presentado en 10 colegios de Medellín pero la idea es que con la ayuda de la empresa privada y otras instituciones del Estado, el proyecto pueda multiplicarse de tal forma que ocupe el lugar que en el algún momento se soñó con la Cátedra de la paz.

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Programación general 9 de abril

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Autor

Maria Paula Durán

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Maria Paula Durán

Publicado

03 Abr 2017


Programación general 9 de abril

El 9 de abril de 1948 cambió la historia del país. Los estudiosos del conflicto armado han llegado al acuerdo (en su mayoría) que la confrontación actual tiene sus orígenes en La Violencia partidista. Aquel 9 de abril de 1948, con el asesinato de Jorge Eliécer Gaitán y el Bogotazo, la confrontación política y armada se difuminó por todo el país dejando decenas de miles de víctimas. Pese al acuerdo entre el Estado y las FARC, de ponerle fin al conflicto armado, la mezcla de armas y política no ha desaparecido. 


En 2011, el artículo 142 de la Ley de Víctimas y Restitución de Tierras, constituyó el 9 de abril como el Día de la Memoria y la Solidaridad con las Víctimas: reconocer a los más de 8 millones de colombianos que históricamente se han visto afectados por estas muertes, esta intolerancia, y lo que es peor, por una gran indiferencia del país.

El 9 de abril, más que ser una obligación legal es un deber moral y humanitario con quienes han sufrido los desmanes de la guerra. Por eso, en 2017 el Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH) hace un esfuerzo por combatir la indiferencia mostrando las historias de resistencia y dignidad de cientos de víctimas.

Para acercar a las personas a estas realidades, en Bogotá el CNMH y la Arquidiócesis de Bogotá aunaron esfuerzos para relacionar dos fechas importantes que coinciden este 9 de abril: el Día de la Memoria y Solidaridad con las Víctimas y el Domingo de Ramos que da inicio a la Semana Santa. En 306 iglesias de Bogotá se desplegarán dos gigantografías que recuerdan el valor y resistencia de quienes han padecido la guerra. Y en cinco iglesias se montarán cinco exposiciones del CNMH. El lanzamiento de las actividades será el 7 de abril, a las 9 a.m., en la basílica de Nuestra Señora de Lourdes.

  • En el Santuario de Monserrate se presentará la exposición “Memorias de dignidad y resiliencia: mujeres y guerra en el Caribe colombiano”, casos Córdoba y La Guajira, compuesta por fotografías de Jesús Abad Colorado. En ella, se muestra el contexto del horror en la Costa Caribe y resalta la dignidad y resiliencias de las mujeres y su rol de gestoras de paz. 
  • En la iglesia del Olaya estará la versión de Magdalena y Montes de María de Memorias de dignidad y resiliencia: mujeres y guerra en el Caribe colombiano.
  • En la iglesia del 20 de julio estará la primera muestra de Transiciones, una serie fotográfica de Juan Arredondo sobre cómo cambia la infancia de quienes fueron obligados a unirse a los grupos armados.
  • En la iglesia del Claret estará expuesta la segunda muestra de Transiciones que retrata las consecuencias del desplazamiento y la desaparición forzada en Colombia. Esta muestra reivindica la lucha de Fabiola Lalinde, una madre en búsqueda de su hijo desaparecido.
  • En la iglesia de San Wenceslao estará Volver la mirada, una exposición fotográfica que narra, desde distintas perspectivas, por qué los niños van a la guerra, cómo la experimentan y cómo la resisten.
  • En la basílica de Nuestra Señora de Lourdes estará también la exposición de Volver la mirada.

Además, en medio del proyecto de memoria Catatumbo, Memorias de Vida y Dignidad, en Cúcuta (Norte de Santander) se han realizado varios eventos culturales y académicos para reconocer la fuerte violencia que se ha vivido en esta región y la capacidad de resiliencia de sus habitantes.

