Categoría: sin categoria

La Gabarra, una historia de abandono

Noticia

Autor

Maria de los Ángeles Reyes (CNMH)

Fotografía

archivo Semana

Publicado

26 Ago 2015


La Gabarra, una historia de abandono

La incursión paramilitar en Norte de Santander dejó, además de decenas de muertos, cientos de familias desplazadas. Dieciséis años después, sus habitantes aún sufren las consecuencias.


Investigación publicada en Verdad Abierta

 

El 21 de agosto de 1999 aproximadamente 150 paramilitares llegaron al corregimiento de La Gabarra, en el municipio de Tibú, para concretar la tarea que se habían propuesto desde mayo de ese mismo año: imponer su autoridad en El Catatumbo.  

El Catatumbo ha sido un lugar de disputa para los grupos armados ilegales por su localización estratégica para las rutas del narcotráfico, el paso fronterizo con Venezuela y por el paso del oleoducto Caño Limón-Coveñas. Por la ausencia del Estado, los habitantes de la región se vieron obligados a convivir con todas las guerrillas.

Cuando los rumores de la presencia de los paramilitares empezaron a circular en la década de los noventa, muchos habitantes abandonaron sus tierras por temor a las actuaciones del naciente Bloque Catatumbo. La preocupación era tal, que varias oenegés habían convocado consejos de seguridad para alertar a las autoridades acerca del grave peligro que corría la población de Tibú. De hecho, el jueves 19 de agosto de 1999, dos días antes de la masacre, el entonces presidente Andrés Pastrana estuvo en un consejo de seguridad en Cúcuta, convocado por la oenegé, Minga.

Una masacre tras otra

Según la versión libre de Jorge Iván Laverde Zapata, alias “el Iguano”, Mancuso y Castaño tenían como uno de sus objetivos principales la conquista de Tibú; La Gabarra sería el primer paso para conseguirlo.

El 29 de mayo, en la vía que comunica a la cabecera con el corregimiento, cerca de 200 “paras”, que habían sido enviados desde Córdoba y Urabá, se ubicaron a lo largo de la carretera y pararon los vehículos que pasaban por ahí. Asesinaron a ocho personas, según reportes oficiales, con lista en mano (algunos testigos aseguran que fueron 16). Desde ese día hasta el 22 de agosto el CTI de la Fiscalía registró 77 muertos en Tibú, La Gabarra y algunas otras veredas del municipio.

Las alertas de varias autoridades defensoras de los derechos humanos lograron retrasar la llegada de los paramilitares a La Gabarra en mayo del 1999. Sin embargo, el excomandante del Batallón Contraguerrilla nº 46, teniente Luis Fernando Campuzano (condenado como coautor por esos hechos a 40 años de prisión según la sentencia de la Corte Suprema de Justicia del 12 de septiembre de 2007), permitió la llegada del grupo al casco urbano la noche del sábado 21 de agosto. Ese día, según testigos, el retén permanente del Ejército, que protegía al corregimiento, fue levantado. Además, se ordenó a los militares no salir de la base, argumentando que estaban siendo atacados por algún grupo insurgente, versión que también fue desmentida por varios testigos.

Ciento cincuenta paramilitares provocaron un apagón en La Gabarra y entraron a los bares y lugares de recreación aprovechando que los sábados en la noche varias personas de las veredas bajaban a divertirse. Las víctimas registradas en ese momento fueron 35. Sin embargo, durante la incursión paramilitar en El Catatumbo varios cuerpos fueron desmembrados y lanzados a los ríos Táchira, Zulia y Catatumbo, haciendo difícil las labores de reconocimiento y conteo de los cuerpos.

16 años de abandono

La masacre del 21 de agosto marcó el inicio de una serie de disputas territoriales que dejaron, en total, según informes del Cinep, cerca de 100 muertos. En 2001 hubo dos masacres a manos de las Farc y el Eln en contra de raspachines. En 2004 hubo otra gran masacre de 34 campesinos a manos de guerrilleros de las Farc. Según el fiscal asignado al caso, Edgar Carvajal, esto fue la evidencia más clara de la ausencia del Estado en la zona de El Catatumbo. “El Estado se desentendió porque no le convenía estar ahí, y a la vez le convenía que las Auc estuvieran ahí porque, mal que bien tenían, controlada la presencia de la guerrilla”, afirmó el fiscal.

Una gran consecuencia que dejó la incursión paramilitar en el Catatumbo fue el despojo masivo de tierras y la cantidad de familias que tuvieron que salir desplazadas. Según la Unidad de Restitución de Tierras, Tibú es el municipio con más reclamantes de tierra en Norte de Santander.

Tras la desmovilización de los paramilitares, se entregaron 105 fincas, 17 locales comerciales y 39 casas. El proceso de restitución en el área urbana, según el fiscal Carvajal, fue más fácil de llevar a cabo porque las casas ocupadas eran muy fáciles de identificar; varias de ellas fueron utilizadas como centros de tortura y eran conocidas como “casas del terror”.

