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Representando el conflicto: Noche de Estrellas

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Autor

Pablo Burgos

Fotografía

Pablo Burgos

Publicado

16 Ago 2018


Representando el conflicto: Noche de Estrellas

Noche de Estrellas, que se estrena el próximo 18 de agosto, es un corto audiovisual dirigido por Pablo Burgos, el cual personifica uno de los temas más crueles del conflicto armado en  el corregimiento de Puerto Venus,  municipio de Nariño, Antioquia: el asesinato, por parte de las FARC, de José Bianey Montoya uno de los jóvenes más queridos dentro de la comunidad.


En el transcurso de dos años se realizaron talleres de formación actoral con los habitantes del corregimiento de Puerto Venus. La dedicación, ganas y convicción por representar lo que la guerra había hecho con ellos, los llevó a convertirse en los protagonistas de este corto audiovisual que retrata una historia sobre lo que la guerra provocó en el municipio de Nariño. Y es que según el Registro Único de Víctimas, entre 1997 y 2005 fueron asesinadas 907 personas en Nariño, Antioquia.

Hablar del municipio de Nariño, en Antioquia, es relatar la crudeza de la guerra. Es escuchar los relatos de sus habitantes recordando cómo la violencia se apoderó del municipio. En 1999, por ejemplo, la guerrilla de las FARC cometió una toma, a sangre y fuego, donde cerca de 300 hombres fuertemente armados atacaron al pueblo y destruyeron la Alcaldía, la estación de policía y asesinaron a 16 personas entre el 30 de julio y el 1 de agosto. Elda Neyis Mosquera García, alias ‘Karina’, ex jefe guerrillera del frente 47 de las FARC fue la responsable de esta masacre.

El dolor de los habitantes de Nariño se ha transformado en esperanza. Un ejemplo de ello es Noche de Estrellas que surge de una iniciativa de creación colectiva de la comunidad del corregimiento de Puerto Venus, dentro de su proceso de reparación colectiva. En el documental actúan jóvenes de Nariño mientras de fondo se va escuchando la voz de Roberto Montoya a quien la guerrilla le asesinó su hijo José Bianey Montoya en el año 2002. Su voz pausada relata lo que la guerra nos ha quitado, pero al mismo tiempo es la esperanza por un nuevo país. “A mí me tocó ayudarle a mi hijo al buen morir”, dice Roberto, “mi Dios me dio valor”.

De este modo del 17 al 19 de agosto se llevará a cabo la muestra audiovisual “Noche de estrellas”, en Puerto Venus, Antioquia. Una iniciativa propuesta y realizada por la comunidad y la Corporación Cinema Realidad, con apoyo del Centro Nacional de Memoria Histórica. Allí será presentado oficialmente el corto que relata esta historia del municipio de Nariño, además de otras piezas audiovisuales realizadas a nivel nacional que dan cuenta del conflicto y la memoria en el país.

Vea la programación completa de la muestra de cine en Puerto Venus, Antioquia

 

Publicado en Noticias CNMH


Cine, Farc

Líder de la UP del Meta es raptado y su esposa, herida

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Autor

CNMH

Fotografía

CNMH

Publicado

21 Ago 2018


Líder de la UP del Meta es raptado y su esposa, herida

El martes 21 de agosto hombres armados raptaron al líder y sobreviviente de la Unión Patriótica Jefferson Arévalo Robayo, y atacaron con arma blanca a su esposa y lideresa Gladys Tirado. El CNMH se suma al repudio por estos hechos.


El Centro Nacional de Memoria Histórica se suma al repudio de los ataques aleves que sufrieron este 21 de agosto los líderes sociales Jefferson Andrés Arévalo Robayo y Gladys Tirado en la vereda Danubio del municipio de Puerto Rico, Meta, expresiones de la intolerancia que creíamos en vías de superación definitiva.

Jeferson Andrés Arévalo Robayo es el hijo de Luz Marina Robayo, lideresa de la Unión Patriótica asesinada en el Castillo (Meta) en 2003.

El martes, quince años después, hacia las 10:00 am, Jefferson fue raptado por hombres armados. Mientras su esposa, Gladys Tirado, fue atacada con arma blanca y se encuentra en estado crítico.

Además de ser sobrevivientes de la Unión Patriótica, Jefferson y Gladys son líderes reconocidos de la comunidad de Puerto Rico (Meta).

Sus familiares están sumidos en la angustia, tanto por el estado de salud en el que se encuentra Gladys como por ignorar, hasta ahora, el paradero de Jefferson, a quien esperan encontrar con vida lo más pronto posible.