La agenda de Cúcuta se extiende por varios días desde finales de marzo hasta el 9 de abril:

  • Empezó el 22 de marzo con la Conferencia Construcción de Paz desde la enseñanza de la ética
  • Además, el 30 de marzo se realizó la Conferencia Narración Oral – Memorias de Paz, a cargo de la Compañía Trazasueños de Pereira
  • Se realizará también, del 4 al 25 de abril, la muestra cinematográfica “Recordar nos llena de valor: Un mirada a la memoria desde el cine colombiano”. Se presentarán los siguientes filmes:
    • Martes 4 de abril, 7 p.m. biblioteca J.P.F. sala TIC: “Confesión a Laura” – Jaime Osorio (1990)
    • Martes 11 de abril, 7 p.m. biblioteca J.P.F. sala TIC. “La tierra y la sombra” – César Augusto Acevedo (2015)
    • Martes 18 de abril, 7 p.m. biblioteca J.P.F. sala TIC. “La playa D.C.” – Juan Andrés Arango (2012)
    • Martes 25 de abril, 7 p.m. biblioteca J.P.F. sala TIC. “Tierra en la lengua” – Rubén Mendoza (2014)
  • Finalmente, el 9 de abril se hará una jornada conmemorativa, desde las 9:00 a.m. hasta la 1:00 p.m. en el Malecón, frente al Pueblito Pepsi
  1. Una Parada Cultural de la Memoria y Solidaridad con las Víctimas desde las 9:00 a.m. hasta la 1:00 p.m.
  2. Teatro
  3. Muestra audiovisual
  4. Talleres y premiación del Filminuto.

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Solidaridad con las víctimas recorre la Semana Santa

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Autor

César Romero

Fotografía

César Romero

Publicado

03 Abr 2017


Solidaridad con las víctimas recorre la Semana Santa

Este 9 de abril, el CNMH y la Arquidiócesis de Bogotá se unen para conmemorar a las víctimas del conflicto armado en 306 iglesias de la capital. El lanzamiento de las actividades será el 7 de abril, a las 9 a.m., en la basílica de Nuestra Señora de Lourdes.


Habrá exposiciones fotográficas sobre reclutamiento infantil, desplazamiento, desaparición forzada y mujeres, memorias y dignidad en las iglesias de Lourdes, 20 de julio, Monserrate, San Wenceslao (San Cristóbal Norte), Inmaculado Corazón de María (Claret) y Nuestra Señora del Perpetuo Socorro (Olaya). 

La larga guerra que ha atravesado nuestra historia reciente nos ha vuelto insensibles y, otras veces, ajenos al dolor de las víctimas. Para caminar hacia la paz debemos romper esa barrera que nos separa del prójimo: escuchar los testimonios de las víctimas, acercarnos para comprenderlos, actuar. En el Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH) y la Arquidiócesis de Bogotá estamos comprometidos con ese camino y queremos invitarlos a hacer parte de él. 

Desde 2011, por mandato de la Ley de Víctimas, cada 9 de abril se conmemora el Día de la Memoria y la Solidaridad con las Víctimas. Este año, esa fecha coincide con el Domingo de Ramos: el día que inicia la celebración de la Semana Santa católica. El CNMH, en alianza con la Arquidiócesis de Bogotá y Colombia Transforma, ha articulado una agenda de actividades para invitar a la solidaridad con las víctimas de la guerra y para activar un compromiso activo con la no repetición y la construcción de la paz. 

El Domingo de Ramos es una fecha de gran significación para la comunidad católica, pues se conmemora la entrega y el sacrificio de Jesús, como víctima pacífica que trae paz, reconciliación y la comunión entre hermanos y hermanas. 

¿Qué le aporta la fe a la construcción de la paz? ¿Cuál es la importancia de la solidaridad y la comunión en clave de la coyuntura política del país? 

La inauguración de esta programación será el 7 de abril en la Basílica de Lourdes a las 9:00 de la mañana. María Emma Wills, del CNMH, y Pedro Manuel Salamanca, obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Bogotá, hablarán del sentido de esta alianza y presentarán la exposición “Volver la mirada”, compuesta de fotos que exploran la relación entre la niñez y la guerra. 

