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Las voces del exilio destacan en la 3.ª función del ciclo documental «Todas las memorias todas»

Las voces del exilio destacan en la 3.ª función del ciclo documental «Todas las memorias todas»

Con ocasión del Día Nacional del Colombiano Migrante, el Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH) y el Centro Colombo Americano proyectaron el documental «Una familia colombiana», dirigido por Tanja In Wol Sørensen.

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Acciones que transforman: tres espacios inolvidables de la Semana por la Memoria del Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH)

«En Urabá no hay resistencia, hay berraquera»

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CNMH

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Durante el 7 de velitas, en la Semana por la Memoria, el CNMH lanzó juegos pirotécnicos en la gran fogata por la memoria para apostarle a la transformación.

Publicado

12 diciembre 2023


Acciones que transforman: tres espacios inolvidables de la Semana por la Memoria del Centro Nacional de Memoria Histórica

Del 5 al 10 de diciembre de 2023, en la Plazoleta del Concejo de Bogotá, se realizaron conversatorios, muestras artísticas y juntanzas para honrar y dignificar las tradiciones de los pueblos indígenas y de las comunidades negras, raizales, afrodescendientes, palenqueras y campesinas.

 

«La creación de la Semana por la Memoria de 2023 se la entregamos a las acciones que transforman», manifestó María Gaitán Valencia, directora del Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH). Entre el 5 y el 10 de diciembre, desde distintos territorios se congregaron líderes y lideresas en el eje de la memoria de la capital para encender una luz por la memoria y la transformación.

Bajo la premisa «El territorio habla, el centro escucha», el CNMH ha implementado la estrategia de territorialización para llegar a aquellos lugares afectados por el conflicto armado en Colombia. «Al escuchar el territorio, empezamos a tener luces de lo que estamos viendo hoy. Si nosotros no avanzamos a una memoria histórica, con un enfoque de transformación, no vamos a lograr salir de esta guerra», explicó la directora.

De este modo, las acciones que transforman fueron las protagonistas de la Semana por la Memoria 2023. Alrededor del Fogón del Ubuntu hubo seis juntanzas para reflexionar, dignificar y honrar la diáspora africana en Colombia; y en las demás zonas se presentaron veinte conversatorios y quince expresiones artísticas, entre ellas el concierto de la rapera Diana Avella en compañía de la Tribu Newen.

 

 
 
 
 
 
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Diálogos al calor del fogón

El Fogón del Ubuntu, eje central de la Semana por la Memoria, fue el epicentro de conversaciones entre mujeres cocineras de comunidades negras, afrocolombianas, raizales y palenqueras de distintas regiones del país, investigadoras y el chef congolés Chris Massamba. En este escenario, el CNMH buscó reconocer el fogón como punto de partida para valorar los aportes de las cocineras tradicionales a la transmisión de saberes, la unidad de las comunidades y la transformación cultural.

En seis momentos diferentes, los participantes narraron las historias, los aprendizajes, las reflexiones y las identidades que han construido en torno a la cocina. Iselis Cassiani, sabedora de Palenque, dijo: «Para las mujeres afrocolombianas, la gastronomía es clave. Nosotras aportamos a la memoria, al cuidado de las raíces africanas y de nuestra identidad a través de la cocina, que es una de nuestras muchas expresiones de resistencia».

El chef congolés Chris Masamba, que reside en Francia, reiteró el vínculo entre la gastronomía y las formas de la resistencia: «Las recetas y los ingredientes de la cocina tradicional africana son mucho más que un método de preparación de nuestros alimentos; son, ante todo, un símbolo de nuestras luchas por la libertad. África vive y resiste a través de cada receta».

 

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En estos diálogos también se reconocieron las afectaciones que el conflicto armado ha producido en la alimentación de las comunidades. Los confinamientos, por ejemplo, les han impedido ir a las parcelas a sembrar y a los ríos a pescar. Carolina Escobar, del CNMH, explicó que «los grupos armados limitaron las formas tradicionales de cocinar de las comunidades afros. En el desplazamiento forzado se perdieron prácticas como la pesca y las azoteas. Se perdieron plantas e ingredientes para mantener las recetas vivas».

Estas conversaciones motivaron la participación de organizaciones sociales y de víctimas. La Corporación Camaleón, de Apartadó, destacó que las prácticas culinarias han conservado la identidad que ha sido amenazada por la violencia: «Las ollas comunitarias nos han hecho fuertes para enfrentar una violencia mucho más cruda, una violencia interna que nos ha despojado de lo más importante: la cultura. ¿Eso dónde lo encontramos? En un plato de comida, en las manos que nos preparan el alimento».

Antes y después de los diálogos, las cocineras compartieron con el público productos elaborados por ellas: dulce de papaya del Cauca, arequipe de borojó y chontaduro del Chocó, y viche curado de Tumaco. En el mismo Fogón se preparon alimentos para los asistentes.

Al cierre de la última juntanza, la directora general del CNMH, María Gaitán Valencia, informó que la metodología del fogón se replicará en el Museo Nacional de Colombia, donde se realizarán escuchas permanentes.

La tarima como un espacio para la Colombia fuera de Colombia

«Me dijeron que estoy en la lista, dizque por colaborar con la guerrilla, ¡pero no es cierto! Yo soy la voz de la comunidad». Con esas palabras empezó el monólogo Elvia de la lideresa y defensora de derechos humanos Martha Hinestroza. «La bala del fusil me encontró de rodillas llorando […], pero desperté en un mundo diferente, en uno donde hay justicia», agregó.

Hinestroza llegó a la Semana por la Memoria desde Londres para enseñar cómo el arte le ha permitido transformar el dolor que conlleva el exilio. «Hice este monólogo porque el nombre de mi tía Elvia no aparece en ninguna parte y yo quise reivindicarla por lo que hacía por la comunidad», precisó la activista. A través de la danza acompañada por la cumbia y la dramaturgia, les demostró a los asistentes que no ha perdido esa conexión con la tierra que la vio nacer. «Nosotros somos la Colombia fuera de Colombia. No estamos acá, pero nuestro corazón sí es de acá».