En cuanto a la zona rural, en el corregimiento se adelanta un proceso de restitución colectiva aproximadamente desde 2013, pero, según el fiscal Carvajal, el proceso es lento debido a que los predios han sido difíciles de identificar. Las Auc nunca apropiaron completamente los terrenos, sino que muchos fueron usados temporalmente para guardar ganado robado o sembrar temporalmente cocaína. “Es más, la mayoría de ellos se fueron cuando se desmovilizaron y se devolvieron a los lugares de los que venían porque no eran de la zona”, dijo el fiscal.

Para Maria Fernanda Pérez, investigadora del Centro Nacional de Memoria Histórica, existe otro elemento que ha agravado el tema de las tierras en la zona y es la siembra de palma y las apropiaciones de la tierra para esta actividad. Además, las pocas garantías de seguridad impide el retorno de los desplazados: “Tú vas allá y ves solo tanques, solo Ejército. Es evidente que es una zona en guerra”, dice la investigadora.

El pasado fin de semana, la casa parroquial de La Gabarra convocó una caminata conmemorativa desde la parroquia del corregimiento hasta el cementerio. “Es necesario no dejar pasar por alto esas fechas que siempre son tan dolorosas”, dijo el padre Juan Manuel.

El desplazamiento ha sido definitivamente una consecuencia constante y silenciosa en medio del conflicto armado en Colombia. El Centro Nacional de Memoria Histórica, en el marco de la Semana por la Memoria, que se llevará a cabo en octubre, lanzará la serie de desplazamiento “Una nación desplazada”, que contendrá un informe sobre los desplazamientos en El Catatumbo titulado: “Con licencia para desplazar”.

 


Desplazamiento, La Gabarra, Masacre, Norte de Santander, Paramilitares

Gloria González Ardila no era guerrillera

Noticia

Autor

CNMH

Fotografía

www.elmundo.es

Publicado

27 Ago 2015


Gloria González Ardila no era guerrillera

El pasado 20 de agosto en el municipio de San Antero, Córdoba, se realizó el acto de dignificación en memoria de Gloria González Ardila, víctima letal en una operación militar adelantada por el Ejército Nacional en el barrio San Javier de Medellín, el 7 de mayo de 2012.


En la ceremonia se reconoció que la muerte de la señora Gloria fue un hecho que nunca debió ocurrir. Ese día, a las seis de la mañana, tropas del Ejercito Nacional entraron en compañía de cuatro encapuchados, a la casa de Elkin Arbey Ortiz y Josué Rodríguez, quienes habían sido señalados por tener presuntos vínculos con la guerrilla. La muerte de Gloria ocurrió después de que una bala atravesó la casa de madera cuando los uniformados entraran a la casa vecina y dispararon.  Ese día no solo resultó afectada ella, sino su hija de 11 meses a quien amamantaba el día de los hechos, quien se dice, alcanzó a ingerir sangre de la madre.

Los hechos descritos generaron un profundo impacto, afectando su grupo familiar, no sólo por el sufrimiento de su muerte, sino por la estigmatización que tuvo que padecer al ser señalada como militante de la guerrilla. Lo anterior, no solo acabó con la vida de la señora Gloria, sino que fue el causante de sufrimientos venideros para su familia, como la quema de su vivienda, el desplazamiento y la ruptura de su núcleo familiar. 

El dictamen forense determinó que el proyectil que acabó con la vida de la mujer de 32 años, pertenecía a uno de los fusiles que usaban los militares de la IV Brigada que desarrollaron el operativo. En uno de los expedientes del caso se establece que los hombres del Éjercito se extralimitaron en el uso de la fuerza y las armas, por lo que fue investigado el capitán Julián Cadena, quien estuvo al mando de la operación.

La ceremonia de dignificación fue presidida por la Agencia Nacional de Defensa Jurídica del Estado, dando cumplimiento a una de las medidas de satisfacción como parte a un proceso de reparación integral prevista dentro del Acuerdo de Solución Amistosa entre el Estado y la familia de la víctima.  Un acto de perdón público en el cual se reconoció que la señora González fue una mujer pujante, quien con su amor logró ser el eje central de su familia.  Según las palabras que se ofrecieron en la ceremonia, la señora Gloria dejó como legado en su familia valores de respeto, unidad familiar y sensibilidad frente a la injusticia, por lo que siempre será recordada como un ejemplo de vida, una mujer valiente e independiente, que siempre luchó por el bienestar de sus hijos.

El objetivo del evento era precisamente revindicar el buen nombre de la víctima, a quien se le marcó de haber pertenecido a grupos guerrilleros. El Estado busca con este tipo de actos rendir homenaje a las víctimas y dejar sentado que en pro del respeto y garantía de los Derechos Humanos trabaja cada día para que situaciones como estas no se repitan.

