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El CNMH participa en la conmemoración de los 25 años del Acuerdo de Viernes Santo

Laboratorio colaborativo: «Naturaleza y territorio en el marco  del conflicto armado»

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CNMH

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María Gaitán Valencia y Bronagh Hinds durante la conmemoración de los 25 años del Acuerdo de Viernes Santo.

Publicado

14 noviembre 2023


El CNMH participa en la conmemoración de los 25 años del Acuerdo de Viernes Santo

El 9 de noviembre, la directora del Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH), María Gaitán Valencia, conversó con Bronagh Hinds, cofundadora de NI Women’s Coalition, sobre el impacto de las mujeres en la construcción de paz de ambos países. 

 

«Las mujeres sostienen la paz en Colombia y por eso entiendo lo que sucedió en Irlanda», manifestó la directora del Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH) en el Centro Cultural Gabriel García Márquez (Bogotá). Su declaración señaló cómo el poder de las mujeres ha trazado la historia de dos países que, aunque muy distintos, le apostaron a acabar con la guerra. 

El 9 de noviembre, alrededor de 60 personas asistieron a la conmemoración de los 25 años del Acuerdo de Viernes Santo, un pacto político que puso fin a 30 años de conflicto en Irlanda del Norte. La Embajada de Reino Unido y la Embajada de Irlanda organizaron el evento que destacó el papel de las mujeres en aquel proceso que buscó una nueva ruta encaminada hacia la paz. 

 

 

«Este año se cumplen 25 años de este acuerdo, que es la piedra angular de la paz en Irlanda del Norte y el corazón de cómo vemos las relaciones con nuestras islas», dijo la embajadora de Irlanda en Colombia, Fiona Nic Dhonnacha. «Alcanzar la paz es un proceso largo», indicó la vocera y, por eso destacó los aprendizajes que han tenido al apoyar la implementación del Acuerdo Final de Paz de Colombia. 

El Alto Comisionado para la Paz, Danilo Rueda, también envió un mensaje en el que le agradeció a Irlanda y Reino Unido por las lecciones que dejó el Acuerdo de Viernes Santo. «Aprendimos de la importancia del rol de las mujeres en la construcción de paz», puntualizó el funcionario y recordó que en el Gobierno del Cambio se están desarrollando políticas públicas que vinculen el poder de las mujeres negras, indígenas y campesinas del país.

Una conversación entre María Gaitán y Bronagh Hinds

En el auditorio Rogelio Salmona, los asistentes escucharon las reflexiones de dos mujeres que le han apostado a encaminar sus vidas hacia la paz: Bronagh Hinds, cofundadora de NI Women’s Coalition, y María Gaitán Valencia. Durante la conversación, ambas reconocieron que existen grandes diferencias entre los conflictos de los dos países, pero también encontraron similitudes. 

  • En el Centro Cultural Gabriel García Márquez se conmemoraron los 25 años del Acuerdo de Viernes Santo

    En el Centro Cultural Gabriel García Márquez se conmemoraron los 25 años del Acuerdo de Viernes Santo

  • Embajadora de Irlanda en Colombia, Fiona Nic Dhonnacha, durante la conmemoración de los 25 años del Acuerdo de Viernes Santo

    Embajadora de Irlanda en Colombia, Fiona Nic Dhonnacha, durante la conmemoración de los 25 años del Acuerdo de Viernes Santo

  • María Gaitán Valencia y Bronagh Hinds durante la conmemoración de los 25 años del Acuerdo de Viernes Santo

    María Gaitán Valencia y Bronagh Hinds durante la conmemoración de los 25 años del Acuerdo de Viernes Santo

  • Bronagh Hinds, cofundadora de NI Women’s Coalition, durante la conmemoración de los 25 años del Acuerdo de Viernes Santo

    Bronagh Hinds, cofundadora de NI Women’s Coalition, durante la conmemoración de los 25 años del Acuerdo de Viernes Santo

  • Proyección del documental Adiós a los dinosaurios, que narra la historia de las mujeres que influyeron en el Acuerdo de Viernes Santo

    Proyección del documental Adiós a los dinosaurios, que narra la historia de las mujeres que influyeron en el Acuerdo de Viernes Santo

 

«Creo que hay una cercanía entre Colombia e Irlanda, en nuestros corazones y almas», comentó Bronagh Hinds. De acuerdo con la lideresa que hizo parte de la historia del Acuerdo del Viernes Santo, una de las cosas que tienen en común ambas naciones «es la profunda historia de resistencia de las organizaciones en nuestros países».

 

 

Gaitán Valencia estuvo de acuerdo con esa perspectiva y señaló que, de hecho, los colectivos en Colombia se han compuesto históricamente por mujeres. «Nosotras nos comprometemos con nuestros legados con gran amor —resaltó la directora del CNMH—. Aunque en el país todavía no entendemos del todo que la fuerza de la memoria histórica está en las mujeres». 

Hinds resaltó que, en la historia de Irlanda del Norte, las mujeres que integraban la NI Women’s Coalition tomaron una decisión que fue crucial:  «Debíamos apoyar esta coalición más allá de las diferencias que nos separaban». De hecho, esa idea fue explicada con la proyección del documental Adiós a los dinosaurios, que narra cómo fueron ellas las que hicieron posible el diálogo entre los demás partidos políticos durante el proceso de paz. 

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A pesar de que han pasado 25 años, la cofundadora de NI Women’s Coalition afirmó que aún quedan desafíos por resolver en Irlanda del Norte. «Sí, dejamos las armas, pero no hemos podido resolver el legado del pasado», precisó Hinds y reconoció que esa tarea está mucho más adelantada en Colombia. 

—No le hemos dedicado tiempo suficiente a las víctimas y eso es algo de lo que podemos aprender de ustedes.


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El poder de encontrarse en el Quindío

Laboratorio colaborativo: «Naturaleza y territorio en el marco  del conflicto armado»

Autor

CNMH

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En la Casa de la Cultura de Pijao (Quindío), alrededor de 35 víctimas del conflicto armado se congregaron para el tercer encuentro regional de la estrategia de territorialización del CNMH.

Publicado

14 noviembre 2023


El poder de encontrarse en el Quindío

Entre  los días 2 y 4 de noviembre, alrededor de 35 personas se congregaron en la Casa de la Cultura de Pijao (Quindío) para conocer y construir en conjunto la propuesta del Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH) «El territorio habla, el centro escucha». 

 

«Siempre nos muestran al Quindío como un remanso de paz y dicen que aquí no pasa nada», dijo Doralba Mabel Cardona, coordinadora de la Mesa Municipal de Víctimas de Génova. Desde la perspectiva de una mirada lejana, la guerra ha pasado por «los laditos» en el territorio, pero las voces de las víctimas contrarrestan esa postura. «No digan que no pasa nada porque aquí pasó mucho», añadió. 