 

 

La defensora de derechos humanos se presentó en la zona de la tarima, adonde también llegó el sonido del bullerengue desde Antioquia y las reflexiones del pueblo indígena nasa desde Santiago de Cali. En la Semana por la Memoria, las puertas se abrieron para que el territorio cantara, tejiera, hablara y contara las tradiciones con las que resiste y transforma.

El colaboratorio: un espacio creativo para explorar la memoria histórica desde la naturaleza


Los participantes del Laboratorio colaborativo vinieron desde territorios como Caquetá, Putumayo y Sumapaz.

Desde que inició el despliegue de su estrategia de territorialización, el CNMH ha promovido diferentes estrategias y espacios de diálogo y aprendizaje colectivo. Una de estas estrategias es el laboratorio colaborativo Naturaleza y Territorio en el Marco del Conflicto Armado, que se concibe como un espacio de encuentro y aprendizaje en común para explorar los impactos del conflicto armado en la naturaleza.

Este laboratorio ocupó un lugar muy importante en la agenda de la Semana por la Memoria 2023. Personas y organizaciones de diferentes regiones participaron, durante cinco días, en una gran juntanza creativa para pensar propuestas, ideas y dispositivos que permitan escuchar a la naturaleza y conocer lo que ella tiene por decir en relación con los daños ocasionados por la guerra. Así, se conocieron siete propuestas de la sociedad civil para avanzar hacia la comprensión de las causas y los impactos del conflicto armado a partir de la naturaleza.

Desde Bogotá, un grupo de personas propuso rescatar el conocimiento y los usos de plantas tradicionales que se perdieron con ocasión de los destierros, desarraigos y desplazamientos forzados. Otra de las propuestas fue la construcción de una ruta de reconciliación y memorias de los páramos situados en los municipios de Cocuy, La Uvita y Chita (Boyacá).

 


Durante cinco días, grupos de ciudadanos intercambiaron ideas para pensar dcómo darle voz a la naturaleza.

Desde Solano (Caquetá), se propuso escuchar los ríos de Colombia, conocer sus especies animales y vegetales, pero también las memorias de las comunidades que habitan sus riberas, que los navegan y protegen sus aguas. Esta propuesta, llamada «Ictio-Teca», nació durante un monitoreo comunitario de peces en el medio río Caquetá y, según los participantes, es algo parecido a una «biblioteca del río y de los peces». La «Ictio-Teca» quiere navegar hacia otros ríos de Colombia para involucrar a diversas comunidades en el conocimiento de sus fuentes de agua, así como en la conversación sobre las maneras en que han sufrido los ríos a causa de la guerra y en la proyección de ideas para cuidarlos colectivamente.

Algo parecido propusieron los participantes del corregimiento de Santa Ana, municipio de Puerto Asís (Putumayo), quienes invitaron a juntarse en las orillas del río Putumayo y a navegarlo para hacer memoria con la naturaleza a través del teatro.

 


La propuesta de Solano (Caquetá) se llama «Ictio-Teca
» y le apuesta al conocimiento de los ríos y sus especies.

 

Desde la Serranía del Alto Baudó, los participantes invitaron a escuchar el árbol de la jagua, tal como lo ha hecho ancestralmente el pueblo embera dobida. Ese árbol es especial, pues, a través de sus frutos y semillas, las comunidades embera se protegen, se comunican, se identifican, se embellecen y se conectan con sus espíritus sagrados. La memoria de árboles como este es clave en la comprensión de las dimensiones de los daños socioambientales del conflicto en nuestras selvas.

Desde Usme (Cundinamarca), se propuso avanzar en la construcción de la memoria histórica a través de un proyecto de reforestación activa de las cuencas del río Tunjuelito y se hizo un llamado de atención a considerar a las comunidades campesinas como parte esencial del páramo de Sumapaz, de su conservación y sus memorias.

El CNMH continuará apostándole a la reconstrucción de las memorias de la naturaleza a la que reconoce y comprende como un sujeto de dolor que también debe ser reparado y sanado.


El CNMH espera que las propuestas construidas durante el colaboratorio se consoliden en el futuro.


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CNMH, Encuentro Internacional de Diplomacia Feminista por la Paz, Exilio, Género, Insilio, Migración, Mujeres, Refugio

El CNMH construirá un plan de memoria del exilio, del retorno y del insilio

«En Urabá no hay resistencia, hay berraquera»

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CNMH

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La directora general del CNMH participó en el panel «El territorio habla y el CNMH escucha» del I Encuentro Internacional de Diplomacia Feminista por la Paz. Foto: Cristian Sánchez.

Publicado

12 diciembre 2023


El CNMH construirá un plan de memoria del exilio, del retorno y del insilio

Esta apuesta se presentó durante el I Encuentro Internacional de Diplomacia Feminista por la Paz, que se desarrolló en Bogotá entre el 28 y el 30 de noviembre con la participación de lideresas y organizaciones de víctimas colombianas que residen en 26 países.

 

Reconociendo el acumulado de procesos de memoria y esclarecimiento de la verdad realizados con las víctimas en el exilio, el CNMH diseñará durante 2023 el Plan de Memoria Histórica del Exilio, del Retorno y del Insilio* (MHERI). El proyecto se construirá participativamente con organizaciones sociales, de víctimas, víctimas no organizadas y comunidades de acogida. 

 

Lee más sobre el exilio colombiano en este libro.

 

Así lo anunció la directora general del CNMH, María Gaitán Valencia, durante el I Encuentro Internacional de Diplomacia Feminista por la Paz, convocado por mujeres exiliadas, refugiadas y migradas con el objetivo de incidir en la construcción de políticas públicas que promuevan la participación política de las mujeres en las agendas de paz y seguridad, así como la reparación integral de las víctimas en el exilio. 