 


Conflicto Armado, Guerrilla, Mujer, Testimonios

III Convocatoria de estímulos 2016 CNMH – Ministerio de Cultura

III Convocatoria de estímulos 2016 CNMH – Ministerio de Cultura

Autor

CNMH

Fotografía

CNMH

Publicado

02 Feb 2016


III Convocatoria de estímulos 2016 CNMH – Ministerio de Cultura

Desde el primero de febrero hasta el 29 de abril de 2016 estarán abiertas las inscripciones para participar en la III Convocatoria de Estímulos que el Centro Nacional de Memoria Histórica (a través del Programa Nacional de Convocatorias Públicas de la Dirección Museo y El Programa Fortalecimiento de Museos del Museo Nacional de Colombia- Ministerio de Cultura) ofrece a las asociaciones de víctimas, organizaciones sociales y defensoras de los Derechos Humanos, instituciones académicas, artistas o colectivos de artistas que trabajen con la comunidad.

Para este año el Centro Nacional de Memoria Histórica propone profundizar el apoyo a las iniciativas de memoria y a la construcción de contenidos del Museo Nacional de la Memoria, vinculando propuestas de la sociedad al debate público sobre las comprensiones del conflicto armado como un mecanismo para la democratización de la memoria, a través de la apertura de canales de participación activa a las personas interesadas en transmitir las memorias por medio del arte y la cultura.

“Nuestro propósito con la III Convocatoria es estimular y reconocer los procesos artísticos y culturales de memoria histórica desarrollados en las regiones. Consideramos que estos lenguajes son un recurso pedagógico en las formas de comprensión, sensibilización y reflexión  frente a las discusiones que resultan difíciles o complejas de consensuar a todo el país sobre las dinámicas, causas y responsabilidades del conflicto””Nuestro propósito con la III Convocatoria es estimular y reconocer los procesos artísticos y culturales de memoria histórica desarrollados en las regiones. Consideramos que estos lenguajes son un recurso pedagógico en las formas de comprensión, sensibilización y reflexión  frente a las discusiones que resultan difíciles o complejas de consensuar a todo el país sobre las dinámicas, causas y responsabilidades del conflicto”

Martha Nubia Bello
Dirección de Museo Nacional de la Memoria

Para el 2016, la III Convocatoria  ofrece dos líneas de estímulos con el objetivo de contribuir a la reparación, reconocimiento y dignificación de las víctimas, al esclarecimiento y análisis crítico de la violencia contemporánea en Colombia y cumplir una función pedagógica que aporte a la construcción de una cultura de respeto por la diferencia, la diversidad y la pluralidad que aporte a establecer las bases para las garantías de no repetición:

1. Becas de investigación y producción de proyectos museográficos sobre memoria histórica y conflicto armado:  comprensiones sociales del conflicto armado.

2. Becas de creación y producción de proyectos museográficos sobre memoria histórica y conflicto armado: Memorias de guerra,  resistencia y dignidad.

Fecha de apertura: 1 de febrero de 2016

Fecha de cierre: 29 de abril de 2016

Para mayor información pueden comunicarse a: becas@mincultura.gov.co o al correo convocatoria2016cnmh@centrodememoriahistorica.gov.co

Espere información sobre la agenda de socialización a lo largo del país durante febrero marzo y abril.

Descargar PDF de preguntas frecuentes sobre la Convocatoria.
PDF CON LAS BASES COMPLETAS DE LA CONVOCATORIA [Descargar]
* Consulte las bases de la Convocatoria desde la página 591 hasta la página 601 del documento.
NOTICIA DEL MINISTERIO DE CULTURA CON ALGUNAS DIRECTRICES DE LA CONVOCATORIA [Ver]
Descargar Guía de Participación sobre la Convocatoria.
 


Arte, Convocatoria, Memoria, Museo

No olvidamos a Héctor Abad Gómez

Noticia

Autor

CNMH

Fotografía

pajareradelmedio.blogspot.com

Publicado

27 Ago 2015


No olvidamos a Héctor Abad Gómez

El 25 de agosto de 1987 fue asesinado el médico Héctor Abad Gómez. En el centro de Medellín un sicario silenció su vida, la de este hombre que tanto luchó por la defensa de los derechos humanos en Antioquia y el país. Su asesinato habría sido perpetrado por fuerzas oscuras del Estado y el paramilitarismo. Veintiocho años después lo recordamos a través de un fragmento del libro “El olvido que seremos”, escrito por su hijo Héctor Abad Faciolince.


“Todos estamos condenados al polvo y al olvido, y las personas a quienes yo he evocado en este libro o ya están muertas o están a punto de morir como mucho morirán quiero decir, moriremos- al cabo de unos años que no pueden contarse en siglos sino en decenios. ‘Ayer se fue, mañana no ha llegado, / hoy se está yendo sin parar un punto, / soy un fue, y un será, y un es cansado…’ decía Quevedo al referirse a la fugacidad de nuestra existencia, encaminada siempre ineluctablemente hacia ese momento en que dejaremos de ser.

Sobrevivimos por unos frágiles años, todavía, después de muertos, en la memoria de otros, pero también esa memoria personal, con cada instante que pasa, está siempre más cerca de desaparecer. Los libros son un simulacro de recuerdo, una prótesis para recordar, un intento desesperado por hacer un poco más perdurable lo que es irremediablemente finito.