Las palabras de Cardona se sustentan no solo en lo que se ha comentado en medio del conflicto armado, sino también en lo que ha vivido desde niña. «A mí me tocó ver las amenazas, cómo mi abuelo tenía que pagar vacunas, cómo mataron a mi suegro y cómo desaparecieron a mi primo», señaló la lideresa y destacó la capacidad que han tenido los quindianos de resistir. 

—Lo más lindo del Quindío es su gente —precisó Doralba—. Somos resilientes y sobrevivientes.

A pesar de que esas historias de resistencia se tejen entre sí, no todas las víctimas conocen los rostros detrás de esas experiencias. Por eso fue tan poderoso el encuentro que se hizo en la Casa de la Cultura de Pijao, donde alrededor de 35 personas que han sufrido los distintos flagelos de la guerra conversaron sobre los dolores vividos y la esperanza de trabajar por la paz.

 

 

El poder de encontrarse fue posible gracias al tercer encuentro subregional de la estrategia de territorialización del Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH), realizado entre los días 2 y 4 de noviembre en Pijao. «La guerra no ha respetado fronteras y por eso es tan significativo que nos juntemos», manifestó Felipe Marín, integrante del equipo regional pionero del CNMH.

El territorio habla, el centro escucha

Asistentes al tercer encuentro subregional de la estrategia de territorialización trabajan en unas cartografías sociales propuestas por el CNMH.

«Somos un equipo de personas que pertenece a una institución que está por allá en Bogotá y que tiene el propósito de llegar a los territorios», precisó Marín respecto a la estrategia de territorialización del CNMH. Bajo la premisa «El territorio habla, el centro escucha», la entidad pretende tejer, fortalecer y, en algunos casos, restablecer el relacionamiento con las víctimas. 

Camila Orjuela, profesional del equipo de la estrategia de territorialización y transversalización del CNMH, señaló que la iniciativa de la administración de María Gaitán Valencia nace de una demanda que se ha venido haciendo desde los territorios, que se circunscribe a «cómo la entidad despliega su capacidad humana, técnica, y administrativa más allá de la ciudad de Bogotá».

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Ese despliegue ya comenzó en territorios antioqueños y del Eje Cafetero. El equipo regional pionero ha realizado estos encuentros en Yarumal (Antioquia), Samaná (Caldas) y, en esta ocasión, Pijao (Quindío). «Queremos atender sus inquietudes, pero sobre todo que nos ayuden a pensar cómo hacer que el CNMH llegue al territorio», puntualizó Felipe. 

De ese modo, los oídos que estaban acostumbrados a escuchar desde la centralidad llegaron hasta el Quindío, «para recoger todas nuestras vivencias», indicó Doralba Cardona. Durante dos días, los líderes y lideresas conocieron cuál es la labor del Centro Nacional de Memoria Histórica y aportaron sus conocimientos para la construcción de la estrategia de territorialización. 

La memoria como ejercicio colectivo

El primer ejercicio que se efectuó fue una cartografía social con tres objetivos: identificar los procesos de memoria que se han iniciado en los territorios; hacer una radiografía de cuáles fueron las huellas que dejó la guerra en los distintos municipios y veredas; e identificar las propuestas de iniciativas de memoria en el Quindío. 

Durante el proceso de diálogo aparecieron las primeras luces de los deseos, inquietudes y peticiones de las víctimas. «Necesitamos más material en libros y pódcast para mostrarle a la gente», afirmó Doralba en representación de Génova, mientras que desde Pijao y Calarcá solicitaron «capacitaciones para empoderarnos, sensibilizarnos y fomentar liderazgos».

 

 

Sin planearlo, el trabajo plasmado en aquellos mapas del Quindío dejó los primeros cimientos para construir los planes territoriales de memoria que ha proyectado el CNMH. «Estas cartografías no se van a quedar empolvadas en la institución, sino que vamos a regresar para hacerlo una realidad», indicó Felipe Marín.

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Esa promesa quedó en la memoria de los asistentes y así lo confirmó Camilo Pinzón Camacho, habitante de Pijao: «Nos van a escuchar a todas las víctimas a nivel nacional, no solo a una persona, sino a un grupo para favorecernos todos». Esa misma idea la replicó Luz Mila Vasco, integrante de la Mesa de Víctimas de ese municipio, al manifestar su deseo de que los encuentros se repitan. 

—Aprendimos de los dolores que hemos sentido por la violencia de este país. 


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Personaje del mes – octubre

Operación Orión: El Museo de Memoria del CNMH participó en la conmemoración de los 21 años

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CNMH

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Leidy Bibiana Patiño Amaya.
Una madre ejemplar, una contadora destacada y una mujer que prioriza su familia por encima de todo.

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Publicado

Octubre 2023


Una madre ejemplar, una contadora destacada y una mujer que prioriza su familia por encima de todo.

Leidy Bibiana Patiño Amaya

Nació el 25 de julio de 1982 en Facatativá. Es hija de José Alberto Patiño Giraldo y Ana María Amaya Rodríguez. Tiene dos hermanos: Alejandra, su hermana mayor, es bacterióloga y actualmente trabaja en el Instituto Nacional de Salud (INS); su hermano menor, Jaime, es director de un proyecto de tecnología en el Ministerio de Educación. También tiene una sobrina, Juliana, de 4 años, con quien comparte muchos momentos en familia. De Juan Camilo Bravo Patiño, su hijo de 15 años, próximo a terminar el bachillerato, habla con amor, orgullo e ilusión.

Leidy Bibiana estudió su primaria y bachillerato en Facatativá y realizó un técnico en Contabilidad y Finanzas de noche; luego, con mérito entró a la Fuerza Aérea. Allí había un convenio con la Universidad Central para realizar su pregrado y ella aprovechó y estudio Contaduría Pública en el año 2000. A los dos años le propusieron un trabajo en el Centro Administrativo Nacional (CAN) en Bogotá y se fue a estudiar y trabajar a la capital colombiana. En 2006, Bibiana tuvo el privilegio ir a Estados Unidos durante 45 días a un viaje de trabajo; al regresar a Colombia quedó en embarazo y volvió a Facatativá para estar cerca de su familia.

 

 

 

Ella está convencida de que, como le dijo a un amigo, «los hijos traen el pan bajo el brazo»: cuando Juan Camilo llegó a su vida, empezó a tener grandes oportunidades. La ascendieron en la Fuerza Aérea, volvió a viajar a Estados Unidos por temas laborales y, por coincidencias de la vida, integrantes del Ministerio de Defensa conocieron su trabajo y la invitaron a hacer parte del equipo donde inició como contratista y luego ascendió a coordinadora financiera. En el Ministerio duró dieciséis años, tiempo en el que tuvo grandes aprendizajes personales y laborales. Luego pasó al Ministerio de Ciencias, donde trabajó seis años.