El MHERI se diseñará durante 2023, a partir de la construcción colectiva de un plan piloto de memoria del exilio, retorno e insilio; un piloto de reconocimiento de los puntos fronterizos donde se asientan comunidades binacionales; y planes de memoria regionales o interregionales. Surtidas esas etapas, la implementación podría iniciar entre 2025 y 2026.

 

 

Al respecto, señaló la directora del CNMH: «Tenemos el gran reto de que hay nuevos elementos que se incorporan al exilio y que están perdidos en estos trabajos que se hacen con memoria histórica: es todo el trabajo del retorno, como elemento sustancial de reconstrucción de memoria, y también otro elemento: el insilio. Es fundamental que trabajemos en exilio, retorno e insilio como un solo componente». 

La elaboración del plan tendrá en cuenta los aprendizajes de la Agenda Exilio del CNMH, así como la metodología, los hallazgos y las recomendaciones del tomo «La Colombia fuera de Colombia» del Informe Final de la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad. 

 

Te invitamos a conocer el especial web «Voces del Exilio».

 

Alba Teresa Higuera Buitrago, integrante de la Colectiva de Mujeres Refugiadas, Exiliadas y Migradas, y participante del I Encuentro Internacional de Diplomacia Feminista por la Paz, destacó que existe un importante acumulado de acciones y procesos de memoria, a partir de los cuales será necesario «seguir construyendo no a partir del dolor, sino de la alegría, lo común y el bienestar, que es lo que correspondería en estas sociedades del siglo XXI». 

Dentro de ese acumulado de acciones y procesos de memoria se encuentran iniciativas como la obra de teatro «Mujer-eres, el teatro como arte sanador», el libro «Rompiendo el silencio desde el exilio. Aportes para la memoria y la construcción de paz con enfoque de género» (2018) y el informe «Exilio colombiano. Huellas del conflicto armado más allá de las fronteras» (CNMH, 2018).

 

El I Encuentro Internacional de Diplomacia Feminista por la Paz fue convocado por organizaciones y lideresas de 26 países. Foto: Cristian Sánchez

 

El I Encuentro buscó, además, incidir en la elaboración de nuevos instrumentos legales para la reparación de las víctimas en el exilio con enfoque de género, étnico y de discapacidad, además de la ampliación de la participación de las mujeres exiliadas, refugiadas y migradas en el actual proceso de diálogos con el ELN y otros que puedan desarrollarse en el marco de la política de Paz Total. 

 

Puedes leer también: Mujer-eres, el teatro como arte sanador

 

Las mujeres exiliadas también pusieron en común las dificultades que siguen enfrentando en sus países de acogida, como la negación de las solicitudes de asilo, las dificultades para el acceso a trabajos bien remunerados y al reconocimiento de sus títulos profesionales, la discriminación, la prisionalización y las limitaciones para el acceso a los sistemas de salud, entre muchos otros. 

En esa línea, Alba Teresa Higuera señaló que es necesario tramitar un nuevo proyecto de ley que reconozca las necesidades de las víctimas en el exterior y conciba retornos estacionales, teniendo en cuenta las realidades de las familias que se han construido tras largos años en el exilio: «Tenemos interés de seguir incidiendo en la política pública, en las acciones y responsabilidades de los Estados para garantizar los derechos fundamentales de la sociedad y de las mujeres específicamente». 

Durante el I Encuentro, el CNMH participó en la mesa sobre la Estrategia de Territorialización y el enfoque de género en el trabajo por la memoria, con el objetivo de «codiseñar estrategias para que los procesos de memoria en el exilio relacionados con archivos, esclarecimiento de la verdad, museos, iniciativas de memoria, reparación colectiva y pedagogía sean socializados y obtengan los apoyos necesarios».

*«Insilio» es un término no registrado en el diccionario, que se refiere a las “personas afectadas por el exilio de sus familiares”, tal como señaló la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad en su informe La Colombia fuera de Colombia.


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Alejandro Villa, director técnico de la Dirección de Archivo de los Derechos Humanos; Erik Arellana, poeta, documentalista e investigador, y Myriam Loaiza, gestora de acopio de archivos en el exilio del CNMH, luego de la firma oficial de la entrega del archivo.

Erik Arellana entrega su archivo personal al CNMH

Alejandro Villa, director técnico de la Dirección de Archivo de los Derechos Humanos; Erik Arellana, poeta, documentalista e investigador, y Myriam Loaiza, gestora de acopio de archivos en el exilio del CNMH, luego de la firma oficial de la entrega del archivo.

Autor

CNMH

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Alejandro Villa, director técnico de la Dirección de Archivo de los Derechos Humanos; Erik Arellana, poeta, documentalista e investigador, y Myriam Loaiza, gestora de acopio de archivos en el exilio del CNMH, luego de la firma oficial de la entrega del archivo.

Publicado

7 julio 2023


Erik Arellana entrega su archivo personal al CNMH

El documentalista, poeta e investigador entregó al Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH), a través de la Dirección de Archivo de los Derechos Humanos, su trabajo en cinco grandes apartados documentales.

En 1982, entre marzo y septiembre, el escuadrón Muerte a Secuestradores (MAS), con ayuda del F2 de la Policía, detuvo y desapareció forzadamente a trece personas. Ocho eran estudiantes de universidades públicas de Bogotá, acusados de haber secuestrado y asesinado a los hijos del narcotraficante Jáder Álvarez.

Seis años después, en 1988, Erik Arellana tenía 15 años y comenzó a disparar flashes. Él grabó los audios de los testimonios del Caso Colectivo 82 en la Universidad Distrital de Bogotá. De este modo empezó su carrera como documentalista, cubriendo la conmemoración de esos estudiantes desaparecidos por el Estado. Alguien le dijo que había que tomarle foto a todo, y él hizo caso.

De eso han pasado tres décadas y media. Hoy, Erik Arellana también se ha transformado en poeta e investigador. En defensor de derechos humanos no, porque ya lo era y lo sigue siendo, porque no hay otro camino, no hay una forma distinta de entender la vida. Empezó a entenderlo a los 12 años, cuando desaparecieron forzosamente a su madre, Nydia Érika Bautista.