Todas estas personas con las que está tejida la trama más entrañable de mi memoria, todas esas presencias que fueron mi infancia y mi juventud, o ya desaparecieron, y son solo fantasmas, o vamos camino de desaparecer, y somos proyectos de espectros que todavía se mueven por el mundo. En breve todas estas personas de carne y hueso, todos estos amigos y parientes a quienes tanto quiero, todos esos enemigos que devotamente me odian, no serán más reales que cualquier personaje de ficción, y tendrán su misma consistencia fantasmal de evocaciones y espectros, y eso en el mejor de los casos, pues de la mayoría de ellos no quedará sino un puñado de polvo y la inscripción de una lápida cuyas letras se irán borrando en el cementerio.

Visto en perspectiva, como el tiempo del recuerdo vivido es tan corto, si juzgamos sabiamente, “ya somos el olvido que seremos”, como decía Borges. Para él este olvido y ese polvo elemental en el que nos convertiremos eran un consuelo “bajo el indiferente azul del Cielo”. Si el cielo, como parece, es indiferente a todas nuestras alegrías y a todas nuestras desgracias, si al universo le tiene sin cuidado que existan hombres o no, volver a integrarnos a la nada de la que vinimos es, sí, la peor desgracia, pero al mismo tiempo, también, el mayor alivio y el único descanso, pues ya no sufrimos con la tragedia, que es la conciencia del dolor y de la muerte de las personas que amamos.

Aunque puedo creerlo, no quiero imaginar el momento doloroso en que también las personas que más quiero -hijos, mujeres, amigos, parientes- dejarán de existir, que será el momento, también, en que yo dejaré de vivir, como recuerdo vívido de alguien, definitivamente. Mi padre tampoco supo, ni quiso saber, cuándo moriría yo. Lo que sí sabía, y ese, quizá, es otro de nuestros frágiles consuelos, es que yo lo iba a recordar siempre, y que lucharía por rescatarlo del olvido al menos por unos cuantos años más, que no sé cuánto duren, con el poder evocador de las palabras.

Si las palabras transmiten en parte nuestras ideas, nuestros recuerdos y nuestros pensamientos -y no hemos encontrado hasta ahora un vehículo mejor para hacerlo, tanto que todavía hay quienes confunden lenguaje y pensamiento-, si las palabras trazan un mapa aproximado de nuestra mente, buena parte de mi memoria se ha trasladado a este libro, y como todos los hombres somos hermanos, en cierto sentido, porque lo que pensamos y decimos se parece, porque nuestra manera de sentir es casi idéntica, espero tener en ustedes, lectores, unos aliados, unos cómplices, capaces de resonar con las mismas cuerdas en esa caja oscura del alma, tan parecida en todos, que es la mente que comparte nuestra especie.

‘¡Recuerdo el alma dormida!’, así empieza uno de los mayores poemas castellanos, que es la primera inspiración de este libro, porque es también un homenaje a la memoria y a la vida de un padre ejemplar. Lo que yo buscaba era eso: que mis memorias más hondas despertaran. Y si mis recuerdos entran en armonía con algunos de ustedes, y si lo que yo he sentido (y dejaré de sentir) es comprensible e identificable con algo que ustedes también sienten o han sentido, entonces este olvido que seremos puede postergarse por un instante más, en el fugaz reverberar de sus neuronas, gracias a los ojos, pocos o muchos, que alguna vez se detengan en estas letras”.

 


Conmemorar para no olvidar, Medellín

Bienvenida la Memoria a la Fiesta del Libro: Mejía

Noticia

Autor

Harold García
Periodista del CNMH

Fotografía

CNMH

Publicado

27 Ago 2015


Bienvenida la Memoria a la Fiesta del Libro: Mejía

Juan Diego Mejía, escritor y director de La Fiesta del Libro y la Cultura de Medellín, conversó con el Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH) sobre la importancia de este evento que llega a su novena edición el próximo 11 de septiembre. Juan nos contó sobre el espacio fundamental que jugará La Memoria en la Fiesta, recordando que sin vida no hay memoria. La Memoria en la Fiesta del Libro [Ver programación completa] es un espacio logrado gracias a la alianza entre Corporación Región, Museo Casa de la Memoria y el CNMH.  


¿Qué vamos a encontrar en la Fiesta del Libro?

“Vamos a encontrar un área inmensa en la parte sur del Jardín Botánico, que es jardín lectura viva, donde estarán diferentes organizaciones e instituciones que se han dedicado a promover la lectura, a motivar a la gente a leer y cada uno de ellos tiene un espacio donde se dictan talleres. Tenemos 107 expositores de todo el país donde incluimos las editoriales grandes, las independientes, las de la ciudad y de otras partes del país. Es la primera vez que tenemos al Centro Nacional de Memoria Histórica y es de resaltar porque creemos que va empezar a generarse un polo de visitantes para que se reflexione sobre el tema de la memoria y que muy seguramente en años futuros se constituya en un área misional que cada año esté presente. Hay una gran programación cultural con conversatorios de los escritores que van a venir; en total tenemos 320 invitados que vienen de diferentes partes del mundo, 60 de ellos son internacionales y el resto nacionales”.