Jeferson hace parte de la Corporación Reiniciar capítulo Meta, con quién el Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH) ha venido trabajando para el cumplimiento de una sentencia del Consejo de Estado en el caso de Josué Giraldo, líder de la UP asesinado en 1996.

El Centro expresa todo su apoyo a las familias de Jefferson y Gladys, y su incondicional respaldo a la Corporación Reiniciar. Asimismo, reiteramos nuestro compromiso con la construcción de una memoria que dignifique el buen nombre de todos los líderes sociales que han sido víctimas del conflicto armado y abogamos por una amplia movilización institucional y social en torno a la defensa de la vida, las libertades y el pluralismo político.

Publicado en Noticias CNMH



Líderes Sociales, Meta, UP

Conmemoración de la Masacre en el Suroriente de Bogotá

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Autor

CNMH

Fotografía

CNMH

Publicado

27 Sep 2017


Conmemoración de la Masacre en el Suroriente de Bogotá

32 años de la masacre del 30 de septiembre de 1985


La Conmemoración busca recuperar, a través de diferentes actividades culturales y académicas, la memoria en los lugares donde ocurrió este hecho violento. 

El 30 de septiembre de 1985, un grupo de jóvenes del M-19 hicieron parar un camión de leche en el barrio San Martín de Loba, del suroriente de Bogotá, y comenzaron a repartir esta bebida entre los habitantes de los barrios Malvinas, Guacamayas y San Martín. 

Ante la anormalidad del hecho, se hizo presencia en la zona el Ejército, del DAS, la Policía y la Sijín en un operativo conjunto en el que intervinieron 500 hombres. Los integrantes del M-19 huyeron en tres direcciones diferentes y fueron perseguidos por la Fuerza Pública, en tres barrios diferentes. 

Producto de este operativo, según la Corte Interamericana de Derechos Humanos, fueron asesinados, en estado de indefensión, 11 personas entre ellas estaban Arturo Ribón, Yolanda Guzmán, Martín Quintero, Luis Antonio Huertas, Isabel Cristina Muñoz, José Alberto Aguirre, Jesús Fernando Fajardo, Francisca Irene Rodríguez, Javier Bejarano, José Alfonso Porras y Hernando Cruz Herrera. 

El caso fue llevado hasta la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) en el año 1997. La corte denunció que el Estado Colombiano violó los Derechos Humanos de estas personas y cuestionó que los uniformados implicados hayan sido procesados por la justicia penal militar cuando el delito cometido era un crimen de lesa humanidad. En el 2014, la Corte Suprema de Justicia mandó a reabrir el caso contra 33 uniformados implicados pues, tras 17 años, todavía no se tienen claros los hechos que ocurrieron frente a la ejecución de estas personas. 

Como un aporte a la construcción de memoria y paz, la Corporación Nuevo Abril, en articulación con otras organizaciones sociales y culturales, ha venido desarrollando distintos ejercicios de memoria en la ciudad, invita a la conmemoración “El Corazón No Olvida: Lucha” la cual tendrá la siembra de plantas, presentaciones de circo y teatro, exposición de fotografías, creación de murales y foros académicos. Además se repartirá arroz con leche los días 29 y 30 como parte de la acción conmemorativa. 

El CNMH acompaña esta conmemoración, que reproduce la degradación de la guerra, de cómo todos los actores armados violaron el principio de distinción, y en este caso particular de cómo agentes del Estado cometieron ejecuciones extrajudiciales. 

AGENDA

25, 26, 27 y 30 de septiembre
Elaboración de murales conmemorativos 
Lugares: Universidad Nacional de Colombia, Universidad Pedagógica Nacional, Universidad Distrital y Barrio Molinos II. 

29 de septiembre
Foro: El Corazón No Olvida, Lucha. La protesta, los jóvenes y la alimentación de 1985 al 2017. 
Hora: 2:00 a 6:00 p.m. 
Lugar: Centro de Memoria Paz y Reconciliación. 
Siembra y recorrido en memoria de los jóvenes asesinados 
“Vida a la vida”
Hora: 2:00 p.m. 
Lugar: Av Guacamayas, Barrio Malvinas. 

