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HABLEMOS DE ARCHIVOS DEL EXILIO:

«Hablemos de archivos del exilio»: una ruta de despliegue territorial en el exterior

«Hablemos de archivos del exilio»: una ruta de despliegue territorial en el exterior

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CNMH

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El conversatorio «Hablemos de archivos del exilio» fue organizado por la Dirección de Archivo de los Derechos Humanos (DADH) del CNMH y el Instituto de Estudios sobre Desarrollo y Cooperación Internacional (HEGOA).

Publicado

13 junio 2023


«Hablemos de archivos del exilio»: una ruta de despliegue territorial en el exterior

  • El 8 de junio, se presentó la estrategia de territorialización del CNMH y se habló sobre las acciones de la entidad frente a la localización de los archivos del exilio. La entidad busca reconocer esta práctica como otra modalidad de violencia en el conflicto armado colombiano.

«El territorio habla, el centro escucha»: esa es la premisa central de la estrategia de territorialización del Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH). De acuerdo con Alberto Santos, asesor de la Dirección General, esta es una apuesta de la administración liderada por María Gaitán Valencia, quien «ha sido muy enfática en que el CNMH debe volver a mirar al territorio».

Ese juego de palabras comprende la esencia de lo que quiere hacer el CNMH. «Desde el territorio hay voces que nos expresan necesidades, pero también nos enseñan, porque son expertos y expertas en la construcción de la memoria histórica», explicó Santos el 8 de junio durante el conversatorio Hablemos de archivos del exilio.

El encuentro, que se realizó de manera virtual, planteó cuál sería la ruta para llegar a las comunidades y escucharlas. El asesor precisó que el primer paso consiste en reconocer que «la memoria histórica es realmente una propiedad de los territorios y sus comunidades». En ese sentido, las instituciones como el CNMH no son las poseedoras de ese conocimiento, «somos simplemente un medio para visibilizar, fortalecer y difundirlo en el país», agregó.

Si bien la estrategia plantea llegar a las comunidades, no solo se quedará en los límites geográficos nacionales, sino que buscará la manera de escuchar desde el exterior para hablar del exilio. Ese fue el norte del conversatorio organizado por la Dirección de Archivo de los Derechos Humanos (DADH) del CNMH y el Instituto de Estudios sobre Desarrollo y Cooperación Internacional (HEGOA). 

Abecé de la estrategia de territorialización

En la imagen, Alberto Santos, asesor de la Dirección General, hablando sobre la estrategia de territorialización del CNMH.
En la imagen, Alberto Santos, asesor de la Dirección General, hablando sobre la estrategia de territorialización del CNMH.

Alberto Santos (A. S.) no solo es asesor de la Dirección General, sino que también es el líder de la estrategia «El territorio habla, el centro escucha». Durante el conversatorio, resolvió las preguntas centrales para que la iniciativa se convierta en una realidad. 

¿Cómo esperan realizar el proceso?

A.S.: Trabajando juntos. Seríamos demasiado contradictorios si avanzamos en una estrategia de territorialización que no contemple la voz de las regiones en su construcción. En ese sentido, ese territorio que habla debe definir cómo va a ser ese despliegue. Por eso, actualmente, estamos viendo cuál será el mecanismo para consultarle a las comunidades, incluyendo las del exterior, la composición de los equipos regionales y los componentes de la estrategia.

Con la información recogida durante 2023, volveremos a las comunidades con una estrategia de validación. Esto para proponer cómo será el plan y el despliegue territorial en 2024 y 2025.

¿Cómo lo van a hacer?

A.S.: Esta es una apuesta que se vincula con una reestructuración institucional. Hemos pensado en que la presencia del CNMH tiene que ser permanente en los territorios y para eso necesitamos construir equipos regionales que permitan espacios de juntanza, escucha, visibilización y apropiación de la memoria. 

También vamos a generar unas metodologías para que las comunidades puedan incidir directamente en la planificación de los procesos de memoria que se realizan en la entidad. Además, hemos planteado la creación de una Dirección de Territorio y Participación con el fin de que articule los procesos misionales del CNMH con esos saberes, conocimientos y experiencias del territorio. 

Todo esto nos permitirá sentarnos conjuntamente y definir cuáles van a ser las acciones en cada uno de los territorios. No vamos a tomar decisiones desde un escritorio en Bogotá. 

¿Dónde proponen estar?

A.S.: La idea es que podamos definir nuestra presencia con las comunidades, por lo que apenas hay una propuesta. Hemos planteado hasta ahora 11 equipos regionales, cuyo número puede ir variando.

¿Cómo van a hacer el despliegue en 2023?

A.S.: Este año vamos a estar en la fase de consulta y validación; sin embargo, habrá un momento de pilotaje. Nos iremos desplegando con un equipo regional piloto que podría ser el de noroccidente, que abarcaría los departamentos de Antioquia, Caldas, Quindío y Risaralda. Asimismo, vamos a tener enlaces territoriales en distintas partes del país para que nos ayuden a articular todas las acciones y procesos del CNMH con la estrategia. 

El despliegue territorial en el exterior 

Santos indicó que la situación en el exterior aún está por definir, pero que han pensado en recuperar la apuesta y el trabajo realizado por la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad (CEV). «Queremos poder integrar ese despliegue que se hizo por parte de la CEV desde esta apuesta de territorialización», precisó el asesor. 

La lupa que ha puesto el CNMH en el exilio permitirá reconocer esta práctica como una modalidad de violencia en el conflicto armado colombiano. Por ese motivo, se está planteando construir una base de datos del exilio que haga parte del Observatorio de Memoria y Conflicto (OMC), y que ayudaría a avanzar en las recomendaciones que dejó la CEV en el Informe Final. 

A pesar de que es un reto para la entidad, realmente no hay que empezar de cero para tener un acercamiento al tema. «Hubo un periodo de agenda sobre el exilio que, en su momento, lideró María José Pizarro, y ese avance nos permitió tener el micrositio Voces del exilio», manifestó Alberto Santos. Si bien el sitio web está desactualizado y abandonado, el CNMH tiene la voluntad de recuperar ese trabajo y ponerlo a disposición de la sociedad.

Los archivos del exilio

En la imagen, Gilberto Alejandro Villa, director del Archivo de los Derechos Humanos (DADH), explicando la importancia de localizar los archivos del exilio.
En la imagen, Gilberto Alejandro Villa, director del Archivo de los Derechos Humanos (DADH), explicando la importancia de localizar los archivos del exilio.

Gilberto Alejandro Villa, director del Archivo de los Derechos Humanos (DADH), expresó la pertinencia de poder localizar los archivos del exilio, entendiendo que hace parte de las funciones del CNMH. De acuerdo con la Ley 1448 de 2011, se debe «identificar, localizar, ubicar los archivos que puedan tener contenidos relativos a estas graves violaciones a los derechos humanos en el ámbito del conflicto armado y sus contextos», recordó el funcionario. 

Para el director de la DADH, es clave entender la idea de esos archivos: «son las agrupaciones documentales producidas por distintas entidades o comunidades, en cuyos contenidos hay información que nos van a permitir testimoniar o generar evidencias sobre los hechos relativos a las graves violaciones de los derechos humanos y sus contextos».

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De allí que la localización de los archivos del exilio sea tan importante. «Las personas muchas veces tienen la oportunidad de llevar parte de sus documentos, sus memorias, a los países que llegaron tras salir forzosamente por las amenazas y los hostigamientos», precisó el funcionario. Esa información puede ser vital no solo para entender lo que pasó, sino también para conocer la vida después del exilio y sus maneras de resistir.

 

Por su parte, Myriam Loaiza, responsable del tema del exilio de la DADH, detalló que durante ese proceso es necesario reconocer la diversidad tanto de la población como de los archivos que encuentren. «Nos convoca a afrontar el reto de lo que significa localizar estos archivos y poder emprender acciones específicas de fortalecimiento», añadió.