En la alquimia de quien ha vivido el dolor, la ausencia y la catarata de preguntas sin demasiadas respuestas, Erik ha fotografiado, grabado, documentado, escrito, luchado, llorado. Conjugando estos verbos se le han ido casi cuatro décadas, recogidas en casetes, CD, revistas impresas… Los ha juntado y les ha puesto nombre para que resuenen: «Indelebles, lo que no puede borrarse». Ahora, los ha entregado.

En un sencillo y sentido acto, Erik Arellana cedió su archivo personal al Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH). Alejandro Villa, director técnico de la Dirección de Archivo de los Derechos Humanos, y Myriam Loaiza, gestora de acopio de archivos en el exilio, recibieron el inventario documental compuesto por cinco apartados: Desaparición forzada, Comunidades indígenas, Memoria con hijos e hijas de crímenes de Estado, Trabajo artístico de memoria con comunidad y Exilio y retorno.

Arellana, durante la firma del acta de entrega de su archivo personal.
Arellana, durante la firma del acta de entrega de su archivo personal.

«Este archivo puede dar grandes aportes a la mirada de los derechos humanos desde varias perspectivas. He acompañado al movimiento social por 30 años como fotógrafo y realizador, y durante 10 años como investigador», señaló Arellana. Esa mixtura le da una dimensión particular al archivo, que incluye documentales, audiovisuales, fotografías, investigaciones, trabajo escrito, entre otros formatos.

 

Arellana precisó que esta entrega la hace ahora al CNMH, y no antes, porque no sintió el respaldo de la anterior administración. «A mi retorno del exilio, en 2017, me lo pidieron, pero al ver la anterior administración me dio miedo». Así que para el CNMH este es un espaldarazo en su nueva etapa, que comenzó el año pasado. «Recién llegados al CNMH, advertimos que uno de los mayores retos sería recuperar la confianza. La forma de hacerlo es aproximándonos a su conocimiento, a su saber», destacó Villa.

Para Loaiza, uno de los grandes aportes del archivo «Indelebles» es ser «el primero en el CNMH sobre exilio y retorno. Es muy significativo porque la gente que ha sufrido el exilio lo quiere borrar, es muy poco lo que encontramos. “Indelebles” quiere dignificar a las personas que han tenido que salir del país y han estado esperanzados en el proceso de paz y en volver a su país, su territorio».

Se espera que, luego del procesamiento técnico y la digitalización de los soportes, el archivo esté disponible digitalmente en un mes. Si bien hay un estado de deterioro importante en algunos medios magnéticos, «podremos recuperar la mayoría», afirmó Loaiza, para que puedan ser consultados en www.archivodelosddhh.gov.co

Erik Arellana, el chico que a los 15 años ya tomaba fotografías en el velorio de Bernardo Jaramillo Ossa, sabe que este acervo documental es esencial. «Fui amenazado por tener documentación de varios casos de derechos humanos, de desapariciones forzadas, así que yo creo que eso debe estar en el CNMH». Su resistencia, convertida en exilio y retorno, en poesía y en investigación, es como el archivo que hoy entrega a Colombia para alimentar todas las memorias todas: es indeleble.


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HABLEMOS DE ARCHIVOS DEL EXILIO:

«Hablemos de archivos del exilio»: una ruta de despliegue territorial en el exterior

«Hablemos de archivos del exilio»: una ruta de despliegue territorial en el exterior

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CNMH

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El conversatorio «Hablemos de archivos del exilio» fue organizado por la Dirección de Archivo de los Derechos Humanos (DADH) del CNMH y el Instituto de Estudios sobre Desarrollo y Cooperación Internacional (HEGOA).

Publicado

13 junio 2023


«Hablemos de archivos del exilio»: una ruta de despliegue territorial en el exterior

  • El 8 de junio, se presentó la estrategia de territorialización del CNMH y se habló sobre las acciones de la entidad frente a la localización de los archivos del exilio. La entidad busca reconocer esta práctica como otra modalidad de violencia en el conflicto armado colombiano.

«El territorio habla, el centro escucha»: esa es la premisa central de la estrategia de territorialización del Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH). De acuerdo con Alberto Santos, asesor de la Dirección General, esta es una apuesta de la administración liderada por María Gaitán Valencia, quien «ha sido muy enfática en que el CNMH debe volver a mirar al territorio».

Ese juego de palabras comprende la esencia de lo que quiere hacer el CNMH. «Desde el territorio hay voces que nos expresan necesidades, pero también nos enseñan, porque son expertos y expertas en la construcción de la memoria histórica», explicó Santos el 8 de junio durante el conversatorio Hablemos de archivos del exilio.

El encuentro, que se realizó de manera virtual, planteó cuál sería la ruta para llegar a las comunidades y escucharlas. El asesor precisó que el primer paso consiste en reconocer que «la memoria histórica es realmente una propiedad de los territorios y sus comunidades». En ese sentido, las instituciones como el CNMH no son las poseedoras de ese conocimiento, «somos simplemente un medio para visibilizar, fortalecer y difundirlo en el país», agregó.

Si bien la estrategia plantea llegar a las comunidades, no solo se quedará en los límites geográficos nacionales, sino que buscará la manera de escuchar desde el exterior para hablar del exilio. Ese fue el norte del conversatorio organizado por la Dirección de Archivo de los Derechos Humanos (DADH) del CNMH y el Instituto de Estudios sobre Desarrollo y Cooperación Internacional (HEGOA). 

Abecé de la estrategia de territorialización

En la imagen, Alberto Santos, asesor de la Dirección General, hablando sobre la estrategia de territorialización del CNMH.
En la imagen, Alberto Santos, asesor de la Dirección General, hablando sobre la estrategia de territorialización del CNMH.

Alberto Santos (A. S.) no solo es asesor de la Dirección General, sino que también es el líder de la estrategia «El territorio habla, el centro escucha». Durante el conversatorio, resolvió las preguntas centrales para que la iniciativa se convierta en una realidad. 