30 de septiembre
Jornada artística y cultural: El Corazón No Olvida, Lucha. 
Hora: 8:00 a.m a 7:00 p.m. 
Lugar: Parque Jaime Garzón – Barrio Molinos II 

Publicado en Noticias CNMH



Bogotá, Masacre

Madres unidas exigieron justicia por la masacre de Punta del Este

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Autor

Laura Cerón

Fotografía

Laura Cerón

Publicado

22 Ago 2018


Madres unidas exigieron justicia por la masacre de Punta del Este

 

Hace 13 años, la violencia se coló entre las calles del barrio Punta del Este en Buenaventura. 12 jóvenes, de entre los 15 y 22 años, fueron engañados con la promesa de jugar un partido de fútbol por el que les darían 200 mil pesos. Desde que sus cuerpos fueron encontrados sin vida hay que ver cómo sus madres, pero sobretodo las organizaciones juveniles de la región, no han permitido que esta masacre quede en medio del olvido y la impunidad.


El pasado 10 de agosto en Buenaventura, varias mujeres de distintas edades se reunieron empezando la mañana en el auditorio del Banco de la República. Las unía la conmemoración de los 13 años de la muerte de 12 jóvenes que, el 19 de abril de 2005, se habían llevado unos hombres con la excusa de jugar un partido de fútbol. Sus madres nunca supieron quién, ni cómo, ni por qué sus hijos aparecieron muertos, con signos de tortura unos días después en la vereda Las Vegas, a cinco kilómetros del aeropuerto de Buenaventura.

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    Jóvenes del barrio Punta del Este jugando fútbol en la cancha que atraviesa la entrada. Foto: Laura Cerón/CNMH. 

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    Capilla de la Memoria instalada en el barrio Punta del Este en conmemoración a los 13 años del asesinato de los jóvenes.  Foto: Laura Cerón/CNMH. 

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    Mandala en conmemoración a las luchas que las mujeres han dado por sus hijos y sus historias. Foto: Laura Cerón/CNMH. 

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    Jóvenes de la Asociación Cultural Rostros Urbanos junto a dos de las madres de Soacha.  Foto: Laura Cerón/CNMH. 

Para acompañarlas en esta conmemoración, diferentes organizaciones de mujeres a nivel nacional y local alzaron su voz ese día. Unas fueron las Mujeres de Triana, quienes se unieron tras perder a miembros de sus familias en la masacre y el desplazamiento ocurrido en esta vereda de Buenaventura en el año 2000 por miembros del bloque Pacífico de las autodefensas Unidas de Colombia (AUC).

La Capilla de la Memoria de la Fundación Espacios de Convivencia y Desarrollo Social (Fundescodes), también hizo presencia. La capilla es un espacio creado en el Barrio Lleras por las  víctimas que dejó el conflicto armado, entre los años 1999 y 2013 en Buenaventura, para poder sanar las heridas que deja la ausencia a través de la creación de capillas simbólicas donde despiden a los familiares a los que no han podido dar sepultura y cantarles alabaos toda la noche.

Junto a ellas estuvieron Ana Cecilia Sánchez y Carmenza Gómez, dos de las lideresas que conforman la fundación Madres de los Falsos Positivos (Mafapo) en Soacha, que tras encontrar a sus hijos muertos como ‘falsos positivos’ a manos del Ejército Nacional en Ocaña Norte de Santander, no han parado de defender sus derechos y exigir justicia, al igual que las madres de los 12 jóvenes de Punta del Este.

A todas las une el ser madres, haber parido para después perder a sus hijos y familiares en medio de la guerra. Cada una de ellas trajo consigo las experiencias que  han aprendido con los años y las herramientas que han usado en colectivo para luchar contra todo aquel que se niega a reconocer el asesinato de sus hijos.

Trajeron alimentos, agua, plantas ancestrales, semillas, flores, café, telares y fotografías que fueron acomodando, dando forma a un gran mandala. “Esta mandala —dice Luz Dary Santiesteban, lideresa de las mujeres de Triana— es la madre tierra, el vientre de la mujer, es nuestro territorio. En el centro está la piña, el rey de la selva, una fiera muy grande, como lo somos todas las víctimas que buscamos a nuestros familiares desaparecidos, a nuestros hijos asesinados y masacrados”.

Ese día también se realizó el foro: “Memoria y resistencia hacia la paz y la reconciliación”, un espacio de encuentro para todas aquellas mujeres que han transformado su rol como madres junto al dolor de la pérdida y las ansias de justicia, hasta convertirse en mujeres luchadoras políticamente activas en la sociedad.