Trabajó mucho: «Me quería comer el mundo a nivel laboral», dice. Sin embargo, llegó un momento en que buscó tener más tiempo de calidad con su hijo y brindarle mayor estabilidad, por lo que se presentó al concurso de carrera administrativa del Centro Nacional de Memoria Histórica. «Traje el cargo con el pensamiento. Vi que el examen era para mí, era como si me lo hubieran puesto», dice Bibiana, quien obtuvo el primer lugar en las pruebas funcionales.

 

 

Siempre se ha destacado por su rigor y disciplina tanto académica como laboral. Es detallista. Sale de su casa a las 4:30 a. m. para llegar a las instalaciones del CNMH a las 7:00 a. m. y regresa a su hogar antes de las 7:00 p. m. para compartir tiempo con su hijo.

Leidy Bibiana tiene muchos sueños y uno de ellos es ejercer la docencia: «Llevo 23 años trabajando en el tema financiero, pero me gustaría dedicarme algún día a enseñar». También le gustaría hacer un curso de fotografía, una de sus grandes pasiones escondidas. Piensa que el tiempo ideal para «vivir la vida» es cuando su hijo termine el colegio.

Y es que para ella lo más importante es compartir con Juan Camilo: él pudo conocer durante la pandemia lo que ella hacía en el trabajo y a partir de ese momento los dos fortalecieron más su relación de complicidad. En sus tiempos libres, lo acompaña a montar en bicicleta, una de sus grandes pasiones. También le gusta ir al cine, ver series españolas y armar rompecabezas, sudokus y todas las actividades relacionadas con la destreza de la mente. Leidy Bibiana es inteligente y siente fascinación por los números, además de tener una facilidad con ellos.

Busca un equilibrio en su vida y dice: «No puedes pedir resultados siempre. Hay que valorar a la gente, no todos tenemos la misma capacidad de aprendizaje, comunicación y habilidades. Tienes que aprender a distinguir eso. Ya pasé por un proceso donde lloré, reí y la gente me hizo ver que estaba fallando». Leidy Bibiana busca seguir formándose como persona y profesional en el CNMH, entidad en la que el pasado 12 de septiembre cumplió un año de haberse posesionado. «Si vas a estar 8 horas en el trabajo, tienes que ver algo positivo en la gente, en el chiste que te cuentan y hacer sentir bien a los que tienes a tu alrededor. Y si hay alguna diferencia laboral, entender que es solo eso: una diferencia laboral, y luego seguir adelante, poder tomar onces o almorzar con tranquilidad», dice. Formar lazos de amistad en el trabajo terminó siendo algo inesperado para ella, pero que aprecia bastante: incluso, por primera vez salió de viaje con sus compañeras de trabajo del CNMH.

Prefiere escuchar pódcast que oír música. Cree en Dios y fue catequista de niña; a su hijo le diría: «Me has enseñado a ser valiente. Me has dado ese motivo para nunca decaer, para siempre ver los lados positivos de las cosas, para poder buscar una salida, para seguir creciendo. Quiero que seas extremadamente feliz. Al final, la felicidad lo es todo».

No hay que hablar mucho con ella para darse cuenta de la calidad humana que tiene. Además de ser una gran profesional, sin duda es una buena persona. A Leidy Bibiana le agradecemos por su generosidad, solidaridad, profesionalismo y amor por la entidad.

 


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El Valle del Cauca canta sus memorias y le compone al sueño de la paz

El Valle del Cauca canta sus memorias y le compone al sueño de la paz

Laboratorio colaborativo: «Naturaleza y territorio en el marco  del conflicto armado»

Autor

CNMH

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Helena Hinestroza, cantora, poeta, sobreviviente de la guerra y fundadora del colectivo Mujeres Unidas por la Vida y la Paz del Territorio.

Publicado

31 octubre 2023


El Valle del Cauca canta sus memorias y le compone al sueño de la paz

Durante la Feria del Libro de Cali, las agrupaciones artísticas Mujeres Unidas por la Vida, La Múcura y Escuela Canalón hicieron vibrar al público con sus composiciones y cantos de resistencia, esperanza y dignidad. Aquí, un resumen de sus apuestas musicales.

«La música del litoral Pacífico es nuestra medicina»: Mujeres Unidas por la Vida

Helena Hinestroza es de Timbiquí (Cauca), pero hace años vive en Cali, la ciudad adonde llegó desplazada por el conflicto armado y donde, junto a otras mujeres, fundó el colectivo Mujeres Unidas por la Vida y la Paz del Territorio, un espacio en el que confluyen cantadoras, alabadoras y percusionistas que, a través de las músicas tradicionales del litoral Pacífico, han alzado su voz para denunciar la guerra, pero también para hacer memoria, sanar sus dolores y, como dice Helena, aferrarse a la alegría de estar vivas y tener voz para cantarle al país y al mundo las historias del Pacífico.

 

 

«En la guerra sentí perder la voz.

Sentí que todo estaba oscuro a mi alrededor.

Me quedé en tinieblas llorando mi dolor.

Pero de esas tinieblas algo hermoso salió. Un día me senté a conversar conmigo.

Me dije: Dejé todo lo que había conseguido, pero lo que soy se ha venido conmigo.

Aquí tengo la herencia que me dejó mi abuela.

Los cantos iluminan de nuevo mi camino.

Mi abuela está conmigo.

Gracias, abuela, gracias le doy, por esta herencia que me dejó».

Todas las integrantes del colectivo son del litoral Pacífico y reivindican los cantos de sus abuelas.

Así canta Helena, quien, además de cantora, es poeta. Catorce mujeres más la rodean y acompañan en los coros. La voz —dicen— les sale de las entrañas. Cantan como les enseñaron sus abuelas. Le cantan a la tierra, al río y al mar. Les cantan a los vivos y a los muertos. Cantan para recordar sus días en el Pacífico y cantan para darle sentido a sus vidas en la ciudad. Cantan para denunciar a los violentos y al modelo económico que expolia sus tierras y comunidades. Pero también le cantan a la dulzura de sus tradiciones y a las bondades de sus costumbres. En el concierto que ofrecieron en el estand del Centro Nacional de Memoria Histórica, en la Feria del Libro de Cali, las Mujeres Unidas por la Vida deslumbraron con la fuerza de sus cantos, de sus tamboras y de su espíritu de resistencia hecho canción.

«Resistimos con alegría porque elegir la vida es un gozo»: La Múcura

Jimena Almario, una de las integrantes de La Múcura. Es la compositora de la agrupación y, junto a Bonnie Devine, ha recorrido durante diez años Suramérica.