Seguido a ello, comentó cuatro ejes fundamentales para lograr ese proceso: la identificación y cartografía para hacer el registro especial de archivos; conocer qué información hay y quiénes la poseen; reconocer las necesidades de las comunidades y plantear acciones específicas; y los procesos de divulgación y apropiación social. 

«Esto contribuirá a poner un granito de arena para que Colombia reconozca al exiliado como una persona que lucha para que la paz sea posible», concluyó Loaiza.


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Habitantes de este municipio del Urabá chocoano lanzaron un libro de postales en el que recogen las memorias del desplazamiento forzado ocasionado por el despliegue de la operación Génesis, del Ejército Nacional, y la simultánea incursión paramilitar en sus territorios, en 1997.

Memorial por las víctimas de Riosucio: una iniciativa para movilizar el cambio

Los y las gestoras de esta iniciativa de memoria histórica.

Autor

CNMH

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Los y las gestoras de esta iniciativa de memoria histórica.

Publicado

8 junio 2023


Memorial por las víctimas de Riosucio: una iniciativa para movilizar el cambio

Habitantes de este municipio del Urabá chocoano lanzaron un libro de postales en el que recogen las memorias del desplazamiento forzado ocasionado por el despliegue de la operación Génesis, del Ejército Nacional, y la simultánea incursión paramilitar en sus territorios, en 1997.

En abril de 1997, Jesusita Martínez tenía nueve meses de embarazo y estaba en Pavarandó, un corregimiento del municipio de Mutatá (Antioquia), a donde ella y cientos de pobladores de las cuencas de los ríos Cacarica, Jiguamiandó, Curbaradó, Domingodó, Truandó y Salaquí habían llegado desterrados tras el despliegue de la operación Génesis —adelantada por la Decimoséptima Brigada del Ejército Nacional— y la simultánea incursión de paramilitares de las Autodefensas Unidas de Córdoba y Urabá (ACCU) en el norte de Chocó.

Huyendo de los bombardeos, los asesinatos, las desapariciones forzadas y las torturas,  Jesusita había caminado por las selvas chocoanas junto a su comunidad durante varios días y noches. En sus hombros llevaba cargado a su hijo menor. Con la mano derecha sujetaba a  la mayor de sus hijas y con la izquierda un morral con las pocas pertenencias que alcanzó a empacar antes de salir de su casa. En el vientre llevaba a Luz Mary Mosquera, su bebé, a la que dio a luz, como un verdadero milagro de la vida, en pleno destierro y en una situación de precariedad y vulnerabilidad exacerbadas por las violencias que, según la Corte Interamericana de Derechos Humanos, ejercieron mancomunadamente las Fuerzas Militares y los paramilitares en contra de civiles indefensos.

Jesusita Martínez, con sus hijas Luz Mary y Luz Marina Mosquera Martínez, todas sobrevivientes de la guerra.
Jesusita Martínez, con sus hijas Luz Mary y Luz Marina Mosquera Martínez, todas sobrevivientes de la guerra.

Una iniciativa de memoria para sanar viejos dolores comunitarios 

Veintiséis años después de su milagroso nacimiento, Luz Mary Mosquera le regaló a Jesusita, su madre, un libro de postales titulado Memorial por las víctimas de Riosucio, Chocó. Este libro es el resultado de una iniciativa de memoria histórica pensada y desarrollada por habitantes de Riosucio, un municipio ubicado en el norte del departamento de Chocó, en límites con el Urabá antioqueño, Panamá y Carmen del Darién, donde hoy vive buena parte de los y las sobrevivientes de la violencia de finales de la década de 1990.

La iniciativa de memoria de Riosucio empezó a gestarse en el 2019. Como lo explica Jenry Serna, líder social y comunitario, la intención de reconstruir las memorias de la guerra «respondía a una necesidad humana, política y emocional de tramitar dolores irresueltos y duelos estancados en el tiempo». «Queríamos observar el pasado para sanar juntos el presente y, con el corazón más liviano, pensar en el futuro que queremos», anota Serna.  

En el 2020, Jenry y Luis Octavio Martínez, quien también es líder social en Riosucio, le pidieron al Centro Nacional de Memoria Histórica que acompañara el desarrollo de esta iniciativa comunitaria. «En este proceso reflexionamos sobre lo que significa recordar y construir memoria histórica a través de espacios de diálogo para el intercambio de saberes y conocimientos», cuentan las participantes de esta iniciativa en la que —a través de herramientas como la cartografía social, la fotografía y el muralismo— exploraron cómo los eventos violentos han impactado su cotidianidad e identificaron afectaciones medioambientales y sociales sobre el territorio, sus ríos, ciénagas y parques naturales. 

Durante el lanzamiento del libro, se realizó la presentación de la nueva generación de alabaoras, mujeres que, con sus cantos, denuncian, resisten y mantienen viva la memoria ancestral de sus comunidades.
Durante el lanzamiento del libro, se realizó la presentación de la nueva generación de alabaoras, mujeres que, con sus cantos, denuncian, resisten y mantienen viva la memoria ancestral de sus comunidades.

Un libro para homenajear a los sobrevivientes y enseñarles a las nuevas generaciones

De las conversaciones y los intercambios de memorias y saberes surgió la inspiración para elaborar tres murales y el libro de postales Memorial por las víctimas de Riosucio, Chocó, cuyo lanzamiento tuvo lugar el pasado 31 de mayo en un encuentro cultural y espiritual celebrado en la parroquia del municipio. «Quiero entregarle este libro, mamá, para celebrar la valentía que tuvo al traerme a la vida en un momento donde la muerte prevalecía», le dijo Luz Mary a Jesusita durante el encuentro.

Jennyfer Martínez, María Eloísa Minota, Abel Ángel Quinto, Claribet Córdoba, Luis Octavio Martínez, José Gil Martínez y Jenry Serna —todos gestores de esta iniciativa— también les entregaron el libro a sus padres, hijos, nietos y sobrinos. Las personas que vivieron los hechos de 1997 cuando eran adultas quieren que, con este libro, las nuevas generaciones conozcan lo ocurrido y fortalezcan su compromiso con la transformación social del Urabá chocoano. Quienes, por su parte, eran niños cuando ocurrió el destierro de las comunidades, quieren homenajear —a través de las postales— a la generación que los salvaguardó en medio de la guerra e insistió en regresar y permanecer en sus territorios ancestrales.

El Centro Nacional de Memoria Histórica acompañó esta iniciativa de memoria histórica con el propósito de contribuir al fortalecimiento de las ideas y capacidades de la comunidad.
El Centro Nacional de Memoria Histórica acompañó esta iniciativa de memoria histórica con el propósito de contribuir al fortalecimiento de las ideas y capacidades de la comunidad.

Hacemos memoria para exigir nuestros derechos

Durante el lanzamiento del libro, sus autoras y autores señalaron que el propósito de reconstruir las memorias de la guerra y de la resistencia es, también, el de exigir que sus derechos humanos —históricamente negados— sean hoy garantizados. «Hacemos memoria para mostrarle al país que, además de las violencias vividas en el conflicto armado, seguimos viviendo la violencia del olvido y el desprecio estatal. Hoy, con nuestras memorias fortalecidas, tenemos más argumentos para exigir una intervención integral del Estado en Riosucio», dijo Jenry Serna. 

La comunidad también recordó que su municipio sigue siendo escenario del conflicto armado y que grupos violentos insisten en imponer sus órdenes sociales y en desterrar, nuevamente, a la población. «Es en este contexto cuando nuestros ejercicios de memoria cobran más sentido. A través de los murales y el libro recordamos los dolores de la guerra, pero también todos nuestros esfuerzos por no desarraigarnos del territorio», recordó Marcial Gamboa Valencia, hermano claretiano y defensor de los derechos humanos. 

Los niños y las niñas de Riosucio reciben esta iniciativa de memoria por parte de sus padres y abuelos. En ellos está la esperanza de un futuro diferente para Riosucio.
Los niños y las niñas de Riosucio reciben esta iniciativa de memoria por parte de sus padres y abuelos. En ellos está la esperanza de un futuro diferente para Riosucio.