¿Cómo esperan realizar el proceso?

A.S.: Trabajando juntos. Seríamos demasiado contradictorios si avanzamos en una estrategia de territorialización que no contemple la voz de las regiones en su construcción. En ese sentido, ese territorio que habla debe definir cómo va a ser ese despliegue. Por eso, actualmente, estamos viendo cuál será el mecanismo para consultarle a las comunidades, incluyendo las del exterior, la composición de los equipos regionales y los componentes de la estrategia.

Con la información recogida durante 2023, volveremos a las comunidades con una estrategia de validación. Esto para proponer cómo será el plan y el despliegue territorial en 2024 y 2025.

¿Cómo lo van a hacer?

A.S.: Esta es una apuesta que se vincula con una reestructuración institucional. Hemos pensado en que la presencia del CNMH tiene que ser permanente en los territorios y para eso necesitamos construir equipos regionales que permitan espacios de juntanza, escucha, visibilización y apropiación de la memoria. 

También vamos a generar unas metodologías para que las comunidades puedan incidir directamente en la planificación de los procesos de memoria que se realizan en la entidad. Además, hemos planteado la creación de una Dirección de Territorio y Participación con el fin de que articule los procesos misionales del CNMH con esos saberes, conocimientos y experiencias del territorio. 

Todo esto nos permitirá sentarnos conjuntamente y definir cuáles van a ser las acciones en cada uno de los territorios. No vamos a tomar decisiones desde un escritorio en Bogotá. 

¿Dónde proponen estar?

A.S.: La idea es que podamos definir nuestra presencia con las comunidades, por lo que apenas hay una propuesta. Hemos planteado hasta ahora 11 equipos regionales, cuyo número puede ir variando.

¿Cómo van a hacer el despliegue en 2023?

A.S.: Este año vamos a estar en la fase de consulta y validación; sin embargo, habrá un momento de pilotaje. Nos iremos desplegando con un equipo regional piloto que podría ser el de noroccidente, que abarcaría los departamentos de Antioquia, Caldas, Quindío y Risaralda. Asimismo, vamos a tener enlaces territoriales en distintas partes del país para que nos ayuden a articular todas las acciones y procesos del CNMH con la estrategia. 

El despliegue territorial en el exterior 

Santos indicó que la situación en el exterior aún está por definir, pero que han pensado en recuperar la apuesta y el trabajo realizado por la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad (CEV). «Queremos poder integrar ese despliegue que se hizo por parte de la CEV desde esta apuesta de territorialización», precisó el asesor. 

La lupa que ha puesto el CNMH en el exilio permitirá reconocer esta práctica como una modalidad de violencia en el conflicto armado colombiano. Por ese motivo, se está planteando construir una base de datos del exilio que haga parte del Observatorio de Memoria y Conflicto (OMC), y que ayudaría a avanzar en las recomendaciones que dejó la CEV en el Informe Final. 

A pesar de que es un reto para la entidad, realmente no hay que empezar de cero para tener un acercamiento al tema. «Hubo un periodo de agenda sobre el exilio que, en su momento, lideró María José Pizarro, y ese avance nos permitió tener el micrositio Voces del exilio», manifestó Alberto Santos. Si bien el sitio web está desactualizado y abandonado, el CNMH tiene la voluntad de recuperar ese trabajo y ponerlo a disposición de la sociedad.

Los archivos del exilio

En la imagen, Gilberto Alejandro Villa, director del Archivo de los Derechos Humanos (DADH), explicando la importancia de localizar los archivos del exilio.
En la imagen, Gilberto Alejandro Villa, director del Archivo de los Derechos Humanos (DADH), explicando la importancia de localizar los archivos del exilio.

Gilberto Alejandro Villa, director del Archivo de los Derechos Humanos (DADH), expresó la pertinencia de poder localizar los archivos del exilio, entendiendo que hace parte de las funciones del CNMH. De acuerdo con la Ley 1448 de 2011, se debe «identificar, localizar, ubicar los archivos que puedan tener contenidos relativos a estas graves violaciones a los derechos humanos en el ámbito del conflicto armado y sus contextos», recordó el funcionario. 

Para el director de la DADH, es clave entender la idea de esos archivos: «son las agrupaciones documentales producidas por distintas entidades o comunidades, en cuyos contenidos hay información que nos van a permitir testimoniar o generar evidencias sobre los hechos relativos a las graves violaciones de los derechos humanos y sus contextos».

Conoce más sobre la gestión de Archivo de los Derechos Humanos

De allí que la localización de los archivos del exilio sea tan importante. «Las personas muchas veces tienen la oportunidad de llevar parte de sus documentos, sus memorias, a los países que llegaron tras salir forzosamente por las amenazas y los hostigamientos», precisó el funcionario. Esa información puede ser vital no solo para entender lo que pasó, sino también para conocer la vida después del exilio y sus maneras de resistir.

 

Por su parte, Myriam Loaiza, responsable del tema del exilio de la DADH, detalló que durante ese proceso es necesario reconocer la diversidad tanto de la población como de los archivos que encuentren. «Nos convoca a afrontar el reto de lo que significa localizar estos archivos y poder emprender acciones específicas de fortalecimiento», añadió.

Seguido a ello, comentó cuatro ejes fundamentales para lograr ese proceso: la identificación y cartografía para hacer el registro especial de archivos; conocer qué información hay y quiénes la poseen; reconocer las necesidades de las comunidades y plantear acciones específicas; y los procesos de divulgación y apropiación social. 

«Esto contribuirá a poner un granito de arena para que Colombia reconozca al exiliado como una persona que lucha para que la paz sea posible», concluyó Loaiza.