La Múcura es un dúo multinstrumentalista de nueva música social latinoamericana conformado por Jimena Almario y Bonnie Devine, dos vallecaucanas que viajan desde hace diez años por Suramérica escuchándola, conociéndola, aprendiendo a cantar y a sonar con ella y con su gran cordillera de los Andes.

 

Lee también: «Mi resistencia es con la palabra»: El legado de las letras en la Feria Internacional del Libro de Cali.

 

«Nos enfocamos en la relación que existe entre el arte y la transformación social para la vida digna, la tierra viva y el alma tranquila. Creamos música de amplias raíces suramericanas con conciencia social, ambiental, política y de género, y hacemos investigaciones cercanas para el empoderamiento, la participación y la propuesta», cuentan las artistas en su página web.

 

 

«Resistir con alegría

Porque elegir la vida es un gozo

Regalo precioso de nuestra ancestralidad

Para nuestra libertad, dignidad e identidad.

Sacudiremos el territorio con el arte encendido

Con los pasos liberatorios, la danza y la canción

Pintaremos de colores la ciudad

Ante la opresión de ese gris moribundo que nos impone el dolor

¡Que caigan los símbolos de la opresión!

¡Que caigan el patriarcado y la segregación!

Y se levanten la memoria y la restauración.

Somos bosque nativo, biodiverso y tropical

No somos monocultivo ni fáciles de dominar

Indomable libertad, tejiendo comunidad

Nuestros padres ganaron la guerra y nosotres ganamos la paz,

Somos resistencia, tenemos sabor, tenemos la fuerza, la magia y la unión.

¡Cali soberana!

 

Bonnie Devine, saxofonista, vocalista y multipercusionista de La Múcura.

Este es un fragmento de la canción «Cali soberana» de La Múcura. Es una canción emblemática del paro nacional del 2019 y 2021, uno de cuyos epicentros fue la capital del Valle del Cauca. Las voces y la música de Bonnie y Jimena son contundentes pero dulces. Dicen verdades. Hablan de la guerra. De sus estragos. Sin embargo, con cada letra e interpretación reivindican la ternura, el amor y la comunión de la humanidad con la naturaleza, con la cordillera. Sus canciones son urdimbres de memoria, resistencias, caminos de exploración y juntanzas de comunidades y dignidades suramericanas. Con sus cantos se expande el poder sanador y transformador de su creatividad, que nos invita a hacer memoria para hacer conciencia de nuestro pasado y presente como sociedad, aunque también a pensar en una Colombia distinta donde podamos «elegir la vida» como forma de resistencia y donde sea posible vivir al lado de los ríos, con ellos, sin hacerles daño.

 

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Fundación Escuela Canalón: guardianes y guardianas de los ritmos tradicionales del Pacífico sur

 

Niños, niñas, adolescentes y adultos mayores de las comunas 13, 14, 15 y 21 de Cali y del municipio de Timbiquí (Cauca) confluyen y unen sus talentos y saberes musicales en la Fundación Escuela Canalón, un espacio de formación y transformación social que, al son de la enseñanza de la marimba, el cununo, el bombo, y los cantos y las danzas tradicionales del Pacífico, le apuesta «a forjar diálogos entre distintas sonoridades y establecer la conexión de los niños y adultos con la cultura del Pacífico sur».

 

Los niños y las niñas de la Escuela habitan las comunas 13, 14, 15 y 21 de Cali y del municipio de Timbiquí (Cauca).

 

En sus conciertos, los niños y las niñas de la Escuela Canalón interpretan bundes, arrullos y currulaos tradicionales, los mismos que cantan sus padres y que cantaban sus ancestros. «Valoramos la sabiduría de los músicos empíricos y de las cantoras. Somos un proceso de relevo generacional que busca mantener vivas nuestras prácticas culturales y nuestros ritmos tradicionales en los territorios de Cali y Timbiquí, donde somos constructores y constructoras de paz», cuentan los maestros de la Escuela cuando la presentan.

 

Su repertorio está hecho de bundes, currulaos y arrullos tradicionales del Pacífico.

Las músicas del Pacífico son mucho más que músicas. Son experiencias de resistencia y reivindicación de las historias y memorias afrocolombianas. Cuando tocan sus instrumentos y cantan sus canciones, cuando se forman con sus profesores y cuando se apropian del conocimiento de sus mayores, las niñas y los niños de la Escuela se conectan con saberes ancestrales y tejen relaciones sociales transformadoras que rompen los ciclos de violencia en los barrios de Cali y en Timbiquí.


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El Valle del Sibundoy siembra nuevas voces y memorias en su tierra

El Valle del Sibundoy siembra nuevas voces y memorias en su tierra

Laboratorio colaborativo: «Naturaleza y territorio en el marco  del conflicto armado»

Autor

CNMH

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Acto de armonización durante el lanzamiento de la serie de pódcast, en Cumbal – Nariño. Fotografía: Simona Delgado

Publicado

31 octubre 2023


El Valle del Sibundoy siembra nuevas voces y memorias en su tierra

Una iniciativa de memoria histórica, liderada por el Colectivo Chaskis y acompañada por el CNMH, presenta las afectaciones y victimizaciones que han vivido los resguardos indígenas allí asentados y cómo las han afrontado.

«Tierra mi cuerpo, agua mi sangre, viento mi aliento, fuego mi espíritu
Vienen mis ancestros, vienen a cantar
Vienen mis ancestros, vienen a danzar
Dale medicina, la vida curar
Dale medicinas, su vida sanar».

 

Los pueblos indígenas del occidente del país deben sanar, deben hacerlo porque el conflicto armado se sintió con especial intensidad en esta región, donde históricamente han vivido los indígenas de los resguardos de Cumbal, Guachucal y Mallama en Nariño, y  Kamëntsa-Biya en Sibundoy, en el Putumayo. Sus comunidades vieron transformar el sentido de su territorio con la llegada del conflicto armado, así como siglos antes lo hizo el desembarco de los españoles.

Así lo recuerda Mayra Alejandra Chindoy, una de las jóvenes del Colectivo Chaskis, quien lideró una iniciativa de memoria histórica, acompañada por el Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH): «El pueblo Kamëntsa tuvo que adoptar muchas prácticas ajenas, como la religión, para sobrevivir. El pódcast comienza con esa historia de los mayores, con el dolor y la transformación de su territorio».

 

Conoce también sobre el pódcast sobre memorias y resistencias de los pueblos indígenas de Colombia. 

 

El pódcast del que habla es Voces y memorias de la tierra. Son cinco historias radiales contadas por comuneros de los resguardos anteriormente mencionados, que permiten identificar las afectaciones y victimizaciones afrontadas por los indígenas cabëng, ingas y kamëntsas del Valle de Sibundoy.