Adicionalmente, en seis iglesias, se presentarán las siguientes exposiciones del CNMH:

  • En el Santuario de Monserrate se presentará la exposición “Memorias de dignidad y resiliencia: mujeres y guerra en el Caribe colombiano”, casos Córdoba y La Guajira, compuesta por fotografías de Jesús Abad Colorado. En ella, se muestra el contexto del horror en la Costa Caribe y resalta la dignidad y resiliencias de las mujeres y su rol de gestoras de paz.
  • En la iglesia del Olaya estará la versión de Magdalena y Montes de María de Memorias de dignidad y resiliencia: mujeres y guerra en el Caribe colombiano.
  • En la iglesia del 20 de julio estará la primera muestra de Transiciones, una serie fotográfica de Juan Arredondo sobre cómo cambia la infancia de quienes fueron obligados a unirse a los grupos armados.
  • En la iglesia del Claret estará expuesta la segunda muestra de Transiciones que retrata las consecuencias del desplazamiento y la desaparición forzada en Colombia. Esta muestra reivindica la lucha de Fabiola Lalinde, una madre en búsqueda de su hijo desaparecido.
  • En la iglesia de San Wenceslao estará Volver la mirada, una exposición fotográfica que narra, desde distintas perspectivas, por qué los niños van a la guerra, cómo la experimentan y cómo la resisten.
  • En la basílica de Nuestra Señora de Lourdes estará también la exposición de Volver la mirada. 

En las seis iglesias habrá un buzón, en donde puedes responder a la siguiente pregunta: Frente al dolor y a la dignidad de las víctimas, una luz de esperanza. ¿Y tú, a qué te comprometes?

Estas exposiciones son una herramienta para narrar el sufrimiento, la dignidad y el coraje de víctimas de distintas regiones del país. Son una puerta para abrir la capacidad de solidaridad y compromiso con quienes más han padecido el horror de la guerra. 

Además, desde el 9 de abril, en 306 iglesias de Bogotá, estará presente en gigantografías, el mensaje que recuerda los sufrimientos, el valor y la dignidad y luchas por sus derechos, de las más de 8 millones de víctimas del conflicto armado en el país. 

En estas iglesias de la ciudad, como La Catedral Primada y Las Nieves, se reflexionará sobre el sentido cristiano que tienen la memoria y la paz. En cada barrio de Bogotá habrá materiales, contenidos y reflexiones que ayuden a la comunidad a entrar en comunión frente al sufrimiento y la dignidad de las víctimas. 

Las exposiciones continuarán con una itinerancia que se extenderá a lo largo de 2017 por lugares de fe de distintos credos en el país y en escenarios académicos y culturales. El desarrollo de esta agenda expositiva y conmemorativa cuenta con el apoyo del Programa Colombia Transforma de OTI-USAID.

Consulta la programación general del 9 de abril aquí: http://bit.ly/2nBVjNj

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Semana Santa


Semana Santa

Un día para que nos vean

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CNMH

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CNMH

Publicado

11 Abr 2017


Un día para que nos vean

En diferentes espacios de Medellín se conmemoró el #9deAbril. En el Cementerio Universal fue entregado el único mausoleo dedicado a las víctimas de desaparición forzada.


Algunos grupos de víctimas de Medellín decidieron adelantar los eventos de conmemoración del Día Nacional de la Memoria y la Solidaridad con las Víctimas para el pasadoviernes 7 de abril. Sabían que para el Domingo de Ramos (9 de abril)la gente estaría dispersa y en modo vacaciones. Por eso, ese día, la programación comenzó desde temprano en el parque de San Ignacio, uno de los más concurridos en el centro de la ciudad.

Su rutina de viernes se vio interrumpida con una tarima, un poco más de 100 sillas y varios pendones con fotos de las víctimas. A pesar de que allí hay una sede de la Universidad de Antioquia, no es usual que haya eventos o manifestaciones públicas. Por eso,algunos peatones pararon para escuchar a las personas que tomaban el micrófono.

“Eso es lo que queremos, que la gente nos vea y nos escuche”, dijo Yolanda Perea, víctima de Riosucio, Chocó.Su frase resume no solo la razón por la cual eligieron ese espacio del centro sino el objetivo de tener un día para conmemorarlas a ellas y a las historias del conflicto armado en Colombia. 