Las madres de Soacha compartieron lo que para ellas ha significado dedicarle horas enteras a la costura de grandes telares que cuentan sus historias de vida y las de sus hijos. “Puntada a puntada recuperamos nuestra memoria. Les decimos a ustedes: compañeras únanse, que la muerte de sus hijos no se quede en la impunidad. Con los tejidos hacemos memoria para que no sea solo nuestra sino de todos”, afirmó Carmenza Gómez.

Por su parte Mery Medina, una de las lideresas de las mujeres de la Capilla de la Memoria compartió la experiencia de esta organización: “Ha sido un espacio para reconstruir los acontecimientos del pasado. Recordar colectivamente permite recuperar la memoria y la dignidad, dar sentido a los espacios en disputa y resignificar la vida de forma colectiva”.

Junto a estas mujeres estuvieron varios jóvenes. Tal es el caso de la Asociación Cultural Rostros Urbanos que, conformada por artistas, ha acompañado el proceso organizativo de las madres de los jóvenes de Punta del Este. Su trabajo con ellas inició desde 2008 cuando Bolivia Aramburo, madre de uno de los jóvenes asesinados, se acercó a la organización.

“Somos contemporáneos y lo que pasó en Buenaventura con los 12 de Punta del Este fue un hecho que marcó la historia de Buenaventura, pues desde allí surge una ola de violencia sistemática hacia los jóvenes y hacia la población.  Un hecho como ese y la forma en que los matan no puede quedarse así, no puede olvidarse y no puede volver a suceder”, afirmó Víctor Angulo representante y líder de Rostros Urbanos.

Año tras año las madres de Punta del Este y los jóvenes de la región unen sus fuerzas, los unos con la vitalidad y las otras con su sabiduría, para abrirse espacio en una sociedad que ha normalizado las consecuencias de la inequidad y así dar pasos llenos de esperanza encaminando a las nuevas generaciones.

Publicado en Noticias CNMH



Conmemoraciones, Jóvenes, Madres de Soacha

DEFENDER: una galería por los derechos humano

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Autor

Isabel Valdés

Fotografía

Isabel Valdés

Publicado

28 Sep 2017


DEFENDER: una galería por los derechos humano

“En Colombia, una persona defensora de los derechos humanos es asesinada cada cuatro días”, así lo reza una de las paredes de “Defender”, la galería del fotógrafo y documentalista, Tom Laffay, en asociación con el Colectivo de Abogados “José Alvear Restrepo”, CAJAR, expuesta en el Centro Cultural Casa Bolívar, hasta el 6 de octubre.

Esta exposición es un homenaje a las defensoras y a los defensores de los derechos humanos que han estado bajo amenaza. Visibiliza las historias de algunos hombres y mujeres que han defendido asiduamente sus comunidades, sus territorios y el medio ambiente. A través de las voces algunos defensores de derechos humanos como Héctor Sánchez, líder comunitario del Meta; Julia Figueroa, abogada de derechos humanos de Santander y Miller Dussan, docente y organizador de la comunidad en el Huila, se hace un recorrido por las dificultades, las injusticias y los cambios medioambientales que han tenido algunas zonas en contexto donde han actuado empresas extractivas.

Estos defensores son testigo de territorios de vida, donde sus cultivos y las generaciones anteriores a ellos se bañaban libremente en los ríos, pero hoy son explotados legalmente por su petróleo, como en el Meta, donde muchos de los ríos de la región han sido contaminados por derrames, escurrimiento de lodo contaminado o agua reciclada utilizada en la extracción de petróleo que se devuelve a los ríos. Son testigo de territorios que alguna vez tuvieron paisajes asombrosos, pero que hoy están inundados y su población desplazada, como en la ciudad de las Jaguas, Huila, a cuenta de la represa del Quimbo. Son testigo también de iniciativas de resistencia de la misma comunidad, como la cooperativa ASOMIWA en el Catatumbo, que está siendo amenazada por una empresa minera privada que quiere vender la tierra a una corporación transnacional.

Como estas, las historias abundan alrededor del país, y los líderes y defensores de los derechos humanos han sido y siguen siendo amenazados por denunciar lo que sucede en territorio. “Reconocemos la lucha de los defensores de los derechos humanos”, explica Rosa Maria Matheus, abogada de territorio, “es un llamado al Estado para que respete los derechos de las comunidades”.

Se tratan de historias de la vida cotidiana de personas valientes, narradas a través de la fotografía y algunas muestras sonoras. “Cuando a usted lo despojan, no solo le están quitando su espacio, sino que le están quitando su memoria”, dice Miller Dussan en uno de las muestras.