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¿Se escucha a las víctimas en el exterior? Es hora de hacerlo en el VI Foro Internacional de Víctimas en Bogotá

CNMH, invitado de honor a Fiesta de las Letras y las Palabras en Sabaneta

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CNMH

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Publicado

29 de junio 2021


¿Se escucha a las víctimas en el exterior? Es hora de hacerlo en el VI Foro Internacional de Víctimas en Bogotá

  • El Centro Nacional de Memoria Histórica liderará un taller de metodología de mesas de diálogo para identificar y reconocer la participación de las víctimas en el exterior en el proceso de diseño del Museo de Memoria de Colombia.
  • Se presentarán cuatro informes sobre el exilio ante el Sistema Integral de Verdad, Justicia, Reparación y No Repetición.

Del 1º al 4 de julio se llevará a cabo el VI Foro Internacional de Víctimas en Bogotá denominado “Desde el origen hacia la paz. Escuchar a las víctimas en el exterior”. Un evento en el que víctimas del conflicto armado colombiano, exiliadas en 23 países de 3 continentes, se reunirán para escuchar y ser escuchadas en un intercambio de saberes entre las y los participantes.

En este espacio serán presentados ante el Sistema Integral de Verdad, Justicia, Reparación y No Repetición, cuatro informes realizados desde el exilio: Informe Personas Defensoras de Derechos Humanos en el Exilio; Informe Colectivo del Exilio: Lo que la Violencia no pudo Acallar. Reinvención organizativa desde el Exilio; Desde el Exilio Seguimos Buscando Sus Voces, Nuestras Memorias (sobre Desaparición Forzosa); y el Informe Salvar la vida para seguir educando por la vida, la paz y la libertad, informe del sector docente en el exilio a la CEV.

Además, se harán propuestas frente a las políticas públicas del exilio, así como la reiteración del compromiso de las víctimas con la paz y la necesaria transformación social de Colombia.

Estos cuatro días de escucha permitirá que víctimas y sobrevivientes obligados a abandonar el país compartan sus experiencias organizativas, luchas, resistencias y procesos sociales.

Es de resaltar que el Foro Internacional de Víctimas – FIV comprende el exilio de una manera integral y por eso reconoce a personas exiliadas por motivos políticos o por motivos relacionados con el conflicto armado, y con ello, a la pluralidad de personas que se ven afectadas por motivos de género, tragedias humanitarias y ambientales, conflictos étnicos, y homofobia.

Según el FIV, los objetivos del VI Foro son “avanzar en la búsqueda de verdad, justicia, reparación y no repetición, aportar nuevos elementos de solución política, abogar por la renuncia al uso de las armas, y propiciar el diálogo, el compromiso y las garantías para lograr una necesaria paz completa”.

La agenda del evento contempla talleres, conversatorios, encuentros temáticos y grupos de trabajo. El CNMH liderará un taller en el que se presentará el quehacer de la Dirección de Construcción de la Memoria Histórica para presentar la Agenda Exilio, un taller de musicoterapia y una metodología de mesas de diálogo para identificar y reconocer la participación de las víctimas en el proceso de diseño del Museo de Memoria de Colombia.

Darío Acevedo, Director General del Centro Nacional de Memoria Histórica, integrará una mesa de conversación con  Ramón Rodríguez Andrade, Director de la Unidad de Atención y Reparación Integral para las Víctimas – UARIV; Luis Fernando Cuartas Ayala,  Coordinador del Grupo Interno de Trabajo de Asistencia a Connacionales en el Exterior de la Cancillería colombiana; y Wilfredo Grajales, delegado de la Defensoría del Pueblo. En este espacio, las víctimas expondrán sus inquietudes frente a la atención que se les da desde las instituciones estatales, en las que juega un papel importante el Acuerdo de Paz y la Justicia Transicional.

Al final, en el último día del encuentro, se presentarán los aprendizajes y apuntes para el futuro de la participación de las víctimas en el exterior.


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El ojo en la aguja

En el ojo de la aguja: cada exiliado, cada historia

Autor

CNMH

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Foto: CNMH

Publicado

25 octubre 2020


En el ojo de la aguja: cada exiliado, cada historia

  • Con apoyo del Centro Nacional de Memoria Histórica, el Foro Internacional de Víctimas y Tabula RaSa NYC Theater llevará acabo un espacio artístico que busca contribuir a la construcción de la memoria y al relato de colombianos víctimas que se encuentran en el exterior, una propuesta de reparación y una iniciativa de retorno por expresar lo vivido. Tendrá una función especial el próximo 28 de octubre a las 10 a.m. por el Facebook live del Centro Nacional de Memoria Histórica.
  • “En el ojo de la aguja” es una obra teatral escrita por Ramiro Antonio Sandoval con la colaboración de Johanna Bock y es un espacio artístico promovido por la comunidad de exiliados colombianos que busca contribuir a la construcción de la memoria y a la visibilización de los relatos de las víctimas en el exterior.

Una luz diagonal se abre camino dentro del espacio; tres personajes, sus sombras, caminan entre la penumbra cargando objetos indefinidos, cosas que han venido acumulando durante mucho tiempo. Sus desplazamientos sugieren el cansancio de un largo camino, del destierro. Una voz al fondo va relatando sus movimientos, de los espacios que se dejaron, de los nuevos recorridos que no buscaron, de la oscuridad, del fango y de los lugares donde se detuvieron en busca de refugio.

Son ellos la Señorita Tik y los Señores Tak y Toe. Ellos son en sí mismos la representación de millones de colombianos, y ciudadanos del mundo, víctimas de múltiples violencias.

Y es que detrás de una exiliada o un exiliado —y frente a ellos— hay demasiadas historias. Su destino es difuso: no son de allá -donde llegaron-, pero sí de acá, el lugar que aman, del que les tocó huir. Con un pasado sobre la espalda que ha puesto en juego su vida, recorren una cultura diferente cada día.

¿Qué lleva a una persona exiliada a seguir luchando por su país, ese mismo que un día le dio la espalda?