El eslogan de este año de la Fiesta del Libro es Leer la vida, ¿por qué?

“Medellín ha atravesado momentos muy difíciles, tal vez es la ciudad más golpeada en Colombia por la violencia en diferentes manifestaciones. En el reciente episodio oscuro que vivió la ciudad por culpa del narcotráfico y todo lo que ocurrió con los capos de la mafia, la ciudad resistió enérgicamente aunque pagó muy caro ese episodio, se perdió el espacio público. Quedó el imaginario de que los ciudadanos corrían a esconderse a sus casas y el espacio público había quedado prácticamente desierto; entonces estos eventos como la Fiesta del Libro y otros desde la década del noventa empezaron a convocar a la ciudadanía al espacio público y hacer una celebración de la vida. Vemos muy pertinente que se hable de la vida como tema central, pero enfocado desde el punto de vista de la lectura. Los ciudadanos de Medellín lo entienden y lo viven como algo natural pero al resto del país hay que hablarle sobre ese contexto, sobre la pérdida del sentido de la vida; estamos precisamente celebrando la recuperación de ese mismo sentido de la palabra vida. Entonces la Fiesta del libro propone leer la vida como una forma no solo de leer el libro sino de leer las vidas de las personas, a los ciudadanos, leer al ser humano, leer las ciudades, leer los procesos históricos que se están viviendo”. 

¿Cómo se lee la vida y la memoria?

“Creo que no se puede leer la vida sin leer la memoria. Nosotros tuvimos la duda de si el tema de este año debería ser la memoria o la vida. En el imaginario existe que hacer memoria es recordar el dolor, pero se les olvida que hacer memoria es precisamente superar el dolor, es vencer el dolor, es convocar la alegría y la vida. Nosotros creemos que son dos caras de la misma moneda, no se puede pensar en la vida sin reflexionar sobre la memoria. Es muy bienvenida la propuesta del Centro Nacional de Memoria Histórica de complementar esta propuesta que nosotros teníamos”.

¿Cuál es el aporte de la Fiesta del Libro a la memoria?

“Todo lo que hace la gente, todo lo que hace el ser humano, son aportes a los procesos; reflexionar e incorporarlo al pensamiento, a los imaginarios de la sociedad para que tome sentido y no sea un canto a la bandera, para no volver a repetir los errores, las injusticias. Cuando se lleva al nivel de la reflexión hace parte de un inventario que no deja que se vuelvan a repetir los errores”.  

¿Qué opina de los aportes de memoria que se han hecho en Antioquia?

“Conozco el tema de San Carlos porque hice un documental sobre el retorno a esta región, con la idea de que las personas que estaban viviendo en Medellín retornaran a San Carlos. Cuando fui a esta región y me entrevisté con las personas que habían sido víctimas de la violencia —visité los lugares donde estaban enterrados los cuerpos, visité las casas donde habían realizado todo tipo de infamias los actores de la guerra y que ahora se convertían en lugares de encuentro— yo pensé que a pesar de que tenía el corazón destrozado hay un camino y no todo está perdido. Sentí que había una esperanza y que la gente es demasiado valiente por ser capaz de saber, por ejemplo, que enterraron a su hija en un solar y tener que ir allá a reuniones para poder hablar sobre el tema de superar la violencia y superar esos momentos”.

¿Si tuviera la posibilidad de adoptar un autor de memoria, cuál adoptaría?

“Nosotros tenemos acá muy cercano a Evelio Rosero que habla sobre los ejércitos y las infamias que han cometido, sin decir si son de derecha o izquierda. Eso es una forma de entrar en el conflicto, lo que ha tenido que vivir una persona que ha sido víctima. Tomás González ha hecho lo mismo, Ricardo Silva con El Espantapájaros también. Lo que veo es que esa cotidianidad se impone de tal manera que ahora la enfrentamos. Los escritores no deben ser ajenos a lo que sucede a su alrededor”.

¿Una buena manera de poder llegar a más públicos y a esa cotidianidad es con libros digítales?

“Creo que hay que combinar, como dicen, todas las maneras de luchas. El tema digital es un formato más, el libro impreso es un objeto muy perfecto que ha sobrevivido a siglos y todavía sigue vivo. Lo digital sirve mucho porque está al alcance de todos pero no creo que sea todo, los libros que se escriben y que se imprimen sobre un papel van a ser tan válidos como una multimedia o como un libro digital”.

¿Qué recomiendas leer sobre memoria?