La luz siempre prevalece

En adelante, la comunidad de Riosucio espera poner en marcha otros procesos de memoria que contribuyan a la reparación de los tejidos comunitarios, a la renovación de la confianza social y al fortalecimiento de organizaciones de base como la Asociación Rural de Desplazados de Riosucio (Asorude), la Asociación Campesina del Municipio de Riosucio (Acamuri), la Asociación de Memoria Canto a mis Ancestros del Darién Chocoano y la Escuela de Comunicaciones Ronca El Canalete, espacios desde los que la comunidad impulsa diariamente procesos de construcción de paz territorial y resistencia a la violencia.

«Seguiremos haciendo memoria para que todo el mundo sepa que esta tierra es nuestra y que estamos organizados para defenderla y para vivirla dignamente. Que todo el mundo sepa que este es un territorio de hombres y mujeres que aman la vida y que la luz de la comunidad siempre prevalece sobre las tinieblas de la guerra», concluyó Marcial.


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Así transcurrió el encuentro de los museos que hacen memoria

Así transcurrió el encuentro de los museos que hacen memoria

Así transcurrió el encuentro de los museos que hacen memoria

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CNMH

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El Diálogo Iberoamericano de Pares «Museos que Hacemos Memorias: Recoger, Acoger y Reconocer» se llevó a cabo el viernes 2 de junio, en el auditorio del Instituto Caro y Cuervo. Crédito: Andrés Correa para el CNMH.

Publicado

6 junio 2023


Así transcurrió el encuentro de los museos que hacen memoria

  • El Diálogo Iberoamericano de Pares, organizado por la Dirección Técnica de Museo del Centro Nacional de Memoria Histórica, reunió a varias iniciativas del continente para intercambiar saberes, aciertos y obstáculos.

Recoger, acoger y reconocer son tres verbos que comprenden bien los museos de memoria de América Latina y el Caribe. Esto quedó claro en la presentación de los procesos internacionales de memoria histórica sobre los cuales giró la primera parte del Diálogo Iberoamericano de Pares «Museos que Hacemos Memorias: Recoger, Acoger y Reconocer», que organizó la Dirección Técnica de Museo del Centro Nacional de Memoria Histórica (Museo de Memoria de Colombia), en el marco del Día Internacional de los Museos.

Fue el auditorio del Instituto Caro y Cuervo, en Bogotá, el lugar elegido para propiciar este intercambio de pares, experiencias, aciertos y obstáculos de estos espacios que reconstruyen memoria en el ámbito iberoamericano. Se espera que estas conversaciones, a su vez, «se conviertan en estímulo frente a lo que estamos adelantando» desde la Dirección de Museo, como lo subrayó Daniel Castro, asesor de la entidad.

La experiencia tras la dictadura chilena

«“¿Eres capaz?”, me preguntó Bachelet —en ese entonces presidenta de Chile—. Este museo también se construyó en un tiempo récord. Nosotros corrimos mucho porque no sabíamos qué venía después. Este museo fue presentado a la opinión pública días antes de que Bachelet dejara su cargo, luego venía Piñera. No podía rechazar una oportunidad como esa de incidir en una realidad que me atormentaba». Marcia Scantlebury Elizalde, presidenta del Directorio del Museo de la Memoria y los Derechos Humanos (MMDH) de Chile, abrió la jornada contando las vicisitudes que vivió desde la propuesta de creación de este museo, uno de los más reconocidos a nivel regional y mundial en términos de memoria.

 

Para Scantlebury, el museo es un recordatorio permanente de lo que pasa cuando se pierde la democracia, de lo difícil que es recuperarla y  mantenerla:

Desató un agitado debate. Hoy en día, en Chile, la mayoría reconoce que se violaron los derechos humanos. En Chile, el eje de la dictadura fue la negación. Y la apoteosis de la negación fueron los detenidos desaparecidos; para ellos fue gente que nunca existió. Inevitablemente, la memoria se convierte en territorio de disputa cultural y política.

Uno de los dispositivos museográficos del Museo de la Memoria y los Derechos Humanos, de Chile, que recuerda a las víctimas no sobrevivientes de la dictadura; sus rostros se encuentran en un gran mural fotográfico. Crédito: MMDH.
Uno de los dispositivos museográficos del Museo de la Memoria y los Derechos Humanos, de Chile, que recuerda a las víctimas no sobrevivientes de la dictadura; sus rostros se encuentran en un gran mural fotográfico. Crédito: MMDH.

Después del reconocimiento general de la población chilena de lo que significó vivir en dictadura, vino una invitación por parte del museo: instar a sus visitantes a sacar sus propias conclusiones. «No quisimos editorializar, dar recetas. Ojalá salieran del museo con más preguntas que respuestas: esa era la idea».

Para lograrlo, utilizaron dispositivos museográficos como La nube, que dispone de varios vacíos o huecos, con el fin de que dos o tres veces al año el público contribuya llenándolos con sus propios documentos: aquellos de la gente que les falta. También está El memorial, como se le conoce, aunque su nombre real es Geometría de la conciencia, una obra de Alfredo Jaar hecha en hormigón, con cajas de luces que reflejan las siluetas «de gente común y corriente que no pasó por horrores, y otras de personas que fueron fusiladas». La obra está cargada de un concepto creativo que expresa el lema: «Todos hemos perdido algo».

Una iniciativa familiar con impacto mundial

Otro museo nacido para resguardar las memorias de una dictadura es el Museo Memorial de la Resistencia Dominicana, que lidera Luisa de Peña. Ubicado en la Ciudad Colonial, este espacio surge por la iniciativa de la familia de la actual directora del museo, quien narra lo sucedido como se cuentan todas las historias en el Caribe:

Un día llegamos a casa de mi abuela y ella estaba con su prima, que me aborda y me dice que quiere que les haga un museo para las víctimas de la dictadura, entre los que estaba el hijo de la prima de mi abuela. Ellas estaban preocupadas de qué iba a pasar. Uno no tenía ni idea de qué era un museo de memoria. Tampoco le puse mucha atención. Días después, mi mamá me llama y me dice: «Recuérdate la responsabilidad que tenemos los dominicanos libres con los que entregaron la vida».

Fachada del Museo Memorial de la Resistencia Dominicana, en la Ciudad Colonial de Santo Domingo. Crédito: Museo Memorial de la Resistencia Dominicana.
Fachada del Museo Memorial de la Resistencia Dominicana, en la Ciudad Colonial de Santo Domingo. Crédito: Museo Memorial de la Resistencia Dominicana.

Así que Luisa de Peña, una historiadora del arte con una vocación museística muy diferente, le dio un timonazo a su carrera para redireccionarla hacia otro rumbo, con una perspectiva más personal y familiar. «Empezamos a trabajar un pequeño museo de historia con la historia de ese grupo, pero un museo no puede ser sobre un hecho…». En el 2000, de Peña visitó el Yad Vashem, el museo oficial del Holocausto judío en Israel. «Era la primera vez que visitaba un museo de memoria, y ese museo me transformó. Transformó mi percepción del Holocausto. Había que aprender de esto. Había que repensar el museo».

Así comenzó el acercamiento con los familiares y sobrevivientes de la dictadura de Trujillo. «Fuimos acercándonos, visitando, se unieron muchos. Hubo peleas, desencuentros, separaciones, pero seguimos adelante». Hasta que, en 2008, el presidente de turno quiso tener un gesto con la resistencia y logró, luego de varias conversaciones, asignar recursos al museo. «De 2008 a 2011 se construye el museo con fondos gubernamentales, pero manejado por nosotros», aclara de Peña.