Para Ramiro Sandoval director artístico de Tabula RaSa Theater (fundación que trabaja con el FIV en New York) desmitificar el sueño americano es uno de los objetivos que busca alcanzar la obra. Añade que cada actor, cada actriz y las personas que han estado detrás de la obra, son víctimas del conflicto armado, exiliadas por diferentes razones: “desde las violaciones sistemáticas de Derechos Humanos hasta la violencia sexual e intrafamiliar; violentadas por tener diferentes orientaciones sexuales o por ejercer un liderazgo social”.

“No estamos acá porque lo hayamos buscado, nos empujaron a salir del país”, enfatiza Ingrid García, representante del Foro Internacional de Víctimas (FIV).

Esta organización de víctimas tiene representación en 23 países y se creó en 2013 como una herramienta ciudadana de las personas migrantes y exiliadas que componen la diáspora colombiana para exigir ser voz y parte del acuerdo de paz que se llevó a cabo entre la guerrilla de las Farc y el gobierno nacional. “Siempre hemos sido invisibilizados, porque se ha tenido el pensamiento que salimos por el sueño americano y no que nos desprendieron de nuestros sueños en Colombia”, complementa Ingrid.

“En el contexto del conflicto armado y la violencia sociopolítica, cientos de miles de personas, grupos y comunidades se han visto forzadas a migrar de Colombia en busca de seguridad, protección o refugio más allá de las fronteras. Quienes se han visto obligados a salir del país, a diferencia de aquellos que han permanecido en el territorio nacional, han vivido sus pérdidas, sus daños y sus incertidumbres desde el exilio”, explica el informe Memorias del exilio colombiano: huellas del conflicto armado más allá de las fronteras, del Centro Nacional de Memoria Histórica.

Estas personas, además de abandonar su hogar y sus actividades económicas, han tenido que huir de su país dejando atrás sus costumbres y sus formas de vida en Colombia. Como experiencia única, el FIV abrió la oportunidad de conocer testimonios acompañados de tristeza, dolor o rabia por parte de las víctimas de las violencias fuera del país, donde se escuchan voces que reclaman: “sin paz social no habrá paz armada, en Colombia históricamente diferentes grupos buscan una excusa para tomar las armas”, “no puede haber víctimas de primera y segunda categoría”, “deseo volver a Colombia”, “tranquilidad a cambio de soledad”, “Colombia no puede estar condenada a la violencia eterna”.

Desde esta óptica, el FIV ha trabajado en diferentes frentes para que se reconozcan los derechos de las personas en el exilio. Así entra el lenguaje artístico para hablar más allá de los rótulos y encasillamientos de las personas, para humanizar desde las emociones, para expresar de una forma poética el dolor, los sufrimientos, pero también las alegrías.

Para Ramiro, el acto teatral se levanta como una segura y poderosa herramienta en el proceso de sanación por medio de la representación, del reflejo de las situaciones más escabrosas y de reflexión: “el teatro reclama el papel de la memoria en el tejido social como un imperativo para el restablecimiento de la dignidad robada por el silencio y el olvido intencionales”, sostiene.

“En el ojo de la aguja”, obra poética teatral de creación colectiva escrita por Ramiro con la colaboración de Johanna Bock, es un espacio artístico promovido por la comunidad de exiliados colombianos que busca contribuir a la construcción de la memoria y al relato de las víctimas en el exterior, pero a la vez es una propuesta de reparación y una iniciativa de retorno por expresar lo vivido.

“Uno aparte de traer lo que uno tiene como experiencia, lo que uno viene recogiendo de lo vivido: lo bueno, lo malo, lo difícil, lo peor, lo mejor; lo va guardando en unos bolsillos, que en el momento en que uno se enfrenta a un personaje empieza a sacar como un mago esas cositas de los bolsillos y a ponerlas para lo que uno necesita mostrar, son cosas muy personales”, dice Klara Lopera, quien representa al Señor Tak en la obra; alguien porfiado, antipático, práctico, escéptico, que dice frases como: “¿Te crees libre? Cada vez menos, amigo mío. Uno no puede llamarse libre por fuera de su especie”.

Este tipo de diálogos se hacen constantes en la narrativa de la obra, jugando con metáforas y analogías para cautivar al espectador. La iniciativa marca un precedente significativo en las maneras de contar el conflicto en medio de la pandemia, y el Centro Nacional de Memoria Histórica, por medio de la Estrategia de Apoyo a Iniciativas de Memoria, ofreció acompañamiento para que las voces de las víctimas en el exterior tengan eco en Colombia y en sus países de refugio.

Por ello, este miércoles 28 de octubre a las 10:00 am (hora de Colombia) los invitamos a que conozcan la obra de teatro “En el ojo de la aguja” en presentación virtual por el Facebook live del Centro Nacional de Memoria Histórica.


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Darío Acevedo, En el ojo de la aguja, exiliados, Exilio, Foro Internacional de Víctimas, Iniciativas de Memoria

Exilio: la memoria, un regreso a casa.

Exilio: la memoria, un regreso a casa.

Exilio: la memoria, un regreso a casa.

Autor

CNMH

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CNMH

Publicado

18 julio 2020


Exilio: la memoria, un regreso a casa.

Un repaso histórico al exilio, su aproximación al contexto mundial y nacional y las voces de diversos representantes del Foro Internacional de Víctimas serán los temas que abordará Conmemora en Voz Alta en su capítulo de estreno para hoy.

Tan antiguo como la humanidad misma, el exilio —que la RAE define como separación de una persona de la tierra en que vive o expatriación, generalmente por motivos políticos— es una forma de violencia que ha afectado transversalmente las vidas de personas, grupos y comunidades alrededor del mundo. De acuerdo con los registros de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados —Acnur— hasta 2019 por lo menos 79,5 millones de personas en todo el mundo se han visto obligadas a huir de sus hogares. Entre ellas hay casi 26 millones de personas refugiadas, más de la mitad menores de 18 años.