El Colectivo Chaskis está conformado, además de Mayra Chindoy, por Carolina Ortega, Yorely Quiguantar, Camilo López y Janneth Taimal. Ellas y él han querido dejar constancia de lo vivido por varios pueblos originarios del occidente del país, y cada uno se dedicó a explorar una zona del Valle de Sibundoy para hacer preguntas, encontrar respuestas y hacer memoria. 

 

 

«El interés de hacer este pódcast es por lo que ha sucedido en Mallama a causa del conflicto armado. Me enfoqué en investigar, en hablar con la gente para hacer un homenaje y recordar», explicó Camilo López durante el lanzamiento de la serie sonora. 

Esta región del Sibundoy fue epicentro de asesinatos a líderes de las comunidades, hubo presencia de cultivos de uso ilícito y diversos actores armados transitaron por los resguardos, lo que ha causado alteraciones a la vitalidad de los territorios indígenas. Son precisamente estos temas los que han tratado de ser develados y sanados, con ayuda del conocimiento de los mayores y las mayoras, a través de los episodios del pódcast.

«En el segundo capítulo explico cómo fue la lucha por sobrevivir y cuidar nuestras cosas: el ganado, los robos, lo que se tuvo que pasar para resistir y proteger lo nuestro. Es en ese contexto que llegan las guerrillas a adueñarse del territorio», sostiene Carolina Ortega, una de las investigadoras. 

Los pueblos indígenas de la región deben seguir cargando con las huellas que el conflicto armado dejó a su paso. «Para nosotros es difícil pasar por los espacios pesados —en los que se ha derramado sangre por el conflicto armado— porque nos carga el cuerpo de enfermedades», aclara Yoreli Quiguantar, una antropóloga y lideresa que lleva varios años trabajando temas de memoria histórica en su territorio.

 

  • El Valle del Sibundoy siembra nuevas voces y memorias en su tierra

    El Valle del Sibundoy siembra nuevas voces y memorias en su tierra

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    El Valle del Sibundoy siembra nuevas voces y memorias en su tierra

 

Todo esto hace parte de las violencias territoriales que se presentaron y se siguen presentando en Kindy Cocha, la laguna que irriga el Valle del Sibundoy, pues todas las decisiones que se toman para transformar la tierra a favor de la gente traen consecuencias para el buen vivir de todo aquello que hace parte de la Madre Tierra, según las creencias de los pueblos que habitan esta región.

Por lo tanto, «este es un trabajo investigativo que lleva más de un año, en el que no solo hemos trabajado con el territorio, sino con nuestras familias. Dedicamos el episodio final a los jóvenes que salen a diario de Cumbal, del territorio del suroccidente, por la falta de oportunidades y la llegada de los armados», afirma Janneth Taimal. Muchos jóvenes de este resguardo han tenido que afrontar la vida al salir de sus hogares hacia cultivos de coca en Nariño, Putumayo y Cauca: su única posibilidad de sustento.

Los resguardos de Cumbal, Guachucal, Mallama y Kamëntsa-Biya van sanando. Sus ríos, sus aguas y sus tierras tienen que curarse mientras se siembran otras memorias y suenan otras voces. Los ancestros llegan a cantar y a danzar, como dice la canción, para que el territorio que han habitado siempre renazca una y otra vez, lleno de vitalidad.


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Reconocimiento a funcionarios de carrera administrativa del CNMH

Laboratorio colaborativo: «Naturaleza y territorio en el marco  del conflicto armado»

Autor

CNMH

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El pasado 24 de octubre, el Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH) les hizo un reconocimiento a sus funcionarios de carrera administrativa que, con trabajo y esfuerzo, aportan de manera significativa al cumplimiento de la misionalidad de la entidad

Publicado

30 octubre 2023


Reconocimiento a funcionarios de carrera administrativa del CNMH

 

El pasado 24 de octubre, el Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH) les hizo un reconocimiento a sus funcionarios de carrera administrativa que, con trabajo y esfuerzo, aportan de manera significativa al cumplimiento de la misionalidad de la entidad.

Carlos Mario López, director general (e), y Ana María Trujillo, directora de la Dirección Financiera y Administrativa, participaron en un refrigerio con los funcionarios y les entregaron un pin conmemorativo de la institución como muestra de agradecimiento por su gestión.

Durante el encuentro se mencionaron los avances del proyecto de teletrabajo —se espera que entre en marcha próximamente— y aspectos como los procedimientos para prevenir y tratar posibles casos de acoso laboral.

El reconocimiento terminó con las palabras de Carlos Mario López, quien les recordó a los funcionarios que ellos «son los llamados a preservar el conocimiento adquirido a lo largo del tiempo en la entidad».

 

  • Reconocimiento a funcionarios de carrera administrativa del CNMH

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«Mi resistencia es con la palabra»: El legado de las letras en la Feria Internacional del Libro de Cali

«Mi resistencia es con la palabra»: El legado de las letras en la Feria Internacional del Libro de Cali

Laboratorio colaborativo: «Naturaleza y territorio en el marco  del conflicto armado»

Autor

CNMH

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Expresión artística en medio del taller «El sueño de los colibríes», organizado por la Dirección del Museo de Memoria del CNMH.

Publicado

27 octubre 2023


«Mi resistencia es con la palabra»: El legado de las letras en la Feria Internacional del Libro de Cali

Entre letras, tejidos, arte y música se llevó a cabo la Feria Internacional del Libro de Cali (FILCali) entre el 12 y el 22 de octubre. Las letras y sus diferentes formas de expresión y de dejar huella fueron las protagonistas.

Un estallido creativo

«El cuerpo era la comunidad. La mente eran las personas y el espíritu, era la primera línea» expresó con emoción Diana Contreras, más conocida como Tokio, integrante de la primera línea, en medio del diálogo «Memorias sobre el estallido social en Cali». Se trató de una conversación que no solo revivió las memorias de aquellos que con pinceles, letras y música resistieron durante el estallido social de 2021 en el Valle del Cauca, sino que, además, pudieron compartir cómo la fuerza colectiva los hizo unirse en comunidad porque «algo afuera estaba pasando», algo que los transformó en sociedad y que los hizo reconocer que «hubo un estallido artístico que transformó la historia».

Cali feria libroDiana Contreras, Tokio, durante el diálogo «Memorias sobre el estallido social en Cali» en el marco de la FILCali.