El Museo Memorial de la Resistencia Dominicana aplicó a fondos internacionales, así como al Registro de Memoria de la Unesco. «Eso nos dio relieve nacional e internacional. Nos dio un gran impulso». En 2011 abrieron las puertas y también comenzaron a trabajar como museo virtual, lo que les permitió ganarse la aprobación y solidaridad de los dominicanos, mientras compartían sus dos mensajes clave, la columna vertebral del espacio: conmemorar a las víctimas y  educar en valores democráticos y derechos humanos.

Esa línea de educación se sostiene en el principal público del museo: los estudiantes. «Recibimos alrededor de 400 estudiantes diarios, pero somos un país de menos de 13 millones de personas. Tenemos un convenio con el Ministerio de Educación. Nos comprometemos a recibir ochenta mil visitantes al año en los talleres sobre derechos humanos y valores democráticos». 

Laboratorios ciudadanos y memoria de paz viva

¿Cómo habilitar lugares de encuentro abiertos a la participación de cualquiera para la colaboración, experimentación y creación colectiva de proyectos que buscan mejorar la vida en un lugar? Esta es la pregunta recurrente de Marcos García, de la Asociación Espacios Comunes y Fundación Hebras de Paz Viva, de España.

Marcos García, de la Asociación Espacios Comunes y Fundación Hebras de Paz Viva, de España. Crédito: Andrés Correa para el CNMH.
Marcos García, de la Asociación Espacios Comunes y Fundación Hebras de Paz Viva, de España. Crédito: Andrés Correa para el CNMH.

Puede resultar un cuestionamiento abstracto si no se aterriza, pero todo cobra sentido cuando García expone las fotografías de lo que hace en los laboratorios ciudadanos y de memoria de paz viva que lidera. «No me siento del ámbito de los museos ni de la memoria, pero no son ámbitos que me sean ajenos totalmente». Y es que ni los museos ni la memoria están acabados totalmente. No están escritos en piedra, no se pueden entender como dados por sentado. Los museos y la memoria —las memorias— están vivos, y hacia eso transita García al promover lugares para la experimentación y la cooperación.

«Creo que si podemos aumentar las posibilidades de transformación de la ciudad, más justa, más libre, más sostenible, es necesario que haya un incremento de la exploración y la cooperación social». Ahora sí, ¿cómo lo aterriza? A partir de una idea de experimentación abierta, como el diseño de prótesis con forma de mano o muñón para jóvenes con discapacidad física, con alternativas tan precisas que permiten, desde los diferentes prototipos, tocar la guitarra o comerse un yogur. Esto ha permitido, por ejemplo, mejorar la calidad de vida de niños, niñas y adolescentes de Nariño, víctimas de las minas antipersona.

Un elemento importante de estos laboratorios ciudadanos es la documentación de los hallazgos y los errores porque permitirán aplicar y expandir lo que funciona, y desechar lo que no sirve.

Un nuevo lugar para todas las memorias, ¡todas!

María Gaitán, Marcia Scantlebury, Luisa de Peña, Marcos García y Edwin Arias, ponentes del Diálogo Iberoamericano de Pares. Crédito: Andrés Correa para el CNMH.
María Gaitán, Marcia Scantlebury, Luisa de Peña, Marcos García y Edwin Arias, ponentes del Diálogo Iberoamericano de Pares. Crédito: Andrés Correa para el CNMH.

En Colombia se está gestando la construcción física y social de un nuevo museo de memoria para Iberoamérica. Se trata del Museo de Memoria de Colombia, a cargo del Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH), donde se espera recoger, acoger y reconocer procesos como los de Chile y República Dominicana, o los laboratorios ciudadanos de España, para levantar «un colaboratorio de memorias vivas», como afirmó María Gaitán, directora del CNMH. Además, se espera mostrar una historia que merece ser contada de manera más extensa: «No solamente estamos abriendo un espacio que para nosotros es el lugar de memoria de Colombia, nacional, sino que, a la vez, estamos invitando a Latinoamérica a que construyamos una sala que debemos también tener, porque nuestra América tiene una historia común que todavía no la hemos hecho tan visible»

Para Gaitán también es clave compartir y entender conjuntamente que, si bien el edificio del Museo de Memoria de Colombia aún no está terminado, actualmente sí se está construyendo «desde lo que se hizo anteriormente y desde lo que este Gobierno del cambio busca con la memoria histórica». Esto es rendirle honores «a las resistencias de nuestros antepasados que hoy son víctimas», afianzar un lenguaje común «con el que podremos avanzar juntos por el mismo horizonte y el mismo camino», y esencialmente «poder mirarnos a los ojos, así tengamos diferencias».


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artistas plásticos se reunieron en el Parque Nacional, en Bogotá, para representar la relación entre el arte y la memoria en una actividad liderada por el Museo de Memoria de Colombia

«Respiramos memorias»: una conmemoración por el Día Internacional de los Museos

artistas plásticos se reunieron en el Parque Nacional, en Bogotá, para representar la relación entre el arte y la memoria en una actividad liderada por el Museo de Memoria de Colombia

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CNMH

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Artistas plásticos se reunieron en el Parque Nacional, en Bogotá, para representar la relación entre el arte y la memoria en una actividad liderada por el Museo de Memoria de Colombia

Publicado

2 junio 2023


«Respiramos memorias»: una conmemoración por el Día Internacional de los Museos

  • En el contexto del Día Internacional de los Museos, el 30 de mayo de 2023 desde el Parque Nacional, en Bogotá, artistas plásticos y estudiantes participaron en distintas actividades para reflexionar sobre memoria histórica, bienestar y sostenibilidad

El arte y la memoria se volvieron a encontrar en un espacio ideado por el Museo de Memoria de Colombia. El 30 de mayo al menos 15 artistas plásticos se reunieron en el Parque Nacional, en el Salón Luis Caballero, para desarrollar una pieza gráfica que llevó la consigna «Respiramos memorias». 

La iniciativa estuvo enmarcada en el Día Internacional de los Museos, que se conmemora el 18 de mayo. Mauricio López, líder de apropiación social y comunicación del Museo de Memoria de Colombia del CNMH, explicó que el espacio se planteó para avanzar en la construcción colectiva de este lugar de memoria.

Con ese norte, desde las 11:00 a.m. la pintura se tomó el lugar. En siete biombos pintados de rojo se comenzaron a trazar, por una cara, letras amarillas con el mensaje «respiramos memorias» y por la otra, los artistas plasmaron su mensaje personal sobre la memoria histórica, el bienestar y la sostenibilidad. 

«Pensamos en ese respirar consciente y en encontrar las memorias que estamos construyendo del cuerpo, de nosotros, como comunidad y como individuos», precisó López. Esa idea la reafirmó Elkin Torres, un artista plástico que participó en el evento y es conocido como Fike: «este es un espacio en el que los mayores y los más jóvenes se juntan sin egos y superioridades». 

en la imagen, el artista plástico Fike, quien a través del graffiti pintó el rostro representativo del evento «Respiramos memorias»
En la imagen, el artista plástico Fike, quien a través del graffiti pintó el rostro representativo del evento «Respiramos memorias»

Fike fue el encargado de pintar el rostro que aparece en el volante del encuentro. «Muestra esa cosmogonía de que la memoria trasciende más allá y viene de más atrás», manifestó el artista quien, además, reconoció que esa construcción colectiva se sentía en el ambiente. 

Esa noción también la compartió Joshua Álvarez, estudiante de diseño gráfico de la Universidad Nacional: «Esa es una de las razones por las que estoy acá: aprender todo lo que pueda desde el diálogo y desde un ambiente de bienestar». Con esto los artistas resaltaron que, si bien el arte es una herramienta de construcción de memoria, esta debe ser el resultado de un colectivo que involucre a todos los sectores de la sociedad. 

Al Parque Nacional llegaron estudiantes de once del Colegio IED Francisco de Paula Santander, que participaron en conversatorios que los acercaron al territorio y al concepto de memoria. En simultáneo, el colectivo Cocer, de la Universidad Pedagógica Nacional (UPN), preparaba un arroz con pollo para todos los presentes.  