 

A diferencia de otras conmemoraciones del 9 de abril en Medellín (con discursos sobre el dolor de la guerra o sobre los acuerdos de paz), este año el mensaje estuvoenfocado ala solidaridad. “Queremos que la gente entienda que nosotras, las víctimas, también tenemos una vida después de la tragedia. Muchas veces lo único que necesitamos es una mano amiga que nos ayude en nuestro proyecto de vida”, dijo Noelba Correa, de la Mesa de Víctimas Municipal.

Esa mañana en el parqueno hubo discursos oficiales, sólo testimonios de víctimas emprendedoras, músicos de las comunas y una obra teatro con un mansaje de protesta sobre las dificultades que tienen algunas personas desplazadas en Medellín para obtener ayudas por parte de las instituciones.

Pasadas las tres de la tarde, un bus trasladó a varios de los asistentes hasta el norte de la ciudad, al Cementerio Universal, donde sería entregado “Ausencias que se nombran”, un mausoleo exclusivo para víctimas de desaparición forzada y que hace parte del Plan Integral de Búsqueda de Personas de Desaparición Forzada, cuya unidad fue conformada la primera semana de abril, de 2017, tras la firma presidencial. 

El evento se alargó hasta el anochecer y aunque tuvo un tinteoficial (discursos de funcionarios), fue aprovechado por varias organizaciones para protestar porque en algunos casos de desaparición forzada y crímenes de Estado, la institucionalidad no ha cumplido: “Yo sé de compañeras que no tienen donde vivir o que están con problemas de salud y no tienen cómo ir donde un médico”, dijo Luz Elena Galeano, una de las asistentes.

En la medida en que los familiares de personas desaparecidas llegabanal cementerio, se acercaron al mausoleo con la foto de su ser querido y, uno a uno, la ubicófrente a la bóveda. Al final, el lugar se convirtió en una galería con los rostros de hombres y mujeres que llevan años resistiendo el olvido. Aunque el mausoleo puede albergar 180 restos, en los próximos días serán trasladados 49 que ya fueron identificadospero están en otro cementerio.

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Medellín


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La Semana Santa y los rostros de las víctimas

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María Paula Durán

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María Paula Durán

Publicado

11 Abr 2017


La Semana Santa y los rostros de las víctimas

Este 2017 coincidieron el Día de la Memoria y la Solidaridad con las Víctimas y el Domingo de Ramos. Miles de católicos encontraron en sus iglesias un puente para acercarse a las víctimas del conflicto armado.


Diminuta a escala de la gigante iglesia del barrio 20 de julio, en el sur de Bogotá, una niña camina por los paneles de una exposición fotográfica. Se hace un espacio entre la mitad de miles de católicos que se preparan para recordar la pasión de Cristo. Es Domingo de Ramos. En la galería de fotos, a escala de grises, aparecen niños y jóvenes vistiendo uniformes de grupos armados o que recién renunciaron a ellos: desmovilizados. La niña se acerca decidida hacia una de las fotos: un niño, algo mayor que ella, aparece de perfil mientras las manos de otro le delinean con cuchilla un corte de pelo. Lo señala, lo recorre con los dedos, lo mira fijamente. Siente empatía.

  •  Trabajador de la finca bananera Zulemar en el municipio de Carepa.

  •  Trabajador de la finca bananera Zulemar en el municipio de Carepa.

 

La foto es parte de la exposición Transiciones, que tiene un capítulo de reclutamiento, otro de desaparición y uno de desplazamiento. Juan Arredondo, el fotógrafo de esa exposición, me había dicho hace un par de meses que lo que más le revolvía el estómago al retratar niños en la guerra era pensar cómo uno a esa edad estaba en otro cuento. Esa reflexión dejó en el aire una posibilidad que discutimos brevemente ese día: que uno de nuestros problemas sea que los 40 millones de colombianos que no hemos sido víctimas de la guerra estemos en otro cuento. Que nos falte empatía.

Al mismo tiempo que la iglesia del 20 de julio se empezaba a llenar de feligreses agitando palmas y pañuelos blancos, más de 300 parroquias en Bogotá comenzaban  con una celebración inusual. Este 2017  —feliz coincidencia, diría más tarde el sacerdote del barrio Claret— el Domingo de Ramos cayó un 9 de abril: el mismo día que desde 2011, por mandato de la ley 1448, se conmemora el Día de la Memoria y la Solidaridad con las Víctimas.

El Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH) y la Arquidiócesis de Bogotá no dejaron escapar la sincronía de sus calendarios y se puso en marcha una jornada conjunta. En 306 iglesias de todo Bogotá fueron instalados dos pendones gigantes que llevaban impresas dos imágenes. Una la tomó César Romero durante el velorio, quince años tardíos, de ocho víctimas de la masacre de El Salado.

Otra se la tomó el mismo Juan Arredondo a una madre que se reencontró con su hijo después de que una guerrilla lo reclutara siendo un niño. A los pendones se sumaron exposiciones en seis iglesias más: Lourdes, Monserrate, Claret, Olaya, San Wenceslao y 20 de julio. Las galerías, que estarán allí durante el resto de la Semana Santa, ponen sobre la mesa temas como la niñez en medio de la guerra, la desaparición forzada, el desplazamiento y la resistencia de las mujeres a la violencia.  

Cerca del mediodía el sacerdote de Las Nieves explicó en un templo a reventar: “Hoy es un día en que la Iglesia Católica quiere unirse a las víctimas, reconocer su capacidad de recrear la vida, ser ejemplo de dignidad y oponerse a la indiferencia social […] Debemos ser conscientes de que Colombia ha atravesado unos límites que no se pueden repetir. Tenemos que ser capaces de poder pedirle al Señor que nos ayude a construir un país que guarde la memoria de todo lo que ha ocurrido, que sea solidario con las víctimas, que no encuentre en los católicos personas indiferentes que digamos ‘no me interesa lo que pasó por allá porque a mí no me ocurrió’, sino que seamos sensibles, que nos duela una sola persona que ha sido violentada, que ha sido expulsada de su tierra, que ha sido marginada”.

La preparación

Días atrás, el padre Carlos Jiménez, alto, delgado, delicado al hablar, exponía ante los 47 párrocos que agrupa la vicaría de San José. Les explicaba, como quien dicta una clase, por qué importaba la alianza entre el CNMH y la Arquidiócesis, y cómo ellos podían aportar. En otras cinco vicarías de la ciudad, alrededor de 250 sacerdotes también discutían con interés sobre cómo relacionar su fe con un compromiso hacia las víctimas del conflicto armado. El espacio ideal para esa reflexión sería la homilía de la misa de Ramos.

Algunos sacerdotes también propusieron hablar de cómo la guerra y la Iglesia se han cruzado de buena y mala manera. Cómo, por ejemplo, el lanzamiento de un cilindro lleno de metralla masacró a 79 personas que se resguardaban en la iglesia de Bojayá, Chocó. Pero también cómo, en esa misma tragedia, la casa cural y la casa de las Misioneras Agustinas sirvieron de albergue para la población. Y cómo en decenas de pueblos ultrajados y arrasados, la fe ha sido un asidero de esperanza para las víctimas. O cómo algunos líderes católicos, como monseñor Héctor Epalza en Buenaventura, han arriesgado sus vidas por denunciar el abandono estatal y el conflicto en sus territorios (o el obispo de Tibú, que ha frenteado la violencia por las trochas de El Catatumbo, o el mismo jesuita Francisco de Roux, que fundó el Programa de Desarrollo y Paz del Magdalena Medio).

Así se lo dijo a El Espectador María Emma Wills, asesora de la dirección del CNMH: “las distintas iglesias son quienes han roto con la soledad en los territorios más desfavorecidos por el conflicto armado. Eso hay que respetarlo, porque la fe levantó y le dio sentido a la vida de cientos de víctimas, entre el desamparo estatal tan brutal que hay en este país. O sea, si la violencia es dejarte en el profundo abandono, la espiritualidad te reconforta ya que vuelves a vincularte con el otro, en unidad”.

Mientras miraba las fotografías de desaparición forzada y desplazamiento de Transiciones, que habían tenido una larga fila de personas esperando una visita guiada, el padre de la iglesia del barrio Claret contaba por qué la lectura del evangelio del Domingo de Ramos era preciso para el Día de la Memoria y la Solidaridad con las Víctimas.