El proyecto “Defender: Perfiles de defensoras y defensores bajo amenaza” estará en exposición hasta el 6 de octubre en el Centro Cultural Casa Bolívar, Carrera 8 #11-59, Bogotá y realiza visitas guiadas alrededor de la galería los martes, miércoles y jueves a las 10 a.m y a las 3 p.m. 

Publicado en Noticias CNMH



Defender, Derechos Humanos

El festival de la resistencia en el río Magdalena

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Autor

Camilo Ara

Fotografía

Camilo Ara

Publicado

29 Sep 2017


El festival de la resistencia en el río Magdalena

Durante dos días, los pueblos del Magdalena Medio harán actos simbólicos, políticos y culturales para reflexionar sobre el río y todo aquello de lo que ha sido testigo y/o protagonista.


Desde Gamarra, en el sur del Cesar, hasta Barrancabermeja, en el occidente de Santander, bajarán en caravanas por el río Magdalena veinte chalupas con 400 personas a bordo. Este fin de semana, entre el sábado 30 de septiembre y el domingo primero de octubre, se celebrará el Cuarto Festival del Río Grande de la Magdalena.

Después del primer y el segundo festival, en 1992 y 1994, que conmemoraron 500 años de resistencia de los pueblos a orillas del Magdalena, la celebración tuvo que parar. Las acciones de actores armados legales e ilegales tiñeron de sangre el río. Persiguiendo el control territorial clave que ofrece el Magdalena Medio, los actores armados desaparecieron, torturaron, asesinaron y desplazaron a cientos de campesinos.

Apenas en 2008, 14 años más tarde, se pudo hacer la tercera edición del festival. Campesinos, pescadores y mineros recorrieron el río hasta Barrancabermeja, y a punta de diálogo, canto y danza, reflexionaron sobre la memoria, la verdad y la justicia. Fue un hito que recordó que la acción política y cultural de las organizaciones sociales ha sido esencial en la reapropiación del territorio.

El Cuarto Festival, organizado por la Federación Agrominera del Sur de Bolívar y la Corporación Sembrar, y apoyado por el Centro Nacional de Memoria Histórica, se planea hace meses. Habitantes de pueblos alrededor del río han preparado actos simbólicos, políticos y culturales para pensar en una pregunta, que este año es el lema del festival: ¿y si el río hablara?

“Volvió la alegría —dice un comunicado que convoca al festival—, esa que se hace resistencia incontenible y que nos da la fuerza para convocar el Cuarto Festival del Río Grande de la Magdalena para juntarnos de nuevo, para continuar preguntándonos si ese río hablara qué nos diría, para reflexionar sobre cómo ha sido impactado por los diversos intereses económicos, políticos y sociales, cómo ha impactado a las comunidades, para resignificarlo, para sacarlo de la muerte y traerlo a la vida, para recuperarlo como territorio y para que vuelva a resonar la tambora”.

La travesía por el río arrancará con una alborada a la madrugada del sábado 30 de septiembre en Gamarra, y durante el día se detendrá en Río Viejo, Moralito, Cerro de Burgos, San Pablo y Puerto Wilches, para llegar al atardecer a Barrancabermeja, donde habrá actos culturales hasta por la noche. El domingo primero de octubre, desde las 9:00 a.m. hasta mediodía, la programación estará en el barrio 1 de mayo y será abierta al público.

Dicen sus pobladores que la mayor riqueza del pueblo del Magdalena Medio es que se juntan en las dificultades, en la resistencia y en la alegría. Estos dos días servirán para seguir pensando el río como un lugar de memoria, de resistencia y de expresión cultural. 

Publicado en Noticias CNMH


Magdalena


Magdalena

Reconocer los derechos de la población LGBTI

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Autor

Ricardo Robayo

Fotografía

Ricardo Robayo

Publicado

02 Oct 2017


Reconocer los derechos de la población LGBTI

Un homenaje a las víctimas de estos sectores sociales, que han sufrido las consecuencias del conflicto armado de diferentes maneras.


Varias organizaciones de Nariño, junto a la Corporación Ágora Club, se dieron cita el pasado 9 de septiembre en el Centro Ambiental Chimayoy, para conmemorar el “Día Nacional de los Derechos Humanos”. Armando Billotes coordinador de la Corporación Ágora Club, resaltó la importancia de visiblizar las víctimas LGBTI para que la sociedad, el Estado y sus instituciones reconozcan esta clase de violencia, que se materializa en asesinatos selectivos, desplazamientos forzados y una eliminación simbólica de su identidad para sobrevivir.