—Es muy rico sentir el humo que te llega a la cara, te hace toser —expuso Fike— y luego probar el saborcito de ese almuerzo hecho con amor.

 

El Parque Nacional, un lugar para reconocer el territorio

a la 1:00 p.m. llegaron los estudiantes del  Colegio IED Francisco de Paula Santander para participar en un taller ambiental y encuentro de saberes
A la 1:00 p.m. llegaron los estudiantes del  Colegio IED Francisco de Paula Santander para participar en un taller ambiental y encuentro de saberes

No es casualidad que el evento se realizara en el Parque Nacional. Edgar Lara, quien hace parte de la dirección del Museo de Memoria de Colombia, indicó la importancia de reconocer lo que nos rodea. «Estamos aquí para reconocer la memoria a través de la naturaleza».

A la actividad asistieron los estudiantes del colegio distrital y aprendieron sobre la agricultura urbana. «Les explicaba que diferentes víctimas del conflicto armado utilizan esta práctica como una reparación simbólica al volver a cultivar desde espacios urbanos», detalló Lara y reflexionó acerca del impacto de la guerra sobre el territorio. «La naturaleza también es víctima, muchas veces silenciosa, y a veces no nos percatamos de eso», añadió.

Reconocer el tipo de plantas y especies que habitan en el Parque Nacional fue otro ejercicio del taller. «Uno conoce las calles y las carreteras de la ciudad, pero vemos todas las plantas como un gran ente verde», comentó el experto, que les enseñó a los jóvenes de ese colegio sobre ejemplares como el roble, el mano de oso, el jazmín del cabo, el yaruma, la palma de cera y la eugenia.

Para Edgar Lara el componente ambiental es impredecible y a veces no se tiene en cuenta. Por eso no solo hubo una charla con los estudiantes, sino con los mismos artistas y «esa inspiración llegó a la pieza gráfica». Tanto así que algunos de los alumnos tomaron los pinceles para apoyar la iniciativa y compartir esos otros saberes desde el arte como resistencia. 

Ese 30 de mayo de 2023 no solo el arte y la memoria se reencontraron en el Parque Nacional, sino que la naturaleza se unió a la conmemoración basada en el trabajo colectivo.  


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El Centro Nacional de Memoria Histórica y las Fuerzas Militares de Colombia unen esfuerzos para preservar la memoria histórica de Colombia

El Centro Nacional de Memoria Histórica y el Comando de las Fuerzas Militares unen esfuerzos para la reconstrucción de la memoria histórica de Colombia.

El Centro Nacional de Memoria Histórica y las Fuerzas Militares de Colombia unen esfuerzos para preservar la memoria histórica de Colombia

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CNMH

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Reunión entre el CNMH y las FF. MM., Hotel Tequendama, Bogotá.

Publicado

31 mayo 2023


El Centro Nacional de Memoria Histórica y el Comando de las Fuerzas Militares unen esfuerzos para la reconstrucción de la memoria histórica de Colombia.

La construcción colectiva que se ha venido impulsando desde el CNMH tiene como premisa fundamental la inclusión de todas las memorias todas. Este enfoque garantiza la participación de una pluralidad de actores, con el propósito de fortalecer las iniciativas de memoria histórica y promover la construcción de paz en los territorios. En este sentido, las FF. MM. se han sumado a este propósito, identificando esfuerzos en común que se enfocan en la verdad, la justicia y la no repetición. Estos puntos de encuentro se han logrado gracias a la práctica de la escucha activa y el diálogo

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María Gaitán, directora general del CNMH en la reunión con las Fuerzas Militares
María Gaitán, directora general del CNMH en la reunión con las Fuerzas Militares

María Gaitán, directora general del CNMH, y su equipo directivo, sostuvieron una reunión con el almirante José Joaquín Amézquita, jefe de Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Militares de Colombia, quien se encontraba acompañado por otros miembros de las FF. MM. En este encuentro se discutió acerca de la importancia de establecer un «colaboratorio», es decir, un espacio de diálogo con mesas temáticas donde ambas instituciones puedan presentar sus proyectos para la construcción de la memoria histórica.

Este es un proceso que implica el reconocimiento de verdades y momentos históricos —como señaló María Gaitán—, en el que se ha entendido que «por más que tengamos profundas diferencias, la Paz Total del Gobierno del Cambio nos está encaminando a construir juntos». La intención de este espacio de construcción conjunta consiste en establecer las bases para trabajar en una propuesta de memoria histórica que deberá ser entregada al país.

Almirante José Joaquín Amézquita, jefe de Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Militares de Colombia. Foto: FF. MM
Almirante José Joaquín Amézquita, jefe de Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Militares de Colombia. Foto: FF. MM

Por su parte, el almirante Amézquita señaló que ha sido relevante hablar de un «colaboratorio», dado que es «un llamado a ir juntos y a escucharnos», haciendo énfasis en que es el tono que necesita el país para construir en colectivo. «Estoy convencido de que tenemos más puntos en común que puntos de diferencia», señaló Amézquita, quién agregó que este es un espacio para que «nos miremos a los ojos, para que entendamos que hay afinidades».

Álvaro Villarraga, director técnico para la Construcción de la Memoria Histórica, recordó que el CNMH es la única entidad estatal y gubernamental cuyo propósito central es asumir el deber de la memoria, un trabajo que debe llevarse a cabo con la participación libre de la población civil, víctimas del conflicto armado, organizaciones y entidades para que todas las personas se conviertan en catalizadores del ejercicio de la memoria.

María Gaitán, directora general del CNMH y el Almirante José Joaquín Amézquita, jefe de Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Militares de Colombia.
María Gaitán, directora general del CNMH y el Almirante José Joaquín Amézquita, jefe de Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Militares de Colombia.

El directivo también agregó que es importante realizar «un proceso de integración y revisión de los procesos que se traían», de cara a fortalecer las iniciativas de memoria ya construidas e incentivar nuestros procesos.

Finalmente, el equipo directivo del CNMH presentó en este espacio las metas y logros alcanzados por cada una de sus direcciones, cuyo objetivo es respaldar la construcción de un plan pedagógico centrado en dignificar a todas las víctimas del conflicto armado.


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Que nos acompañen por lo menos sus nombres… ¡hasta encontrarlos!

Que nos acompañen por lo menos sus nombres… ¡hasta encontrarlos!

Que nos acompañen por lo menos sus nombres… ¡hasta encontrarlos!

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CNMH

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El viernes 26 de mayo, familiares de víctimas de desaparición forzada estuvieron presentes en la inauguración del mural de la campaña «Por lo Menos Sus nombres Hasta Encontrarlos», el cual busca visibilizar 45 rostros de personas desaparecidas. Foto: Andrés Correa

Publicado

30 mayo 2023


Que nos acompañen por lo menos sus nombres… ¡hasta encontrarlos!

  • En la Semana del Detenido Desaparecido varias organizaciones dedicadas a la búsqueda de personas desaparecidas han visibilizado su lucha con diferentes acciones de memoria. Y por primera vez desde el Plan Nacional de Desarrollo se impulsa una política pública integral de búsqueda y prevención de la desaparición forzada.

El último domingo de mayo, sobre la carrera 7 de Bogotá, a la altura de la calle 32, una lluvia de aviones de papel cayó sobre los transeúntes y personas que se movilizaban en patines o bicicletas, en plena ciclovía. Cada una de las 1.400 hojas que sobrevolaron el sector llevaban entre 40 y 50 nombres impresos. Nombres que, juntos, conforman el universo de 50.014 personas que la Unidad de Búsqueda de Personas Dadas por Desaparecidas puede establecer con nombre y apellido. 50.014 de las 104.537 que estima la entidad fueron desaparecidas forzosamente durante el conflicto armado, pero que aún no puede nombrar.