“Me interesa mucho los temas que le crean a uno la conciencia de que leer y releer sobre lo ocurrido es algo necesario. Veo que los alemanes siguen escribiendo sobre la tragedia del nacismo, a pesar de que uno piensa que están saturados todavía falta mucho para que se siga hablando y que la gente se concientice de esas historias para que no se vuelvan a repetir. No debemos estigmatizar los libros que vuelven hablar del tema, por ejemplo cuando veo que a Víctor Gaviria lo acusan de que solo habla de cosas negativas. Es un deber que tenemos todos los creadores de seguir escribiendo sobre estos temas que han sido tan dolorosos”.   

 


Fiesta del Libro, Memoria

La Memoria en la Fiesta del Libro

Noticia

Autor

CNMH

Fotografía

CNMH

Publicado

27 Ago 2015


La Memoria en la Fiesta del Libro

La Memoria estará presente en la novena edición de la Fiesta del Libro y la Cultura de Medellín gracias a la alianza del Centro Nacional de Memoria Histórica, la Corporación Región y el Museo Casa de la Memoria. Las tres instituciones unirán sus esfuerzos para acercar a todos los sectores sociales de Medellín a la realidad de lo que ha sido el conflicto armado en Colombia y las diferentes iniciativas de memoria que existen a nivel local y nacional.


La Fiesta del Libro y la Cultura, al ser un espacio de encuentro académico y cultural que tiene como objetivo reunir a todas las personas de Medellín, es un escenario ideal para ubicar la memoria en la agenda pública.

Medellín, además, es una ciudad que sufrió de una forma cruda el conflicto; es una ciudad con miles de víctimas, de historias de dolor y de verdades aún sin contar. Sin embargo, y más importante aún, Medellín también está llena de historias de vida e iniciativas de construcción de memoria y de actividades culturales promovidas por las mimas personas que han sufrido el conflicto armado.

Estas tres instituciones trabajan de manera independiente pero se encuentran, como en este espacio de reunión, en otros proyectos y actividades que desarrollan  en función de las víctimas del conflicto armado y de la construcción de la memoria.

Así, la memoria en la Fiesta del Libro estará en forma de un estand al aire libre dónde cada institución presentará sus productos e iniciativas particulares, además del proyecto Medellín, ¡Basta Ya!

Habrá una exposición de fotografías alusivas a la construcción de memoria de las víctimas, que estará en un corredor de espacio libre del Jardín Botánico. Y, finalmente, se estarán realizando varios foros, coloquios, activaciones, talleres y proyecciones audiovisuales en las instalaciones de la Fiesta. Así mismo el CNMH entregará alrededor de 8 mil publicaciones, de manera gratuita: investigaciones, informes y productos accesibles.

La Memoria en la Fiesta del Libro abrirá el viernes 11 de septiembre con la proyección del documental “No hubo tiempo para la tristeza” basado en el informe ¡Basta Ya! [descargar informe], del Centro Nacional de Memoria Histórica. Por otro lado, el Museo Casa de la Memoria abrirá con un taller llamado “Memorias de la Escombrera” y el sábado 12 a las 9:00 a.m. originará en directo su programa DeMemoria Radio desde el estand. La Corporación Región, por su parte, realizará su primer evento el lunes 14 de septiembre con el conversatorio “Memorias al escucharnos” con Marta Inés Villa e Isabel González.

En la Fiesta del Libro se proyectarán, entre algunos otros, los documentales “Cuerpo 36”,  “Afrika Bambaataa. La música que desarma” y “Niños en el frente de batalla”. Se realizarán coloquios con periodistas que han cubierto el conflicto armado en Medellín y se presentarán los resultados y avances de diferentes investigaciones adelantadas por las tres instituciones, y relacionadas con la construcción de memoria en la ciudad y en el país.

Esta es la agenda completa de La Memoria en la Fiesta del Libro y la Cultura de Medellín.

Publicado en Noticias CNMH



Fiesta del Libro, FILBo, Libros, Memoria

The look of silence

Noticia

Autor

CNMH

Fotografía

CNMH

Publicado

28 Ago 2015


The look of silence

Por estos días en Bogotá, Medellín, Cali, Barranquilla y Cartagena un proyecto discreto y nómada gira por salas de cine, teatros y universidades. Ambulante, con lo mejor de la cinematografía mundial, recorre nuestras calles para llegar donde todos los amantes del séptimo arte.


El año pasado este mismo proyecto presentó en Colombia el documental The act of killing, una pieza audiovisual que impacta y genera demasiadas preguntas, por ejemplo, ¿dónde queda el papel de las víctimas en la historia?, algo que Joshua Oppenheimer, su director, contesta de manera fuerte, cruda y a la vez poética en su más reciente producción, The look of silence, nuestro recomendado esta semana en CINE+MEMORIA.

El silencio es la palabra clave durante todo el documental, que muestra la historia de una familia de supervivientes del genocidio en Indonesia, quienes descubren cómo fue asesinado uno de sus hijos. Adi, el hermano más joven, rompe su silencio y se enfrenta a los responsables del asesinato de su hermano, los cuales, hoy en día, están en el poder.