“En este acto simbólico hemos invitado a lideresas y líderes de distintas organizaciones de víctimas, tratando de agrupar diferentes hechos victimizantes y enfoques diferenciales, como símbolo de unidad y fraternidad que le hace frente a la impunidad que reina en el país”, explicó Armando, quien aclara que es muy importante estrechar lazos de solidaridad entre las diferentes organizaciones para generar compromisos que favorezcan el trabajo en la búsqueda de la justicia y los derechos del amplio universo de víctimas en Colombia.

 

Saludo de bienvenida por parte de la Corporación Ágora Club.

En el marco de la jornada se visitó el jardín de la memoria, Semillas de vida para la paz, espacio simbólico que recuerda a las víctimas de desaparición forzada del departamento. Los participantes elaboraron y entregaron ofrendas florales como gesto que busca recordarle a la población que no han olvidado a sus familiares. “Nosotros las víctimas somos una gran familia, no importa el hecho victimizante, todos tenemos el mismo dolor, todos vamos en búsqueda de la verdad y la paz”, dijo Roció Granja, representante de la Organización Desarrollo Integral para Víctimas – Regional Nariño.

Paola Riofrio, representante de la Asociación de Mujeres y Paz (ASOPAZ), organización de mujeres trabajadores sexuales víctimas del conflicto armado, afirmó que estos espacios en donde se resalta la importancia de los derechos humanos y la memoria, son importantes no solo para visibilizar las víctimas de estas comunidades, sino también para exigirle al Estado y a la sociedad que reconozcan a las personas que han sido víctimas por asumir una opción de género diversa: “La memoria es ese hilo que conecta el pasado y el presente, y la que nos va a permitir que no se vuelvan a cometerse los hechos violentos que las víctimas hemos sufrido”, agregó Paola.

Roció Granja y su hija el jardín de la memoria “Semillas de vida para la paz”, recuerdan a su esposo y padre desaparecido forzadamente en 1992.

A partir del ejercicio de compartir los alimentos, la pintura y las reflexiones orales, lss asistentes resaltaron la importancia de la construcción de la memoria, como una herramienta para la defensa de los derechos humanos. “Es necesaria la reconstrucción de la memoria histórica desde las conmemoraciones, para decirle al resto de la población que no hemos olvidado a nuestras víctimas, que las seguimos recordando y que nuestra lucha por la verdad y lo no repetición seguirá”, explicó Miriam del Socoro Lagos, representante de la Asociación de Víctimas de Desaparecidos (AVIDES).

Esta jornada contó con el apoyo de la Agenda Conmemorativa de la Estrategia de Participación de Víctimas del Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH).

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LGBT


LGBT

Las huellas del paramilitarismo

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Autor

CNMH

Fotografía

CNMH

Publicado

02 Oct 2017


Las huellas del paramilitarismo

Este año serán difundidos cuatro informes sobre estructuras paramilitares en diferentes territorios d​​​​​​​​​​el país y un balance nacional sobre las mismas, así lo dio a conocer el pasado 18 de septiembre, la Dirección de Acuerdos de la Verdad del CNMH, en una presentación ante organizaciones sociales, de víctimas, de derechos humanos y líderes políticos.   


En 2003 inició la desmovilización de más de treinta bloques de las entonces Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), pero Álvaro Villarraga, director de la Dirección de Acuerdos de la Verdad del CNMH, aclaró que hubo varias estructuras no desmovilizadas y que el conjunto de las que habían actuado durante las últimas décadas se aproximaba a cuarenta. Un dato muy preocupante, reflejado con elementos estadísticos, descriptivos y analíticos que contienen los informes: Bloque Tolima; Bloque Calima, en Valle y Cauca; Bloques Cacique Nutibara, Metro y Héroes de Granada, en Antioquia; y las Autodefensas Campesinas de Meta y Vichada, y un Informe cuantitativo de aproximación al fenómeno paramilitar en Colombia, que serán entregados este año.  

Mientras Colombia, después de la desmovilización de las AUC, ha tenido como ciertos algunos hechos, la Dirección de Acuerdos de la Verdad (DAV), tras años intensos de investigación ha logrado demostrar que detrás del conflicto armado hay una red compleja que no solo nos revela una realidad aún en buen grado desconocida, sino lo que no podemos volver a repetir. “Estos informes son muy significativos, por ejemplo en el de Bloque Tolima logramos esclarecer orígenes del paramilitarismo desde los años 50 con una línea de continuidad histórica y territorial en sus actuaciones, que hizo parte de las expansiones y de diversas expresiones en contextos cambiantes, hasta llegar al Bloque Tolima de las AUC entre 1998 y 2004”, explicó Villarraga. Así mismo, los responsables directos de cada equipo de investigación refirieron las particularidades y principales impactos de cada una de las estructuras paramilitares referidas que actuaron en distintos territorios.