Con «Memoria al viento», como se llamó a esta acción, la Fundación Hasta Encontrarlos, con la participación de Familiares de Personas Desaparecidas, Imborrables, Desaparicionforzada.com, Fundación Böll y Alta Consejería de Paz, Víctimas y Reconciliación, de Bogotá, con el apoyo del Centro Nacional de Memoria Histórica, buscaba concretar una expresión de homenaje, denuncia y exigencia para conocer todos los nombres. «Para nosotros es algo sincrónico la búsqueda de desaparecidos y la búsqueda de la verdad y justicia», subrayó Pablo Cala, de Hasta Encontrarlos.

La idea con los aviones de papel era que viajarán a cualquier parte, a todas las partes. «Creemos que no solo deben buscarse los desaparecidos en los cementerios, sino también en las selvas, en las casas, en todos los lugares donde se puede encontrar información, especialmente en las guarniciones militares, donde ha terminado quedando la información de la suerte y el paradero de los desaparecidos por acciones militares», agregó Cala.

La idea con los aviones de papel era que viajarán a cualquier parte, a todas las partes. «Creemos que no solo deben buscarse los desaparecidos en los cementerios, sino también en las selvas, en las casas, en todos los lugares donde se puede encontrar información, especialmente en las guarniciones militares, donde ha terminado quedando la información de la suerte y el paradero de los desaparecidos por acciones militares», agregó Cala.

El domingo 28 de mayo desde las instalaciones del CNMH sobrevolaron 1.400 hojas, en las que en   cada una estaban presentes entre 40 y 50 nombres de personas desaparecidas forzosamente. Foto: Andrés Correa.
El domingo 28 de mayo desde las instalaciones del CNMH sobrevolaron 1.400 hojas, en las que en cada una estaban presentes entre 40 y 50 nombres de personas desaparecidas forzosamente. Foto: Andrés Correa.

Es por esto que quienes buscan a sus familiares solicitaron a la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) una medida cautelar para el desarchivo de todos aquellos archivos de brigadas, batallones, unidades militares que están vinculados con desaparición forzada, particularmente desde la década del 80 hasta hoy, «porque si los militares los desaparecieron, deben estar en sus archivos», reitera Cala.

Esta acción de hacer volar aviones de papel hace parte de la conmemoración de la Semana Internacional del Detenido Desaparecido, que la Fundación Hasta Encontrarlos extenderá por lo menos hasta el 30 de agosto, Día Internacional de las Víctimas de Desaparición Forzada. «Para nosotros, la memoria es motor de la búsqueda: el nombre, el rostro, la reivindicación que hacen a diario los familiares de las personas desaparecidas. La memoria es la posibilidad, al tiempo que se recuerda, de estar anunciando sus proyectos de vida y de estar denunciando el crimen cometido. La memoria es un proceso de verdad y justicia», subraya Cala.

Los rostros que recuerdan la desaparición forzada

Norma Esguerra, Irma Franco, Juan Carlos Pinto, José Roselín Pérez, Gloria Inés Orozco y Zully Camelo son parte de los rostros que integran un mural que busca visibilizar el fenómeno de la desaparición forzada en el contexto del conflicto armado en Colombia.

Esta intervención artística, que se realizó a lo largo de una semana en una de las paredes de la Facultad de Ciencias Humanas de la Universidad Nacional, también hizo parte de la campaña «Por lo Menos Sus nombres Hasta Encontrarlos», en el marco de la Semana Internacional del Detenido Desaparecido, como la acción de los aviones de papel.

La fundación Hasta Encontrarlos presentó el mural, en el que también se destaca la figura de un colibrí gigante de colores, símbolo de su búsqueda, para hacer visibles 45 rostros, 45 nombres, 45 personas de las 105 que busca la fundación, que ya ha contribuido a encontrar otras 25.

María Gaitán, directora del CNMH estuvo presente en la inauguración del mural «Por lo Menos sus Nombres hasta Encontrarlos» llevada a cabo el viernes 26 de mayo en la Facultad de Ciencias Humanas en la Universidad Nacional. Foto: Andrés Correa
María Gaitán, directora del CNMH estuvo presente en la inauguración del mural «Por lo Menos sus Nombres hasta Encontrarlos» llevada a cabo el viernes 26 de mayo en la Facultad de Ciencias Humanas en la Universidad Nacional. Foto: Andrés Correa

Esta acción fue apoyada por la Facultad de Ciencias Humanas y el Departamento de Antropología de la Universidad Nacional y por el Centro Nacional de Memoria Histórica, y contó con la participación de familiares de víctimas de desaparición forzada, delegados de la Alta Consejería de Paz, Víctimas y Reconciliación, de Bogotá, y la dirección de la Unidad de Búsqueda de Personas Dadas por Desaparecidas (UBPD).

Rodrigo Restrepo, hermano de Martha Gisela Restrepo, cuyo rostro aparece en el mural, aseguró que regresa a casa con «expectativas y esperanzas». También aseguró que han sentido una nueva dinámica ante el problema de la desaparición forzada. «La presencia del CNMH es clave porque la búsqueda no es únicamente encontrar los restos, sino también desenterrar la existencia de una persona cuya desaparición frustró una existencia llena de aspiraciones y luchas», mencionó.

Un histórico Plan Nacional de Desarrollo

Por primera vez un Plan Nacional de Desarrollo (PND) incluye la formulación de una política pública integral de prevención de la desaparición forzada, así como la creación de un Sistema Nacional de Búsqueda de Personas Desaparecidas.

Este hito histórico, consignado en el artículo 177 del PND, no solo beneficiará a los familiares de personas desaparecidas, sino a toda la sociedad, al incluir medidas preventivas contra este delito.

Esto implica la creación del Sistema Nacional de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas en contexto y en razón del conflicto armado. Este sistema estará liderado por la Unidad de Búsqueda de Personas Dadas por Desaparecidas en coordinación con el Ministerio de Justicia, y contará con la participación de la sociedad civil, en especial de las mujeres y personas buscadoras, y se articulará con el Sistema Nacional de Atención y Reparación a Víctimas y con el Sistema Integral de Verdad, Justicia, Reparación y No Repetición (SIVJRNR). Este último, por medio de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP).

Una ley para reconocer a las personas buscadoras

Actualmente, en el Congreso de la República, se debate un proyecto de ley que busca proteger de manera integral la labor y los derechos de las mujeres buscadoras de víctimas de desaparición forzada. El legislativo está debatiendo el Proyecto de Ley 242 de 2022, que pretende reconocer a estas mujeres como constructoras de paz como sujetos de especial protección constitucional.

La propuesta, que contiene nueve capítulos y 21 artículos, impulsada por la Fundación Nydia Erika Bautista, ya fue aprobada en primer debate en la Cámara de Representantes y ahora pasará al Senado de la República, donde debatirán la invitación a dignificar a quienes han dedicado su vida a buscar a los ausentes.

Desde el CNMH aplaudimos este primer paso en la aprobación de la ley, esencial y trascendental en el compromiso del Estado de acompañar a las víctimas y a sus familiares en el cumplimiento de sus derechos a la verdad, la justicia, la reparación y la no repetición.

Infografia. Proyecto de ley No. 242 de 2022


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Padre Francisco de Roux le hace entrega a la directora del CNMH, María Gaitán, de una copia del Informe Final de la Comisión de la Verdad.

El Centro Nacional de Memoria Histórica comprometido con el legado de la Comisión de la Verdad

Padre Francisco de Roux le hace entrega a la directora del CNMH, María Gaitán, de una copia del Informe Final de la Comisión de la Verdad.

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CNMH

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Padre Francisco de Roux le hace entrega a la directora del CNMH, María Gaitán, de una copia del Informe Final de la Comisión de la Verdad.

Publicado

27 mayo 2023


El Centro Nacional de Memoria Histórica comprometido con el legado de la Comisión de la Verdad

  • El 26 de mayo, el padre Francisco de Roux y otros exmiembros de la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad, la Convivencia y la No Repetición (CEV) se reunieron con la directora del CNMH, María Gaitán, para entregar una copia del informe.
  • La directora reafirmó su compromiso con la lucha por la memoria de Colombia y recibió el trabajo realizado por la CEV como un legado que debe ser ampliado y divulgado por el CNMH.