El fenómeno colombiano, que ocupa el segundo lugar en el mundo (detrás de Siria) y el primero en desplazamiento interno con más de 7 millones de personas según cifras de la misma agencia, ha permanecido invisible y es una de las grandes deudas en el esclarecimiento de la verdad del conflicto armado y la violencia generalizada. Mediante espacios organizativos como el Foro Internacional de Víctimas, los nacionales en el exilio buscan la dignificación de su situación actual, del pasado que los llevó a reconstruir sus vidas más allá de las fronteras y del futuro de Colombia que, a pesar de la distancia y el tiempo, no les es ajeno.

Exilio: la memoria, un regreso a casa, es el octavo capítulo de Conmemora en Voz Alta, serie de podcasts, de frecuencia quincenal, creada desde la Estrategia de Comunicaciones del CNMH con el fin de profundizar en la memoria histórica del conflicto colombiano. Recuerda que tanto este episodio como la serie completa los puedes encontrar también en las plataformas Spotify y Spreaker.

También puedes consultar nuestro informe Exilio colombiano: Huellas del conflicto armado más allá de las fronteras


acuerdos de paz, postconflicto, inversión, internacional


Conmemora en Voz Alta, Exilio, Foro Internacional, Foro Internacional de Víctimas, la memoria

Las memorias del exilio vuelven a encontrarse

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Autor

CNMH

Fotografía

CNMH

Publicado

13 Dic 2014


Las memorias del exilio vuelven a encontrarse

El 13 de diciembre se realiza el II Foro Internacional de Víctimas en el Exilio, una iniciativa para acercar a los colombianos que han tenido que abandonar el país en contra de su voluntad, para narrar sus historias, memorias y escuchar sus propuestas hacia la búsqueda de la verdad, la reparación integral y el retorno digno.

Han pasado cerca de noventa días desde el primer del Foro Internacional de Víctimas, un encuentro en el que participaron más de 600 colombianos y colombianas en 19 ciudades alrededor del mundo. Tres meses de intenso trabajo para preparar el segundo foro que se realizará dentro de poco. “Recordar, narrar y comprender los hechos que han contribuido con el crecimiento de la diáspora colombiana es una señal que nos dice que los más de 5 millones de conciudadanos que nos encontramos por fuera del país ejercemos una participación activa, no solo en el marco del actual proceso de paz como sucedió con el primer foro, sino también en la búsqueda de la reconciliación nacional” cuenta desde Barcelona Pamela Lozano Ibáñez, coordinadora del II Foro.

España, Holanda, Alemania, Argentina, Bélgica, Suecia, Noruega, Austria, México y Ecuador son los países que hasta el momento están confirmados para participar en este foro, en el que además del encuentro virtual se realizarán talleres colectivos con personas que han retornado al país, como un ejercicio de reconstrucción de los relatos sobre el exilio, sus vivencias en un nuevo país y las circunstancias del retorno. “Este segundo foro no es solo para visibilizar a las víctimas que están por fuera del país, sino para consolidar procesos que permitan en el mediano o largo plazo una construcción de la memoria de las víctimas en el exterior y genere reacciones frente a los retos del Estado en materia de reparación a estas víctimas” dice Andrei Gómez, investigador asociado de la Universidad de Oxford y consultor de la Dirección General del CNMH.

Vea aquí la transmisión del II Foro internacional de Víctimas.

Publicado en Noticias CNMH



CNMH, Exilio, Memoria

Reconstruir las memorias del exilio, una tarea urgente

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Autor

CNMH

Fotografía

CNMH

Publicado

15 Dic 2014


Reconstruir las memorias del exilio, una tarea urgente

El pasado 13 de diciembre se realizó el II Foro Internacional de Víctimas, un encuentro en el que se reunieron virtualmente centenares de colombianos en varias ciudades alrededor del mundo para narra sus memorias en el exilio y discutir las garantías necesarias para el retorno.

En total fueron trece ciudades las que se unieron a la segunda edición de este foro que sirvió como punto de encuentro de colombianos exiliados por motivos políticos, económicos o sociales, para manifestar sus solicitudes y exigencias para el retorno. Garantías de no repetición de los hechos por los que tuvieron que salir del país, así como más apoyo y acompañamiento real por parte del gobierno fueron algunas de las peticiones que más se repitieron durante el encuentro.

La segunda edición del foro contó con la participación de representantes del CNMH, la Unidad de Víctimas y ACNUR, así como personas que retornaron recientemente al país. “Estos foros tienen sentido porque nos enlazan y nos permiten visibilizar las experiencias de los exiliados. Por parte del CNMH nos comprometemos a ayudarlos con la construcción del relato y la cartografía del exilio, la identificación de los daños y los caminos o rutas para la reparación” expresó durante su intervención Gonzalo Sánchez, director del CNMH.

Crear un programa de investigación sobre el exilio de colombianos – pensado a largo plazo y acompañado por el CNMH – y discutir las propuestas de la representación de los exiliados en el Museo Nacional de la Memoria fueron algunos de los temas que se propusieron para tratar en un tercer foro.

Terminado el panel central, llegaron las intervenciones de los colombianos reunidos en Barcelona, Berlín, Buenos Aires, Nueva York y otras ciudades del mundo, entre las cuales se destacó la de Helena Urán Bidegain, hija del Magistrado Auxiliar del Consejo de Estado de Colombia, Carlos Horacio Urán, una de las víctimas de la toma y retoma del Palacio de Justicia. “Hace poco vivimos una sentencia histórica, un paso gigante en el camino hacia la verdad. Es un grito de dignidad que una Corte Internacional reconozca lo que nosotros venimos diciendo y exigiendo desde hace tantos años y el Estado colombiano ha negado. Por eso hoy quiero invitarlos a nunca olvidar” refiriéndose a la sentencia emitida el 10 de diciembre por la Corte Interamericana de los Derechos Humanos.

Al finalizar el Hangout Central en Bogotá, algunas de las personas retornadas al país se reunieron y narraron sus experiencias y vivencias. Relatos que se volverán insumos para enriquecer la ruta de la reparación y el retorno de los millones de colombianos que hoy están por fuera del país en contra de su voluntad.

Publicado en Noticias CNMH



Exilio, Memoria, reconstrucción

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