Por otro lado el Informe cuantitativo de aproximación al fenómeno paramilitar en Colombia, muestra un ejercicio minucioso de análisis, con una muestra inmensa de diez mil personas desmovilizadas, donde se investigaron diferentes ramificaciones de las conformaciones de estos grupos. Por ejemplo, encontraron que el mayor factor para que las personas se vincularan a estas estructuras era el componente económico, con un 59%, es decir 5.319 personas. La segunda razón es la vinculación de manera forzosa, con 840 personas.  

Estos datos son claves y hay que verlos con detenimiento: “Se creería que el elemento preponderante debería ser argumentos como patriotismo, contra guerrilla, contra insurgencia, antisubversivos, u otros discursos que se han manejado mucho en el fenómeno paramilitar, y es algo que representa tan solo el 4% de la motivación que tuvo población”, dicen los investigadores a cargo del estudio. También se presentaron estadísticas en cuanto a la edad de vinculación y roles ocupados dentro de estas estructuras.

Presentar estas investigaciones ante organizaciones sociales, victimas, defensores de derechos humanos y líderes políticos y en particular personas del común, establece un dialogo reciproco donde se abre la oportunidad, que debe ser siempre así, de darle voz a todos aquellos que por mucho tiempo han tenido que guardar silencio ante el flagelo del conflicto. Las conversaciones son siempre espacios de reflexión donde se nutren los procesos e informes presentados, tal como lo manifestó Villarraga, al explica: “El mecanismo no judicial Acuerdos de la Verdad aplicado incluye a las víctimas y sus testimonios como elemento de vital importancia para los informes y para la posterior socialización y discusión de los hallazgos encontrados, en perspectiva de las dinámicas que se deben conseguir hacia el esclarecimiento, la justicia y la reparación”.

Sin memoria no se puede avanzar, por muy dolorosa que esta sea, los informes presentados y la participación de las organizaciones presentes, aportan significativamente para que con sus sugerencias estos ejercicios tengan un verdadero impacto en Colombia y se derrumben mitos y posverdades que a la larga revictimizan y justifican el accionar violento de este tipo de grupos armados y de sus complejas redes y alianzas que caracterizaron su actuación.

Publicado en Noticias CNMH


Paramilitarismo


Paramilitarismo

Resguardo indígena awá rechaza y repudia la muerte de su líder Holmes Alberto Niscué

Noticia

Autor

Camilo Ara

Fotografía

Camilo Ara

Publicado

22 Ago 2018


Resguardo indígena awá rechaza y repudia la muerte de su líder Holmes Alberto Niscué

 

El 19 de agosto fue asesinado Holmes Alberto Niscué, indígena nasa–awá y líder de procesos organizativos del Resguardo de Gran Rosario del pueblo awá en el departamento de Nariño. Holmes y otros tres compañeros habían sido amenazados desde el mes de junio. El resguardo asegura que había  emitido alertas a las instituciones competentes, solicitando que se garantizara la protección de su vida.

El CNMH rechaza y repudia este asesinato y se une al reclamo de las organizaciones y autoridades del Estado por una atención urgente y coordinada para que estos dolorosos hechos, que afectan gravemente el ejercicio de la autonomía y el gobierno propio, no se sigan repitiendo en los territorios indígenas.

Reproducimos el comunicado emitido por el Resguardo de Gran Rosario del pueblo awá.

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Awá, Enfoque étnico, Indigenas

Memoria de la infamia

Noticia

Autor

CNMH

Fotografía

CNMH

Publicado

09 Oct 2017


Memoria de la infamia

Con un emotivo evento, donde el protagonismo fue para las familias de las víctimas de desaparición forzada, se llevó a cabo el lanzamiento del informe “Memoria de la infamia. Desaparición forzada en el Magdalena Medio”, el pasado 27 de septiembre en el auditorio Mario González de la Universidad Industrial de Santander, en Barrancabermeja.


Hace tres años que inició esta investigación, continuando con la línea de trabajo sobre la desaparición forzada en Colombia, que el Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH) presentó basado en la construcción de memoria histórica del delito en diez municipios de la región del Magdalena Medio, el cual gira en torno al testimonio de las familias víctimas en esta zona del país, con el fin de analizar y visibilizar casos de desaparición forzada que no son conocidos.

