Las voces que resuenan desde Bahía Portete

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CNMH
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La comunidad wayuu de Bahía Portete se reúne para el lanzamiento del documental Koptushi waya shikije wamuliala, «Unidos después de nuestro sufrimiento»
Publicado
28 septiembre 2023
Las voces que resuenan desde Bahía Portete
Tras el lanzamiento del documental «Unidos después de nuestro sufrimiento», la comunidad wayuu espera que el mundo entero conozca su historia para así mejorar sus condiciones de vida tras la masacre paramilitar que vivieron en 2004
La noche en Bahía Portete (La Guajira) podría ser de una oscuridad absoluta, de no ser por las pocas luces de Puerto Bolívar que se ven a lo lejos y las estrellas que reposan en el cielo. No obstante, un sábado de septiembre, los habitantes de aquel desierto tuvieron una vista mucho más iluminada, gracias a la proyección del documental Koptushi waya shikije wamuliala, «Unidos después de nuestro sufrimiento»
Rubia Meza, integrante de la comunidad wayuu de Bahía Portete, destacó que era la primera vez que veían una película en su territorio y expresó su emoción ante el largometraje que contaba la historia de la tierra que los vio nacer. «Esto nos fortalece, al saber cosas nuevas que antes estaban guardadas por temor», señaló la participante del documental.
El 9 de septiembre, alrededor de 50 personas se reunieron para ver el largometraje liderado por el pueblo wayuu y apoyado por el Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH). Cada espectador recordó lo que pasó en Portete el 18 de abril de 2004: ese domingo, 40 paramilitares pertenecientes al Bloque Norte de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) con lista en mano masacraron a seis personas, y entre ellas cuatro mujeres.
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Tras la visualización del documental, los sentimientos eran de alegría y de dolor. «No sabía que este pueblo había pasado por tanto sufrimiento», dijo con la voz entrecortada Zoraida Machado, miembro de una delegación venezolana que fue invitada a Portete. La vocera del país —que recibió en su momento a las víctimas de la masacre— hizo un llamado a seguir luchando por recuperar el territorio.
—Este pueblo necesita su escuela, su centro asistencial y más que nada, necesita agua.
3⃣Al caer la noche, empezó la proyección del largometraje que contó la historia de Bahía Portete más allá de la masacre paramilitar del 18 de abril de 2004. Los espectadores expresaron su alegría por el resultado: «sé que esto nos va a ayudar para recuperar nuestro territorio». pic.twitter.com/4uzCWftSPc
— Centro Nacional de Memoria Histórica (@CentroMemoriaH) September 12, 2023
Las peticiones de hace 19 años
Rolan Fince Uriana, autoridad tradicional de Iwasaí, indicó que el trabajo que se realizó pretende enseñarle al mundo lo que pasó en su territorio. «Queremos mostrarle al Gobierno nacional lo que sucedió aquí hace 19 años —precisó el miembro de la comunidad wayuu—. Que sepan que esto no es mentira, que es una realidad porque somos dolientes de este sufrimiento».
Por su parte, Marian Aguilar, lideresa de la iniciativa de memoria histórica, comentó que tienen muchas expectativas con el largometraje: «quisimos hacer este documental para mostrar cómo están verdaderamente nuestras comunidades, cómo está Bahía Portete». Asimismo, resaltó las carencias que hay en el territorio y que afectan a las próximas generaciones wayuu.
La comunidad wayuu de Bahía Portete reunida para hablar acerca del trabajo realizado en el documental Koptushi waya shikije wamuliala, «Unidos después de nuestro sufrimiento»
«Tenemos que estar lejos así nos duela», afirmó Aguilar, quien reside en Maicao (La Guajira). Los habitantes de Portete realmente no han podido retornar a su tierra porque no existen las condiciones para vivir como un colegio, un centro de salud o un hospital apto para sus hijos. «Por esas necesidades nos obligan a estar lejos de nuestra comunidad», agregó.
Lo cierto es que el impacto del documental fue notorio para el pueblo wayuu. Rolan Fince contó que la mañana siguiente al lanzamiento recibió varias llamadas acerca del producto audiovisual: «me preguntaban si era verdad lo que decíamos y claro que lo es. Nosotros no podemos estar inventando algo que es toda una realidad».
A pesar de que el largometraje habla de la desaparición de personas, la masacre y el desplazamiento forzado, el pueblo wayuu mantienen la esperanza de ser escuchados para retornar con todas las condiciones. «Que esto sirva para la sensibilización del Estado porque somos también ciudadanos y merecemos un respeto», puntualizó Rubia Meza.
El deseo de todos se resume en las palabras de Marian Aguilar: «queremos ser escuchados en cualquier rincón del mundo; de que alguien en realidad diga que esos wayuu existen». Quienes conozcan su historia podrán saber cuál es el vínculo que tiene la comunidad con su territorio ancestral y las luchas que están ejerciendo para recuperarlo y retornar a aquel desierto que es su hogar.
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Documento del proyecto de ley para reformar la Ley 1448 de 2011



De acuerdo con el Registro Único de Víctimas (2021), en el municipio de Ovejas (Sucre) se registran 48.832 víctimas del conflicto armado. Entre estas se incluyen a 30 personas asesinadas por el Bloque Héroes de los Montes de María durante la masacre del 17 de enero de 2021 en Chengue y a los 12 habitantes del corregimiento y sus alrededores que se vieron obligados a desplazarse después de los hechos (Cinep).
Esta es una iniciativa de memoria para familiares y amigos de algunas de las 35 víctimas de la masacre de La Chinita, cometida en 1994, así como para sobrevivientes de este hecho perpetrado por integrantes del Frente 5 de las FARC-EP en esa comunidad de Apartadó, en el Urabá antioqueño.
A quince kilómetros de Cartagena, una población desplazada fundó el barrio de Nelson Mandela a principios de los años noventa. Actualmente, con 50.000 habitantes, padece una fuerte ausencia estatal, lo que ha permitido que los actores armados intenten ejercer el control territorial. El CNMH y el artista Dayro Carrasquilla hicieron una acción memorial poética del retorno para reflexionar sobre su territorio y la identidad de Mandeleros.
De El Tigre (Putumayo) se sabe que allí hubo una masacre el 9 de enero de 1999, pero se suele desconocer lo relacionado con sus fiestas patronales, las playas del río o la figura del jaguar amazónico que habita en el corregimiento. Por ello, como parte del Plan Integrado de Reparación Colectiva, se presenta el nuevo color de El Tigre para visibilizar cómo la población, tras la guerra, se ha fortalecido y creado una identidad más allá de los estigmas.
En los Montes de María se escribió una historia de violencia que marcó una etapa del conflicto armado llena de interrogantes, dada la ferocidad con la que diferentes grupos armados intentaron controlar el territorio para obtener beneficios de las rentas ilegales. Por un lado estuvieron los narcotraficantes y por el otro los ganaderos y finqueros, víctimas de extorsiones y secuestros, lo que convirtió a la región en un polvorín que desencadenó el desplazamiento masivo de sus habitantes.





La delegación de la República Democrática también visitó la Alcaldía local de Bosa y celebró su compromiso con la población afro víctima que vive en la localidad.
Marta Rentería, una de las grandes lideresas afro y curanderas tradicionales de la localidad de Bosa.





