La protagonista fue la palabra y la memoria quedó fijada en las letras, aquellas que, cuando se leen en grupo, hacen aflorar emociones e historias guardadas en el interior. «Mi resistencia es con la palabra. Dicen que resistir es aguantar, pero para mí no es aguante, es vida», dijo en voz alta NarthyJulieth Vásquez, antes de comenzar a leer un fragmento del libro Ojalá nos alcance la vida, durante el espacio «Micrófono abierto: Leer la memoria», que organizó la Dirección de Archivo de los Derechos Humanos (DADH) del Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH). Mientras se oía su voz, se vivió un espacio armónico, lleno de complicidad, en el que los asistentes compartieron de forma espontánea sus relatos más íntimos por medio de la música y la poesía.

 

Una memoria guardada, una memoria tejida

Muestra artística del Laboratorio Textil Itinerante y VincuHilarte.

«Las resistencias cotidianas son aquellas pequeñas cosas que, sin que nos demos cuenta, tejen la vida, las tareas creativas que dan sentido a la rutina diaria, las que nos ayudan a preservar la memoria», dicen las palabras bordadas en una pieza textil expuesta en la Feria Internacional del Libro de Cali (FILCali) por el Laboratorio Textil Itinerante y VincuHilarte, un grupo de mujeres paisas que tienen en común la pasión de sanar y dejar su legado por medio del tejido.

Sus manos, bordadoras de telas de colores vivos y rebosantes de sensibilidad para enseñar, estuvieron presentes en el estand del CNMH. Durante cinco días llevaron diferentes invitados con quienes instauraron un espacio de diálogo en torno a sus experiencias de vida con el tejido. Una práctica que cobra especial sentido cuando se transforma el dolor vivido mediante una expresión de arte llena de memoria.

Cali feria libroAsistentes tejen el mural textil Tejer memorias. Hilar historias.

El grupo de tejedoras invitó a los asistentes a que entre todos construyeran el mural textil Tejer memorias. Hilar historias, en el que, para lograr el tejido, varias parejas tenían que entablar una acción colaborativa. Esta práctica representa el sentido de la unión en medio de la «ancestralidad textilera», como ellas la definen.

El sueño de los colibríes

«Los colibríes sueñan con que un día todo sea mejor. Por eso invitan a los habitantes de su pueblo a unir sus voces para que las langostas dejen sus corazas y se unan en un mismo canto de vida y armonía». Este fue un fragmento leído del libro Mi voz es tu voz, la escucho, la siento y la cuento, en el taller «El sueño de los colibríes», actividad realizada por la Dirección de Museo de Memoria del CNMH en el marco de la FILCali.

 

El taller invitó a los niños y las niñas a soñar, a pensar en un deseo colectivo que pueda materializarse con el aporte de cada uno. Para el CNMH, este sueño se relaciona con la construcción del Museo de Memoria de Colombia, un lugar que recogerá las memorias de las víctimas de todo el territorio del país. Por ello, el taller «El sueño de los colibríes» también hizo una invitación para recoger todas las muestras artísticas que sirven de inspiración en el proceso de elaboración del museo, pensando en un proceso creativo en conjunto en el que las víctimas sean las protagonistas, pues «El territorio habla y el centro escucha».

Durante el desarrollo del taller «El sueño de los colibríes», organizado por la Dirección de Museo de Memoria del CNMH.


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La memoria, la resistencia y la verdad: tres infaltables en la Feria Internacional del Libro de Cali

La memoria, la resistencia y la verdad: tres infaltables en la Feria Internacional del Libro de Cali

Laura Escobar, integrante de la Dirección de Acuerdos de la Verdad (DAV) del Centro Nacional de Memoria Histórica, en el taller «¿La verdad para qué?», durante la Feria Internacional del Libro de Cali.

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CNMH

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Laura Escobar, integrante de la Dirección de Acuerdos de la Verdad (DAV) del Centro Nacional de Memoria Histórica, en el taller «¿La verdad para qué?», durante la Feria Internacional del Libro de Cali.

Publicado

25 octubre 2023


La memoria, la resistencia y la verdad: tres infaltables en la Feria Internacional del Libro de Cali

Del 12 al 22 de octubre el Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH) participó en el evento literario a partir de talleres, lecturas y muestras artísticas que destacaron las labores de memoria y de esclarecimiento de la verdad en el contexto del conflicto armado en Colombia

 

En 1970, Germán Barrios, un joven de 15 años, llegó a un puerto de Cartagena y se metió como polizón a un barco que tenía como destino Londres. Su costumbre de inmiscuirse donde no debía para viajar y recorrer el mundo, lo llevaría, tiempo después, a cantar en una tarima al lado de Mick Jagger, el conocido vocalista de los Rolling Stones.

La voz del oriundo de Armero (Tolima) se volvió icónica y, con el tiempo, aprendió a tocar distintos instrumentos, convirtiéndose en una estrella de rock. En la década de los 70, el joven acompañó a distintas bandas como Creedence Clearwater Revival, Black Sabbath, Led Zeppelin y Pink Floyd. «Mi papá fue muy conocido en ese medio, pero en Colombia pasó desapercibido», señaló su hijo Paul Barrios.

La historia de Germán por las tarimas del mundo acabó en la década de los 2000, cuando regresó a Colombia para dedicarse a la siembra de café. «En 2008, mientras trabajaba en eso, lo raptaron y lo desaparecieron», precisó Paul, durante una charla del Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH) en la Feria Internacional del Libro de Cali (FILCali).

 

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Los asistentes al conversatorio quedaron sorprendidos cuando supieron que la historia de Germán Barrios en el mundo del rock no era real. «Lo primero que les conté es ficción porque en Colombia estamos llenos de relatos de víctimas y de personas desaparecidas que se quedan en las estadísticas», explicó Paul, frente a su propósito de volver a humanizar el nombre de su padre.

—Esta ficción es un relato sobre quién fue él y quién pudo ser— manifestó el artista frente a su obra Cuerpo, espíritu y burocracia, disponible en la Casa de las Memorias del Conflicto, en Cali.

 

 

El proyecto artístico de Paul Barrios representa una de las maneras en que las víctimas han logrado resignificar sus historias de dolor e impunidad. Entre el 12 y 22 de octubre este tipo de relatos fueron los protagonistas durante la FILCali, en el stand del CNMH. Por medio de talleres, lecturas, conversatorios y muestras artísticas se destacaron los esfuerzos por trabajar en la memoria, el esclarecimiento de la verdad y la resistencia con ocasión del conflicto armado.

«¿La verdad para qué?»

La memoria, la resistencia y la verdad: tres infaltables en la Feria Internacional del Libro de CaliEn la imagen, uno de los asistentes al taller «¿La verdad para qué?», liderado por la Dirección de Acuerdos de la Verdad (DAV) del CNMH en la Feria Internacional del Libro de Cali.