Silvia Monroy, encargada del hacer el acompañamiento técnico a las investigaciones del CNMH, fue la encargada de abrir la jornada. En su intervención señaló que con esta publicación se pretende  hacer un reconocimiento a las trayectorias de búsqueda marcadas por el “terror, el dolor, la crueldad, la sevicia, la impunidad”, pero también al amor infinito que ha impulsado esa constancia por encontrar a las personas desaparecidas.

 

“En este libro se clama por la sacralidad de la vida y bajo ese presupuesto incuestionable se insta a la sociedad y al Estado a continuar y mejorar la búsqueda, recuperación e identificación de las víctimas con todos los mecanismos técnicos y de comunicaciones que se deben mejorar e implementar; clama por la gestión interinstitucional y por un trabajo más consistente y continuo con las organizaciones locales; aboga por la comprensión local y regional de la comisión de este delito y por el diseño de estrategias de prevención, protección y acompañamiento sicosocial respecto a un flagelo que prevalece, a una infamia que no ha desaparecido”, añadió.

Posteriormente, Liz Arévalo y Andrés Prieto, relatores del informe, presentaron los mensajes más importantes que contiene esta publicación. Entre ellos, mencionaron: la desaparición forzada cambió la vida de las familias e irrumpió en su cotidianidad y en su mundo emocional; el apoyo de las organizaciones defensoras de derechos humanos, organizaciones campesinas, sociales y religiosas ha sido fundamental en medio de esta tragedia; la ausencia de justicia y la impunidad, sumada a la falta de atención médica y psicosocial llevan al estancamiento de aspectos de la vida y a la invisibilización del delito; hablar de lo que pasó y conocer la verdad es esencial para devolver a la familia su lenguaje, su identidad y su cronología. 

A continuación se dio inicio a un conversatorio moderado por Silvia Monroy en el que se conversó sobre la importancia de este informe y los retos para el país y las organizaciones. Allí Santiago Camargo, del Programa de Desarrollo y Paz del Magdalena Medio, afirmó que este informe sirve como referencia de una metodología de investigación efectiva, pues a partir de unos 128 casos se pudo analizar lo que pasó en toda la región, para detectar unos patrones y mostrar una realidad que se quiso ocultar. “Tenemos que seguir investigando y el convenio entre el CNMH y CREDHOS demuestra que es posible un trabajo entre región y nación”, añadió. Así mismo, dijo que es imperativo que las universidades incluyan en las carreras de psicología y trabajo social asignaturas de atención psicosocial a las víctimas de desaparición forzada.

Iván Madero, director de la Corporación Regional para la Defensa de los Derechos Humanos (CREDHOS), mencionó que este informe le da la oportunidad a las organizaciones sociales defensoras de derechos humanos de visibilizar su trabajo y añadió que uno de los mayores retos es la documentación de todos los casos para que se realicen los duelos de los familiares con el respectivo acompañamiento psicosocial. 

Al finalizar el conversatorio Liz Arévalo, tomó el micrófono y luego expresó que ante la infamia de este delito, está la belleza del amor demostrada en la persistencia de la búsqueda y el no olvido de las familias por sus seres queridos. Después de ello pidió a todos los presentes formar una comunidad de apoyo, e inmediatamente el ambiente en el auditorio cambió.

Las personas invitadas al evento subieron a la tarima, sostuvieron en alto los nombres de sus familiares desaparecidos y gritaron sus nombres, uno a uno. ¡Miguel Alfonso Díaz Martínez!… ¡Pedro Cárdenas Peña! Fueron 128 nombres los que retumbaron en el auditorio, 128 personas de las que se desconoce su paradero y detrás de las que hay una familia esperando conocer su paradero y saber la verdad. Acto seguido, Liz pasó el micrófono al público, y a través de distintas voces, se empezó a oír un mismo sentir: rechazo a la infamia, disculpas por la indiferencia, reivindicar la vida.

Para finalizar, algunos de los familiares que estaban en la tarima tomaron el micrófono para decir que no debemos callar, que debemos comprometernos con la memoria de nuestros desaparecidos y que la sociedad necesita una transformación y esa transformación depende de nosotros. “No estamos acá para multiplicar el dolor, no deseamos que nadie viva lo que vivimos”.

Y así, con un nudo en la garganta y con el corazón conmovido, los asistentes a este evento salieron por la puerta con el compromiso de iniciar esa transformación.

Publicado en Noticias CNMH


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