«Siento que el informe de la Comisión de la Verdad (CEV) ha sido muy bien recibido, pero es simplemente una contribución, no es la verdad», manifestó el padre Francisco de Roux, el otrora presidente de la entidad. Con esas palabras, el sacerdote abrió la conversación en el Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH), donde entregó una copia del Informe Final.

El 26 de mayo, María Gaitán Valencia, directora del CNMH, recibió en sus manos los tomos que constituyen el trabajo realizado por la CEV durante cuatro años. «Ya no hay Comisión de la Verdad —recordó el padre— quedan ustedes», refiriéndose al trabajo que adelanta el Centro Nacional de Memoria Histórica.

«Yo soy un ciudadano común y quiero ponerme al servicio de seguir en ese ejercicio de construcción de la verdad», precisó Francisco de Roux durante el encuentro. Ese mismo horizonte lo comparte María Gaitán, el de conocer «todas las memorias, todas», por lo que agradeció el aporte de la CEV al trabajo del CNMH.

Para la directora, el «Centro Nacional de Memoria Histórica desempeña un papel fundamental al recopilar y ampliar este legado». De hecho, Gaitán no solo habló en nombre de la entidad, sino también a título personal, recordando que «la lucha por la memoria es también una lucha de su familia, de toda la vida» por la que seguirá trabajando debido a que el conflicto armado, desafortunadamente, no ha concluido.

Entrega del archivo documental

En la mañana del pasado 26 de mayo, el CNMH también participó en un evento relacionado con la memoria histórica. La directora estuvo presente durante la «Entrega del archivo documental de la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad, la Convivencia y la No Repetición», un acto simbólico que tuvo lugar en el Centro de Memoria, Paz y Reconciliación. Durante este evento,  se reconoció el proceso llevado a cabo durante «1200 días de búsqueda de la verdad del ser humano, y de la vida en el conflicto colombiano».

El padre Francisco de Roux elogió los esfuerzos del CNMH al lograr la inscripción en el Registro Especial de Archivos de Derechos. Humanos. Además, expresó su deseo de colaborar en la construcción de un país con memoria, verdad y reconciliación: «Estoy seguro de que vamos a encontrar caminos para trabajar de la mano por este país».

En el evento, estuvo presente el presidente de la República, Gustavo Petro Urrego, quien reflexionó sobre la incansable búsqueda de los colombianos por hallar la verdad: «Hay desespero porque la verdad no aparece, porque no está en los procesos de jurisdicción, ni en el mundo judicial, ni académico, ni económico».

El Centro Nacional de Memoria Histórica se une al llamado que hizo el presidente Petro para «fortalecer la verdad, la reconciliación y la justicia de forma que el país pase a ser una nación donde podamos vivir todas y todos». 


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Buenaventura es goles, libros, unión y paz

Buenaventura es goles, libros, unión y paz

Concertando la agenda del evento «Diálogo iberoamericano de pares: museos que hacemos memorias: recoger, acoger, reconocer»

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CNMH

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Encuentro entre los equipos del Barrio San Antonio y del Resguardo Indígena Valledupar. Foto: Andrés Correa, CNMH.

Publicado

26 mayo 2023


Buenaventura es goles, libros, unión y paz

«¡Gool de Las Palmas, el mejor lugar para vivir!» repetía a pulmón abierto uno de los vecinos de este barrio ubicado en la Comuna 12 —localidad 2 del Distrito de Buenaventura, Valle del Cauca— imitando, con más entusiasmo que garganta, el tono de los narradores deportivos, cada vez que uno de los niños del equipo de microfútbol local conseguía inflar las redes de su rival.

Era domingo, la temperatura sobrepasaba por momentos los 30 grados bajo la sombra del polideportivo cubierto. Desde muy temprano los y las integrantes de la Mesa de Acceso a la Justicia, Víctimas,Protección y Memoria —surgida en el marco del Paro Cívico de 2017— se aseguraron de que todo marchara según lo planeado, avivando el fuego para la olla comunitaria o tomando lista de las delegaciones invitadas. 

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Una de las más activas es Marisol Congolino. Al preguntarle por la motivación para organizar una jornada lúdico recreo deportiva, con el acompañamiento del Centro Nacional de Memoria Histórica, afirmó que es importante demostrar que en barrios como Las Palmas la comunidad se puede reunir como antes, y que a pesar de las dificultades «se mantiene la alegría y las ganas de seguir luchando por vivir con dignidad y en paz en el territorio».

La añoranza por los encuentros del pasado se debe, en gran medida, a la proliferación de las llamadas «fronteras invisibles» con las que hoy han pretendido limitar violentamente la circulación y la convivencia, particularmente de los jóvenes. De ahí que utilizar el deporte como herramienta es una apuesta estratégica para «romper esas fronteras que nos están invisibilizando (…) para vivir en igualdad, estamos aquí tanto afros como indígenas, y esa unidad de lo étnico que caracteriza a Buenaventura» indica Marisol.

 

El fútbol, más allá de la pelota

Más allá de los amores y desamores que pueda despertar este deporte, el hecho de que la jornada haya tenido como una de sus actividades principales los encuentros de fútbol cobra sentido al repasar la historia del distrito portuario. Para ellas y ellos es la oportunidad de conmemorar a los doce jóvenes asesinados en Punta del Este por paramilitares que, con engaños, los sacaron de sus hogares con la excusa de invitarlos a Dagua a jugar un partido.

Para Obdulia Valencia, integrante de la mesa, incluir estas competencias deportivas a dieciocho años de la masacre conlleva una fuerte carga de memoria, pero también de resistencia: «que ellos sigan jugando, porque cada vez que vemos a los niños en la cancha, recordamos a ese jugador que hoy no está porque la vida la violencia le arrebató» asegura con emotividad, mientras evoca la imagen del monumento que hoy se erige en su nombre.

Equipos infantiles y juveniles, masculinos y femeninos participaron de la jornada. Foto: Andrés Correa, CNMH
Equipos infantiles y juveniles, masculinos y femeninos participaron de la jornada. Foto: Andrés Correa, CNMH

 

Y es también la posibilidad de escribir nuevas memorias gracias al juego. Los niños y niñas que corrieron tras el balón, como aquellos que leyeron, colorearon o bailaron, guardarán las experiencias del día en sus recuerdos para que al menos por una noche, como aspira Vivian Sinisterra, presidenta de la Junta de Acción Comunal de Las Palmas, puedan retornar a sus casas con un tema de conversación distinto a la violencia con la que conviven.

«El niño te habla de la realidad que ve a diario, un muerto aquí, un muerto allá (…) hoy todos van a hablar de lo que hicieron, van a hablar de las medallas, van a hablar de cómo las niñas no sabían patear el balón, de cómo a un equipo le colocaron más goles que a otro», por eso no duda en abrir las puertas para que este tipo de actividades sean replicadas con más comunidades para que otros y otras puedan vivir «un domingo diferente» que recuerden con alegría.

Leer y jugar

La lectura estuvo organizada por la Biblioteca de Memoria de la Dirección de Archivo de los Derechos Humanos del CNMH y el Colectivo Guasá. Foto: Andrés Correa, CNMH
La lectura estuvo organizada por la Biblioteca de Memoria de la Dirección de Archivo de los Derechos Humanos del CNMH y el Colectivo Guasá. Foto: Andrés Correa, CNMH

Desde una propuesta lúdica, la promoción de la lectura, la escritura y la oralidad fue otro de los pilares de la jornada y, dada la coincidencia en el calendario con la conmemoración del Día de la Afrocolombianidad, los textos, autores y relatos compartidos tuvieron un foco especial en los aportes literarios del Pacífico en la construcción cultural de su pueblo.