 

En el stand del CNMH hubo una actividad rompehielos que le recordó a los asistentes momentos de su infancia. Eran alrededor de doce personas que formaron tres equipos: las luciérnagas, las salamandras y los osos, y cada uno competía para ganar un stop. No obstante, no jugaban con las tradicionales categorías de «nombre, color, fruta, ciudad», sino que debían escribir diez palabras en las que pensaran cuando escucharan los términos paz, justicia, acuerdo y verdad. 

 

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La actividad «¿La verdad para qué?», organizada por la Dirección de Acuerdos de la Verdad (DAV) del CNMH, tenía como propósito acercar a las personas a esos conceptos de una manera dinámica. Después de terminar el juego, cada uno de los integrantes de los equipos reflexionó sobre lo que consideraba qué era la verdad y por qué era importante en sus vidas.

El ejercicio sirvió para reconocer que cada persona tiene una percepción diferente de la verdad, pues «es necesario entender en el fondo qué creemos», puntualizó Saraya Bonilla, profesional de la DAV. También los asistentes conocieron por qué esas perspectivas son fundamentales para la construcción de la memoria individual, la memoria colectiva y la memoria histórica.

Durante la presencia del CNMH en la FILCali, la Dirección de Acuerdos de la Verdad realizó distintos conversatorios en los que habló de esas tres dimensiones de la memoria y por qué eran necesarias a la hora de construir sus investigaciones e informes. «Cuando se habla de esclarecimiento de la verdad es crucial tener un rigor metodológico», precisó Maritza Villarreal, vocera de la DAV.

 

 

Las palabras de Saraya y de Maritza fueron escuchadas en el conversatorio «Voces y metodologías del esclarecimiento de la verdad sobre el origen y la actuación de los grupos armados ilegales». En ese espacio, los caleños conocieron la labor que efectúa la DAV al recibir y contrastar los testimonios de las personas desmovilizadas de estructuras paramilitares que se acogieron al Mecanismo No Judicial de Contribución a la Verdad. 

 

«Resistir en la memoria e incidir para la búsqueda»

En la imagen, los panelistas Yenith Marcela Giraldo y Marvin Castro, en el conversatorio «Resistir en la memoria e incidir para la búsqueda. El caso del estero San Antonio, una lucha por la dignidad humana».

 

La Dirección de Construcción de Memoria Histórica del CNMH también tuvo varios espacios durante la FILCali y uno de ellos fue el conversatorio «Resistir en la memoria e incidir para la búsqueda. El caso del estero San Antonio, una lucha por la dignidad humana». La charla estuvo enfocada en la historia de desaparición forzada en este paraje de trece kilómetros, ubicado en Buenaventura. 

El estero San Antonio era un lugar utilizado para pianguar, pescar y sembrar coco. «Como allí no habita gente, los grupos armados lo empezaron a usar para desaparecer cuerpos», indicó Yenith Marcela Giraldo, integrante de la Corporación Centro de Pastoral Afrocolombiana (Cepac). Las estructuras ilegales llevaron a las víctimas en bolsas plásticas, e incluso algunas personas estaban vivas «y fueron amarradas a los manglares», agregó.

Con este tipo de violencias los habitantes de Buenaventura han tenido un duelo suspendido. «Para el pueblo afro, la vida une a la muerte y la muerte une a la vida —explicó Giraldo—. Quienes fallecen se vuelven nuestros ancestros y nos acompañan en el camino». Con la desaparición forzada, esos rituales y lazos entre la comunidad se rompen, pues ya no hay ni siquiera un velorio que puedan hacer. 

La comunidad ha buscado la manera de resistir ante este flagelo y reconoce como un logro la audiencia de medidas cautelares de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) para iniciar las labores de búsqueda en el territorio. «Es la primera vez en el mundo en que se haría esta labor bajo un manglar», dijo Marvin Castro, integrante de Corporación Memoria y Paz (Cormepaz). 

 

 

Si bien los habitantes de Buenaventura siguen a la espera de encontrar los cuerpos de sus familiares, las voces de resistencia de líderes y lideresas como Yenith y Marvin han empezado a resonar. En esta ocasión tuvieron un espacio en el Centro Nacional de Memoria Histórica, en la Feria del Libro de Cali, donde durante doce días se abrió la escucha a «Todas las memorias, todas».


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CNMH y ONIC lanzan un pódcast sobre memorias y resistencias de los pueblos indígenas de Colombia

CNMH y ONIC lanzan un pódcast sobre memorias y resistencias de los pueblos indígenas de Colombia

Operación Orión: El Museo de Memoria del CNMH participó en la conmemoración de los 21 años

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CNMH

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CNMH y ONIC lanzan un pódcast sobre memorias y resistencias de los pueblos indígenas de Colombia
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Publicado

24 octubre 2023


CNMH y ONIC lanzan un pódcast sobre memorias y resistencias de los pueblos indígenas de Colombia

Se trata de un tejido comunicativo inspirado en una rigurosa investigación que recoge historias, voces y testimonios de los 115 pueblos originarios del país. El lanzamiento tendrá lugar el 1.o de noviembre, en el Instituto Caro y Cuervo, en Bogotá.

 

En noviembre del 2019, la Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC) y el Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH) lanzaron el libro Tiempos de vida y muerte: memorias y luchas de los pueblos indígenas en Colombia, una investigación que revela los impactos y las resistencias de los pueblos indígenas en el marco del conflicto armado interno.

Como un verdadero telar de memorias, este libro urde los testimonios y las experiencias de los 115 pueblos indígenas del país. En el prólogo se explica que el informe «está escrito a manera de chumbe, canasto, mochila que se teje en entramados para contar la historia de los pueblos indígenas, a partir de la memoria de quienes han sido excluidos como agentes activos de la narrativa histórica del país. Su mirada, su percepción, su oralidad, sus conceptualizaciones y sus narrativas se ponen de presente para acercarnos a otro relato de nación que analiza la complejidad de nuestra comunidad política».

Ese otro relato de nación nos habla sobre el lugar que han ocupado los pueblos indígenas en el conflicto armado que aún persiste; sobre la exclusión social, política y económica de la que han sido víctimas; sobre su exterminio físico y cultural, sustentado en paradigmas de discriminación racial que siguen vigentes. Pero también nos permite entender a los pueblos como agentes de cambio en la comunidad política y la historia del movimiento social indígena, su resistencia y capacidad organizativa y de participación política.

 

Conoce todos los pódcast del CNMH aquí

 

Esta urdimbre de memorias no concluyó con la publicación del libro. Cuatro años después de su lanzamiento, el CNMH y la ONIC le entregan al país el pódcast Recorrido por los caminos de vida y muerte. Memorias y luchas de los pueblos indígenas de Colombia, que recoge los hallazgos de la investigación y las perspectivas de numerosos(as) líderes y lideresas indígenas que, con sus voces, nos llevan a conocer sus mundos, sus cosmovisiones y las resistencias e historias de sus pueblos.