Y es ese mismo poder que ha formado una dominación política sobre la memoria del conflicto de Indonesia. La historia oficial ha generado una memoria parcializada, una especie de “amputación” del pasado. Adi, entrevista uno a uno a los victimarios, dejando atrás ese silencio que ha experimentado a manera de trauma y como forma de sobrevivir en un lugar donde aún están vulnerables. El silencio trasciende, porque Adi, en su cara a cara con los asesinos de su hermano, también evidencia un silencio culpable.

The look of silence es una historia imperdible que lleva, casi por obligación, a debatirnos sobre el horror y la barbarie de los conflictos armados.

CINE+MEMORIA invita a las personas que quieran ver este documental en Medellín, con su presentación el 3 de septiembre en el Teatro Lido, gracias a la II gira de documentales Ambulante en Colombia. 

 
 

Cine+Memoria


Cine+Memoria

La palabra y el silencio en el día del periodista

La palabra y el silencio en el día del periodista

Autor

CNMH

Fotografía

CNMH

Publicado

03 Feb 2016


La palabra y el silencio en el día del periodista

Este 8 y 9 de febrero, en conmemoración del día del periodista, el CNMH presentará el informe “La palabra y el silencio”: La violencia contra periodistas en Colombia (1977-2015), junto con la FLIP, quien lanzará el informe anual sobre el estado de la libertad de prensa en Colombia.

Y es que 152 periodistas han sido asesinados en Colombia por hacer su trabajo desde 1977.

La mayoría de ellos trabajaban en pequeñas emisoras y periódicos regionales, y su compromiso con el oficio lo dedicaban a investigar y denunciar hechos de corrupción o sucesos del conflicto armado que se vivían en las distintas zonas.

Esa cifra de asesinados, juntos a las amenazas, los secuestros y las demás obstrucciones que han sufrido los reporteros, han llevado a que el país ocupe los peores puestos en indicadores de libertad de expresión

Conoce el informe cuyo relator fue Germán Rey [Conoce el especial multimedia: La palabra y el silencio].

AGENDA 8 de febrero 2016 (Bogotá)

Hora: 6:00 p.m. – 9:00 p.m.
Lugar: Cine Tonalá CRA. 6 # 35-37 – Bogotá (Barrio La Merced).
Confirmar asistencia en el siguiente link http://bit.ly/1OWVsBp a más tardar el 5 de Febrero de 2016. Cupos Limitados.

  • 6:00 p.m. – 6:20 p.m. – Presentación informe ‘La Palabra y el Silencio’ del Centro Nacional de Memoria Histórica a cargo de Germán Rey como relator.
  • 6:20 p.m. – 6:40 p.m. Presentación del Informe anual de la Fundación para la Libertad de Prensa FLIP (2015).
  • 6:45 p.m. – 7:35 p.m. Proyección del Documental: “En el Medio: silencios del periodismo colombiano” realizado por la Fundación para la Libertad de Prensa con el apoyo de The United Nations Democracy Fund – Undef y la Universidad del Rosario.
  • 7:35 p.m. – 7:55 p.m. Receso
  • 8:00 p.m. – 9:00 p.m. Panel central – En vivo desde Tonalá con Hora 20 de Caracol Radio. Tema: Situación de la Libertad de Prensa en Colombia con invitados especiales.
AGENDA 9 de febrero 2016 (Medellín)

Hora: 10:00 a.m. – 1:00 p.m.
Lugar: Auditorio 19-104 Facultad de Ingeniería, Universidad de Antioquia

  • 10:00 a.m. – 10:20 a.m. – Presentación informe ‘La Palabra y el Silencio’ del Centro Nacional de Memoria Histórica.
  • 10:20 a.m. – 10:40 a.m. Presentación del Informe anual de la Fundación para la Libertad de Prensa FLIP (2015).
  • 11:00 a.m. – 12:00 m. Proyección del Documental: “En el Medio: silencios del periodismo colombiano” realizado por la Fundación para la Libertad de Prensa con el apoyo de The United Nations Democracy Fund – Undef y la Universidad del Rosario.
  • 12:00 m. a 12:30 p.m.: Conversatorio con Gonzalo Medina y Natalia Botero.
 


Palabra, periodista, silencio, Violencia

Tres años del proceso de paz

Noticia

Autor

CNMH

Fotografía

Omar Nieto- OACP

Publicado

28 Ago 2015


Tres años del proceso de paz

“Tenemos al frente una senda difícil para recorrer en la Mesa. Pero, a la vez también ha sido largo y fructífero el camino recorrido”. 


Así resumió el balance de tres primeros años del proceso de negociación en La Habana, el jefe del equipo negociador del Gobierno, Humberto de la Calle, quien reiteró que el fin definitivo del conflicto colombiano asegurará la no repetición de lo ocurrido y privilegiará la satisfacción de los derechos de las víctimas a la verdad, la justicia y la reparación durante la implementación de los acuerdos. 