Para la selección del material fue vital el apoyo brindado por Martha Cuero Olave, quien desde su trabajo en la biblioteca pública Palenque Regional El Congal realiza una rigurosa labor de documentación, recopilación y sistematización de un archivo que recoge años de memoria afrocolombiana, particularmente de lo relacionado con la Ley 70 de 1993, que reconoce a las comunidades negras del Pacífico y demanda la protección de sus derechos étnicos y territoriales.

Además de leer y escuchar relatos, los niños y niñas también participaron dibujando. Foto: Andrés Correa, CNMH
Además de leer y escuchar relatos, los niños y niñas también participaron dibujando. Foto: Andrés Correa, CNMH

Dentro de los textos ubicados en el aparador las publicaciones cargadas de color e ilustraciones captaron la atención de niños y niñas. Uno de ellos fue el realizado por el Colectivo de Teatro para la Paz Guasá, quienes a partir de los relatos compartidos por las madres de los doce jóvenes de Punta del Este sobre algunos mitos, leyendas y tradiciones de la cuenca de Yurumanguí construyeron una serie de historias con moraleja, ilustradas con gran creatividad.

 

Un espacio de acopio

Estos son solo algunos de los cientos de ejercicios de memoria que en Buenaventura se han venido realizando desde el corazón de la comunidad en diferentes sectores. Escritos, fotografías, relatos y objetos que cuentan historias que, de no recopilarse adecuadamente, corren el riesgo de perderse. De ahí que los integrantes de la Mesa sigan trabajando de manera incansable para contar con un espacio adecuado para tal fin.

Carlos Tobar, coordinador de la mesa, asegura que a mediano plazo la meta es «la construcción del centro de memorial del litoral Pacífico, que es donde nosotros queremos construir nuestra memoria», para el que incluso cuentan con el espacio en un sector especial por la historia de la ciudad, pero en el corto plazo apuestan por la construcción de espacios de memoria locales, barriales o comunales con el propósito de «que cuando se construya el centro de memoria, podamos tener insumos y poder aportarlos».

«Por la dinámica que se ha dado hoy no tenemos un espacio donde tener la memoria toda recogida, pero sabemos que lo vamos a lograr» asegura con decisión Obdulia Valencia, agregando que un camino es empezar por recoger la memoria de barrios como San Antonio, La Cima, La Libertad y el Resguardo de Valledupar, por medio de ejercicios de encuentro y unidad que ayuden a reconstruir el tejido social y a derribar las fronteras invisibles.

Los balones utilizados en los partidos se convirtieron en objetos de memoria del evento. Foto: Andrés Correa, CNMH
Los balones utilizados en los partidos se convirtieron en objetos de memoria del evento. Foto: Andrés Correa, CNMH

Al final de la jornada los dos balones que pasaron de pie en pie y de mano en mano fueron firmados por los asistentes, transformándose con cada trazo en testigo material de la memoria del encuentro y, al mismo tiempo, en piedra fundacional para el museo satélite que desde el barrio Las Palmas empieza a construir su propia historia.


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25M, Conflicto Armado, Día Nacional de la Dignificación a las Víctimas de Violencia Sexual, violencia de genero, Violencia Sexual

Concertando la agenda del evento «Diálogo iberoamericano de pares: museos que hacemos memorias: recoger, acoger, reconocer»

Concertando la agenda del evento «Diálogo iberoamericano de pares: museos que hacemos memorias: recoger, acoger, reconocer»

Concertando la agenda del evento «Diálogo iberoamericano de pares: museos que hacemos memorias: recoger, acoger, reconocer»

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CNMH

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En pantalla de izquierda a derecha: Edwin Arias, Director del Museo de la Memoria de Colombia, Rocío Pachón Pinzón, Asesora de Cooperación Internacional; María Gaitán Valencia, Directora General; Daniel Castro, Asesor del Museo de la Memoria.

Publicado

26 mayo 2023


Concertando la agenda del evento «Diálogo iberoamericano de pares: museos que hacemos memorias: recoger, acoger, reconocer»

La Directora General del Centro Nacional de Memoria Histórica, María Gaitán Valencia, la Dirección Técnica del Museo de la Memoria de Colombia y su equipo Asesor en Cooperación Internacional se reunieron virtualmente con la Directora del Museo de la Memoria y los Derechos Humanos de Chile, María Fernanda García Iribarren y su Asesora de Relaciones Internacionales Francisca Dávalos Bachelet, para ultimar detalles de la agenda del evento Diálogo iberoamericano de pares: museos que hacemos memorias: recoger, acoger, reconocer que tendrá lugar el próximo 2 de junio de 2023 en Bogotá y que contará con la participación de expertos en construcción de memoria de Chile, República Dominicana y España.

Este diálogo iberoamericano propiciará el intercambio de saberes y lecciones aprendidas de entidades encargadas de construir memoria histórica con el objetivo de enriquecer la hoja de ruta del Museo de la Memoria de Colombia.

En pantalla de izquierda a derecha: Francisca Dávalos Bachelet, Asesora de Relaciones Internacionales y María Fernanda García Iribarren, Directora del Museo de la Memoria y los DDHH de Chile.
En pantalla de izquierda a derecha: Francisca Dávalos Bachelet, Asesora de Relaciones Internacionales y María Fernanda García Iribarren, Directora del Museo de la Memoria y los DDHH de Chile.

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25M, Conflicto Armado, Día Nacional de la Dignificación a las Víctimas de Violencia Sexual, violencia de genero, Violencia Sexual

Emiratos Árabes Unidos afirma su apoyo hacia la paz sostenible en Colombia

Emiratos Árabes Unidos afirma su apoyo hacia la paz sostenible en Colombia

Emiratos Árabes Unidos afirma su apoyo hacia la paz sostenible en Colombia

Autor

CNMH

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CNMH

Publicado

26 mayo 2023


Emiratos Árabes Unidos afirma su apoyo hacia la paz sostenible en Colombia

En el marco de una reunión protocolaria sostenida entre la Directora General, María Gaitán Valencia, y el Embajador de los Emiratos Árabes Unidos, S.E. Salem Rashed Alowais, se abordaron temas sobre la paz, el contexto nacional y las oportunidades de trabajo bilateral en materia de construcción de memoria.

El miércoles 17 de mayo, en las instalaciones del Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH), la Directora General, María Gaitán Valencia, en compañía del equipo Asesor en Cooperación Internacional (ECIA) de la entidad, recibieron la delegación de la Embajada de los Emiratos Árabes Unidos, dirigida por su Embajador para Colombia, S.E. Salem Rashed Alowais, el Analista de Políticas Hani Al Kantar y el equipo de relacionamiento internacional de la embajada.

Con ocasión de esta reunión, en nombre de su país, el Señor Embajador extendió su mensaje de apoyo para fortalecer los asuntos de paz en Colombia, reconociendo el devenir histórico del conflicto al interior del territorio y la importancia de impulsar modelos de trabajo que internacionalmente los Emiratos Árabes Unidos aplican con el objetivo de lograr la armonía y la tolerancia en las naciones más violentadas por estos hechos.

De igual manera resaltó que desde 2019 la Embajada de los Emiratos Árabes Unidos viene estrechando sus lazos de cooperación en materia de posconflicto, lo que conduce al apoyo de acciones de investigación y desarrollo de memoria histórica. Al respecto, el Embajador manifestó el interés de realizar un intercambio de experiencias con el Centro Hedayah, en la medida que se compartan modelos de trabajo alrededor de temas de conflicto y paz. En este sentido, la Directora General del CNMH expresó sus más altas consideraciones para lograr un acercamiento directo y materializar las visitas que estén contempladas en este propósito común.

Tras este valioso encuentro, la Directora María Gaitán Valencia aprovechó la oportunidad para presentar un panorama histórico del país, dejando claro el alto compromiso que tiene el CNMH para esclarecer la verdad y sostener la paz desde la integralidad social y los principios de la democracia.

 


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Arauca, CNMH, Documental, La zozobra del llano, Mesa Municipal de Víctimas, Puerto Rondón

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