El evangelio del Domingo de Ramos es la versión de Mateo de la traición, el juicio y la crucifixión a Jesús en el Gólgota. Jesús le advierte a Judas que lo va a traicionar. Le asegura a Pedro que lo va a negar tres veces. Entregan a Jesús a Pilato, el gobernador, y la gente decide injustamente crucificarlo a él por encima del ladrón Barrabás. Pilato se lava las manos y se exculpa de esa muerte. Jesús grita “¡Elí, Elí, lama sabactaní!, que es la traducción del popular “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?”.  A Jesús lo crucifican y meten su cuerpo envuelto en sábanas en una especie de gruta que sellan con una roca enorme.

La víctima inocente

Lo explicó el padre Augusto, de la iglesia Inmaculado Corazón de María: “Los textos bíblicos son paradigmáticos. Son unas experiencias humanas que todos podemos vivir pero en Jesús adquieren un valor sin igual. El de hoy es el drama de la Pasión: un hombre que sufre y sobre el cual se van volcando todos los tipos de violencia que hay […] Muchas de las víctimas nuestras son despojadas. Y Jesús hoy es despojado de todo: de su dignidad, de su inocencia, de su círculo de amigos, de su familia, de su vestido y de su vida. El corazón humano es contradictorio: es capaz de amar pero también es capaz de odiar, es capaz de unir las fuerzas de los que tienen poder contra el que es inocente. Y encima esa es una condena injusta impulsada por el griterío de una multitud alienada”.

“Mira, el Presidente y la guerrilla pudieron haber firmado la paz y lo que quieras —me diría luego Amparo, una anciana de ojos claros, parada en la puerta de una iglesia del Centro—, pero aquí no vamos a descansar de esta guerra hasta que veamos la responsabilidad que tenemos con los que han sido marginados. ¿Escuchaste el evangelio? Poncio Pilatos decía ‘soy inocente de esta sangre, allá ustedes”. En distintos niveles, cómo no, pero aquí nadie es inocente de nada’.

Son 8 millones de mujeres, hombres y niños que padecieron como nadie las consecuencias de la guerra de nuestro país. De injusticias contra estas víctimas, como la que para los cristianos ocurrió hace dos milenios, está llena la historia reciente de Colombia. También de indiferencia, de incomprensión y de olvido.

Un recorrido rápido por las exposiciones de estas iglesias deja ver algunas de estas injusticias y la resistencia y dignidad de las víctimas: como fue la desaparición y asesinato de Luis Fernando, el hijo de Fabiola Lalinde, a manos del Ejército, y luego los 33 años que su madre ha pasado buscando justicia sin descanso. El asesinato de Yolanda Izquierdo, una mujer que defendió su tierra de la avanzada paramilitar en Córdoba. El reclutamiento de Andrés, un niño caucano que la guerrilla se había llevado y los indígenas nasa pudieron recuperar.

Al final del recorrido de las exposiciones, los mediadores invitaban a los asistentes a dirigirse a una urna de vidrio. Allí se leía: “Frente al dolor y la dignidad de las víctimas, una luz de esperanza. ¿Y tú, a qué te comprometes?”. Me acerqué a hablar con algunos y escuché toda clase de respuestas. Me comprometo a respetar. Me comprometo a convivir con mis enemigos. Me comprometo a mirar a la cara a las víctimas. Me comprometo a aprender sobre nuestra historia. Me comprometo a ser más tolerante.

Nuevamente: son 8 millones nuestras víctimas. Eso equivale a uno de cada seis de nosotros. Los otros cinco, por momentos, nos hemos paralizado frente a la barbarie y hemos decidido que es más fácil no confrontar el horror ni entender la resistencia. Hemos estado en otro cuento.

Decía un volante que recibieron los feligreses: “Colombia olvidó demasiado y la guerra siempre regresó. No permitamos que vuelva a suceder”. En las 306 iglesias seguirán, durante varios días más, los rostros de las víctimas que invitan a todos, en particular a los católicos, a entender su sufrimiento y su dignidad. Que esta Semana Santa sea la oportunidad para empezar a ver en el rostro de Jesús, acaso la víctima más universal, la nostalgia de un desplazado, la incertidumbre del familiar de un desaparecido y el miedo de un niño que ha portado un fusil. No permitamos que vuelva a suceder.

Publicado en Noticias CNMH


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