En una rueda de prensa, de la Calle aseguró que si bien se han registrado avances en el proceso de negociación con las Farc para lograr un proceso digno, serio y realista, aún faltan temas, por ejemplo, el reconocimiento de responsabilidades como fórmula que se adopte en justicia.“Si los colombianos, y ante todo las víctimas, sienten que hemos llegado a una paz con justicia, a una paz justa, tendremos asegurada una paz estable y duradera. De eso se trata este proceso”, aseguró.Como parte de los acuerdos para la firma del Acuerdo Final, de la Calle afirmo que la dejación de las armas es una certeza que se será efectiva con la firma del Acuerdo Final, pues “la mezcla de armas y política es inaceptable. No se puede mezclar armas y política”. 

Si bien reconoció que se trata de “asuntos delicados”, se buscan compromisos teniendo como fin la seguridad y los derechos que no se van a sacrificar por “acuerdos frágiles, incompletos o contraproducentes”.

Uno de los aspectos en los que se prepara el Gobierno para cumplir con lo pactado con las Farc es la organización jurídica con el fin de propender porque se respeten los derechos de las minorías y de la oposición. Por ello, se explora con el Congreso los mejores mecanismos para implementar el acuerdo de manera rápida y eficaz.

 


Acuerdos de Paz, Gobierno Nacional, Proceso de Paz

En la tierra de Mancuso nace la Casa de la Memoria

Noticia

Autor

Ayda María Martínez.

Fotografía

CNMH

Publicado

29 Ago 2015


En la tierra de Mancuso nace la Casa de la Memoria

En Tierralta, Córdoba, la historia del nacimiento y expansión de los grupos paramilitares se sufrió en carne propia. Sus habitantes vivieron desde finales de los noventas el accionar de uno de los comandantes emblemáticos de las AUC, Salvatore Mancuso. En esta región también se firmaron los acuerdos de desmovilización de las tropas de los grupos paramilitares, el corregimiento de Santa Fe de Ralito.


Por ello, en Tierralta son muchos los sobrevivientes que tienen historias sobre el conflicto para contar. Ellos mismos tuvieron la iniciativa de crear La Casa de la Memoria, un espacio para recordar lo que jamás debe volver a suceder, así como rescatar, darles nombre y dignidad a las víctimas de la región. Esta idea surge a partir de una propuesta de construcción del “Muro de Dignificación”, pero tras la alta participación de la comunidad y de diseños de maquetas se definió que sería una casa.

Con trabajos manuales, tapices, carteleras y ejercicios de memoria realizados con retazos de historias, las mismas víctimas expusieron ante los invitados a la inauguración de la Casa de la Memoria, el pasado domingo 2 de agosto, sus objetivos en relación con su iniciativa que sigue en construcción, puesto que miembros de la comunidad capacitados como “agentes de la memoria” seguirán recorriendo las veredas para recoger los relatos de otras víctimas.

La Casa cuenta con tres espacios, el central tiene la “colcha de la memoria” a disposición de las víctimas que quieran seguir bordando sus historias. Este objeto emblemático se viene tejiendo desde el 2008 para conmemorar la muerte del padre Sergio Restrepo, uno de los personajes centrales en la creación y desarrollo del municipio.

Pero lo especial de la Casa de la Memoria en Tierralta, es la habilidad manual que brota por cada uno de sus rincones. Biombos, sillas, puertas fueron elementos puestos por las víctimas participantes del proceso. A ello se suman salones para actividades comunitarias y una biblioteca, donde se pueden consultar los ejemplares de las colecciones del Centro Nacional de Memoria Histórica.

“Esto es un sueño que las víctimas podemos ver hecho realidad, pues siempre quisimos contar con un lugar específico dónde reposaran los recuerdos de nuestros seres queridos, que murieron a causa del conflicto y que aún permanecen en nuestras memorias”, aseguró Álvaro Álvarez, coordinador de la Mesa de Víctimas de Tierralta.

“Una vez dije que el recuerdo nunca muere, el recuerdo permanece, entonces eso es lo que me satisface porque no es solamente mi recuerdo sino, que el espacio está abierto para toda aquella persona que quiera hacer un aporte, una historia o cualquier cosa que tenga para contar”, complementó Álvarez.

Para Lisa Rodríguez, psicóloga de la Organización International Relief and Development, que acompaña el proceso, la Casa de la Memoria de Tierra Alta es el resultado del proyecto “Entrelazando”, que busca reconstruir el tejido social y dignificar la memoria de las víctimas del conflicto armado. 

“Nos apoyaron los jóvenes, los tejedores y los miembros de la mesa de participación de víctimas a través de todo un acompañamiento psicosocial. Primero empezó un trabajo de reconocimiento de pérdidas que ha dejado el conflicto armando para ellos desde sus lugares de origen, de resistencia en medio de conflicto y también de salida de sus territorios. Fue un proceso de reconocer una memoria”, explicó.

De esta manera, desde Tierralta, la comunidad sigue construyendo el sueño de la Casa de la Memoria con nuevas piezas e historias para hacer un llamado a la sociedad colombiana sobre la experiencia que vivieron del conflicto y que no se repita en nuestro país.

 


Casa de la memoria, Mancuso, tierra

Volver arriba