Seis capítulos —o tejidos— conforman este pódcast. El primero nos permite reflexionar sobre la manera en que la mal llamada «conquista de América» se prolongó en el tiempo a través de diferentes procesos de colonialidad, violencia y marginación social y racial. El segundo nos permite conocer el concepto de «red vital», que explica la relación entre los territorios y los seres que los habitan. Explorando este concepto desde distintas voces indígenas, comprendemos la profundidad de los vínculos de los pueblos originarios con la tierra y dimensionamos el impacto del desplazamiento forzado en sus vidas y culturas.

El tercer tejido o capítulo nos adentra en la noción de «mala muerte»,  que alude a todos los finales violentos, indiscriminados, desproporcionados y sistemáticos de la vida que han ocasionado los actores del conflicto. Entendemos, a partir de diversas reflexiones de indígenas, cómo la mala muerte ha implicado la desarmonía para la madre tierra. El cuarto capítulo habla de los principios del movimiento indígena en Colombia: territorio, unidad, cultura y autonomía. Asimismo, nos permite conocer el proceso de organización social y política que permitió recuperar parte de las tierras usurpadas desde la «Conquista» para hacerle frente a la sistematicidad de la mala muerte.

 

El quinto capítulo trata del genocidio o exterminio sistemático de los pueblos indígenas de Colombia y del ensañamiento, la sistematicidad y continuidad con los que actores armados, políticos y económicos han atacado las formas de existencia indígena. Los y las protagonistas del pódcast nos ayudan a entender por qué esta aniquilación ha resultado útil para los intereses económicos de quienes explotan y devastan la madre tierra. 

Finalmente, el sexto capítulo vuelve al concepto de «red vital» para reflexionar sobre los territorios como redes sagradas e integrales de la vida, donde todo está profundamente conectado. Así, comprendemos por qué y de qué maneras el Estado y la sociedad deberían comprometerse con el cuidado de esas delicadas conexiones vitales tan estropeadas por la guerra, el expolio y el racismo.

Te invitamos a participar en el lanzamiento del pódcast el próximo 1.o de noviembre a las 9:00 a. m. en las instalaciones del Instituto Caro y Cuervo (Calle 10 n.o 4-69), en la localidad de La Candelaria (Bogotá).


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Operación Orión: El Museo de Memoria del CNMH participó en la conmemoración de los 21 años

Operación Orión: El Museo de Memoria del CNMH participó en la conmemoración de los 21 años

Operación Orión: El Museo de Memoria del CNMH participó en la conmemoración de los 21 años

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CNMH

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Memorial de la ausencia, en honor a las víctimas de la Operación Orión ubicado en el Cementerio La América de la Comuna 13 de Medellín. Fotografía de Ángela María Muñoz, de la dimensión territorial del Museo de Memoria.
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Publicado

24 octubre 2023


Operación Orión: El Museo de Memoria del CNMH participó en la conmemoración de los 21 años

En un emotivo acto de recordación y reflexión, durante los días 16 y 17 de octubre se realizaron en Medellín los actos de conmemoración por los 21 años de la Operación Orión, aquel trascendental operativo militar que dejó una profunda huella en la comunidad que habita en la Comuna 13 de la capital antioqueña.

 

La dirección del Museo de Memoria de Colombia del Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH) acompañó las actividades de conmemoración realizadas durante el 16 y el 17 de octubre en los cementerios La América y El Universal. Su participación se debe a que el CNMH, la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad (CEV) y la Corporación Jurídica Libertad han documentado los impactos de la Operación Orión, entre los que destacan el registro de 17 personas ejecutadas por la fuerza pública, 71 asesinadas por paramilitares, 12 que sufrieron torturas, 92 desaparecidas y más de 80 heridas. Estos datos reflejan las dimensiones del sufrimiento vivido por la comunidad durante aquel oscuro período de la historia de la ciudad.

Además, se ha conocido que Medellín cuenta con más de 740.000 víctimas del conflicto armado, según el Registro Único de Víctimas con datos actualizados hasta el 31 de agosto de 2023. 

¿Qué sucedió durante la conmemoración?

Operación Orión: El Museo de Memoria del CNMH participó en la conmemoración de los 21 añosTaller de escritura realizado en el marco de la conmemoración por los 21 años de la Operación Orión. Fotografía de Ángela María Muñoz, de la dimensión territorial del Museo de Memoria.

La conmemoración se inició el lunes 16 de octubre a las 9:00 a. m. en el Cementerio La América de la Comuna 13 con una emotiva eucaristía y la instalación del memorial de la ausencia, en honor a las víctimas de la Operación Orión. Además, en el transcurso del día, la comunidad compartió un sancocho comunitario que reunió a todos en un gesto de unidad. Y se realizaron talleres de escritura, con los que se brindó a los asistentes la oportunidad de expresar sus vivencias y reflexiones sobre el conflicto. Ese día la jornada culminó con presentaciones artísticas que transmitieron mensajes de esperanza y resiliencia.

Las actividades continuaron el martes 17 de octubre en el Jardín Cementerio Universal. Allí se llevó a cabo un ritual simbólico en memoria de las víctimas del conflicto en Medellín. Luego, se realizó un recorrido por ese lugar, que se ha convertido en un espacio fundamental de memoria, albergando las historias de muchas víctimas.

 

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Finalmente, se desarrolló un conversatorio sobre la importancia de las memorias en la ciudad, en el que participaron el proceso «Hacemos Memoria», de la Universidad de Antioquia, la Subsecretaría de Derechos Humanos, la Mesa Distrital de Víctimas y el Museo Casa de la Memoria. 

Acerca de la fecha conmemorativa

Operación Orión: El Museo de Memoria del CNMH participó en la conmemoración de los 21 añosLas personas acuden al Cementerio La América de la Comuna 13 para iniciar los actos de conmemoración por los 21 años de la Operación Orión. Fotografía de Ángela María Muñoz, de la dimensión territorial del Museo de Memoria.

En Medellín, los antioqueños eligieron realizar el 16 y 17 de octubre de cada año,  actividades de memoria como consecuencia de la Operación Militar Orión ocurrida en el año 2002, una intervención militar que lamentablemente estuvo marcada por graves violaciones a los derechos humanos de los habitantes de la Comuna 13.

La conmemoración del Día de la Memoria y los 21 años de la Operación Orión son un recordatorio de la importancia de honrar a las víctimas del conflicto y trabajar juntos para construir un futuro más justo y pacífico en Medellín. La memoria es un pilar fundamental en el camino hacia la reconciliación y la paz.


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